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ANÁLISIS DE LOS APORTES DE LA CONTABILIDAD AMBIENTAL A LA GESTIÓN

EMPRESARIAL EN EL MARCO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN


COLOMBIA

YENNY LORENA BEJARANO RAMIREZ


JESSICA ALEJANDRA CHAVARRO ALVAREZ

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA CALI


FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS
CARRERA DE CONTADURÍA PÚBLICA
CALI
2017
ANÁLISIS DE LOS APORTES DE LA CONTABILIDAD AMBIENTAL A LA GESTIÓN
EMPRESARIAL EN EL MARCO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN
COLOMBIA

YENNY LORENA BEJARANO RAMIREZ


JESSICA ALEJANDRA CHAVARRO ALVAREZ

Trabajo de grado presentado como requisito parcial para optar por el título de
Contador Público

Director: JHONNY GRAJALES


Profesor Departamento Contabilidad y Finanzas

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA CALI


FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS
CARRERA DE CONTADURÍA PÚBLICA
CALI
2017
ARTÍCULO 23 de la resolución N° 13 de julio 6 de
1946

“La Universidad no se hace responsable por los


conceptos emitidos por sus alumnos en sus trabajos
de Tesis. Sólo velará porque no se publique nada
contrario al dogma y a la moral Católica y porque la
Tesis no contenga ataques o polémicas puramente
personales; antes bien, se vea en ellas al anhelo de
buscar la Verdad y la Justicia”.
2. PRINCIPALES DEBATES FRENTE A LOS CONCEPTOS DE
CONTABILIDAD AMBIENTAL Y RESPONSABILIDAD SOCIAL
EMPRESARIAL

La mayor parte del mundo actual vive en constante desarrollo y crecimiento de la


economía. Las organizaciones requieren implementar nuevos métodos y el uso de
herramientas efectivas en cuanto a la gestión empresarial, ante la necesidad
cambiante del entorno económico, político, cultural, social y ambiental. Frente a la
pretensión de promover prácticas orientadas a la preservación del medio ambiente,
las empresas fomentan iniciativas de carácter administrativo que reflejen dichas
acciones de “responsabilidad verde” por parte de la gestión de la información. Es por
esto que se ha creado la necesidad de implementar prácticas de Responsabilidad
Social y hoy por hoy, se ha logrado incorporar en algunas compañías dentro de la
administración ambiental, la visión y aplicación de la Contabilidad Ambiental, que ha
surgido como un intento por mejorar el panorama de la crisis ambiental existente.

Se debe recordar que la contabilidad es “un sistema de medida y comunicación para


proveer información económica y social [...], que permita a sus usuarios juicios
informados y decisiones conducentes a la colocación óptima de recursos y al
cumplimiento de los objetivos de la organización” (Langenderfe como se citó en Tua,
1988, p.44). Por tanto, se entiende que la contabilidad es una herramienta
informativa que lleva a los usuarios a tomar decisiones acertadas en pro de lograr
rentabilidad y el aprovechamiento de los recursos, en términos no solo financieros
sino también en gestión administrativa. A través de esta última se toman las
medidas y se ejecutan las acciones de responsabilidad como respuesta a las
exigencias ambientales; por ello los contadores participan de esa gestión a través del
desarrollo de nuevos sistemas de información y control por medio de la contabilidad
ambiental. En esta se incorporan conceptos como: administración ambiental,
sistemas de información ambiental, políticas ambientales, estándares
internacionales, Responsabilidad Social, entre otros.

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Las compañías han tomado conciencia de la necesidad de ocuparse de los
problemas ambientales ocasionados por el desarrollo de las actividades que han
generado un impacto ambiental. Por tanto, estas emprenden acciones
comprometidas a mejorar la situación actual a través de la Responsabilidad Social
Empresarial y, con la ayuda de la contabilidad ambiental, asumen el rol como
participantes solidarias trabajando por el medio ambiente en retribución de los daños
ocasionados.

A partir de lo anterior, se hace preciso mencionar el concepto de Responsabilidad


Social. Se debe tener en cuenta que la disciplina contable no es ajena a este
concepto, puesto que la RSE reconoce la capacidad de servicio y vincula valores,
pautas y requerimientos de la sociedad (Tua, 1995). También, se reconoce que un
deber de la contabilidad es informar sobre la unidad económica, satisfacer las
necesidades de los usuarios de todo tipo y considerar la posibilidad de generar
diferentes tipos de información financiera de acuerdo a la necesidad de las partes
interesadas (Tua, 1995). Todo esto hace parte de la agenda de trabajo de la
Responsabilidad Social, la cual está encaminada a que se haga una gestión óptima
de los recursos y que las empresas respondan por las acciones que involucran a la
sociedad y al medio ambiente.

