Código deontológico de los orientadores

familiares
[1.1] Introducción

[1.2] Objetivos

[1.3] Principios generales

[1.4] Competencia y coordinación profesional

[1.5] Código ético de la intervención

[1.6] Del código ético a la práctica en orientación

1
TEMA
 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

Ideas clave

1.1. Introducción

Como es sabido, la ética no es una cuestión específicamente profesional, sino que tiene
un alcance más amplio que alude a un buen número de dimensiones humanas y
sociales. Sin embargo, una parte del conocimiento ético se ocupa del establecimiento
de normas que guían y regulan el desempeño profesional de diferentes ocupaciones.
De hecho, uno de los elementos que contribuyen a configurar una profesión y a
conservar su mantenimiento en el tiempo es, precisamente, su regulación ética o
deontológica.

Quizá una de las normas éticas más antiguas y conocidas aún en la actualidad referida a
las profesiones es el llamado código o juramento hipocrático, procedente del siglo V a.
C., cuyo objetivo era establecer una serie de límites a la práctica de la medicina. Evitar
el mal a los enfermos, guardar secreto en la información sobre los pacientes, o mostrar
inocencia y pureza en la profesión son algunas de las normas que recoge.

A lo largo de la historia, otras profesiones han elaborado códigos similares donde se

recogen, de forma aplicada a las tareas propias, los principios éticos generales. Es decir,
la especificidad de las labores reclama una ética específica que contribuya
tanto al ejercicio ético de la profesión, como a garantizar la fidelidad a una serie de
principios comúnmente aceptados por todos aquellos que la ejercen. Y garantizar el
cumplimiento de la ley que rodea a las familias con las que se trabaja.

La orientación familiar, en cuanto que profesión de reciente creación, requiere de la

delimitación de un conjunto de principios éticos que guíen su práctica. Para ello, puede
apoyarse en códigos deontológicos elaborados en otras profesiones clásicas como la
docencia, la medicina, la abogacía; o bien otras recientes como la psicología, el trabajo
o la educación social. Sin embargo, si aspira a consolidarse como profesión
singular, está llamada a elaborar un código ético propio.

El estudio de esta cuestión es el objetivo del presente tema con el que comenzamos esta
asignatura.

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 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

Preguntas para la reflexión

» ¿Cuáles son los principios éticos que de manera específica debe conocer y respetar
los orientadores familiares?
» ¿Qué áreas abordan?
» ¿En qué medida ayudan a consolidar y a delimitar la orientación familiar?
» ¿En qué momentos de la práctica en la orientación familiar encontraremos
dificultades para aplicar o entender el código ético?

1.2. Objetivos

» Conocer las normas que deben seguir los orientadores familiares en su práctica
diaria.
» Analizar críticamente los principios deontológicos de la orientación
familiar.
» Identificar situaciones en las que el orientador pueda tener dificultades para
respetar el código ético.

1.3. Principios generales

En este tema abordaremos el código deontológico que deben conocer y

respetar los orientadores familiares. A continuación se listan los aspectos en los
que profundizaremos a lo largo de este tema. Iremos desgranando las normas más
generales que deben regir la profesión de los orientadores familiares y terminaremos
con cuestiones más concretas de la práctica profesional:
» Aspectos éticos generales de la orientación familiar.
» La competencia del profesional y en la coordinación con otros profesionales.
» Aspectos relacionados con la intervención.

Para ello tomaremos de referencia el código ético propuesto por la Asociación

Española de Orientadores Familiares (AEOF), disponible en su página web.

Accede al documento a través del aula virtual o la siguiente dirección web:

http://www.aeof.org.es/

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Este documento está apoyado por la red de Centros de Atención Personal y Familiar
(CAPYF), que cuenta con delegaciones en Cataluña, Castilla y León, Madrid, Murcia,
Navarra, Valencia y Aragón.

También haremos referencia a Ley del menor Ley 26/2015, de 28 de julio, de

modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia, ley que apoyará
el cumplimiento del código ético y que le darán validez y consistencia.

