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Historia Del Senor de Locumba
Historia Del Senor de Locumba
Fue así que volvieron a cargar la caja sobre uno de los jumentos y lo obligaron a seguir
su camino hacia el valle de sama. Cuentan, que aquellas mulas, se habían posado sobre
la sombra de una palma y que de aquel lugar no querían moverse. Pese a los fuertes
arreos dados por los pobladores.
Se dice entonces: Que otro arriero, en camino por el pueblo, se ofreció a llevar dicha
carga hacia su destino. Ofreciendo una de sus mulas para tal encomienda. Así partió
este con la carga hacia Sama. Sin embargo, luego de recorrer algunos metros. Se cuenta
que aquella bestia se planto en el camino y dejo su andar y con ello el viaje del pequeño
Cristo, que llevaba sobre su fuerte lomo.
Visto aquel misterioso designio divino. Comprendieron los antiguos pobladores. Que,
aquel Cristo pequeño, pertenecía verdaderamente al pueblo de Locumba. Cargaron
entonces sobre el animal el Cristo de sama y aquella bestia antes inerte: comenzó
nuevamente su pausado andar, hacia su destino final.
Mientras tanto, las primeras mulas, que trajeron consigo aquel extraño y divino
designio. Se encontraban descansando a la sombra de un árbol de palma. Sin
intenciones de partir ni reanudar su camino.
Fue así, como se dice: Que, mi Cristo de locumba, se convirtió en el “Cristo del palmar”.
A partir de ello, muchos milagros se concederían, bajo su gracia y divinidad.
MILAGRO DEL SEÑOR DE LOCUMBA
Pues ante aquella afrenta, el ejército chileno, decidió ingresar a locumba a destruir
todo sobre su paso. Llegada la noticia y sabiendo que ahora nada podría hacerse. El
pueblo entero decidió escapar del lugar. Dejando todo cuanto tenían. Sin embargo,
aquellos pobladores, protegieron lo único que los mantendría vivos. Fue así que
buscaron proteger a su Cristo. Y decidieron esconderlo. Dada la imposibilidad de
llevarlo consigo. Lograron entonces esconderlo entre unas barracas vacías de vino.
Licor que se producía desde hace mucho en el valle. Y que mantiene aún (aunque ya
casi extinto) prestigio por su exquisitez. Gracias a lo cálido de su clima y sus buenos
frutos.
Terminada la misión, partieron en fuga hacia los cerros y comprendieron que pronto
llegaría la entrada del temible invasor. Llego entonces el ejército al pueblo y encontró
solo vacio y silencio. Destruyeron y redujeron a ceniza toda frente a su paso. Sin
embargo, aquello no fue suficiente, para el invasor y ahora vengativo ejército. Entonces
decidieron ir en busca de la gente y hacer corran la misma suerte del pueblo ahora
reducido a pedazos.
Mientras tanto, en una quebrada alejada del pueblo. Se encontraba la gente de aquel
desolado dolor. Solo mujeres, niños y ancianos se encontraban entre ellos. Los jóvenes
y hombres se encontraban formando el ejército que en defensa de la patria se formo en
Tacna. Fue así que conocedores de que llegaría su fin, se decidieron a defender sus
vidas, con palos y piedras de ser necesario.
Aquel ejército, sediento de venganza. Se encontraba, a poca distancia del escondite,
que sostenía el silencioso suspiro de los que creían había llegado su hora. El pueblo,
imploraba entonces a Dios, su salvación.