De esta manera, en el siguiente acápite se presentan los conceptos de Contabilidad


Ambiental y Responsabilidad Social Empresarial, con el objetivo de conocer sus
características y definición, tomándolos como punto de partida, para posteriormente
contextualizarlos en el ámbito de la gestión empresarial.

2.1. Definiciones de la Contabilidad Ambiental.

En el marco teórico de este trabajo se mencionan algunos enfoques conceptuales


desde la perspectiva de cada corriente contable; la visión funcionalista, interpretativa

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y crítica, han ido evolucionando el concepto de la contabilidad ambiental. Por lo
anterior, se hace necesario retomar dichas miradas en este acápite, donde se verán
algunos conceptos de reconocidos autores bajo cada corriente. Con respecto a cada
una de ellas, se podría afirmar que la contabilidad ambiental, y de acuerdo al criterio
de diferentes autores estudiados previamente, lleva consigo la aplicación de cada
uno de estos enfoques, es decir, que esta rama de la disciplina contable tiene un
componente desde los diferentes pensamientos.

Es importante traer a colación lo mencionado por Fernández (2004), citado en el


marco teórico, quien afirma: “la Contabilidad ambiental puede definirse como la parte
de la Contabilidad aplicada cuyo objeto son las relaciones entre una entidad y su
medio ambiente” (p. 33), este concepto reafirma que la contabilidad ambiental gira en
torno a la relación de las empresas con el medio ambiente. Por ende, es preciso
plantear los diferentes conceptos expuestos desde cada corriente de la investigación
contable.

La primera postura de esta relación, donde se conceptualiza el tema de contabilidad


ambiental, según Fernández (2004), es donde se define la entidad por medio de
pautas jurídicas y el medio ambiente como entorno natural. Es así como el concepto
de la contabilidad ambiental se basa en la economía tradicional, donde esta actúa de
manera autónoma frente al tema ambiental, pero tiene en cuenta dos aspectos: la
naturaleza como productora de recursos económicos y como receptora de desechos
(Fernández, 2004). De esta manera se entiende que la visión de la contabilidad
ambiental bajo esta mirada se asocia a la funcionalidad de la naturaleza como un
recurso financiero.

Por otra parte, se encuentra una segunda postura, donde se va más allá de lo
funcionalista y se plantea un modelo explicativo de los asuntos sociales que
repercuten en la marcha de los negocios. Es entonces donde surge la necesidad de
entender el ciclo de vida del entorno y la interacción que tiene los entes económicos

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con el medio ambiente y la responsabilidad inherente de las acciones provocadoras
de los riesgos ambientales, ocasionados por el crecimiento de las economías y el
capitalismo en las industrias. Se da lugar entonces, a la representación de la
información legitimando los hechos económicos, que a través de la Responsabilidad
Social, promueven la gestión empresarial, que actúa a favor del medio ambiente.
Fernández (2004) afirma al respecto:

Si el criterio de delimitación de la entidad se deriva del análisis del ciclo de vida de


sus productos y actividades y el medio ambiente se entiende como entorno vital, el
marco conceptual se fundamenta en la economía ecológica, para la cual el sistema
económico es un subsistema del sistema ambiental, acorde con sus normas y en
continua interacción con él. En este caso, la Contabilidad ambiental precisa de un
nuevo principio de entidad, a fin de ofrecer información acerca de todo tipo de inputs
y outputs ambientales (económicos, naturales, sociales, etc.). Esta es la posición más
generalizada entre aquellos que promueven el desarrollo de la Contabilidad ambiental
en el ámbito de la responsabilidad social (p.35).

A esta mirada, se le añade una visión más avanzada y de alguna manera más
promotora de las transformaciones sociales, donde se logra profundizar ampliamente
el ámbito ambiental, a través de alcances precisados por la gestión ambiental en
materia contable. Esta alternativa es adaptable y persigue los cambios y aportes
sustanciales de la realidad, en torno a la organización. Fernández (2004) menciona
que “este planteamiento permite combinar los diversos criterios de delimitación de la
entidad y del medio ambiente, aplicándolos, según se acaba de indicar, en función de
los objetivos que persiga la información contable” (p. 36). En disposición de este y los
párrafos anteriores, se debe entender que la definición de contabilidad ambiental
surge mediante unos parámetros y visiones distintas, en las cuales se encuentra la
funcionalista, la interpretativa y crítica, en algunos textos a esta última se le llama
radical. Estas permiten establecer enfoques de la realidad según la visión planteada.

Para la corriente funcionalista la contabilidad ambiental se refleja en los Estados

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Financieros, a través de cada partida relacionada al uso de los recursos naturales y
las actividades conexas al medio ambiente; otro punto es el que se refiere al
cumplimiento de normas y regulaciones que fomentan la protección y revelación de
información correspondiente al tema ambiental, este es también un aspecto bajo la
mirada funcionalista.

