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PROLOGO

En un mundo apocalíptico el único sentimiento que está prohibido es el amor, después de todo la
épica frase de “el amor es lo único que puede salvar al mundo”, resulto ser solo otra mentira más,
producto del marketing emocional, que jugó con los sentimientos de miles de personas, quienes
se aferraron a esta idea, y entonces… vino el apocalipsis.

Te imaginas un mundo, en el que el sistema de salud, la educación y el gobierno colapsaron, muy


bien, podrás decir que el tercer mundo ya estaba suficientemente colapsado por allá sobre los
2000, pero créeme, siempre puede ser peor.

Siempre lo es por lo general, y entonces aquí estamos, es el año 3022, y algún loco científico o
algún genio un poco excéntrico, que para mí, Adeline Newmark, termina siendo lo mismo, ya hace
algunos cientos de años, se inventó este loco sistema de contingencia y cuarentena, acompañado
de una vacuna especial, pero ya te hablaré de ella.

El lugar en el que vivo es Apocalypsum, es una especie de sátira y al mismo tiempo es nuestra
salvación, dicen que solo personas selectas accedieron a este programa, en el cual se generaron
una serie de experimentos genéticos, modificaciones necesarias para sobrevivir, y entonces vivo
en una colonia, cuyo sistema está adaptado, existen estas maquinarias que se encargan de regular
el oxígeno y todos tenemos que realizar ciertas tareas, y entonces están los ductos, a través de los
ductos nos comunicamos con otras colonias.

Mi tarea es simple y al mismo tiempo dicen que es la más difícil. Soy una especie de sacerdotisa de
la luna, se supone que debo ser una mujer pura, de corazón noble y sencilla, abnegada. Pero
vamos, ya debes haber descubierto que mi espíritu grita aventura y nada más que aventura, sueño
con salir de nuestra colonia, pues es un espacio muy pequeño, solo vivimos 6 personas en este
lugar. Tenemos varias guías y manuales de instrucciones sobre cómo generar procesos ecológicos
sostenibles con algunas materias primas que llegan a través de los ductos, entonces todo debe ser
sustentable, y allí entran los demás. La abuela Hilme, es la mujer más sabia que conozco, ella se
encarga de entrenarme, antes fue una sacerdotisa y ahora es una especie de guía espiritual, es
estricta, pero tiene muchos conocimientos, dice que su papel es como el de una bibliotecaria,
guarda la información, la preserva y la transmite, Mafe se encarga de toda la maquinaria en la
colonia, ella es lo que en la antigüedad se llamaría una operaria o mecánica, Loto es muy joven,
pero se encarga de la preparación de nuestras baterías enérgicas, o la alimentación, y al mismo
tiempo es una persona ilustrada en todo tipo de preparaciones químicas, y se encuentra
capacitada para atender cualquier emergencia médica, Silvie, se encarga de cuidar el único lugar
mágico en nuestro hogar, mi lugar favorito, rodeado de plantas y flores que en el mundo exterior
se encuentran extintas, ella las cuida; y Andy, ella es experta en estrategias militares y se encarga
de nuestro entrenamiento diario.

No recuerdo desde cuándo, pero siempre hemos vivido juntas desde que tengo memoria, y bueno,
ya les conté las tareas de las demás, y se supone que yo debo hacer prevalecer la única ley de
nuestro mundo, en nuestro mundo el amor está prohibido. El amor es el único sentimiento que
nadie puede tener, y entonces esta esta vacuna, Loto la prepara al extraer una enzima especial
producida únicamente en el cuerpo de quien es seleccionada para ser sacerdotisa durante el ciclo
de su adolescencia y juventud, y con un extracto de una hierba especial cultivada por Silvie. Cada
cierto tiempo loto debe fabricar las vacunas y aplicárnoslas, sin embargo el proceso es lento y
ambas demoran varias semanas en poder obtener una muestra. Cada año las seis debemos
procurar que durante la primera noche de luna llena el antídoto se encuentre en nuestra sangre. A
su vez existe un ducto especial, y las chicas se encargan de enviar a través de él las demás
formulas preparadas por ellas, estas son enviadas a otras colonias, y se supone que deben existir
más sacerdotisas en otros lugares, pero en algunos espacios, nuestra presencia no es requerida,
por ejemplo, en nuestro caso, Hilme pronto se marchará hacia algún lugar, o eso es lo que
entendemos, ella será enviada a otra colonia, alguien vendrá por ella y será transportada por un
grupo de fuerzas especiales y luego seremos solo nosotras cinco, este es el sistema de
contingencia que se asegura de la supervivencia de la humanidad.

