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TECNICATURA SUPERIOR EN INFANCIA, ADOLESCENCIA Y

FAMILIA

ISFD “JOSÉ MANUEL ESTRADA”

ESTADO, SOCIEDAD Y POLÍTICAS PÚBLICAS

TRABAJO PRÁCTICO INTEGRADOR N°1

DOCENTE: HERNÁN MENDEZ

ALUMNA; GIMENEZ, DIANA CAROLINA

CURSO: 1° 1ª. División

AÑO: 2020
CONSIGNAS

1) Realice una integración teórica de los textos propuestos para el desarrollo de este
Eje. En el desarrollo de la misma deben ponerse de manifiesto los conceptos básicos de
estado y la concepción desde donde fue abordada por cada autor, como sí también la
perspectiva de cada uno de ellos respecto de la/s función/es que el mismo debe
cumplir. Recuerde señalar coincidencias y divergencias que surjan del análisis.

En la búsqueda de indagar acerca de las diferentes aproximaciones de lo que se


denomina “Estado”, autores como Carlos Vilas y Oscar Oszlak entre otros, han aclarado
las distintas percepciones y teorías que han buscado siempre revelar su historicidad, su
esencia y su poder.

En este sentido, cuando nos preguntamos cerca de ¿qué es el Estado? estamos en


condiciones de decir que hay un sinfín de aproximaciones al concepto, y que de él se
desprenden tanto coincidencias como algunas divergencias, en consideración con los
procesos que abarcan su finalidad y su desempeño como también, su articulación en
diversos escenarios, y la producción y ejecución de políticas en función de determinados
objetivos.

Por ello, como una primera conceptualización sostendremos que el concepto de


Estado no es lo mismo que el de gobierno, esta es una explicación válida ya que, al decir
Estado inferimos que es una construcción humana (Vilas, 2005), es decir, es la forma en
que vive y se organiza una sociedad, a partir de su gobierno y al establecimiento de normas
de convivencia social. Es la unidad jurídica de los individuos que constituyen un pueblo,
que vive al abrigo de un territorio y bajo el imperio de una ley, con el fin de alcanzar el
bien común. Además los individuos insertos en él comparten una identidad cultural con un
pasado histórico.

En la amplitud del concepto podríamos agregar que es por defecto, el gran


organizador de la sociedad, ciertamente, el estado regula una serie de sistemas como ser,
los administrativos, jurídicos, burocráticos y coercitivos, que se encargan de estructurar las
relaciones entre las sociedades civiles y la autoridad pública. Por lo tanto, establece un
ordenamiento político y se constituye como articulador de las formas en que debe
organizarse una sociedad (Oszlak. 2011:4)

Su papel en la imposición del orden, no es arbitrario ya que está vinculado a las


variadas formas que la sociedad adopta y de acuerdo con los diversos procesos históricos
que atraviesa.

Por otra parte, tradicionalmente se considera que los tres elementos constitutivos o
de existencia del Estado moderno son: la población, el territorio y la soberanía.

Primer elemento: humano o poblacional


Es la agrupación de hombres y mujeres. Las personas pueden ser nacionales o extranjeras.
Además, pueden ser reconocidos como ciudadanos para participar en la organización
política del país.

Segundo elemento: el territorio

Territorio nacional es un concepto geográfico, referido a una porción de la superficie del


planeta que pertenece y es administrada por un determinado Estado, es decir, donde ejerce
su soberanía. El territorio guarda riquezas relevantes para el desarrollo de la población que
habita en él.

Tercer elemento: la soberanía:

Todo estado requiere de autonomía y de fuerza para ejercer y defender sus decisiones, debe
poseer en control exclusivo sobre el territorio en donde se define.

A esto sumamos un cuarto elemento que anteriormente diferenciábamos de estado, el


Gobierno: todo Estado debe contar con instituciones firmes y duraderas para gestionar la
vida en sociedad, así como con autoridades para regirlas y métodos soberanos para decidir
quién ejercerá dicha autoridad en su territorio. Este gobierno ejercerá la política y la
administración del Estado por un tiempo definido en base a las reglas jurídicas, culturales y
políticas de la población.

