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An Archdemon's Dilemma - How to Love Your Elf Bride Vol. 2
Prólogo
— Chastille Lillqvist… su autoridad como arcángel queda suspendida
indefinidamente.
Hace medio mes, nació un nuevo rey demonio. Su nombre era Zagan. Asesino
de magos Zagan.
Como el nombre podría implicar, un rey demonio no era el rey de los demonios
o algo por el estilo. En vez de eso, era el nombre dado a aquellos que
alcanzaban el tope de la magia. Eran individuos que la iglesia tenía que cazar
con todo su poder, su enemigo mortal.
Sin embargo, Chastille rechazó su deber de subyugar a ese rey demonio. Por
el contrario, levantó una objeción y argumentó que Zagan era un individuo con
el que no debían luchar. Y como resultado, perdió todo lo que le daba una
sensación de pertenecer.
Incluso aún después de todo esto, estoy segura de que Zagan nunca me daría
las gracias.
hacía nada más que creer en su propio poder, y era un hombre que usaba ese
poder para poner afuera cualquier cosa que encontrara irracional.
Aun así, quería hacer algo por él. Chastille no estaba segura si eso se debía a
que él ya le había salvado la vida dos veces, o por alguna otra razón.
Mientras ese, un tanto deprimente, deseo crecía fuertemente, miró sus siluetas
alzarse en frente de sus ojos. Era el joven hombre con su usualmente malvado
rostro, y la chica elfo. Además, había una adorable niña en medio de ellos,
sosteniendo una mano de ambos. Era una jovencita encantadora con una
mirada apática en sus ojos, lo que hacía pensar en Zagan.
Eso sonó seguro como las palabras de un padre incómodo… ¿fue una
alucinación auditiva? Incluso escuchando esa clase de voz, Chastille finalmente
recobró el sentido.
— ¿Z-Zagan? —encontrando poco creíble que ella se toparía con ellos en tal
momento, Chastille sin intención alzó una histérica voz.
Y con eso, ellos de igual manera notaron que ella estaba ahí. Entonces, el joven
hombre devolvió la mirada.
No fue una alucinación. Sin embargo, ¿qué estaba pasando? Había una
pequeña y joven niña en medio de los dos.
Y luego, intercambió miradas con la chica elfo a su lado, lo que provocó que
ambos voltearan la cabeza en un apuro.
Se sintió casi como si estuviera presumiendo, lo cual hizo que Chastille quisiera
golpearlo. Y mientras ambos estaban nerviosos, la pequeña niña señaló con su
dedo a Chastille.
Ella aún tenía un tono poco desarrollado, pero su voz parecía contener
confianza y afecto.
El joven hombre luego asintió a la niña, y volteó su cara hacia Chastille. ¿Sus
ojos contendrían una mirada agradable de nostalgia, o tal vez un sentimiento de
incomodidad debido a sus previas posiciones? Un sonido sin intención se
escuchó mientras Chastille tragaba saliva.
Con un chasquido, alguna clase de hilo fue roto dentro de Chastille. No puede
ser… no hay forma en que se haya olvidado de mí, ¿cierto…? ¿No sería eso ir
demasiado lejos? Y, como podías esperar, Chastille fue incapaz de contener
sus lágrimas.
Capítulo 1
Incluso un rey demonio no
debería de golpear a un niño
Parte 1
Zagan era un mago que poseía el titulo de Rey Demonio. Y ahora mismo, tenía
algo que ocupaba realizar.
Existía un cierto “algo”, llamado demonios, que una vez existieron en este
mundo. No, ahora solamente se escondían, y seguramente aún existían en
algún lugar. Justo el otro día, Zagan se encontró con uno.
No había una brecha tan grande entre ellos, pero aun así no era un oponente
que él pudiera derrotar. O al menos, así es como debía haber sido, a pesar de
eso, Zagan sobrevivió por algún golpe de suerte.
Cuando extendió el brazo, un sello flotó encima, mirándose como una letra. Este
era el Sello del Rey Demonio. Y un demonio reverenció su cabeza y obedeció
a su portador. Entonces es necesario que entienda la verdadera naturaleza de
esta cosa.
Era un poder que podía incluso repeler a un demonio. Sin embargo, era
diferente a cualquiera cresta que Zagan conocía. Sospechaba que pudiera
haber alguna clase de pista dentro del legado del rey demonio predecesor, pero
los resultados no se veían favorables.
—Uf… —luego de engranarse en ello toda la mañana, Zagan tomó los libros
que sacó de los estantes y los colocó donde pertenecían. Incluso el apetito y el
sueño, los magos libremente podían manipularlo, por lo que el concepto de
fatiga esencialmente no existía.
Sin embargo, la fuerza de voluntad no era algo que cualquier mago pudiera
controlar. La depresión y la fatiga mental eran absolutamente inevitables. Y así,
justamente cuando Zagan exhaló, pensando en tomar un pequeño descanso
debido a ese hecho… de repente sintió que la puerta detrás de él se abrió.
Nephy, ¿eh?
Nephy era una chica elfo. En tiempos antiguos, su raza era conocida como las
hadas de Norden, raza cuya característica principal eran sus orejas
puntiagudas. Y entre ellos, Nephy tenía el cabello blanco como la nieve, lo que
significaba que ella poseía un maná especialmente fuerte.
Ese largo cabello estaba adornado con un listón de color carmesí profundo y
sus pequeñas características faciales eran acentuadas por sus largos ojos
azules. Envolviendo su elegante cuerpo, se hallaba un delantal blanco y un
vestido de una pieza, el uniforme de una sirvienta, y además vestía botas, las
cuales tenían magia para reducir la fatiga, pero este era solo su atuendo regular.
Cabía la posibilidad de que viniera para sorprender a Zagan como broma. Por
supuesto, Zagan no era un ingenuo que arruinaría su diversión.
Parecía que incluso ella era incapaz de aguantar la vergüenza de esta situación.
No, en serio, ¿qué se supone que haga? Él quería abrazarla y frotar su mejilla
contra la de ella, pero el espíritu de Zagan no era tan fuerte como para hacer tal
atrevimiento a la chica que le gustaba.
Al mismo tiempo que Nephy apretaba su delantal con fuerza, murmuró algo
mientras dejaba su mirada deambular.
— Eh, verás… estaba pensando… tal vez podía sorprenderte, maestro Zagan…
¿¡Exactamente que planeas hacerme siendo tan linda!? Zagan tenía muchas
cosas que quería decir, como: “incluso aunque no hagas algo como eso, estoy
sorprendido por tu lindura”, o “estaba tan sorprendido que quisiera abrazarte”,
pero después de tomar un profundo respiro, consiguió calmarse. Y entonces,
aclaró su garganta con un tosido.
— Sí. Las preparaciones para la comida han sido completadas, maestro Zagan.
Dejaron detrás los archivos, con la cara enrojecida todo el rato. Este era un
acontecimiento ordinario y cotidiano para los dos.
Parte 2
La sala de comida era un largo cuarto con una enorme mesa que podía dar
lugar a 20 personas a su alrededor. Una alfombra de un profundo carmesí se
esparcía por el piso, y un extravagante candelabro colgaba del techo. También
había una chimenea instalada a lo largo de la pared, la cual definitivamente
sería puesta en uso, si tan solo fuera un poco más frío.
Hasta hace un mes, este cuarto estaba invadido con telarañas, esqueletos, y
dispositivos de tortura, pero ahora se hallaba tan limpio que era irreconocible.
El cambio era todo gracias al esfuerzo de Nephy.
— Y-ya veo. Aunque, ¿no fue difícil tener que limpiarlo tú sola?
Si tan solo pudiera preparar algo como una familiar… No era como si la opción
de contratar a alguien estuviera fuera de discusión, pero Zagan quería disfrutar
de la convivencia con ellos dos solos. Y desafortunadamente, la magia que
esclavizaba algo como un familiar estaba fuera de su área de conocimiento.
Así que incluso aprendió nuevas recetas, ¿eh? Había varios platillos aquí que
veía por primera vez. A la vez que Zagan se sentaba ante la mesa, Nephy
comenzó a explicar calladamente la comida.
— ¿Qué es un pudin? ―era la primera vez que Zagan escuchaba esa palabra.
— Está bien. Todo lo que hizo fue vestirme con ropa ligeramente vergonzosa.
Mientras Nephy asintió con una reverencia, tomó asiento al lado de Zagan.
Vestía ropa como las que usaría un sirviente, pero Zagan no pensaba en ella
como alguna clase de sirvienta o esclava. Él se aseguraba que ellos siempre
disfrutaran sus comidas juntos.
Al mismo tiempo que comió de su pan recién horneado, el delicioso aroma del
centeno estaba acompañado por la aceitosa mantequilla, mientras se esparcía
por toda su boca. Incluso después de haberlo tragado, aún podía sentir esa
sensación en su saliva.
Tal vez ella ha estado viéndolo desde al lado, tan inexpresiva como siempre,
pero Zagan no dejó pasar el hecho de que sus suaves labios se habían aflojado.
Un mes ha pasado desde que Zagan compró a Nephy, pero siempre que los
dos comen, aún tendrían esta clase de interacción.
O tal vez, precisamente porque se acercó al núcleo del asunto, él pudo haberlo
escondido.
Junto con el Sello del Rey Demonio, Zagan heredó el legado de Marchosias.
Eso no solamente incluía sus recursos, si no también su castillo y su material
de investigación.
Sin embargo, Zagan sabía que tendría que indagar más profundo para
encontrar cualquier secreto real de ahí dentro.
— Que raro que tú preguntes ese tipo de cosas, Nephy. ¿Estás interesada?
Zagan se tocó su cara. Intento parecer como siempre, pero parece ser que falló.
Espera, Espera, ¿es por eso que trató de sorprenderme antes?
Parecía que Nephy quería animar a Zagan, a su propia manera. Ese simple acto
de amabilidad hacía arder el corazón de Zagan, pero él soltó un bufido con un
“hmph”.
— Él fue el anterior rey demonio. Sería aburrido si todo cayera directo en mis
manos enseguida. La parte divertida es ver hasta dónde puedo llegar.
— Sí.
— Mmm…
El pudín que Nephy sacó tenía alguna clase de naturaleza gelatinosa con la
cual se zangoloteaba. Y tenía un jarabe negro oscuro de caramelo vertido
encima.
¿Qué clase de comida es esta…!? Zagan solo había comido carne seca y leche,
la cual vagamente se asemejaba a una comida, hasta que conoció a Nephy, por
lo que el pudín era un objeto que él no podía identificar en lo absoluto.
— Oh, es dulce.
Las orillas de sus ojos se calentaron. Zagan arrojó su mirada hacia arriba,
mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos.
Al mismo tiempo, pensó en una cosa más que tenía que aprender. Y, en ese
exacto momento… la barrera que protegía el castillo fue destruida.
Parte 3
Zagan no podía decir que tanto de eso entendía Nephy, mientras ella ladeaba
su cabeza hacia un lado como un pequeño pájaro cantor.
— No, está bien… Estamos en medio de la comida, así que ellos pueden
esperar. Déjalos ser.
Fue capaz de dar una respuesta tan despreocupada porque esta no era su
primera vez. Además, este era el otro problema que Zagan tenía que poner en
orden.
Puesto que soy un rey demonio, los “invitados” nos visitan casi todos los días.
Zagan tiene 18 años, pero esa era solo la marca de un simple novato para los
magos que han vivido por varios cientos de años. Y a pesar de eso, fue
coronado rey demonio, así que eran tantas las personas que deseaban quitarle
la vida, que ya ni importaban. No era como si se enfrentara a varios oponentes
por día, pero por lo menos parecía aparecer uno cada dos días
aproximadamente.
Por cierto, los intrusos número uno que vinieron desde su coronación fueron los
tres caballeros angelicales de la iglesia, que no solo malentendían el poder que
poseían sino también la identidad de su enemigo.
Antes, él no le prestaría atención a unas meras chispas cayendo sobre él. Sin
embargo, ahora tenía a Nephy. Ella era la primera mujer que Zagan había
deseado, y la misma que le enseñó el verdadero significado de la felicidad.
Incluso las chispas de esa chusma podían quemar a Nephy, por lo que tenía
que contenerlos.
Esos malditos idiotas deben de ser erradicados… Además, este era el primer
paso para permitir a Nephy vivir bajo la luz del sol.
Si Zagan pudiera demostrar que no valía la pena retarlo, entonces los ilusos
que se atrevieran a poner las manos encima de Nephy también acabarían
desapareciendo. Para ello, tuvo que enfrentarse con aquellos que lo desafiaban
mientras hacían suposiciones incorrectas, y hacerlos sufrir lenta pero
constantemente, hasta que el miedo y la desesperación se grabaran en su
propio ser antes de enviarlos lejos.
Después de todo, un cadáver es incapaz de hablar del miedo. Eso era lo que
tenía que hacer, pero Zagan simplemente se sentó junto a Nephy y saboreó el
pudín.
Las trampas los harán sufrir sin que Nephy vea nada.
Pero… esta vez puede que nos alcance… El intruso actual rompió su barrera
completamente. Dada la situación, era posible que atravesaran el resto de sus
defensas y alcancen el castillo.
— Me honra. Pero… ¿está todo bien? Eh, sobre el invitado, quiero decir... —
seguramente preocupada sobre el intruso, Nephy hablaba mientras se sacudía
ansiosamente.
—Haa… —Nephy ya no dijo nada mas al respecto, en vez de eso, dejó salir un
largo suspiro.
Parecía que había atravesado todas las trampas y barreras que Zagan había
puesto. El intruso parece que entendió la ubicación de Zagan y Nephy por su
presencia, y se dirigía directamente hacia el comedor.
— Haa… —fácilmente podía arreglar la puerta con magia, aún si estuviera rota,
pero era incapaz de evitar que el polvo cayera en la comida.
— ¿Así que tú… eres el rey demonio Zagan? —preguntó el intruso, con una voz
que era difícil de escuchar.
En ese entonces, lo ignoró arbitrariamente, pero parecía que eso ahora era
imposible.
— Ugh… —Valefor se echó para atrás, cuando Zagan dio su orden con
extraordinario vigor.
Quiero saborear el pudín que Nephy hizo para mí, hasta el último bocado.
— ¡No… te burles… de mí! —el intruso alzó el brazo mientras gritaba, y la luz
de la magia salió a raudales.
Valefor comprendió que Zagan era un rey demonio y aun así vino a desafiarlo.
Por lko tanto, la magia que desató seguramente era la mejor que tenía. Sin
embargo, absolutamente nada pasó.
— ¿Eh…?
Zagan “comía” la magia de los otros. Si era dentro de su dominio, entonces sin
importar donde fuera, él sería capaz de suprimir la magia. No importaba lo
extraordinario que fuera este misterioso intruso, siempre y cuando fuera un
hechicero, no tenían ninguna posibilidad de ganar.
Si un mago con un segundo nombre se marchara sin poder hacer nada, eso por
sí solo daría a conocer mi poder.
— Ya veo. Incluso aunque estés corrompido, aun así, eres un rey demonio
¿¡eh!? —los brazos del misterioso intruso se transformaron, mientras gritó esa
línea. La armadura de acero se convirtió en escamas endurecidas y las puntas
de sus dedos se turnaron en uñas similares a unas estacas.
Zagan podía sentir poder suficiente de esos gruesos brazos y garras como para
pulverizar una roca, sin tener que depender de la magia.
En este mundo, existían diversas razas que poseían sabiduría aparte de los
humanos. Como hombres-bestia que poseían garras y colmillos o los avian que
poseían alas.
Debido a que las garras y colmillos de tales razas no eran magia, no podían ser
parados por un arreglo que sellara la magia. Eso significaría que la
transformación del brazo de Valefor entraría en esa categoría. Y de entre las
razas místicas, lo reconoció como el brazo de un dragón.
Los dragones eran, como los elfos, seres legendarios de los que se habla en
las leyendas. Eran una raza que rechazaba el contacto con el mundo y, además,
poseían sabiduría y magia más allá del dominio de los humanos. Incluso se
decía que se enorgullecían de un maná que superaba a los elfos. Mientras más
viejos crecían, eran una existencia que podía tomar el nombre de dioses y
demonios y alinearse a su lado.
Sin embargo, a pesar que es un dragón, este es realmente débil, ¿eh? ¿Esto
es algo como un mago que consiguió el poder de un dragón? De cualquier
manera, al parecer poseía un poder desconectado a la estructura de la magia,
que era probablemente la razón por la que el misterioso intruso desafió a un rey
demonio en primer lugar.
— Te dije que estamos en medio de la comida. Seré tu oponente luego, así que
¿no puedes esperar un poco?
Sin embargo, las garras fueron detenidas con una sola mano. La cuchara que
previamente sostenía ahora la llevaba en su boca, y su mano izquierda protegía
el pudin como si fuera algo preciado.
Zagan podía ver que Valefor estaba abriendo bien los ojos dentro de esa
máscara ante el absurdo giro de los acontecimientos. Aun así, el intruso no se
rindió.
Existía una leyenda muy conocida de que los dragones quemaban maná dentro
de sus cuerpos para expulsar un aliento de luz. Parecía que Valefor intentaba
realizar tal hazaña, y Zagan no disponía de alguna técnica para sellarlo.
— Causarás que caiga polvo en la comida, así que ¡para de una vez!
Nephy cubrió su cara por el susto y cuando abrió sus ojos tímidamente, miró al
intruso caer al suelo, con un fuerte golpe seco. Los transformados brazos y
piernas de dragón regresaron a su forma blindada y una fisura recorría la
mascara con un crepitar.
Parece que perdió la consciencia.
El cambio en él era todo por el regocijo de vivir con Nephy. Y como si digiriera
en que tan milagrosa era su felicidad, Zagan murmuró:
Lo derrotó con facilidad, pero Valefor de ninguna manera era un mago débil.
Zagan sabía que seguramente no tendría una victoria garantizada si pelearan
hace un mes atrás. La razón por la que fue capaz de ganar tan fácilmente ahora
era simple, realmente. Zagan se había vuelto mucho mas fuerte. En conjunto
con el Sello del Rey Demonio, él obtuvo el legado de Marchosias.
Generalmente, la magia crecía en fuerza proporcionalmente a la cantidad de
conocimiento acumulado. Como tal, después de convertirse en rey demonio,
Zagan rápidamente aumentó su poder.
— No, este niño, podría ser… —cuando Nephy dijo eso y levantó al intruso en
sus brazos, sus extremidades se desprendieron con un sonido metálico.
— ¿Eh? —la vista causó que incluso Zagan perdiera el color de su rostro.
Espera, ¿qué? No, todo lo que hice fue golpearlo, ¿cierto? No le arranqué
ninguno de sus brazos o piernas, ¿verdad?
Los brazos y piernas blindadas eran de pura estética, una especie de papel
maché, por así decirlo. Parecía que la armadura hueca estaba siendo
manipulada por alguna clase de magia.
Podría ser que… ¿¡Acabo de golpear a una niña y noquearla!? ¿Por qué una
niña poseía el poder de un dragón mientras fingía ser un mago? En primer lugar,
¿realmente era Aparición Valefor? Un diluvio de preguntas se acumulaba dentro
de Zagan.
Al parecer este no era el momento para que Zagan se complaciera por el hecho
de no haberla matado. Como si escondiera su pérdida de compostura, Zagan
abrió su boca para hablar.
— Está bien. Parece que solo perdió la consciencia. También parece estar ilesa.
— Sí.
Después de escuchar eso, Zagan dio un suspiro en alivio, con una mano contra
su pecho. Nephy lo miró mientras lo hacía, como si sus acciones fueran
inesperadas.