No podemos salir al exterior, el exterior se encuentra contaminado, y faltan aún 350 años para
que se realicé la primera prueba para investigar las condiciones exteriores de nuestro planeta.

Sin embargo, Hilme suele regañarme, porque no soy como otras sacerdotisas que ella asegura
haber conocido en su vida, ellas eran calmadas, recatadas y solían encontrarse en el templo de
oración purificando su alma, para hacer que la enzima fuera más pura, y se pudiera contemplar el
logro del principal objetivo de nuestra civilización. Yo por el contrario, soy enérgica, tengo muchas
preguntas. Soy curiosa y prefiero el invernadero de Silvie sobre el templo de la luna.

Entiendo que el amor esté prohibido, Hilme me ha contado las historias catastróficas de todo lo
que hizo la Humanidad a causa de este sentimiento. Sin embargo es difícil de imaginar que algo
que movilizo a tantas personas, de manera tan apasionada, pudo resultar tan terrorífico al ser la
causa de este desastre.
C. 1.

Es lunes, estoy segura de que es lunes, siento el aroma del batido preparado por Loto, ella dice
que sabe a cerezas, sin embargo, jamás hemos conocido el sabor original de las cerezas, así que
solo podemos imaginar que este elixir de batería energética puede emular el gusto del original. Es
mi preferido de las bebidas que ella prepara.

Sin embargo, algo no es normal, Hilme no ha venido por mí, como todas las mañanas, es un
evento extraño, así que sigo bajo las cobijas.

Abro los ojos sobresaltada y salgo a toda prisa de la cama, la cobija cae a un lado, y aún descalza
salgo de mi habitación, bajo las escaleras y entro al comedor, allí están todas menos Hilme, siento
que están extrañas, y solo puedo pensar en que ella se ha marchado sin despedirse de mí, sin
embargo, las observo y la sensación de que algo está mal continua en mi interior, pero las chicas
actúan como si nada sucediera, como si aquella presencia tan conocida y respetada no existiera,
salgo de allí, hacia el exterior, aún en bata, con los cabellos enredados, sin lavar mi rostro y con los
pies descalzos y la alcanzo, ella esta a punto de entrar a un vehiculo extraño, no entiendo en que
momento este vehiculo entro, ni cómo lograron que entrará en nuestro pequeño mundo.

- No puedes irte! No así!

Hilme, se encuentra acompañada de una mujer desconocida para mí, la mujer me mira con
sorpresa y luego mira a mi maestra, quien parece contrariada.

- Que se supone que haces Adeline?.


- No me puedes dejar sin despedirte, esto no es justo para mí, ni para las otras chicas! No
estamos unidas por la sangre, pero somos familia!

Se supone que nunca debería haberme aferrado a este tipo de conceptos antiguos, la mujer al
lado de Hilme me mira curiosa, y luego se acerca a mí.

- Disculpe señorita, ¿Cuál es su rol en la Colonia 1435?

Hilme me mira con una actitud que desaprueba mi conducta, sin embargo, se limita a permanecer
en silencio.

- Soy Adeline Newmark, quien asume el rol de sacerdotisa lunar.

Mi voz apenas es audible. Y entonces ella por fin interviene.

- Todo es mi culpa, al tratar de preservar todo tipo de recuerdos y conocimientos, como


repositorios humanos he fallado.

Quiero gritarle que ella no ha hecho nada malo, pero la mujer interviene y se me adelanta.

- No has sido quien ha fallado.

Ella continúa observándome, y me quedo inmóvil sin entender lo que sucede.


- Es una buena joven, su comportamiento puede ser producto de algún desbalance
hormonal.
- Extiende la mano Adaline.