Entendemos entonces que, el estado, mediante cada uno de sus elementos cumple
la función principal de mantener el orden y la seguridad por medio de la ley, apoyándose
justamente en las instituciones que lo conforman y que de manera articulada ejercen poder
y coacción según sus funciones específicas, por ejemplo: organismos de gobierno
destinados a hacer política y dictar leyes, funcionarios que lleven a cabo esas políticas
gubernamentales, un sistema judicial que aplique esas leyes y fuerzas armadas que
defiendan al país de cualquier amenaza externa.

Hasta aquí, hemos puesto en común la visión acerca de estas conceptualizaciones


que la mayoría de los autores comparte. Sin embargo, se puede pensar el estado desde
distintas miradas.

Carlos Vilas por ejemplo, propone la idea de pensar el Estado desde la política, lo
que nos permite comprender más específicamente como funciona su estructura de poder y
los medios por los cuales cumple sus objetivos con la sociedad, con las diversas
articulaciones que posee con los otros organismos que forman la parte operativa del estado
y con los sujetos sociales.

En este punto coincide con Oscar Oszlak, quien ha estudiado acerca del papel que
ha tenido el Estado en el desarrollo de las sociedades capitalistas contemporáneas, y que
además plantea la multidimensionalidad de las funciones de éste y expone la noción de
pensar al Estado necesariamente remitiéndose a conceptos de Poder y Política.

Agrega además, que los roles que cumple son múltiples y heterogéneos, ya que
mutan constantemente. Por ello, propone tres niveles para analizarlo, distintos pero
relacionados entre sí, y los categoriza en lo que denominó nivel micro, meso y macro;
cuestión que vincularemos con las dimensiones que propone Carlos Vilas.

En este sentido, este último, reflexiona acerca de la triple dimensión política del
estado: como estructura de poder, como sistema de gestión y como productor de
identidades.

Como estructura de poder: esta primera dimensión hace referencia a los actores sociales
y políticos, las relaciones entre estos y los objetivos que pretenden alcanzar con sus
acciones. Desde esta perspectiva el Estado es la unidad suprema de decisión legítima
respecto de la población de un territorio. Lo plantea, como ya se mencionó con
anterioridad, como una construcción humana que se origina en la sociedad y a partir de sus
diversos modos de relación y articulación con otras sociedades. Esa estructura social se
manifiesta en las instituciones mediante las cuales se establecen las leyes que rigen dentro
de un territorio específico y poseen unidad de sentido y propósitos determinados de acción
y conducción que están dirigidos a posibilitar la cooperación de toda la sociedad con el
objetivo de alcanzar bienes comunes con los que se identifiquen todos los miembros de la
sociedad.

La legitimidad de todas estas acciones estará dada por la legalidad, ya que el Estado
las considera de manera análoga y esto fue aceptado por la sociedad como criterio básico
lícito. En efecto, cada una de las interacciones sociales y el desempeño efectivo de las
instituciones públicas influencian, sin dudas, en el sustento de legitimidad del poder estatal
y esto se evidencia de manera concreta en la vida diaria, en el plano existencial y se
construye a partir de los procesos de nivel macro, abordado por Oszlak.

Este autor sostiene que, el rol del Estado abordado desde este nivel (macro), está
directamente relacionado con los pactos fundacionales de toda la sociedad capitalista, es
decir, aquellas sociedades que necesitan la intervención del estado para morigerar
desigualdades sociales y otros conflictos. Para ello, el Estado ejerce su monopolio sobre los
medios de coerción y legitima su autoridad empleando su capacidad de gestión.

Estos pactos fundacionales pueden ser distinguidos como pactos de dominación,


funcional y distributivo, que conglomeran un conjunto de reglas vigentes en cada sociedad
y la estructuran.

