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MUNICIPIO DE GIRALDO
ALCALDÍA MUNICIPAL
2016
Una Gerencia de Gestión Pública
para trabajar “Unidos por Giraldo”
1
Desde otro enfoque, cabe señalar que la jurisprudencia de la Corte Constitucional y del Consejo de Estado
coinciden en afirmar que la prestación de servicios públicos no es una función administrativa pública por
regla general, sino solo en aquellos casos en los que se ejerce un privilegio pública que le atribuiría ese
carácter especial.
A modo de referencia, Consejo de Estado: Sala Plena, Sentencia del 23 de septiembre de 1997, Exp. S-701,
Magistrado. Carlos Betancur Jaramillo; Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Sentencia
el 17 de febrero de 2005, Radicado No. 50001-23-31-000-2003- 0027-01 (27673). Magistrado ponente,
Alier Eduardo Hernández Enriquez; Sentencia de febrero 8 de 2007, Rad. 05001-23-31-000-1997- 02637-
01. Magistrado ponente, Enrique Gil Botero; Corte Constitucional: C – 181 /1997; T 578/1992; C263/1996;
C579 /1999; C 558/2001; C389/2002; C037/2003.
indistinta por parte del Estado como por parte de los particulares, dentro del grupo
de particulares se identifican las organizaciones empresariales con ánimo de lucro y
las que carecen de este interés de lucro financiero o accionario, pero que al final
tiene un interés dado por el objeto financiero que acompaña su creación, como es el
caso de las fundaciones o asociaciones, también las personas naturales pueden ser
productores y distribuidores de bienes y servicios.
El pago por estos bienes o servicios, respecto de lo cual se afirma que tanto en los
sujetos del sector público, en este caso el Estado, como los particulares,
especialmente, los usuarios, individualmente considerados, pagan un valor por el
servicio. El Estado invierte por y para la provisión del bien o servicio, bien que
lo produzca directamente o que para ello requiera de terceros en el sector
privado.
Por lo mismo, la naturaleza pública o privada de la actividad, no depende de
quién produzca, distribuya o pague por el bien o el servicio. Generalmente como
sucede en el caso colombiano, la producción y distribución del servicio domiciliario
la hace un empresario privado por mandato del Estado y financiado y con la
infraestructura del Estado. Los usuarios pagan por el servicio. El agente privado
opera el servicio en condición a los resultados pactados y en un marco de libertad
económica regulada.
Como resultado de la libertad dada por el Estado este modelo le suministra un carácter
económico a los bienes o servicios. Por tales razones, no se puede distinguir un rasgo
diferenciador entre público y privado, pues el hecho de tener contenido económico no
quiere decir que estén a disposición patrimonial o de libre enajenación en el comercio y
según las reglas del mercado. Lo que sí se puede afirmar en cuanto a los servicios públicos
domiciliarios, el bien y el servicio tiene un valor de capital intensivo. Cuyo valor son los
bienes caracterizados por requerir alto influjo de capitales provenientes tanto del sector
público como de la inversión privada, capital necesario ante las exigencias de capacidad
técnica y financiera y de infraestructura especialmente diseñada para atender masivos
sectores de la población en condiciones de cobertura e incluso de desigualdad socio
económica, lo que calificaría a un bien por su destino y consumo, entre colectivo e
individual (Vernish, 2008).
Dado que un bien o servicio cuya producción de uso colectivo cuyo consumo final depende
de una decisión individual (bien colectivo de consumo individual), puede ser gestionado de
forma privada e incluso manifestar la privatización del modelo de gestión, pues se trataría
de bienes que pueden estar incorporados al sector empresarial privado y el interés colectivo
no estaría en riesgo, por el contrario, sería más eficiente y eficaz, ya que, el usuario tendría
la opción de decidir los mejor en términos de calidad y precio. Pero cuando son bienes cuya
producción y consumo es colectiva y dicha prestación no puede ser objeto de racionalidad
por el interés público que en ellos está representada y respecto de la cual no se puede
disponer autónomamente por parte del agente operador, tampoco por parte del usuario,
quien no tendría capacidad de elección en términos de calidad o de precio siendo satisfecho
o no, inclusión no tendría opción de decidir cuándo hacer uso del bien o no, pues las
condiciones vitales son irrenunciables, estamos ante supuestos en los que no procede la
privatización, ni basta que la administración sea confiados a la gestión privada, limitándose
el Estado a regularlos, lo que implica eficaz y directa intervención para garantizar “un nivel
continuado de calidad alto, por su importancia para el funcionamiento de la economía
(Stiglitz, 1995).
1.3. Los contratos de prestación de servicios como garantía del “Buen Gobierno”
Inicialmente la administración pública se caracterizaba por decisiones basadas en el poder
jerárquico y por instrucciones individuales. Sin embargo, después de surgir la gestión
contractual ha modificado tal contexto no con instrucciones individuales o intervenciones
directas, sino a través de objetivos acordados sobre la prestación de servicios y costos.
En consecuencia la dirección administrativa con base en objetivos abarca desde la
definición de los mismos hasta el control de su cumplimiento. Así pues, la Gestión
Contractual se basa en contratos, es decir, en acuerdos entre las partes contractuales como
son la dirección política y los prestadores de servicios, es decir, el lado operativo. En la
práctica, la dirección política es el sistema parlamentario o el Presidente de la República
que trabaja en conjunto con el Congreso de la República en un Sistema Presidencial. En
el plano regional se puede definir a la Asamblea Departamental o el Gobernador como
el órgano de la dirección política. Mientras tanto en lo local, serían el Concejo Municipal o
el Alcalde. Y los prestadores de servicios serían los contratistas, las Juntas de Acción
Comunal, Juntas de Acción Local o las organizaciones sociales. Y la administración
comunal como unidad operativa.
En cuanto a las responsabilidades, la unidad seleccionada establecerá los objetivos
estratégicos y tendrá que responsabilizarse ante los ciudadanos, mientras que por el otro
lado, en la unidad operativa es el prestador profesional de servicios el que deberá cargar
con la responsabilidad de una prestación eficiente de servicios. Entretanto en la
Administración Pública se aplica el principio de la Gestión Contractual, el cual consiste
en las áreas especializadas de delegar la solicitud de prestación de servicios individuales o
parciales a sus empleados/funcionarios responsables dentro de su área especializada, e
igualmente deberán establecer con ellos acuerdos sobre prestaciones, presupuestos y campo
de acción.
Haciendo referencia a lo contractual, no son acuerdos con obligatoriedad jurídica, como se
conocen dentro del ámbito empresarial, sino que solamente se trata de un acuerdo de
compromiso de cumplimiento con los objetivos acordados dentro de un período de tiempo
establecido. Tal acuerdo contiene tres elementos fundamentales: El primero se fijan los
servicios y productos según calidad y cantidad (objetivos del servicio) y el presupuesto
requerido (objetivos financieros). Por esto mismo, es decisivo que el "cliente" defina el
producto que desea pero que, sin embargo, no tenga inherencia en la manera en que este
servicio será prestado. Tal tarea la realizarían las unidades operativas descentralizadas, que
deberán contar con los conocimientos profesionales para llevar a cabo el servicio requerido.
Los beneficios son mutuos, pues, el escenario estratégico tiene la libertad de diseñar sus
objetivos políticos y transformarlos en magnitudes mensurables y posteriormente, solicitar
su realización dentro del marco de la viabilidad financiera.