No entiendo por qué la mujer me pide extender mi mano, sin embargo, al mirar a Hilme entiendo
que debo hacerlo. Extiendo la mano y ella saca algún tipo de analizador genético, los he visto
antes, Loto tiene uno, sin embargo, este es diferente. De repente esta joven mujer me sonríe,
sonríe a Hilme, y se acerca al vehículo especial en el que trasladarían a mi maestra, toma entre sus
manos un dispositivo de radiofrecuencia y susurra un código.

La cara de Hilme palidece, me observa, y luego en una expresión en que indica que debe asimilar
lo que está sucediendo, pero que realmente comprende lo que va a suceder me dice que debo
volver adentro.

- ¿Te marcharas?
- No.

Por un momento siento una emoción muy fuerte y contradictoria, estoy feliz, Hilme no partirá, sin
embargo siento que esta noticia se acompañará de otro tipo de noticia diferente, un
presentimiento de que algo malo sucederá puesto que mi corazón se oprime.

Hilme comienza a caminar hacia su cuarto, las demás se encuentran realizando sus labores diarias,
voy hacia mi habitación y bebo el zumo que aún se encuentra en la mesita junto a mi cama. Voy al
baño, y en un par de segundos la capsula de desinfección me manifiesta que mi cuerpo se
encuentra esterilizado, tomo uno de mis atuendos diarios, y me dirijo al templo, estoy segura de
que ambas mujeres me esperan allí.

- Bienvenida, Adeline.
- Adeline, por favor pasa y toma asiento.

Las tres nos sentamos alrededor de algunas runas místicas.

- Adeline, mi nombre es Marie, mi tarea es la de generar los transportes designados desde


la ciudad principal, nuestro núcleo de supervivencia, Ayerum.

Alguna vez escuché sobre Ayerum, todos nacemos en ese lugar, y allí existe un laboratorio
gigantesco, nuestros roles son decididos en este lugar, y se dice que las personalidades más
geniales, los genios o científicos más brillantes trabajan en Ayerum, allí solo pueden permanecer
las personas que son especiales.

- Querida, me puedes decir, cual es la única tarea asignada a las sacerdotisas de la luna.

No entiendo que sucede, estoy confundida y aterrada.

- Debemos procurar que el único sentimiento que no debe volver a ser parte de las
emociones de la humanidad, sea erradicado.
- Así es, y mientras tú seguías la rutina de acondicionamiento general, generamos una
revisión de quienes habitan este lugar, considero que somos responsables del futuro del
planeta, los resultados son positivos, la enzima que generas cumple su cometido. No hay
rastros en tus compañeras de este sentimiento.
El terror paso por un momento, me sentí aliviada, sin embargo si todo estaba bien, porque esta
mujer aún estaba allí.

- Sin embargo, estos días debemos monitorear el comportamiento de este hábitat.

Luego de decir esto, ella se levantó, y camino en dirección contraria al lugar en el que estábamos,
salió del templo.

Hilme comenzó a rezar.

Estuve allí algún tiempo, sin embargo, sentía que debía irme de este lugar, y entonces solamente
pude caminar hacia el invernadero y sentarme en una esquina, mientras abrazaba mis rodillas,
cerca de unas hermosas flores amarillas, el aroma que emanaban era dulce, pero yo no podía
dejar de sentirme triste.
C. 2.

¿Sabes que es un preludio?, no lo entiendo muy bien pero es una especie de anticipación al acto
siguiente, en este caso, los días siguientes fueron muy normales, mis compañeras actuaron igual
que siempre, pero yo no estaba bien, sentía tristeza, y cada que intentaba hablar con Hilme, sobre
lo que sucedía, sentía que esta me rechazaba.

Y entonces sucedió, el aroma de las manzanas, según lo expresado por Loto me despertó, estos
días, Hilme tampoco se había presentado en mi habitación, y aunque continuaba siendo extraño,
seguí la rutina de acondicionamiento y al ir a la sala, las encontré a todas reunidas frente a otra
mujer extraña, de ojos profundos, quien se quedó mirándome fijamente, a su lado se encontraba
una niña. Marie se apresuró a hablar.

