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Addy Paulina Jordán Montaño

Seminario de Titulación
La ropa, texto sobre el vestir

Agg que fastidio tener que vestirme otra vez, pienso en la mañana cuando después del
baño miro el closet sin saber a ciencia cierta que elegir.

Repaso con la mirada, pienso; este pantalón me aprieta, quizás un short; no mejor un
pescador… no me he depilado (juar juar pretexto de siempre para no mostrar las piernas),
por qué no el pantalón blanco que tan bien te queda --dice José Luis que al verme en esta
situación y siempre sugiere lo mismo--, ¡ay no! hoy voy a pintar y no quiero ensuciarlo –
también misma respuesta-- el resultado es el mismo, siempre el pantalón de mezclilla que
ya está medio roto de la entrepierna, medio manchado de óleo y que aunque me queda
grande de la cintura me ajusta bien en la cadera.

Ya mejor ni hablamos de la elección de blusa, ya fastidiada; elijo la primera que alcanzo a


mano sin importarme si es vieja o nueva, o si combina o no con el pantalón que siempre
acabo eligiendo.

Pero, ¿de donde viene esta aversión a la vestimenta?¿Cuándo se convirtió en una tortura
esto de elegir algo con que cubrir el cuerpo? De niña, mi madre siempre se esmeró por
ponerme vestidos que me hicieran parecer femenina, más como una muñequita; así que
en cuanto tuve la oportunidad de elegir mi propia ropa los vestidos fueron desterrados
para siempre de mi guardarropa, esto desagradó sobremanera a mamá, pero ya no podía
hacer nada. Supongo de ahí viene la aversión por la ropa, en realidad poco me importa la
moda, yo quiero estar cómoda y si me tardo una eternidad en elegir el mismo pantalón de
siempre ya me imagino que horror si me estuviera preocupando por el outfit de moda.

Decía Luis Buñuel, la moda es la manada; lo interesante es hacer lo que a uno le dé la


gana, que bien suena esto; sin embargo aún no puedo irme a vivir a una cueva, no es
posible simplemente hacer lo que a uno le plazca cuando se vive en sociedad, hablando de
ropa, sería infinitamente mas cómodo salir en pijama e ignorar las miradas que seguro te
seguirán, es decir; se puede hacer lo que de la gana siempre y cuando eso no dañe a los
demás (digo, no pasa de que los vecinos digan que en tal casa vive la vieja fodonga que
sale en pijama, quizá solo soy la vieja fodonga que siempre usa el mismo pantalón)

En fin, creo que hay personas que simplemente no encajan, que no les gusta encajar y no
se esmeran por hacerlo, ¿será que los que pretenden dedicarse a la producción plástica
simplemente no están hechos para encajar en ningún molde?

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