Accede al documento a través del aula virtual o la siguiente dirección web:

https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2015-8470

El código deontológico propuesto está compuesto por 47 artículos, de los cuales

cuatro se destinan a la introducción de las normas éticas de la orientación
familiar inscribiendo la profesión en una sociedad determinada. Los once siguientes
artículos describen los principios generales de la orientación y analizan
principalmente los objetivos de la intervención y la formación necesarias del
profesional. El siguiente apartado se destina a hablar sobre los aspectos concretos
de las competencias que deben tener los orientadores familiares y la necesidad de
coordinación con otros profesionales si el caso lo requiere. Desde el artículo 24 al 44 se
concretan las normas del código deontológico a los aspectos relacionados con la
intervención, mientras que en los últimos artículos se analizan las normas que los
orientadores deben usar para darse publicidad y las consecuencias que puede
tener el incumplimiento de los aspectos desarrollados. A continuación analizaremos
algunos de los artículos más importantes del código y que son fundamentales para la
práctica diaria con familias.

El código deontológico del orientador familiar debe aplicarse en todas las

acciones que el profesional realice, tanto si trabaja a nivel grupal con una familia,
como si interviene a nivel individual o se coordina con otros profesionales. Además,
debe adecuarse a las normas de convivencia generalmente aceptadas por la
sociedad en la que la intervención está contextualizada y respetar la legislación vigente.
Por ejemplo, si en una sesión de orientación la familia verbaliza que está realizando
algún acto delictivo, como pueden ser casos de malos tratos, violación de los derechos
humanos, acciones ilegales, etc., el profesional está obligado a denunciar dicha
situación. Por ello, es importante que el orientador no asegure plenamente la
confidencialidad a la familia cuando comience con la intervención, pues en
algunos casos no podrá respetarla.

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El objetivo principal de los orientadores familiares es conseguir una mejora en la

persona o personas con las que trabaja, tanto a nivel personal como social, para
conseguir aumentar su bienestar y su calidad de vida. Es necesario conocer que el
orientador no es el único profesional que trabaja con estos fines, ya que educadores
sociales, trabajadores sociales, psicólogos, mediadores familiares, entre otros, también
buscan las finalidades descritas. Para ello es necesario que el orientador esté
abierto a trabajar conjuntamente con estos profesionales, si se diera el caso
en el que la familia acude a otros profesionales. Cuando se produjera esta situación, es
fundamental que cada uno de los profesionales conozca sus funciones para que
las intervenciones no sean paralelas o contradictorias. En algunas ocasiones, la familia
acude a un orientador familiar pero además está en intervención con el equipo de
orientación del centro escolar. En esta situación ambos profesionales deben estar en
contacto para dar directrices en la misma línea a la familia.

Al igual que en las profesiones mencionadas anteriormente, el orientador familiar tiene

que tener conocimientos suficientes para trabajar con una solidez objetiva y
científica, respetar los derechos humanos y a las personas con las que trabaja y ser
sincero y honesto con las familias. La orientación debe tener una base consistente
basada en la confianza y en la sinceridad, y utilizar prudentemente una serie de técnicas
y herramientas con el objetivo de ayudar a las personas con las que trabaja. A lo largo
de la asignatura iremos estudiando la manera de establecer una base segura y honesta
con la familia y analizaremos las técnicas más adecuadas para utilizar en cada situación
concreta.

Una de las prácticas que más atentan contra el código ético de los orientadores son las
relacionadas con las prácticas contra la libertad de las personas y su integridad psíquica
y física, por lo que el orientador no pude cooperar con prácticas de castigo,
tortura o malos tratos. Del mismo modo, en las sesiones de orientación, el
profesional tiene que respetar las culturas de las personas, su ideología,
criterios morales y religiosos, sin que esto sea un impedimento para denunciar
aspectos culturales que atenten contra los derechos humanos y la
integridad de las personas o el cuestionamiento de aquellos que durante la
intervención fueran necesarios.

