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El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

El Fenómeno Criminológico y la
Política Criminal en las Regiones
I Convocatoria Nacional de Artículos

I Convocatoria Nacional de Artículos 1


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

2 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Ministerio de Justicia y Derechos Humanos

ANA TERESA REVILLA VERGARA


Ministra de Justicia y Derechos Humanos

FERNANDO RAFAEL CASTAÑEDA PORTOCARRERO


Viceministro de Justicia

ZOILA ISABEL MACAVILCA ROMÁN


Directora General de Asuntos Criminológicos

ARTURO HUAYTALLA QUISPE


Coordinaciones del Observatorio Nacional de Política Criminal – INDAGA

INDAGA – Observatorio Nacional de Política Criminal

Responsables de la publicación

Luis Guerra Pallqui


Tadeo Rodríguez Vargas
Christian Flores Calderón
Kevin Martinez Bustamante

Comisión Evaluadora de Expertos

Lucía Dammert Guardia


Wilson Hernández Breña
Alejandra Mohor Bellalta
César Bazán Seminario
Julio Corcuera Portugal

Diseño de portada
Luis Ccucho Acurio

Diagramación
Julio Domínguez Hamada

© Ministerio de Justicia y Derechos Humanos


Observatorio Nacional de Política Criminal
Calle Scipión Llona 350, Miraflores
https://indagaweb.minjus.gob.pe/
Diciembre de 2019

I Convocatoria Nacional de Artículos 3


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

ÍNDICE

Presentación Pág. 5
Introducción pág. 6

La muerte
de infantes: un análisis desde la data Pág. 8
internacional y nacional
Lizana Watanabe, Víctor David;
Casimiro Dionicio, Russell Laudrup

VIH auto-reportado en reclusos peruanos: resultados Pág. 33


del Censo Penitenciario 2016

Culquichicón Sánchez, Carlos Guillermo; Zapata Castro,


Luis Eduardo; Soto Becerra, Percy; Anne Konda, Kelika;
Cárcamo Cavagnaro, César Paul Eugenio; Lescano Guevara,
Andrés Guillermo

Evolución de la criminalidad en Trujillo. Pág. 69


Del hurto a la extorsión, 1993-2018.
Nureña Plasencia, Jorge

Crimen y castigo en la Ciudad Blanca. Criminalidad Pág. 97


y represión en Arequipa colonial (s.XVI).
Núñez Zeballos, Alejandro Málaga

Aproximación al perfil cognitivo de los adolescentes Pág. 111


en conflicto con la ley penal desde la terapia de
esquemas

Cueva Arroyo, Antony Yosetp; Malacas Bautista, Carlos Alexander;


Salinas Silva, Angel Fernando; Berrocal Vizarreta, Armando
Torres Castillo, Vilma

Más allá de la legalidad: Una aproximación a los Pág. 133


mercados ilícitos de celulares en Trujillo
Pimentel Verástegui, Edwin

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El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

PRESENTACIÓN

La Política Criminal, entendida como el cuerpo de instituciones, normas y estrategias de


las que dispone el Estado para hacer frente a los problemas de la criminalidad en el Perú,
encuentra en la participación de la sociedad civil un importante aliado para potenciar
cada una de las intervenciones que se realicen en su ejecución. En esos márgenes, durante
los últimos años, la nueva gestión pública pone énfasis en la importancia de articular la
acción de las instituciones públicas con la generación de evidencia, vinculando a su vez, al
Estado con la academia y los profesionales investigadores.

Desde esa perspectiva integradora, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a tra-


vés de la Dirección General de Asuntos Criminológicos, viene desarrollando importantes
esfuerzos por entablar un diálogo institucional con los ciudadanos y ciudadanas, quienes,
desde su formación y experiencia profesional, pueden contribuir en la generación del co-
nocimiento que resulta de suma necesidad para lograr resultados y transformaciones rea-
les en la vida de las personas. Por esta razón, es muy significativo brindar reconocimiento
a la iniciativa de poder reunir –en esta edición compilatoria– aquellos trabajos que, cum-
pliendo con determinados criterios de rigurosidad y pertinencia temática, se constituyen
en importantes aportes que nos ayudan a ampliar el panorama sobre la realidad de los
fenómenos criminológicos en las regiones.

El presente libro “El fenómeno criminológico y la política criminal en las regiones” compila
los artículos seleccionados de autores y autoras que postularon de La Libertad, Lambaye-
que, Lima región, Lima Metropolitana, Junín, Ica, Arequipa y Puno, abordando diferentes
fenómenos criminales. De ellos, el presente libro seleccionó 6 textos: El primero explora
las muertes infantiles a partir de un marco comparativo nacional e internacional. Luego,
con una entrada que escudriña en los resultados del último Censo Penitenciario, nos acer-
camos a la realidad de los presos que padecen VIH en el Perú. De mismo modo, continúa
el artículo que propone un recorrido al problema de la criminalidad en la ciudad de Trujillo
durante los últimos 30 años, retratando el paso del hurto a la extorsión. Posteriormente,
nos trasladamos hasta Arequipa, donde se analizan las relaciones del delito en el contexto
de la Región Arequipa durante la colonia, tratando de ofrecer una perspectiva histórica al
fenómeno criminal, para luego pasar hacia la problemática de los adolescentes infracto-
res desde un esquema alternativo. Por último, la mirada se traslada hasta el norte con la
finalidad de ver de cerca la dinámica de la delincuencia más inmediata, vinculada al robo
de celulares y el mercado que ha generado este delito patrimonial.

De esta manera, afianzamos y estrechamos los lazos de apoyo y colaboración mediante


esta iniciativa, que resulta pionera por articular en una publicación a la sociedad civil y al
sector Justicia, marcando la pauta de la ruta que debemos seguir en materia de gestión
para las políticas de prevención y reducción de la criminalidad, con insumos de investiga-
ción científica desde las regiones.

Ana Teresa Revilla Vergara


Ministra de Justicia y Derechos Humanos

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El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Introducción

Los artículos que esta edición recoge, nacieron del interés que el equipo de la Dirección
General de Asuntos Criminológicos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos posee
por incentivar y difundir la práctica de la investigación científica criminológica en la ciuda-
danía, con un enfoque regional.

A partir de esta intención, se lanzó la I Convocatoria Nacional de artículos denominada “El


Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones”, cuyo objetivo era recoger
e incentivar las perspectivas científicas de los fenómenos criminológicos desde miradas
regionales.

En este proceso ha sido interesante apreciar cómo, desde las diferentes regiones, se pre-
sentaron 20 artículos que discuten y buscan un replanteamiento del quehacer criminoló-
gico desde 7 regiones postulantes del Perú, en especial, La Libertad, Lima, Ica, Arequipa,
Lambayeque, Junín y Puno. Como resultado de ello, fueron seleccionados cinco artículos
de La Libertad, Arequipa y Lima, junto a un artículo sobre el análisis de la evolución de la
extorsión regional.

Asimismo, ha resultado interesante evidenciar la pluralidad de metodologías de investi-


gación utilizadas por cada participante. Es así que, los textos que este libro compila parten
desde visiones interpretativas diversas que recurren desde fuentes archivísticas colonia-
les, pasando por entrevistas, hasta la validación de instrumentos bajo el manejo riguroso
de la data estadística.

Visto de ese modo, la convocatoria presentó resultados concretos que estamos seguros
serán provechosos para la generación de evidencia, empero presentan de manera impre-
vista, otras cualidades que no pueden apreciarse en su real dimensión sin que se empiece
con la lectura atenta de cada uno de los textos. Esas cualidades que destacamos emergen
al analizar cada artículo como ejercicio individual, como rasgos que desbrozan la particu-
laridad de su tiempo y localidad, en donde la acción delictiva tiene su escenario y el inves-
tigador como intérprete de esa realidad, dota de comprensión al hecho, manifestándolo
como problemática.

Aquella característica, que es virtud patente en todos los textos seleccionados, sólo ter-
mina de completarse con una segunda propiedad que procede de la mirada en conjunto
del lector que, a través de los relatos, comprende la diversidad de experiencias provenien-
tes de las regiones y con la asistencia de las distintas técnicas de investigación aplicadas
integra el todo en un conjunto compresivo, cuyo lenguaje común es la revelación de la
complejidad del fenómeno criminal.

A partir de esta noción, se hace comprensible que la investigación denominada “La muer-
te de infantes: un análisis desde la data internacional y nacional” contenga un interés so-
bre un hecho del que no se guardan muchos datos, y cuya desatención tiene consecuen-
cias en la población más vulnerable.

Asimismo, el segundo texto denominado “VIH auto-reportado en reclusos peruanos: re-


sultados del Censo Nacional Penitenciario 2016”, permite, desde una mirada médico clíni-
ca, auscultar una problemática poco debatida de como el criminal también puede pade-

6 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

cer y que el lugar de reclusión podría actuar como trasmisor de enfermedades mortales
como el VIH. Los hallazgos de estudio son interesantes y más porque explotan una fuente
de datos que no ha sido del todo aprovechada como es el censo penitenciario. El resultado
final del ejercicio es una advertencia de que el riesgo de contagio puede extenderse desde
las personas recluidas hasta el total de la sociedad; por lo que hay que analizar a mayor
detalle los protocolos de gestión de riesgo epidemiológico en nuestras cárceles.

Otra de las investigaciones que han permitido trazar una ruta de la criminalidad es la que
nos sitúa en Trujillo, la misma que se llama “Evolución de la criminalidad en Trujillo. Del
hurto a la extorsión, 1993 – 2018”, y muestra cómo esta ciudad ha transitado desde la
delincuencia común hasta la aparición de organizaciones criminales, nutriéndose en su
momento de los incipientes grupos pandilleros de la zona. La leyenda e historia de estos
grupos son narradas por el autor a través de las portadas de los diarios, desde grupos me-
nores que usaban la violencia en los setenta, hasta estructuras delictivas consolidadas que
extorsionan a los negocios de la creciente ciudad norteña.

Por otro lado, desde el sur del Perú, emerge el artículo titulado “Crimen y castigo en la
Ciudad Blanca. Criminalidad y represión en Arequipa colonial (S.XVI)”, el cual ha recurrido
a los archivos documentarios para remontarnos a la época colonial, en especial, entre 1540
hasta el año 1600, describiendo cómo era el tratamiento de los reclusos en las cárceles,
que por una parte ejercían el control punitivo, y por otro la instrucción moral-religiosa. En
ese trayecto de generaciones, quedan aún muchos decenios por explorar sobre la evolu-
ción institucional de los sistemas de reclusión, y de las formas en las que han variado los
discursos y protocolos, y del cómo otras prácticas han permanecido en el tiempo hasta
llegar a nosotros.

El siguiente estudio, que lleva por título “Aproximación al perfil cognitivo de los adoles-
centes en conflicto con la ley penal desde la terapia de esquemas”, es resultado de una
investigación cuantitativa con una muestra de 316 adolescentes recluidos en el Centro
Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación y Anexo II, pero que provienen de distintas partes
del Perú, se enfoca en las creencias de los adolescentes en conflicto con la ley penal, así
como en las maneras en las que determinadas configuraciones de esquemas pueden dis-
torsionar su evaluación de la realidad e inducir a un proceder inadecuado.

De regreso al norte del Perú, en la Libertad, se cuenta con el documento “Más allá de la
legalidad: una aproximación al mercado ilícito de celulares en Trujillo”, la cual brinda un
panorama del funcionamiento del sistema de venta ilegal de teléfonos móviles a partir del
acuerdo tácito entre actores estatales y no estatales para perpetuar el negocio ilegal.

En definitiva, esta compilación de artículos es una verificación de que el país cuenta con
investigadores de calidad que, preocupados por la situación de la seguridad, dedican
tiempo y esfuerzo al estudio de la criminalidad, elaborando aportes que podrán ser cana-
lizados para vincular a la ciudadanía con la construcción de nuevas políticas acordes con la
realidad de cada una de nuestras regiones.

Observatorio Nacional de Política Criminal


Dirección General de Asuntos Criminológicos

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LA MUERTE DE INFANTES:
UN ANÁLISIS DESDE LA DATA INTERNACIONAL Y NACIONAL

Victor David, Lizana Watanabe


Russell Laudrup, Casimiro Dionicio

Resumen

El presente trabajo tuvo como objetivo realizar un análisis de la data asociada a la


muerte de infantes, disponible a nivel nacional e internacional, así como también
de los criterios que emplea cada institución en cuanto a la conceptualización,
categorización etaria y epidemiológica de la muerte, enfocada en los casos de
violencia. La metodología parte desde la revisión sistemática de las cifras y reportes
elaborados por las distintas instituciones nacionales e internacionales, que brindan
alcances sobre la muerte de infantes en el Perú. Los resultados muestran la diversidad
en la agrupación etaria y la existencia de diferentes criterios de categorización; lo que
representa un obstáculo al momento de analizar los rendimientos de los resultados
obtenidos, siendo un aspecto que puede llevarnos a sesgos interpretativos en la
formulación de políticas públicas. Por esta razón, se enfatiza en la necesidad de
contar con data elaborada con criterios valorativos estandarizados, que a su vez
nos permita conocer la amplitud del fenómeno; incluyendo en el marco nacional
además de las víctimas, a los victimarios, el contexto y los factores de interacción u
oportunidad. Por otro lado, el examen permite reportar una disminución en cuanto
a la cantidad de muertes de infantes asociadas a violencia interpersonal a nivel país.

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El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

1. INTRODUCCIÓN

En 1996, la Asamblea Mundial de Salud declaró a la violencia como el mayor problema


de Salud Pública. Este hecho cobró relevancia con la presentación del World Report
on Violence and Health del 2002, que exploró las magnitudes y consecuencias de
la violencia en diferentes contextos culturales, sociales y económicos, buscando
estimular la participación a nivel local, nacional e internacional para la prevención de
todo tipo de violencia (Krug, Mercy, Dahlberg y Zwi, 2002), con particular atención a
la que sufren mujeres y niños (Dahlberg y Mercy, 2009).

Esto a razón de que la salud debe ser comprendida bajo un carácter multidimensional,
debido a que puede verse alterada por el contexto histórico y el marco situacional,
es entonces que la Organización Mundial de la Salud la define así: “un estado de
completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones
o enfermedades” (OMS, 2006, p.1). En tanto, Landone (1981) plantea cuatro
determinantes que condicionan la salud de la persona, siendo estas la biología
humana, el medio ambiente, los estilos de vida y los sistemas sanitarios. (Citado por
Herrero, 2016).

En cuanto a la conceptualización de la violencia, y dada la multitud de factores que


la integran, la OMS conviene en lo siguiente:

El uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho, o como amenaza,


contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga
muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos,
trastornos del desarrollo o privaciones (2006, p.5).

Esta definición contempla los actos de violencia que no causan muerte, pero que
ocasionan efectos a nivel personal, familiar, comunitario y en los sistemas de
asistencia sanitaria; tal es el caso de personas vulnerables como ancianos, mujeres
y niños que pueden padecer problemas físicos, psíquicos y sociales que no dan
lugar a lesión, incapacidad o muerte (Krug, Dahlberg, Mercy, Zwi y Lozano, 2002).
Sin embargo, comprender la violencia implica una serie de dificultades, mediadas
principalmente por la cultura; que incluye comportamientos que son admisibles
como prácticas dentro de una sociedad que, no obstante, pueden ser considerados
como actos de violencia, dadas las consecuencias perjudiciales para la salud y vida
de la persona.