Autores vinculados a este enfoque son Gray & Bebbington, quienes han sido
mencionados en párrafos anteriores; estos autores exponen aspectos importantes de
la contabilidad ambiental como herramienta de control e información sobre los
asuntos medio ambientales que enfrentan las compañías en el transcurso de sus
operaciones. A continuación se mencionará con profundidad, basado en el libro de
Contabilidad y Auditoría Ambiental, esta visión funcionalista, que demarca puntos de
gran importancia en la gestión empresarial.

Gray & Bebbington (2006) indican que dos razones fundamentales por las que los
contadores deben trabajar en respuesta al problema ambiental son: primeramente
los negocios siempre tendrán que trabajar de la mano con la contabilidad, porque es
ella quien refleja la realidad de las empresas y estas deben responder a la demanda
actual del medio ambiente, por consiguiente, la contabilidad deberá trabajar junto al
negocio en la agenda ambiental. Y la segunda razón es que la contabilidad
convencional con sus supuestos sobre utilidades, costo, rentabilidad y pérdidas, son
un foco de atención y podría decirse que debido a estas prácticas de contabilidad, en
gran parte, se ha contribuido a la crisis ambiental, por eso la disciplina debe mejorar
sus supuestos y crear nuevos sistemas contables amigables con el medio ambiente y
su relación con las compañías.

Por lo anterior, se hace preciso conocer el concepto de Contabilidad Ambiental, que


surge como herramienta para alcanzar dichos objetivos, donde sea la contabilidad la
que brinde la información necesaria para que las empresas adopten mejores
prácticas ambientales y haya una intervención adecuada por parte de las

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organizaciones en el tema de conservación del medio ambiente.
Desde que comenzó la crisis ambiental, la necesidad de implementar la contabilidad
y la auditoría ambiental para mitigar el deterioro y preservar los recursos naturales,
los cuales se agotan o en el peor de los casos se extinguen, es una llamada de alerta
inminente, ya que el no atender estos asuntos, podría no solamente afectar el
sostenimiento de las industrias y empresas que lo utilizan, sino también ocasionar un
daño irreversible al hombre y a la sociedad. La contabilidad ambiental es aquella que
“cubre todas las áreas de la contabilidad que pueden ser afectadas por la respuesta
de los negocios a los problemas ambientales” (Gray & Bebbington, 2006, p.8).

En relación con el pensamiento funcionalista, la contabilidad ambiental cubre:

La contabilidad de pasivos / riesgos contingentes; la contabilidad de re-valuaciones


de activos y proyecciones de capital; el análisis de costos en áreas clave tales como
energía, desechos y protección ambiental; la valoración de inversiones para incluir
factores ambientales; el desarrollo de sistemas de contabilidad e información nuevos
para cubrir todas las áreas del desempeño ambiental; la evaluación de los costos y
beneficios de los programas de mejoramiento ambiental; el desarrollo de las técnicas
contables que expresen activos y pasivos y costos en términos ecológicos (no-
financiero) (Gray & Bebbington, 2006, p.6).

Es por esto que se afirma que esta contabilidad, bajo el criterio funcionalista, es
expresamente informativa y de carácter financiero (cuantitativo).

La contabilidad tradicional, tal como se conoce, tendrá que ser redirigida para
mejorar los aspectos que involucren acciones frente al tema ambiental. Un gran
promotor de que se lleve a cabo dicho trabajo de informar sobre los recursos
naturales de las empresas, son los informes bajo NIIF, en los cuales se puede
revelar este tipo de comportamiento, que se ajusta a un enfoque funcionalista. Cabe
recordar que en el marco teórico se mencionó que una de las preocupaciones de
esta corriente es la regulación (Duran, 2016).

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Otra corriente es la interpretativa, citada en el marco referencial de esta
investigación. Para este enfoque, la contabilidad ambiental presenta una perspectiva
asociada a la generación de informes con un contenido más especializado, es decir,
de carácter específico. Es importante señalar que estos no trascienden de una mera
interpretación, aunque la información generada es de gran importancia para los
grupos de interés (stakeholders). Su objetivo no es producir cambios drásticos en el
ámbito social sino reflejar el comportamiento de las empresas frente a su entorno e
identificar algunas medidas de control. Así pues, Mathews & Perera como se citó en
Martínez y Gómez (2015) afirman que:

…tales mecanismos de información se articulan más con la comprensión y ajuste que


con la defensa del modelo económico imperante, aunque sus propuestas no implican
rotundas transformaciones de las relaciones sociales y técnicas de producción, sino
una mirada más amplia y democrática (p. 290).

