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El Viaje Del Doctor Mantecado
El Viaje Del Doctor Mantecado
Ambos caminan por un rato, hasta que se adentran en el centro del Reino
Mantequilla, un lugar en donde sus habitantes parecen vivir en pequeñas
neveras que desprenden un aire fresco y potente dentro de ellas, en el
interior de estas, sus inquilinos comen en comedores de hielo, descansan
en pilas de suaves hierbas congeladas y almacenan grandes verduras y
frutas que luego disfrutan con un rico chocolate caliente. También dentro
del reino, viven habitantes de otros países comestibles, hay pequeños
hombres de gomita que viven en torres de gelatina de diversos colores y
sabores, dragones hechos de pancake que viven en grandes waffleras,
hadas de helado que se resguardan en árboles de jengibre, etc.
Juan no podía parar de estar cada vez más asombrado, este lugar donde
había llegado lo sorprendía con sus extrañas criaturas, mientras más
analizaba que había podido ocurrir, más caía en la cuenta de que
probablemente su máquina del tiempo lo había transportado a un universo
alterno, además sintió un inmenso rugido por parte de su estómago, pobre
Juan.
Tras hacer esta graciosa reflexión, Mantecado piensa y decide que uno de
esos dulces instructivos podría servirle para brindarle el conocimiento
restante y comprender cómo reparar su máquina y poder regresar a su
realidad. Juan agradece al rey por la información, le explica su situación y
de cómo el ratón sería de gran ayuda a la hora de regresar a su país, el rey
comprende y le indica a Juan que el ratón tiene su laboratorio, afuera
volteando a mano izquierda en un lugar llamado “el Departamento de
Ciencias”, le dice que el ratón usualmente está muy ocupado en sus
investigaciones y que tal vez no pueda ayudarlo en ese instante, así que
gentilmente el rey le ofrece a Juan un cuarto en el palacio para que se
quede mientras resuelve su situación, juan le agradece, unos guardias
vienen a por él y proceden a llevarlo a su habitación.
Después de varios días de esperar Juan decide que irá a hablar con el
ratón personalmente, así él no quiera y se escabulle dentro de su despacho
a altas horas de la noche, allí Juan, se encuentra con una gran sorpresa,
encuentra al ratón tirando a un niño hecho de gomita dentro de un
caldero, algo claramente inmoral e indebido, el ratón lo ve y Juan sale
horrorizado, huyendo del lugar.
Juan inmediatamente llega al salón del trono para hablar con el rey sobre
lo que estaba ocurriendo, diciéndole que sospecha que los dulces que le da
el ratón son hechos de seres de otros países, el rey se asombra, pero en
ese momento llega el ratón y le explica al rey que lo que cuenta Juan es
mentira, el rey, lastimosamente cree en la inocencia del ratón y expulsa a
Mantecado del reino.
Juan destruido por la derrota, sale del castillo sin rumbo, decepcionado y
asustado, caminando se encuentra con una cantina y decide entrar, está
repleta de gente, Juan se sienta en la barra y consumido por la tristeza y
la indignación, le expresa todo lo sucedido al bar tender, lo que no se da
cuenta Juan, es que alguien desde que entró en el bar, ha estado
observando todos sus movimientos, es así cuando entra en escena una
extraña voz que le llama desde la esquina más oscura y solitaria del bar, la
voz le dice que se acerque, y resulta ser la voz de un mapache enorme,
vestido en prendas rasgadas de laboratorio que clama ser el antiguo
compañero de laboratorio del señor ratón, aquellos días de antaño en los
que solían hacer experimentos juntos, hasta que un día, cuando el Rey
Margareno los citó para mostrarle un experimento y probar ser de valor
para ser patentados por el dinero de la corona de mantequilla, el señor
ratón tuvo la idea de llevarse todo el crédito y decidió traicionar al
mapache, dándole la información incorrecta del día de la cita con el rey.
Cuando el señor mapache, llegó al reino, clamando ir por una cita con el
rey Margareno, pero este ya no se encontraba disponible, por lo cual el
mapache confundido, insistió hasta el punto de perder el control y ser
expulsado por los guardias del reino. Ciertamente una triste anécdota que
sigue atormentando al mapache hoy en día.
Cuando logran entrar en el despacho del señor ratón, los dos Juanes
deciden confrontarlo y hacer que se rinda para así poder entregarlo a las
autoridades, el señor ratón se niega y antes hace el gesto de sacar algo de
su bata de laboratorio, pero justo antes de hacerlo, el mapache saca de su
mochila un rayo paralizante y el ratón se queda inmóvil en cuestión de
segundos, como si estuviese hecho de piedra, Juan asombrado por tal
tecnología observa lo sucedido y toma nota mental, luego el mapache
corrupto por la venganza, lanza al caldero de la mezcla para dulces
inteligentes al ratón y lo convierte en uno de ellos.
Mantecado llega a su casa, feliz de regresar se sirve una taza de café para
la resaca, pero cuando menos lo piensa, al sujetarla, esta le habla.