Al mismo tiempo, lo operativo tendrá la oportunidad de crear empleos y lugares de trabajo
seguros mediante la creatividad e iniciativa propia. Adicionalmente, es necesario para el
funcionamiento de la dirección del contrato es la implementación de un informe que
proporcione a los solicitantes toda la información documentada relevante para la gestión y,
por consiguiente, el avance de la prestación de servicios, de tal manera que el solicitante en
cualquier momento pueda hacer un seguimiento de los servicios prestados.
Para ello, el personal es clave para un proceso de modernización desde el aprovechamiento
total o en el mejoramiento, si existen deficiencias. En tal proceso deben estar involucrados
los empleados, pues de lo contrario sólo se logrará sembrar inseguridad y con frecuencia
provocar bloqueos en el comportamiento, lo cual obstaculizaría la reforma. Por tales
razones, se debe marcar los objetivos, para que los empleados tengan una idea clara sobre
la importancia de la modernización y también para mostrarles los beneficios que obtendrán
de la misma desde diversas medidas.
Inicialmente se debe capacitar al personal para ampliar los conocimientos empresariales, de
dirección y de comunicación; será necesario invertir en la competencia social y
especializada de los empleados. Ya que, debe ser una condición previa para la
implementación de la NGP partiendo de la eficiencia y la efectividad dentro del servicio
público.
También es necesario, el trabajo en equipo en lugar de la división de trabajo exagerada,
organización horizontal en lugar de muchos niveles jerárquicos, responsabilidad de una
persona para un trabajo determinado, conocimientos técnicos generales en lugar de
especialistas, objetivos en vez de dirección de reglas y detalles, sistemas de red
computacional en lugar del manejo de archivos individuales y sueldo según rendimiento en
lugar del principio de abastecimiento.
5. Marco legal
Desde la Constitución Política de Colombia de 1991 se reconocen cuatro principios como
el Estado Social de Derecho, de Seguridad Jurídica, de Descentralización y del Control
de la Actividad Administrativa. En primera instancia el Estado Social de Derecho, es
reconocido en el Artículo 1 de la Carta Política de 1991 en una concepción
intervencionista del Estado desde su papel protagónico en la configuración del orden
económico y social.
En otras palabras, le da una estructura y contenido a la comunidad política, en que la
jurisdicción es consustancial al concepto de Estado. Ya que se institucionaliza y se extiende
a ciertos ámbitos y contenidos concretos, como es el caso de la parte fiscal y de servicios
públicos como poder exorbitante de la Administración Pública, en la que se cumple una
concepción de la justicia objetivamente valida, esto es, la que cree en el valor y dignidad de
la persona humana y de sus derechos esenciales son las exigencias del bien común.
En cuanto a la Seguridad Jurídica, la Constitución Política exige la presencia del juez
director o protagonista del proceso por ser el Derecho de Acceso a la Administración de
Justicia un bien inalienable consagrado en el Artículo 229. Cuyo apartado incluye el
concepto de la búsqueda de la verdad como medio eficaz para la defensa de los derechos
subjetivos o relaciones jurídicas sustanciales.
Ahora haciendo referencia a la Descentralización, este modelo de Estado consagrado en la
Constitución le desplaza el poder decisorio al Ejecutivo, puesto que, es quien resuelve,
impulsa orienta y hace posible su acción política y económica a través de la legislación,
administración, planificación, negociación y ejecución con otras fuerzas sociales o centros
de poder.
Por otro lado, en cuanto lo relacionado con el Control Fiscal tiene un nuevo ámbito con un
dinámico papel en lo público, pues, este marco de acción se circunscribe a la vigilancia de
los recursos del Estado, y por el principio de la universalidad del control, se extiende a
todos los actos de gestión que se produzcan o que incidan sobre los fondos o bienes
públicos. Igualmente, el inciso 2 del artículo 267 indica los criterios de valoración para
ejercer los controles sobre los actos de gestión administrativa, relativos a la eficiencia, la
eficacia, la economía, la equidad y la valoración de los costos ambientales.
En esta medida, la Carta Política concibió un Nuevo Modelo de Administración Pública,
centrado no solo en el carácter final derivado de la concepción social del Estado Social de
Derecho con lo cual se enfatiza en la eficiencia y la eficacia de la gestión con lo cual no
sólo se garantiza aquel fin del Estado, sino un adecuado desempeño gerencial.
Tal paradigma estatal moderniza al Estado mediante la gradual privatización de los
servicios a cargo del Estado con el propósito de reducir su estructura a fin de hacerla más
eficiente. Lo anterior lo ratifica el Artículo 116, cuando atribuye la función jurisdiccional
en lo fiscal a determinadas autoridades administrativas y territoriales. Así pues, tal
jurisdicción hace más expedito y ágil el cobro de las obligaciones fiscales, ya que es un
complemento de las facultades de la administración, orientado por el carácter público y el
interés general que persigue y de allí se expresa su capacidad ejecutoria.
Por otro lado, este nuevo modelo de Estado implica necesariamente una reforma en la
administración pública. Ya que, en el Artículo 115, se otorgan amplias facultades al
ejecutivo como suprema autoridad administrativa y lo ratifica en el Artículo 189 cuando le
otorga al Presidente de la República nombrar los directores o gerentes del nivel
descentralizado; la capacidad de crear, fusionar y suprimirlos empleos de la administración,
así como fijar sus salarios; suprimir o fusionar entidades u organismos; modificar las
estructuras de los Ministerios, Departamentos Administrativos y demás entidades u
organismo administrativos nacionales, con sujeción a los principios y reglas que defina la
Ley.
Entretanto, al Congreso de la República en el Artículo 150 se le manda a determinar la
estructura de la administración nacional y crear, suprimir o fusionar ministerios,
departamentos administrativos, superintendencias, establecimientos públicos y otras
entidades del orden nacional. Frente a esto la Constitución de 1991 desde el Artículo 122
hasta el 131 se refiere a la función pública, entendida como el régimen aplicable a la
generalidad del personal de la administración. Todo esto debe respetar el Principio de
Legalidad en la Asignación de Funciones consistente en la necesidad de que cada entidad
pública tenga una planta de personal con presupuesto asignado y el Principio de Carrera
Administrativa y Ascenso por Méritos para todos los empleos que se provean en el Estado
y que en caso de no ser expreso por la Constitución o la Ley que dicho empleo se provea
mediante carrera, se hará mediante concurso público.
Otro aspecto a resaltares la clasificación de los servidores públicos hecha en el Artículo
123 para los miembros de las corporaciones públicas (congresista, diputados y
concejales), los empleados públicos (De elección popular: Presidente, gobernador,
alcalde; por cooptación: Magistrados; de Carrera; de libre nombramiento y
remoción) y trabajadores oficiales, tanto en el nivel central como descentralizado son
servidores públicos.
En cuanto a la Jurisdicción del Cobro Coactivo se basa en el Principio Administrativo
de la Eficiencia del recaudo de los ingresos del erario público en los Artículos 209 y 363
de la Constitución Política, pues sin dicho “privilegio exorbitante” seguramente la
comunidad social no obtendría en tiempo oportuno los recursos que le son necesarios para
atender a las exigencias de la administración pública. Y en los Artículos 268 y 272 se
instituye la Jurisdicción Coactiva como ejercicio dentro de sus respectivos ámbitos son
competencia del Contralor General de la República, así como los contralores
departamentales, distritales y municipales, respecto de quienes se hubiere establecido
responsabilidad en su gestión fiscal y deducido un "alcance" a consecuencia de su gestión
oficial.