El orientador familiar aceptará los casos en los que sabe con certeza que sus
expectativas o creencias no vayan a perjudicar a las personas que acuden a la

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intervención, ya que no podrá discriminar por razones de edad, sexo, cultura, creencia,
etc.

Durante la intervención, el orientador no debe lucrarse utilizando su

superioridad o el poder que tiene debido al ejercicio de su profesión. Además,
puede trabajar tanto en organismos públicos como privados, por lo que no debe utilizar
esta situación para lucrarse y derivarse a sí mismo a familias de un organismo público a
otro privado. Esta norma la vamos a estudiar en los aspectos generales del código
deontológico, pero también está relacionada con la práctica concreta del orientador.

En algunos casos, el orientador familiar deberá emitir informes por escrito sobre la
situación de la familia. En ellos es esencial que no utilice un lenguaje
discriminatorio o peyorativo de los miembros de las familias. Para realizar
esto es esencial que el profesional no tenga prejuicios con respecto a las personas con
las que está trabajando pues esto se reflejará en su manera de actuar y por lo tanto de
escribir. Por este motivo es importante utilizar una redacción objetiva a través de la
cual se describan situaciones y acciones concretas o trascribir textualmente lo que dicen
las familias, de esta manera se evitará utilizar un lenguaje despectivo o acusatorio.

Del mismo modo, es fundamental que sea imparcial y evite establecer vínculos
subjetivos por género, edad, u otros motivos. Por ejemplo, el profesional, si es un
hombre, no debe posicionarse con el hombre de la familia porque se sienta más
identificado con él, sino que debe mostrarse imparcial y tener claro que el objetivo de la
intervención es la mejora de todas las personas que acuden a orientación.

1.4. Competencia y coordinación profesional

En relación a las competencias que debe tener el orientador, es necesario que los
profesionales estén formados y capacitados para dar respuesta a las
necesidades de las familias con las que trabaja, así como un compromiso por
seguir formándose a lo largo de su carrera profesional. La sociedad cambia, y con
ella las dinámicas y problemas familiares. Por eso, el orientador debe saber ayudar a las
familias en todas las situaciones. Por tanto, puede decirse que la actualización y
formación permanente se convierte en el caso de los orientadores familiares, de forma
similar a otros profesionales, en una responsabilidad moral. Unido a esto, es

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fundamental que el orientador familiar sepa utilizar diferentes técnicas que le ayuden a
cumplir con los objetivos marcados y conocer las limitaciones de las metodologías que
utiliza.

Como hemos indicado anteriormente, el orientador se deberá coordinar con otros

profesionales si así lo requiere el tratamiento familiar o en caso de que las familias
hayan estado en tratamiento previo con otros profesionales. Por lo tanto, no deberá
desacreditar a los demás profesionales, aunque no comparta con ellos el modelo
de intervención. Los orientadores, en este sentido, deben respetar a los demás
profesionales.

En la actualidad existen diversidad de métodos, teorías y procedimientos que el

orientador familiar puede seguir o utilizar, en función de sus intereses y formación. Así,
es preciso que utilice técnicas y métodos contrastados científicamente. Si no es así, y
utiliza métodos en experimentación, tiene la obligación de comunicárselo a
la familia y que ésta decida si quiere seguir ese determinado tratamiento.

Los resultados obtenidos en las intervenciones realizadas por el orientador con las
familias son completamente confidenciales, por lo que no podrá usar esa
información con personas no competentes. Es decir, no se podrá hablar del tratamiento
con otras personas como, por ejemplo, amistades personales del orientador, pero si una
entidad pública o un juzgado requieren información sobre un determinado tratamiento
familiar, se facilitará. Tampoco se rompería la confidencialidad cuando se cumpla con
la obligación establecida por ley; un ejemplo de esto sería lo recogido en el artículo 13
de Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de protección a la infancia y
a la adolescencia: «el deber que tienen todas las personas que tuvieran noticia de un
hecho que pudiera constituir un delito contra la libertad e indemnidad sexual, de trata
de seres humanos o de explotación de menores, de ponerlo en conocimiento del
Ministerio Fiscal».

