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¿Quién gobierna la conducta ingestiva?

El Extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde


Aplicación del "Extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde" a la clínica del balance energé�co y la composición
corporal en obesidad.

Autor: Dr. Julio C. Montero

Resumen

Precisos y redundantes mecanismos regulan los procesos vitales. Su fuerza es proporcional a la jerarquía
y su expresión o manifestación difiere según la naturaleza del fin perseguido. Así, los que se instrumen-
tan a través de conductas intencionales suelen estar intermediados por cambios neurohormonales que
modifican la relación placer/displacer que gobierna su ejecución. Las intervenciones que interfieren con
esta ecuación generan complejas situaciones frecuentes en la prác�ca clínica de la nutrición.

"Cuando la corteza prefrontal propone pero las estructuras subcorticales


disponen"

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Introducción

Louis Stevenson (1) es el �tulo de una novela publicada en 1866, sobre la dualidad latente en un mismo
organismo. El Dr. Henry Jekyll y el misántropo Edward Hyde, surgen a consecuencia de una técnica de
desdoblamiento de la personalidad. Posiblemente el mismo Stevenson transitaba por una experiencia
semejante, pues estaba siendo tratado con cornezuelo del centeno, fuente de ácido lisérgico (1). Duali-
dades comparables suelen producirse al intentar alterar equilibrios esenciales para la vida; como el de
las reservas energé�cas, por ejemplo.

En este caso uno de los personajes es el conjunto de procesos (cogni�vos, razonados y voluntarios)
residentes en la corteza cerebral; cuyas facultades permiten implementar y desarrollar conductas y com-
portamientos. Sin embargo, la autonomía de este actor podría no ser siempre autén�ca sino estar al
servicio de estructuras subcor�cales: el segundo personaje. Estas estructuras -“intelectualmente inferio-
res”-, podrían valerse de las primeras para sa�sfacer sus propias necesidades o las de otros tejidos.
Corteza y subcorteza, como Jekyll y Hyde, no pueden dialogar, debido a la desigual naturaleza de su
lenguaje, de sus intereses y de sus posibilidades.

Jekyll: cerebral, culto, fundamentado en abstractas razones y Hyde: ins�n�vo, analfabeto, concreto y
apremiante. Tan dis�ntos que podrían disgustarse, como en el supuesto de que el Dr. Jekyll decidiera
reducir su ingreso energé�co para corregir una obesidad que no incomoda a Mr. Hyde.

Los mo�vos de Jekyll para dietar serán salud, esté�ca o riesgo. Seguramente ninguno de ellos interesa a
Hyde, quien presume que de hacertlo sólo perderá sa�sfacción (recompensa). Y ya que no encuentra
nada bueno en las razones de Jekyll, se opondrá a sus planes. Hyde sólo hace lo que disfruta1 mientras
que el sesudo Jekyll más bien piensa en beneficios teóricos y futuros. Así lo en�ende Hyde, mientras
prepara para Jekyll un poco de la misma medicina. Interferirá con lo que más feliz lo hace: el libre ejerci-
cio de sus capacidades.

En adelante toda agradable o necesaria ac�vidad de Jekyll se asociará con disconfort, sea ansiedad,
nerviosismo, insomnio, etc. Sin duda esto lo hará desis�r2.

Así de domés�co, porque Hyde es un subcerebro sensible a las ingestas, compuesto por núcleos como el
accumbens, el estriado y sus numerosas conexiones. Glucosa, dulces, grasas, alcohol, producen cambios
neuroquimicos (2) (3) en el tronco cerebral que las estructuras cor�co-límbicas han aprendido a recono-
cer como placenteros (4), cons�tuyendo un mecanismo de refuerzo posi�vo. Así lo hace el sistema opioi-
de con el hambre desencadenado por la proteína agou� (5) y el canabinoide con el debido al ayuno (20).

Anfetaminas, canabinoides

Corteza
prefrontal

Opioides, etanol,
Area ventral tegmental benzodiazepinas

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GABA, serotonina y especialmente dopamina son protagonistas del hedonismo y del refuerzo de com-
portamientos asociados a actos placenteros. La úl�ma es de par�cular interés en la regulación de la
ingesta (7), por modular la vía mesolímbica de recompensa (8). De hecho, las drogas que bloquean los
receptores D2 aumentan el ape�to y producen una significa�va ganancia de peso (9) mientras que las
que incrementan la dopamina cerebral son anorexiantes (10).

La dopamina del accumbens, liberada desde las neuronas presináp�cas del área tegmental ventral,
ocasiona euforia y refuerza el comportamiento a través de respuestas hedónicas, promueve el aprendi-
zaje del es�mulo asociado y an�cipa los efectos recompensantes (11).