Ahora bien, en cuanto a la atribución del Carácter Público al Modelo de Administración
de los Servicios Públicos está dado en razón a los medios, recursos o instrumentos de los
que goza la administración pública para ejercer dicha actividad que se deriva en un poder
especial que otorga la Constitución Política en los artículos 332, 334, 336 y 367;
incluyendo 2, 337, 338, 370, entre otros concordantes.
Ya que, para hacer cumplir la finalidad social del Estado en cuanto a los servicios públicos
domiciliarios en el Artículo 365 se consagra como deber del Estado asegurar su prestación
eficiente a todos los habitantes del territorio nacional, ya que, los servicios públicos
domiciliarios pueden ser prestados por el Estado, directa o indirectamente, por
comunidades organizadas o por particulares. Para ello, el Estado mantendrá la regulación,
el control y la vigilancia del régimen tarifario tendrá en cuenta además de los criterios de
costos, los de solidaridad y redistribución de ingresos.
Además, la nación, los departamentos, los distritos, los municipios y las entidades
descentralizadas podrán conceder subsidios para que las personas de bajos ingresos puedan
pagar las tarifas de los servicios públicos domiciliarios que cubran sus necesidades básicas
mediante un Régimen Especial de Regulación de los Actos o Contratos que Derivan de
la Prestación de Servicios Públicos, que se rigen por el derecho privado, como incentivo a
la iniciativa y la actividad económica de las Empresas de Servicio Público (ESP) según
el Artículo 367, el Artículo 368 y de manera concordante con el Artículo 333 de la
Carta Magna. También en el Artículo 369 de la misma Carta Magna determina los deberes
y derechos de los usuarios, el régimen de su protección y sus formas de participación en la
gestión y fiscalización de las empresas estatales que presten el servicio. Finalmente, el
Artículo 370 emana que corresponde al Presidente de la República señalar, con sujeción a
la Ley, las políticas generales de administración y control de eficiencia de los servicios
públicos domiciliarios y ejercer por medio de la Superintendencia de Servicios Públicos
Domiciliarios, el control, la inspección y vigilancia de las entidades que los presten.
2.1. Impuestos Municipales
La Ley 42 de 1993 “Sobre la organización del sistema de control fiscal financiero y los
organismos que lo ejercen”, donde hace manifiesto en sus Artículos 2 y 3, que los
organismos a los cuales se le deben hacer control fiscal son aquellos que integran la
estructura de la administración departamental y municipal y las entidades de este orden que
hacen parte de la estructura de la administración nacional y demás entidades nacionales, los
organismos creados por la Constitución Nacional y la Ley que tienen régimen especial, las
sociedades de economía mixta, las empresas industriales y comerciales del Estado, los
particulares que manejen fondos o bienes del Estado, las personas jurídicas y cualquier otro
tipo de organización o sociedad que maneje recursos del Estado en lo relacionado con éstos
y el Banco de la República.
Por su parte, en el Título II de los Organismos de Control Fiscal y sus procedimientos
jurídicos, en el Capítulo III del Proceso de Responsabilidad Fiscal se describe dicho
asunto que consiste en una gestión pública mediante la cual se vigila la labor fiscal de la
administración y de los particulares o entidades que manejan fondos o bienes del Estado en
todos sus órdenes por medio de los principios de Economía, Celeridad, Eficacia,
Imparcialidad, Publicidad, Equidad y Valoración de Costos Ambientales.
De acuerdo a lo anterior, este proceso debe velar porque el patrimonio público sea
salvaguardado, no solo estableciendo si el servidor público o el particular que maneja
recursos públicos se invirtieron según los lineamientos fiscales. Como también si el
resultado de su gestión se hizo en pro de la gestión estatal que debe privilegiar el interés
general sobre el interés particular.
Ahora bien, en lo concerniente a las facultades de las asambleas departamentales y
concejos municipales y distritales sus acciones deben estar ajustadas a las disposiciones
legales, entendiendo que sólo pueden adoptar los impuestos, más no crearlos; esta facultad
es exclusiva del congreso a iniciativa del gobierno según el Fallo 12591 de 2002 del Consejo
de Estado “le corresponde a la ley, dictada por el Congreso, la creación de tributos, y a
partir de ella, podrán las Asambleas o los Concejos ejercer su poder de imposición. Las
entidades territoriales podrán entonces establecer tributos dentro de su jurisdicción, pero
con sujeción a la ley que previamente los haya determinado”.
Luego, en el Artículo 59 de la Ley 788 de 2002 manda que los departamentos y
municipios aplicarán los procedimientos establecidos en el Estatuto Tributario Nacional,
para la administración, determinación, discusión, cobro, devoluciones, régimen
sancionatorio incluida su imposición, a los impuestos por ellos administrados. Así mismo,
aplicarán el procedimiento administrativo de cobro a las multas, derechos y demás recursos
territoriales. El monto de las sanciones y el término de la aplicación de los procedimientos
anteriores, podrán disminuirse y simplificarse acorde con la naturaleza de sus tributos, y
teniendo en cuenta la proporcionalidad de estas respecto del monto de los impuestos”. De
lo anterior se deduce, que el procedimiento para el cobro de la contribución de valorización
ya no será el que se aplique para el proceso ejecutivo establecido en el Código de
Procedimiento Civil, sino el procedimiento administrativo de cobro que trae el Estatuto
Tributario Nacional.
Más tarde en el 2005, la Corte Constitucional en su Sentencia 533 manda que
“La Constitución Política no le otorga al Congreso de la República la facultad exclusiva y
excluyente para establecer los elementos de todo tributo del orden departamental, distrital o
municipal, pues en aplicación del contenido del artículo 338 Superior, en concordancia con
el principio de autonomía de las entidades territoriales y con las funciones asignadas a las
autoridades territoriales, las asambleas departamentales y los concejos distritales y
municipales disponen de competencia tanto para determinar los elementos del tributo no
fijados expresamente en la ley como para establecer las condiciones específicas en las que
operará el respectivo tributo en cada departamento, distrito o municipio. Cuando la
Constitución estatuye que las asambleas y concejos municipales y distritales como cuerpos de
elección popular decretaran, de conformidad con la Constitución y la ley, los tributos y
contribuciones que su sostenimiento requiere, no está dando lugar a la absorción de su
competencia por parte del Congreso, de tal manera que las asambleas y los concejos deban
ceder absolutamente su poder de imposición al legislador. Igualmente ha precisado que la ley,
por el contrario, al fijar las pautas y directrices dentro de las cuales obrarán esas
corporaciones de elección popular, tiene que dejar a ellas el margen que les ha sido asignado
constitucionalmente para disponer, cada una dentro de las circunstancias y necesidades
específicas de la correspondiente entidad territorial, lo que concierne a las características de
los gravámenes que vayan a cobrar”.
No obstante, la Sentencia T-604 manifiesta que “por regla general, la decisión sobre el
cobro de deudas patrimoniales se debe efectuar a través de los jueces de la
República”. Pues, tratándose de deudas de carácter fiscal, tal pauta goza de una excepción
que encuentra soporte en los artículos 2, 189 numeral 20, 209, 238 y 365 de la
Constitución Política, en los que se autoriza a la administración para que adelante el cobro
independiente de las obligaciones a favor de la Nación, a través del Proceso
Administrativo de Jurisdicción Coactiva. Las facultades asignadas a la Administración
para el cobro de las deudas a favor de la Nación a través de los procedimientos de cobro
coactivo sin necesidad de acudir a los jueces, han sido estudiadas y aceptadas por la
jurisprudencia constitucional y administrativa de tiempo atrás.