— ¿Q-qué pasa?
— ¿Eh…?
Mientras Zagan la miraba con asombro, Nephy tenía a Valefor en sus brazos.
Aunque era una niña pequeña, parecía difícil para Nephy alzarla con sus
delgados brazos.
— Sí.
Capítulo 2
El dragón que recogí se
encariñó demasiado conmigo,
así que la hice mi hija
Parte 1
Lo que originó este asunto, fue lo que pasó hace medio mes. El asiento del
décimo tercero rey demonio que había quedado disponible fue dado a un joven
mago llamado Zagan. Y naturalmente, la iglesia quería derrocar al susodicho
Zagan mientras aún era inexperto y empezara a colectar fuerzas.
— Mi vida fue salvada dos veces por él. No puedo darle la espalda ahora.
Por eso no quiero pelear contra él, incluso si eso significa romper mis
juramentos.
Como portadora de una Espada Sagrada, la cual servía como la mejor arma de
la iglesia, y no solo eso, como la única mujer en el grupo, Chastille tenía un gran
apoyo de la población, y aun así ella escogió hacer algo que fácilmente podía
considerarse como herejía.
Observando a los que se callaron sin dudar, el viejo cardenal soltó un agravado
suspiro.
Todo lo que quería… era proteger a las personas que lloraban por ayuda… Por
eso me convertí en una caballero sagrado… Luego de ser recibir la espada
sagrada, tenía orgullo en su trabajo, mientras protegía a las masas inocentes
de la injusta opresión de los magos. Y antes de que se diera cuenta, no recibió
más que órdenes tituladas: “deben ser eliminadas” de la iglesia, y ya no era
capaz de siquiera blandir su espada por voluntad propia.
Una simple oración de ella, que un mago no era malvado, causó este masivo
alboroto, precisamente por lo leal que ella fue hasta ahora.
Pero con esto, supongo que al menos fui capaz de pagar mi deuda con Zagan.
Por lo menos se retrasará tremendamente la formación de un escuadrón de
subyugación. No hay forma en que ese perspicaz mago no tome precauciones
contra la iglesia, y ella por lo menos les debió de haber ayudado a conseguir
más tiempo.
— Chastille, por favor, no hagas una cara tan resignada. Con el pasar del
tiempo, creo que seré capaz de retirar tu castigo.
― ¿Qué... estás…?
La iglesia esta retorcida, pero tal vez aún haya esperanza de salvación.
Por lo menos, ¿acaso no había una persona que la reconocía? Las esquinas de
sus ojos se calentaron, pero la expresión del cardenal Clavwell permaneció
austera.
La sola mención de ese nombre hizo que Chastille se estremeciera. Era un gran
hombre quien continuó desarrollando su leyenda ya entrado en sus cincuentas.
Incluso más que su habilidad con la espada, su naturaleza cruel conllevó a que
se le adjuntara las palabras “más temible”.
El hombre quien era temido al punto de ser llamado “el más temible” viajaba
hacia la apóstata Chastille.
Purga… Una singular palabra empapada de sangre vino a la mente, pero lo que
el Cardenal Clavwell tenía que decir difería de eso.
— Se dice que está intentando crear una nueva fuerza dentro de la iglesia,
juntando individuos con una mentalidad similar.
Escuchar esas palabras hizo que Chastille abriera los ojos de par en par. Ella
no sabía cuantos se habían unido a él hasta ahora, pero era la iglesia quien
proclamó a los magos como malvados. De entre los caballeros angelicales y
sacerdotes, seguramente había varios que empatizaban con sus ideas.
Aun así, por una vez seguí a mi corazón. Puede que se haya oscurecido su
futuro y cerrado, pero ella no sentía una pizca de arrepentimiento.
Parte 2
— ¿Dónde… estoy…?
La joven chica, Valefor, murmuró aquellas palabras, mientras abría los ojos,
aturdida.
Esta era una habitación en el castillo de Zagan. Hasta hace poco, tenían cosas
como especímenes de criaturas extrañas y tubos de ensayo que se utilizaban
en experimentos para crearlos, esparcidos por todos lados, pero ahora solo
contenía muebles sencillos y una cama. Parecía funcionar como una habitación
de invitados.
Zagan tenía la intención de nunca dejarlo usar la habitación que Nephy había
preparado, pero, aun así, siempre cabía la posibilidad de que otros pasaran por
allí.
Dentro de esa habitación, Zagan y Nephy estaban acomodados, uno al lado del
otro, observando la condición de Valefor.
Y viendo eso, Zagan se sintió aliviado. Ah, gracias a Dios, está viva.
Claro, Nephy confirmó que seguía viva, y Valefor también respiraba mientras
dormía, pero él estaba preocupado de si iba a volver a despertar.
Esta joven chica llamada Valefor estaba recostada en una cama sin su
armadura o su túnica. Todo lo que vestía debajo de su armadura de papel
maché era una vieja camisa. Ni siquiera tenía ningún pantalón puesto.
Puesto que ella era una niña, seguramente solo vestía lo mínimo dentro de la
armadura. Su cabello verde amarrado en gruesas trenzas, y dos pequeños
cuernos se asomaban de la parte trasera de las entradas de sus trenzas. Sus
ojos, los cuales finalmente fueron expuestos, eran dorados, y su altura era como
hasta la cintura de Zagan, a lo mucho.
A juzgar por su apariencia, aparte de los cuernos en su cabeza, era una niña
humana.
— ¿Hm? Bueno, si tienes tanta energía entonces supongo que estas bien —
aún así, Zagan detuvo su puño con movimientos despreocupados.
Sin embargo, era un ambiente un tanto complicado. Esta chica, Valefor, era una
maga del mismo calibre que Barbatos y que Zagan antes de suceder al rey
demonio Marchosias. Se encontraba en otro nivel totalmente diferente que
cualquier mago del bulto o bandido. Básicamente, un enemigo merecedor de
precaución.
Era bajita, y sus mejillas parecían suaves y blandas. Una genuina y autentica
niña, al parecer.
Zagan no sabía si realmente debería intentar de abrumarla o ser gentil con ella.
En cualquier caso, ella era difícil de manejar. Aun cuando detuvo su puño,
Valefor alzó una amenazadora voz con un “Grrr”, dejando a Zagan rascando su
cachete.
Con solo esas palabras, Valefor finalmente pareció entender que se le “permitió
vivir”. Y que, si Zagan estuviera de ánimos, incluso en ese instante, podría
acabar con ella.
— ¿Por qué…? —era una voz infantil ceceante que coincidía con su apariencia.
La voz grave que tenía antes probablemente era algún poder de la máscara,
algo que fue fabricado. Y en respuesta a la pregunta de Valefor, Zagan ladeó la
cabeza a un lado.
― Vine aquí… buscando tomar tu maldita vida. ¿Por qué no… me has matado
por oponerme a ti?
Zagan entonces juntó sus cejas como si no tuviera ningún interés en lo absoluto.
— Ya te lo dije, ¿no? Nephy te salvó. Por eso te dejé vivir. Eso es todo, de
verdad.
Era claro como el día, que la muerte de un niño provocado por las manos de
Zagan destrozaría el corazón de Nephy, incluso si fuera en defensa propia. Es
bueno que la niña se diera cuenta de eso antes que tuviera que matarla.
Aun así, no puedo sentir ninguna hostilidad u odio… puesto que ella fue la
derrotada, parecía normal que creciera un sentimiento de humillación y
resentimiento.
Podría ser que simplemente perdió toda su voluntad de pelear, pero nadie
pensaría que era un mago que buscaba tomar la vida de Zagan hace unos
meros minutos.
Por el contrario, Valefor hacía una cara más estupefacta que la de Zagan. Y
mientras los dos permanecían ahí parados, confundidos uno del otro, Zagan
declaró sus dudas hacia ella.
—…
Ella anunció que tomaría el poder de un rey demonio, pero la mayoría de los
magos no son tan insistentes con el poder. No, podría ser mejor decir que la
definición de poder para un mago promedio era diferente. Lo que los magos
buscaban era la acumulación de conocimiento y técnicas. Casi ninguno
mostraba interés en el poder que servía para combatir con otros.
Esto se debe a que, con solo adquirir conocimientos, los magos conseguían
poder. El poder era algo que venía por sí solo, a través del proceso de ganar
conocimiento. El poder para pelear era una opción viable para hacer que otros
te obedecieran, pero no muy útil para cazar conocimiento.
El poder de un rey demonio era vasto en maná, otorgado por el Sello del Rey
Demonio, no por medio de conocimiento. También existían aquellos que
codiciaban el estatus y el presupuesto de un rey demonio, pero no era muy
beneficioso para un mago codiciar el poder.
— Yo quería… poder.
— Ya veo. Aunque pienso que eso no es algo que la mayoría de los magos en
verdad desearían.
y sus fortunas. No era ni un medio, ni un fin. No era algo que codiciarías al punto
de poner tu vida en riesgo.
A la vez que Zagan denotaba eso, Valefor murmuró algo, como si estuviera
mordiendo su propia desgracia.
Realmente no me sentía tan bien del todo. Zagan era aquel cuya vida estaba
siendo amenazada, pero sentía como si él fuera el que hacía algo malo.
Realmente no sabía cómo describir su situación. En cualquier caso, se desvió
del tema.
— Bueno, tuviste una idea decente, pero tú eres demasiado impotente como
para matarme.
— Así es…
— Y pensar que aún había un espécimen viviente ahí fuera, ¿eh? ¿No son
mucho más fuertes que los humanos con el simple paso del tiempo? ¿Por qué
anhelas tanto el poder?
Por solo vivir, los dragones se desarrollarían a alturas más allá del
entendimiento del intelecto humano. Incluso no existía la necesidad de acumular
conocimiento como los magos.
De acuerdo con las leyendas, se mencionaba que un dragón que vivió por diez
mil años incluso mató y se comió a un dios.
Por lo que tomarse la molestia de meterse a una pelea con una tenue esperanza
de ganar sonaba más a algo que haría un humano.
Mas que eso, ¿tiene prisa? De pura casualidad, ella puede tener una razón por
la cual necesite volverse fuerte en este instante.
— Es que…
Parecía que no quería que nadie la escuchara decirlo, su frágil figura cuando
mantenía la mirada abajo no se asimilaba para nada con la de un mago, mucho
menos la de un dragón.
Esta niña… eso es. ¡Es igual a mí cuando me cacharon intentando robar
comida! No era nada tan atroz como teniéndolo a él como enemigo, o ella
teniendo un resentimiento o algo.
Era como si ella simplemente estaba hambrienta y porque no había otra forma,
intentó robar comida, pero fracasó, o intentó robar algunos bienes y su víctima
termino siendo un bandido. De cualquier modo, ella era igual a un niño que cayó
en una situación donde pagaban por su propio error.
Zagan cargaba con memorias de haber pasado por lo mismo incontables veces,
así que la comprendía hasta el punto en que dolía. Y a la vez que llegaba a un
entendimiento por cuenta propia, Nephy ladeaba su cabeza al lado.
Ah, ya veo, lo entiendo. Es como si ella encontrara un objetivo fácil, por lo que
intentó meterse con ellos, pero fuera despiadadamente golpeada y terminó al
borde de las lágrimas. Tiene sentido.
Por supuesto, lo que esta pequeña niña realizó era malo, pero en vez de gritarle:
¿Qué vas a hacer por esto?, seguramente era mejor regañarla por haber hecho
algo malo.
Puesto que Zagan se comportaba como si hablara con otro mago o un enemigo,
estaba en guardia.
Entonces, es obvio como debe de ser tratada ahora. Mientras pensaba en que
tan absurdo era para él poner una gran fachada como lo hizo, Zagan dejo salir
un bufido con un “Hmph”.
— Maestro Zagan, eh… —al mismo tiempo que Nephy alzó la voz como si ella
tuviera una petición, Zagan simplemente respondió asintiendo como si ya
entendiera.
— Por una semana empezando de ahora, ¡te ordeno ser la asistente de Nephy!
— Eh, ah, bueno, sí… —mientras Nephy meneaba la cabeza de arriba abajo,
Zagan se reclinó hacia atrás y asintió devuelta.
— Bien, entonces puedes usar a esta niña como sea que veas necesario.
Zagan no era alguien que tenía algún derecho como para sermonear sobre el
concepto de lo bueno y lo malo, pero al menos sería capaz de enseñarle sobre
el sentido común y las reglas desde la perspectiva de un villano. Ya que su
enemigo era un niño, Zagan pensó que ya era tiempo de plantar su pie como
un adulto.
Si ella fuera a repetir las mismas cosas después de eso, entonces ya no tendría
nada más que ver con Zagan. Si ella fuera capaz de entender mejor cómo
comportarse, entonces eso por sí solo estaría bien.
Y, a la vez que Zagan dijo eso, Valefor hizo una cara como si no pudiera creerle
y habló.
— Espera un poco. ¿Por qué siquiera me comería a alguien como tú? —Zagan
estaba al tanto de que su cara parecía malvada, pero no había forma en que
estaría de acuerdo con ser mencionado como alguien que se comería niños
enteros.
Valefor luego abrió su boca como si fuera difícil poner sus pensamientos en
palabras.
La razón por la que una chica tan joven estaba usando esa armadura de papel
maché y esa máscara para crear esa figura era probable debido a ese hecho.
Era igual que Nephy al ser perseguida por ser una elfo.
Pensándolo de esa forma, era obvio que esta joven niña insistiera mucho en
obtener el poder para pelear. Después de reflexionarlo, Zagan soltó un bufido
con un “Hmph”.
Por eso, odio lidiar con niños… Zagan recordó que, en aquel entonces, cuando
fisgoneaba por la basura y hacia robos por la carretera principal, había otros
niños más grandes que cuidaban de él. Si fueran ellos, ¿qué harían en un
momento así?
— Sí. Aún hay algo de pan y sopa —contesto Nephy, sus orejas
estremeciéndose como preguntándose por qué él preguntaba tal cosa.
Después de parpadear una vez en sorpresa, Nephy irradió una sonrisa hacia
Zagan.
Los que se quedaron fueron Zagan, quien hacía una cara hosca, y una
estupefacta Valefor.
Zagan pensó en una mejor manera de confortarla, pero lo único que salió de su
boca fueron sus altaneras palabras.
Cuando Zagan era un niño abandonado, hubo un niño que partió su pan y lo
compartió con él cuando Zagan pensó que iba a morir de inanición. Él sintió que
fue salvado con un favor para nada pequeño. Aún ahora recuerdo el sabor de
aquel pan.
Valefor tenía una cara como si ni supiera si estar enojada o asustada, pero
Nephy rápidamente regresó con un carrito, llevando la comida hacia ella.
— Aquí tienes.
— Solo para que sepas, odio a las personas que desperdician la comida sobre
todas las cosas. Especialmente si desperdicias la comida cocinada por Nephy…
te mataré, ¿entendiste? —Aquellas palabras eran sus verdaderos sentimientos,
y Valefor se estremeció mientras recibía el plato de sopa.
— Me honran.
— Bien, entonces, volveré a los archivos. Cuando termines de comer eso, sigue
a Nephy en su trabajo.
— Es-espera.
Fue algo que Valefor dijo por sí misma. Si un joven dragón actuaba
imprudentemente, sería un objetivo fácil, aún más que un elfo.
Aun así, si la dejaba libre sin ninguna clase de castigo, causaría que todo ese
tiempo que gastó atormentando a esos invasores se desperdiciara.
La razón por la que le ordenó limpiar como castigo, fue por esa preocupación.
Además, Nephy sería capaz de enseñarle sobre las cosas buenas y las malas,
mucho mejor que él.
— Además…
― Parece que estás malentendiendo los cosas aquí. Escucha, Nephy es mucho
más fuerte que alguien como tú, ¿sabes?
Podría haber sido otra cosa si fuese la misma Nephy que conoció al principio,
pero ahora mismo, Nephy llevaba una apropiada voluntad para vivir. Y así,
Nephy incluso superaba a un caballero angelical. Agrega que la barrera de este
castillo naturalmente tomaba acción para proteger a Nephy.
Derrotar a Nephy dentro del territorio de Zagan sería algo difícil de llevar a cabo
aun con una espada sagrada.
Parte 3
También parece que Valefor juzgó que no sería prudente desafiar a Zagan y
Nephy. Ella ayudaba con la limpieza, tal y como se le ordenó.
Por cierto, llevaba una túnica sobre los hombros. De alguna manera, el tamaño
de la que llevaba puesta desde el comienzo se ajustaba a su altura usando
magia. No, tal vez ese era su tamaño original, y lo hizo más grande para que
coincidiera con la armadura.
— Foll está bien… —al parecer no era tan cautelosa con Nephy como con
Zagan, puesto que Valefor dijo eso con un tono tímido. Y después de eso,
murmuró balbuceando:
Al parecer, decir que estaba bien llamarle por su apodo, era su forma de mostrar
su gratitud.
—Mm…
Aunque ella era un dragón, su apariencia era la de una niña pequeña. La imagen
de ella dando vueltas a los pies de Nephy parecía algo encantador para Zagan.
Y mientras estaba absorto en la escena, Nephy le hizo una pregunta a Valefor:
— Mm…
Bueno, cuando conoció a Zagan por primera vez, también estaba bastante
asustada. Zagan estaba consciente de su malvado aspecto, así que no era
extraño que se asustaran por ello.
Y esta también era una reacción totalmente normal. Bueno, supongo que no es
descabellado estar asustado de la persona que te golpeó, ¿eh?
Por lo menos, era bueno que le diera a entender a ella que no se la prepararía
y comería. Viendo a Valefor de tal forma, Nephy gentilmente le habló.
— Está bien. Maestro Zagan no es alguien que utilizaría su poder sin causa
alguna.
Escuchando eso, incluso Zagan ladeo su cabeza. ¿Eh? ¿No lo soy? Él daba su
mejor esfuerzo para no matar a nadie enfrente de Nephy, pero a pesar de eso,
incluso él ha reducido a cenizas a los bandidos y magos que no conocían su
lugar.
— Un extraño humano…
Y mientras Zagan sentía que eso lo sanaba, Nephy soltó otra pregunta una vez
más.
— No lo sé. Soy muy impotente… como para cazar a los otros reyes demonio.
— Mm…
Era como si ella fuese una niña perdida… No, de hecho, es una niña. De
cualquier forma, oír esa voz hizo que Zagan pusiera una cara incómoda.
Pensaba que los dragones de las leyendas… se suponían que eran unas
criaturas más pacientes.
Era una raza legendaria, dicha de vivir varios cientos, miles y si las
circunstancias lo permiten, incluso diez de miles de años. Y a pesar de eso,
para él, parecía que Valefor se impacientaba a la escala de un humano.
En primer lugar, ¿por qué una joven dragona pretende ser un mago en el mundo
de los humanos?
—Ya veo… —por alguna razón, para Zagan, su voz se escuchó un tanto
solitaria y envidiosa.
Zagan solo podía hacer una cara hosca al aprender más de una situación de la
cual no quería ser parte.
Parte 4
Varios días pasaron. Valefor aún estaba un tanto atemorizada, pero parecía
relajar su guardia al punto en que Zagan podía mantener una conversación
normal con ella. Y así, escuchaba las órdenes de Zagan sin ninguna queja, muy
parecido a como hizo previamente con Nephy.
Puesto que Zagan nunca daba órdenes extremas, la mayoría del tiempo
trabajaba obedientemente como la asistente de Nephy. Al parecer, cuando se
quedaba a solas con Nephy, hablaba más de lo necesario.
