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CENTRO ESCOLAR CATOLICO “MONSEÑOR BENJAMIN BARRER Y REYES”

LEYENDAS SALVADOREÑAS

MATERIA:
LEGUAJE Y LITERATURA.

DOCENTE:
GLADYS ELIZABETH MARTINEZ.

ALUMNO:
DIEGO EMILIANO LOPEZ RIVERA.

N° DE LISTA:
9

GRADO:
8° “A”

FECHA DE ENTREGA:
JUEVES, 30 DE ABRIL DE 2020
La "Si huanaba”

Originalmente llamada Sihuehuet (Mujer hermosa), tenía un romance con el hijo


del dios Tlaloc, del cual resultó embarazada. Ella fue una mala madre, dejaba solo
a su hijo para satisfacer a su amante. Cuando Tláloc descubrió lo que estaba
ocurriendo él maldijo a Sihuehuet llamándola Sihuanaba (Mujer Horrible). Ella
sería hermosa a primera vista, pero cuando los hombres se le acercaran, ella
daría vuelta y se convertiría en un aborrecimiento horrible. El dios la condenó a
vagar por el campo, apareciéndose a los hombres que viajan solos por la noche.
Dicen que es vista por la noche en los ríos de El Salvador, lavando ropa y siempre
busca a su hijo el Cípitio, al cual le fue concedida la juventud eterna por el dios
Tláloc como su sufrimiento Según lo que cuenta la leyenda, todos los
trasnochadores están propensos a encontrarla. Sin embargo, persigue con más
insistencia a los hombres enamorados, a los Don Juanes que hacen alarde de sus
conquistas amorosas. A estos, la Siguanaba se les aparece en cualquier tanque
de agua en altas horas de la noche. La ven bañándose con guacal de oro y
peinándose con un peine del mismo metal, su bello cuerpo se trasluce a través del
camisón. Dicen las tradiciones que el hombre que la mira se vuelve loco por ella.
Entonces, la Siguanaba lo llama, y se lo va llevando hasta un barranco. Enseña la
cara cuando ya se lo ha ganado. Para no perder su alma, el hombre debe morder
una cruz o una medallita y encomendarse a Dios.
El Cípitio

El Cípitio es un cipote (niño) de 10 años con un estomago bien grande. Su nombre


se toma de la palabra del nahuat “Cipit” o “Cipote” que significa niño. Algunos
también relacionan su nombre con el de Xipe Totec. Según la leyenda, él es el hijo
de un romance prohibido de una mujer nativa llamada Sihuehuet, conocida como
Siguanaba y del hijo del dios Tlaloc. El Cípitio fue condenado por Tlaloc, a vivir
para siempre como un chico de 10 años con sus pies colocados al revés, como
recordatorio del amor perverso de su madre.

Las historias que cuentan los campesinos, es que él viene a sus campos y que
encuentran los pasos de un muchacho, pero se pierden siguiendo las huellas,
porque algunos no saben que el Cípitio tiene sus pies al revés, lo siguen en la
dirección incorrecta. Otra característica del Cípitio es que le gusta comer cenizas,
lanza piedritas a las señoritas hermosas y le gusta comer mucho la variedad de
plátanos conocidos como “Guineo Majoncho” de El Salvador. él podría también
“Teletransportarse” donde quiera y cuando lo desee.
La carreta chillona

Cuentan que hace años vivió un hombre sin fé a quien todos llamaban "Pedro el
Malo". Para un 15 de mayo, fiesta de San Isidro Labrador, mucha gente llegó al
pueblo para la bendición de carretas. Pedro también llevó su carreta, pero tenía
malas intensiones.
La paró muy cerca de la puerta de la iglesia, lejos de las otras carretas.
Cuando el sacerdote le pidió a Pedro que alineara su carreta con las demás, este
le respondió que no la había llevado para que la bendijera, pues ya estaba
bendecida por el diablo. Y de seguido, hincando a los bueyes sin piedad, intentó
entrar a la iglesia con todo y carreta, pero los bueyes se resistieron a entrar; más
bien lograron zafarse del yugo y la carreta salió calle abajo con todo y Pedro.
El sacerdote le dijo entonces: "Andarás con tu carreta por todo la eternidad" .
Los bueyes se salvaron de la maldición, porque se negaron a entrar a la iglesia.