Por esto mismo, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado y esta
Corporación, han identificado a la “Jurisdicción Coactiva” como el “privilegio
exorbitante” que tiene la administración a partir del cual se entiende que “las acreencias
públicas están amparadas por un privilegio general de cobranza”.
De esta manera, la Ley 1066 de 2006 emana que todas las entidades públicas de todos los
niveles que tengan que recaudar rentas o caudales públicos, deberán para tal efecto dar
aplicación al Procedimiento de Cobro Administrativo Coactivo establecido en el
Estatuto Tributario. Igualmente, el Artículo 2 de la referida Ley, establece la
obligatoriedad de adoptar el reglamento interno de recaudo de cartera, el cual fue
normalizado por el Decreto 4473 del 15 de diciembre de 2006, que estableció los criterio
mínimos que ha de contener dicho reglamento. Y en cuanto a la Prescripción de las
obligaciones fiscales acaecidas ante la Administración Municipal se puede afirmar que
según el Decreto 624 de 1989 o el Estatuto Tributario Colombiano en su Artículo 817
emana que:
“La acción de cobro de las obligaciones fiscales, prescribe en el término de cinco (5) años,
contados a partir de:
1. La fecha de vencimiento del término para declarar, fijado por el Gobierno Nacional, para
las declaraciones presentadas oportunamente.
2. La fecha de presentación de la declaración, en el caso de las presentadas en forma
extemporánea.
3. La fecha de presentación de la declaración de corrección, en relación con los mayores
valores.
4. La fecha de ejecutoria del respectivo acto administrativo de determinación o discusión.
La competencia para decretar la prescripción de la acción de cobro será de los
Administradores de Impuestos o de Impuestos y Aduanas Nacionales respectivos, o de los
servidores públicos de la respectiva administración en quien estos deleguen dicha facultad y
será decretada de oficio o a petición de parte”.
Igualmente con la Ley 142 de 1994 que dicta normativas sobre el Régimen de los
Servicios Públicos Domiciliarios surge en desarrollo de los principios Constitucionales ya
tratados, para así, ponerle mano dura al estado crítico de esta actividad económica en el
país y establecer los parámetros para entronizar en Colombia, una nueva cultura de
servicios públicos domiciliarios, caracterizada por la intervención del Estado en los
servicios públicos con el fin de garantizar la calidad del bien objeto del servicio público y
asegurar el mejoramiento de la calidad de vida de los usuarios.
Adicionalmente, cubrir permanentemente la cobertura de estos mismos mediante sistemas
que compensen la insuficiencia de la capacidad de pago de los usuarios; la atención
prioritaria de las necesidades básicas insatisfechas en materia de agua potable y
saneamiento básico; la prestación continua e ininterrumpida; la prestación eficiente; la
libertad de competencia y no utilización abusiva de la posición dominante; obtención de
economías de escala comprobables; crear mecanismos que garanticen a los usuarios el
acceso a los servicios y su participación en la gestión y fiscalización de su prestación y
establecer un régimen tarifario proporcional para los sectores de bajos ingresos de acuerdo
con los preceptos de equidad y solidaridad a partir de tres tipos de competencias y
responsabilidades a los distintos niveles donde participan las agencias del Estado por una
parte y los prestadores y receptores de los servicios públicos domiciliarios por otra a partir
del orden:
Nacional. Dentro del marco de la descentralización y en concordancia con la
Ley 60 de 1993, a la nación le compete formular políticas y objetivos de
desarrollo, distribuir los recursos de transferencia a las entidades territoriales,
administrar los fondos de cofinanciación, facilitar líneas de crédito de
desarrollo, asesorar y prestar asistencia técnica, supervisar y evaluar la
prestación de los servicios, elaborar los reglamentos generales para su
administración e inspeccionar y vigilar a quienes lo prestan y sancionar a
aquellos que incumplan la Ley y los reglamentos.
Departamental. A este nivel le corresponde ejercer funciones de apoyo y
coordinación de la acción municipal en sus respectivos territorios. Su función
principal es la intermediación entre la Nación y los municipios, la prestación
de asistencia técnica, financiera y administrativa, la elaboración del plan
sectorial de agua potable y saneamiento básico y servir de instancia de
aprobación de proyectos de cofinanciación a través de las Unidades de
Cofinanciación en las Oficinas de Planeación departamentales. Para ello
deberán organizar sistemas de coordinación y promover asociaciones de
municipios, así como celebrar convenios ínteradministrativos para obtener
economías de escala en la prestación 'de los servicios y facilitar el ejercicio de
sus funciones.
Municipal. Se distingue como el nivel de ejecución principal de la política
social del Estado, en la cual figura con caracteres constitucionales prioritarios
la gestión eficiente de los servicios públicos y la responsabilidad de asegurar
en estas condiciones la prestación eficiente de los mismos, asumida
preferiblemente por empresas oficiales o mixtas, por comunidades
organizadas o por particulares antes que por el propio municipio, a través de
su administración central.
Comunitario. Finalmente esta ley concede a los usuarios facultades de
propietarios frente a los servicios públicos que estén en manos estatales y de
fiscalizador en defensa del derecho a la competencia cuando estén en manos
privadas. Para ello deben conformar en todos los municipios del país,
Comités de Desarrollo y Control Social compuestos por usuarios,
suscriptores, suscriptores potenciales de servicios públicos domiciliarios, sin
que por el ejercicio de sus funciones se causen honorarios. Igualmente tienen
funciones de colaboración con los prestadores de servicios a través de
campañas conjuntas de uso racional del agua, promoción de inversiones,
expansión de coberturas y coordinación entre autoridades, ciudadanía y
asociaciones comunitarias para el mejoramiento de la calidad y prestación del
servicio.
Es valioso destacar, a partir de la expedición de esta ley han sido varias las
reglamentaciones, reflejándose en ellas la dinámica del tema de los servicios públicos,
como son:
Decreto Nacional 1641 de 1994. Establece definiciones para que la Comisión
Reguladora de Telecomunicaciones pueda ejercer sus funciones.
Decreto Nacional 3087 de 1997. Liquidación, cobro, recaudo de contribuciones
de solidaridad y subsidios en materia de energía y gas.
Decreto Nacional 302 de 2000. Normas que regulan las relaciones entre entidad
prestadora de acueducto y alcantarillado y los suscriptores y usuarios.
Decreto Nacional 556 de 2000. Normas aplicables cuando se intervienen
empresas de servicios.
Decreto Nacional 421 de 2000. Organizaciones autorizadas para prestar los
servicios de agua y saneamiento básico, en municipios menores, zonas rurales y
áreas urbanas específicas.
Decreto Nacional 847 de 2001. Deroga Decreto 3087. Definiciones de
consumo básico o de subsistencia, contribución de solidaridad, valor del servicio,
red física, subsidio, usuario, usuarios de menores ingresos, zona territorial,
mercado de comercialización para el servicio de energía, y de gas, operador de
red de sistema de transmisión regional y/o sistema de distribución local.
Adicionada por Ley 689 de 2001, Define al productor marginal, y el servicio
público de aseo. Actividades complementarias del servicio de aseo.
Decreto 1713 de 2002. Definiciones de: almacenamiento, aprovechamiento en el
marco de la gestión integral de residuos sólidos, y en el del servicio de aseo.
Área pública, barrido y limpieza manual, mecánica, continuidad en el servicio,
cultura de la no basura, disposición final de residuos, economías de escala,
eliminación, estaciones de transferencia, frecuencia del servicio, generador o
productor, gestión integral de residuos sólidos, grandes generadores o
productores, lavado de área públicas, lixiviados, etc.