De acuerdo a lo mencionado antes, conviene diferenciar los tipos, según las


características de la persona que comete el acto: a) violencia autoinfligida, que
se constituye por las autolesiones y comportamiento suicida; b) la violencia
interpersonal, que es realizada por otro individuo o pequeño grupo, como la familia
o pareja; y, c) violencia colectiva, perpetrada por grupos más amplios como grupos
organizados, terroristas y violencia de masas (Krug, Dahlberg, Mercy, Zwi y Lozano,
2002); a su vez, debemos considerar que el acto de dañar a otra persona no debe ser

I Convocatoria Nacional de Artículos 9


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entendida solo como la acción, también la omisión de conductas para con el otro,
debiendo incluirse, d) el abandono y la negligencia, ya que existen ciertos grupos
que necesitan protección y cuidados por su naturaleza vulnerable (Aleaga, Louro y
Ortiz, 1999, p.286).

Por otra parte, no todas las personas están expuestas a los mismos tipos de
violencia, debido a que las misma varían de acuerdo a riesgos y necesidades que se
diferencian según edad, grupo social, nivel económico y lugar donde se desarrolla
(Castellanos, 1995); lo que permite identificar elementos distintivos en relación al
grado de exposición y magnitud frente a una problemática, que puede interferir en el
desarrollo adecuado del individuo (Cardona, 2008). Una problemática que somatiza
los elementos anteriores de acuerdo a las características de la población, es el
caso de los menores de edad, que según los indicadores presentados en el reporte
del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2014); evidencia que la
probabilidad de morir se incrementa dependiendo del grupo etario, presentando
sus indicadores más elevados en la adolescencia tardía (14-17 años) y en los infantes
(menores de 5 años).

A pesar de lo anterior, los indicadores de mortalidad no deben ser entendidos


e interpretados sólo como la acción de violencia con riesgo de muerte sobre una
población (Cardona, 2008, p. 234) sino como un indicador que refleja las condiciones
de vida, la probabilidad de morir de un conjunto de ciudadanos y la capacidad de
prevenir estos hechos, permitiendo así el análisis de las causalidades, tanto internas
como externas, y a partir de ello generar políticas adecuadas.

Dentro de las tasas de mortalidad presentadas por UNICEF (2014), partiendo del
análisis de la data de la OMS, aborda distintas causas de muerte, contemplando
dentro de ellas las que son producto de violencia, como el homicidio; representando
el último eslabón y máxima expresión de la violencia (Híjar-Medina, López-López y
Blanco-Muñoz, 1997), manteniéndose en la actualidad como un problema global que
impacta y conmociona a la sociedad, provocando un mayor estremecimiento cuando
la víctima de tal acción es un infante.

Preocupados por los resultados, UNICEF –a través del Informe “Ocultos a Plena
Luz” – reportó que para el 2012, la muerte de niños y adolescentes menores de 20
años víctimas de homicidio llegó a 95 000, de los cuales, el 89% vivían en países de
ingresos medios y bajos.

Felzen, en el artículo “Death from child abuse and neglect” (2000) se cuestiona si
los homicidios contra infantes son reconocidos como tal, y si son reportados como
formas de abuso, llegando a la conclusión de la necesidad de profesionales en el
reconocimiento y reporte de denuncias sobre maltrato y abandono infantil, debido
a la cantidad de muertes a temprana edad que suscitan. Por otra parte, Herman-
Giddens (1999), explica que el verdadero número de incidencia de abuso infantil en
Estados Unidos es desconocido.

10 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

En tanto, la prevención de homicidios por parte de los cuidadores demanda estrategias


e inversión de recursos de una forma muy diferente a la de homicidios realizado por
extraños. La ausencia de datos precisos se presenta debido a una serie de factores, que
incluyen restricciones y ubicaciones en la codificación de las causas de muerte, información
incompleta e inexacta en los certificados de defunción y los informes policiales que no
manejan un sistema de registro homogéneo y detallado, falta de información de los
perpetradores y por último la necesidad de un Sistema Nacional de Homicidio de niños,
con categorizaciones en el tipo de abuso y la modalidad (Herman-Giddens, Brown,
Verbiest, Carlson, Hooten, Howell y Butts, 1999).

Esto expone la necesidad de contar con bases de datos confiables, que a su vez
permitan abordar el fenómeno. Por este motivo, el presente trabajo tiene como
objetivo el identificar los reportes relacionados a la muerte de niños por actividades
de violencia, principalmente la violencia interpersonal, para lo cual se recurrirá a los
informes de instituciones nacionales e internacionales.

2. VIOLENCIA INTERPERSONAL CON CONSECUENCIA DE MUERTE EN


INFANTES

Delimitación Conceptual

Al hablar de niñez entramos a un campo donde no hay un consenso conceptual tanto


de autores como de instituciones que manejan los datos de acuerdo a criterios propios
o partiendo de convenciones, lo que muchas veces dificulta la homogeneidad de los
datos cuando se intenta realizar un análisis comparado; siendo este un aspecto que no
solo ocurre en el manejo de estadísticas, sino que también lo podemos observar en el
derecho y la psicología. A continuación, mencionaremos las variaciones que existen en
estos campos y en el marco conceptual para definir esta etapa.

Erickson, dentro de su teoría del desarrollo psicosocial, divide los tres primeros años en
dos estadios: la del “infante” hasta el primer año, la “infancia” que va los dos a tres años y
la edad “Pre-escolar” que ocupa desde los tres a cinco años (Bordignon, 2005, p.54.); para
Piaget la niñez temprana corresponde a la etapa pre operacional, siendo desde los dos
hasta los siete años (Campo, 2009); y en el caso de Vigotsky, agrupa las edades de acuerdo
a “periodos de la crisis”, teniendo la niñez temprana entre el primer y tercer año, la edad
pre escolar entre los tres y siete años, y la edad escolar entre los ocho y doce años (Tolstij,
1989). Por su parte, Wallon amplía el espectro de la infancia, desde los cero a cinco años,
a lo cual Rice (1997) menciona que existe una línea de desarrollo que inicia con la niñez
hasta llegar a la adolescencia, teniendo a la “Infancia (0-2 años), niñez temprana (3-5 años)
y niñez intermedia (6-11 años)” (p. 6-7); y Papalia (2010, p.12) los divide en “primera infancia
(0-3 años), segunda infancia (3-6 años) y tercera infancia (6-11 años)”.

En el caso del derecho, recurriendo al Diccionario del Español Jurídico (DEJ, 2019), se
entiende por infante como el menor, que antes de cumplir los siete años, se le considera

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El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

sin uso de razón. Para Escriche (1852):

El infante es el menor de siete años, sea varón o hembra. Se compone de la


palabra “in” y “fans” que unidas significan el que no habla, aplicándose al menor
de siete años, porque durante este primer periodo de vida, no puede o no sabe
todavía hablar con orden o soltura (p. 856).

Considerando los distintos marcos conceptuales acerca de los infantes, corresponde


presentar las edades funcionales con las cuales trabajan las distintas instituciones
que reportan sobre la muerte de menores, entre las que tenemos a la OMS (2018),
que agrupa a los infantes como menores de 5 años, dividiéndolos como neonatos,
infantes y menores de 5 años (que representa un periodo post-infantil). En el caso
de UNICEF (2017) que si bien, categoriza a la “infancia temprana como aquel periodo
desde el nacimiento hasta la edad en la que el niño se integra al colegio” (p.10), parte
de la agrupación etaria anterior, hasta los 5 años, para la recolección y análisis de
datos; en tanto, el Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI (ENDES,
2018) divide los rangos de edad a través de los periodos: Neonatal (0 - 30 días),
Infantil (1 a 11 meses), Post-infantil (1 a 4 años) y niñez (5 años), siendo las presentes
categorías las formas particulares de cada organismo e institución para determinar
“qué es un infante”.

3. METODOLOGÍA.

Las muestras extraídas se realizaron mediante el uso de revisiones sistemáticas


de trabajos e investigaciones que se encargaron de recopilar datos estadísticos de
diferentes instituciones tomando como criterio la edad que tuvo el niño al morir.
Es importante señalar las limitaciones metodológicas que generan este tipo de
estudios, partiendo de los criterios de selección de la información, la categorización
y el método de recojo de datos de los autores, que al ponerlos en contraste deben
ser tomados y analizados con prudencia, en relación a las condiciones de las mismas.

A nivel internacional, consultamos las siguientes fuentes de información: Fondo


de las Naciones Unidas para la Infancia – UNICEF, La Organización Mundial de la
Salud – OMS y La Organización Panamericana de la Salud – OPS. A nivel nacional,
complementariamente, se recogieron datos a través del Instituto Nacional de
Estadística e Informática – INEI y el Ministerio de Salud del Perú – MINSA (Ver Tabla 1).

12 I Convocatoria Nacional de Artículos


Tabla 1. Principales Características metodológicas de las investigaciones revisadas sobre muerte de infantes

U n id a d d e E n fo qu e d e la I n s tru mento
Autor Pa ís D is e ñ o H a lla zgo s
I nve st ig ac i ó n I nve s ti ga c i ó n U ti li za d o

Cuantitativo, Tasa de mortalidad


Registros vitales y
Reportes y data Estudio Transversal, Unidireccional, infantil, según edad
WHO Varios Registro Nacional

I Convocatoria Nacional de Artículos


oficial a nivel país Muestra poblacional Muestra Nacional y causa de muerte
de Denuncias
representativa (incluye violencia)

Registro de
Cuantitativo, muertes; empleando
WHO & Tasa de mortalidad
Reportes y data Estudio Transversal, Unidireccional, el Modelo Vital
MCEE Varios infantil, según edad
oficial a nivel país Muestra poblacional Muestra Nacional de Registro de
(2018) y causa de muerte
representativa Múltiples Causas
(VRMCM)

Cuantitativo, Encuestas a
Tasa de mortalidad
UN IGME Naciones Reportes y data Estudio Transversal, Unidireccional, hogares, Censos y
infantil, según
(2018) Unidas oficial a nivel país Muestra poblacional Muestra Nacional Registros Vitales de
edades.
representativa cada país

Base de datos
Comisarías con información
Cuantitativo,
INEI y Unidades Registro Nacional estadística con
Estudio Transversal, Unidireccional,
(2011- Perú Especializadas de Denuncias de indicadores de
Muestra poblacional Muestra Nacional
2017) de Investigación Delitos y Faltas denuncia de delitos
representativa
Criminal y faltas según tipo y
modalidad.

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El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones
U n i d ad d e E n fo qu e d e la I n s tru mento

14
Autor Pa í s D is e ñ o H a lla zgos
I nve s ti ga ció n I nve s ti ga c i ó n U ti li za d o

Registro
información sobre
denuncias, numero
Policía Nacional de imputados
Sistema Integrado
del Perú, Ministerio Cuantitativa, de acuerdo a
INEI de Estadísticas de
Publico, Poder Estudio Transversal, Unidireccional, delito y ubicación
(2011- Perú la Criminalidad
Judicial, Ministerio Muestra poblacional Muestra Nacional geográfica de la
2017) y Seguridad
de Justicia y representativa denuncia, aunque es
Ciudadana
Derechos Humanos necesario destacar
los amplios rangos
de edad que
manejan.
29 mil 941
Tasa nacional de
viviendas del país,
mortalidad infantil,
entrevistando a Cuantitativa,
Encuesta áreas donde se
INEI 10 mil 16 niños, 24 Transversal, Estudio
Bidireccional, Demográfica y de concentran las
(2011- Perú mil 800 mujeres Transversal,
Muestra Nacional Salud Familiar – muertes, edad y
2017) en edad fértil y 27 Muestra poblacional
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

ENDES características de la
mil 633 mujeres y representativa
madre en relación al
hombres de 15 y
infante.
más años de edad.

Cuantitativo, de SINADEF y
Tasa de mortalidad
MINSA diseño ecológico, Unidireccional, estimación de
Perú MINSA, INEI infantil, según causa
(2018) de tipo transversal Muestra Nacional defunciones por
de muerte.
analítico año (INEI)

Fuente: INEI 2011-2017. Elaboración propia.

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3.1. Limitaciones de la investigación

Las limitaciones presentes en la investigación se deben a que los homicidios


intencionados de infantes son difíciles de determinar por la data con la que se cuenta,
siendo el nivel internacional la que cuenta con un acercamiento más preciso, por
lo presentando por la revista “The Lancet” que si bien se retroalimenta de registros
nacionales, los mismos no describen y diferencian con precisión las condiciones de
las muertes. Es también necesario considerar, que se vio imposibilitado el acceso
al Sistema Nacional de Defunciones (SINADEF), debido a que los requisitos para el
acceso no se pudieron alcanzar durante la fase de recolección de datos.

Los datos a presentarse brindan un panorama general sobre la violencia directa e


indirecta en niños, aún carecen de precisión, en el caso del UNIGME que reporta las
tasas y total de muertes de niños menores de 5 años. Considera una diferenciación
entre las causas de muerte, no haciendo la distinción entre el indicador de muerte
debido a daño o lesiones (si para la particular son atribuidas o dadas por la violencia),
no permitiendo distinguir entre un accidente de tránsito y lo que podría ser un
homicidio infantil; caso similar se repite con el proyecto MCEE de la OMS.

Un análisis diferenciado es el que sí brinda la data de la plataforma virtual de la


revista The Lancet, que presenta una diferenciación entre muertes debidas a violencia
interpersonal, autoinfligida y colectiva, sin embargo, la limitación del caso, parte de las
fuentes empleadas amparadas en los registros vitales y policiales principalmente que
hacen referencia a los reportes del INEI.

En cuanto al reporte del Ministerio de Salud, algunas de las limitaciones parten de


la propia contemplación de los criterios médicos para señalar las causas de muerte
empleando para ello la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 10),
mediante una lista (denominada lista 10/110) que contempla 10 grandes grupos
de enfermedades, haciendo en total de 110 categorías (MINSA, 2015), que si bien,
reportan las muertes por enfermedades, de acuerdo a mayor mortalidad causada,
apenas brinda una estimación de la muerte.(MINSA, 2018).

En este punto, es necesario señalar que los registros de muertes que manejan las
instituciones de Essalud y las del Ministerio de sa ludtrabajan de forma aislada a las de
Medicina Legal del Ministeri Pùblico.

El Instituto Nacional de Estadística e Informática presenta tres fuentes de información


en relación a problemáticas nacionales. El primero es la Encuesta Demográfica y de
Salud Familiar (ENDES), que tiene un apartado asociado a la mortalidad en la niñez
e infancia, utilizando el contexto en el que se da: como el área de residencia, el nivel
socioeconómico, educativo y la edad de la madre; pero no profundiza en la forma en
la que murió el niño, y bajo qué situación, impidiendo apreciar si la muerte fue por
enfermedad, accidente, violencia o por consecuencias delictivas, limitando su alcance
a solo un reporte general.