Bueno, probablemente es mejor para Nephy tener otra chica con la cual pasar
el tiempo. Por esa razón, Zagan dejo a las dos estar en lo suyo.
Y hoy, una vez más, Zagan se encontraba leyendo un largo número de tomos
en los archivos, pero…
— Así que este es el último libro que traje del castillo de Marchosias, ¿eh?
Se hallaba a punto de acabar de leer todos los libros nuevos que consiguió.
Pero no había nada de información sobre los demonios o el Sello del Rey
Demonio.
Sin embargo, la última vez que lo revisó, no pudo encontrar nada más llamativo
de lo que ya tenía. Si solo llegaba sin pensar en nada nuevo, tendría
exactamente los mismos resultados.
— Si tuviera… a otro mago… —el viejo Zagan nunca habría pensado en tal
cosa. Un mago que poseía diferente conocimiento al de él, y pensaba de
diferente manera.
Luego, otra cara vino a la mente, pero ¿qué tanto podría confiar en ellos? Eso
lo hacía difícil de decidir. Y después Zagan pensó en otra forma visualizar el
problema. ¿Tal vez debería buscar en un campo distinto a la magia? La primera
cosa que se le vino a la mente como potencial posible fue la iglesia.
Era una organización que venerada al susodicho “uno y único dios”, y blindaba
a sus miembros con armaduras ungidas que otorgaba poder suficiente para
oponerse a un mago. Por supuesto, también era una existencia que podía
denominarse como su enemigo natural. Entre ellos, se hallaban meramente
doce arcángeles que portaban espadas sagradas. Y se decía que, si ese grupo
se unía, incluso podrían rivalizar a un rey demonio.
No sería extraño que ellos guardaran conocimiento que los magos no poseían,
pero incluso como rey demonio, no era sabio que Zagan los amenazara en sus
dominios.
Ella era una chica demasiado seria en las formas más raras. Pensaba que era
mejor para ambos que no se encontraran, pero tampoco podía evitar recordar
como ella dio lo mejor para permitir a Zagan escapar cuando lucharon por última
vez.
Dada su posición, sería mucho más conveniente que ella realmente estuviese
muerta. Sin embargo, como persona, no le deseaba ningún mal. Pensar que
ella muriera sin que él estuviese consciente de ello lo hacía sentir un poco triste.
¿Es, Valefor?
En un raro giro de eventos, ella se hallaba sola. Zagan volteó la cabeza hacia
la joven chica, quien silenciosamente estaba parada en la entrada de los
archivos.
— ¿Necesitas algo?
— La comida… está lista —ella estaba siendo cautelosa como siempre, pero su
voz no conllevaba ninguna pista de hostilidad.
Luego de escuchar eso, Zagan cerró el libro abierto de sus manos y asintió.
Parecía que abrió un poco su corazón a Nephy, a pesar de eso, aún sospechaba
de Zagan. Y Zagan solamente se encogió de hombros y dio una simple y breve
respuesta.
Zagan hizo una sonrisa amarga cuando escuchó sus palabras. Justo el otro día,
él tuvo una interacción similar con su indeseable amigo Barbatos.
Aunque luzca como una niña, ella de verdad es una maga cuando se trata de
cosas como estas.
Pensaba que había algo sospechoso con un dragón actuando como un humano,
pero Zagan solo contesto con un bufido.
— Hay un sujeto que conozco que dijo una vez dijo algo similar. En ese
entonces, le dije que viniera a por mí en cualquier momento. Él conoce mucho
sobre buenos licores, ¿sabes? Y así, cada vez que lo derroto, él trae algo de
licor de calidad ―dijo Zagan, luego finalmente se dio la vuelta:
— Es por eso que te diré la misma cosa a ti. Ven a mí cuando quieras. Cada
vez que pierdas se agregará más tiempo a tu sentencia, así que tendrás que
seguir trabajando bajo Nephy.
Y las cosas que hacían uso de esos diseños complejos… eran los elegantes
detalles del diseño de una cresta, los cuales eran conocidos como circuitos.
Cada uno de estos libros explicaba uno de esos circuitos, e incluso se podría
decir que entender un libro es igual a obtener maestría en un nuevo circuito. Por
supuesto, aquí, la palabra “entender” no solo significa conocer como agregar
un circuito a un círculo mágico. No, indicaba que uno sería capaz de manipularlo
de cualquier forma.
Por esa lógica, el criterio para ser rey demonio es acumular más de diez mil de
esos. La cantidad de circuitos no era algo que necesariamente creaba una
separación en calidad, pero aun así era un criterio.
Si Valefor fuera a robar todos los “circuitos” de aquí, incluso podría ser capaz
de abrumar a Zagan.
— No realmente. Adelante.
— ¿Qu…? ―Valefor ampliamente abrió los ojos de par en par ante la respuesta
de Zagan, que sonaba como si la ridiculizara por anunciar lo obvio.
No tengo ningún interés en lo que les pase a los grimorios que ya he estudiado.
Zagan nunca volvió a leer un libro después de dominar un circuito nuevo. Y así,
todos los libros que ha acumulado ya no tenían utilidad. Por esa razón, no le
importaba si fueran robados, quemados o lo que sea.
Sin embargo, parecía que Valefor era incapaz de entender su lógica. Continúo
observando a Zagan, con una cara llena de confusión.
Fue algo que hizo durante sus días de niño vagabundo, cuando lo secuestraron
para sacrificarlo. En ese momento, Zagan le dio la vuelta a la situación a Andras
y se convirtió en un mago.
La razón por la que Zagan, un mero humano, pudo matar a un mago era porque
vio la magia de Andras… y la robó. E incluso ahora, esa técnica se convirtió en
su as bajo la manga.
Dicho eso, ya había revisado todos los tomos que trajo del legado de
Marchosias. No quedaba nada al cual aferrarse.
Tal vez la razón por la que se tomó la molestia de decirle eso, era porque miraba
a su yo pasado en ella.
Zagan era un bribón incorregible, aun así, había un chico que actuaba como su
hermano mayor y le daba una mano. Por lo menos quería imitar el
comportamiento de aquel chico, nada más.
Digo, eso solo entristecería a Nephy, ¿cierto? Aun si ella no lo mostraba, sentía
que lo regañaría por eso. No era mucho, pero aun así era algo que seguramente
no podría soportar.
— No sé cuánto has vivido como dragón, pero en mi presencia solo eres una
niña. Y los niños deben pelearse y hacer berrinches como mejor les parezca.
No hay nadie aquí que se ofenda por eso, te lo aseguro.
No era como si él no quisiera ser querido. No, solamente pasaba que no la podía
abandonar.
Él mismo no podía explicar cómo se sentía, así que Zagan burdamente froto la
cabeza de Valefor para distraerse de sus pensamientos.
Sin embargo, para su sorpresa, Foll no abatió su mano. Él había esperado que
al menos se enojara y lo mordiera, pero…
Por el contrario…
— Una niña… —Mientras decía eso, por alguna razón, las lágrimas empezaron
a brotar en sus ojos.
¿Eh? ¿Es mi culpa? ¿He metido la pata? Claro, ella era un dragón, pero
cualquier espectador normal asumiría que hizo llorar a una niña. E incluso
Zagan perdió su compostura ante ese pensamiento.
— ¡G-gaah, no llores!
— No estoy… llorando.
Parte 5
— Mm… está rico. —Valefor estaba llorando en los archivos, pero se detuvo
cuando llegaron al comedor. Y siguiendo el flujo de las cosas que ocurrían una
vez que llegaron a su destino, los tres habitantes del castillo estaban cenando
ahora. El orden de sus asientos terminó con Zagan como la cabeza en la mesa,
Nephy a su izquierda y Valefor a su derecha.
Que chica tan egoísta. Fue Zagan quien dijo que sus lágrimas se detendrían si
comía, pero realmente no podía aceptar un cambio tan radical.
Y, justo cuando sentía que iba a soltar un suspiro, Valefor cambió su atención
a él. Sus pies, que no llegaban hasta el suelo, colgaban juguetonamente
mientras ella lo mirada con curiosidad.
— Zagan…
— ¿Qué?
Nunca se imaginó que ella se disculparía, por lo que Zagan alzó la voz para
intentar ocultar su desconcierto.
Por lo menos, no tenía sentido que ella permaneciese hostil hacia Zagan, ya
que entendía claramente los beneficios que conseguía al obedecerle.
— Más importante aún, Nephy, estaba pensando en llevarme a esta chica y salir
un rato mañana. ¿Te importa?
Escuchar ese nombre causó que Valefor se levantara de su silla con un golpe…
Sin embargo, debido a su altura, su línea de visión solo se había hecho más
corta.
— Sí. Ya lo había examinado una vez antes, pero el conocimiento que deseaba
no se encontraba escrito en ninguno de los libros que traje. Por eso, iré de
nuevo.
Buscaba cualquier cosa sobre los demonios y el Sello del Rey Demonio.
Parece que Marchosias realmente no quería que nadie supiera nada sobre eso.
Valefor luego habló, como estando en guardia:
— Creo que ya te lo dije, pero no tengo ningún problema con que robes
conocimiento.
La cara de Valefor se torció cada vez más, como para reflejar su confusión.
― Sí, ahora que lo mencionas, tienes razón. Pero se podría decir que estoy
corto en manos. Mientras me ayudes a buscar lo que quiero, permitiré que te
desates todo lo que quieras.
Él estuvo vigilando a Valefor los últimos días y se percató que Valefor no tenía
un sentimiento de verdadera hostilidad hacia Zagan o Nephy. Además,
seguramente no habrá problema en tener su ayuda para buscar a través del
legado de Marchosias.
Por otra parte, francamente hablando, quería una ayuda para administrar el
castillo de Marchosias. Pensaba que su indeseable amigo Barbatos no le
proporcionaría adecuados reportes, y la amiga de Nephy, Manuela, ni siquiera
era un mago. Incluso su otra amiga, Chastille, era una mujer caballero angelical
de la iglesia.
Eso significaría que, al igual que Nephy, Valefor entraría bajo la protección de
un rey demonio.
Aun así, mientras echaba un vistazo rápido hacia Valefor, se percató que ella
dejaba divagar su mirada entre Zagan y Nephy como si no lo pudiera creer.
Después de poco, tal vez sintiendo finalmente que podía confiar en él, Valefor
asintió tímidamente.
— Enten…dido.
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Emitir una tosecilla repetidas veces a fin de aclarar la garganta y evitar el enronquecimiento
de la voz.
— Bien.
Sin embargo, la boca de Valefor balbuceaba como si tuviera algo difícil de decir.
Y eventualmente, tímidamente abrió su boca para hablar.
— Foll… está bien —esa era la primera vez que Valefor… no, Foll, tuvo un
acuerdo con Zagan.
— Entendido.
Y con eso, Zagan y Nephy acortaron poco a poco la distancia entre ellos y su
nuevo huésped.
Parte 6
— Yo creo que esta niña está realmente cansada. Estoy segura que todo ha
sido una serie de primeras veces para ella desde que llegó.
Zagan hizo una expresión hosca cuando escuchó a Nephy decir eso.
Solo había estado repitiendo palabras que la propia Foll usaba. Sin embargo,
Nephy sacudió su cabeza con una complicada sonrisa en su cara.
— Maestro Zagan, ¿no fue usted quien le enseñó que no somos enemigos?
— ¿Eh?
Zagan recordó la primera vez que trajo a Nephy. Dejó pasar el día sin cómo
hablar con la chica que amaba. A diferencia de esta vez, no pudo preparar a
tiempo una habitación personal para Nephy, así que ambos durmieron en la
sala del trono.
Eso quería decir que Foll también finalmente bajó la guardia con Zagan.
— Sí. Muchas gracias —aunque volvió a hablar como si ella fuera un objeto,
Nephy contestó con alegría.
— Y-ya veo.
— Santo cielo… Esta chica… ¿todavía tiene esa cuchara? ―mientras Foll
estaba profundamente dormida, su mano aún sujetaba la cuchara. Y así, Zagan
fue a quitársela de la mano. Y, en ese mismo momento…
― H-hey…
¿En que estaba pensando? Foll agarró el dedo de Zagan, con fuerza.
Es suave, ¿eh?
Era una sensación diferente a la delgada y caliente mano de Nephy. Una mano
que era infantil, la cual tenía una blanda elasticidad.
— Padre…
Ella seguramente estaba viendo un sueño con sus padres. Foll habló en una
frágil voz, lo que hacía parecer impensable que era un dragón que deseaba
tomar la vida de Zagan.
Zagan no conocía como eran las relaciones parentales para los dragones, pero
parecía que ella estaba recordando a su padre dragón. Y viéndola hablar
dormida de esa forma, se percató que de verdad era la viva imagen de una
joven niña.
El mismo Zagan no sabía nada sobre padres. O más bien, a pesar de que él
intentaba actuar como un hermano mayor, ella terminó recordando a su padre,
por lo que ser visto como alguien tan viejo lo deprimía.
Sin embargo, a pesar de eso, Zagan fue incapaz de abatir la delicada mano que
sujetaba su dedo. Y así, en un extraño evento, una risa salió de Nephy.
— ¿Qué pasa?
A pesar de que aún ni nos hemos besado… ¿! una hija!? ¡Olvídate de hacer
niños, aún estoy muy nervioso de solo cogernos de las manos!
Una sola mirada a los ojos ampliamente abiertos de Zagan logró que Nephy se
diera cuenta de cómo se entendieron sus palabras. En un abrir y cerrar de ojos,
no solo su cara, sino también sus orejas puntiagudas se tornaron en un rojo
brillante.
— ¡N-no me refería a eso! Eh, Maestro Zagan, parece que tiene la intención de
tomar a Foll bajo su protección, y eso naturalmente me hace pensar en ese tipo
de relación, así que…
Familia… Tal vez esa era la palabra que Nephy quería decir. Zagan obviamente
lo sabía, incluso si su conocimiento era sólo algo que había adquirido a través
de los libros. Era una palabra que significaba la relación entre los hermanos, las
parejas casadas y los que los apoyaban.
La palabra mago era como un sinónimo de villano. Por ende, podría ser un poco
cómico para él, que estaba en su apogeo como un rey demonio, el desear una
2
Aspecto o parte central y más sustanciosa de algo.
felicidad normal, pero Zagan prometió que se realizaría. Y entonces, juró que
los protegería a todos ellos.
Podría ser un deseo muy insignificante para un rey demonio, pero Zagan sentía
apego por la simple idea de una familia feliz.
Parte 7
Sin embargo, Zagan no se dirigió directamente hacia el palacio del rey demonio,
y estaba caminando por la ciudad.
— ¿Por qué?
Actualmente, llevaba puesta su capucha hasta los ojos, por lo que no podían
verse, pero incluso el viento podría volárselo de la cabeza. Sería mucho mejor
ponerle un gorro o algo parecido. O ese era el plan, pero Foll entrecerró sus
ojos como si estuviera descontenta.
Sin embargo, la que dejó escapar unas palabras llenas de ansias fue Nephy.
— Pienso que Manuela es una buena persona, pero, eh, cuando es sobre
ropa… ¿estás seguro que estará bien?
— ¿Es así…? —Como uno podría esperar, las palabras de Nephy destrozaron
su poder persuasivo. Debido a ese hecho, Foll sujetó la túnica de Zagan como
si se hallara atemorizada. Nephy era buena amiga de la empleada de la tienda
de ropa, pero era un poco excéntrica y a menudo usaba a Nephy como una
muñeca de vestir. Zagan también estaba un tanto preocupado por sus
indecentes acciones, pero Manuela era alguien en quien podían confiar
respecto a la calidad de la ropa.
— Incluso ella no haría vestir cosas extrañas a una niña pequeña, ¿verdad?
— Me… pregunto…
Lo que les esperaba del otro lado era una mujer Avian con unas hermosas alas
verdes. Parecía que una vez más se paseaba alrededor de la tienda con una
animada sonrisa en su cara.
— Por supuesto… Er, que, así que el maestro también está aquí, ¿eh?
— Hey, no hagas que Nephy se pruebe cosas raras mientras no estoy cerca,
¿de acuerdo?
— Oh vaya, pero ¿qué te dio esa idea? Yo solo escojo ropa de entre nuestra
mercancía para la tienda, ¿sabes?
— Esta tienda ... tiene una montaña de ropa indecente por ahí —dijo Zagan.
Entonces, él la miró de reojo cuando Manuela empezó a silbar y a fingir
ignorancia.
— Santo cielo… Bueno, de cualquier forma, esta vez no estamos aquí por
Nephy. Me gustaría que escogieras algo adecuado para esta chica ―dijo
Zagan, mientras empujaba al frente a Foll.
— Eh, ¿contrataste una nueva sirvienta o algo para tu hogar, Zagan? Déjame
ver… ―murmuró Manuela, mientras removía la capucha de Foll.
Los ojos de Manuela empezaron a brillar con energía a la vez que el cabello
verde y los ojos dorados de Foll se daban a conocer.
— Mmm… Sí, este también es otro diamante sin pulir… ¡Aunque en una
diferente manera que Nephy! Solo déjamelo a mí. ¡La pondré extremadamente
linda para ti!
Foll disparó una mirada de angustia hacia Zagan, pero fue despiadadamente
llevada por Manuela.
Y unos breves minutos después de eso, las cortinas del cuarto de vestir se
abrieron.
— ¿Qué tal? La túnica en verdad combina con esto muy bien, ¿cierto? además,
incluso enfatiza sus características más lindas.
A pesar de que decía eso, la cara que hacía mientras estiraba el doblez de su
falda no se miraba para nada insatisfecha.
Por lo menos, no existía alguien que se atreviera a ponerle las manos encima a
Nephy cuando ella caminaba alrededor por cuenta propia.
Aun así, a pesar de todo eso, Zagan encontró algo que lo irritaba.
Claro, Zagan quería mostrar orgullosamente que ella estaba bajo su tutela, pero
sabía bien que sería difícil hacerlo si su verdadera identidad saliera a la luz. La
razón por la que Nephy se encontraba bien, a pesar de ser una elfo de cabello
blanco, era porque incluso los pueblerinos la querían. No era necesariamente
cierto que Foll fuera a estar bajo la misma categoría.
— Si estas preocupado por eso, entonces, ¿qué te parece esta clase de túnica?
—después de decir eso, colocó otra túnica en los hombros de Foll. Tenía
adornos carmesíes por ahí y por allá, pero era una túnica con una incrustación
blanca como la nieve, y la capucha con forma de alguna clase de creatura
gatuna. Los cuernos de Foll se acomodaron cómodamente en las orejas
huecas.
— Sí. Es muy lindo, pienso que está bien —dijo Nephy, las puntas de sus orejas
se estremecían alegremente.
Mientras removía la etiqueta del precio y todo eso de la ropa de Foll, Manuela
hizo una pregunta de forma burlona.
— Así que, esta niña… Foll, ¿verdad? ¿La adoptaron o algo así?
Sería exagerado decir que era una maga que atacó su castillo y que él decidió
tomarla bajo sus alas. Aunque, que Manuela llamara a Foll niña adoptiva estaba,
a su propia manera, un tanto cerca.
— Bueno, sí. Más que hermanos, tienen un ambiente de padre e hija… listo,
hemos terminado— Manuela acabó con las etiquetas de los precios, enderezó
las partes desniveladas de la falda y se paró.
Foll luego corrió hacia Zagan y se escondió detrás de él, como demostrando
que estaba asustada.
― Hmph. Una sabia decisión —en realidad, quería agradecerle porque ella
realmente fue de gran ayuda, a pesar de ello, solo esas arrogantes palabras
viajaron a través de su boca.