Decreto Nacional 549 de 2007. Auto generación de energía.
Mientras tanto, desde la regulación del marco jurídico lo complementan la Ley 143 de
1994 y la Ley 689 de 2001. La primera se refiere a la generación, interconexión,
transmisión, distribución y comercialización de electricidad, mientras que la segunda
modifica y complementa la Ley 142 de 1994, con normas generales y definiciones que
resultan trascendentales para la gestión de los distintos servicios.
Por otro lado, la Ley 689 de 2001 es la primera respuesta desde la regulación, para los
ajustes en los entes territoriales que fueron convirtiendo sus dependencias de servicios
públicos, en unidades descentralizadas especializadas. En otros casos fijó pautas para la
liquidación de las empresas existentes, suscripción de contratos, y en general
normatividad que permitió dar paso a nuevas estructuras organizacionales, de acuerdo a
las opciones para prestación de servicios por particulares regidas por fuera de las
disposiciones del Estatuto General de Contratación de la Administración Pública, salvo
algunas excepciones. Y en el asunto de la salvaguarda de la primacía del Estado frente a
la prestación del servicio, como único poseedor del monopolio sobre el mismo, la Ley
determina la posibilidad de que las Comisiones Reguladoras obliguen la inclusión de
cláusulas exorbitantes o excepcionales, en ciertos tipos de contratos.
Ahora, desde la regulación, el control y la vigilancia, una cláusula exorbitante es la
mayor manifestación de la potestad estatal, puesta al servicio del ciudadano y sus
intereses, pues gracias a ella el Estado podrá imponer unilateralmente decisiones tales
como: la caducidad del contrato¸ la modificación de términos y la capacidad
interpretativa de la norma.
Por último, la Sentencia de la Corte Constitucional C-150 de 2003 manifiesta que en
cuanto a las “decisiones del Estado respecto del funcionamiento de la economía y la
organización de la sociedad constituyen una forma de regulación económica y social.
Sin dicha regulación general del Estado, el mercado económico no podría existir ni
funcionar”. Además, la “intervención del Estado en la economía puede ser de diferente
tipo, sin que siempre pueda efectuarse una diferenciación clara entre las formas de
intervención correspondientes. [Dado que, …] en la doctrina se habla de intervención
estatal global, cuando versa sobre la economía como un todo, sectorial, cuando recae en
una determinada área de actividad, o particular, si apunta a una cierta situación como por
ejemplo a la de una empresa; de intervención estatal directa, cuando recae sobre la
existencia o la actividad de los agentes económicos, o indirecta, cuando está orientada
no a la actividad económica propiamente dicha sino al resultado de la misma;
intervención unilateral, cuando el Estado autoriza, prohíbe o reglamenta una actividad
económica, o intervención convencional, cuando el Estado pacta con los agentes
económicos las políticas o programas que propenden por el interés general; intervención
por vía directiva, cuando el Estado adopta medidas que orientan a los agentes
económicos privados, o intervención por vía de gestión, cuando el Estado se hace cargo
el mismo de actividades económicas por medio de personas jurídicas generalmente
públicas”.
Tal argumento sirvió para declarar inexequible parcial el Numeral 7 del Artículo 87 de
la Ley 142 de 1994 porque en dicho artículo se establecen los “criterios para definir el
régimen tarifario” de los servicios públicos, entre los cuales incluye los de “eficiencia
económica y suficiencia financiera”. Y específicamente, el Numeral 7 señala que “los
criterios de eficiencia y suficiencia financiera tendrán prioridad en la definición del
régimen tarifario. Si llegare a existir contradicción entre el criterio de eficiencia y el de
suficiencia financiera, deberá tenerse en cuenta que, para una empresa eficiente, las
tarifas económicamente eficientes se definirán teniendo en cuenta la suficiencia
financiera”. Y conforme al Artículo 365 de la Constitución Política, “los servicios
públicos son inherentes a la finalidad social del Estado” y es un deber de este “asegurar
su prestación eficiente a todos los habitantes del territorio nacional”.
Por ello, no puede limitarse a la expresión “los criterios de eficiencia y suficiencia
financiera tendrán prioridad en la definición del régimen tarifario”. Pues, “si
llegare a existir contradicción entre el criterio de eficiencia y el de suficiencia
financiera deberá tenerse en cuenta que, para una empresa eficiente, las tarifas
económicamente eficientes se definirán tomando en cuenta la suficiencia
financiera”.
Por consiguiente, las expresiones “no puedan realizarse con personal de planta o” y “en
ningún caso [...] generan relación laboral ni prestaciones sociales” del Numeral 3o. del
Artículo 32 de la Ley 80 de 1993, no vulneran los preceptos constitucionales, por esto son
declaradas exequibles, salvo que se acredite por parte del contratista la existencia de una
relación laboral subordinada, como así se hará en la parte resolutiva de la presente
providencia.
Lo anterior motiva que en 1998 se visione una Nueva Reforma Administrativa con el fin de
remplazar la realizada en 1968. Por tales razones, se expidieron las leyes 489 y 443,
representativas de la implementación definitiva de la gestión pública en Colombia.
Igualmente, el 14 de octubre de este año mediante un documento expedido por el Concejo
Científico del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD)
titulado “Una nueva Gestión Pública para América Latina”, base que permitió dilucidar lo
que será la reforma administrativa de 1998 y posteriores.
Según el CLAD, la reconstrucción de la capacidad estatal es una condición esencial para
enfrentar exitosamente los países latinoamericanos los problemas de redemocratización,
desarrollo económico y distribución de la riqueza. En este contexto, la implementación de
la Reforma Gerencial es un aspecto fundamental para mejorar la capacidad de gestión del
Estado así como para aumentar la gobernabilidad del sistema político. (CLAD, 1998,. 9).
En resumen, la Ley 489 de 1998 es la aplicación normativa y práctica de la NGP, basada en
sectorización, creación, organización, funcionamiento y extinción de las entidades del
orden nacional y descentralizado con el fin de dar pautas para la reducción y mejoramiento
del Estado a través de los que se denominó el sistema de desarrollo administrativo. Para así,
establecer plantas de personal globalizadas mediante la preparación de Gerentes Públicos a
través de la Escuela de Alto Gobierno, y democratizar y controlar la Administración
Pública a través de planes participativos en los que se involucre a la ciudadanía.
Así pues, se expidió la Ley 443 de 1998 con el objetivo de impulsar la carrera
administrativa y a su vez estableció que el Departamento de la Función Pública será el ente
encargado de supervisar los procesos de reforma que se evidencien dentro de las entidades
públicas, especialmente en materia de las plantas de personal y su organización
reglamentada en esta ley surgirá el Decreto 1572 de 1998, el cual expide normas referentes
al desarrollo de la carrera administrativa, disposiciones referentes a los estudios necesarios
para realizar la modificación de las plantas de personal de las entidades públicas que han
sido creadas o modificadas. No obstante, fue modificado por el Decreto 2504 de 1998, el
cual señaló el mínimo de los estudios que soportan las modificaciones de las plantas de
personal basados en metodologías de diseño organizacional y ocupacional que contemplen
un análisis de los procesos técnico-misionales y de apoyo, la evaluación de la prestación de
los servicios y de las funciones asignadas, perfiles y las cargas de trabajo de los
empleados.