I Convocatoria Nacional de Artículos 15


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

El Registro Nacional de Denuncias presenta serios problemas al momento de realizar


la clasificación de denuncias y en su falta de uniformidad en el tratamiento de las
tipificaciones permiten encontrar más de cuatro tipos de registros para el mismo
tipo de denuncia; cuando se realizó el análisis de la información, se halló el uso de
términos ambiguos que se prestan a múltiples interpretaciones impidiendo realizar
una adecuada discriminación de datos; y la nula información sobre el presunto
victimario a excepción de una categoría genéricas a modo de referencia. Por otro lado,
el DataCrim, que es el registro nacional de delitos creado en asociación con las demás
instituciones estatales, dispone de una amplia base de datos, pero la división hecha
por edades invisibiliza a los grupos de menores de 5 años, ya que abordan los delitos
contra menores de edad en una categoría de 0 a 15 años.

Otra de las limitaciones, parte de la dificultad para diferenciar entre los tipos de
homicidios comprendidos en la legislación nacional, siendo una labor que requiere
la limpieza de la data de los registros de denuncias de la Policía Nacional del Perú. No
obstante, aquel ejercicio está fuera de los alcances de esta investigación, por ser una
tarea compleja y tener un limitado acceso a los registros de la Fiscalía de la Nación.

En suma, estas limitaciones para el tratamiento y empleo de la data nacional ya


había sido señaladas por el Banco Mundial en el año 2008, en un estudio que
abordó la cobertura, calidad y atemporalidad de los registros nacionales en países
latinoamericanos, resaltando la situación de Bolivia, República Dominicana, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Perú, donde la cobertura
alcanza entre el 25% y 70% con grandes diferencias por regiones, y donde el mayor
problema es la calidad y atemporalidad (p. 2).

4. LA DATA SOBRE EL FENÓMENO.

Para el año 2002, el Reporte Mundial sobre Violencia y Salud señala a los niños y lactantes
como la población que presenta el mayor nivel de riesgo de morir víctimas de abusos y
maltratos, “con tasas de homicidio en el grupo de 0 a 4 años de edad que equivalen a más
del doble de las observadas en los niños de 5 a 14 años”. (OPS, 2003, p. 66). Asimismo,
el informe reporta que la tasa de homicidios para niños menores de 5 años en países
con ingreso económico alto, oscila entre 1.8 y 3.2 por 100 000, para mujeres y varones,
respectivamente; y en países de ingreso medio o bajo, la tasa es de dos a tres veces más
alta; siendo 5.1 y 6.1 por 100 000, para los niños y niñas, respectivamente.
En consecuencia, resulta indispensable el empleo de registros que permitan la
visibilización del fenómeno de la violencia interpersonal en menores de edad.
No obstante, es una realidad que la información estadística de muchos países
concerniente a daños y muertes no son sistemáticamente recogidas, los cuales
pueden no ser accesibles o no ser adecuadamente compiladas en sus registros y
fuentes (UNICEF, 2014).

16 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

De manera complementaria, conviene considerar que la identificación de las causas


de muertes representa un trabajo complejo hasta en países con avanzados sistemas
de salud, incluso cuando el daño ocasionado es causal de muerte, la determinación
de si la muerte resultó de un accidente o un acto intencionado puede ser todo un
reto, particularmente en situaciones de conflicto y disturbio civil. Lo cual aunado
a que la información muchas veces es compilada en amplios rangos de edad y que
la disponibilidad de la data es limitada, así como la confiabilidad de la misma, sólo
acrecientan el desafío que constituye la elaboración de estadísticas específicas y
confiables, especialmente cuando se trata de población infantil (UNICEF, 2014).

Para hacer visible las limitaciones de la información y lo reportado por los propios
organismos internacionales, exponemos los hallazgos de los informes trabajados
por las distintas instituciones. En primer lugar, el Grupo Interinstitucional para las
Estimaciones sobre la Mortalidad Infantil (UN IGME) dirigido por el UNICEF y la OMS,
que se encarga de compartir y sistematizar los datos sobre mortalidad infantil a nivel
mundial, ha reportado que la probabilidad de muerte infantil en Perú se ha reducido
gradualmente, y en comparativa a los indicadores regionales y mundial, se encuentra
debajo de los promedios. (Ver tabla 2).

I Convocatoria Nacional de Artículos 17


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Tabla 2. Probabilidad de muerte de infantes, expresado por 1 000 nacimientos vivos

Lat in o a m ér ica y e l
Pe rú Mundo
Ca r ib e
Añ o
<5 <5 <5
< 1 mes < 1 año < 1 mes < 1 año < 1 mes < 1 año
años años años

2011 9.4 15.1 19.4 10.7 17.2 20.3 21.4 35.8 49.1

2012 9 14.4 18.5 10.4 16.7 19.7 20.8 34.5 47.1

2013 8.7 13.7 17.7 10.2 16.2 19.2 20.1 33.3 45.2

2014 8.3 13.1 16.9 10 15.9 18.7 19.6 32.2 43.5

2015 8 12.6 16.2 9.9 15.5 18.3 19 31.2 41.9

2016 7.6 12.1 15.5 9.9 15.5 18.3 18.5 30.3 40.5

2017 7.3 11.6 15 9.6 14.9 17.7 18 29.4 39.1

Fuente: United Nations Inter-Agency Group for Child Mortality Estimation – UN IGME (2018). Elaboración
Propia.

Por otra parte, tenemos la data reportada por la Organización Mundial de la Salud en su
proyecto “Estimación de la Epidemiología Materna e Infantil – MCEE” (WHO, 2018) , el
cual es apoyado por la Fundación Bill y Melinda Gates, que reportan los indicadores con
respecto a la mortalidad según la causa de muerte, especificando la condición de lesiones
o daños. De manera complementaria se tuvo acceso a la data de la Organización Mundial
de la Salud, de interacción mediante la plataforma de la revista “The Lancet”, que permite
diferenciar entre los distintos tipos de homicidio, para el caso se seleccionó la muerte por
violencia interpersonal. (Ver tabla 3).

18 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Tabla 3. Muertes de neonatos e infantes, según fuente y violencia atribuida

Perú Po r Vi o l e n c i a I nte r pe r s o n a l
WHO & MCEE LANCET
Añ o
< 28 días < 5 años < 28 días < 5 años

2011 61 895 6 43

2012 59 872 9 58

2013 57 848 6 38

2014 55 817 9 50

2015 52 781 7 27

2016 50 753 - -

2017 48 734 - -

Fuente: World Health Organization & Maternal and Child Epidemiology Estimation (2018); World Health
Organization (2017). Elaboración Propia.

Para el ámbito nacional se cuenta con el informe del Ministerio de Salud del Perú (MINSA,
2018) reportando que para el 2015 las defunciones se concentraron el 27% en personas
mayores de 80 años mientras que, en los menores de 5 años alcanzaron el 8%; esta cifra
representa una inversión comparada con los datos de 1986, donde las muertes de menores
de 5 años alcanzaban el 31%, y en los mayores de 80 años el 11%.

La Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES, 2018) da a conocer que la


mortalidad en la niñez concentra las tasas más altas en dos grupos: los menores
de un mes, que en los últimos años ha mantenido una tasa de 10 muertes de cada
1000; y los infantes (un mes a 12 meses), que desde el 2011 ha oscilado entre 15 a 16
muertes de cada 1000; cabe destacar que por ser una encuesta sobre salud familiar
y violencia familiar, solo puede ser tomada como datos referenciales en relacion a
posibles factores de riesgo a nivel de mortalidad.

En el indice de muertes de niños recopilado durante el ENDES, se puede observar


que la tasa de mortalidad se concentra en las zonas rurales, manteniendo indices

I Convocatoria Nacional de Artículos 19


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

superiores a 20 muertes por cada mil en la poblacion infantil en los ultimos 8 años,
seguidos de la poblacion Neonatal (Ver tabla 4).

Tabla 4. Mortalidad de niños de acuerdo a el Area de Residencia

R u ra l U r ba n a

Est a do
2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018
Mortalidad
13 11 14 13 12 12 13 14 6 8 11 11 10 10 8 9
Neonatal

Mortalidad
13 11 10 12 11 11 9 9 5 5 5 5 5 5 4 4
Post Neonatal

Mortalidad
26 22 24 25 23 23 22 22 11 14 16 16 15 15 13 13
Infantil

Mortalidad
9 7 8 7 8 8 6 6 3 3 4 2 2 2 3 3
Post Infantil

Total general 61 51 56 57 54 54 50 51 25 30 36 34 32 32 28 29

Fuente: Encuesta Demográfica y de Salud Familiar – ENDES 2011-2018. Lima, Perú. INEI. Elaboración propia.

Una situación particular se puede hallar al relacionar el número de muertes de


niños con el nivel educativo de la madre, si bien la concentración de muertes se
mantiene en la población que se encuentra en el periodo neonatal e infantil; el nivel
educativo que atraviesa la madre se muestra como un elemento que influye sobre la
probabilidad de que el niño muera de forma prematura (Ver tabla 5).

20 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Tabla 5. Mortalidad de niños de acuerdo a el Nivel Educativo de la madre

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018
Estado Nivel Educativo

Sin educación 16 18 19 19 17 17 15 11

Primaria 10 11 16 13 12 12 14 13

Mortalidad neonatal Secundaria 7 8 10 11 12 12 9 10

Superior 7 8 11 10 7 7 7 7

Totales 40 45 56 53 48 48 45 41

Sin educación 23 14 16 13 13 13 7 5

Primaria 10 9 8 10 12 12 9 8
Mortalidad post
Secundaria 6 5 5 6 6 6 5 5
neonatal
Superior 6 8 6 4 2 2 3 3

Totales 45 36 35 33 33 33 24 21

Sin educación 39 32 34 32 30 30 23 16

Primaria 20 20 24 24 23 23 24 22

Mortalidad infantil Secundaria 13 14 15 17 17 17 14 15

Superior 12 16 17 14 9 9 10 10

Totales 84 82 90 87 79 79 71 63

Sin educación 2 7 12 9 13 13 9 6

Primaria 9 7 7 6 7 7 7 7
Mortalidad post
Secundaria 4 4 4 3 3 3 3 2
infantil
Superior 1 1 2 1 1 1 1 2

Totales 16 19 25 19 24 24 20 17

Total general 185 182 206 192 184 184 160 142

Fuente: Encuesta Demográfica y de Salud Familiar – ENDES 2011-2018. Lima, Perú. INEI. Elaboración propia.

I Convocatoria Nacional de Artículos 21


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Al analizar el indice de mortalidad asociado a la edad de la madre al momento que


tuvo el niño, se aprecia que la muerte de niños se agrupa en su mayor parte en
ambos polos del grafico, correspondiendo respectivamente a mujeres que tuvieron
al niño siendo menores de 20 años y a las que los concibieron estando entre los 40
y 49 años (Ver tabla 6).

Tabla 5. Mortalidad de niños de acuerdo a el Nivel Educativo de la madre

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018
Estado Edad de la Madre

< 20 13 13 14 11 13 13 14 10

20 - 29 8 9 11 11 9 9 7 8

Mortalidad neonatal 30 - 39 7 9 12 12 10 10 11 12

40 - 49 9 8 18 19 17 17 10 15

Totales 37 39 55 53 49 49 42 45

< 20 8 7 8 12 11 11 9 6

20 -29 7 7 6 5 6 6 5 5
Mortalidad post
30 – 39 8 7 7 7 6 6 5 5
neonatal
40 – 49 12 11 8 7 5 5 10 5

Totales 35 32 29 31 28 28 29 22

< 20 8 6 7 5 5 5 6 4

20 -29 3 3 4 3 4 4 3 3
Mortalidad post
30 – 39 6 6 6 4 4 4 4 4
infantil
40 – 49 13 8 6 5 5 5 5 5

Totales 30 23 23 17 18 18 18 16

< 20 21 20 22 23 24 24 23 17

20 - 29 15 15 18 16 16 16 12 13

Mortalidad infantil 30 - 39 16 16 19 19 16 16 16 16

40 - 49 22 19 26 25 22 22 21 20

Totales 74 70 85 83 78 78 72 66

Total general 176 164 192 184 173 173 161 148
Fuente: Encuesta Demográfica y de Salud Familiar – ENDES 2011-2018. Lima, Perú. INEI. Elaboración propia.

22 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

En relación a los datos extraídos por el Registro Nacional de Denuncias de Delitos


y Faltas (2011-2017), se puede encontrar una cifra no contabilizada dentro de los
datos de estudio al no identificarse la “modalidad de muerte del niño”, siendo esta
el abandono de cuerpos, representando en los reportes estadísticos un número de
denuncias alto durante el año 2011 y 2013 obteniendo una totalidad de 142 denuncias,
mencionando a su vez la ausencia del reporte del año 2012. Otro elemento importante
es que luego del año 2013 no se informa sobre cadáveres hallados en esta modalidad
de denuncia, desconociéndose las causas que lo generan (Ver gráfico 1).

Grafico 1. Registro de Denuncias por Hallazgo de Cadáveres

100
98 89
2011 2013 Total
80

60

40

20 18
11 11 10
8 8 7 6 7 7

0
187 29 19 18 13 14
0 años 1 año 2 años 3 años 4 años 5 años
Fuente: Registro Nacional de Denuncias de Delitos y Faltas 2011-2017.

5. CONTEXTO DE LA MUERTE DE INFANTES

Buscando una explicación para el fenómeno, Schuiling (2001) menciona que los
conflictos entre los padres e hijos se amparan en un origen biológico, por lo que
no debería considerarse anormal el enfrentamiento entre estos; como producto
de estas disputas de acuerdo al autor, se desencadenan fenómenos como el abuso
infantil, el infanticidio y el incesto. Por su lado, Temrin manteniendo la misma postura,
realizó un estudio en casos de infanticidio comparando parejas de padres (dos
padres biológicos; un padre biológico y un padre adoptivo; dos padres adoptivos)
teniendo como resultado que el 79% de incidentes se daba en familias con dos
padres biológicos (Temrin, Buchmayer y Enquist, 2010, p.944-945).

I Convocatoria Nacional de Artículos 23


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Adinkrah (2001) recopilando diversas investigaciones revela que el 62% de los


homicidios en niños de 0 a 5 años en EE.UU, entre los años de 1976 a 1998 fueron
cometidos por los progenitores; replicando el estudio en Australia, presenta que el
índice de ocurrencia es el 70% durante el periodo de julio de 1989 hasta agosto de
1993; y a si también en Canadá entre 1980 a 1989, donde dos tercios de los homicidios
de niños eran cometidos por el padre o la madre (Folino, Almirón, Domenech, Ricci,
y López, 2006, p. 278). En el campo relacionado al control de la reproducción, se
han reportado exterminios masivos de niñas en países como India, China, Taiwán,
República de Corea y Pakistán (González y Cárdenas, 2004), mostrando una influencia
sociocultural que guía estas acciones; dejando en cuestión al observar resultados
tan dispares, si estos hechos se deben a factores biológicos o socioculturales, y qué
elementos son los que determinan el desarrollo de tal fenómeno.

También se han observado en otros contextos, que en determinados casos las mujeres “no
deseaban el embarazo” (Altemeier III, O´Conor, Vietze, Sandler y Sherrod, 1982; D’Orban,
1979), “lo mantuvieron oculto” (Mendlowicz, Jean-Louis, Gekker y Rapaport, 1999;
Saunders, 1989) o “negaban la existencia de éste” (Bonnet, 1993; Green y Manohar, 1990;
Mitchell y Davis, 1984). Kalinsky (2012) en una entrevista comentó: “quizá esa muerte se
convierta en una expresión del no-deseo; el impulso por deshacerse de algo no querido las
lleva a desubicarse/equivocarse moralmente en referencia a valores sociales, comunitarios
y familiares declamados, pero de total abstinencia en ese momento”(p.394).