Sin embargo, Manuela también se había acostumbrado a eso, por lo que todo
lo que hizo fue una sonrisa agria que parecía en verdad afectar su estado de
ánimo.
— Sí. Muchas gracias, Manuela —dijo Nephy. Entonces ella hizo una reverencia
con su cabeza una vez más, la cual Foll imitó.
Viendo esa reacción logro que Manuela soltara una amplia sonrisa.
— Maldición. ¡Qué pasa con esa niña, es súper linda! Pensándolo bien, ¿me la
puedo llevar a casa? Oh, espera, sería lo opuesto en esta ocasión ¿eh?
¿podrían simplemente dejarla aquí?
Parte 8
Mientras Zagan cuadraba sus hombros y seguía caminando, Nephy habló con
un tono un tanto alegre.
— Aun así, pienso que fue la decisión correcta elegir la tienda de Manuela.
A la vez que dijo eso, Zagan volteó atrás de nuevo para ver a Foll, quien aún
llevaba de la mano. Foll aún caminaba con pasos desbalanceados, pero parecía
estar satisfecha con la ropa en sí. Por lo menos, no mostró ninguna pizca de
desagrado e incluso se veía sutilmente alegre.
— ¿Qué?
¿Exactamente que es este sentimiento…? Tal vez podría describirse como una
extraña calidez, o tal vez como felicidad. De cualquier forma, definitivamente no
era un sentimiento desagradable.
Sin embargo, pero este era un sentimiento diferente que cuando sintió que
Nephy era preciada para él… era diferente al amor.
En otras palabras, ese sentimiento sería algo como “el deseo de proteger”. Y
una vez que estaba consciente del verdadero significado de aquella emoción
creciendo en su interior, Zagan perdió la compostura.
Ridículo… ¿yo?, de todas las personas… ¿quiero proteger a una mocosa como
esta? Si alguien como Barbatos escuchaba que tal emoción aún residía en él,
seguramente se preocuparían por su sanidad.
Sin embargo, también era verdad que Zagan, quien en la superficie era un
villano, nunca tuvo ninguna oportunidad de involucrarse con los niños.
Vestía una sedosa camisa y una falda decorada con lazos. Su figuraba mientras
caminaba lentamente irradiaba algo parecido a la elegancia. Era una hermosa
chica con cabello rojo que le cubría su espalda hasta la cintura.
Parecía pensar en alguna cosa u otra, por lo que sus ojos se hallaban mirando
abajo con una expresión melancólica.
Zagan sentía que su cara era familiar, pero no podía recordar de inmediato
exactamente quien era. Últimamente, las oportunidades para intercambiar una
o dos palabras con la gente del pueblo habían incrementado.
Por eso, simplemente asumió que ella era una de esos “conocidos” mientras
trataba de pasarla de largo, pero la chica parecía estupefacta cuando vio a
Zagan.
— N-no puede ser… ustedes dos… ¿ya son tan cercanos como para ser
bendecidos con una hija…?
Incluso Zagan conocía burdamente cómo los bebes venían al mundo. Sin
embargo, aquella vez cuando ella preguntó: “¿Podemos dormir juntos?”,
parecía que ella en verdad no entendía lo que implicaba. Entonces, ¿realmente
estaría bien para él ponerle las manos encima a la suave y delicada piel de una
chica que ni siquiera conocía el significado del encuentro nocturno?
— Oh, cierto, ¿quién eres tú? —Sin importar como lo mirara, era una conocida
suya, pero simplemente no podía recordarla con claridad. Y al mismo tiempo
que Zagan le pregunto con un sospechoso tono, ambas, la chica y Nephy se
impactaron.
Bueno, parece estar en bien. Eso es bueno. Era preocupante que no estuviera
vistiendo su atuendo de caballero angelical, pero por lo menos estaba a salvo.
— Ah, así que eras tú. Escucha Foll, esta chica es… Veamos, ¿estaría bien
decir que es amiga de Nephy?
— Así que, eh, ¿qué pasa con ese atuendo? —mientras Zagan le preguntaba,
Chastille claramente titubeó en decirle.
El mismo pensamiento por sí solo era una clase de fallo en su deber como
caballero angelical. Por ende, no era un escenario poco probable que la iglesia
la exiliara.
Luego de pensar por un poco, Chastille cruzó los brazos y volteó a otro lado con
una rabieta.
Era difícil siquiera olvidar a este desagradable grupo, por lo que Zagan asintió.
— Ah, ustedes son… los tres… idiotas del Cielo Azur, ¿verdad?
— Detén eso —dijo Zagan en una voz baja, lo cual sacudió el cuerpo de Foll
con un susto.
— ¿Por qué?
¿Sera que estos tres idiotas también tienen una cierta disputa con Foll?
Sin embargo, los tres caballeros angelicales ni siquiera notaron la sed de sangre
de Foll y como resultado, solo observaban a Zagan.
Pensando en su usual atuendo como Aparición Valefor, era entendible que ellos
no pudieran relacionarlo con la actual apariencia de Foll.
— Quien sabe. Sin embargo, aun estando así, parece ser muy popular. Ella
tiene otras personas con las que puede contar.
preocupado por la actitud de Foll cuando fulminó con la mirada a los caballeros
angelicales.
— ¿Qué hay de raro… con que un mago odie a los caballeros angelicales?
Al parecer era algo de lo que Foll no quería hablar. El brazo que transformó en
el de un dragón regresó a la normalidad, pero francamente evadió la pregunta.
Sin embargo, a la vez que Zagan dejaba salir un suspiro, no se percató que
Chastille ya estaba intentado protegerlo de “algo problemático”.
Parte 9
La mayoría estaba enterrada por la tierra, pero incluso este hueco subterráneo
era lo suficientemente vasto para tapar una tienda pequeña, y la superficie de
las paredes del castillo, dichas paredes llenas hasta su capacidad, eran
ciertamente imponentes. Y en el centro de la pared de piedra estaba la
compuerta que conectaba con el interior del castillo.
Zagan y Nephy habían venido una vez, pero para Foll esta era la primera vez
presenciándolo con sus propios ojos, por lo que se inclinó hacia atrás como si
se sintiera abrumada por ello.
El castillo por sí solo tenía varios cientos de años de antigüedad, por lo que era
difícil buscar pistas de magia. Aunque, si un castillo entero se hundiera en el
suelo por las vibraciones tectónicas, entonces tendría que haber algún
documento sobre eso en algún lugar. En ese caso, seguramente fue algo
realizado por la magia de Marchosias.
Si ese fuera el caso, entonces, al final, hacer equipo con Foll fue una idea
estupenda. Después de todo, aun si era joven, Foll seguía siendo un dragón.
— Bien…
Parecía que este era el tan mencionado periodo de corta atención, que se decía
que la mayoría de los niños tenían.
Sin embargo, puede que se hayan ido con la muerte de Marchosias, o tal vez
se desvanecieron y regresaron a los sedimentos de tierra del cual vinieron.
Como tal, no existía nadie que conociera todos los detalles del castillo.
Con ese paso, un círculo mágico sintió el regreso de su amo y las velas
alineadas a través de la pared se encendieron con fuego. Y como una onda en
la superficie del agua, la oscuridad se disipó. Contrariamente, sin embargo, el
intimidante ambiente que los presionaba creció en densidad.
— Zagan, ¿qué es eso? —Foll señalaba una larga escultura que parecía tener
la miraba hacia abajo como si los observara. El otro lado de la compuerta los
guiaba a una larga sala, pero la extraña estatua parecía estar diseñada a la
semejanza de un demonio que vigilaba a todo aquel que habitara el lugar.
Se podría decir que era uno de los sobrevivientes de los que cuidaban el lugar.
Aunque estaba completamente petrificada, y Zagan no percibía ninguna pista
de maná de la estatua.
— O-okey.
Basta con decir que aún le faltaba por entender completamente lo amplio del
castillo.
Podría usar algunos humanos para administrar este lugar y juntar información
en mi lugar. Sin embargo, encontrar unos que no lo traicionarían… o más bien,
magos que cumplieran con sus demandas, era una tarea difícil. Foll de hecho
cumplía esas condiciones, pero si acepta el trabajo era un asunto
completamente diferente.
— Zagan, ¿qué hay de este círculo mágico? ―dijo Foll, señalando en todo
momento el círculo mágico dibujado en el suelo. Era la suficientemente largo
que aún con un paso largo, tomaría de 3 a 4 pasos atravesarlo. Adicionalmente,
se construyó usando delicados cristales incrustados. Era fascinante pensar
como la magia llevada hasta los límites era tan hermosa.
― ¿Qué pasa con eso? ―Zagan ladeó su cabeza, y Foll respondió como si
fuese obvio.
― Sip.
Parecía que existían circuitos que solo eran enseñados entre los dragones. La
estructura de este círculo mágico no era diferente a lo que él conocía, por lo que
esa debía de ser la diferencia.
Fue un rey demonio que vivió por miles de años, así que no es tan raro que
fuera conocedor de las fórmulas mágicas de los dragones.
Aunque no era un poder que pudiera comprender a los tan solo 18 años de
edad.
Su figura, a la vez que lo hacía, nunca haría pensar que ella era un atroz dragón.
No, en vez de eso, hizo que Zagan naturalmente empezara a acariciar su
cabeza.
Luego de que Nephy también le acariciara gentilmente la cabeza, Foll dejó salir
un suspiro completamente satisfecha.
Ese significaba que era un sello el cual usaba una fórmula mágica de los
dragones.
Y para rematar… es la parte principal del castillo, ¿eh? Con eso, no era extraño
por qué no pudo encontrar ningún conocimiento relevante la vez pasada.
— ¿Qué pasa?
— No, eh… —al mismo tiempo que Zagan ladeaba su cabeza de una extraña
manera, Nephy vacilaba en hablar mientras balbuceaba. Y como si tuviera
vergüenza de algo, las puntas de sus orejas se teñían de un rojo brilloso.
Después de poco, miró a Zagan con ojos de cachorrito, como si le dijera que lo
averiguara por cuenta propia.
Yo, el rey demonio, ¿estoy siendo puesto a prueba…? Nunca pensó que sería
sometido a prueba de esta forma por Nephy, por lo que estaba estupefacto.
Ofuscado, Zagan desesperadamente puso en uso su cabeza.
¿Acaso… ella me está persuadiendo o algo? Para que Nephy insista en tal cosa
voluntariamente era extremadamente inusual. Quería que él se diese cuenta
por si solo de alguna manera…
Sin embargo, también intento hacerle cumplidos a Nephy lo más que puedo…
Claro, para Zagan era difícil arrojar palabras honestas de gratitud o elogio. Pero,
aun así, se esforzaba por darle voz a sus sentimientos siempre que fuera
posible, y también pensó que Nephy se había dado cuenta de ello.
Entonces, ¿es otra cosa? No creía que era algo muy alejado de su interacción
con Foll.
Después de eso, Zagan recordó como Foll entrecerró los ojos como si fuera
terriblemente agradable.
— Nephy.
— S-sí…
— ¿Eh…?
—…
— Está abierto…
Ahora, enfrente de la pequeña niña, había una amplia separación que guiaba a
unas escaleras descendientes.
— ¡Mm, buen trabajo! —dijo Zagan, mientras descendía las escaleras con
pasos rápidos.
Parte 10
Una sala enorme de archivos se hacía visible a la vez que llegaban al fondo de
las escaleras. Todo el techo llegaba hasta el piso superior, y los estantes y
demás estaban colocados tan alto como la vista podía alcanzar.
Eran los libros que por miles de años Marchosias pasó recolectando. Luego de
asimilar todo, Zagan cambió su atención hacia Foll.
— Bien hecho, Foll. Parece ser que estos son los archivos genuinos.
Si ellos buscaban alrededor, podría haber otros pasadizos secretos, pero se usó
una fórmula mágica de dragón para sellar la entrada. Además, fue colocada de
una forma en que resaltara. Su frecuencia de uso era alta, y la probabilidad de
que era un lugar extremadamente importante también era alta.
— ¡Entendido! —Después de que Foll dijo eso y asintió, cada una caminó en
direcciones separadas.
Por el momento, Zagan empezó por investigar los libreros que estaba
consolidados.
Con una sala de archivos así de grande, parece posible que podría haber aún
más escaleras ocultas o algo similar…
— Lo es.
— Bueno, quiero decir, ahora tengo tantos libros a mi disposición. ¿Por qué no
estaría feliz?
— Zagan, pudiste entender lo que Nephy quería… sin que ninguno de los dos
dijera algo.
A pesar que la había herido y arrojado afuera una vez, Nephy presintió sus
verdaderos sentimientos y decidió regresar a su lado. Es por eso que él quería
corresponderle por igual.
Y luego de hacer claras sus intenciones, Foll bajó la mirada de una manera un
tanto solitaria.
— Eh, ¿qué…?
— Con mil años, nosotros por lo menos, podemos llegar al punto de entender
esas cosas sin intercambiar palabras, ¿cierto?
Por supuesto, él tenía a Nephy a su lado por lo que llevaba prisa en recolectar
conocimiento para dejarla vivir en libertad por todos los años que pueda.
En respuesta, Foll mostró una cara como si no pudiera creer sus palabras.
Eso continuó por un rato, hasta que Zagan se percató que no podía quedarse
así por siempre. Y mientras continuaba buscando a través de los archivos con
Foll pegada a su brazo, repentinamente alzó la cabeza.
— ¿Ese es…? —Foll sacó un solo libro de estante mientras murmuraba esas
simples palabras. Y su rostro inmediatamente cambio a una más severa y
agresiva.
El título era: “Las doce espadas sagradas”. Las espadas sagradas eran el
enemigo natural de todos los magos. El libro parecía ser una compilación con
información sobre ellas, pero… A la vez que Foll empezó a hojear las páginas
del libro, Zagan levanto su voz con un “Ah”.
— Préstamelo un momento.
Pegado en las hojas, unas imitaciones de las letras incrustadas en las espadas
sagradas. Y mientras las observaba, Zagan bajó la vista hacia su mano derecha.
Decir que se asimilaban no les hacía justicia. Sin embargo, si fueran letras,
entonces había varias partes comunes entre las dos. Básicamente, al parecer
tenían el mismo origen cultural.
Puesto que las similitudes eran minoría, ni siquiera le sonaba a nada cuando
por ocurrencia se encontró con Chastille nuevamente. Aunque también estaba
el hecho de que no cargaba su espada sagrada.
— Bien hecho, Foll. Ahora, ve a juntar cualquier libro en relación a las espadas
sagradas. También buscaré por el lugar.
Capítulo 3
¡Involucrarse en los asuntos
de los caballeros angelicales es
toda una molestia!
Parte 1
Mientras Zagan y los demás exploraban el palacio del rey demonio, Chastille
bajaba la cabeza mientras se presentaba.
¿Un arcángel… vino aquí sin ninguna escolta…? Puesto que ellos eran las
mejores fuerzas de combate de la iglesia, se debía proteger a los arcángeles.
Chastille y los otros arcángeles pelearían como la vanguardia durante la
subyugación de los magos, pero siempre llevaban subordinados que los
protegían a su lado. Sin embargo, el único en llegar aquí fue Raphael.
Ciertamente era poderoso, pero ella aun así pensó que su conducta era
demasiado severa.
Después que Raphael observara de pies a cabeza a Chastille, soltó una sonrisa
que parecía como una grieta en una roca.
Los tres caballeros causaban un alboroto con voces silenciosas, pero cuando
Raphael los volteó a ver, ellos temblaron violentamente y cerraron la boca.
¿Arruinamos su estado de ánimo con eso? Este era el caballero angelical que
ha matado más magos en el mundo. Chastille no dudaba que él mataría a un
apóstol aliado sin flaquear, dado su historial. Honestamente, Chastille se
preparó para tener su cabeza separada de su cuerpo este día.
Aunque encontrarme con Zagan y Nephy… fue demasiado bueno para una
coincidencia.
Bueno… ella acabó en shock y con lágrimas ante el hecho que él ni siquiera la
recordaba.
Sin embargo, Raphael tomó una actitud desafiante y soltó una risa desde el
corazón como si se entretuviera con Chastille.
— ¡Jaajaajaa! Ha pasado mucho tiempo desde que alguien habló a sus anchas
enfrente mío. De hecho, podrías ser la primera mujer. Que agradable. Puedes
alardear eso en el infierno.
— Lo sabes muy bien. Una espada solo tiene valor cuando es portada. ¿Qué
significado tiene guardarla en su funda y usarla como una decoración llamativa?
— Aunque eso solo aplica mientras Chastille aún pueda respirar. Ella perdería
esa custodia si su vida se le fuese arrebatada, por ejemplo —Él amplió su punto,
haciendo una espantosa sonrisa como si dijera que él tomaría ese rol con
alegría.
— ¡Que respuesta tan repulsiva! —exclamó Clavwell, luego dio un paso atrás
en shock. Y, a la vez que Clavwell imitaba el signo de la cruz en frente de su
pecho, y le regresó una mirada, Raphael habló sin ninguna señal de timidez.
— ¿Por qué estás tan asustado? ¿Acaso no solamente estoy demostrando los
hechos? En primer lugar, ustedes bastardos no tienen derecho a entrometerse
en como un portador de la espada sagrada blande su hoja. Todo lo que hay que
hacer es pensar en cómo lidiar con las malditas consecuencias —proclamó. La
forma en que hablaba lo hacía sonar como si mientras uno fuera reconocido por
una espada sagrada, entonces incluso una masacre sería permitida.
— Oh, así que me hablarías con descaro, no solo una sino dos veces, ¿eh? —
Raphael murmuró como si estuviera divirtiéndose, y luego se centró en el
cardenal.
— Ugh…
Clavwell sabía que había una innegable posibilidad que varios podrían matar a
Chastille justo donde estaba, por eso no pudo hacer nada más que soltar un
gemido.
Pero ¿por qué está intentando que tome la espada sagrada? Si su objetivo fuera
una ejecución, entonces no habría problema si solo la matara. Él tenía una
razón más que suficiente para hacerlo después de todo.
Al otro lado de la puerta, había una alfombra roja extendido por el piso, y
diversas puertas alineadas que se dirigían hacia las oficinas de los caballeros
angelicales y la del cardenal. Al final se hallaba una puerta con bustos
modelados según los ángeles que la protegían en ambos lados, junto con dos
caballeros angelicales trabajando como guardias.
Como uno esperaría, Raphael y los tres caballeros angelicales no los siguieron.
Y después de verificarlo, el Cardenal Clavwell le susurró a Chastille.
— Sea o no correcto devolvértela, ahorita es algo que incluso ni yo sé. Por algún
motivo, incluso esto podría darle a ese hombre la excusa perfecta para matarte.
Sin importar como lo mirara, era una irrespetuosa actitud para dirigirse a ella,
pero Chastille esperó obedientemente donde se encontraba. Y después de
poco, Clavwell regresó con su espada en manos.
—Tengo fe en que podrás abrirte paso a través de cualquier desafío, con tus
propias manos —dijo, y luego puso la espada sagrada en las manos de Chastille
Parte 2
Después de terminar de asegurar nuevos libros del palacio del rey demonio,
Zagan fue llamado por su indeseable amigo y regresó al pueblo por su cuenta
después de llegar a casa.
Puesto que fue llamado a un bar, le dijo a Nephy que no necesitaría la cena. Y
ahora, Zagan se cuestionaba si tenía sentido venir aquí perdiendo su tiempo
con ellas. Sin embargo, mientras se preguntaba eso a sí mismo, la estúpida risa
de Barbatos continuó haciendo eco.