1.5. Código ético de la intervención

En la mayor parte de las intervenciones realizadas por los orientadores familiares, el

profesional puede decidir con qué familias quiere trabajar. Por lo tanto, es su
responsabilidad rechazar la intervención familiar, cuando considere que dicha
intervención puede repercutir negativamente en alguna persona o entidad, o cuando se

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precise de él una función que no le corresponde o no está capacitado para desarrollar.

En ocasiones, las familias acuden a un orientador familiar para que le diga a algún
miembro de la familia que es el culpable de la situación. En estos casos, y como
estudiaremos a lo largo de la asignatura, el profesional debe tener herramientas
para convertir el conflicto en un asunto que incumba a todos e
involucrarles en el proceso de la intervención, sin señalar a culpables
determinados. Si el orientador no cuenta con estas herramientas, es más positivo para
el tratamiento de la familia que no asuma el caso.

Antes de comenzar la intervención, la familia debe conocer la información más

relevante sobre el proceso de la orientación. El orientador debe facilitar
información a la familia sobre el modelo de trabajo utilizado, los objetivos de la
orientación, los precios de sus servicios, etc. Además, debe dejar claro a la familia que
no tienen un contrato de permanencia con él y que pueden abandonar la
intervención cuando lo consideren necesario. En el caso de trabajar con
menores de edad, debe pedir consentimiento a los padres o tutores del niño. En este
punto de nuevo es importante resaltar la importancia de la formación del orientador en
aspectos jurídicos, debe de conocer aquellas leyes relativas al perfil de las familias con
las que trabaja, como puede ser la ya mencionada ley del menor u otras como la ley de
violencia de género.

Otro aspecto fundamental en las capacidades del orientador familiar se refiere a su

habilidad para finalizar una intervención, tanto si se han cumplido los objetivos
establecidos, como si, tras un tiempo prudencial, no se han conseguido. Si sucede esto,
el orientador familiar puede derivar a la familia a otro profesional que considere que les
puede ayudar. En la práctica nos encontramos numerosas situaciones en las que las
familias llevan varios años acudiendo a intervención sin que existan muchos
indicadores de cambio. Esto se debe a que los profesionales retienen a las familias con
el objetivo de lucrarse y, como hemos estudiado en este código deontológico, se
considera una mala práctica profesional.

Cuando las familias acuden a orientación suelen tener unas expectativas con respecto a
la intervención y sus resultados. Por ello, es recomendable que el profesional las
conozca a fin de evitar crear expectativas que luego no pueda cumplir.

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 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

Durante la orientación familiar el profesional va a tener que conocer datos personales

de las personas, pero únicamente con un objetivo terapéutico y de ayuda y tendrá en
cuenta el derecho de la persona a su intimidad.

En ocasiones las sesiones familiares se pueden utilizar como una manera práctica de
que los alumnos de másteres de intervención familiar aprendan, por ejemplo, a través
de espejos unidireccionales. Pero esto no es posible sin el consentimiento expreso de la
familia. Por ello si el orientador quiere realizar alguna sesión en la que
participen de alguna manera personas ajenas a la orientación, tiene que
pedir el permiso por escrito a los miembros de la familia.

La infracción de alguna de estas normas deberá denunciarse ante una Comisión

Deontológica, quien evaluará la situación y decidirá la determinada sanción si fuera
preciso.

1.6. Del código ético a la práctica en orientación

Cuando un orientador familiar empieza a trabajar descubre las dificultades o las dudas
de «ser siempre fiel» al código ético. Por profesionalidad y por respeto a las familias
con las que se trabaja se debe de cumplir.

A continuación, se expondrán diferentes ejemplos de situaciones reales en las que el

orientador se puede encontrar en su práctica diaria.