Speakman (1997), nos presenta a mujeres que camuflan el embarazo, esperando


el nacimiento de la criatura para deshacerse de ella, en clara ausencia redes de
apoyo que le ayuden a sostener la nueva vida como madre. Por su parte Malvino
(1980), busca dar una explicación al abandono de infantes en la población de Tula,
México, entre los años de 1683 y 1730, encontrando que la muerte de infantes era
usada como “medio de control natal” frente a periodos de crisis, al verse obligados
a escoger el abandono cuando agotaban la posibilidad de encontrar familias que
estén dispuestas a adoptar al niño.

6. CARACTERÍSTICAS DE LOS VICTIMARIOS

El análisis de informes forenses recolectados en un periodo de 20 años, expone que


un elevado número de homicidios en niños menores se desarrollaron en la esfera
doméstica, y los casos menos frecuentes eran los que tenían lugar con personas
lejanas al círculo familiar (Showers, Apolo, Thomas y Beavers, 1985; Hargrave y
Warner, 1992; Cannon y Jordan, 1998; Collins y Nichols, 1999). Esto último debido a que
las víctimas aún se encuentran en un periodo crítico del desarrollo, encontrándose
en formación como individuos sociales, hallando su nexo inmediato en la institución
familiar y en consecuencia a cargo directo de las figuras paternas. Al ser dependientes,
las conexiones se limitan exclusivamente a los miembros de la familia, y el apego
es un elemento que se constituye como fuente fundamental dentro del proceso de
adaptación; estos elementos contribuyen a que los homicidios en menores sean

24 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

perpetrados con mayor facilidad por personas cercanas a la víctima (Vega, González,
Muñoz, Valle, Cabrera y Quintero, 2003, p. 112).

En estos casos, se manifiesta diversos signos de golpes, quemaduras, fracturas mal


consolidadas y desnutrición, solo limitándose a describir alguno de los daños previos a la
muerte (Resnick, 1969; DiMais, y DiMais, 2001; Murphy, 1991). Pareciera existir diferencias
en los patrones conductuales de acuerdo al sexo del agresor, las madres matan a sus hijos
con mayor frecuencia durante las primeras horas o días de vida, y los padres tienden
a asesinarlos estando mayores. De igual forma, las madres utilizan las manos como
instrumentos para cometer el homicidio, sea sofocando o ahogando a sus víctimas, en
tanto que los padres utilizan los puños, puntapiés o empleando algún arma (González y
Cárdenas, 2004).

Las variables que pueden influenciar en los niveles de violencia, incluyen factores personales
y biológicos como las características demográficas, desórdenes de personalidad, abuso
de sustancias, y experiencia e involucramiento en conductas violentas (Krug, Dahlberg,
Mercy, Zwi y Lozano, 2002; Krug, Mercy, Dahlberg y Zwi, 2002).

Entre las características que se han presentado en los victimarios, se ha encontrado una
serie de factores que podrían influir en su accionar como: 1) el estado mental y emocional;
los agresores cuentan con al menos una psicopatología (Somander y Rammer, 1991;
D’Orban, 1979), en la madre, se identifica depresión (Bourget y Gagné,2002; Kotch,
Browne, Dufort y Winsor, 1999; Zuravin, 1989) y baja autoestima (Altemeier III et al., 1982;
Lesnik-Oberstein, Koers y Cohen, 1995), que ha podido relacionarse con la violencia hacia
los hijos, y en los padres se identificó ira impulsiva, consumo de alcohol y drogas (Farooque
y Ernst, 2003); 2) la presión económica, un factor que ha contribuido al abandono de niños
con consecuencia de muerte; y 3) la falta de apoyo social, que ha logrado inducir a mujeres
jóvenes a matar a su hijo y ocultar el embarazo.(Marleau, Poulin, Webanck, Roy y Laporte,
1999; McKee y Shea, 1998).

La edad de la madre durante la muerte infantil es un elemento de riesgo que debe


ser abordado con recelo. La adolescente generalmente no se encuentra preparada
fisiológicamente, ni psicológicamente para asumir la responsabilidad de ser madre,
favoreciendo el desarrollo de un bajo umbral de tolerancia y frustración, volviendo a la
persona sensible al llanto, los estados de vigilia en la noche, el no control de los esfínteres
del niño, que deriva en el maltrato, situaciones de negligencia, o incluso la muerte del
infante. (Poulson y Rushforth, 1986; Vega et al, 2003).

7. IMPACTO ECONÓMICO

En la actualidad es más que conocido que la violencia no solo afecta a la persona que
la sufre sino también a la sociedad en su conjunto, incrementando el gasto social

I Convocatoria Nacional de Artículos 25


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

y la pérdida de productividad económica (UNICEF, 2014). Esto quedó expuesto con


el reporte del Banco Mundial, en su conocido Informe sobre el Desarrollo Mundial
de 1993, dedicado al tema de salud, quien encargó a la OMS y la Universidad de
Harvard la evaluación de la Carga Global de Morbilidad (CGM o GBD por sus siglas
en inglés). Para lo cual se elaboró un indicador, los Años de Vida Ajustados en función
de la Discapacidad (DALY en inglés), para la medición útil del impacto de la salud,
discapacidad y muerte prematura, que integra los Años de Vida Perdidos por muerte
prematura (YLL por sus siglas en inglés) y Años de Vida Saludable Perdidos por
discapacidad (YLD, por sus siglas en inglés); que según Christopher Murray (1996)
permite conocer cuánta vida sana se pierde por enfermedades, muerte y factores
de riesgo (citado en WHO, 2018); que para la comparativa en el reporte del Banco
Mundial de 1993, los DALYs perdidos por muerte prematura representaban alrededor
del 66% del total, cifra que asciende a 67% para los países en desarrollo.

Para el año 2012, Fang, Brown, Florence & Mercy estimaron que el coste por víctima
de abuso no fatal asciende a $210,012; y $1.3 millones por víctima que muere, que
implica gastos médicos, y principalmente productividad pérdida. Estimando que los
costos por maltrato infantil en USA in 2008 son aproximadamente $124 billones.

Para el caso de Perú, la expectativa de vida al nacer es de 81.9 años para las mujeres
y 78.7 años para los varones; en cuanto a los años de vida saludables, para las
mujeres es de 71.3 años y para los varones de 69.3 años (GBD 2017 DALYs and HALE
Collaborators, 2018). Ante este escenario, los YLL por muerte prematura resultan más
dañinos para la sociedad y su economía, en cuanto menor sea la edad de la persona,
tal es el caso de los infantes. Sin embargo, es tan bien sabido que existen periodos
en la vida que resultan de mayor producción, tal es el caso de un adulto joven que
se encuentra en la cúspide de su actividad laboral, alcanzado su pico a la edad de 25
años (Murray y Acharya, 1997).

La data elaborada por la OMS (2018) reporta los indicadores estimados para los YLL,
para Perú se señala una leve disminución con respecto a la violencia interpersonal,
sin embargo, este representa casi en su totalidad el valor de los años perdidos por
lesiones intencionadas; constituida por daño hacia uno mismo, la violencia colectiva,
y la violencia interpersonal.

8. CONCLUSIONES

Se hace explícita la necesidad de un sistema estandarizado que permita la adecuada


recolección de datos, que a su vez contemple los criterios establecidos por los
organismos internacionales, y que la configuren como una data confiable para la
toma de decisiones. Además de ser lo suficientemente robusta para interoperar
con otros sistemas y registros de salud pública (Curioso, Pardo y Loayza, 2013),
debido a que la data o reportes epidemiológicos no permiten establecer directrices
específicas dada las condiciones de la problemática.

26 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Por ello, el hacer visible esta problemática implica un trabajo y cooperación


interinstitucional, que permitan la evaluación integral de un fenómeno como la
violencia letal en menores, al corresponder a un grupo de alta vulnerabilidad; por
lo expuesto, y dadas sus propias limitaciones, orienten a focalizar la atención en
poblaciones jóvenes, más estrechamente vinculadas al primer año de vida, que
es de los periodos de mayor probabilidad de muerte, siendo solo superada por la
adolescencia tardía, específicamente entre las edades de 15 y 19 (UNICEF, 2014).

Por otra parte, las repercusiones de las muertes de niños no solo impactan el medio
social, sino también al potencial económico futuro. Tal es el caso de la cuantificación
de los YLL y posterior cálculo de los DALY, como medida del coste económico de la
violencia en nuestro país, particularmente la referida a muertes de infantes, que en
su totalidad son prevenibles. Lo cual deviene en una imperante necesidad dado el
incremento poblacional de adultos mayores proyectado para la siguiente década;
que implica la inversión de la pirámide poblacional.

9. REFERENCIAS

• Adinkrah M. (2001). When Parents Kill: An Analysis of Filicides in Fiji. International


Journal of Offender Therapy and Comparative Criminology, 45(2), 144-158.
• Almenares Aleaga, M., Louro Bernal, I., y Ortiz Gómez, M. (1999). Comportamiento
de la Violencia Intrafamiliar. Revista Cubana De Medicina General Integral,
15(3), 258-292. Recuperado de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_
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32 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

VIH AUTO-REPORTADO EN RECLUSOS PERUANOS: RESULTADOS DEL CENSO


PENITENCIARIO 2016

Culquichicón Sánchez, Carlos Guillermo; Zapata Castro, Luis Eduardo;


Soto Becerra, Percy; Anne Konda, Kelika; Cárcamo Cavagnaro, César Paul Eugenio;
Lescano Guevara, Andrés Guillermo

Resumen

Mundialmente las prisiones son lugares de alto riesgo para la transmisión de enfermedades
infecciosas como el VIH. Para evaluar y mejorar las estrategias de prevención-control de
nuestro país, es esencial comprender el estado actual del VIH en los reclusos peruanos,
así como variables asociadas a esta condición como la orientación sexual e identidad de
género, abuso de drogas y enfermedades conexas. No obstante, los casos documentados
de su transmisión en la cárcel son poco comunes debido a las dificultades para acceder
a estas. Bajo esta idea el objetivo de nuestro estudio fue estimar la prevalencia del VIH
auto-reportado en todos los reclusos peruanos y examinar sus correlaciones con las
principales características de estos, las comorbilidades y factores de riesgo. Mediante el
Censo Nacional de Población Penitenciaria 2016, donde se censaron 76 180 reclusos (tasa
de cobertura: 98,8%). Los resultados permitieron visualizar que la prevalencia del VIH auto-
informado es del 98% en los reclusos de 36-55 años de edad (PRp=1.64, 95%CI 1.24-2.19),
64% en aquellos sin pareja estable (PRp=1.64, 95%CI 1.24-2.19), 155% con tuberculosis
(PRp=2.55, 95%CI 1.82-3.58), 34 veces mayor con enfermedades de transmisión sexual
(PRp=34.49, 95%CI 24.94-47.70), 91% con registros de abuso de drogas (PRa=1.91, 95%CI
1.43-2.56) y cuatro veces mayor en prisioneros homosexuales (PRp=4.16, 95%CI 2.50-6.90).

I Convocatoria Nacional de Artículos 33


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

1. INTRODUCCIÓN

Las cárceles son entornos con una gran carga para la transmisión de enfermedades
infecciosas en todo el mundo (Joint United Nations Programme on, 2003). La
prevalencia del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), el Virus de Hepatitis C
(VHC), el Virus de Hepatitis B (VHB) y la tuberculosis (TBC) es mayor en las poblaciones
carcelarias que en la población general en todo el mundo (HIV/AIDS, 1997). De un
total estimado de 10,2 millones de personas encarceladas en todo el mundo en 2013
(Walmsley, 2010) , el promedio de personas infectadas era de 389 000 con VIH (3,8%),
1 546 500 con VHC (15,1%), 491 500 con infección crónica por VHB (4,8%) y 286 000
con tuberculosis activa (2,8%). En general, la prevalencia de todas las infecciones es
sustancialmente mayor en las poblaciones carcelarias, especialmente cuando hay
epidemias generalizadas de VIH, como en América Latina (Dolan, Kite, Black, Aceijas,
& Stimson, 2007). Países como Brasil muestran una prevalencia del 12,5-17,4% de VIH
en las cárceles, Argentina 7%, Honduras 6,1%, Perú 3% (Penitenciaría de Lurigancho),
Uruguay 1,4%; entre los principales (Dolan et al., 2007).

El VIH (infección) /SIDA (enfermedad) es una pandemia de proporciones mundiales y


en estratos de grupos específicos, tales como, los de hombres que tienen relaciones
sexuales con hombres (HSH), profesionales del sexo, consumidores de drogas
intravenosas (UDI) y personas privadas de libertad, donde el VIH se disemina
rápidamente (Baral, Sifakis, Cleghorn, & Beyrer, 2007; Price et al., 2012). Los sujetos
encarcelados están frecuentemente expuestos a condiciones que favorecen la
diseminación del VIH, como el UDI (Consumidores de Drogas intravenosas), la
actividad sexual sin protección, la promiscuidad, el tatuaje y la exposición a sangre
contaminada durante peleas y rebeliones (Coelho, Perdoná, Neves, & Passos, 2007).

Los reclusos sufren de estas infecciones y pueden ser fuentes de transmisión


convirtiéndose en un problema potencial de salud pública (Dolan et al., 2007). Habida
cuenta de la importancia de la salud de los reclusos, debido a su posible amenaza
para la salud pública, es necesario mejorar y aplicar estrategias de mejor calidad en
el diagnóstico y tratamiento del VIH en las cárceles (Dolan et al., 2007).

No obstante, los casos documentados de transmisión del VIH en la cárcel son poco
comunes (Centers for Disease, 1986; Macher, Kibble, & Wheeler, 2006; Mutter, Grimes,
& Labarthe, 1994; Patterson, 2010; Taylor et al., 1995). Esta falta de pruebas se debe a
que la transmisión de VIH sea un problema insignificante, sino a las dificultades para
acceder a poblaciones carcelarias para el recojo de datos (Dolan et al., 2007).

En este contexto, nuestro país no cuenta con estudios suficientes, documentados y


confiables para generar evidencia y mejorar nuestras estrategias de Salud Pública.
Para evaluar y mejorar las estrategias de prevención y control de nuestro país,
es esencial comprender claramente el estado actual del VIH en los reclusos, la
conducta sexual, el abuso de drogas y las enfermedades conexas. En ese sentido,
el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en coordinación con el
Ministerio de Justicia y el Instituto Nacional Penitenciario, decidió realizar el Primer

34 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Censo Nacional Penitenciario los días 18 y 24 de abril de 2016 (Dirección Nacional de


Censos y Encuestas, 2016). El objetivo era obtener información estadística sobre las
características sociodemográficas y la situación jurídica de la población carcelaria de
18 años y más recluida en los 66 establecimientos penitenciarios del país (Dirección
Nacional de Censos y Encuestas, 2016).

Por lo tanto, el propósito de este estudio es estimar la prevalencia del VIH auto-
reportado en todos los reclusos y examinar sus correlaciones con las principales
características de los internos, las cormobilidades y los factores de riesgo.

2. METODOLOGÍA

2.1. Diseño de estudio

Este estudio es un análisis de datos secundarios del Primer Censo Penitenciario


Peruano. El primer Censo Penitenciario fue realizado por el Instituto Nacional
de Estadística e Informática del Perú y el Instituto Nacional Penitenciario (INEI
e INPE) del 18 al 26 de abril de 2016 (11). Esta evaluación transversal se llevó a
cabo en cárceles de 23 regiones peruanas. Se utilizó como criterios de selección
la población carcelaria de 18 años y más recluida en los 66 establecimientos
penitenciarios del país.