Lo anterior se implementó en los procesos de reforma de las entidades públicas a partir de
1998. Señalados los principios que regirán las modificaciones de las plantas de personal de
las entidades públicas, en 2002 se pretendió profundizar aún más el proceso de reforma o,
como en momentos se denomina, Modernización del Estado, según los hechos, al parecer,
conforme a los intereses del gobernante de turno.
De esta manera, en la primera administración de Álvaro Uribe Vélez (2002 – 2006) ante
el empeoramiento de las finanzas públicas nacionales como consecuencia de esta
conmoción propone que la administración pública sea un ejemplo de austeridad mediante la
expedición de la Ley 790 de 2002. Para así, reducir el costo del aparato del Estado, de la
burocracia y de los privilegios para causar hacer un impacto inmediato en el gasto por
medio de la fusión, escisión, supresión y reestructuración de algunas entidades
administrativas del orden nacional en el corto plazo. A su vez, con el fin de mejorar la
eficiencia y la calidad del ejercicio de la función pública, de optimizar el proceso de
decisión de la administración, de fortalecer las relaciones entre el ciudadano y el Estado, y
de racionalizar el gasto público, se implementó acciones de tipo vertical y transversal en el
mediano y largo plazo. El cumplimiento de este propósito consolida un Estado comunitario
con comportamiento gerencial (Ley 812 de 2003, Artículo 8).
Lo anterior justifica un pilar fundamental en el Plan de Desarrollo 2002 – 2006: “Hacia
un Estado Comunitario” como fue el “Programa de Renovación de la Administración
Pública (PRAP)” con el fin de adecuar la Administración Pública a los requerimientos de
un Estado Comunitario, racionalizando funciones, redimensionando el tamaño de las
estructuras administrativas y fortaleciendo su capacidad para cumplir con sus objetivos
esenciales. Adicionalmente, el PRAP se propone contribuir a fortalecer su capacidad para
brindar seguridad democrática, sanear las finanzas públicas, promover la equidad,
garantizar la estabilidad y el crecimiento sostenible de la economía (CONPES 3248 de
2003).
3. Diagnóstico Municipal
En 2014, la Contraloría General de Antioquia y el Departamento Administrativo de
Planeación (DNP), como resultado de la evaluación realizada, conceptúan que el
Municipio de Giraldo, durante la vigencia fiscal cumplió con los límites establecidos en la
Ley 617 de 2000, toda vez que el indicador se ubicó en el 74,94%, estando por debajo
del límite del 80% para Municipios de categoría sexta (Contraloría General de
Antioquia, 2015, 6).
Haciendo referencia al cumplimiento del Artículo 20 del Decreto 4515 “Por el cual se
reglamenta parcialmente la Ley 617 de 2000” el Municipio certificó y reportó a
Planeación Departamental un indicador de 58,86%, con el cual cumplió con los límites
establecidos en la Ley. Mientras tanto, la Contraloría y la Dirección financiera de
Planeación Departamental realizaron los cálculos según la de Ley 617 donde hubo una
diferencia de 16,08 puntos por encima al certificado por el Municipio, en el cual el
indicador fue 74,94% (Contraloría General de Antioquia, 2015, 7-8).
Por otro lado, durante el proceso de validación del cumplimiento del indicador de Ley 617,
el Municipio de Giraldo certificó que no existía déficit fiscal en la Administración
Municipal, sin embargo, verificada la información del Municipio al 31 de diciembre de
2014 se encontró un déficit fiscal por valor de $167.166.609 representados en proyectos de
inversión con recursos del SGP y proyecto de cofinanciación con la Corporación para el
Desarrollo Sostenible del Urabá (CORPOURABA) y $43.580.909 correspondientes a un
fallo en contra. Además, a 31 de diciembre de 2014 tenía cinco (5) operaciones de crédito
por valor de $136.475.759 suscritas con el Instituto de Desarrollo de Antioquia (IDEA)
para lo cual tiene una capacidad de pago, acorde con la Ley 358 de 1997 con un el índice
de sostenibilidad a la fecha es del 7,98% y el de solvencia del 0,79%. Ahora haciendo
referencia al Sistema General de Regalías (SGR), la Administración Municipal de
Giraldo para la vigencia 2014 realizó pagos por valor de $428.555.122 y a 31 de diciembre
de 2014 no se presentó déficit fiscal en el SGR, con saldo en bancos por valor de
$254.905.726,56 (Contraloría General de Antioquia, 2015, 9-11).
Haciendo referencia a la planta de personal y los costos de la nómina del Municipio de
Giraldo se, se establece que la Entidad tiene 49 servidores públicos pagados para el
funcionamiento de la Entidad, representados en 3 jubilados y 25 empleados de planta;
además asumen 21 contratistas de prestación de servicios. En cuanto a los costos lo más
alto de personal está representado por los empleados de planta con un 68% de
participación en los gastos; un 29% de los gastos representado en contratos de
prestación de servicios para funcionamiento, pagados con recursos propios y SGP; y el
3% adicional lo constituye la planta de jubilados, costo fijo que no puede ser ajustado.
(Contraloría General de Antioquia, 2015, 11-12).
En lo fiscal, la Administración Municipal mediante Acuerdo Municipal N. 013 de diciembre
17 de 2012 actualizó su Estatuto de Rentas e Ingresos y mediante el Decreto 039 de
mayo 12 de 2012, estableció su reglamento interno de recaudo de cartera. A partir de esto,
se determinó que existen aproximado de 1.469 predios, sujetos al cobro del Impuesto
Predial unificado urbano y rural, que adeudan de 1 hasta 92 cuotas y representan un valor
de $438.456.025, las cuentas entre uno y cinco años suman $329.914.569 y representan el
75%; las menores a un año $65.285.211, el 15%. Se identifican contribuyentes con deudas
por $43.256.245 con más de 5 años de morosidad, que representan el 10%, deudas que
pueden incurrir en la prescripción de la deuda, afectando el Tesoro Público y la liquidez de
la Entidad. (Contraloría General de Antioquia, 2015, 15-16).
Además, la cartera del Impuesto de Industria y Comercio y Avisos y Tableros tiene 126
establecimientos comerciales, de los cuales son 105 en la cabecera urbana y 21 en sus
veredas, que a 31 de diciembre según reporte presentaban una deuda por $31.117.580. De
esta, el 64% corresponde a 83 contribuyentes con deudas inferiores a un año y suman
$20.016.343. El 36% restante de la cartera corresponde a 14 deudas de entre 1 y 5
años que suman $11.101.237, y no se encontró cartera superior a cinco (5) años.
(Contraloría General de Antioquia, 2015, 15-16. Y Gobernación de Antioquia, 2015).
De acuerdo con las ejecuciones presupuestales de las vigencias 2012, 2013 y 2014, los
recaudos por concepto de Impuestos municipales han ido incrementando como resultado de
la gestión fiscalizadora de la actual administración. Con el fin de gestionar la recuperación
de Cartera de las Rentas por cobrar, la Administración Municipal tiene suscritos 18
acuerdos de pago por un valor de $8.650.546, dichos acuerdos de pago se han venido
cumpliendo, garantizando una recuperación de cartera del 2% sobre el valor adeudado.
(Contraloría General de Antioquia, 2015, 17)
En cuanto a los Servicios Públicos Domiciliarios la cabecera municipal de Giraldo tiene
instalados por la Empresa de Servicios Públicos Domiciliarios de Giraldo S.A. E.S.P.
554 medidores de agua de los cuales funcionan el 99.96% (552) que generan 141912
metros cúbicos (m3) por año, esto quiere decir aproximadamente 2729 m3 por medidor.