- Adeline, buenos días, esta es Amalie. Nos hemos comunicado con nuestros superiores, y
nos piden que retornes a Ayerum. Amalie será preparada por Hilme, este será su nuevo
receptáculo, y tú tendrás un nuevo hogar, como parte de tu deber como sumo sacerdotisa
de la luna.
- No lo entiendo, ¿Por qué debo irme?
- Debemos atender a las razones de nuestros superiores y cumplir con nuestro deber.
- Serás informada de tu nuevo escenario de participación en Ayerum (la mujer que hasta el
momento solo me observaba se acercó a mí, y con un gesto me pidió extender la mano, la
extendí, y una manilla con el número 5114 fue colocada sobre mí).
- Es hora de irnos.
- ¿Debería ir por mis objetos personales?
- No los necesitaras, se te proporcionara de nueva ropa en el núcleo principal.
- ¿No estás feliz? – Marie me observaba con una sonrisa en su rostro – Es un honor ir a
Ayerum, además, Hilme me contó, que te gustan las aventuras.

La realidad era que siempre había soñado con encontrar otras colonias, con conocer Ayerum, pero
ahora había algo en la voz de aquellas mujeres, que me hacía sentir terror por volver a ese lugar,
digo volver, pero la verdad es que no tengo recuerdos sobre el núcleo.

Se ubicaron una a cada lado de mí, yo estaba en el centro, aun así ladee mi rostro antes de subir al
vehículo, y vi a mis compañeras de toda la vida, ellas no me miraban, ni siquiera Hilme se había
despedido, Amalie era el centro de atención.

Estaba sentada allí, y algo dentro de mí se encendió, intente escapar del vehículo, sin embargo, las
ventanas antes transparentes se volvieron grises, no podía observar nada, y un compartimiento
me separo de Marie, un gas comenzó a esparcirse en el lugar en que me encontraba, y entonces,
comencé a dormirme, aquella sustancia tenía el aroma de las cerezas.
Me desperté en un cuarto sin ventanas, con una cama, un armario, y un cuarto de baño adjunto,
sin embargo sentí la sensación de pánico, me levante y me dirigí hacia la puerta, comencé a
golpearla, esperaba que alguien me respondiera, pero no fue así, volví a sentarme sobre la cama y
observe el reloj de pared.

Eran las tres de la tarde, y un anunciador me permitió escuchar una voz.

- Sujeto 5114 bienvenido a Ayerum, eres parte del nuevo programa de reconocimiento de
errores. Tus enzimas funcionan perfectamente con otros individuos por lo cual, sigues
siendo un receptáculo valioso para la supervivencia y futuro de la raza humana, por este
motivo continuaras participando en la elaboración de la vacuna enzimática para prevenir
el único sentimiento que destruiría nuestra existencia. Un nuevo anuncio te indicara
cuáles serán los procedimientos a seguir. Por el momento te encuentras bajo observación.

A las cinco de la tarde, una mujer con un traje protector entro en mi habitación, ella se sentó
frente a mí, sin decir palabra, uso su analizador genético, tomo notas en un artefacto tecnológico
que jamás había visto, pero que parecía un comunicador. Luego se marchó.

Una hora después una bandeja con un zumo de batería energética me fue suministrada. La probé,
sin embargo este sabor era más ácido y no se parecía a los zumos suministrados por Loto. Pensé
un poco en mis compañeras, y luego me sentí triste, las extrañaba. Luego de reflexionar varias
horas aún sin comprender por qué estaba allí, en Cuarentena, empecé a añorarlas, y a recordar
sus expresiones, sus gestos, y los lugares, mi santuario personal, mi lugar mágico y el templo. No
pude evitar derramar algunas lágrimas al encontrarme en una situación tan confusa.
C. 3.

Pasaron 14 días desde que llegué a este lugar, Aeryum es una prisión, mi cárcel, lo entendí
perfectamente luego de unos cuantos días, la rutina siguió, obtuve tres baterías energéticas cada
día, la misma mujer volvió a sentarse frente a mí, tomaba notas, y cada día realizaba un nuevo
examen a través de su analizador. Al principio intenté hablarle, dejé de intentarlo luego de seis
días sin recibir ningún tipo de respuesta.