Se empieza a entender que la contabilidad ambiental, promueve el buen uso de los


recursos naturales y revela la información referente a la actuación y el trabajo
ambiental realizado por parte de las organizaciones ante la sociedad, tal como lo
define Machado (2004): “La contabilidad ambiental brinda información sobre la
incidencia de los procesos de producción y consumo en la protección de los recursos
naturales y del medio ambiente, los cuales hacen referencia esencialmente, a la
tierra, el agua y la atmosfera” (p. 202). Es entonces, una tarea de la contabilidad
ambiental medir el impacto ocasionado y generar reacciones de convicción sobre la
necesidad de responder por las acciones que afectan el medio ambiente, a través de
la gestión administrativa en las empresas.

Se entiende que a la contabilidad ambiental le compete el tema del medio ambiente y


los recursos naturales; además, la relación de las empresas con el hombre, la
naturaleza y la sociedad. Por tanto, la contabilidad ambiental es “la generación,

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análisis y utilización de información financiera y no financiera destinada a integrar las
políticas económica y ambiental de la empresa” (Machado, 2004, p. 203). Entonces,
esta rama no solo genera información, sino que también la analiza y le da una
utilización adecuada para ocuparse del entorno desde los entes económicos

Se requiere que el trabajo que se realice a través de la información contable, permita


dos cosas: maximizar la rentabilidad y minimizar los riesgos de decadencia de la
naturaleza y el deterioro constante de los factores ambientales, es por esto que se
menciona el término de ecoeficiencia, que según Machado (2004) “es un indicador
de la optimización (maximización) del valor de la empresa coadyuvando la
minimización de uso de los recursos y la disminución de impactos ambientales
negativos (degradación, deterioro, extinción, etc.)” (p. 203). Estos serían entonces los
objetivos principales de la contabilidad ambiental a través de la ecoeficiencia, lograr
incrementar el valor de las empresas y optimizar los recursos con el menor impacto
posible al entorno ambiental.

Entonces, se empieza a recrear la relevancia que tiene la información no financiera


para las compañías, siendo esta una interpretación cualitativa de la relación
empresarial con el medio ambiente. Este tipo de información es la que se refiere a la
gestión social y ambiental de las compañías frente al tema ecológico y el cuidado
medioambiental. Así pues, autores como Deegan (como se citó en Martínez y
Gómez, 2015) afirma que “la información no estrictamente financiera ni cuantitativa
comienza a posicionarse en el ámbito de la contabilidad medioambiental” (p. 290).
Por esto, se da lugar a una exploración más profunda de los informes y se crean
posturas más radicales y promotoras en la gestión de las empresas y de la disciplina,
combinando tales interpretaciones, financieras y no financieras, transformando las
relaciones con el entorno. De esta manera surge la mirada crítica dentro de la
contabilidad ambiental.

Se entiende que la visión crítica está vinculada a las prácticas relacionadas a la

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mediación ambiental de las empresas. Se debe recordar que el enfoque crítico,
retoma la postura interpretativa de la realidad y desarrolla e implementa cambios
representativos en el entorno socio-ambiental de las organizaciones. Es por esto que
la contabilidad ambiental está ligada a las acciones tomadas con respecto a las
interpretaciones ya compiladas, que a través de las interdisciplinas, se logra
interiorizar en la gestión administrativa de las empresas, el papel que desempeña el
ente frente a la crisis, las mejoras oportunas que se pueden realizar a la hora de
manejar los recursos y determinar políticas que promuevan el buen desempeño de
las actividades empresariales, contribuyendo a una mejor relación con la sociedad,
el medio ambiente y los usuarios externos. Así pues, Chwastiak & Lehman (como se
citó en Martínez y Gómez, 2015), mencionan que desde la corriente crítica:

…el paradigma crítico (radical) en contabilidad se fundamenta, en buena parte, en la


economía y en la ecología política y rechaza las soluciones de mercado, al reconocer
la existencia de conflictos de interés entre los diferentes partícipes en la empresa, y
entre el interés privado y el bienestar público (p. 291).

Richardson, Tinker, Neimark & Lehman, (como se citó en Martínez y Gómez, 2015)
afirman que este enfoque: “…considera la contabilidad como una institución de
legitimación de la actuación de la empresa en todos los aspectos, incluidos los
sociales y medioambientales” (p. 291). Por lo anterior, bajo la mirada crítica, se
entiende que la contabilidad ambiental estimula a las empresas a actuar de manera
propicia y oportuna ante la necesidad del medio ambiente; haciendo necesaria la
revelación de información (cuantitativa y cualitativa), que resalte los mecanismos de
control, fomento y prevención, para mejorar la relación entre la organización y el
entorno. Las compañías tomarán decisiones sobre la información suministrada y
podrán generar posturas más solidarias frente al problema, por medio de acciones de
apoyo y soluciones más efectivas.