Cuenta la leyenda que desde entonces la carreta sin bueyes, va bendecida por el
diablo, anda sola sin bueyes que la conduzcan, causando espanto por donde se
oye el "traca, taca, Tarata", que hacen sus ruedas de madera. Los abuelos
cuentan que la carreta sin bueyes pasa por los pueblos de la campiña salvadoreña
donde no hay amor ni armonía entre sus habitantes, siempre después de la media
noche.
El Justo Juez de la noche.

Hace muchos años los brujos habían invadido los pueblos de Cuzcatlán; ellos se
disfrazaban de animales para robar los granos, las frutas y todo lo que
encontraban a su paso. Angustiados los indios de Sensuntepetl, pidieron a sus
dioses que los ayudaran a solucionar su problema.

Una noche apareció en el pueblo un hombre alto, de apariencia fuerte, que se


paseo por todo el pueblo. En adelante volvió a aparecer en las noches caminando
por las calles de todo el lugar, hasta que llegaba el amanecer. Los brujos estaban
espantados por la presencia de aquel hombre y ya no pudieron continuar con los
robos. Agradecidos por el gran favor recibido, los vecinos se reunieron para
celebrar con grandes fiestas en honor a sus dioses, pues ya los brujos no
molestaban a nadie. Por muchos Sensuntepetl y sus alrededores permanecieron
tranquilos y felices.

Pero una noche de marzo, el Justo Juez de la noche, tuvo que irse para otro
pueblo a realizar otro trabajo que los dioses le habían confiado. Desde ese día, las
gentes de aquel pueblo siguen esperando al Justo Juez de la noche, que tuvo que
partir a llevar paz y seguridad a otros lugares. Por eso, cuando va por todos los
pueblos, las noches estrelladas lo saludan y la Luna se inclina a mirarlo y le
sonríe. Ella sabe que él sólo está allí para hacer el bien.
El Gritón de Media Noche

En una tribu de esas que poblaron nuestro antiguo territorio Salvadoreño fue
expulsada una india, quien sabe por qué razón o que falta o delito cometió, aquella
india en su soledad en la densa selva de Cuscatlán, tuvo la mala suerte de
encontrarse con un demonio, este la toma y la hace su mujer durante largo tiempo
para desdicha de aquella india.

De esta forzosa y dolorosa relación nació un hijo, mitad humano, mitad demonio,
de un colosal tamaño. Este sería conocido con el tiempo como el gritón de
medianoche. El nombre de gritón de la medianoche no se le otorga por capricho o
casualidad amigos, pues relatan que su poderoso y aterrador grito puede arrancar
los árboles de raíz, desbordan los ríos y hace temblar la tierra; el terror se apodera
de aquellos que han logrado escuchar su aterrador grito por la noche. Se dice que
este persigue a aquellos hombres que se atreven a vagar por el campo a altas
horas de la noche...este es el hijo de la india desterrada y un demonio.

Los hombres que escuchan ese aterrador grito ven los árboles caer a su lado, los
ríos cambiar su cauce y la tierra temblar como si de un terremoto se tratara, el
pánico y una horrible fiebre se apodera de ellos cayendo en cama y pasando días
recuperándose sin poder hablar, o lo que es peor amigos, morir de inmediato por
el susto.
La descarnada

En las carreteras desoladas solía aparecer una mujer de gran belleza: sola, con
ropas provocativas y actitud sensual y coqueta, haciendo autoestop al borde del
camino, esperando al incauto que la recogiera. Una vez que el hombre (sólo
tentaba a los varones)-ante la oportunidad de tener una aventura con la mujer-
detenía su coche y le preguntaba a dónde iba, la misteriosa mujer respondía
siempre que a un sitio no muy lejano, localizado apenas a pocos kilómetros. Así,
los hombres nunca dudaban en subirla; pero, ya dentro del vehículo, la mujer
empezaba a mirarlos de manera provocadora, a realizar movimientos tentadores y
a seducirlos.