He podido observar algunas notas, en estas, aquella mujer ha anotado que tengo síntomas de
infección y corrupción minimos, estables, sin embargo, con necesidad de monitoreo permanente,
en otras palabras, estoy enferma, más no me han especificado mi enfermedad.

Hoy es el día número 15, son las dos de la tarde, y es la primera vez que observo un cambio en la
rutina, la mujer ha aparecido en la puerta, sin embargo esta vez solo lleva una bata y no tiene su
traje protector. Es rubia, de tez blanca y ojos oscuros, me observa a través de los lentes y sonríe
levemente.

- 5114, ¿Cómo te sientes hoy?

La observo por un momento, es extraño, me está hablando, es mi primer contacto con otra
persona luego de 15 días, un contacto real.

- Estoy a punto de enloquecer.


- Es un síntoma normal presentado luego del aislamiento total al que se te ha sometido, sin
embargo nuestras interacciones tenían el objetivo de evitar que tu menté se dispersara
hasta tal punto, así que solo es una impresión mental. No es tu realidad.

Escucharla hablar, definitivamente comprobaba el hecho de que estaba en algún tipo de


laboratorio.

- ¿Por qué estoy aquí? ¿Quién eres?


- Es una falla en tu sistema, sin embargo, estamos haciendo lo posible por qué esta sea
corregida, desde que llegaste has estado bajo tratamiento.

El sabor acido de los zumos…

- No es necesario que conozcas mi nombre, solo es una formalidad, puedes llamarme como
gustes.
- ¿Qué enfermedad tengo? Yo me siento bien, mis enzimas están bien.
- Oh, ¿estas consciente sobre los resultados de los análisis genéticos?
- Sí, infección, corrupción, sin avances acelerados, leía lo que anotabas.
- Eres una joven inteligente. Debes tener una idea sobre porque estás aquí.
- No, no la tengo.

Ella se movió a través del cuarto sin dejar de estar consciente sobre mi presencia.
- Es un error genético, no debería haber sucedido. Solo seguimos un protocolo de
asistencia, por cierto, esta habitación realmente está vacía… ¿Crees que te gustaría algo
para adornarla?
- No ha respondido mi pregunta. ¿Cuál es mi enfermedad?
- Es información clasificada, solo puedo decirte que pronto serás trasladada a otra sala.
Después de todo no supones ningún peligro para otros. No aun.

Ella siguió desplazándose alrededor de la habitación.

- Muy bien, 5114, ¿Qué has decidido sobre mi mote o apodo? Si bien no es necesario…
Considero que generará mayor confianza entre nosotras, te sentirás más cómoda.
- ¿Apodo? ¿No puedes solo decirme tu nombre?
- Negativo. Esa información no puede ser filtrada por motivos de seguridad.
- Es difícil elegir solo un nombre al azar, no te conozco lo suficiente.
- Asóciame a una característica, a un aroma, o una sensación, incluso a algún mote
aprendido a través de los procesos de lectura, veo que has accedido a esta información a
través del repositorio personal de la colonia y esto no solo implica a la entrenadora.

Ella siguió andando por allí, observando cuadros invisibles en la pared, imágenes, libros, y demás
cosas, como si aquella habitación estuviera llena de objetos, sin embargo, al mirarme
directamente, analizaba cada uno de mis movimientos.

- No puedo decidir un nombre en tan poco tiempo.

Vi una leve sonrisa extenderse en su rostro.

- Tenía entendido que eras muy creativa 5114, sin embargo, tal vez me estoy apresurando.
- ¿Porque me llamas 5114?, mi nombre es Adeline.
- No puedo usar tu nombre, 5114 es un código de reconocimiento como sujeto… en proceso
de recuperación.

Ella era inteligente, sagaz, era un enigma, debía odiarla, pero la única que me hablaba, su voz era
como luz o esperanza para alguien condenado a muerte.

- Tal vez pueda llamarte Clara.