Los aspectos medioambientales han dado lugar al uso de la contabilidad ambiental,

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debido a que las empresas deben informar y llevar un control operativo de las
actividades afectadoras del medio ambiente. Se dice que el tiempo y la evolución de
estos aspectos han llevado al enriquecimiento de la prácticas contables en relación al
tema de preservación ambiental, “…con una extensa parentela de normas previas y
posteriores, esboza la societización del capital corporativo ambiental que desde lo
empresarial impactan a la contabilidad” (Ariza, Gómez y León, como se citó en Ariza,
2007, p. 50). Ariza (2007) afirma que:

…lo ambiental se insertó en todas las políticas de la gestión de la nueva empresa:


dirección económico financiera (evaluar, pagar sanciones o invertir en tecnología
medio ambiental), producción y gestión del medio ambiente hace parte de la
estrategia incrementadora del valor de cambio (-SGMA-las nuevas tecnologías serán
evaluadas por sistemas de auditoria y verificación ambiental), cultura organizativa y
política de recursos humanos (con la implantación de normas medioambientales se
requiere flexibilidad adaptativa cultural en sus gestores), políticas de marketing (hacer
que los atributos ecológicos resulten determinantes en la venta); aparición de nuevos
sectores. (p. 50).

El enfoque de las directrices administrativas ha dado grandes cambios, siendo las


políticas la herramienta utilizada para crear los lineamientos de las aplicaciones
financieras y no financieras.

Para las organizaciones es necesario conocer y entender la visión y el objeto de


estudio de la contabilidad ambiental, es por eso que se hace necesario
conceptualizar algunos puntos, como el asunto de qué es naturaleza y su debido
tratamiento contable. Para Ariza (2007), la contabilidad ambiental:

“ha conceptualizado la naturaleza como insumos susceptibles de capitalizar, al igual


que las inversiones en tecnología y servicios necesarios para descontaminar y
prevenir los impactos contaminantes, acompañándose en tal empeño de
procedimientos y técnicas viabilizadoras de la concepción de calidad total

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“necesarias” para la competitividad” (p. 52).
Estas definiciones permiten relacionar conceptos asociados como lo son los activos
ambientales, inversiones ambientales, costos ambientales e ingresos ambientales
(Ariza, 2007). Términos que dentro del foco de la información financiera, son
analizados dentro de los informes, para tomar medidas de reducción de riesgos,
mitigación de daños y realización de actuaciones preventivas, respecto a la
preservación ambiental. Estos aspectos que se le dan la denotación de recursos y
rubros de la contabilidad para la consolidación de información, son de gran
importancia para identificar el impacto social y promover habilidades que contribuyan
a transformar la realidad ambiental. Cabe aclarar que esta conceptualización de este
autor es propiamente crítica, porque propone entender dichos conceptos para luego
realizar aplicaciones participativas en el contexto ambiental, para que las compañías
transformen las prácticas contables que determinan el rol de las mismas ante la
problemática ambiental.

Así mismo, las empresas entienden que el costo de este tipo de información es alto y
que tiene bastantes reincidencias en la sociedad. Además, no sólo se debe generar
información financiera, sino también la no financiera que enriquece el conocimiento
del público frente a las posturas empresariales que circulan en torno al tema
medioambiental. Algunos aspectos no financieros se relacionan a los sistemas de
gestión, que conllevan a establecer mecanismos de control, que ayudan a optimizar
los recursos. Un claro ejemplo sería el que propone Baneglil (como se citó en Ariza,
2007), quien afirma que: “la empresa debe implantar un sistema de gestión donde la
medición de sus costes y los de las alternativas tecnológicas resulte posible, de
modo que conozca con exactitud su función de costos marginales y puede calcular el
estado óptimo” (p. 58). Es así que se puede afirmar que se hace indispensable medir
el impacto y la optimización en la utilización de los recursos naturales, para obtener
una información más clara y relevante de la relación empresa-medio ambiente.

Dentro de la contabilidad ambiental, se encuentra la clasificación de financiera y no

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financiera. Según Ariza (2007), la contabilidad ambiental financiera transmite al
público y a los usuarios de la información, “la estructura e imagen de la relación con
la naturaleza vía insumo-producto [...], de derechos y obligaciones” (p. 52), aclarando
el panorama y la visión de la sociedad respecto a los aspectos medioambientales
revelados por las compañías.

Otra definición importante que cabe resaltar es la de la Asociación Española de


Contabilidad y Administración de Empresas (AECA) la cual conceptualiza la labor de
la contabilidad ambiental financiera de la siguiente manera: “…debería reflejar
principalmente en las cuentas anuales, los bienes, derechos y obligaciones
relacionadas con la protección del medio ambiente (balance), y los gastos e ingresos
derivados de la gestión medioambiental (cuentas de pérdidas y ganancias)” (como se
citó en Ariza 2007, p. 52). De esta manera, se establece la inclusión de la
información ambiental dentro de la publicación de los Estados Financieros de las
empresas, por tanto, los hechos económicos y a los que no se pueden dar valor,
serán notificados de acuerdo a las aplicaciones contables realizadas.