Finalmente los inocentes hombres detenían el vehículo y comenzaban a


acariciarla y a besarla, pero he allí que el deseo se tornaba en asco y el placer en
terror. En efecto, la alguna vez bella dama se transformaba en una especie de
asquerosa muerta viviente cuya piel se desprendía poco a poco, quedando entre
las manos del hombre restos de piel y músculo. Incluso una vez que el hombre
quedaba paralizado por el miedo y detenía sus caricias el proceso de
descomposición y degradación continuaba hasta que la mujer se presentaba como
un esqueleto viviente…
La Flor de Amate

El Ámate es un árbol muy conocido en El Salvador, este árbol es muy diferente a


los demás en su estructura física. Su tronco es muy grueso y mal formado, pues
tiene unas protuberancias (Si así se le pueden llamar), que hacen que el tronco
parezca un rollo de cables mal hecho, sus ramas también un poco mal formadas,
si uno se fija bien en ellas tienen un aspecto de garras. En fin un árbol fuera de lo
común, además de no dar ni flores ni frutos.

Pero la leyenda dice que este árbol tiene un negro secreto oculto entre sus
deformadas ramas, y es que a las 12:00 de la noche en punto, en la copa de éste,
nace una hermosa FLOR BLANCA, la cual cae al suelo y el hombre que logre
agarrar esta flor, tendrá todo lo que quiera, AMOR, DINERO Y SALUD, pero no es
tan fácil, pues la verdadera prueba es luchar contra EL DIABLO, que es el dueño
de esa flor. Se dice que tiene que ser una lucha a muerte; si el Demonio gana, se
lleva el alma de aquel hombre, pero si el hombre gana tendrá todo lo que él
quiera.

Se cuenta que las únicas personas que ven a este árbol florecer en cualquier
época del año son los MUDOS, ya que se sabe que nunca dirán nada de esta flor
encantada.
El Cadejo

El Cadejo es en realidad un espíritu o fantasma representado en la forma de un


perro que posee ojos centellantes y rojos como brasas encendidas. Existen dos
tipos de Cadejos: El Cadejo Blanco que representa al bien y El Cadejo Negro que
representa al mal. Dios, en su afán de protegernos decidió crear un espíritu bueno,
el cual se representaba por un perro de color blanco. Sin embargo Satanás al ver
esto decidió también enviar a la tierra a un perro de color negro que luchara contra
el blanco y de esa manera derrotar a Dios. El Cadejo Negro, que representa al
mal, suele aparecérsele a aquellas personas que deambulan en los pueblos en
altas horas de la noche o a quienes realizan actos inmorales o tienen una mala
conciencia. Persigue a sus víctimas durante un rato para asustarlos y luego los
hipnotiza con sus enormes ojos de color rojo, similar a carbones encendidos,
cuando los atrapa les roba el alma dejándolos como tontos para el resto de su
vidas, a esto se le denomina en El Salvador que una persona ha quedado “jugada
por un mal espíritu”. Por otra parte el Cadejo Blanco tiene ojos azules y representa
a un espíritu de luz que protege a todos los fieles creyentes y no permite que El
Cadejo Negro se robe el alma de los recién nacidos o de los niños pequeños,
principalmente los que viven alejados de los pueblos. Se dice que el Cadejo Negro
puede ser fácilmente ahuyentado de los lugares o las viviendas donde se aparece,
para ello es necesario quemar incienso, conocido comúnmente como Sahumerio
en El Salvador. La próxima vez que salgas de noche por cualquier lugar de El
Salvador y vayas solo/a por la calle ten cuidado, no dejes de mirar hacia atrás,
porque a lo mejor podría estarte siguiendo un perro de color blanco o negro…
Chasca la diosa del Agua

En tiempos lejanos habitó en “La Barra de Santiago”, un cacique jefe, quien era
conocido como un hombre fuerte y de malos sentimientos pero con mucha fortuna.
Este aguerrido indio, había arreglado en matrimonio a su hija Chasca, muy
conocidas en el pueblo, con el príncipe de una tribu vecina. Un buen día la
hermosa muchacha por la orilla de la playa, en eso, conoce a un hermoso
pescador de nombre Acayetl. De inmediato entre los dos hubo una fuerte
conexión, quizás a lo que llaman amor a primera vista, lo que traduce que cuando
sus miradas se entrelazaron, quedaron empedernidamente encantados el uno del
otro. Como era de esperarse, el padre de Chasca, no aceptaba de ninguna
manera los amores entre los enamorados, además tenía todo preparado para que
su hija contrajera nupcias con el príncipe. Pero, la joven se levantaba en horas
muy tempranas, para salir escapada hasta llegar a la orilla de la playa, donde la
aguardaba en una embarcación su enamorado Acayetl.

