Actualmente cuando se habla de Venezuela, solo se escucha sobre las crisis social por la que la

misma está atravesando, pero las consecuencias del cambio climático en el país no es un tema
frecuentemente tratado, pues los esfuerzos se orientan a solventar la problemática del día a día.

Sin embargo, estas consecuencias cada vez son más evidentes y peor aún irreversibles como por
ejemplo en el Estado Mérida, donde el retroceso del último glaciar de la Sierra Nevada ubicado en
el Pico Humboldt cada día es lamentablemente inminente, hasta llegar a su posible desaparición.
Es decir, ya no se puede hablar de desarrollo sostenible, desde su concepto más básico, porque no
estamos cuidando lo poco que nos dejó la generación pasada para que la generación futura pueda
disfrutarlos, pues la disminución de los glaciares es incuestionable.

Sin embargo no todo puede estar perdido, como lo dice el ODS 13, los gobiernos, el sector
privado y la sociedad civil deben actuar de manera coordinada, pues existen planes orientados a
mitigar los efectos del calentamiento global, por ejemplo la Misión Árbol creada por el Gobierno
Nacional, para aumentar la cantidad de vegetación en el país, reforestando poco a poco los
bosques e incrementado áreas verdes dentro de las ciudades, ayudando a bajar las temperatura
en las mismas, trayendo como resultado disminuir las islas de calor en las ciudades.

Otra alternativa es realmente proteger los Parque Nacionales, pues aunque cuentan con toda una
legislación, no se cumplen dichas normas, pues las fronteras agrícolas han ganado terreno,
desplazando así las áreas protegidas, eliminando la cobertura vegetal natural cambiando el uso del
suelo por cultivos. Igualmente, un caso similar son los márgenes de los ríos, pues legalmente existe
un área de protección adyacente a los ríos que por lo general tiene una gran cantidad de
vegetación y estos ríos atraviesan las ciudades, pero la población en busca de un lugar para vivir
han optado por establecerse en estas áreas, aumentando el riesgo para ellos y eliminando la capa
vegetal, ya que aunque Venezuela es un país con una normativa legal muy completa, no se cumple
a cabalidad.

Finalmente, Venezuela desde hace algún tiempo ha intentado cambiar hacia un país más
ecológico, sustentable, invirtiendo recursos para alcanzar dicho objetivo, que aunque no existan
medidas de seguimiento y suelan paralizarse en algunos casos, la intención también es importante
se podría decir. Cada acción dirigida a minimizar el impacto del cambio climático es ganancia para
planeta.