Zagan no sabía qué tanto se habían esparcido los rumores, pero parecía que
su paseo con Foll se convirtió en la plática del pueblo.
Era más que suficiente que se corriera la voz de que Foll estaba bajo su
mecenazgo. Y parecía ser que Barbatos llamó a Zagan para verificar la verdad
de esos rumores.
— Oh, vamos, no seas tan frío. ¿No te dejé beber todo ese licor de calidad? Por
lo menos comparte un chisme o algo. No hace daño, ¿cierto?
Dicho eso, el alcohol era realmente delicioso. Era la primera vez que Zagan
probaba un espíritu vertido en un trozo de hielo, y la sutil dulzura mezclada con
la sensación de su garganta quemándose era tan agradable que le provocaban
soltar un suspiro involuntariamente.
¿Nephy tomará esta clase de bebida? Si iba a beber un poco de todas maneras,
entonces en vez de este irritante hombre, preferiría compartirlo con una
encantadora mujer. Y ahora él quería llevar una botella de regreso como regalo.
Luego de volver a sus sentidos, Zagan quitó a Barbatos, quien tenía su brazo
alrededor de él de una manera demasiado amistosa.
— Haa, apuesto a que solo quieres estar todo meloso con esa esclava elfo tuya.
¿No podría tan solo… apalearlo y tirarlo? Sin prestarle atención a la fría mirada
que le regresó, Barbatos empezó a dar manotadas en los hombros de Zagan
repetidas veces.
Seguramente era solo cuestión de tiempo para que los demás se diesen cuenta
que Foll es un dragón. Viendo su magia… o, mejor dicho, su transformación
parcial en dragón, dejaría claro que ella era Valefor.
Era un desarrollo inevitable, pero aún era demasiado pronto para ello. Después
de todo, Zagan aún tenía enemigos.
El nombre de Zagan como rey demonio ya era muy conocido, y aquellos que lo
encontraban inaceptable y lo atacaban ya, se habían esfumado. Justo como
había planeado, ambos, los magos y los caballeros angelicales deberían saber
que no valía la pena atentar contra él.
Aun así, no era perfecto. Ciertamente aun había magos allá afuera en la espera
de que el novato rey demonio cometiera un error y utilizar esa oportunidad.
Existían magos con el poder suficiente para lograrlo. Considerando todo, aún
tomaría un poco más de tiempo en que también se den por vencidos.
Zagan necesitaba algo que infundiera el miedo en los corazones de todos los
demás magos. Con Nephy, y ahora Foll, ahora tenía dos cosas que necesitaba
proteger sin importar qué.
— Oh si, ¡Valefor!
— No, hace poco, Valefor debió de haber lanzado un ataque a tu hogar, ¿cierto?
ese tipo grande con la máscara y la armadura.
— ¿Así que ni siquiera vale la pena recordarlo? Hay un rumor de que está
desaparecido, pero ¿qué paso al final? ¿Terminaste con él?
— ¿Quién sabe? Tú sabes muy bien cómo termino con los intrusos, ¿cierto?
— Oh, ahora que lo mencionas, creo que había escuchado eso antes.
— ¿Qué dices? Sabías ¿y aun así lo tiraste por ahí? Déjame preguntar por si
acaso, pero ¿está muerto?
— ¿Así que es como siempre? Bueno, como sea. Olvida a Valefor, hablemos
de esa mocosa que te llevas contigo. ¿Quién es?
— ¿Quién sabe? Solo piensa de ella como una niña adoptada o algo.
Incluso este hombre no tiene suficiente tiempo libre como para solo llamar a
Zagan porque quería chismear.
— Para que ellos muevan las espadas sagradas… la iglesia se aproxima con
fuerza, ¿eh? ¿Planean en derrocar al novato rey demonio o qué?
La discordia entre la iglesia y los magos abarca mil años. Claro, dentro de esa
larga historia, pasaron varias colisiones entre reyes demonios y los arcángeles.
Es por eso que, aunque los arcángeles fueran capaces de retener a un rey
demonio, ellos eran incapaces de matarlos. Ese era un entendimiento común
entre la iglesia y los magos. Sin embargo, era normal que la iglesia quisiera
refutar ese hecho.
Entre los magos, la diferencia entre aquellos que solo tenían la más mínima
cantidad de poder y los candidatos a reyes demonio era como la diferencia entre
el cielo y la tierra.
Pensándolo más a fondo, incluso entre los candidatos a rey demonio, alguien
como Barbatos tendría más de 20000 circuitos.
No era como si Chastille reveló su mano entera cuando ella peleó contra
Barbatos el otro día, aun así, si peleaba contra un candidato a rey demonio, no
creería que saldría con leves heridas.
Y mientras Zagan estaba perplejo por ese pensamiento, Barbatos puso su tarro
de lado y formó una sonrisa.
“Que hay de extraño… con que un mago odie a los caballeros angelicales?” Foll
tenía una clase de rencor hacia los caballeros angelicales. También, desde el
momento que la conoció, ella deseaba una cantidad exagerada de poder a
pesar de ser un mago y un dragón. Y luego apareció un caballero angelical mata
dragones.
No era como si estuviera completamente seguro. Pero, aun así, era ingenuo
pensar que de buena fortuna estos hechos no tuviesen relación alguna.
— Bueno, piensa en ello como una disculpa por la vez pasada. O incluso algo
como un tributo para ti. En vez de hacerme tu enemigo, seré capaz de probar
un néctar más dulce si te sigo en tu salvaje viaje.
— Sí que hablas.
— Soy realmente hábil, ¿sabes? Dudo que sea una mala oferta.
Barbatos habiendo dado en el clavo justo donde dolía provocó que Zagan no
fuese capaz de ocultar su hosca expresión. Sin embargo, no dudó en lo absoluto
para contestar.
— Denegado.
¿Cómo es que puede ser tan estúpido sabiendo tantas cosas…? Por el otro
lado, fue Zagan quien llegó a un preocupante acuerdo.
— Haaa. Compartiré contigo algunos escritos de magia del legado. Alégrate con
eso.
― Pero seré yo quien decida qué voy a tomar, ¿entendido? Si me das escritos
de mierda sobre la magia solo porque son del legado del anciano, entonces ¡ni
siquiera los miraré!
— ¿Qué?
— ¿En serio, ahora…? —Mientas veía al cliente que entró al bar, Zagan
concordó en respuesta. Y luego, teniendo otro sorbo de su bebida, hizo una
expresión como si fuera molesto a la vez que le hacía una pregunta más a
Barbatos.
— Entonces, con respecto a la cicatriz, ¿es como una cortada profunda desde
su mejilla izquierda atravesando hasta la parte derecha de su frente?
— ¿Eh? Bueno, sí, escuché que se parecía a algo como eso. En verdad
conoces mucho sobre él, ¿eh?
— Wow hombre, me sorprende que hayas salido con vida. Es un hombre que
parece que solo piensa en matar a magos, ¿sabes? Si te encuentra
probablemente llegue blandiendo su espada de inmediato.
Parte 3
Luego de eso, Zagan ligeramente agitó su dedo en el aire, y la silla que Barbatos
aventó regresó a su posición original.
Por esa razón, cuando se trataba de lo que pensaban, y lo que querían que él
hiciera, Zagan terminó desarrollando el hábito de ver las sutilezas de la emoción
al observarlas y considerar dichas cosas.
Luego, el caballero angelical con rostro cicatrizado hizo una sonrisa que parecía
partir la tierra misma.
Eventualmente, Zagan vio la silla que levantó con magia. Parecía que, en tal
situación, Barbatos no tenía la intención de regresar a tomar, e incluso luego
que el caballero angelical soltara su espada, Barbatos no tomaría su asiento.
Más bien, tú deberías de ser el que hable aquí. No tengo nada que hablar con
este hombre cara de piedra, ¿sabes? Zagan acabó pidiéndole que se sentara
por meramente una forma de ir con la corriente, pero en realidad no tenía
ninguna clase de objetivo en mente.
— Maldición, ¿por qué un mago como yo tiene que pasar por esta mierda?
— ¡No soy un jodido asistente! —mientras maldecía al hombre que parecía ser
el dueño del bar, empezó a atender a la chica que se desmayó. Como solo
perdió la consciencia, Zagan pensaba que no había necesidad de ir al extremo
de usar magia.
También quiero ir para allá, pero… La mujer a la cual Zagan había dado su
corazón, no era nadie más que Nephy, pero cuando se trataba de decidirse
entre este hombre cara de piedra o la hija del dueño, no cabía la necesidad de
decir con cual preferiría estar.
— He escuchado que mis compañeros te deben mucho, por lo que vine a echar
un vistazo a tu cara.
— Fuhaha, incluso tú tienes una cara realmente malvada, justo como esos
malditos rumores decían, ¿verdad?
Zagan era consciente de sus rasgos de villano, por lo que se sintió un poco
deprimido. Aun así, como si dejara eso de lado, golpeó su vaso de regreso.
— No importa. Todo lo que hice fue apagar las chispas que aparecían ante mí,
pero aquellos que me rodeaban vieron apropiado hacer una gran conmoción de
ello.
Sintiendo una cierta incomodidad en las palabras del caballero angelical, Zagan
frunció el ceño.
Chastille podría no ser la mejor rival para él, aun así, su orgullo como portadores
de la espada sagrada no debería permitirles hablar como si no pudieran ganar
contra un mago. Zagan en aquel entonces tampoco era un rey demonio.
— Quién sabe... Sin embargo, ella era la más fuerte entre los humanos a los
que me he enfrentado hasta ahora. Estoy seguro de eso, al menos.
Claro, incluso Barbatos había logrado capturarla, pero Zagan aún no había visto
a Chastille blandir seriamente su espada. Zagan se enfrentó a ambos
anteriormente, por lo que encontraba dudoso que Barbatos ganara si ambos se
enfrentaran cara a cara.
Luego de recibir esa respuesta, Raphael estrechó sus ojos como una espada.
— Ya veo. Eso significa que ella se convirtió en una suficiente amenaza para la
iglesia, ¿verdad?
— ¿Eh…? No veo a que quieres llegar con eso… ¿de que estas hablando?
Para Zagan sonaba como si dijera que Chastille fuera enemiga de la iglesia. Y
escuchando la confusión de Zagan hicieron que la cara de piedra de Raphael
se torciera con la forma de una sonrisa una vez más.
Oír eso hizo que Zagan abriera los ojos de par en par.
rebeló de una manera ingenuamente descarada. No solo eso, sino que protegió
a Zagan.
— Sí, pensé que ella no era del tipo que viviría una vida longeva.
Zagan finalmente sintió que entendió la razón por la que no percibía ninguna
sed de sangre proviniendo de él.
La que se conectaba con ella no era Zagan, sino Nephy. Sin embargo, no sería
extraño que tomara ese hecho como si fuera él.
Me tiene. Zagan soltó un quejido al mismo tiempo que se percataba que habían
jugado con él como en una estafa. Y en ese momento exacto, Raphael se
levantó.
— Chastille parece ser bien querida en este pueblo. También tiene varios
amigos aquí. No serán pocos los que lamenten su muerte, te lo aseguro.
Las dos razones por las que no quería hacerlo aquí y ahora era porque había
una montaña de ciudadanos alrededor que podrían ser usados como escudos,
y además él aún estaba en medio de disfrutar su bebida. Si el bar fuese
destruido, podría repararlo con magia, pero sabía que sería difícil reparar
personas.
Sin embargo, esa simplemente era una razón para no querer pelear, no una
razón para no pelear.
Y tal vez habiendo entendido lo que Zagan quería decir, Raphael abrió
ampliamente los ojos, como si encontrara sus acciones un tanto inesperadas.
— Eso no parece ser algo que diría un rey demonio, ¿es correcto?
Significa que ni siquiera piensa que los magos son personas, ¿eh?
Ante sus ojos, era lo mismo que ir de caza. Después de todo, cuando cazas
bestias, uno no tenía ni sed de sangre ni hostilidad. Solo se emocionaban de la
matanza en sí.
— No me agrada.
Y su segundo nombre venía del hecho de que podía ir y venir libremente de ese
espacio. Ya sea la habilidad que usó cuando secuestró a Nephy y Chastille, o
el poder que usó para alterar fácilmente el circulo de teletransportación de
Zagan, este hombre destacaba en teletransportación e invocación. Sería una
nimiedad para él ocultar y proteger a Chastille.
No era un margen largo, pero como se encontraba Zagan, sería difícil imitar a
Barbatos. Tal vez podría lograrlo tomando prestado el poder del Sello del Rey
Demonio, pero eso no era suficiente.
Y así, Zagan pronunció su pedido, pero Barbatos hoscamente hizo una cara
como si no quisiera ser parte de nada de eso.
Después, Barbatos hizo una cara como si encontrara este giro de eventos
inesperado.
Zagan fue el que le ordeno marcharse, pero de alguna forma se sentía como si
hubiese sido timado.
Parte 4
Para cuando Zagan regresó al castillo, ya era hora de que empezara el siguiente
día.
Mientras Zagan la miraba con asombro, Nephy se llevó el dedo a los labios y
dijo: “Shhh”.
Viéndolo más detenidamente, se percató que Nephy estaba sentada con Foll
profundamente dormida en su regazo. Parecía que ambas esperaban el regreso
de Zagan.
— (¿No dije que se fueran a dormir sin esperar?) ―Mientras Zagan decía eso,
Nephy sonrió con ironía.
— (Solo estoy aquí porque Foll insistió en esperar su regreso, Maestro Zagan.)
—Aunque la persona en cuestión parece haberse quedado dormida como un
tronco en algún punto.
— (¿Y acaso no fue usted quien colocó a esta niña al alcance de la mano,
Maestro Zagan?) —mientras decía eso, Nephy acarició gentilmente la cabeza
de Foll, lo cual provocó que la pequeña niña se sacudiera ligeramente como si
le diera cosquillas.
— (Ah… Además, ¿qué es lo que tuviste de cena hoy?) —Zagan tenía ganas
de cubrir su cara mientras se preguntaba porqué esa era la primera cosa que
preguntaba en cuanto llegó, pero Nephy solo asintió silenciosamente.
— (Hmm… No, por ahora estoy bien. Foll ya está dormida, después de todo.)
Luego de mirar el pacífico rostro durmiente de Foll, se dio cuenta que no tenía
ganas de despertarla solo para tener un poco de sopa servida para él. Y por
eso, Zagan decidió calentarla y comer un poco por su cuenta luego.
— (Después de eso, Foll también se esforzó. Cargó todos los libros que trajimos
de vuelta dentro de los archivos.)
— (Sí. Pero porque quería leerlos lo más pronto posible, intentó tenerlos listos
para que usted para los leyera inmediatamente después de su regreso, Maestro
Zagan.)
Zagan intentó imaginarse la figura de una pequeña niña dando pasitos entrando
y saliendo de los archivos por su bien. Y al mismo tiempo que lo hizo, un suspiro
fascinado salió de su boca.
Me pregunto si… tener una familia se siente como esto… sentía que, si las
cosas continuaban a este ritmo, se olvidaría que era un malvado mago.
Foll tampoco era buena para expresar sus emociones, pero no creía que él la
había hecho enojar o entristecer.
— (Hoy Foll parecía estar particularmente feliz. Maestro Zagan, usted podría no
ser consciente de ello, pero seguramente hizo algo que le alegrara su día.)
Algo que hiciera feliz a Foll… Incapaz de pensar en qué era, Zagan intento
rememorar la conversación que tuvo hace poco con ella. Y mientras mantenía
la cabeza ladeada por un rato, recordó el momento cuando Foll hizo una cara
extrañamente alegre.
— (Aunque en realidad no era algo importante. Todo lo que le dije fue que, si
pasábamos mil años juntos, entonces ¿no seriamos capaces de entender lo que
el otro quiere con solo mirarnos a la cara?)
Al mismo tiempo que Nephy parpadeaba con sus ojos abiertos ampliamente,
ella soltó una sofocada risita.
— (Si dices esa clase de cosa, entonces cualquiera estaría de buenos ánimos.)
— (Creo que la razón por la que Foll estaba tan feliz era porque tu dijiste “Si
pasamos mil años juntos”. Quiero decir, ¿no se supone que los dragones tienen
una vida mucho más longeva que los humanos? No solo eso, decir que se
entenderían mutuamente…)
La mítica clase dragón era una raza que se decía que vivía más de diez mil
años. Con la longevidad natural del ser humano, era seguramente imposible
pasar el tiempo juntos. Después de todo, no vivían lo suficiente como para
aguantar la infancia de un joven dragón. Como tal, era difícil encontrar una
existencia con la que pudiesen vivir junto a ellos durante su eternidad.
Tal vez sea exactamente por eso que el pesar que carga por el asesinato de
sus padres es tan profundo.
Podría haber sido otra historia si fuera un dragón maduro, el cual haya pasado
la edad de la infancia. Sin embargo, para un joven dragón, quien aún necesitaba
a sus padres, la angustia que sentirían al perder a sus padres debería de ser
igual al de los humanos, o incluso aún mayor.
Si eso ocurriera, sería un enorme paso hacia atrás en la meta de Zagan para
permitir que Nephy viva bajo la luz del sol.
— (Pero ¿qué estás diciendo? ¿Acaso no es obvio que estarás con nosotros,
Nephy?) —Los elfos también eran una raza con una gran longevidad, aun si no
era al mismo grado que los dragones. Y si le agregaras el poder de la magia,
entonces sería una nimiedad vivir mínimo mil años.
En ese sentido, quien tenía que poner un mayor esfuerzo para vivir una larga
vida era Zagan.
Al mismo tiempo que los ojos azules de Nephy se estremecían por su respuesta,
ella asintió profundamente devuelta.
Esta vez, Zagan se quedó estupefacto, y antes de que se diera cuenta, la cara
de Nephy y la suya se encontraban lo suficientemente cerca que sus narices
estaban a punto de tocarse.
Ugh… Así que las pestañas de Nephy eran tan largas, ¿eh? O más bien, ¡ella
huele bien!
A la vez que su mirada era atraída por sus labios rosas, Zagan gentilmente tocó
su mejilla.
— (Ah…) —soltó un jadeo como un respiro, lo cual solamente sirvió para poner
más caliente la cara de Zagan.
Si era ahora, entonces sentía que ella lo permitiría. Si, estaba seguro de que no
había problema en tocar su blanca piel, y seguir avanzando después de eso.
— ¿Chastille?
Sí, Barbatos estaba cargando a la joven chica que servía como caballero
angelical. Sin embargo, a diferencia de cuando Zagan se la encontró en la tarde,
vestía su armadura ungida. Y en su espalda se hallaba la espada sagrada.
Su pulso esta alto. Y aun así su temperatura esta extrañamente baja. Por esa
condición, inmediatamente se percató de la causa de la irregularidad.
— ¿Es veneno?
— S-sí.
A la vez que Foll se frotaba sus ojos mientras mascullaba, Zagan le respondió
apáticamente. Pero luego, ella empezó a olfatear el aire.
— ¡Detente, Foll! —de alguna manera, Zagan fue capaz de agarrarla del brazo
y detener su asalto. Logró detener la garra diabólica justo cuando estaba a
punto de tocar la frente de Chastille.
Escuchar esas palabras hicieron que los ojos de Foll se le nublaran con
decepción.
Zagan sintió un dolor en su pecho al haber hecho que una pequeña niña, la cual
esperaba por él a estas horas, hiciera esa clase de expresión.
Zagan no pensó en salvar a alguien más como mago. Aun así, Foll era una de
las personas que Zagan tenía que proteger. Y por eso, Zagan la interrogó en
silencio.
Foll había estado observando a Zagan durante el mismo tiempo que él la había
estado observando a ella.