Además, cuenta con 785 suscriptores correspondientes a un 89.27% son residenciales
(483), de los cuales el 63.14% (305) son de estrato socioeconómico 2, al estrato 1 un
36.02% y el 0.74 (4) al estrato 3. El restante 10.73%, se divide en 57 establecimientos
comerciales (10.53%) y 1 industrial (0.20%) (Gobernación de Antioquia, 2015).
El servicio de alcantarillado suministrado por la misma ESP, abastece a 504
suscriptores de los cuales 85.71 % (432) son residenciales, subdivididos estos en el 70.13
% (303) pertenecen al estrato 2, el 28.93% (125) al estrato 1 y el 0.94 (4) al estrato 3.
El restante 14.29% (72) son 56 (77.77%) establecimientos comerciales y 16 (23.23%) a
establecimientos industriales. Abastecidos por un red de servicios construida en 1985 con
3.50 kilómetros (km) que se encuentra en un 40% en buen estado %) (Gobernación de
Antioquia, 2015).
Haciendo referencia al servicio de energía hay 753 suscriptores en la cabecera municipal,
entre los cuales 651 son residenciales (82.47%) que se dividen en 57.14% para el estrato
2 son 372 (57.14%), 232 en el estrato 1 (35.63) y 47 en estrato 3 (7.23%). Los restantes
102 suscriptores (17.53%) son 76 establecimientos comerciales (74.50%), 8
establecimientos industriales (7.84 %) y 28 son categorizados como otros (17.66%).
Mientras tanto, en la zona rural son 997 suscriptores, de los cuales el 96.99% son
residenciales (967) divididos en 587 del estrato 1 (60.70%), 364 del estrato 2 (37.64) y
16 son estrato 3 (1.66%). Los restantes 30 suscriptores (3.01%) son 20 categorizados
como otros (66.66%), 9 son establecimientos comerciales (30%) y 1 industrial
(3.34%) (Gobernación de Antioquia, 2015).
Finalmente, el servicio de aseo es suministrado por EMPUGI S.A. E.S.P para 892
suscriptores entre los cuales hay 785 residenciales (88 %) divididos en el en el estrato 2
son 409 (52.10%), en el estrato 1 son 331 (42.16%) y en el estrato 3 son 45 (5.74%).
Los restantes 107 suscriptores (12%) son 86 establecimientos comerciales (80.37%), 19
categorizados como otros (17.75%) y 7 industriales (1.88%). Tal servicio se realiza en
volquetas, ejecutan un barrido y limpieza en una ruta selectiva con 4 kilómetros (km) que
generan 0.46 kilos por día de residuos sólidos que son depositados en un relleno sanitario
con una vida útil de 10 años (Gobernación de Antioquia, 2015).
4.2. Trabajando “Unidos por Giraldo” con servicios públicos domiciliarios para todos.
En el Municipio de Giraldo es necesaria la implementación de una política en materia de
servicios públicos que involucre principios de eficiencia, participación, responsabilidad
social y solidaridad; que propenda por la creación, conformación y fortalecimiento de la
Empresas Públicas de Giraldo S.A. E.S.P., de forma que ésta alcance altos niveles de
eficiencia en su gestión, y asegure la sostenibilidad, aumentando la cobertura y calidad de
los servicios de acueducto, alcantarillado y aseo; y en coordinación con los agentes
encargados de la política ambiental, avance en planes de tratamiento de aguas residuales y
manejo de residuos sólidos en tres dimensiones fundamentales: ambiente, impacto social y
económico.
Esta propuesta será enmarcada en un modelo de la NGP con Enfoque de Gestión y
Desarrollo, que se establece a partir de los principios de la administración, como
planeación, organización, dirección o ejecución, evaluación y control, que sirve como
herramienta para la gestión de políticas sociales mediante la dirección, coordinación y
concertación de programas y proyectos dirigidos al desarrollo humano; donde lo
cuantitativo no es el fin único, sino los cambios cualitativos del Estado y la Sociedad. Las
siguientes son las herramientas para implementar estas propuestas:
Políticas Sociales. Trabajando “Unidos por Giraldo” con servicios públicos
domiciliarios para todos. debe jugar un papel preponderante en la elaboración,
coordinación y ejecución de las políticas públicas, evitando que su acción caiga en
protagonismos, imposiciones, y autoritarismos y buscando en todo momento la
participación, efectiva y activa de todos los actores sociales.
La construcción e implementación de este modelo exige adecuar las estructuras
jurídicas, administrativas y presupuestales existentes para que posibiliten la
coordinación e integralidad en el diseño y aplicación de las políticas sociales y las
estrategias de acción desarrolladas por las dependencias responsables de la
inversión social.
Caracterización de los sistemas de focalización poblacional. A través del diseño
e implementación de adecuados sistemas municipales de información, que se estén
renovando y actualizando de manera constante y continua, que permitan la
identificación, priorización y la selección de la población beneficiaria de los
programas con transparencia, equidad y eficiencia, de manera que los programas y
proyectos sociales se realicen coordinadamente por parte de las entidades que
intervienen, evitando la atomización de recursos y la duplicidad de acciones.
Concertación intersectorial, interinstitucional y comunitaria. Fortalecen la
participación intersectorial e interinstitucional identificando objetivos y acciones
factibles de desarrollar conjuntamente, con base en los factores de responsabilidad,
interés institucional y solidaridad de los diferentes actores. Como mecanismos a
través de los cuales se puede fortalecer este tipo de proceso se tiene, son los
siguientes:
Mercadeo Social. Concebido como el proceso de interrelación de las
necesidades e intereses de comunidades o segmentos poblacionales, con
la filosofía, propósitos y objetivos municipales con el fin de diseñar y
ofrecer programas sociales específicos dirigidos especialmente a grupos
beneficiarios, promoviendo la responsabilidad social de cada uno de los
actores, entidades y personas, que actúan a nivel local, cuyo resultado es
el diseño y oferta de programas específicos dirigidos especialmente a
grupos de beneficiarios o clientes.
Esta clase de mecanismo implica la transferencia de un concepto
económico, más propio de la empresa privada, al sector social, de ahí que
se hable de relaciones de competencia, servicio, mentalidad empresarial,
cliente interno, externo (directo e indirecto), etc.
Divulgación y promoción de la política social municipal. A través de
la participación activa de los comités, veedurías, líderes comunales,
juntas de acción comunal, coordinadores y mesas de trabajo de
programas y proyectos convocados por distintas instituciones y
organizaciones.
Así pues, el objetivo de Trabajando “Unidos por Giraldo” con servicios públicos
domiciliarios para todos es contribuir al mejoramiento de la calidad de vida, bienestar y
desarrollo sostenible del sector Urbano y Rural del Municipio, promoviendo la prestación
optima de los servicios por parte de las empresas y demás prestadores de servicios públicos
domiciliarios y fortaleciendo el conocimiento y cumplimiento adecuado de derechos y
deberes de usuarios y prestadores de servicios públicos domiciliarios dentro del marco
constitucional. Para ello, se deben realizar las siguientes acciones de acuerdo al servicio
público domiciliario prestado.
Acueducto: Prevenir el racionamiento, mejorar la calidad del agua y recuperar las
pérdidas de agua no contabilizada mediante la prevención del racionamiento, las
fuentes alternas de agua y la recuperación de pérdidas de agua.
Energía: Equilibrar y optimizar la compra de energía (Bolsa y Contratos), buscar
fuentes de cogeneración y disminuir pérdidas de energía realizando acciones como
equilibrar y optimizar la compra de energía (bolsa y contratos), buscar fuentes de
cogeneración, explorar alternativas financieras, comerciales o de operación de la
planta y disminuir pérdidas de energía.