En relación a la confidencialidad, como se ha visto durante el tema, cuando se

presenta un orientador a una familia, le explica que se respetará su intimidad y el
principio de confidencialidad. No obstante, la familia durante la intervención tendrá
que saber que la confidencialidad no excluye el tener que informar a ciertas entidades
(servicios sociales, juzgados, fiscalía de menores) o de tener que denunciar acciones que
vayan en contra de la ley.

Ejemplos de situaciones:
» En caso de que una persona menor de edad relate un episodio de abuso sexual, el
profesional está obligado a informar a fiscalía de menores, al no ser que los
responsables legales hayan iniciado el proceso legal. Esto en muchas ocasiones

TEMA 1 – Ideas clave 8 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

supone un dilema ético al orientador debido a que puede romper la alianza en la

intervención, pero siempre debe priorizar el código ético profesional.

» Si en la familia se observan indicadores de posible maltrato grave o desamparo en

menores, el orientador debe de informar al organismo correspondiente (Servicios
Sociales) En las situaciones en las que se considere que la familia quiere modificar
esas conductas, puede suceder que el orientador prefiera esperar antes de informar
para ver si la situación familiar cambia. En ese caso el orientador igualmente
informará y aportará el dato de que la familia está en orientación familiar trabajando
la problemática descrita.

Como se ha explicado en el tema, otro aspecto importante es la imparcialidad. No

tiene por qué siempre surgir de manera natural y los profesionales lo deben de tener en
cuenta para no posicionarse con algún miembro o con alguna problemática familiar. En
caso de que ocurra esta identificación y no se pueda garantizar la imparcialidad se
deber abandonar la intervención. Por otra parte, es importante que cuando se
empieza a trabajar con una familia, se haga un análisis personal de si hay algo que
podría cuestionar la imparcialidad. Un ejemplo de esto es un orientador que acaba de
pasar por una situación crítica que le identifica con alguna de las partes de la familia
(enfermedad grave, pérdida de un familiar, misma edad en la que fue madre o padre…).
Otra situación es cuando se considera que no se puede trabajar con una familia por
temas de prejuicios o racismo.

Respecto a la coordinación con otros profesionales, se tiene que tener en cuenta que
las personas con las que intervenimos pueden estar a la vez en intervención con otros
recursos, como por ejemplo Servicios Sociales. La coordinación y la delimitación de
tareas son esenciales. En la práctica esta coordinación puede ser muy enriquecedora
para los profesionales y para las familias, pero también pueden surgir discrepancias en
los objetivos o en la forma de intervenir. Ante esto, el orientador puede «estar tentado»
a dejar de coordinarse, pero si volvemos a poner la mirada en la familia veremos la
importancia de hacer una buena praxis y coordinarse.

Ejemplos de coordinaciones conflictivas:

» Intento de coordinación con un trabajador social de Servicios Sociales que
se niega a la misma. Se puede intentar la coordinación en espacios
institucionalizados o hacerlo a través de su superior.

TEMA 1 – Ideas clave 9 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

» Coordinación con equipo psicosocial que no comparte visión sobre la

situación familiar. Se puede realizar un informe para expresar el punto de vista
profesional del orientador para que de esta manera quedara reflejado y tenido en
cuenta.

Ante todo, en cualquier coordinación es importante, al igual que con las familias, no
descuidar la forma de comunicarse. El orientador debe de manejar la comunicación
desde el acercamiento y no desde el enfrentamiento.

En caso de que la coordinación no sea posible o se detecte en el otro profesional una

mala praxis, se deberá informar y denunciar al organismo competente.

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 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

Lo esencial

Lecciones magistrales

Diferentes códigos deontológicos

En esta clase magistral se realizará una comparativa entre el código deontológico de los
orientadores familiares, los educadores sociales y los mediadores familiares, ya que son
profesiones interrelacionadas que persiguen similares objetivos de intervención: lograr
una mejora en las personas.