La información financiera representada a través de la contabilidad ambiental, que


revela la relación empresa-medio ambiente, permite que se realice la gestión
ambiental, donde está “determina y analiza la información ambiental cuyo uso
estratégico y táctico exprese la protección del entorno natural en el que opera la
organización (concienciación de la inclusión de externalidades como costos privados)
lo que incidirá en los precios de sus productos y en el de los inventarios” (Ariza,
2007, p. 53). Con lo cual da lugar a una intervención por parte de las empresas, aun
incurriendo en costos que no todas las empresas estás dispuestas a asumir, pero es
una forma imperante de participar en la labor ambiental.

Ahora bien, la contabilidad ambiental no financiera refiere a todo lo cualitativo de la


organización, lo que a través de la disciplina permita realizar una gestión
empresarial, en relación a la protección del medio ambiente. Ejemplo de esta es la

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adopción de programas de prevención y control a nivel de gestión ambiental. Otro,
sería el de las políticas organizacionales que ayuden a fomentar el cuidado
ambiental, donde se involucre la contabilidad como base de la toma de decisiones.
También, cabe dentro de esta categoría, los informes de gestión ambiental, que
incluye indicadores, datos estadísticos e información específica, de la labor realizada
en la compañía que promueve y prolongue las garantías ambientalistas a favor del
buen uso de los recursos naturales y a su vez que muestren la sostenibilidad de las
empresa en la realización de dichas prácticas.

Esta contabilidad ambiental está ligada a la estrategia ambientalista dentro de las


organizaciones. Ariza (2007) menciona que la contabilidad ambiental de dirección
estratégica debe recibir y descifrar información suficiente, significativa y pertinente
para respaldar “con criterios medioambientales, la selección de estrategias
producto/mercado, la determinación de inversiones, la planificación, la ejecución y el
control estratégico de las decisiones empresariales” (Bañegil, como se citó en Ariza
2007, p. 53).

Es así como la contabilidad ambiental “torna el dato ambiental contable en


información eficaz” (Ariza, 2007, p. 53). Ya que esta contabilidad mide el impacto
medioambiental y ayuda a tomar armas en el asunto y determinar mejores técnicas
en los procesos generadores de valor, por tanto “el dato ambiental” es muy
importante en la producción de información. Ariza (2007) afirma que:

“en la actual contabilidad ambiental la capitalización de la naturaleza es un factor


importante, otorgando a su poder constitutivo la posibilidad de convertir lo natural en
capital. Su modelo torna panorámica la forma de aislar a la naturaleza concretándola
en insumo y mercancía. Con ello se palpa que si la dinámica de mercado convirtió a
la naturaleza en capital, la contabilidad construye la imagen de la senda mediante la
cual la naturaleza “crea capital”” (p. 53).

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En este recorrido bibliográfico se encuentra que el concepto de contabilidad
ambiental se construye de acuerdo al enfoque investigativo de cada autor. Dicho
debate orienta a la disciplina a crear diferentes aplicaciones que conllevan a
determinar el papel que esta desempeña dentro de la gestión empresarial. Así pues,
se deben identificar la manera en que la contabilidad ambiental participa en las
organizaciones. En el siguiente apartado se señalaran algunas prácticas al respecto.

2.2. Algunas aplicaciones de la Contabilidad Ambiental

Las aplicaciones tienen que ver con las políticas ambientales establecidas por las
compañías, estas son un paso importante para que la contabilidad ambiental tome
lugar en la gestión administrativa de las organizaciones. A continuación se nombran
algunas de las aplicaciones donde se requiere de la intervención de la disciplina:
control de costos de energía, control de costos de desechos, empaques, reciclaje,
gestión de calidad, administración y costos, reingeniería de procesos, análisis del
ciclo de la vida, proyectos de inversión ambiental, diseño de procesos y productos,
gastos ambientales preventivos, entre otros.

En el caso del control de costos de energía, siendo el recurso más utilizado en


cualquier tipo de empresa, el uso inadecuado de esta ocasiona el deterioro de varios
aspectos ambientales, como el desgaste de las fuentes de energía (ríos en el caso
de energía hidráulica, corrientes de aire en el caso de la energía eólica y otros). Esta
parte de la gestión empresarial busca el beneficio financiero a través de la reducción
de costos. Algunos autores de carácter funcionalista refieren este aspecto como una
forma de aportar al cuidado ambiental y un tema de carácter contable en donde se
detiene la mirada a lo ambiental. Es por esto que la contabilidad ambiental también
refleja dichas actividades dentro de la revelación de la información, en cuanto a las
prácticas empresariales asociadas a la conservación del medio ambiente.