— Ya veo. Aun así, no pudo haber sido ella —Tomando la mano de Foll, Zagan
la atrajo sinceramente.
— Oye, Foll. Obtener venganza matando a cualquiera que puedas tener en tus
manos es un error que los aficionados cometen a menudo. Incluso si matas a
este, no le importará en absoluto al que quieres vengar. Al contrario, sólo
aumentaría el número de enemigos que tienes. Y esos enemigos
probablemente se convertirán en obstáculos adicionales a lo largo de tu camino
de venganza.
— Zagan, ¿qué sabes de mí? —La voz de Foll temblaba de ira e irritación
cuando ella le preguntó eso, y Zagan agitó la cabeza.
Las palabras de Zagan fueron tomadas muy en serio por ella, mientras una línea
de sudor corría por la mejilla de Foll.
― Sí. Aunque lo maté inmediatamente, así que no me sentí aliviado del todo…
por eso te enseñaré la manera correcta de hacerlo.
Zagan hablaba del anterior dueño de este castillo, el mago que intentó usarlo
como sacrificio. Después de ser secuestrado, Zagan fue torturado para
Tal vez abrumada por sus palabras, Foll asintió repetidamente a la vez que
agitaba su cabeza.
Parte 5
— ¿Eh…?
A la vez que Chastille abría los ojos, vio un techo desconocido extenderse ante
sus ojos. Parecía viejo y hecho de piedra. Sin embargo, no estaba sucio de
ninguna manera. De hecho, podría decir que había sido aseado con cuidado. Y
adicionalmente, podía decir que era de noche debido al color a través de la
ventana, por lo que una tenue vela iluminaba vagamente la habitación.
— ¿Za…gan…?
— Tratamiento… —Su cabeza aún estaba confusa, por lo que no era capaz de
pensar apropiadamente.
Mientras Chastille dejaba divagar sus ojos, localizó una gran espada que estaba
al lado de su cama. Era una espada sagrada. Su espada sagrada. No había
señales de ser ensuciada con sangre o desportillada al cruzar espadas. Y
mientras ella la miraba con curiosidad, a medias de no saber que decir, Zagan
habló como si fuese incapaz de solo observarla.
Sin importar eso, escuchó la voz de un hombre quien no parecía muy joven. Era
calmada, e incluso de alguna manera similar a la de una sabio que poseía
profunda sabiduría. Para nada sonaba como la voz de un caballero angelical
que tomaba una espada para asesinar magos.
Era la primera vez que Chastille escuchaba de tal fuerza dentro de la iglesia, y
la sorprendió enormemente.
Chastille no podía decir nada para refutar el punto de vista del hombre, así que
continuó hablando.
— ¿Tienes algún interés de unir tus manos con nosotros? Tú, quien antagonizó
abiertamente a la iglesia, requieres poderosos aliados. Y nosotros podríamos
unirnos en esa categoría. Con apoyarte a ti, quien porta la espada sagrada,
nosotros también seremos capaz de caminar bajo la luz del sol. Dime, ¿acaso
no es una oferta considerable?
Mientras exista un hombre como Raphael, Chastille no vería la luz del día
siguiente. Y así, dada la circunstancia, esta no era una situación en la cual tenía
el lujo de preocuparse por las apariencias.
Clavwell había dicho que rescataría a Chastille de su situación actual, por lo que
había una alta probabilidad de que él trabajara con dicha facción.
— Orobas.
La palabra que habló se sintió pesada por alguna razón. De hecho, simplemente
recordarla hacia sentir caliente su cuerpo por alguna razón. Y cuando preguntó
si ese era el nombre del hombre, solo dio una ambigua respuesta.
Líder… si era el centro de toda una fuerza dentro de la iglesia, entonces tendría
que ser un arcángel, un caballero angelical de alto rango, o un cardenal. Sin
embargo, Chastille nunca había escuchado el nombre de Orobas dentro de la
iglesia.
En cualquier caso, podía percibir que era un nombre importante para ellos.
Claro, quería creer en él, pero si fuera una trampa, no solo Chastille, incluso sus
subordinados correrían peligro.
Pensando en ello, debió de ser más precavida después de ese encuentro. Sin
embargo, puesto que Chastille se hallaba en un profundo pensamiento, acabó
por beberlo sin titubear. Y entonces, para cuando volvió en sí, estaba siendo
cuidada en este lugar.
Sin embargo, no era claro. No, honestamente, más que no recordarlo, pensó
que su conclusión era imposible.
Por parte de Zagan, no podía decir si él estaba escuchando o no, puesto que
simplemente se quedó callado mientras le daba vuelta a las páginas de su libro.
Sin embargo, ella también se convirtió en enemiga de la iglesia en sí. Por eso
mismo, había un numero innumerable de sospechosos. Sobraban los
potenciales enemigos.
— Ese hombre… Raphael, ¿creo que dijo? Probablemente no tenga nada que
ver.
A la vez que Chastille le preguntaba, viéndolo con curiosidad, Zagan dejó salir
un suspiro para mostrar que hallaba toda esta situación bastante enfadosa.
El temible hombre parecía listo para incluso apuntar su espada hacia Zagan
mientras lo tentaba para que le diera información sobre Chastille.
— ¿Excusa…?
— Por el momento, parece que eres amiga de Nephy, así que te estaré cuidando
hasta que recuperes tus fuerzas. Ya me encargué de todos los idiotas que se
atrevieron a buscar pelea conmigo, por lo que deberías de estar bien.
— Es…pera…
— ¿Qué es lo que quieres? —Zagan soltó una voz de disgusto, pero Chastille
le llamó en un tono débil en respuesta.
A pesar de que debería saber que este día vendría eventualmente, Chastille se
sintió completa y absolutamente impotente ante tener un atentado de verdad
contra su vida.
— ¿E-eh…?
— Solo me sentaré aquí y leeré. —Se rehusó a encararla, aun así, Zagan no se
marchó.
Ambos, Zagan y Nephy eran imposibles de odiar, por lo que quería atestiguar
su feliz futuro juntos. Y tal vez, solo tal vez, ella tendría un rol que tomar en ello.
Sin embargo, exactamente qué forma tomaría… era algo que ni siquiera ella
conocía.
Parte 6
— Grr… soy la doncella de la espada sagrada, ¿sabes? ¿Por qué tengo que
imitar a una simple sirvienta?
— Hey, cuida tus palabras, no perdonaré a nadie que hable mal de Nephy. —
Su enojo tenía sentido, ya que decir que era la vestimenta de una simple
sirvienta era igual que decir que Nephy era una simple sirvienta. No había forma
en que pudiera perdonar tal cosa, aun si Chastille era amiga de Nephy.
Y a la vez que le informaba de eso con enojo, Chastille finalmente cayó al suelo
de rodillas con lágrimas en sus ojos.
— Ahora mismo mi corazón no puede soportar más. Así que ¿por lo menos no
podrías intentar ser amable conmigo?
— No actúes consentida.
Había unos fríos ojos despreciando a Chastille todo el tiempo. Los ojos de Foll.
Observaba a Chastille intensamente desde detrás de Zagan, pero su mirada no
era para nada amistosa. Ella dejó de pensar en vengarse, pero eso no
significaba que estaba lista para aceptar a Chastille con brazos abiertos.
— ¿C-cabeza de pony…?
— No, deja en paz a Foll con eso. Aun si te molesta un poco, no es como si te
fuera a matar.
— Y qué, ¿piensas que está bien y correcto con tal de que no me asesine?
—…
Por ahora, hacer que Chastille haga trabajo de sirvienta también era
parcialmente por consideración a Foll. Ya se había retractado una vez, pero si
trataran a Chastille con la hospitalidad de un invitado, entonces seguramente se
hubiera vuelto a enojar.
— ¿No lo acabo de decir? Estará bien si solo dejas a Foll tranquila. A pesar de
su apariencia, es de una raza muy orgullosa. Su orgullo debería evitar que actúe
sin sentido alguno…
Parte 7
Momentos después…
Viendo con más atención, era obvio que aún había una pequeña rana encima
de su cabeza. Parecía que mientras trapeaba el piso, le aventaron una rana. Y
ahora era la tercera en un corto periodo de tiempo.
Zagan rio a carcajadas cuando vio su tonta expresión, la cual iba acompañada
de sus ojos llorosos.
— Ah, parece que este es el resultado de intentar acosarte sin usar ningún
poder, ¿eh?
— Ella solo es una niña, así que como mínimo esto es comprensible.
Por lo menos, era mucho más saludable a diferencia de las acciones de la niñez
de Zagan, y tampoco tenía ganas de reclamarle a Foll por cualquier pequeñez.
— La estas favoreciendo mucho, ¿eh? Dudo que le pongas las manos encima
a una niña, pero es inesperado que seas tan indulgente.
— ¡Si lo eres!
Chastille asintió con vigor a la vez que Zagan inclinaba su cabeza de lado
confundido. Y percatándose de su error, Zagan desvió su mirada mientras se
rascaba la cabeza.
— Tiempo atrás, cuando la conocí por primera vez, no me di cuenta de que era
una niña y la terminé apaleando con toda mi fuerza. Supongo que aún me siento
culpable de ello…
— Bueno, sí. —Zagan contestó como si no fuera la gran cosa, lo cual dejó a
Chastille en shock.
— ¿¡Entonces porque tratas a esa niña mucho mejor que a mí!? Ambas
empezamos como tus enemigas, ¿no es cierto?
— ¿S-señorita…?
También se le puede añadir las travesuras de Foll, pero ella ahora estaba
abriendo la boca, mordiendo su labio, tartamudeando, y al borde de las
lágrimas.
En el sentido de que ella era incapaz de poner en palabras lo que quería decir,
Zagan en verdad no podía criticarla.
Además, puesto que se tiró una cubeta cerca de Chastille, había agua sucia por
todos lados. Porque tales cosas pasaban repetidamente, el lugar ahora está
más sucio que antes que ella viniera a hacer el aseo.
Se le estaba haciendo pensar a ella de esa forma sobre nada menos que un
portador de la espada sagrada.
Por alguna casualidad, la única que podría hacer olvidar a Foll su venganza
podría bien ser nadie más que Chastille. Y mientras tenía esa corazonada,
Zagan soltó un bufido con un “Hmph”.
— Más importante aún, piensa en cómo vas a lidiar con el que te envenenó. Por
lo menos tienes una idea, ¿cierto?
— Er, eso…
Incluso se le muestra abiertamente una hostilidad por Foll, así que era un mal
plan separarse de su medio de protección.
Zagan movió su atención hacia el final del corredor. Y allí, Foll miraba fijamente
a hurtadillas el estado de las cosas.
No planeaba en tener a Chastille aquí por siempre, pero dicho eso, tampoco
planeaba en tirarla fuera en su estado actual.
Capítulo 4
Derrotar un monstruo
malvado es el trabajo de un
caballero angelical
Parte 1
Era difícil entender como un mago y un caballero angelical podrían ser amigos,
pero parece ser verdad. Y si mataba a ese amigo, ellos nunca se lo perdonarían.
— Allí… es cómodo.
Ella quería quedarse con ellos para siempre. Quería depender de Zagan, quien
le dijo que permanecerían juntos por mil años. Y, como era de esperar, esa era
la principal razón por la que Foll no tomó acción inmediatamente.
Al final, Foll seguramente era muy joven para llevar a cabo su venganza.
Después de todo, sentía la soledad tan fuertemente como el odio. Y Zagan y
Nephy ahogaban ese sentimiento con su confortante consuelo. A ese ritmo, Foll
sabía que, si se resguardaba con ellos hasta que creciera en un dragón maduro,
terminaría olvidando su venganza.
Entonces estaba Chastille, quien debió de ser un objetivo, pero… era una chica
notablemente extraña. Puesto que Zagan le pidió a Foll que no matara a
O eso pensó, pero Chastille ni una sola vez apuntó su arma contra Foll. Al
contrario, ni siquiera cargaba su espada sagrada por el lugar, a pesar de estar
en territorio hostil. Y, aun así, justo cuando Foll empezó a pensar que era fuerte
de corazón, vio a Chastille mirándola al borde de las lágrimas.
Desafortunadamente, una sola mirada a la chica hacía que Foll perdiera toda la
fuerza en los hombros.
¿Acaso querer matar dicha chica no era simplemente ridículo? Tal vez Zagan
anticipó que Foll terminaría sintiéndose de esa manera, la cual era la razón por
la que no decía nada. Después de todo, ese mero pensamiento la dejó en un
estado de shock.
Sabio dragón Orobas… ese era el nombre del padre de Foll. Era un gran dragón
que vivió por mil años. Su sabiduría era profunda, y a veces era estricto, pero
también increíblemente amable. Por medio de su inteligencia, guio no solo a
Foll sino incluso a la humanidad. Foll estaba orgullosa de llamar padre a tal
distinguida creatura.
Cuando pasó el séptimo día, Foll no pudo esperar más y se elevó en los cielos
en su búsqueda. Y lo que vio fue a su padre… que había sido atravesado por
una espada sagrada, y la figura de un hombre bañado en su sangre como un
demonio. No fue ninguna sorpresa, ya que una espada sagrada podía asestar
un golpe fatal, incluso al sabio dragón Orobas.
Mi venganza… ¿es tan trivial? No habría forma en que lo fuera. Claro, sabía
que no existía manera de matar a todos los doce portadores de las espadas
sagradas con sus inmaduros poderes. Pero, aun así, su consciencia no debió
permitirle ignorar a un enemigo que se hallaba justo enfrente de ella.
Y así, Foll viajó hacia el palacio del rey demonio para despejar sus dudas.
Este lugar debe contener algo con el poder suficiente para matar a un arcángel.
Estaba segura de que el legado del rey demonio le permitiría enfrentarse a sus
enemigos jurados, así que incluso si significaba traicionar a Zagan y Nephy, no
podía parar. Sin embargo, justo cuando abrió las puertas del palacio del rey
demonio…
Al escuchar esa voz, Foll se dio la vuelta con un escalofrío. Y cuando lo hizo,
vio a un hombre salir de la oscuridad.
— Puede que seas una niña, pero aun así eres un mago, supongo. Es un poco
impresionante que me vieras antes de siquiera haber desenvainado mi espada.
— Tú eres… —era sin lugar a duda la cara del humano que bebió la sangre de
Orobas.
Ni siquiera pensó en usar magia. Su mente fue consumida por la ira, por lo que
simplemente se le lanzó abatiendo sus garras.
— Supongo que te dije que hicieras como plazcas, pero pienso que por lo menos
deberías tener un toque de queda.
— ¿Eh?
Parte 2
Era un espadón con una hoja blanca pura. Y en su superficie se hallaban crestas
que diferían de aquellas usadas en la magia, pero también eran sutilmente
diferente a las de Chastille. Al parecer los grabados de las espadas sagradas
diferían de espada a espada.
Parece ser que ni siquiera una espada sagrada puede abrumar el Sello del Rey
Demonio, ¿eh? Si fuera el viejo ordinario Zagan, ya habría perdido su brazo
derecho. Sin embargo, gracias al maná del rey demonio, no había señal de que
la espada pudiera atravesarlo.
— Me topé con un conveniente mensajero. Y pensé que estabas aquí, así que
le pedí que me teletransportara.
El pie de Zagan aún estaba sumergido dentro de una oscura sombra, pero era
claro para todos los presentes que en verdad no era obra de su magia.
— ¡No soy un mensajero, maldición! —gritó Barbatos, con una voz cargada de
enojo. Y luego de aparecer repentinamente de la sombra, tomó una posición lo
más alejada posible de Raphael. Parecía como si no quisiera nada que ver con
su pelea.
Parecía ser que la sombra aún estaba conectada al castillo, por lo que Zagan,
obviamente, contestó la pregunta de Nephy con un tono gentil:
— Entendido. —La verdad era que Nephy definitivamente quería correr hacia el
lado de Foll. Pero, aun así, decidió mantener sus sentimientos a raya, puesto
que se dio cuenta que las cosas se iban a poner desagradables.
— Lo…siento.
— Cielos… ¿Qué te acabo de decir, Foll? —No parecía lograr darse a entender,
puesto que seguía preocupándose por pequeñeces.
— Pues qué raro… ¿Estás diciendo que un mago está protegiendo a una
extraña?
—…
Zagan tuvo ganas de soltar un bufido, pero se aguantó a duras penas. En ese
momento, finalmente se percató que habían jugado con él en el bar.
Ondas de calor rodeaban las Flamas de Purificación. Y el simple tacto con ella
deshacía el circulo mágico de Zagan. Incluso mientras intentaba unir nueva
magia, estos eran destruidos en cuanto terminaba de construir el circuito. Para
este punto, cualquier mago promedio ya habría sido degradado a un estado
impotente.
El poder destructivo de la espada sagrada era una cosa, pero la sed de sangre
de Raphael tenía una ferocidad que parecía la de una bestia acechando su
presa. Incluso Barbatos se sintió abrumado y retrocedió por el miedo.
Sin embargo, a pesar de todo eso, la voz quebrada de Foll sonó por detrás de
Zagan.
Raphael emitía una sed de sangre casi inhumana, pero en la mente de Zagan
no había duda de que era un enemigo al que podía derrotar. Además, acabar
con un arcángel será el perfecto golpe final.
— Hnnngh.
Tenía la mano desnuda, pero no era un puño. No, dentro de la palma de Zagan,
un círculo mágico hecho de maná condensada se iluminó. Parecía pequeño,
pero en realidad, todas las luces que parecían formar unas líneas eran circuitos.
De hecho, la cantidad que construyo fácilmente sobrepasaban los 2000. Y el
golpe inicial de Raphael también fue bloqueado por este círculo mágico.
Sin importar qué tan fuertes fueran esas Flamas de Purificación, no podrían
incinerar a través de 2000 circuitos en un instante. ¿Entonces, debería llamarla
Escama Celestial?
— Ghhh…
Era un corte descendiente directo, con la espada sagrada sostenida por encima
de la cabeza. Sin embargo, deslumbrado por la brillosa flama, una imagen
fantasma blanca fue grabada en la retina de Zagan. Simplemente su habilidad
con la espada y el poder para quemar la magia eran problemáticos por sí solos,
pero Zagan sabía que resultaría fatal tener su visión dañada. Por eso, Zagan
rápidamente retiró su pierna trasera y giró su cuerpo. La punta de la espada
blanca rozó su nariz a la vez que golpeó el suelo. Y con un retumbo, la tierra
tembló.
— Qué imbécil, un ataque con tal amplio golpe no… —la burlona cara de
Raphael se retorció e interrumpió sus palabras. Tenía sentido, ya que su largo
cuerpo fue lanzado por los aires a pesar de su perfecta defensa. De alguna
forma la Escama Celestial de Zagan sacó volando a Raphael junto con su
espada sagrada.
La espada sagrada era categorizada como un espadón, y tenía una ancha hoja.
A cambio del largo rango de ataque del que se enorgullecía, no podía ser usada
fácilmente, por lo que cuando se está cerca, su potencial destructivo es dividido
a la mitad.
Sin embargo, esta vez Raphael estaba preparado, y blandió su espada sagrada
con ambas manos.
— Imposible.
— Ya veo. Tres golpes son el límite, ¿eh? ―murmuró Zagan, sin parecer
impresionado.
Intercambió tres golpes directos con la espada sagrada. Era un magnifico poder,
pero aún insuficiente. Si hubiera dos o incluso tres oponentes, entonces
resultaría completamente inútil.
Era esplendido siendo la primera vez que experimentaba con ello, pero aún
estaba lejos de estar completo. Y mientras Zagan verificaba calmadamente la
eficiencia de su magia, Barbatos le gritó.