Se censó 76 180 reclusos (tasa de cobertura: 98,8%) de los cuales el 94% fueron
hombres y el 6% fueron mujeres. Los 906 presos restantes (1,2%) no fueron
censados porque estaban asistiendo a audiencias o en clínicas(12). El censo tuvo
134 preguntas divididas en cuatro capítulos. El capítulo 1 incluye 58 preguntas
sobre las condiciones sociales, de salud y familiares de los reclusos. El Capítulo
2 incluye 28 preguntas sobre los antecedentes penales. El capítulo 3 incluye 22
preguntas sobre las condiciones de vida en la cárcel. El capítulo 4 incluye tres
preguntas sobre el papel de las instituciones.

Durante los días 25 y 26 de marzo de 2016, el INPE y el INEI realizaron un estudio


piloto con 16 reclusas del penal de Huacho y 14 reclusas del penal de mujeres
de Chorrillos en la región de Lima, Perú. En total, la encuesta de 134 artículos
tomó 25 minutos por preso y fue bien comprendida. Esta versión validada
del cuestionario del censo carcelario fue aplicada a nivel nacional por 1.600
entrevistadores capacitados del INEI y el INPE.

Las entrevistas estructuradas se realizaron en habitaciones privadas,


especialmente acondicionadas para la encuesta en cada prisión. En estas
salas se garantizaba la seguridad de los entrevistadores y la privacidad de los
participantes. Los controles de calidad fueron realizados por 66 coordinadores
de encuestas en cada centro penitenciario (Dirección Nacional de Censos y
Encuestas, 2016).

I Convocatoria Nacional de Artículos 35


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

2.2. Métodos Estadísticos (Análisis de datos)

Para el análisis se utilizaron las siguientes variables: VIH, edad, sexo, lugar de
nacimiento, nivel educativo, estado civil, reencarcelación, encarcelamiento
previo de adolescentes, parientes en prisión, estado legal, hacinamiento en
las cárceles (>20% índice de hacinamiento), tuberculosis, diabetes mellitus,
depresión, ansiedad, adicción, hepatitis viral, abuso de drogas antes de la prisión,
abuso de alcohol y abuso de tabaco. Nuestro análisis se centró principalmente
en los reclusos varones, pero también se presentan resultados para las mujeres.
Evaluamos la asociación entre el VIH auto-reportado y sus covariables usando
pruebas de Chi2 o la prueba exacta de Fisher para variables categóricas y la
prueba T de Student para variables numéricas.

Las regresiones de la familia Poisson se realizaron utilizando una función


de enlace de registro y modelos multinivel de efectos mixtos, considerando
agregación por centro penitenciario . Se estimaron modelos anidados siguiendo
un método de selección manual hacia adelante (“Forward Selection”) para
identificar las covariables asociadas con el VIH sr hasta alcanzar un modelo
multivariable parsimonioso. Estas covariables fueron seleccionadas usando
los Criterios de Información Bayesiana (BIC) y las pruebas de cociente de
probabilidad. Se estimaron los cocientes de prevalencia crudos y ajustados (PR)
con intervalos de confianza del 95% (IC95%). Todas las hipótesis se contrastaron
utilizando una significación del 5%. El análisis se realizó usando Stata 15.1 ED ®,
y el código de análisis está abiertamente disponible en git-hub (Culquichicón,
2019).

2.3. Limitaciones

Es importante entender nuestros resultados bajo las siguientes consideraciones.


La autodeclaración del estado serológico respecto al VIH puede introducir
un sesgo de clasificación erróneo. Sin embargo, los principales estudios
que evaluaron el desempeño del estado serológico autoinformado en la
determinación de la condición actual del VIH encontraron que el 94,1% de
los pacientes con pruebas positivas previas de VIH realmente informaron su
estado serológico (VPP=94,1%, VAN=87,2%, S=51,2%, E=99%)(Rohr et al., 2017).
En este sentido, el uso del srHIV para las estimaciones permite mostrar una
visión confiable de los prisioneros peruanos. Además, la prevalencia del VIH
con confirmación médica encontrada en nuestro estudio es consistente con la
prevalencia del VIH en los reclusos estimada en 2005 (IC del 95%: 0,28 a 0,58;
0,41%) (Cárcamo C et al., 2003).

En este sentido, nuestro estudio identifica las características de los grupos


vulnerables al VIH en las cárceles que necesitan ser atendidos además del actual
Programa de Prevención y Control del VIH implementado por el Ministerio de
Salud Peruano (Perú, 2007).

36 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Las prisiones representan una valiosa oportunidad para obtener altas tasas de
tratamiento de cumplimiento e intervenciones preventivas exitosas como el uso
compartido gratuito de preservativos, la prevención de la violencia sexual y la
prevención de la violencia sexual (Organización Mundial de la Salud & Oficina
de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito), y cambios estructurales e
institucionales para remediar el hacinamiento.

2.4. Consideraciones Éticas y diseminación

Los datos del censo penitenciario de 2016 se pueden consultar públicamente


en el sitio web del INEI (11). El conjunto de datos está codificado para mantener
la privacidad de los prisioneros. El análisis de estos datos públicos fue revisado
y aprobado por el comité de Ética de la Universidad Peruana Cayetano Heredia
(SIDISI 103778)

3. RESULTADOS

En general, el 0,38% de los hombres (n=268) y el 1,06% de las mujeres (n=48) reclusas
peruanas reportaron tener VIH con confirmación médica. Entre ellos, el 82% de los
hombres (n=220) y el 81% de las mujeres (n=39) estaban recibiendo tratamiento. En
el 60% de los hombres (n=160), y en el 73% de las mujeres (n=35) los diagnósticos se
recibieron antes del encarcelamiento (Tabla 1).

Tanto los hombres como las mujeres declararon que las principales razones para no
recibir tratamiento eran los bajos ingresos, el desconocimiento de la gravedad de la
enfermedad y los retrasos en la atención de la salud (Tabla 2).

La población penitenciaria del censo de 2016 era mayoritariamente masculina (94%),


con edades comprendidas entre los 18 y 35 años (54,8%), con educación primaria
(58%) y sin pareja estable (50%). Entre las características legales, el 16,7% de los presos
tienen al menos un encarcelamiento previo, y el 29,7% de los presos han tenido
familiares en prisión. La mayoría de las cárceles estaban superpobladas (72,7%) y
concentran principalmente a la mayoría de la población reclusa en las cárceles de la
costa del Perú (43,2%) (Tabla 3).

Realizando la comparación entre aquellos hombres que tienen o no la condición las tasas
significativamente más altas de VIH se asociaron con enfermedades de transmisión sexual
autoinformadas (18,4% vs. 0,3%); autoidentificadas como homosexuales (homosexuales o
transexuales) (7,9% vs. 0,4%) o bisexuales (4,2% vs. 0,4), infección de tuberculosis (2,3% vs.
0,3%); drogadicción antes de la cárcel (0,9% vs. 0,3%); parientes en prisión (0,6% vs. 0,3%),
reclusos sin pareja estable (0,6% vs. 0,3%) y reclusos de 36 a 55 años de edad (0,6% vs. 0,3%)
(Tabla 3). Entre las mujeres, las tasas más altas de VIH se asociaron con enfermedades de
transmisión sexual autoinformadas (13,6% vs. 0,9%), autoidentificadas como lesbianas (8,1%
vs. 1,1%) o bisexuales (3,7% vs. 1,1%), abuso de drogas antes de ir a la cárcel (5,2% vs. 0,7%), y
haber nacido en Lima (2,1% vs. 0,8%).

I Convocatoria Nacional de Artículos 37


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Pasando al modelo anidado para varones se seleccionó ocho covariables en el


siguiente orden: enfermedades de transmisión sexual, identidad de género, abuso de
drogas, tuberculosis, estado civil, parientes en prisión y edad. Según la Tabla 4, entre
las características socioeconómicas, la prevalencia del VIH autoinformado (srHIV) es
superior al 98% en los reclusos varones de 36 a 55 años de edad (PRp = 1,98; IC del
95%: 0,96 a 4,08), y al 64% en los reclusos varones sin pareja estable (PRp = 1,64; IC del
95%: 1,24 a 2,19). Si se consideran las afecciones médicas, la prevalencia del VIH entre
los reclusos varones con tuberculosis es del 155% (PRp=2,55; IC del 95%: 1,82 a 3,58),
y es 34 veces mayor entre los reclusos varones con enfermedades de transmisión
sexual (PRp=34,49; IC del 95%: 24,94 a 47,70). En cuanto a los comportamientos de
riesgo encontrados en nuestro estudio en base al censo penitenciario, la prevalencia
del VIH entre los reclusos varones con antecedentes de uso indebido de drogas es
del 91% (PRa=1,91; IC del 95%: 1,43 a 2,56), y es cuatro veces mayor entre los reclusos
homosexuales (gays o transexuales) (PRp=4,16; IC del 95%: 2,50 a 6,90) (Tabla 4).

El modelo anidado para las mujeres seleccionó cuatro variables en el siguiente orden:
enfermedades de transmisión sexual (ETS), identidad de género, abuso de drogas y
lugar de nacimiento. Entre las afecciones médicas, la prevalencia del VIH sr es cinco
veces mayor en mujeres reclusas (PRp= 5,49; IC del 95%: 2,51 a 12,02) con ETS. Si
se consideran las conductas de riesgo, el VIH sr aumenta un 246% en las reclusas
autoidentificadas como lesbianas (PRp = 2,46; IC del 95%: 1,01 a 5,96), y es cinco veces
mayor en las reclusas con uso indebido de drogas antes de la cárcel (PRp = 5,41; IC
del 95%: 2,73 a 10,74). Entre las condiciones socioeconómicas, la prevalencia del VIH/
sida aumenta en un 21% entre las reclusas nacidas en Lima (PRp = 1,21; IC del 95%: 0,61
a 2,40). (Tabla 4).

4. DISCUSIÓN

4.1. Prevalencia de VIH

El primer censo carcelario peruano revela una prevalencia del 0,42% (n=316) del
VIH entre los reclusos con confirmación médica. A nivel mundial, la prevalencia
del VIH en las cárceles es entre dos y diez veces superior a las estimaciones
mundiales (Organización Mundial de la Salud & Oficina de las Naciones Unidas
contra la Droga y el Delito). En el escenario peruano, esta brecha podría
representar incluso 20 veces más presencia entre los presos peruanos de 18 a 35
años (0.41%) que entre los jóvenes adultos peruanos de manera general (0.02%).

En 1999, la epidemia del VIH en Perú registró inicialmente un 1,1% de prisioneros


infectados (Cárcamo C et al., 2003). Posteriormente, en 2005, la prevalencia del
VIH entre los reclusos fue del 0,41% (Care Peru & Dge, 2005). Estas estimaciones
a lo largo de una década muestran la evolución histórica de la epidemia del
VIH en el Perú, y es probable que su disminución esté correlacionada con la
implementación del Tratamiento Antirretroviral de Alta Actividad (HAAT, por sus
siglas en inglés) lanzado en 2001 por el Ministerio de Salud peruano como parte

38 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

del Programa peruano de control del VIH. De la misma manera, una evaluación
del objetivo en la prisión con mayor población e índice de hacinamiento, el centro
de San Juan de Lurigancho, reportó el 3% de los casos confirmados de VIH (Dolan
et al., 2007). En la actualidad, ésta sigue siendo la cárcel con mayor número de
casos de VIH (0,77%) y 200% de hacinamiento, muy por encima del límite del 20%
de hacinamiento permitido en las cárceles peruanas (Penitenciario, 2018).

Se debe prestar especial atención al hecho de que el 38,3% de los reclusos por
VIH (n=121) no tienen confirmación previa al encarcelamiento. Esta condición
amenaza el control de la propagación en el medio carcelario si los reclusos
no tienen una carga viral detectable en el primer examen (Ministerio de Salud,
2012). Hoy en día, la prueba rápida del VIH se usa para el análisis de los casos
sospechosos o no consistentes utilizando ELISA de 4ª generación y suero
sanguíneo para la detección del VIH. Este diagrama de flujo de diagnóstico
genera una brecha de cuatro meses de retraso para confirmar el diagnóstico
cuando se consideran escenarios de riesgo empeorados por las barreras sociales
y del sistema de salud (Álvarez-Carrasco, 2017).

4.2. Antecedentes en prisión

Nuestro estudio muestra que la prevalencia del VIH autoinformado aumentó


en un 9% (PRa=1,09; IC del 95%: 0,84-1,42) entre los reclusos peruanos con
familiares encarcelados. Estudios a largo plazo después de adolescentes que
sufrieron encarcelamiento de sus padres, hasta que su adultez joven demostró
su asociación con comportamientos sexuales de riesgo y enfermedades de
transmisión sexual (Le, Deardorff, Lahiff, & Harley, 2019).

En general, el encarcelamiento representa un trauma profundo entre padres e


hijos debido a la falta de contacto durante el encarcelamiento, a desventajas
económicas de larga data y a un mayor estigma social (Murray, Farrington, &
Sekol, 2012). Varias teorías dependen que la ausencia del padre conduce a una
iniciación sexual temprana, probablemente debido al mal control de los padres, y
a la falta de un modelo de comportamiento masculino durante el encarcelamiento
del padre (Mendle et al., 2009). En consecuencia, los adolescentes sufrieron
relaciones inestables, conflictivas y estresantes con sus padres (Mendle et al.,
2009). Estos comportamientos se ven agravados por una atmósfera de riesgo
compuesta por personas criminales e indignas, además de la falta de recursos
educativos y sexuales saludables (Mendle et al., 2009). Crecen obligados a tener
una iniciación sexual acelerada, en su mayoría relaciones erráticas, y múltiples
parejas sexuales (Mendle et al., 2009).

Los registros de encarcelamiento de adultos y menores probablemente tengan


una prevalencia más alta en 0,001% (PRa=1,001; IC del 95%: 0,67 a 1,5) y 0,01%
(PRa=1,01; IC del 95%: 0,69 a 1,48) de VIH sr en los reclusos. Los estudios realizados
en países desarrollados muestran que los reclusos infectados con el VIH tenían
más probabilidades de tener un control deficiente del VIH que los que nunca

I Convocatoria Nacional de Artículos 39


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

estuvieron en la cárcel. Probablemente los retrasos en el inicio del tratamiento,


la desconfianza de los reclusos en el sistema de salud, la angustia psicológica y
la inseguridad alimentaria y doméstica podrían explicar este hecho.

4.3. Virus de Inmunodeficiencia Huamana (VIH) y Tuberculosis (TBC)

La infección de tuberculosis (TB) en curso aumentó en un 155 de prevalencia del VIH


(PRa=2,55; IC del 95%: 1,56 a 3,04). Esto parece señalar que las cárceles actúan como
incubadoras potenciales de la tuberculosis y el VIH, y están asociadas con niveles
más altos de infección que en la población de la comunidad (Dolan et al., 2007;
Stuckler, Basu, McKee, & King, 2008). Los factores que impulsan la propagación de
la tuberculosis entre los reclusos infectados por el VIH incluyen el hacinamiento en
las cárceles, la escasez de profesionales de la salud, la detección tardía de casos de
tuberculosis, las intervenciones preventivas deficientes y el tratamiento no óptimo
de los casos de tuberculosis (Acosta, Dadu, Ramsay, & Dara, 2014). Las respuestas
a la coinfección de la tuberculosis y el VIH deben incluir un modelo de prevención
y atención integrado y centrado en el paciente, con un cribado sistemático de los
grupos de alto riesgo y un acceso equitativo a un tratamiento eficaz. Además,
las cárceles deberían aplicar estrategias de saneamiento muy variadas, como la
realización de actividades recreativas en lugares bien ventilados y la construcción
de nuevas instalaciones para reducir el hacinamiento en las cárceles.