Telecomunicaciones: Analizar el futuro del negocio incluyendo la posibilidad de
vincular inversionistas estratégicos por medio de la realización del análisis del
futuro del negocio, ampliar el portafolio de productos y servicios de alta tecnología,
potenciar el uso de la red multiservicios e incrementar la penetración en el mercado
y aumentar la cobertura de la red inalámbrica. (Rural – Urbana).
Gas natural: Hacer llegar la red de distribución de gas natural a los hogares de los
barrios y, desarrollar un modelo de gestión centrado en el protagonismo de los
beneficiarios del programa, de manera que se cree una estructura en la cual sean los
vecinos los que impulsen el desarrollo de sus localidades llamado Trabajando
“Unidos por Giraldo” con servicios públicos domiciliarios para todos.
Servicio público de Aseo domiciliario de residuos ordinario: Prestar el servicio
público de aseo a nuestros clientes bajo los criterios de eficiencia, transparencia,
competitividad, calidad rentabilidad social y económica, con participación
ciudadana y vocación de servicio. Contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las
comunidades en las que operamos, el bienestar de nuestros trabajadores y la
conservación del medio ambiente y desarrollo sostenible.
5. Conclusiones
Una Gerencia de Gestión Pública para trabajar “Unidos por Giraldo se propone con
el fin de construir una Hacienda Pública y una Prestación de Servicios Públicos
Domiciliarios enfocados tales procesos en una Gerencia de Gestión Pública Eficiente.
Para así, mejorar la Recaudación de las Rentas y su distribución en el Presupuesto
Municipal lo cual conllevaría a proporcionar una calidad de vida a la población en general,
a la prestación adecuada de los bienes y servicios básicos a que ellos tienen derecho y es
deber de la Administración Municipal, garantizar la libre iniciativa privada mediante las
Alianzas Público – Privadas (APP), con el propósito de lograr mejores niveles de
eficiencia y productividad, y finalmente, propender por el desarrollo económico, social y
ambiental del Municipio mediante una metodología participativa.
Para ello, en el Proceso Administrativo de Cobro Coactivo es necesario que la
Inspección de Policía o la Secretaria de Planeación Municipal realice un diagnóstico
desde El Alto del Cativo o inicios de la Vereda El Balso, hasta el Boquerón del
Toyo, y en las demás vías y veredas, para que tomen datos y graven todos estos
negocios que actualmente no cancelan impuestos y es dinero que se está dejando de
percibir en el municipio y que la anterior administración no hizo.
A las Licencias Urbanísticas, Reconocimiento de Edificaciones y Legalización de
Asentamientos Humanos, la Administración Municipal anterior no le puso la debida
atención a esto, pero actualmente se aumentó la construcción en este municipio, lo
que hace que está funcionando la minería en Buriticá aumentará la población desde
el Alto del Cativo, El Balso, Pinguro y El Manglar. Esto se hizo en forma
descontrolada, realizaban las construcciones con un permiso verbal y en ninguno
hubo una licencia de construcción cancelando el valor de lo que legalmente puede
valer una licencia, se hacía pero con compromisos de politiquería, algo que ni el
mismo concejo municipal controló.
Por esto mismo, se debe de hacer un diagnóstico por funcionarios o contratistas de la
Secretaría de Planeación Municipal, donde cada dueño de la construcción se debe
de presentar a legalizar, pues en este momento hay construcciones mal ubicadas que
debió de controlarlo las misma entidad. En cuanto, a las construcciones en espacio de la
vía pública, esto debió ser controlado por el Instituto Nacional de Vías (INVIAS) para
identificar las razones de tales edificaciones, donde también debe intervenir la Inspección
de Policía.
En referencia al Tránsito y lo Ambiental, la Administración Municipal y la Inspección
de Policía son las entidades quienes deben tener la información sobre los Comparendos
Ambientales y de Movilidad. Y por ello, deben de dar información de cuantas han sido
efectivas, cuales están atrasadas o no se han cancelado.
De igual forma, las multas policivo - administrativas impuestas por la misma
inspección de Policía y que son remitidas a la Secretaría de Hacienda para su
ejecución, también las multas impuestas por la Personería Municipal, todas estas
multas deben hacerse efectiva por la figura del Proceso Administrativo Coactivo y
que la Secretaría de Hacienda, antes de cinco años.
Ahora bien, en cuanto a la Prestación de los Servicios Públicos Domiciliarios se debe
crear, conformar, establecer y fortalecer la Gerencia Social para Trabajar “Unidos por
Giraldo” con servicios públicos domiciliarios para todos el cual debe estar articulado
con programas de Hábitat y calidad de vida para los asentamientos humanos rurales,
un Comité de Desarrollo y Control Social para los Servicios Públicos Domiciliarios,
un Comité Permanente de Estratificación y un Fondo de Solidaridad y Redistribución
de Ingresos para los Servicios Públicos Domiciliarios.
Ya que, esta propuesta tiene como fin es asumir por parte de la Administración Municipal
la realización de un cambio en lo administrativo y en lo financiero, que le permita obtener
la anhelada eficiencia y eficacia en el logro de los cometidos legales, es decir que “la
asignación de los recursos públicos sea de la forma más conveniente utilizados para
maximizar los resultados” en los Servicios Públicos Domiciliarios.
Para esto deben establecer y aplicar las políticas sobre universalización de los servicios
públicos domiciliarios y las tecnologías de la Información y las Comunicaciones,
especialmente las relativas a los mínimos vitales; adelantar las operaciones administrativas
que sean necesarias para garantizar la eficiente prestación de los Servicios Públicos
Domiciliarios en el Municipio; administrar el Fondo de Solidaridad y Redistribución de
Ingresos para los Servicios Públicos Domiciliarios; asegurar la participación de los usuarios
en la gestión y fiscalización de las entidades que prestan los servicios públicos en el
Municipio; promover la constitución, organización y capacitación de los comités de
desarrollo y control social de los servicios públicos domiciliarios; desarrollar los estudios y
adoptar las medidas necesarias para que el Municipio pueda disponer el otorgamiento de
subsidios conforme lo establece la norma vigente; adoptar el esquema de prestación de los
Servicios Públicos Domiciliarios conforme a lo dispuesto por la Ley y los Decretos
Reglamentarios que dentro de su competencia expida el Gobierno Nacional; gestionar la
consecución de los recursos de fondos nacionales y la cooperación internacional, destinados
a la universalización de los servicios públicos domiciliarios, las tecnologías de la
información y los servicios de televisión pública local; coordinar y adoptar políticas y
medidas que deben aplicarse en el Municipio orientadas a consolidar la sociedad de la
información, en particular la constitución de telecentros y otros mecanismos sociales de
acceso colectivo a las tecnologías de la información y las comunicaciones; atender todas las
obligaciones de suministro de información que en materia de servicios públicos y
tecnologías de la información y las comunicaciones deba hacer el Municipio a las
diferentes autoridades y adelantar estudios, diagnósticos e investigaciones dirigidas a
soportar decisiones y estrategias para el mejoramiento de la prestación de los servicios
públicos domiciliarios y no domiciliarios.
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Stiglitz, J. (1999). “Economía y gobierno: Los usos privados de los intereses públicos,
incentivos e instituciones”. Planeación y desarrollo.
Doctor
IVAN DARÍO ESCOBAR RENDÓN
Decano
DEPARTAMENTO DE POSTGRADO
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA LATINOAMERICANA
Medellín
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