El apuesto joven, se acercaba lo que más podía y entonaba con su encantadora


voz, canciones de amor, con las que hechizaba su espíritu y corazón. De esta
manera, transcurrieron algunas semanas, hasta que el cacique descubrió lo que
sucedía, cuentan que una mañana muy helada y gris, cuando Chasca esperaba la
presencia de su enamorado, cuando sorpresivamente escuchó el chiflido de una
flecha cuando es disparada. De inmediato, el joven cayó sin vida, el cacique le
apuntó el disparo justo en el centro de su corazón, en cuestión de segundos, el
agua del mar se tornó de rojo púrpura. Por supuesto, la joven Chasca lloró
amargamente al compás del sonido de las olas del mar, por tener la mala suerte
de presenciar la muerte de su amado, sin poder actuar.

Chasca, sentía un profundo dolor en su espíritu por la pérdida del amor de su vida,
por lo que tomó la decisión de acompañarlo al más allá, entre su pesar se ató una
fuerte roca a su cintura.

Luego se introdujo a las aguas del mar, y empezó a nadar tan fuerte como sus
fuerzas se lo permitían, hasta que las olas las arrastraban mar adentro. Después
de este acontecimiento, los pescadores de la zona, narraban sobre una mujer
luciendo traje blanco y rodeado de plumas se observaba durante la luna llena, que
paseaba en el mar sobre una canoa blanca. Actualmente, los habitantes de Barra
de Santiago, cuentan la leyenda sobre Chasca a quien le dicen la diosa del agua.
La gigantona de Jocorro

La leyenda narra desde 1908, donde los pobladores encontraron un territorio, que
originalmente llevaba por nombre San José, y actualmente se conoce como cerro
El Gigante, en este lugar hallaron osamenta de humanos, que al realizar
investigaciones pertenecían a un individuo de un tamaño aproximado a los dos
metros de alto. De estos huesos, hasta la presente no se tiene mucha información,
lo que sí es cierto que fueron traslados a otro país para sus investigaciones. Para
ese momento, existía el alcalde de nombre Santiago Mata, quien encargó a una
persona llamada Neftalí, para que elaborara una imagen tallando su rostro en
madera, y éste la coloreo, después construyó el cuerpo, de manera que cualquier
persona ingresará a su interior para hacerla girar haciendo parecer que danzaba.

Aquel particular hallazgo, fue un acontecimiento que alarmó a los pobladores,


dando motivo para la creación del mito popular, que finalmente se transformó en la
leyenda de la “Giganta de Jocoro”, una narración que con el pasar del tiempo, dio
motivo para que fabricaran una muñeca alta, que va junto a un grupo de
enmascarados, danzan durante todo el mes de febrero, por todas las calles y
rincones del municipio. En honor a la confección de enormes muñecas, además
de honrar la tradición del municipio, en fecha 3 de agosto de cada año, se lleva a
cabo el Tercer Festival Giganta de Jocoro. En el transcurso de los años, las
conocidas “Gigantas de Jocoro”, son famosas en El Salvador, bailando en los
coloridos desfiles y fiestas patronales de diferentes municipios del todo el país.

La Gigantona, es apreciada por los pobladores jocorenses, la admiran y quieren


como parte de su patrimonio cultural, sin embargo, no ha recibido tal honor,
mientras que su vivienda principal se encuentra en Barrio Nuevo, bajo el cuidado y
afecto de la familia Lazo. Mientras tanto, muchos salvadoreños han fabricado
réplicas para tener lucro de esta popular muñeca.

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