- ¿Clara? – Esta vez pude observar un brillo de interés en sus ojos, curiosidad.
- Sí, clara. Ese nombre te queda bien.
- ¿Podría conocer el porqué de la elección?
- Eres como la luz en medio de mi oscuridad antes de enloquecer, mi único contacto con el
mundo, si pienso en esto, tu tez, el color de tu cabello, tus características físicas y mis
emociones, puede que me equivoque, pero por ahora, creo que puedo usarlo para
hablarte.
- Muy bien, es un buen mote. He tenido otros nombres, pero ninguno como este. Por
ahora, debo irme, volveremos a vernos mañana, tendré una sorpresa para ti.

Ella sonrió, sin embargo, su sonrisa me pareció irreal. No daba miedo como la sonrisa de Marie,
pero tampoco me hacía sentir mejor.
Ella volvió esa mañana, sin embargo, no estaba sola, otras dos mujeres estaban a su lado, entre
ellas reconocí a la mujer que me resultaba más aterradora que Marie. Todas usaban trajes
protectores, me hicieron usar uno y salir a un pasillo. Fuera de mi habitación, era un pasillo
extenso lleno de puertas que conducían a otros cuartos. Me pregunté cuántas personas había en
cada una de esas celdas. Habitaciones blancas, luminosas, pero tan oscuras para afrontar la
soledad.

Caminamos por un espacio amplio alrededor de cinco minutos, llegamos a una puerta fortificada,
que solo se activó con un código de seguridad, allí, en un salón con la forma de una media luna, se
encontraban cinco puertas, ellas me llevaron a la primera habitación.

Esta mujer clara se quedó sola conmigo en la habitación, en el medio solo había una camilla de
metal y algunos tubos a su alrededor, una mesa a un lado, y en una esquina una silla.

- 5114, esto es solo el inicio, sopórtalo, pronto te sentirás mejor, es parte de tu proceso de
recuperación.

Clara me invito a sentarme sobre la camilla, y lo hice sin poner mayor resistencia. Entonces mis
brazos y piernas fueron sujetados de manera automática por brazaletes de metal. La situación era
confusa, y comencé a tener miedo, cuando observe cómo esta mujer se apresuraba a teclear un
código sobre una tablilla que sobresalía de la mesa, luego se colocaba su traje de protección y se
sentaba en la silla más alejada, un ducto transparente la envolvió, pero ella me observaba desde
su traje, sus ojos estaban fijos en mí, y por alguna razón tenía la impresión de que bajo aquel
protector, ella estaba sonriendo.

Ella al parecer se encontraba a salvo, pero yo estaba expuesta, entonces de los ductos bajaron
algunos cables metálicos con total libertad de movimiento. Sus terminaciones eran filosas como
agujas, y se clavaron en mis brazos y mis piernas. El dolor era insoportable, sentí que un líquido
entraba en mi cuerpo y me quemaba desde adentro. Entonces, del techo, un compartimiento se
abrió, y un brazo metálico se acercó a mí, chispas eléctricas provenían de sus extensiones, y
entonces el dolor fue insoportable, perdí la consciencia.
No sé si pasaron días, o horas, al volver en mí no me encontraba en aquella habitación, ni tampoco
en el cuarto en el que inicialmente me habían encerrado. Este era un espacio más infantil. Había
algunos cubos de colores en el suelo, un estante lleno de rompecabezas y figuras de lego. Libros
para colorear, algunos crucigramas, acertijos y libros con cuentos infantiles.

Yo estaba recostada sobre algún tipo de alfombra y no podía moverme. No sentía ninguna parte
de mi cuerpo, era como si mi consciencia y mis ojos estuvieran allí, podía ver a mi alrededor, pero
no podía moverme, ni hablar. Permanecí en ese estado durante horas.

Hasta que ella volvió a entrar a mi habitación, vi sus pies caminar hacia el estante con los libros
infantiles y tomar uno entre sus manos.

- Vamos a leerte un cuento, pero… ¿Qué tipo de historias te gustan? Antes estaban estos
cuentos fantásticos de príncipes, princesas y animales con características humanas. Tal vez
podría contarte la historia de un león ¿Te gustaría?