4.4. Abuso de drogas

Los registros de abuso de drogas y las posibles adicciones aumentaron la


prevalencia del VIH entre los reclusos en un 204% (PRp=2,04; IC del 95%: 1,54
a 2,71) y un 28% (PRa=1,28; IC del 95%: 0,87 a 1,89), respectivamente. El Censo
Penitenciario Peruano reportó que 18 544 reclusos abusaron de drogas antes
del encarcelamiento consumiendo principalmente marihuana (58.2%, n=10,855)
y cocaína (40.1%, n=7,476). Estas drogas psicotrópicas generan reacciones en el
organismo de manera exagerada, incluyendo los comportamientos sexuales, lo
que lleva a practicar el sexo sin protección y aumentar el riesgo de contraer el
VIH (Meneses et al., 2009). Las características de personalidad y las prácticas
delictivas hacen que se sientan invulnerables en la mayoría de las situaciones a
las que se enfrentan, incluso en situaciones sexuales.

4.5. Identidad de Género

La prevalencia del VIH entre los homosexuales (LGT) y los bisexuales (B) se
cuadruplicó (PRp=4,59; IC del 95%: 2,94 a 7,15) y se duplicó (PRp=2,51; IC del 95%:
1,54 a 4,09) en los reclusos. Investigaciones recientes en Perú sugieren que entre
el 12,4 y el 22,3% de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres
(HSH) (UNAIDS, 1997) y el 30,0% de las mujeres transgénero están infectados
con el VIH, especialmente en la capital de Lima. Este escenario alienta a revisar
las estrategias de prevención existentes para los grupos vulnerables de LGTB en
las cárceles peruanas.

40 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Las intervenciones propuestas deben involucrar principalmente a personas


estigmatizadas y mantener un proceso de alto compromiso. Las lagunas y los
desafíos para la investigación, el monitoreo y la caracterización epidemiológica
del VIH en los HSH en las prisiones son probablemente el resultado de la
naturaleza oculta y estigmatizada de estas poblaciones de manera similar en
todo el mundo (Chris Beyrer, Frangiscos Sifakis, & Benjamin Johns, 2011). La
intervención sugerida para el contexto peruano debe apuntar a prevenir la
“infecciosidad” de manera efectiva e implicar a los pacientes con el HAAR
(Terapia antirretroviral de gran actividad) (Chris Beyrer et al., 2011).

4.6. Enfermedades de Transmisión sexual (ETS)

Las ETS aumentaron 34 veces (PRp=34.49, 95%IC 24.94-47.70) y 5 veces


(PRp=5.49, 95%IC 2.51-12.02) la prevalencia del VIH auto-reportado en hombres
y mujeres, en consecuencia. Actualmente, las ETS son un problema de salud
pública a nivel mundial que impone costos socioeconómicos crecientes, no sólo
por el elevado número de personas infectadas, sino también por los posibles
efectos en la salud sexual y reproductiva (Santos & Silva, 2013). Las poblaciones
con antecedentes penales suelen adquirir comportamientos sexuales de riesgo
y aumentan el riesgo de propagación de las enfermedades de transmisión
sexual, como las parejas sexuales múltiples, y las parejas simultáneas con
relaciones sexuales sin protección. Además, este grupo vulnerable está
expuesto a vulnerabilidades sociales que contribuyen a aumentar el riesgo de
transmisión, incluida la inestabilidad económica, y el abuso de sustancias como
las drogas recreativas y el alcohol (Cooper et al., 2015). Una ITS actual aumenta
la probabilidad de contraer el VIH: desde el doble con la vaginosis bacteriana
hasta siete veces más con la gonorrea (Van de Wijgert et al., 2009). Los mismos
procesos a través de los cuales el encarcelamiento contribuye a la incidencia del
VIH (por ejemplo, la concurrencia de la pareja, el aumento de las parejas) también
tienen probabilidades de tener el mismo efecto sobre las tasas de incidencia de
ITS (Adams et al., 2018).

5. CONCLUSIÓN

El encarcelamiento puede aumentar los comportamientos de riesgo de VIH para


las personas involucradas en el sistema de justicia penal y puede ser un factor
determinante para la adquisición del VIH dentro de la comunidad. Este estudio
encontró que las ETS se multiplicaron por 34 y, en consecuencia, la prevalencia del VIH
auto-reportado en hombres y mujeres se multiplicó por cinco. En la actualidad, las
ETS, y especialmente el VIH, son un problema de salud pública nacional que impone
costos socioeconómicos crecientes y también tiene un impacto en la salud. También
se determinó que la prevalencia del VIH entre homosexuales (LGT) y bisexuales (B) se
cuadruplicó y duplicó entre los reclusos. Estos escenarios promueven una revisión
de las estrategias de prevención existentes para los grupos LGBT vulnerables en
las prisiones peruanas. De esta manera, los reclusos tienen un riesgo considerable

I Convocatoria Nacional de Artículos 41


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

de contraer estas infecciones mientras están en prisión. Este estudio destaca la


necesidad crítica de actividades locales de prevención.

Nota: El fondo de entrenamiento D43 TW007393 otorgada por el Fogarty


International Center de los Institutos Nacionales de Salud de los EE.UU.

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44 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

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I Convocatoria Nacional de Artículos 45


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

7. ANEXOS

Tabla 1. Prevalencia del VIH auto-reportado y condiciones de tratamiento entre los


reclusos peruanos, 2016
Hombres Mujeres
Característica
N= 71,087 % N= 4,526 %

Diagnóstico de VIH 305 0.43 52 1.15

Diagnóstico de srHIV con


268 0.38 48 1.06
confirmación médica

Tratamiento en curso* 220 82.09 39 81.25

Diagnóstico previo al
160 59.70 35 72.92
encarcelamiento*

* N hombres=268, N mujeres=42

Tabla 2. Razones por las que los reclusos con VIH auto-reportado (srHIV) reportan
no haber recibido tratamiento, 2016

Hombres Mujeres
Razones
N=47 % N=8 %

Bajos ingresos 11 23.4 2 25.0

Considerando que el VIH no es


8 17.0 2 25.0
grave

Retraso en la atención de la salud 8 17.0 2 25.0

Falta de medicamentos 6 12.8 . .

Desconfianza en el personal médico 3 6.4 1 12.5

Maltrato por parte de los


2 4.3 . .
proveedores de atención médica

Sin seguro 2 4.3 . .

Otras razones 7 14.9 1 12.5

46 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Tabla 3. Condiciones socioeconómicas, carcelarias, registros médicos y conductas


de riesgo de los reclusos peruanos con VIH auto-reportado (srHIV), 2016

Características N=76180 (%)

Situación socioeconómica

Edad

18 - 35 años 41,748 54.80

36 - 55 años 29,279 38.43

>55 años de edad 5,153 6.76

Sexo

Masculino 71,569 93.99

Femenino 4,574 6.01

Lugar de nacimiento

Lima (capital del país) 20,571 27.00

Otros 55,609 73.00

Educación

Sin educación 1,675 2.26

Elemental 42,965 57.96

Escuela Secundaria 24,940 33.64

Universidad o superior 4,550 6.14

Socio estable*

No 38,153 50.11

Sí 37,989 49.89

Condiciones de encarcelamiento

Encarcelamiento previo

Sí 9,833 16.70

No 49,037 83.30

I Convocatoria Nacional de Artículos 47


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Características N=76180 (%)

Nº de encarcelamientos previos

3+ 1,674 2.84

2 2,216 3.76

1 5,942 10.09

0 49,037 83.30

Encarcelamiento de adolescentes

Sí 5,750 7.63

No 69,651 92.37

Familiares en prisión

Sí 22,442 29.78

No 52,924 70.22

Condición jurídica

Condenado 59,331 78.18

Acusado 16,562 21.82

Cárceles superpobladas

> 20% 48 72.73

< 20% 18 27.27

Permiso de género en las cárceles

Masculino 24 36.36

Femenino 13 19.70

Ambos 29 43.94

48 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Características N=76180 (%)

Ubicación de los centros penitenciarios

Costa 32,935 43.23

Lima 22,392 29.39

Andes 13,698 17.98

Amazonas 7,155 9.39

Registros médicos

Tuberculosis

Sí 3,267 4.32

No 72,331 95.68

Enfermedades de Transmisión Sexual

Sí 647 0.86

No 75,021 99.14

Hepatitis viral

Sí 673 0.89

No 74,888 99.11

Depresión

Sí 7,321 9.68

No 68,283 90.32

Ansiedad

Sí 6,581 8.71

No 68,999 91.29

I Convocatoria Nacional de Artículos 49


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Características N=76180 (%)

Adicción

Sí 2,174 2.88

No 73,400 97.12

Conductas de riesgo

Abuso de drogas antes de la cárcel

Sí 12,316 16.21

No 63,647 83.79

Alcohol

Sí 35,521 46.76

No 40,442 53.24

Consumo de tabaco

Sí 17,917 23.59

No 58,046 76.41

Identidad de género

Homosexual (LGT) 366 0.64

Bisexual 562 0.98

Heterosexual 56,449 98.38

* Con pareja estable: casado o pareja. Sin pareja estable: soltero, viudo, separado o divorciado.
** Total de prisiones encuestadas = 66
Abreviaturas: LGT, lesbiana, gay o transexual.

50 I Convocatoria Nacional de Artículos


Tabla 3. Condiciones socioeconómicas, carcelarias, registros médicos y conductas de riesgo de los reclusos peruanos con
VIH auto-reportado (srHIV), 2016

srHIV en hombres srHIV en mujeres


Población Población
penitenciaria Valor penitenciaria Valor
Características Sin srHIV ConsrHIV Sin srHIV Sin srHIV
masculina P* femenina P*
(N=75,256) (N=357) (N=75,256) (N=357)
(N=75,613) (N=75,613)
n (%) n (%) n (%) n (%)

I Convocatoria Nacional de Artículos


Demográficas

Edad (años) <0.001 0.100

18 - 35 39,370 39,227 99.64 143 0.36 2,083 2,054 98.61 29 1.39

36 - 55 26,935 26,784 99.44 151 0.56 2,150 2,127 98,93 23 1.07

>55 4,782 4,771 99.77 11 0.23 293 293 100.00 0 0

Lugar de Nacimiento <0.001 <0.001

Lima (Capital Perú) 19,189 19,061 99.33 154 0.67 1,222 1,196 97.87 26 2.13

Otra 51,898 51,721 99.66 203 0.34 3,304 3,278 99.21 26 0.79

Educación <0.029 0.489

Sin educación 1,447 1,436 99.24 12 0.76 210 209 99.52 1 0.48

Primaria 40,277 40,097 99.55 208 0.45 2487 2459 98.87 28 1.13

Secundaria 23,563 23,483 99.66 92 0.34 1282 1270 99.06 12 0.94

51
Superior 4,223 4,209 99.67 15 0.33 - - - - -
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones
srHIV en hombres srHIV en mujeres

52
Población Población
penitenciaria Valor penitenciaria Valor
Características Sin srHIV ConsrHIV Sin srHIV Sin srHIV
masculina P* femenina P*
(N=75,256) (N=357) (N=75,256) (N=357)
(N=75,613) (N=75,613)
n (%) n (%) n (%) n (%)

Pareja estable** <0.001 0.078

No 34,917 34,711 99.41 206 0.59 2,961 2,933 99.05 28 0.95

Sí 36,170 36,071 99.73 99 0.27 1,565 1,541 98.47 24 1.53

Condiciones
Penitenciarias
Encarcelamiento
<0.001 0.170
previo

Sí 45,930 45,763 99.64 167 0.36 2,915 2,884 98.94 31 1.06

No 9,475 9,402 99.23 73 0.77 310 304 98.06 6 1.94

N° de
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

encarcelamientos <0.001 0.038


previos

3+ 45,930 45,763 99.64 167 0.36 30 28 93.33 2 6.67

2 5,703 5,658 99.21 45 0.79 67 66 98.51 1 1.49

1 2,135 2,120 99.30 15 0.70 213 210 98.59 3 1.41

0 1,636 1,623 99.21 13 0.79 2,915 2,884 98,94 31 1.06

I Convocatoria Nacional de Artículos


srHIV en hombres srHIV en mujeres
Población Población
penitenciaria Valor penitenciaria Valor
Características Sin srHIV ConsrHIV Sin srHIV Sin srHIV
masculina P* femenina P*
(N=75,256) (N=357) (N=75,256) (N=357)
(N=75,613) (N=75,613)
n (%) n (%) n (%) n (%)
Encarcelamiento de
<0.001 0.001
adolescentes

I Convocatoria Nacional de Artículos


Sí 64,972 64,721 99.61 251 0.39 90 86 95.56 4 4.44

No 5,628 5,585 99.24 43 0.76 4,377 4,335 99.04 42 0.96

Familiares en prisión <0.001 0.141

Sí 21,007 20,875 99.37 132 0.63 1,339 1,319 98.51 20 1.49

No 49,545 49,377 99.66 168 0.34

Estado Legal 0.523 0.661

Sentenciado 55,837 55,594 99.56 243 0.44 3,242 3,204 98.83 38 1.17

Acusado 15,190 15,131 99.61 59 0.39 1276 1263 98.98 13 1.02

Hacinamiento en las
0.055 0.067
cárceles

>20% 67,219 66,913 99.54 306 0.46 3,324 3,280 98.68 44 1.32

<20% 8,394 8,343 99.39 51 0.61 1202 1194 99.33 8 0.67

53
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones
srHIV en hombres srHIV en mujeres

54
Población Población
penitenciaria Valor penitenciaria Valor
Características Sin srHIV ConsrHIV Sin srHIV Sin srHIV
masculina P* femenina P*
(N=75,256) (N=357) (N=75,256) (N=357)
(N=75,613) (N=75,613)
n (%) n (%) n (%) n (%)

Registros Médicos

Tuberculosis <0.001 <0.001

Sí 3,202 3,129 97.72 73 2.28 53 48 90.57 5 9.43

No 67,604 67,375 99.66 229 0.34 4,464 4,417 98.95 47 1.05

Enfermedades de
<0.001 <0.001
transmisión sexual

Sí 554 452 81.59 102 18.41 88 76 86.36 12 13.64

No 70,338 70,137 99.71 201 0.29 4,427 4,387 99.1 40 0.9

Depresión <0.001 0.026


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Sí 6,329 6,270 99.07 59 0.93 935 918 98.18 17 1.82