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Se debe conocer qué es lo que se espera controlar, primero separar los costos de
energía en los sistemas de costos de la contabilidad y lo segundo es buscar la
manera de contabilizar de manera equivalente el consumo de energía,
implementando nuevos sistemas de costeo que permitan identificar los elementos del
costo y que den lugar a la administración de dicho recurso (Gray & Bebbington,
2006). Sin embargo, no es un todo de lo que refiere al tratamiento contable, dicha
aplicación es meramente enfatizada a la gestión de costos, pero a través de ella
también se busca mantener y ayudar al medio ambiente.

Otra aplicación que también es de gran relevancia para las industrias es la de los
desechos, el empacado y el reciclaje, que son la manera en que las compañías
reflejan la implementación de prácticas ambientales. Gray & Bebbington (2006)
menciona: “la administración de desechos, empacado y reciclajes debe seguir
automáticamente a la buena administración ambiental vinculada con un enfoque
sensible para la administración del negocio” (p.135). Se considera que tales prácticas
influyen en los aspectos de responsabilidad social, como una de las tantas medidas
donde las empresas resaltan su labor de contribución y es además, un importante
progreso en que se aporte a la mitigación de riesgos al medio ambiente.

Otra forma de aplicación dentro de los aspectos empresariales es la de los


proyectos de inversión, donde deberán ser evaluados los términos ambientales.
Bischhoffshausen (1996) menciona que:

“al identificar e incluir los tipos de costos y beneficios ambientales en los proyectos de
inversión, ello permite no sólo establecer la viabilidad financiera real de inversiones
en tecnología más limpia, sino también descubrir que en la rentabilidad real de
muchos proyectos no directamente relacionados con la gestión ambiental puede ser
muy diferente a la que muestra el costeo tradicional. Como, además, la tendencia
legislativa llevará a internalizar en el corto o mediano plazo muchos de los actuales
costos ambientales «sociales» (aplicando el principio de que «el que contamina
paga»), la correcta evaluación de los proyectos, teniendo en cuenta los costos

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ambientales privados y sociales, puede evitar sorpresas financieras desagradables
(p.161).

Es de gran importancia el conocer ante los proyectos de inversión los costos


ambientales en que se incurren, porque al incluirlos desde el comienzo previenen
inconformidades y consecuencias que reinciden en la problemática ambiental,
impidiendo la mala administración de los recursos escasos. Esto se liga a la
generación de altos costos, direccionados a pérdidas financieras y de afectación al
capital. El aspecto ambiental no debe ser ignorado por empresarios e inversionistas,
porque resulta ser vital para el funcionamiento de las compañías y con ello la
preservación del medio ambiente a razón de proyectos que pueden ser planificados
correctamente desde sus inicios, en relación a las actividades ambientales.

Las aplicaciones que se nombraron anteriormente, son actuaciones que están


encaminadas al desarrollo de un mecanismo cercano a la gestión empresarial, se
trata del concepto de Responsabilidad Social Empresarial, que si bien es cierto,
abarca temas de carácter social y ético, en este caso se hará principal atención en el
tema del medio ambiente.

Para recrear el aspecto de la información en la contabilidad ambiental se presenta el


siguiente ejemplo; en la salud el médico solicita una radiografía del paciente que
llegó fracturado, para determinar cómo debe tratarlo médicamente y decide realizar
la cirugía. Este usa la radiografía en el momento de la intervención quirúrgica para ir
directamente al hueso roto y hacer que este pueda volver a su normalidad, nunca
igual porque ya tuvo una fractura, pero si permite que el paciente pueda seguir
haciendo sus labores anteriores, dependiendo de la gravedad del asunto. Se podría
afirmar que este ejemplo se asemeja al papel que desempeña la contabilidad ante el
problema ambiental y las muchas afectaciones que se han ocasionado; generando,
analizando y utilizando la radiografía de la actuación de las empresas con el medio
ambiente.

60
Existen otras acciones y labores que integran la información contable y la tarea de la
contabilidad ambiental en las organizaciones, siendo estas un complemento de la
actividad financiera, permitiendo integrar una visión más amplia de la gestión
ambiental dentro de las compañías.

2.3. Conceptualización de Responsabilidad Social Empresarial


(RSE)

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) surge como respuesta a la necesidad


de mitigar o reparar los daños causados por las empresas al realizar su actividad
generadora de recursos. De esta manera, se abordará este tema en dos aspectos.
En principio se expondrá acerca de la historia, la definición y marco legal de la RSE y
en segunda instancia se abordará la importancia de los informes de RSE.

2.3.1. Evolución de la Responsabilidad Social Empresarial en el


mundo: Historia y Conceptos.