Ella se había sentado frente a mí, y solo me observaba mientras hablaba.

- Es cierto que no puedes responderme. Muy bien te contaré una historia digna de ti.

“Erase una vez un rey que se enamoró perdidamente de una mujer, ellos vivían en medio oriente,
y gozaban de comodidades, lujos, y servidumbre fiel. Tuvieron tres hijos y los criaron con mucho
amor.

Los tres se convirtieron en príncipes magníficos y entonces su padre les encomendó una única
tarea, como futuros gobernantes debían encontrar una esposa adecuada para ayudarles a afrontar
la carga de tomar las decisiones para el bienestar de un país entero”

- ¿Sabías que ellos fueron fruto del amor? Los príncipes, el amor se asocia al concepto de
enamorarse, se supone que es un sentimiento lleno de dicha y felicidad, pero también
puede traer mucho dolor consigo…

“Los príncipes viajaron por todo su país, buscando a la mujer adecuada para ser su compañera, y
entonces un día se encontraron, eran felices y estaban enamorados.

El primer príncipe abrazo fraternalmente a sus hermanos y les contó una historia, sobre una dama
muy hermosa a la que había visto cerca de un lago, cuya voz hacía temblar de vergüenza a los
colibrís.

El príncipe más joven se apresuró entonces en contarle a sus hermanos como había visto a esta
joven más hermosa que las flores, y cuya danza hacia que los dioses tuvieran que despejar los
cielos para contemplarla.

El segundo príncipe entonces les preguntó en donde estaban estas mujeres tan maravillosas.
Ambos príncipes le dijeron que no habían tenido el valor para acercárseles a hablar, pero que
conocían muy bien el lugar en el que ellas vivían y pensaban volver por sus futuras esposas, una
vez hubiesen cambiado sus ropas, se hubiesen perfumado y pudieran presentarse como debía ser.
Ambos hermanos indagaron entonces por la búsqueda del segundo príncipe.
Mi esposa, es una mujer sencilla y sabia. En medio de mi búsqueda una serpiente me mordió,
pensé que iba a morir, pero ella me salvó”.

Clara interrumpió su historia, se quedó observando en silencio el estante con historias para niños y
luego me observo a mí.

“El segundo príncipe continuo con su relato, mi joven esposa es una mujer maravillosa, puede
recitar poesía y pintar hermosos cuadros. De vez en cuando me hace reír cuando danza para mí,
pues es torpe, pero sus pasos son sutiles, elegantes, frágiles, y tienen una gracia de la que
cualquier hombre podría enamorarse, su voz es dulce e inocente, pero es mágica la forma en que
sus ojos solo pueden verme a mí.

Nosotros nos hemos casado. Sé que padre entenderá el porqué de mi decisión apresurada, pero
no he podido encontrar mejor compañera.

Los demás príncipes estaban intrigados y al escuchar que su hermano estaba casado, pidieron
conocer a su cuñada.

La mujer que bajo del carruaje del segundo príncipe, era hermosa. Sin embargo, genero una
tristeza profunda en los corazones de los hermanos. Era la mujer que había danzado en la reunión
a la que había asistido el tercer príncipe, y también era la mujer a la que el primer hermano había
escuchado cantar.

La pareja de enamorados se presentó formalmente ante sus familiares, y los hombres no pudieron
más que darse por vencidos, pues su hermano ahora era el esposo de aquella mujer. Sin embargo,
con el amor nace el odio, y los hermanos que se amaban de manera fraternal comenzaron a
alejarse entre sí, no creían que su hermano fuera merecedor de aquella mujer a la que ellos
también amaban, y terminaron peleando y discutiendo entre sí. Hasta que un día se retaron entre
sí, el hermano del medio y el hermano mayor murieron en manos del más joven. La mujer lloro
amargamente la muerte de su esposo, sin embargo siguió el camino hacia el palacio real. El rey
estupefacto e iracundo por la noticia de la muerte de sus hijos, condeno a muerte a la mujer que
había provocado la discordia entre sus hijos. El hijo menor se opuso, pero la mujer fue ejecutada.