La dieta que prac�ca Jekyll modifica las señales energé�cas y de composición corporal: glucosa, lep�na,
ghrelina, entre otros. En Hyde, estos cambios son traducidos como sensación de hambre, mediada por
las orexinas3 liberadas en el hipotálamo lateral (12), que también generan ansiedad, intranquilidad, tal
vez insomnio. La amígdala parece ser responsable de estas displacenteras sensaciones (13) que presio-
nan a Jekyll para que recomponga el nivel de las señales (comiendo a sa�sfacción de Hyde),si desea recu-
perar la paz y el descanso (14 (15).

Jekyll parece ignorar que una sola noche de ayuno es suficiente para aumentar la liberación de orexinas
por creación de nuevas sinapsis4, cosa que podría rever�r fácilmente con la realimentación. Hyde inten-
tará que lo haga: liberará CRH5 hipotalámica que además de estrés, generará más orexinas (16) y un
monto adicional de ansiedad (17) por inducción de plas�cidad neuronal aguda en el hipotálamo lateral
(16).

El hambre por las orexinas es reforzado por el de la MCH6, asociadamente liberada (18), que suma
tendencia anabólica al reducir la movilidad y la producción de calor; en oposición a los planes adelgazan-
tes de Jekyll (19).

Hasta el sistema canabinoide es sensibilizado por la carencia energé�ca, y el resultado es la exageración


de la sensación placentera que acompañaría a la ingesta deseada (20). La disminución de lep�na (21) y
el aumento de ghrelina (22), consecuencia de las maniobras alimentarias de Jekyll, aumenta los canabi-
noides, aflojando el freno a sus efectos fágicos.

¡Poderosos aliados los de Hyde! Opioides, dopamina, orexinas, MCH, canabinoides… No repara en meca-
nismos ni le importan sus consecuencias. Sólo la recompensa y su inmediatez, pues rechaza las promesas
de bienestar en el largo plazo.

Para Jekyll, los criterios de Hyde responden a necesidades “irracionales”. La irreconciliación está casi
consumada.

Jekyll, acosado por apremiantes y constantes visiones y pensamientos alimentarios, ansiedad e intran-
quilidad, no conseguirá concentrarse en sus tareas, relajarse, descansar, dormir o disfrutar de otras cosas
(mecanismo de refuerzo nega�vo) a menos que complazca a Hyde (mecanismo de refuerzo posi�vo).

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REFUERZOS POSITIVOS

Respuestas de
AREA TEGMENTAL VENTRAL
reforzamiento
Alimentación Producción de opioides,
espontánea dopamina, serotonina,
Aprendizaje
canabinoides, etc.
hedonís�co

REFUERZOS NEGATIVOS

¿Comer nocturno?
Obesidad
Alimentación
insuficiente

Estrés HIPOTÁLAMO LATERAL Despertar


Producción de orexinas y MCH Insomio
Cambio en señales Vigilia
metabólicas Alerta - ansiedad
(lep�na, glucosa, etc.) Locomoción en busqueda
de comida

En la sala de espera alguien se impacienta. En un momento se abrirá la puerta y el Dr. (o la Dra.) Jekyll
consultará buscando una solución a su obesidad. Será preciso conocer bien a los actores antes de pres-
cribir estrategias que podrían fas�diar a Hyde, sabiendo que defenderá su fuente de placer oponiéndose
y desluciendo la dieta más impecable.

Los antecedentes personales y familiares, edad, comienzo, desarrollo y duración, compulsiones alimen-
tarias, conductas purga�vas, tratamientos anteriores, ingesta de medicamentos, etc. (23) brindan valio-
sos datos sobre la personalidad de Hyde y sugieren intervenciones alimentarias o aun farmacológicas
para prevenir o reducir su irritación y resistencia.

Llegado el punto, sería lícito ofrecerle a Hyde una falsa información: una especie de analgésico que lo
alivie. Porque después de todo, Hyde, subcor�cal, prehistórico y desesperable, también �ene su lado
bueno y el irrenunciable derecho a no sufrir innecesariamente.

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Glosario

1 Mecanismo de refuerzo posi�vo: el placer impulsa a la realización de un acto.


2 Mecanismo de refuerzo nega�vo: el displacer evita la realización de un acto.
3 Las orexinas/hipocre�nas se asocian con la producción de hambre, despertar, vigilia, locomoción.
4 Fenómeno plás�co neuronal.
5 Hormona liberadora de cor�cotrofina.
6 Hormona melanocito concentrante, localizada en el hipotálamo lateral.

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Referencias
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