Accede a la lección magistral a través del aula virtual

TEMA 1 – Lo esencial 11 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

Lo complementario

No dejes de leer…

Código deontológico de los mediadores familiares

Asociación Española de Mediación. Código de conducta de la Asociación Española de

Mediación para los mediadores profesionales individuales.

En el siguiente enlace encontraréis el código deontológico que rige a los mediadores

familiares elaborado por la Asociación Española de Mediación (ASEMED). Este código
puede aplicarse a mediadores familiares, individuales, sanitarios y penales.

Accede al documento a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://www.asemed.org/canal-%C3%A9tico/c%C3%B3digo-deontol%C3%B3gico/

Código deontológico de los educadores sociales

Asociación Estatal de Educación Social. Código deontológico del Educador/a Social.

En el siguiente enlace encontraréis el código deontológico de los educadores sociales,

aprobado en 2004 por la Asociación Estatal de Educación Social. En esta asociación
estatal están agrupados diferentes colegios profesionales de educadores sociales, de
trabajadores sociales, algunas asociaciones de estudiantes y diplomados en educación
social.

Accede al documento a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://www.eduso.net/archivo/docdow.php?id=143

TEMA 1 – Lo complementario 12 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

El sentido de la educación

Carr, D. (2005). El sentido de la educación: una introducción a la filosofía y a la teoría

de la educación y de la enseñanza. Barcelona: Graó.

En el capítulo 3 de este libro se analiza el carácter profesional de la educación

comparándola con otras ocupaciones como los oficios, los negocios, el derecho, la
medicina, el trabajo social o la enfermería. Por las características de la relación
educativa, entre otros factores, cabe denominar a la educación como vocación. Los
puntos en común de la orientación familiar con la educación o el trabajo social, pueden
llevarnos a aplicar algunas de las conclusiones que el autor extrae de este texto al
desempeño profesional de la orientación familiar y, más concretamente, a su dimensión
ética.

No dejes de ver…

Los archivos del Pentágono

Director: Steven Spielberg.

Intérpretes: Tom Hanks, Meryl Streep, Jesse Plemons, Bob
Odenkirk, Matthew Rhys, Michael Stuhlbarg, Sarah Paulson,
Alison Brie, Carrie Coon, David Cross, Bruce Greenwood, Tracy
Letts, Bradley Whitford, Zack Woods.
País: Estados Unidos.
Año: 2018.
Duración: 116 minutos.

En 1971, los periodistas Katharine Graham y Ben Bradlee, del Washington Post,
pusieron en riesgo sus carreras para luchar por la libertad de prensa, apoyar al The
New York Times y exponer ante el público que el Gobierno estadounidense llevaba
treinta años ocultando información.

Como espectadores y después de analizar diferentes códigos éticos, esta película invita
a la reflexión sobre qué haríamos en la situación de los protagonistas: ¿optar por la
verdad incómoda o por una sumisión tranquila?, ¿optar por un periodismo al servicio
de los gobernantes o de los ciudadanos?

TEMA 1 – Lo complementario 13 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

Código deontológico del trabajo social

En el siguiente vídeo Manuel Herrera, vicedecano de la Universidad Internacional de

La Rioja; y Ana Isabel Lima, Presidenta del Consejo General de Trabajadores Sociales,
presentan el código deontológico de trabajo social. En el vídeo reflexionan sobre el
papel del trabajo social del siglo XXI y la necesidad de tener un código deontológico
que guíe el trabajo de todos los profesionales.

Accede al vídeo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
https://www.youtube.com/watch?v=d_QU6wj84QY

TEMA 1 – Lo complementario 14 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

Test tema 1
1. La orientación debe tener una base consistente basada en:
A. La sinceridad y la honestidad.
B. La confianza.
C. La utilización de técnicas adecuadas a la orientación.
D. Todas las anteriores son correctas.

2. El orientador debe trabajar:

A. Con todas las personas independientemente de las expectativas que tenga
sobre ellas.
B. Con todas las personas independientemente de si respeta o no su cultura.
C. Con todas las personas con las que sus expectativas sean positivas.
D. Es igual.