Lo que Oszlak sostiene, en consecuencia, es que es posible analizar los roles del estado a
partir de la observación de sus diferentes modalidades a través de las cuales su aparato
institucional actúa frente a la sociedad en la búsqueda de un equilibrio, es decir, mantener
ciertas afinidades o congruencias entre las reglas que las orientan. El resultado de ello se
traduce en las respuestas que el estado va generando frente a la dinámica social, o en el
nivel micro, donde se visualiza su presencia en diversas manifestaciones de la vida
cotidiana de una sociedad, particularmente, en la experiencia particular de sus habitantes.

De lo anterior se desprende que las relaciones entre la gestión pública, la estructura


socioeconómica y las orientaciones políticas del Estado siempre son estrechas.

La segunda dimensión del Estado que menciona Carlos Vilas es la operativa y se


refiere a las capacidades de gestión frente a lo que Oszlak denomina nivel meso, es decir, la
capacidad que tenga el Estado de resolver aquellos conjuntos de necesidades y demandas
de las que deben hacerse cargo determinados actores sociales, adoptando decisiones y
llevando a cabo acciones para satisfacerlas en lo que denomina como “agenda social
problemática”.

Toda sociedad posee un esquema en donde los trabajos a realizar son divididos y
atendidos por agencias que asumen la responsabilidad de resolver una parte de esta agenda,
de la cual participan organizadamente, cuatro tipos de actores diferentes a saber: 1)las
organizaciones estatales, en sus diferentes niveles jurisdiccionales; 2)los proveedores del
estado, mediante bienes y servicios que ofrecen a sus clientes; 3) las organizaciones de la
sociedad civil, que también prestan un número muy variado de servicios a la ciudadanía; y
4) las redes sociales solidarias que de manera informal resuelven problemas sociales no
atendidos por los demás actores o a los que la población no puede acceder.

Esto se realiza recortando y organizando los recursos de cada institución para


resolver significativamente una parte al menos, de la problemática social.

El rol del Estado, entonces lo podemos ver en esas situaciones de las que se hacen
cargo las instituciones, mediante los dispositivos diseñados para hacerlo. Sin embargo,
cabe aclarar, que no todas las cuestiones son ingresadas a esta agenda, sólo aquellas que
exigen la intervención del estado. En este sentido, Oszlak (2011:6) afirma que: “Son las
tomas de posición de quienes actúan en nombre del Estado o asumen su representación las
que indican, con mayor claridad cuáles son las orientaciones político-ideológicas
implícitas en sus acciones”. En consecuencia, los cursos de acción que adopten estas
agencias estatales son las denominadas “políticas” y se originan, de las decisiones que
toman los referentes políticos. Éstas pueden originar nuevos asuntos, ya que podrán o no,
afectar a los intereses de los involucrados en el tema, es decir, podrán favorecerlos o
perjudicarlos.

La tercera dimensión política sobre la que reflexiona Vilas es la que hacer


referencia al Estado como productor de identidades.
Cuando el Estado nombra a su población la constituye en sujeto portador de
derechos, responsabilidades y obligaciones, y al mismo tiempo, al hacerlo, legitima su
poder sobre ella.

Nombrar significa entonces, asignar un sentido y un significado a lo nombrado, es


decir, asignar una identidad.

El Estado moderno occidental constituyó a su población como pueblo-nación, un


pueblo de ciudadanos con iguales derechos que actúan por encima de cualquier diferencia
derivadas de la heterogeneidad social y de su acceso a los recursos. Igualdad que también,
actúa muchas veces, encubriendo profundas desigualdades sociales, aunque parezca una
paradoja.

Desde esta perspectiva, el Estado actúa como una unidad de organización,


representación y conducción del conjunto social a partir de modalidades específicas de
legitimación, y esto lo logra mediante la implementación de acciones a partir de distintas
instituciones tales como el sistema escolar, el desarrollo de la infraestructura de
comunicaciones y transportes, la representación cartográfica de su territorio y de su
ubicación en el mundo, la subordinación de las autoridades locales o regionales al poder
central, la participación política, la centralización de la coacción física y sus recursos, etc.
Es a través de ellas que el Estado diseña a su pueblo como nación, como conjunto
simbólico de identidad ciudadana que se proyecta mucho más allá de la vida cotidiana (lo
micro).