No 64,474 64,230 99.62 244 0.38 3,573 3,539 99.05 34 0.95

Hepatitis Viral <0.001 0.017

Sí 629 609 96.82 20 3.18 38 36 94.74 2 5.26

No 70,146 69,864 99.60 282 0.4 4,471 4,421 98.88 50 1.12

I Convocatoria Nacional de Artículos


srHIV en hombres srHIV en mujeres
Población Población
penitenciaria Valor penitenciaria Valor
Características Sin srHIV ConsrHIV Sin srHIV Sin srHIV
masculina P* femenina P*
(N=75,256) (N=357) (N=75,256) (N=357)
(N=75,613) (N=75,613)
n (%) n (%) n (%) n (%)

Ansiedad <0.001 0.664

I Convocatoria Nacional de Artículos


Sí 6,538 5,620 99.05 54 0.95 864 853 98.73 11 1.27

No 65,109 64,860 99.62 249 0.38 3,639 3,599 98.9 40 1.1

Adicción <0.001 <0.001

Sí 2,075 2,027 97.69 48 2.31 82 75 91.46 7 8.54

No 68,692 68,438 99.63 254 0.37 4,425 4,380 98.98 45 1.02

Conductas de
Riesgo
Abuso de drogas
(30 días antes de <0.001 <0.001
prisión)

Sí 11,968 11,849 99.01 119 0.99 283 271 95.76 12 4.24

No 59,119 58,933 99.69 186 0.31 4,243 4,203 99.06 40 0.94

Consumo de alcohol
(30 días antes de 0.458 0.051
prisión)

Sí 34,246 34,091 99.55 155 0.45 1,128 1,109 98.32 19 1.68

55
No 36,841 36,691 99.59 150 0.41 3398 3365 99.03 33 0.97
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones
srHIV en hombres srHIV en mujeres

56
Población Población
penitenciaria Valor penitenciaria Valor
Características Sin srHIV ConsrHIV Sin srHIV Sin srHIV
masculina P* femenina P*
(N=75,256) (N=357) (N=75,256) (N=357)
(N=75,613) (N=75,613)
n (%) n (%) n (%) n (%)
Consumo de tabaco
(30 días antes de <0.001 <0.001
prisión)

Sí 17,157 17,052 99.39 105 0.61 687 670 97.53 17 2.47

No 53,930 53,730 99.63 200 0.37 3,839 3,804 99.09 35 0.91

Identidad de Género <0.001 <0.001

Homosexual (LGT)*** 277 255 92.06 22 7.94 87 80 91.95 7 8.05

Bisexual 479 459 95.82 20 4.18 82 79 96.34 3 3.66

Heterosexual 53,096 52,904 99.64 192 0.36 3,104 3,069 98.87 35 1.13
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

* Prueba de Chi-cuadrado Pearson


** Con pareja estable: casada o pareja. Sin pareja estable: soltero, viudo, separado o divorciado
*** LGT: Lesbiana, gay o transexual

I Convocatoria Nacional de Artículos


Tabla 4. Factores asociados con el VIH auto-reportado (srHIV) entre los reclusos peruanos, 2016

srHIV en hombres

Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**


Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P

Edad

I Convocatoria Nacional de Artículos


18 - 35 años 1.58 0.86 - 2.91 0.144 1.10 0.53 - 2.27 0.804 - - - -

36 - 55 años 2.44 1.32 - 4.49 0.004 1.98 0.96 - 4.08 0.065 - - - -

>55 años Ref. Ref.

Lugar de Nacimiento 1

Lima 1.96 1.56 - 2.45 <0.001 - - - 1.07 0.78 - 1.46 0.683 -

Otra Ref. Ref.

Educación 2

Sin educación 2.29 1.04 - 5.04 0.039 - - - 1.93 0.76 - 4.95 0.169 -

Primaria 1.35 0.78 - 2.32 0.281 - - - 1.12 0.59 - 2.10 0.732 -

Secundaria 1.02 0.58 - 1.81 0.934 - - - 1.16 0.60 - 2.22 0.664 -

Título de licenciatura
Ref. Ref.
o superior

57
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones
srHIV en hombres

58
Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**
Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P

Pareja estable**

No 2.16 1.70 - 2.74 <0.001 1.64 1.24 - 2.19 0.001 - - - -

Sí Ref. Ref.

Encarcelamiento
3
previo

Sí 2.12 1.61 - 2.79 <0.001 - - - 1.11 0.78 - 1.57 0.568 -

No ref. ref.

N° de
encarcelamientos 4
previos
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

3+ 2.19 1.25 - 3.83 0.006 - - - 1.33 0.70 - 2.54 0.383 -

2 1.93 1.14 - 3.27 0.014 - - - 1.00 0.55 - 1.82 0.999 -

1 2.17 1.56 - 3.01 <0.001 - - - 1.09 0.71 - 1.68 0.686 -

0 ref. Ref.

I Convocatoria Nacional de Artículos


srHIV en hombres

Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**


Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P
Encarcelamiento de
5
adolescentes

I Convocatoria Nacional de Artículos


Sí 1.98 1.43 - 2.73 <0.001 - - - 1.04 0.69 - 1.56 0.860 -

No Ref. Ref.

Familiares en prisión 6

Sí 1.85 1.43 - 2.73 <0.001 - - - 1.17 0.88 - 1.56 0.279 -

No Ref. Ref.

Estado Legal 7

Acusado Ref. Ref.

Sentenciado 1.12 0.84 - 1.49 0.432 - - - 1.03 0.73 - 1.44 0.875 -

Hacinamiento en las
8
cárceles

>20% 0.69 0.50 - 0.95 0.022 - - - 0.54 0.31 - 0.92 0.025 -

<20% Ref. Ref.

59
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones
srHIV en hombres

60
Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**
Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P

Tuberculosis

Sí 6.73 5.18 - 8.74 <0.001 2.55 1.82 - 3.58 <0.001 - - - -

No Ref. Ref.

Enfermedades de
transmisión sexual

Sí 64.43 51.54 - 80.54 <0.001 34.49 24.94 - 47.70 <0.001 - - - -

No Ref. Ref.

Hepatitis viral 9

Sí 7.91 5.06 - 12.36 <0.001 1.77 1.03 - 3.03 0.038 -


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

No Ref. Ref.

Depresión 10

Sí 2.46 1.86 - 3.27 <0.001 - - - 1.48 1.06 - 2.07 0.0023 -

No Ref. Ref.

I Convocatoria Nacional de Artículos


srHIV en hombres

Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**


Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P

Ansiedad 11

I Convocatoria Nacional de Artículos


Sí 2.49 1.86 - 3.34 <0.001 - - - 1.06 0.74 - 1.53 0.752 -

No Ref. Ref.

Adicción 12

Sí 6.26 4.61 - 8.49 <0.001 - - - 1.37 0.90 - 2.09 0.145 -

No Ref. Ref.

Abuso de drogas
13
antes de prisión

Sí 3.16 2.51 - 3.97 <0.001 - - - 1.91 1.43 - 2.56 <0.001 -

No Ref. Ref.

Alcohol 14

Sí 1.11 0.89 - 1.39 0.354 - - - 1.18 0.90 - 1.55 0.228 -

No Ref. Ref.

61
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones
srHIV en hombres

62
Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**
Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P

Tabaco 15

Sí 1.65 1.30 - 2.09 <0.001 - - - 1.11 0.83 - 1.49 0.492 -

No Ref. Ref.

Identidad de Género

Homosexual (LGT) 21.96 14.36 - 33.60 <0.001 4.16 2.50 - 6.90 <0.001 - - - -

Bisexual 11.55 7.35 - 18.14 <0.001 2.94 1.74 - 4.95 <0.001 - - - -

Heterosexual Ref. Ref.

(1) Poisson’s modelo de regresión con varianza robusta.


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

(2) Poisson’s modelo de regresión con varianza robusta dentro del análisis multinivel.
* El modelo de regresión múltiple parsimonioso fue ajustado de forma independiente por cada una de las siguientes variables.
** Los modelos 1A-10 y 2A-2N fueron ajustados por un modelo parsimonioso para hombres y mujeres, en consecuencia.
Abreviaturas: PRc, Tasa bruta de prevalencia; PRp, Tasa de prevalencia del modelo Parsimonioso; PRa, Tasa de prevalencia parsimoniosa ajustada; GT, gay o
transexual.

I Convocatoria Nacional de Artículos


Tabla 5. Factores asociados con el VIH auto-reportado (srHIV) entre las reclusas peruanas, 2016

srHIV en mujeres

Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**


Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P

I Convocatoria Nacional de Artículos


Edad

18 - 35 años - - - - - - - - - -

36 - 55 años - - - - - - - - - -

>55 años - - - - - - - - - -

Lugar de Nacimiento

Lima 2.70 1.58 - 4.64 <0.001 1.21 0.61 -2.40 0.582 - - - -

Otra Ref. Ref.

Educación

Sin educación 1.44 0.09 - 22.87 0.797 - - - 2.28 0.13 - 39.88 0.572 16

Primaria 3.40 0.46 - 24.91 0.228 - - - 2.87 0.35 -23.27 0.325 -

Secundaria 2.83 0.37 - 21.66 0.317 - - - 2.92 0.34 - 24.78 0.327 -

Título de licenciatura
Ref. Ref.
o superior

63
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones
srHIV en mujeres

64
Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**
Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P

Pareja estable**

No 0.62 0.36 - 1.06 0.080 - - - 0.61 0.33 - 1.14 0.120 17

Sí Ref. Ref.

Encarcelamiento
previo

Sí 1.82 0.77 - 4.33 0.176 - - - 0.61 0.22 - 1.67 0.332 -

No ref. ref.

N° de
encarcelamientos
previos
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

3+ 6.27 1.57 - 25.02 0.009 - - - 0.62 0.12 - 3.36 0.582 18

2 1.40 0.19 - 10.13 0.737 - - - 0.46 0.06 - 3.62 0.457 -

1 1.32 0.41 - 4.30 0.640 - - - 0.66 0.19 - 2.31 0.518 -

0 ref. Ref.

I Convocatoria Nacional de Artículos


srHIV en mujeres

Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**


Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P
Encarcelamiento de
adolescentes

I Convocatoria Nacional de Artículos


Sí 4.63 1.70 - 12.64 0.003 - - - 1.17 0.38 - 3.58 0.783 19

No Ref. Ref.

Familiares en prisión

Sí 1.52 0.87 - 2.65 0.143 - - - 0.72 0.38 - 1.38 0.319 20

No Ref. Ref.

Estado Legal

Acusada Ref. Ref. 21

Sentenciada 1.15 0.61 - 2.15 0.661 - - - 1.54 0.73 - 3.23 0.257 -

Hacinamiento en las
cárceles

>20% 1.99 0.94 - 4.21 0.073 - - - 1.15 0.39 - 3.43 0.798 22

<20% Ref. Ref.

65
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srHIV en mujeres

66
Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**
Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P

Tuberculosis

Sí 8.96 3.71 - 21.63 <0.001 - - - 0.65 0.18 - 2.37 0.514 23

No Ref. Ref.

Enfermedades de
transmisión sexual

Sí 15.09 8.20 - 27.77 <0.001 5.49 2.51 - 12.02 <0.001 - - - -

No Ref. Ref.

Hepatitis viral

Sí 4.706 1.19 - 18.65 0.027 - - - 1.72 0.22 - 13.20 0.602 27


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No Ref. Ref.

Depresión

Sí 1.91 1.07 - 3.41 0.028 - - - 1.45 0.75 - 2.81 0.271 24

No Ref. Ref.

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srHIV en mujeres

Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**


Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P

Ansiedad

I Convocatoria Nacional de Artículos


Sí 1.16 0.60 - 2.25 0.664 - - - 0.53 0.23 - 1.21 0.130 25

No Ref. Ref.

Adicción

Sí 8.39 3.90 - 18.06 <0.001 - - - 0.78 0.28 - 2.22 0.648 -

No Ref. Ref.

Abuso de drogas
antes de prisión

Sí 7.59 4.44 - 12.98 <0.001 5.41 2.73 - 10.74 <0.001 - - - -

No Ref. Ref.

Alcohol

Sí 1.73 0.99 - 3.04 0.054 - - - 0.67 0.34 - 1.33 0.258 28

No Ref. Ref.

67
El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones
srHIV en mujeres

68
Características Modo parsimonioso de regresión Modelos**
Regresión bivariada (1) Modelo parsimonioso ajustado (2)*
múltiple (2)
PRc IC 95% Valor P PRp IC 95% Valor P PRa IC 95% Valor P

Tabaco

Sí 2.71 1.53 - 4.82 0.001 - - - 1.05 0.52 - 2.11 0.899 29

No Ref. Ref.

Identidad de Género

Homosexual (LGT) 7.14 3.26 - 15.62 0.046 2.46 1.01 - 5.96 0.047 - - - -

Bisexual 3.24 1.02 - 10.34 <0.001 0.96 0.28 - 3.27 0.950 - - - -

Heterosexual Ref. Ref.

(1) Poisson’s modelo de regresión con varianza robusta.


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

(2) Poisson’s modelo de regresión con varianza robusta dentro del análisis multinivel.
* El modelo de regresión múltiple parsimonioso fue ajustado de forma independiente por cada una de las siguientes variables.
** Los modelos 1A-10 y 2A-2N fueron ajustados por un modelo parsimonioso para hombres y mujeres, en consecuencia.
Abreviaturas: PRc, Tasa bruta de prevalencia; PRp, Tasa de prevalencia del modelo Parsimonioso; PRa, Tasa de prevalencia parsimoniosa ajustada; GT, gay o
transexual.

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EVOLUCIÓN DE LA CRIMINALIDAD EN TRUJILLO.


DEL HURTO A LA EXTORSIÓN, 1993 – 2018*1

Jorge Nureña Plasencia

Resumen

El artículo analiza la evolución y las modalidades en que se manifestó la criminalidad


en Trujillo desde 1993 a 2018 a partir del estudio de la comisión de delitos en un marco
temporal dividido en dos etapas. La primera entre los años de 1993 al 2004, en la que
se visibilizaron delitos comunes como hurto y robo, y el surgimiento de las pandillas que
implicaron la aparición de nuevos delitos. La segunda etapa se halla entre el 2005-2018,
donde se desarrolló una criminalidad mayor, con nuevas modalidades como la extorsión
y el surgimiento de bandas criminales. Como complemento se recrea la “Matanza en
La Esperanza” ocurrida en febrero de 2005, suceso que marcó un hito en el proceso de
evolución de la criminalidad, a través de la ejecución de delitos con mayor grado de
planificación y organización, como es el caso de la extorsión.

1. Una versión anterior formó parte del libro Esta bala lleva tu nombre (Nureña, 2018).

I Convocatoria Nacional de Artículos 69


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

1. INTRODUCCIÓN

Trujillo es una de las ciudades en el norte del país más golpeadas en las últimas dos décadas
por la criminalidad a causa de una serie de factores: económico-sociales e institucionales
(Nureña, Jorge, 2018). Es por eso que surge el interés de estudiar a la criminalidad2 en
Trujillo como un proceso partiendo de las bases metodológicas de la “historia vivida”, que
comprende el análisis de procesos en curso donde la escritura de esa historia es coetánea
con la memoria de los propios hechos y donde actores como testigos coexisten con el
propio investigador (Aróstegui, 2004) con ello se brindará un enfoque histórico del proceso
de evolución de la criminalidad desde 1993 hasta el 2018.4

Se tiene como fuente principal del estudio el Diario Vespertino Satélite, que cubre
las principales noticias policiales–criminales acontecidas en Trujillo. Por el lado de las
estadísticas, se utiliza las cifras que proporcionan el Instituto Nacional de Estadística
e Informática (INEI) y la Policía Nacional del Perú a nivel de denuncias e incidencia
criminal; por parte de la historia oral se procedió a la realización de entrevistas a
personas vinculadas o afectadas por el crimen.

