Los sólidos en suspensión, es la medida de los sólidos sedimentables y de los no
sedimentables, que pueden ser retenidos en un filtro. Pueden causar depósitos en conducciones, calderas, equipos y las bacterias tienen un soporte donde puedan quedar adheridas y hacer su función en las aguas residuales. Cuando son de consistencia floculante y poco densa y su vertido tiene lugar en zonas donde las aguas residuales del alcantarillado receptor fluyen a buena velocidad, se les puede admitir sin peligro de causar depósitos. Este parámetro incluye materia orgánica e inorgánica, siendo los componentes inorgánicos, limos, arena y arcillas y los componentes orgánicos grasos, pelos, serrín, fibras, etc., aunque pueden ser muy diversos según de donde provengan.
La presencia de sólidos en suspensión incrementa la turbidez del agua y la de los
sólidos disueltos. Estos sólidos en suspensión producen el color aparente en las aguas y disminuyen el paso de radiación solar, lo que lleva consigo una disminución de la fotosíntesis y muerte de las plantas a las que no les llega esta radiación. Estos depósitos de sólidos pueden también pueden acarrear problemas por crear condiciones anaerobias y pueden sedimentar en las aguas receptoras formando depósitos que destruyen la fauna del fondo (alimento de los peces) y los lugares de desove. También pueden producir problemas en los peces debido a que se pueden depositar en las branquias.
Pueden ser eliminados por métodos físicos o mecánicos, tales como dejando que se depositen o filtrándolos.
La concentración máxima de sólidos en suspensión en un agua residual no debe
superar los 500 mg/l.
En las industrias los sólidos en suspensión proceden fundamentalmente de las
operaciones de almacenamiento y proceso y acabado de productos.
Los sólidos en suspensión desempeñan un papel importante como contaminantes,
tanto debido a la materia orgánica o inorgánica que los forman, como por los agentes patógenos que son transportados en la superficie de dichas partículas. Por ello, cuanto menor sea el tamaño de la partícula, mayor será el área superficial por unidad de masa de la partícula, y por lo tanto, mayor será la carga patógena que puede ser transportada.
El almacenaje de la muestra se debe almacenar en una botella de plástico de
polipropileno o de vidrio y aunque no hay un método de preservación, es preferible que se haga a unos 4 ºC y sin que le dé la luz, para detener los procesos de actividad microbiana y que no haya crecimiento de algas mientras la muestra esté almacenada, que podrían dar cálculos erróneos en la medida. Eliminar de la muestra partículas flotantes grandes o aglomerados dispersos de material no homogéneo.