Mas rápido de lo que Raphael podía blandir su espada sagrada, Zagan enterró
su puño izquierdo en el lado de Raphael. Ya tenía varios círculos mágicos
rodeando ese brazo y estaban rotando. Aún sin usar algo como la Escama
Celestial, el puño de Zagan podía destrozar una armadura ungida sin ninguna
dificultad.
Estaba decidido. Zagan consiguió la victoria… aunque aun así ladeó su cabeza.
Incluso el arcángel más temido fue incapaz de infligir una sola herida en Zagan.
En otras palabras, mostraba el hecho que la iglesia no tenía medios por los
cuales oponerse a un rey demonio.
Zagan echó un vistazo rápido detrás de él, a Foll. La joven dragona estaba
haciendo una expresión atontada, pero después de poco, recobró el sentido y
repentinamente empezó a aplaudir.
¿Qué es esto? No está mal… o más bien, de alguna manera de siente bien,
¿eh?
Zagan mandó un saludo de vuelta con su mano. Y al mismo tiempo que se dio
cuenta, los ojos de Foll empezaron a brillar.
Todo lo que hizo fue aplastar y moler al piso algo desagradable a la vista, y a
pesar de ello, la directa mirada envidiosa de Foll se sintió casi placentera para
él. Aún, aunque hasta ahora, cuando la chusma le dirigía esa clase de miradas,
él nunca sintió nada.
Y mientras el rostro de Zagan se relajaba por sí solo con eso, Barbatos gimoteó,
con sudor recorriendo su frente:
diferentes a los magos. Si ellos recibían una herida fatal, entonces todo estaba
acabado.
En serio, ¿qué pasa con este sujeto? Y a cambio, Zagan se preparó a sí mismo
y acumuló maná en ambas manos una vez más.
Parte 3
Un poco antes.
Naturalmente, agradecía que la refugiara, pero aun así sentía que no había
significado si terminaba hiriendo a Foll.
Zagan corrió a la habitación de Foll tan pronto como oyó los gritos de Nephy, y
Chastille intentó seguirlo, pero…
Ahora titubeo… en sostener mi espada sagrada. Por eso había empezado tarde,
y para cuando finalmente llegó a la habitación de Foll, Zagan ya no estaba a la
vista.
La elfo blanca como la nieve mordió su labio con fuerza, observando la siniestra
sombra esparcida en el piso mientras hablaba.
— ¿No… irás?
— Maestro Zagan me ordenó… que esperara aquí. —Y esa era la única razón
por la que no fue tras de ellos.
Habiendo dicho eso, vivir bajo la protección de Zagan, con quien había sido
hostil en el pasado, tampoco era una opción.
Aun así… ¿siquiera tengo una razón para portar la espada sagrada? Se
cuestionó a sí misma, cuando ninguna respuesta le vino a la mente se tiró en el
suelo con un golpe seco.
— ¿Estás segura…?
— Este podría no ser el mejor momento para decir esto, pero estoy un poco…
celosa de ti.
Mientras Chastille se quejó sin intención, Nephy la miró con asombro. Y al ver
ese cambio en ella sólo por su expresión, Chastille se sorprendió.
Incluso a los ojos de Chastille, que no estaban tan familiarizados con ellos, la
relación armoniosa entre ambos era tan clara como el día.
Amar y ser amado… para que una relación así sea permitida… me hace sentir
celos.
Probablemente había algo mal en Chastille por pensar en dicha cosa como
enemigo. Pero, aun así, quería ser la persona que curó la soledad de ese
hombre.
— Quiero decir, Chastille, ¿no eres capaz de correr hacia el lado del Maestro
Zagan?
Aquellas eran palabras llenas de una fuerte emoción, lo que era inusual en
Nephy.
La ansiedad que sienten aquellos que tienen que esperar el regreso de sus
seres queridos del campo de batalla, era desconocido para los que podían
unírseles. Y Chastille no estaba entre los que tenían que esperar.
Mientras Chastille se quedó sin poder decir algo, Nephy siguió hablando:
Hasta yo quisiera poder hacer esa clase de cosas… y aun así… Por alguna
razón, Chastille sacudió su cabeza como si estuviera extremadamente
frustrada.
— Entonces qué, ¿estás diciendo que debería hacer eso? Soy tu enemiga,
¿sabes? ¿No sería mejor si solamente ignoras la orden de Zagan y vas tras de
él?
— No puedo hacer eso —era Nephy. Chastille ahora estaba siendo abrazada
por Nephy.
— Lo sé —reafirmó Nephy una vez más, luego, simplemente asintió sin negar
o afirmar sus acciones.
— Me obligan a pasar por todo este sufrimiento solo porque querer ser honesta
en no querer pelear contra Zagan…
— Lo sé.
Mientras Chastille levantaba su cara para ver a Nephy a los ojos, Nephy
simplemente la miraba con su expresión habitual.
— Hace tiempo, cuando hablé contigo por primera vez, dijiste que el maestro
Zagan parecía solitario… parece que realmente lo entiendes bien, Chastille. —
Seguramente Nephy se refería a cuando se conocieron después de ser
expulsada por Zagan. Y aunque hablaba como si aquel encuentro fuera
nostálgico, sus orejas también se estremecían con frustración.
— Pero… también me sentí igual de feliz. Quiero decir, ¿por qué no lo estaría
después de descubrir que existía otra persona que entendía al Maestro Zagan?
Finalmente, había llegado al punto en el que podía decir tales cosas a alguien
además de Zagan. Y después de una breve pausa, Nephy golpeó los hombros
de Chastille.
— No es lo que quise decir. Solo… ¿Por qué? Eh, ¿acaso no soy enemiga de
todos los magos?
— Sí. Ha estado bastante preocupado por ti, desde el incidente con el señor
Barbatos.
— No hay forma en que sea cierto. O por lo menos, así me pareció a mí.
Entonces, por lo menos esta última vez, me gustaría hacer lo que me plazca.
Ese hombre podría no necesitarla realmente, pero sin importar eso, Chastille
quería ayudarle. Es por eso que dio un paso adelante dentro de la sombra. No
vestía la armadura ungida, pero cargaba su espada sagrada en la mano.
Parte 4
Un arcángel que se puede parar después de sufrir una herida fatal, ciertamente
era una existencia de pesadilla para los magos. Incluso un candidato a rey
demonio tendría problemas para derrotarlo. Sin embargo, una sonrisa apareció
en el rostro de Zagan.
— Que bueno, ¿verdad Foll? Parece ser que no caerá tan fácil. Ve pensando
en cómo castigarlo.
— Ah, eh… —Foll tragó saliva como si retrocediera ante sus palabras, pero
inmediatamente asintió, sus ojos llenos de una intensa ira.
— Levantaste tu mano contra mi hija, por supuesto que estoy enojado. Además,
tú mismo has asesinado a casi 500 magos, ¿cierto? decir que no te gusta ser
odiado es como decir que no somos mejores que los insectos.
Esa era la primera vez que Zagan escuchaba a Foll decir ese nombre.
Zagan nunca se imaginó que Foll sería la hija de ese dragón. Sin embargo, tenía
algunas dudas sobre la idea. ¿Un dragón legendario es algo que puede ser
derrotado por alguien tan débil?
Siendo justos, el poder de Raphael se aproximaba a los límites del potencial del
ser humano. Sin embargo, desafortunadamente para él, su fuerza se opacaba
en comparación a la de Zagan. En circunstancias normales, tomaría todo un
ejército de mil magos promedio o humanos para derrotarlo.
A pesar de eso, Raphael fue capaz de pararse después de recibir todo el golpe
de Zagan, lo cual probablemente se debía al poder que consiguió al matar a
Orobas. Pero en ese caso, ¿cómo logro asesinar al dragón en primer lugar? El
poder que le mostró a Zagan claramente ni estaba ni cerca…
— Ya veo. La hija de Orobas, ¿eh? —Por alguna razón, su voz sonaba cansada
cuando dijo eso. Y sacando su espada sagrada del suelo, concentró su fuerza
en sus manos.
La cabeza de cualquier mago promedio cedería con ese golpe, pero el gran
caballero angelical meramente se inclinó hacia atrás y voló por los aires. Aun
así, hubo una retroalimentación definitiva en ese ataque. Zagan se percató que
los huesos de su quijada fueron destrozados. Y debido a que la mandíbula tenía
varios nervios conectados a los dientes, un golpe en esa área afectaba
fuertemente al cerebro.
— ¡Hnnngh! —de alguna forma, con agilidad que no hacía justicia a un hombre
de su larga figura, Raphael se retorció y aterrizó en ambos pies. Parecía ser
que su tenacidad superaba cualquier sensación de dolor.
— ¿Qué de-?
¡No lo lograré a tiempo! Y justo cuando pensó eso… un fuerte sonido resonó, y
la espada colisionó con una espada.
Dos espadas sagradas colisionaron, una onda de choque similar a una tenue
repicar hizo eco en los alrededores. Como una onda de agua, el anillo de luz
que la acompañaba corrió a través del vacío subterráneo al igual que el interior
del palacio del rey demonio y se desvaneció. Sí, otra espada sagrada interceptó
su golpe.
Y a pesar de ello, Chastille contestó con una voz suave al mismo tiempo que
repelía la espada sagrada de Raphael:
— Me has hecho travesuras sin parar, pero admito que tengo la culpa por
perturbar tu pacífica vida. Así que dime, ¿no podríamos intentar hablar las
cosas? —Las palabras de Chastille eran claras y serenas, como si su
melancolía en el castillo hubiese sido una farsa.
Ese maldito Raphael… ¿Por qué su sed de sangre se desvaneció justo cuando
atacó a Foll?
Podría mirarse como una niña, pero Foll era una candidata a rey demonio, uno
de los magos más poderosos del mundo. Es por eso que Zagan le dijo que
parara, ya que aún no quería a Raphael muerto.
— No estoy muy seguro. Es por eso que intento hablar con él. ―Respondió
Zagan, aunque no era como si no tuviese una idea.
“Expiación”.
— E-espera, Zagan,
Su shock no era sorpresa alguna, puesto que Orobas era el nombre del padre
de Foll… el nombre del dragón que Raphael había asesinado, por lo que
escucharlo hizo que Zagan y Foll dudaran de sus oídos. Barbatos era el único
entre ellos que no podía seguir la conversación y se veía completamente
asombrado.
Justo cuando Zagan dijo eso y dio un paso hacia Chastille… “algo” se rompió
con un crepitar.
Parte 5
— Zagan…
— Ya sé.
Ese sonido provino del palacio del rey demonio. Y en lo más profundo, más allá
de las compuertas destrozadas, ellos podían sentir que algo había empezado a
moverse.
― ¿Hay algo… ahí…? ―Era “algo” que no estaba allí la vez pasada, cuando
Zagan y los demás investigaron el palacio.
El viento maldito corría la piel como si fuera lo más normal, pero lo más
destacable era su habilidad para masticar el alma.
De arriba a abajo, tenía un cráneo, dos brazos, y dos piernas. Sin embargo,
definitivamente no era humano. Su piel estaba hecha de algo tan duro como la
piedra, y se contraía misteriosamente con cada respiro. Tendones como fisuras
negras se esparcían por su cuerpo, y Zagan de alguna forma podía decir que
eran sus venas.
A pesar de todo eso, lo que difería por encima de todo… era su cara. Su boca,
que estaba repleta de pequeños colmillos, estaba en su frente, y sus ojos
inyectados de sangre se hallaban en el centro de su cara y alrededor de la oreja
izquierda. No tenía nariz, pero en vez de ello había cilindros con forma de
percebe sobresaliendo por varias partes que inhalaban y exhalaban aire. No,
aire no… maná.
Zagan se daba cuenta por solo mirar la reacción de Chastille mientras sujetaba
su pecho. Sea humano, creatura, o naturaleza, codiciaba el maná de todo aquel
que poseyera, devorándolo incesantemente.
Sin embargo, Zagan conocía este aire. De hecho, incluso reconocía la figura
ante ellos.
Era una escultura modelada a base de un demonio, sellado por alguna clase de
círculo mágico.
Ya sea porque el sello fue roto, o tal vez fue casualmente fue activado.
Marchosias no era tan senil como para que esto pasara por coincidencia.
— Im…posible…
La persona en hablar con una ronca voz… era Raphael. Parecía ser que se
recuperó lo suficiente para por lo menos hablar.
Y justo cuando Zagan murmuró para sí mismo… el globo del ojo en el lado del
monstruo se retorció y lo miró con ira.
― Por el Sello del Rey Demonio, Zagan te ordena. Oh grotesco ser, regresa a
tu letargo.
desvaneció al ser ordenado de similar manera. Y, por lo tanto, hablar con el que
está frente a él de la misma manera resultó en....
Esta chica… debió darse cuenta que no tenía oportunidad alguna sin su
armadura ungida… ¿No le tienes miedo a la muerte? Mientras pensaba eso,
Zagan agarró reflexivamente la nuca del cuello de Chastille y saltó. Es por eso
que él no vio la simple verdad… No se dio cuenta de que Chastille estaba
cubriendo a la joven chica detrás de ella.
La luz atravesó justo donde Zagan estaba parado y engulló la figura de Foll. Y
justo antes de eso, Zagan pensó ver algo colgando de Foll.
— U-ugh…
La que dejó salir un pequeño gimoteo era Foll, y la persona colgando de ella…
era Raphael.
En cualquier caso, para Zagan era motivo suficiente para aventar su puño
cuando el monstruo abrió su boca de nuevo.
Aplastando ese círculo mágico en su mano, Zagan luego tiró su puño hacia
abajo, y la Escama Celestial pulverizó el cráneo del monstruo, junto con su boca
recolectora de maná.
— Hey, ¿los dos están vivos? ―cuando Zagan los llamó, Foll débilmente abrió
sus ojos.
— Estoy… bien…
Sin embargo, eso no iba con Raphael del todo. Y viendo su cuerpo, el cual tenía
su brazo cercenado junto con todo su hombro completo, hizo hacer a Foll una
expresión estupefacta.
Recibió una herida fatal, perdió una larga cantidad de sangre goteante que tiñó
su armadura ungida de rojo, e incluso tenía una tez mortal, y aun así se
mantiene de pie.
Incluso mientras vomitaba sangre, Raphael abrió su boca para hablar sin perder
la calma:
— A-así es. —Foll estaba atemorizada por la tenacidad del temible hombre,
pero aun así logró asentir mientras soltaba esas palabras. Y en respuesta,
Raphael miró directamente a la joven chica y le contó la verdad.
— No me importa un carajo lo que pienses de mí. Sin embargo, diré esto por el
bien del honor de Orobas. Ese gran dragón… de ninguna manera cayó ante
nosotros los débiles humanos.
— ¿Qué… de qué?
— Aquel día, con el objetivo de matar cierto enemigo, rogué por la ayuda del
sabio dragón Orobas. Y él escucho mi deseo con atención.
— ¿Enemigo…?
¿Exactamente que era este enemigo que los caballeros angelicales estaban tan
desesperados en asesinar? ¿Un rey demonio…? No puede ser, ¿eh? Zagan
tragó saliva y esperó las siguientes palabras de Raphael con una respiración
agitada.
— Entonces, ¿qué es eso? ¿No es un monstruo que difiere de las cosas de las
cuales conocemos?
Escuchando esas increíbles palabras, Foll miró hacia Zagan como dependiendo
de él. Y Zagan firmemente asintió de vuelta.
Tal vez el hecho de que Barbatos fue capaz de invocar un demonio es una
premonición…
Barbatos ciertamente era un mago que poseía un poder poco común, pero el
ritual en ese entonces se activó sin siquiera necesitar un sacrificio ya que el
poder de Zagan lo golpeó, así que estaba incompleto.
Un demonio no debería de ser tan débil como para ser invocado por magia tan
mal hecha.
Incluso Foll seguramente sabía que las palabras de Zagan eran ciertas.
Después de todo, habían recolectado puros libros relacionados con los
demonios en los archivos del castillo. Sin embargo, vio para arriba a Raphael
como si aún no lograra creerlo.
Simplemente dijo de otra manera lo que ella mencionó. Aunque lo que difería
era que el dragón peleó orgullosamente en la mente de Raphael, por lo que
esos hechos fueron transmitidos a través de su explicación.
— Orgullosa… ¿dices?
— Así es. Ten orgullo. Orobas arriesgó su vida para protegerte a ti y al maldito
mundo en el que vives. Si no lo celebras, entonces ¿quién carajos lo hará?
―Exclamo Raphael, luego se arrodilló ante Foll mientras continuaba:
Seguramente esa era la escena que Foll atestiguó. Y después de decir todo
eso, Raphael cambió su atención hacia Chastille.
Finalmente, viendo adónde iba su historia, Zagan abrió su boca para hablar.
Chastille alzó su voz en apuro con tan ridículamente importante papel que se le
estaba imponiendo.
Cuando Zagan volteó a ver, se percató que el monstruo que debió estar partido
a la mitad estaba de pie una vez más.
Parte 6
— Haaah… parece que hay tipos inmortales esparcidos por todos lados, ¿eh?
Justo después del arcángel que tuvo su hombro completo volado en pedazos,
vino el monstruo del legado del anterior rey demonio. Comparado con estos
sujetos, Zagan seguramente era la persona con más debilidades humanas.
— Los golems están fuera de mi especialidad, pero si es algo hecho con magia,
entonces puedo romperlo.
— Eso… no es un golem.
Zagan frunció sus cejas cuando escucho la fuerte convicción en esas palabras.
Zagan fue incapaz de negar ese proclamo. Después de todo, la primera vez que
vio a este monstruo, lo que se le vino a la mente fue un demonio.
— No hay error. Son las ruinas del demonio que Orobas y yo derrotamos.
Marchosias seguramente lo recuperó, y creó esa quimera.
Las ruinas al final era ruinas, seguramente no estaba nada cerca de su poder
original, pero, aun así, seguía siendo un demonio. Era entendible que
simplemente aplastarlo no acabaría con él.
Sin importar eso, una sonrisa apareció en la cara de Zagan. Perfecto. ¿Intento
probar otra habilidad?
— Sin embargo, maldita sea, ya deberías saber muy bien lo que pretendes
hacer.
Una luz pálida, la cual no tenía parecido alguno con las furiosas flamas de
Raphael, rodeaba la hoja. Sin embargo, no se sentía fugaz en lo absoluto.
Zagan sabía que tomó el mismo poder que Raphael desató en forma de flamas
y la concentró en toda la hoja. Tenía un filo que incluso podría cortar a través
de la Escama Celestial.
Luego de haber visto su lamentable estado estos últimos días, se dio cuenta de
ello aún si no quisiera.
— Quién sabe…
Chastille hinchó sus mejillas malhumorada, luego giró su cabeza a un lado con
bufido y habló.
— Me gustaría intentar una cosa, pero necesito dar un golpe directo. Tengo que
estar justo en su cara, ¿sabes?
— Ya viene.
— Lo sé…
Barbatos estaba fuera del rango de luz, pero había otros dos que no.
Aún podría ser posible para Foll esquivar, pero Raphael no podía mover ni un
músculo. Además, no le gustaba la idea del ataque siendo apuntado hacia su
hija por segunda vez.
Era un ataque largo y lento, por ello Zagan tuvo el tiempo de extender su puño
para chocarlo.
El puño del monstruo fue aplastado como si fuera frágil, los fragmentos
esparciéndose por los aires.
¿¡Así que esta es la razón por la que regresa a la normalidad después de ser
aplastado!? El cuerpo de piedra era simplemente temporal, y su verdadero
cuerpo era la niebla negra divagando dentro.