En términos generales, se plantea que las revoluciones o manifestaciones con


deseos al cambio de condiciones, poco aceptadas por la sociedad, promueven la
generación de medidas para encontrar la satisfacción de pretensiones solicitadas por
la comunidad. De esta manera se espera que se llegue a establecer alguna solución,
así no sea una drástica y definitiva. A lo largo de la historia se ha hecho evidente
que las revoluciones logran generar cambios con miras al beneficio de la sociedad.

A finales del siglo XIX, en medio de fuertes presiones sociales, por las deplorables
condiciones de la fuerza laboral, los empresarios se vieron obligados a llevar a cabo
acciones que aliviaran en cierta medida estas complejas situaciones. Ejemplo de ello
es Andrew Carniege, empresario de origen Escoces, que pretendía lograr un
importante desarrollo en sus negocios siempre llevando de la mano acciones de
carácter filantrópico, quien publicó The Gospel of the Wealth que:

61
Tabla 2 (Continuación)

Normatividad sobre fauna silvestre y caza


Decreto-Ley 1608 de Regula la preservación, conservación, restauración y
1978 fomento de la fauna silvestre.

Veda de especies Art. 1,2,3 Objetivos, ámbito de aplicación


faunísticas
Art. 4 Definiciones

Art.5 Especies que no cumplen todo su ciclo de vida en el


medio acuático

Art. 220 Prohibiciones generales.

Existen más de 30 resoluciones donde se establecen vedas,


prohibiciones y restricciones al ejercicio de la caza.
Ley 13 de 1990 Estatuto general de pesca.
Ley 84 de 1989 Adopta el Estatuto nacional de protección de los animales
Normatividad sobre el recurso hídrico
Decreto 2811 de 1974, Artículo 99: Establece la obligatoriedad de tramitar el
libro II parte III respectivo permiso de explotación de material de arrastre

Art. 77 a 78 Clasificación de aguas. Art. 80 a 85: Dominio de


las aguas y cauces. Art. 86 a 89: Derecho a uso del agua.
Art.134 a 138: Prevención y control de contaminación. Art.
149: aguas subterráneas. Art.155: Administración de aguas
y cauces.
Decreto 1449 de 1977 Disposiciones sobre conservación y protección de aguas,
bosques, fauna terrestre y acuática
Decreto 1541 de 1978 Aguas continentales: Art. 44 a 53 Características de las
concesiones, Art. 54 a 66 Procedimientos para otorgar
concesiones de agua superficiales y subterráneas, Art. 87 a
97: Explotación de material de arrastre, Art. 104 a 106:
Ocupación de cauces y permiso de ocupación de cauces,
Art. 211 a 219: Control de vertimientos, Art. 220 a 224:
Vertimiento por uso doméstico y municipal, Art. 225:
Vertimiento por uso agrícola, Art. 226 a 230: Vertimiento por
uso industrial, Art. 231: Reglamentación de vertimientos.
Decreto 1681 de 1978 Sobre recursos hidrobiológicos

175
Tabla 2 (Continuación)

Normatividad sobre el recurso hídrico


Ley 09 de 1979 Código sanitario nacional

Art. 51 a 54: Control y prevención de las aguas para


consumo humano. Art. 55 aguas superficiales. Art. 69 a 79:
potabilización de agua
Decreto 2857 de 1981 Ordenación y protección de cuencas hidrográficas
Decreto 2858 de 1981 Modifica el Decreto 1541 de 1978
Decreto 2105 de 1983 Reglamenta parcialmente la Ley 09 de a 1979 sobre
potabilización y suministro de agua para consumo humano
Decreto 1594 de 1984 Normas de vertimientos de residuos líquidos

Art. 1 a 21 Definiciones. Art. 22-23 Ordenamiento del


recurso agua. Art. 29 Usos del agua. Art. 37 a 50 Criterios
de calidad de agua Art. 60 a 71 Vertimiento de residuos
líquidos. Art. 72 a 97 Normas de vertimientos. Art. 142 Tasas
retributivas. Art. 155 procedimiento para toma y análisis de
muestras
Decreto 2314 de 1986 Concesión de aguas
Decreto 79 de 1986 Conservación y protección del recurso agua
Decreto 1700 de 1989 Crea Comisión de Agua Potable
Ley 99 de 1993 Art. 10, 11, 24,29: Prevención y control de contaminación de
las aguas. Tasas retributivas.
Documento CONPES Políticas de maneo de las aguas
1750 de 1995
Decreto 605 de 1996 Reglamenta los procedimientos de potabilización y
suministro de agua para consumo humano
Decreto 901 de 1997 Tasas retributivas por vertimientos líquidos puntuales a
cuerpos de agua
Ley 373 de 1997 Uso eficiente y ahorro del agua
Decreto 3102 de 1998 Instalación de equipos de bajo consumo de agua
Decreto 475 de 1998 Algunas normas técnicas de calidad de agua
Decreto 1311 de 1998 Reglamenta el literal G del artículo 11 de la ley 373 de 1997

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