3. El código deontológico del orientador familiar debe aplicarse:

A. En todas las acciones que el profesional realice.
B. Si trabaja a nivel grupal con una familia.
C. Si interviene a nivel individual.
D. Cuando se coordina con otros profesionales.

4. Durante la intervención, el orientador:

A. Puede derivarse a sí mismo a familias de un organismo público a otro privado.
B. No puede derivarse a sí mismo, pero sí puede a otros organismos privados
recibiendo minuta por la derivación.
C. No debe lucrarse utilizando su superioridad o el poder que tiene debido al
ejercicio de su profesión.
D. Ninguna respuesta es correcta.

5. El orientador en su intervención debe de ser imparcial, esto supone:

A. Crear vínculos por semejanza en edad, sexo, cultura...
B. El profesional no debe de posicionarse con ninguna de las partes por
identificarse en aspectos de semejanza.
C. El orientador nunca podrá ser imparcial es su intervención y no mostrar tal
aspecto a las familias.
D. El profesional orientará su intervención de acuerdo a los vínculos que
establezca de semejanza con alguna de las partes.

TEMA 1 – Test 15 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

6. La confidencialidad:
A. Queda recogida dentro del código deontológico del orientador familiar.
B. Implica que los resultados obtenidos en la intervención no pueden ser públicos
ni comentados sin el permiso de los miembros en intervención.
C. No se incumplirá cuando la información la solicitan desde un organismo
judicial.
D. Todas las anteriores son correctas.

7. Según el artículo 13 de Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de

protección a la infancia y a la adolescencia:
A. Todas las personas que tuvieran noticia de un hecho que pudiera constituir un
delito contra la libertad e indemnidad sexual, de trata de seres humanos o de
explotación de menores, debe de ponerlo en conocimiento del Ministerio Fiscal
B. Todas las personas que tuvieran noticia de un hecho que pudiera constituir un
delito contra la libertad e indemnidad sexual, de trata de seres humanos o de
explotación de menores, no debe de ponerlo en conocimiento del Ministerio
Fiscal respetando la intimidad y confidencial de los menores.
C. Todas las personas que tuvieran noticia de un hecho que pudiera constituir un
delito contra la libertad e indemnidad sexual, de trata de seres humanos o de
explotación de menores, debe de ponerlo en conocimiento de sus responsables o
tutores legales.
D. Todas las personas que tuvieran noticia de un hecho que pudiera constituir un
delito contra la libertad e indemnidad sexual, de trata de seres humanos o de
explotación de menores, debe de ponerlo en conocimiento de servicios sociales
generales.

8. El orientador familiar:
A. Puede decidir con qué familias quiere trabajar.
B. No puede elegir con qué familias quiere trabajar.
C. No depende del orientador rechazar o no una intervención familiar.
D. Solo podrá decidir al principio de la intervención con qué familia trabajar, no
puede dejar de intervenir con una familia hasta que finalice el proceso.

TEMA 1 – Test 16 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

 Desempeño Profesional de la Orientación Educativa Familiar

9. Antes de comenzar la intervención:

A. El orientador no está en la obligación de dar la información más relevante
sobre el proceso de la orientación.
B. El orientador debe facilitar información a la familia sobre el modelo de trabajo
utilizado.
C. Debe de dejar claro a la familia que no pueden abandonar la intervención a
medias.
D. El orientador firmará con la familia un contrato de permanencia.

10. Cuando un caso es derivado a orientación familiar por una entidad pública, la
coordinación:
A. Debe de ser facilitada y aceptada por el orientador, el cual informará a la
familia de haber mantenido una coordinación con la entidad que les ha derivado.
B. Por protección de datos y confidencialidad nunca se realizará la coordinación.
C. Tendrá que ser en un espacio neutral y en presencia de la familia.
D. Solo se realizará si la entidad que deriva lo solicita.

TEMA 1 – Test 17 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)