Para cuando Zagan pensó haber visto un blanco ataque cortar a través del
fragmento de piedra, el siguiente ataque de la espada ya estaba en camino. El
número de golpes fácilmente estaba dentro de los dos dígitos. Y eran a una
velocidad tan alta que parecía que ocurrían simultáneamente. Sin embargo,
aunque la velocidad era aterradora, lo verdaderamente atemorizante era que
esos ataques venían detrás de Zagan y destruían los objetos enfrente de él. Y
a pesar de eso, nunca le hicieron siquiera un rasguño.
Sin embargo, ahora mismo era una aliada a la que le confiaba su espalda. Y,
por consiguiente, Zagan sujetó la Escama Celestial que formó en su mano,
colocándolo sobre otra estructura de circuitos.
— ¿Fallaste?
Con una repentina llamarada, el monstruo de piedra fue rodeada por una flama
negra. La flama se había apagado en un solo instante. Y, mientras recorría la
superficie de la piedra como si le tiñera, la flama se desvaneció.
Con eso, todo había llegado a su fin. La oscurecida estatua se desmoronó sin
ningún sonido. No importa qué poder regenerativo tenga, una vez que pierda su
maná, solamente es piedra.
Cuando Zagan se dio la vuelta, se dio cuenta de que Chastille estaba de pie,
con los ojos bien abiertos y conmocionada.
— ¿Qué… hiciste?
Seguidamente, Zagan creó un círculo mágico en su mano para darle una mejor
explicación de la situación.
― Verás, existe esta magia llamada Escama Celestial. Esta cosa succiona
maná sin parar de su alrededor y continuamente acumula intensidad como
escudo, así que todo lo que hice fue revertir el efecto y aventárselo al enemigo.
— ¿Revertir el efecto…?
Si un mago humano recibía ese golpe, serían impotentes. Y, de hecho, era una
magia tan malévola que, si los otros reyes demonio descubrieran su existencia,
estarían forzados o declararla como un arte prohibido.
El demonio que Zagan confrontó poseía un maná mucho más absurdo. Con el
actual Fósforo Celestial, un demonio de verdad probablemente destruiría la
magia antes de ser calcinado. Al igual que la incompleta Escama Celestial, se
notaba que este también podía mejorarse.
Cuando dijo eso, por alguna razón, Chastille abrió sus ojos ampliamente y
cubrió su cara.
— ¿Qué?
— No, es solo… Esta es la primera vez… que me llamas por mi nombre… eso
es todo…
— ¿Es así? —Zagan no estaba al tanto del hecho, pero ahora que lo
mencionaba, se percató que solo se refería a Chastille con “tú”, “esa chica”, o
cosas parecidas.
— ¡Zagan!
Cuando se dio la vuelta por el chillido de Foll, Zagan vio a Raphael colapsar
exhausto.
Parte 6
— Parece que no fui capaz de atestiguar a la espada más rápida de entre los
arcángeles.
Acostado en el suelo, Raphael formó una sonrisa. Aún ahora, era una feroz
sonrisa que parecía que atacaría en cualquier momento, pero en realidad solo
reía.
— No hables mucho. Soy malo con cualquier cosa relacionada con sanación.
Zagan daba primeros auxilios a Raphael con magia, pero la herida era muy
profunda. Como mucho, podía detener el sangrado. Parecía que la buena suerte
de Raphael se había acabado, puesto que la habilidad regenerativa de dragón
se debilitaba, apenas permitiéndole permanecer en este mundo.
— Chastille. Sin importar lo que pienses de nosotros, tus acciones por sí solas
se han convertido en nuestro pendón. Aquellos que simpaticen conmigo…
seguramente se convertirán en tus aliados de ahora en adelante…
— Si tan solo fuera dentro de la iglesia, entonces estaría bien. Sin embargo, es
justo como ese hombre dijo. Yo… he matado a demasiados magos. Si saliera a
pedirles que uniéramos las manos después de todo este tiempo, nunca
consentirían.
Es por eso que necesitaba a alguien como Chastille. Y Chastille fue sorprendida
por eso.
— Entonces ¿por qué mataste tantos magos en primer lugar? ¿Tenía alguna
clase de resentimiento o algo?
Zagan no planeaba reclamar que los magos eran virtuosos. Por el contrario, los
magos eran, sin excepción, todos villanos. No podía pensar en una razón para
no odiarlos, pero, aun así, matar aproximadamente 500 de ellos no era una
pequeña hazaña. Tenía que haber una razón.
Sin embargo, nadie fue capaz de predecir la respuesta de Raphael para dicha
pregunta.
— No los maté porque quería. Por alguna razón, los magos simplemente
continuaban atacándome.
— ¿Me pregunto por qué? Todo lo que hice fue intentar tener una conversación
de caballeros con ellos. Incluso cuando les mostré una sonrisa para probar que
no era un enemigo, esos malditos magos no me escuchaban para nada y
siguieron abalanzándose sobre mí. Por supuesto tenía que aceptar sus desafíos
llegados a ese punto, lo cual siempre acababa conmigo cortándolos.
— Ahora que lo mencionas, ¿podría ser que estabas negociando que mi espada
sagrada… se me fuera devuelta?
Parecía que algo parecido pasó con Chastille, por lo tanto, Zagan intentó pensar
en su conversación anterior con Raphael.
Habló de una manera muy indirecta, pero ciertamente este hombre nunca dijo
nada de querer matar a Chastille. Claro, habló de los puntos de vista de la
iglesia, pero nunca mencionó que estaba de acuerdo con ellos.
— Pero ¿en serio puedes matar cerca de 500 personas de esa manera?
— Simplemente acabó así después de ser atacado día tras día. Y cuando los
magos dejaron de venir, la iglesia me mando a otra región.
No era muy convincente la historia, pero Zagan podía entender que fue hecho
sin la intención. Y, como uno podría esperar, soltó un suspiro.
Si, con Raphael tachado de la lista, dentro de la iglesia había pocos que
pudieran ser los responsables.
Foll fue incapaz de responder. Así que, en vez de eso, le hizo una pregunta:
— Solo responde una cosa. ¿Qué clase de dragón era Orobas para ti?
— Ya veo…
— Entonces, ¿no está bien dejarlo así? —preguntó Zagan a la vez que extendía
su mano hacia Foll, y luego dijo:
— Uh, mm.
Ni siquiera Zagan sabía si era lo correcto darse por vencida con su venganza.
Pero, aun así, se daba cuenta que Foll ya no cargaba con un desdén profundo
hacia los caballeros angelicales.
Era posible que su odio volviera a emerger después de todo eso. De hecho,
también estaba seguro que vacilaría eventualmente. Sin importar eso, Zagan y
Nephy decidieron quedarse al lado de esta chica.
— Ehhh, ¿y yo que?
Parte 7
— Mis más sinceras disculpas. No hemos sido nada más que ineptos.
— ¡Ha! —Con una reverencia y ese grito enérgico, los tres caballeros salieron
de la oficina de Clavwell.
Al cerrarse la puerta, Clavwell soltó una voz triste como si ya no fuera capaz de
soportarlo.
La cara que se asomaba de entre sus dos manos era una asquerosamente
retorcida.
— Los magos son la maldad. Y aquellos que son cómplices con ellos son
maldad. Si un arcángel es bañado de pecados, entonces su reemplazo debe
ejercer la verdadera justicia por la fuerza, ¿verdad?
Esto no era una derrota para la espada sagrada. Porque el portador era
inadecuado, eran incapaces de usar su verdadero poder y como resultado,
perecían. Eso, por sí solo, podía denominarse la voluntad de la espada sagrada.
Chastille dijo ingenuamente que no quería pelear contra el rey demonio. Por
ende, inmediatamente confiscaron su espada sagrada, y las preparaciones para
llevar a cabo la ceremonia de su gran ejecución ya estaban en proceso. La razón
por la que fue retrasada… era porque hubo objeciones de los otros cardenales.
Mocosa revoltosa… ¿Estás diciendo que no moriste con ese veneno? Era su
veneno atesorado, producido con el propósito de torturar a los magos
capturados. No había forma en que Chastille estuviese viva después de tomar
algo que era fatal incluso para los magos más poderosos. Y a pesar de eso, ni
su cadáver ni la espada sagrada había aparecido.
Esos tres servían ciegamente a Chastille. Por eso los estuvo monitoreando,
pensando que seguramente serían capaces de encontrar el escondite de
Chastille, pero todo lo que hicieron fue vagar por el pueblo en desorden. Sin
importar cuánto tiempo pasara, nunca la encontraron.
Tenía que pensar en otra jugada. Y mientras gimoteaba con pensamientos tan
desagradables, alguien tocó a la puerta.
— Perdón, ahora mismo deseo estar a solas. Por favor deje lo que necesite
para después.
No estaba tan mal, pero puesto que estaba fuertemente empapado de ira, no
sentía que podía hablar tranquilamente con otra persona. Sin embargo, a pesar
de sus instrucciones, la puerta de la habitación fue abierta violentamente.
— Voy a pasar, Clavwell. —Una voz resonante hizo eco, y el que apareció era
nadie más que el gigante caballero angelical Raphael.
Clavwell no estaba seguro de cuál era su objetivo exactamente, pero sabía que
Raphael trataba de crear una nueva fuerza dentro de la iglesia. Llamada la
“Facción de Unificación” o algo así, y si Clavwell descubriera que era un grupo
que se oponía a todo lo que él representaba, seguramente no habría tomado
esta decisión. Aun así, ya sea buena o mala suerte, dentro de la iglesia no
existían aquellos capaces de imaginar la ideología de Raphael juzgando su
apariencia exterior.
A una velocidad mucho más rápida de lo que Clavwell pudo percibir con sus
ojos, Raphael cercenó el brazo derecho del cuerpo de Clavwell.
¿Por qué… yo? No podía decir esas palabras en voz alta, pero mientras
Clavwell se quejaba con sus ojos, Raphael entendió recibió el mensaje fuerte y
claro y contestó:
Epílogo
— Ya veo. Como pensaba, el culpable era el Cardenal Clavwell, ¿eh? —en una
habitación de huéspedes en el castillo de Zagan, Chastille murmuró esas
palabras con un tono un tanto solitario.
Por eso estaba afanado con la idea de que todos los magos eran malvados, e
incluso consideraba a Chastille, quien se había hecho amiga de uno, una
enemiga.
Fue algo que pasó cuando pelearon por primera vez. Y como podría esperar,
en un estado desalentado, Chastille dejó caer sus hombros.
— Aun así, las personas quieren creer que lo que hacen es correcto. Me
pregunto… ¿es tan malo eso?
— Creer eso depende de ellos. Sin embargo, en el momento en que crean que
pueden estar equivocados, definitivamente vacilarán. En ese sentido, el
culpable que intentó matarte tiene razón. Después de todo, nunca vaciló en
tratar de matarte.
La justicia se resumía en eso al final. Era algo que las personas creen con todo
su ser, con lo que nunca vacilarán. Cuando una ciega fe llega muy lejos, siempre
se vuelve en fanatismo. El motivo de que la iglesia era tan fuerte… era porque
de eso sedimentó su fundación.
— Eres tan duro como siempre, ¿no? ―dijo Chastille mientras formaba una
amarga sonrisa, pero no era la cara de alguien afligido por un pesar. Y después
de tomar un sorbo de su té que fue preparado para ella, se levantó.
— Ya veo.
Y con esa corta respuesta, Chastille una vez más formó una amarga sonrisa.
— Aún en momentos como estos, eso es todo lo que me dices a mí, ¿eh?
Zagan sintió como si hubiera hecho algo malo cuando escuchó sus palabras.
Estaba un poco retardado acusarlo de ser insensible, pero que se lo digan a su
cara aún le hacía preocuparse. Y es por eso, que Zagan señaló la taza de
Chastille.
— ¿Eeek? —Chastille levantó una voz en pánico, mirándose lista para tirar su
taza.
Luego de observar por un rato más su figura en pánico, Zagan le habló con un
tono que hacía parecer que estaba un poco confundido por el alboroto.
Bueno, aún sin que Zagan se lo mencionara, Chastille seguramente sabía que
era una broma. Y después de sostener su taza normalmente de nuevo, lo
observó fijamente.
— Sin importar como la pongas, ¿esa no fue una de muy mal gusto?
— ¿Tú crees?
— Por supuesto que sí. Este té… fue hecho por Nephy, ¿cierto? y yo estaba a
punto de derramarlo por todo el lugar, ¿sabes?
— Jaja, ja… Bueno, parece que será difícil llevarnos bien —rio Chastille,
claramente llena de alegría, seguidamente se paró.
— Ven… de nuevo… Chastille —Foll habló con una voz silenciosa y nerviosa.
Y cuando repentinamente empezó a sollozar con fuerza, las lágrimas se
acumularon en los ojos de Chastille.
— Así que al final… ¿estás llorando? —Y con eso, Foll también dejó salir un
suspiro exasperado.
— Solo fue por poco tiempo, pero he estado a sus cuidados. No sé si pueda
cargar con el peso de la Facción de Unificación del señor Raphael, pero me
esforzaré solo un poco en crear un mundo donde puedas vivir más en paz.
— Pienso que es más de lo que puedo, pero de todos modos haré mi mejor
esfuerzo.
El dueño de esa voz, quien entró a la habitación sin ningún sonido, carecía de
un brazo y cargaba un juego de té.
Sí. La persona ante ellos era ningún otro más que… el arcángel Raphael. Y
como agradecimiento por tratar sus heridas, preparó té en la mañana.
A pesar de eso, el brazo que perdió no podría ser recuperado, lo que impactaba
fuertemente el poder de Raphael como caballero angelical. Teniéndole lástima
por eso, Zagan dirigió un pequeño vistazo en su dirección.
La última vez que partieron, Zagan también pensó lo mismo. Sin embargo, este
hombre había ofrecido fielmente su cabeza a Foll, por lo que Zagan lo trajo al
castillo. Aunque, puesto que Chastille colapsó totalmente exhausta, nunca le
dijo nada al respecto.
— Oh, vamos. ¿De qué otra manera pensaste que aprendí los detalles de la
muerte de Clavwell?
Si no fuera por eso, no había forma en que los rumores del asesinato de un
cardenal llegaran todo el camino hasta este castillo. Incluso la iglesia
seguramente planeaba encubrir el escándalo.
Mientras hablaba en un tono que implicaba que él la mataría ahí mismo, la cara
de Chastille de repente tuvo un espasmo.
— Ah… estas diciendo que actuar tan amablemente sin conocer las verdaderas
intenciones de las personas causarían su muerte, ¿cierto?
— ¿EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEH?
Tapando sus oídos por el grito de Chastille, Zagan recordó la conversación que
tuvo con Raphael y Foll.
Percibiendo a Raphael, que había agotado todas sus fuerzas en la entrada del
castillo con la barrera de Zagan, todos, excepto Chastille, salieron corriendo a
su encuentro. Y lo primero que salió de su boca al hacerlo fueron esas palabras.
Este hombre no fue el que mató a Orobas. Sin embargo, también era posible
tomarlo como objetivo de venganza. Es por eso que se le dio a Foll el poder de
elegir el destino de Raphael.
Después de pensarlo por un minuto, Foll vino con una respuesta un tanto única:
Zagan adquirió algo de conocimiento sobre las espadas sagradas del legado de
Marchosias, pero como se esperaba, había una diferencia entre tener la cosa
de verdad y no tenerla. Si fuera capaz de descifrar las crestas grabadas en la
espada sagrada, entonces algún día seguramente sería capaz de identificar la
verdadera naturaleza del Sello del Rey Demonio.
Además, aún sin eso, no hay manos suficientes para el mantenimiento del
castillo y la administración del palacio del rey demonio.
— ¿Necesitas algo?
— Espera un segundo… —Foll salió del cuarto de Chastille con esas simples
palabras.
Poco después, Foll regresó. Y en sus brazos estaba un enorme brazo izquierdo
hecho con una armadura. Lo guardó desde que llegó al castillo, pero era la
armadura de papel maché que usaba cuando tomaba la apariencia de Aparición
Valefor.
— Agáchate.
— ¿Hmm? —Raphael se arrodilló cuando dijo eso, confundido por sus acciones,
y Foll acomodó la armadura en su hombro izquierdo. Posteriormente,
silenciosamente murmuró unas oraciones, lo que causó que la hueca armadura
brillara con una pálida luz.
Era la misma magia que Foll usaba para manipular la armadura. Y parecía que
la cambió para que incluso Raphael pudiera usarla.
— Eso es demasiado —aunque ella desvió su mirada con un puf, las mejillas
de Foll estaba ligeramente teñidas de rojo.
— No, pero… —Chastille una vez más, estaba al borde de las lágrimas a pesar
del hecho de ser quien tomó la decisión de irse en primer lugar.
Llegado a ese punto, puesto que no tenía otra opción, Zagan abrió su boca para
hablar.
— Está bien con que vengas aquí cuando quieras, ¿cierto? Nephy y Foll se
alegrarían.
— ¿Yo también?
— También, ¿verdad?
Foll estaba haciendo una cara como si no lo hiciera, pero tampoco dijo nada
para negar su reclamo.
— ¿Y tú…?
Ya que nunca pensó que ella diría algo así, Zagan simplemente se le quedó
viendo en asombro. Y después, mientras se rascaba su cabeza, contestó con
un tono un poco mundano:
— ¡Okey! ¡Yo también me esforzaré! —Luego de decir eso, esta vez, la doncella
de la espada sagrada partió.
Mientras Zagan estaba diciendo eso, Nephy se paró a su lado, pero desvió su
cara con un puf por alguna extraña razón. Sus mejillas sutilmente hinchadas, y
podía darse cuenta que parecía estar un tanto molesta.
— ¿Nephy?
— ¿Qué necesitas?
Después que Zagan dijera eso, Nephy rodeó fuertemente su brazo como si
planeara atraparlo.
Dos suaves bultos se empujaban contra él. Y a través de ellos escuchaba latir
su corazón extremadamente rápido. Además, las puntas de sus orejas
puntiagudas estaban ligeramente rojas y podía ver como se estremecían.
Está enojada, pero ¿también esperando algo? Zagan se preocupó un poco por
la difícil petición, y luego tocó su mejilla.
Y así, ¿la respuesta de Zagan fue la correcta? Sin importar la respuesta, parecía
haber mejorado los ánimos de Nephy drásticamente.
En cualquier caso, esa interacción entre ellos dos solo podía ser vista por el
nuevo residente del castillo.
Palabras del
Autor
Es bueno verlos a todos de nuevo. ¡Les habla Fuminori Teshima! He venido a
entregarles el volumen dos de “El dilema de un rey demonio: ¿Cómo demostrar
que la amo?”
En esta ocasión, ¡se ha agregado una hija a los problemas de esta incómoda
pareja! Y simplemente así, hay cosas como la joven chica que es mala para
expresarse, haciendo un “adivina quieeeen” por detrás, también como la
seguida investigación sobre los demonios y las espadas sagradas. ¡Sumando
que hay una mujercaballero decaída y un aterrador viejo caballero siendo
salvados o apaleados!
Ahora bien, permítanme darle las gracias a todos con los que estoy
profundamente agradecido: a la persona responsable de mí, K. Al ilustrador,
COMTA. (Foll es demasiado linda, ¡de verdad!) a todos los que tomaron parte
en el diseño de la portada, corrección de pruebas, publicidad y demás. A mis
hijos. Y a ustedes, mis queridos lectores que agarraron este libro. ¡Muchas
gracias!
Fuminori Teshima