El hijo menor cayo en depresión y su madre era infeliz al ver a su hijo más querido sufriendo de
esta manera, el rey se tornó completamente frio y cada vez un hombre más cruel. El hijo termino
acabando con su propia vida, y el rey se quedó sin herederos, el pueblo se alzó en contra de este
hombre, y la milicia se alzó en contra del pueblo. Sin embargo algunos militares formaron un
bando que luego realizó un golpe de estado contra el rey, y mataron al rey y a su esposa, quien en
ese momento estaba embarazada.

El siguiente gobernante, fue un hombre cruel, el pueblo pago por los pecados de la familia real, y
vinieron épocas de hambruna, inseguridad, y corrupción”

- Todos sufrieron 5114. A causa de decisiones erradas y sentimientos que no deberían


existir. Tal vez mañana pueda contarte otra historia.
Esta mujer. Sonrió nuevamente, una sonrisa sin ningún tipo de emoción y entonces salio del
cuarto.

- Recuérdalo 5114. El amor es un sentimiento que solo trae ruina y desgracia consigo.

Pasaron varios días, cada día, volvía a sentir como si mi vida se desvaneciera, pero poco a poco
comencé a recobrar la movilidad en mis extremidades.

Cada día esta mujer contaba historias sobre amor y desgracia, intolerancia, dolor. Padres que
mataban a sus hijos, hijos que mataban a sus padres, hermanos, esposas, familiares, amigos,
conocidos, hombres que juzgaban y condenaban a otros porque creían que sus ideas y sus vidas
eran más valiosas que las de sus semejantes. Y entonces, sobrepoblación, guerras, demasiadas
personas en un mundo tan pequeño, escases de alimentos y sufrimiento.

- 5114, hoy tu tratamiento cambiará.

La segunda habitación era terrorífica, odiaba que me llevaran a la primera habitación, pero la
segunda tenía todo tipo de materiales para torturar. Sin embargo, con el tiempo entendí que solo
generaban destrucción psicológica, porque en el segundo cuarto, volvieron a extraer sangre en
grandes cantidades, mientras inyectaban otras sustancias, eran ocho inyecciones en diferentes
partes de mi cuerpo, los hematomas comenzaron a hacerse cada vez más visibles y la piel iba
sufriendo el daño las laceraciones.

Hasta que un día desperté, sin ningún tipo de impedimento, podía caminar, me sentía bien, y
había un espejo frente a mí. La mujer a la que observe no era yo, el color de los ojos, cabello y la
tonalidad de la piel habían cambiado. Me pregunte qué era lo que sucedía. Ese día no hubo
experimentos, Clara sonrió y me dijo que me veía bien.

- ¿Es este realmente mi cuerpo?


- Por supuesto que lo es, esto solo es un efecto de la mutación genética. Estas en medio de
un proceso de reparación 5114.

Ella genero el análisis genético diario y luego solo se marchó.


Creí que estaba dormida, pero al levantarme me encontré en otro lugar, era mi habitación en la
colonia, Hilme traía el zumo preparado por Loto, pero no me veía. En la colonia todo transcurría
normal y entonces fui al jardín de Silvie. Era la primera vez, en ¿Meses? Que podía sentir que
realmente estaba en ese lugar, en ese espacio de tranquilidad. Y entonces entro Loto y me
observaba, ella podía verme, sin embargo de un momento a otro dejo de ser mi compañera en
aquella Colonia, y encontré frente a mí a otra persona.

Era un hombre, sabia de su existencia, pero jamás había visto a uno, las colonias tenían programas
de contingencia frente a los géneros, y la germinación de vida humana había sido llevaba hacia la
fecundación in vitro.

- ¿Quién eres?

Él se sentó frente a mí y sonrió gentilmente.

- ¿Eres real? ¿Es esto parte de un sueño? ¿Estoy muerta?


- No has muerto aún. Soy 013.
- ¿013?
- Así me llaman, y tú eres 5114.
- Mi nombre real es Adeline.
- Así que aún no lo has olvidado. Yo ya olvide el nombre con el que me llamaban fuera del
laboratorio.

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