La constitución como Estado- Nación y del pueblo como pueblo- nación representó
así, una verdadera “revolución cultural”, ya que posee una “virtualidad universal y ello en
un doble sentido”, por un lado porque interviene eficazmente en política (en todos los
temas de la agenda), y además, en todos los demás asuntos que se suscitan de la propia
dinámica social. En consecuencia, el pueblo del Estado moderno es un sujeto colectivo que
se forja en el ejercicio de sus derechos y eventualmente cuando se enfrenta examinando y
debatiendo acerca de los privilegios del poder.

Sobre la base de las consideraciones anteriores, podemos observar las relaciones


existentes entre las dimensiones y niveles de análisis expuestos por los autores, y cómo a
partir de ellas, se pueden dilucidar los distintos modos en que el Estado define y ejecuta
cursos de acción, extrae y asigna recursos en función de sus objetivos políticos; y está
presente (y también ausente), en todos los ámbitos de la vida de los ciudadanos.

En definitiva, poder tener una mirada más abarcativa de cómo lleva a delante su rol
desde una política basada en su estructura de poder, lo que le permite alcanzar sus
objetivos. Este rol, en todos los niveles es el mismo, lo que va cambiando es su punto de
observación, en tal sentido, sus acciones impactarán siempre de múltiples maneras en la
capilaridad social.
2) Analice las siguientes afirmaciones y luego explíquelas teniendo en cuenta lo
trabajado en clase y las lecturas realizadas

a-La centralización del poder en la organización del territorio es uno de los rasgos
que caracterizó el proceso de formación de los estados modernos.

Esto quiere decir que como el Estado moderno posee ciertas características que lo
diferencian de los estados anteriores, la progresiva centralización del poder, es una de ellas
y se refiere a que éste fue adquiriendo bajo su órbita el dominio sobre la totalidad de las
relaciones sociales, económicas y políticas. Esta órbita entiende tanto el control como la
intervención para dirimir cuestiones y diferencias, no aceptando dentro de su territorio
ningún otro poder equivalente que pueda disputarle la primacía.

b- El estado detenta el monopolio de la fuerza.

Esto significa que el Estado como institución política tiene una tarea importantísima
que es la de mantener el orden en la sociedad que gobierna. Esto es elemental para que las
diferentes áreas de esa institución puedan funcionar correctamente pero además también
para que la convivencia social sea posible. Así es que surge la noción de monopolio de la
fuerza, aquella que hace referencia a la capacidad exclusiva que el Estado debe tener de
ejercer poder sobre el territorio dado, frase aludida a Weber (1864-1920).

c- La nación es una comunidad imaginada.

Entiendo a que esto se refiere a lo que afirma Vilas cuando dice que: “El estado es
una construcción humana”, es decir que surge desde la concepción Estado-Nación. La
Nación por ser comunidad implica que las personas que se perciben como parte de ese
territorio, también comparten la misma visión, identidad, cultura, etc.; por lo tanto,
también participan de una fraternidad imaginada, que permite la convivencia social.

d- Las políticas públicas cristalizan las relaciones entre estado y sociedad.

Considero que esto se refiere a que como lo planteaban los autores, “el Estado es lo
que hace”, entonces, a partir de las políticas que implementa y de acuerdo con las
problemáticas que vaya resolviendo, la relación con la sociedad se amenizará o en algunos
casos, estas decisiones políticas podrán no ser aceptadas por algunos actores sociales.

En concreto, las decisiones y los mecanismos que el estado emplee para resolver
cualquier tipo de situación o problemática social, siempre impactarán de diversas maneras
en la coyuntura social.
BIBLIOGRAFÍA

 Oszlak, Oscar (2011) “El rol del Estado: Micro, Meso, Macro”. VI Congreso de
Administración pública y la Asociación de Administradores Gubernamentales,
Resistencia, Chaco.
 Vilas; Carlos M. (2005) “Pensar el Estado”. Conferencia en homenaje a su
trayectoria. Universidad Nacional de Lanús.
 Apuntes de la Cátedra “Estado, Sociedad y Políticas Públicas”.

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