2. CRIMINALIDAD COMÚN: HURTOS Y ROBOS, 1993 – 2004

En relación a la información estadística proveniente del Registro de delitos de robo


y hurto en Trujillo para estos años es casi nula, ya que la III Diterpol - Región La
Libertad cuenta con información desde el año 2010 hacia adelante en el tiempo (a
nivel regional). Por eso, para ilustrar la incidencia delictiva se tomarán las cifras del
INEI que datan del año 1997, logrando registrar solo el total de denuncias de delitos
a nivel regional.

Con respecto a las denuncias, aquellas referidas al hurto y robo representan la


mayoría de los casos que se registran, frente al total de delitos contra el patrimonio.5
Por esa razón, se señala que “más del 70% de los delitos denunciados ante la Policía Nacional
cada año se concentran en robos y hurtos, y las encuestas muestran un amplio porcentaje
de víctimas y alta prevalencia del fenómeno” (Mujica, Zevallos, López & Prado, 2015). Esto
debido a que son más fáciles de cometer y de registrar, a diferencia de otros delitos como la
extorsión o violación sexual. Por ejemplo, en La Libertad, en el año 2003, se registraron 14
612 delitos, siendo 10 027 de ellos tipificados como delitos contra el patrimonio. De igual
manera, en 2016 de los 14 993 delitos, 10 484 fueron contra el patrimonio, alrededor de

2. Entendemos por criminalidad aquel fenómeno de masas constituido por el conjunto de las infracciones que se
cometen en un tiempo y espacio dado (Rico, 2007).
3. El marco temporal inicia en 1993 debido a que la criminalidad en el Perú al igual que en Trujillo desde la década de
los ochenta hasta 1992 estuvo aunada al accionar de los grupos subversivos como el MRTA y Sendero Luminoso;
pero desde la captura de Abimael Guzmán, las acciones subversivas empezaron a disminuir y a segregarse de la
delincuencia común.
4. Abigeato, apropiación ilícita, receptación, estafa, fraude, usurpación y daños, son los otros.

70 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

un 70%. En efecto, esto otorga una referencia clara de la magnitud que representó el hurto
y robo en la incidencia de delitos en la etapa de 1993-2018, en la ciudad de Trujillo, sobre
todo porque son delitos que se cometen en el área urbana.

Asimismo, para suplir la limitación de información estadística en el Registro de hurtos


y robos, se representó a través del análisis de reportes periodísticos la comisión de
estos delitos, así como sus modalidades.

2.1. Formas y modalidades delictivas

Se toma como referencias para el análisis de las modalidades delictivas, por un


lado, la tipificación en el Código Penal vigente (1991), pues en este se divide a
los delitos en hurtos y robos.6 Y, por otro lado, el estudio antropológico de la
delincuencia realizado en el penal de Lurigancho por Pérez Guadalupe (1994),
el cual, describe catorce modalidades de delitos, según la jerarquía de los
delincuentes, clasificados en tres segmentos. En el primero están: el “frutero”,
“arranchón”, “bobero”, “maquinero” y “cogotero”, que integran las escalas más
bajas del espectro delictivo; en el segundo, están los “saraca”, “tiendero”, “peinero”,
“monrero” y el “sueñero”, que gozan de cierto prestigio dentro de la delincuencia.
Si los comparamos con el segmento anterior, vemos que en estos “laburos” no
ejercen demasiada violencia, sino que roban solapadamente al descuido; y el
tercero, lo conforman, el “fierrero”, el “apretón” y el “secuestrador”, modalidad
que no se aborda en este estudio, según Pérez, a quienes “[...] practican estos
laburos generalmente se les llama Faites aunque no necesariamente, ya que para
ser denominado Faite se necesitan otros atributos especiales; pero lo cierto es
que jamás a un cogotero o cordelero se le podría llamar Faite”.

2.1.1. Hurto

El Código Penal del Perú de 1991 tipifica como hurto aquella acción en la que un
individuo se apodera ilegítimamente de un bien mueble, total o parcialmente
ajeno, sustrayéndolo del lugar donde se encuentra, teniendo una pena (privativa
de libertad) no menor de uno ni mayor de tres años. Se convierte en hurto
agravado, si se comete en una casa habitada, de noche o si se escala o rompe
obstáculos, bajo esas circunstancias se incrementa la pena, la misma que se
agrava hasta 15 años, si el delincuente pertenece a una organización o si es
cabecilla de esta. Están enmarcados dentro de este delito, modalidades leves,
sin la utilización de armas blancas o de fuego.

En el caso de la clasificación desarrollada por Pérez Guadalupe7 se presentan


algunas modalidades de hurto a través de la siguiente escala delincuencial:

6. El hurto se encuentra tipificado del art. 185 - 187 y el robo del art. 188 y 189 (CP).

I Convocatoria Nacional de Artículos 71


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

a. Arranchón, o arrebatador es “aquel que se dedica a arranchar las carteras


o monederos, sobre todo de las señoras que van a hacer su plaza”. En el
siguiente caso, se aprecia que las amas de casa no son las únicas víctimas.
Casos

El 10 de mayo 1998, cuatro sujetos que se dedicaban a asaltar a los peatones,


especialmente a las amas de casa y empleados que esperaban micro para
ir a sus domicilios por la avenida Los Incas, fueron capturados por efectivos
N°1 de Seguridad Ciudadana cuando se disponían asaltar a sus víctimas: Roger
Contreras García, de 28 años, alias “Flaco”; Martín Herrera Chávez, de 19 años,
alias “Pavo”; Carlos Valdiviezo Gutiérrez, de 27 años, alias, “Misio” y Carlos
Saona Izaguirre, de 24 años, alias Zorro.8

b. Maquinero, según Pérez Guadalupe, “es aquel que roba metiendo la mano
al bolsillo y sacando el dinero inmediatamente; lo hace con gran velocidad”.

Casos

El 25 de junio de 1997, vigilantes de la galería comercial Zona Franca


capturaron a un conocido delincuente al momento que iba hurtar
dinero del bolsillo de un comerciante que realizaba sus compras por
las inmediaciones. El reporte no describe el nombre del delincuente,
sólo atina a informar que se le conocía con el alias de “Negro Piurano”,
N°1 que recorría el centro de Trujillo a la búsqueda de una víctima a quien
hurtar utilizando la modalidad de arrebato. Un dirigente de la galería
entrevistado, agrega que ese delincuente no es el único, “[...] no sólo
es el negro, también está el “Cholo”, los que juntos se han adueñado de
las calles cometiendo una serie de atrocidades al público que transita
tranquilamente por el centro de la ciudad”.9

c. Monrero, o también conocido como techero, Pérez lo describe como “[...] el


que trepa los muros o techos de las casas para robar. A veces entra por una
ventana abierta, y siempre lo hace de día”.

7. El Diario local Satélite, en ocasiones el nombre que le atribuye a las modalidades no coincide con las
descritas por Pérez Guadalupe, no obstante, las características son similares.
8. Satélite, 11 de mayo de 1998.
9. Satélite, 26 de junio de 1997.

72 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Casos

El 13 de enero de 1997, el diario Satélite informaba que sujetos


desconocidos ingresaron a la casa del abogado y ex asesor de la
N°1 Prefectura, Jorge López Franco, de 54 años, ubicada en la avenida El Golf
857, en la urbanización El Golf y aprovechando que no había nadie en el
interior, se llevaron enseres por cerca de quince mil nuevos soles.10

El 10 de febrero de 1997, tres delincuentes aprovechando la ausencia


del propietario del local y de los empleados ingresaron al estudio
N°2 fotográfico “Márquez”, ubicado a media cuadra de la Plaza de Armas,
en la calle Orbegoso 312, llevándose máquinas fotográficas, dinero en
efectivo y un fax, por un monto superior a los cinco mil dólares.11

d. Sueñero, es el delincuente que roba casas durante horas de la noche cuando los
propietarios están durmiendo. Suele actuar en grupo o al menos de a dos. “[...]
Sueñear = robar cuando la gente duerme”.

Casos

El 14 de enero de 1997, la policía de la División antirrobos capturó en el


distrito de El Porvenir, al peligroso delincuente Luis Santiago Pereda
García, de 39 años, alias “Chochera”, cuando se encontraba por la
N°1
avenida Sánchez Carrión frente al mercado Santa Rosa, y recuperó tres
televisores que había hurtado de distintos domicilios aprovechando la
madrugada y que los dueños estaban profundamente dormidos.12

El 24 de noviembre de 1998, un asaltante dedicado a robar casas de


noche, José Moreno Ochoa, de 45 años, alias “Pucho” fue capturado
N°2 por efectivos de la Comisaría de Buenos Aires, cuando ingresaba a una
vivienda. Al llevarlo a la delegación policial se constató que tenía diez
denuncias por hurtos a domicilios en el distrito de Buenos Aires.13

10. Satélite, 26 de junio de 1997.


11. Satélite, 26 de junio de 1997.
12. Satélite, 15 de enero de 1997.
13. Satélite, 25 de noviembre de 1998.

I Convocatoria Nacional de Artículos 73


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

2.1.2. Robo

El delito de robo tiene una mayor penalidad que el hurto, ya que al momento
de su comisión se utilizan mecanismos más violentos, como el uso de armas.
Según el Código Penal (1991) es el que se comete cuando una persona se apodera
ilegítimamente de un bien mueble total o parcialmente ajeno, para aprovecharse
de él, sustrayéndolo del lugar en que se encuentra, empleando violencia contra
la persona o amenazándola con un peligro inminente para su vida o integridad
física. Se estipula una pena privativa de la libertad no menor de tres años ni mayor
de ocho años. La penalidad se agrava: si el delito es cometido en casa habitada,
en horas de la noche, a mano armada, si es cabecilla de una organización, si la
víctima sufre lesiones graves o si le provocaba la muerte.14

Dentro del robo se abordarán varias modalidades como el “cogotero”, el roba


carros, el “fierrero” y el “apretón” o asaltante.

a. Cogotero es una de las modalidades más comunes y de mayor incidencia. Es


descrito como “aquel que asalta al transeúnte colocándole un cuchillo en el
cuello”, los que a su vez suelen actuar en grupo, regularmente.

Casos

El 30 de junio de 1997, los agentes policiales capturaron a Julio César


Rodríguez, de 30 años, alías “El Canario”, después de haber asaltado con
un filudo cuchillo a la cajera de la fábrica Liber, por las inmediaciones
de la discoteca “La Cascada”, a quien le quitó su dinero y pertenencias,
N°1
entre las que se encontraban, un reloj Citizen y un brazalete de oro,
en plena vía pública. Según la prensa, el delincuente causaba terror a
los residentes de las urbanizaciones de Monserrate, El Recreo y de las
zonas aledañas.15

b. El roba carros o “peinero”, para Pérez Guadalupe, los peineros son los “que
roban carros, utilizando una llave maestra o desarmador (peine). Rompen
la chapa del carro y luego prenden el motor haciendo contacto directo.
Algunos sólo roban accesorios o lo que hay dentro del carro. Actúan solos o
en grupo”. No obstante, en los casos analizados se ha encontrado que esta
modalidad está muy ligada a los asaltantes o “apretones”, ya que muchos
utilizan armas de fuego.

14. Art.188 y 189.


15. Satélite, 1 de julio de 1997.

74 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Casos

La prensa local reportó que el 14 de enero de 1993, la Policía Técnica de


San Andrés de la ciudad de Trujillo, logró desbaratar una banda que se
dedicaba a robar carros para luego desarmarlos y vender las piezas al
menudeo en diversos lugares de Trujillo y Chimbote. La operación que
N°1
logró detectar el cementerio de motores y diversas piezas de autos se
produjo a las 4 de la mañana, según el acta de incautación efectuada
en los inmuebles ubicados en las calles José Artigas 1324, La Esperanza
(parte baja) y Ciro Alegría, Lote 14, tercer sector, El Milagro.16

La incidencia de esa modalidad era muy frecuente durante esos años. La Prensa
difunde el 10 de diciembre de 1993, un informe del Servicio de Investigación de
Robo de vehículos (SIROVE) de la Policía Nacional en el que se da cuenta que en
el período comprendido entre el 1 de junio y el 30 de noviembre de 1993 se había
reportado la pérdida de 90 medios de transporte, 60 de los cuales fueron automóviles,
de preferencia nuevos, y de las marcas Toyota y Volkswagen. Asimismo, el informe
oficial afirmaba que se efectuaban dos tipos de robos vehiculares: el que aprovecha el
descuido del propietario o conductor para sustraer la unidad estacionada o algunas
de sus piezas y, el más audaz que involucra un robo por asalto al piloto que maneja un
automóvil. Se detalla además que los delincuentes del rubro, comúnmente codician
en su accionar el robo de piezas como carburadores, cajas de cambio, radiadores,
llantas, aros, faros y adornos, que con frecuencia, no dudan en sustraer. 17

En el gráfico N° 1 se describe la incidencia de robos de vehículos que para los años de


1994 y 1995 tienen los índices más elevados, mostrando un pequeño descenso hasta
el año de 1997, y luego un leve aumento hasta el año 2000. Ello muestra que este
delito era recurrente más no masivo, durante estos años. Asimismo, la finalidad del
robo radicaba en la venta del vehículo o sus piezas.

c. Fierrero, “es aquel que roba casas o negocios rompiendo la puerta”. También
roban de noche, pero por lo general a establecimientos comerciales.

16. Satélite, 15 de enero de 1993.


17. Satélite, 16 de marzo de 1993.

I Convocatoria Nacional de Artículos 75


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Casos

El 14 de octubre de 1993, avezados delincuentes aprovechando la falta


de vigilancia en la casa de cambios “Santa Cruz”, ubicada en la calle
Bolívar del centro histórico de Trujillo hicieron un forado y se llevaron
en contados minutos veinte mil dólares en billetes. Según el diario
Satélite, los delincuentes –al parecer– bien informados del movimiento
N°1
de los dueños de la casa de cambios, al ver que estos cerraron la puerta
y se fueron a su domicilio, ingresaron al edificio metiéndose por un
forado que hicieron en el segundo piso. Luego de esto, solos y dueños
de la situación, cogieron la caja fuerte, la vaciaron y sacaron más de
veinte mil dólares.18

d. Apretón es la escala más alta dentro de la jerarquía delictiva. Son los “que asaltan a
mano armada, generalmente de día y en grupo. Hay muchas modalidades: asalto
a domicilio, asalto a fábricas o negocios, asalto a entidades bancarias”. Además,
se ha encontrado el asalto a ómnibus, empresas, a camiones distribuidores de
gaseosa o cerveza, entre otros.19

Casos

El 30 de noviembre de 1994, el diario Satélite informó que tres sujetos


armados de granadas y revólveres asaltaron un ómnibus perteneciente
a la empresa de transportes “El Águila”, hiriendo a un oficial de la Marina
N°1 de Guerra del Perú y llevándose más de diez mil dólares en efectivo. El
reporte describe que era el segundo atraco que se registraba en menos
de una semana en agravio de la misma empresa a la altura del Relleno
Sanitario, cerca al distrito de La Esperanza.20

El 13 de diciembre de 1994, dos sujetos provistos de revólveres asaltaron


un camión perteneciente a la embotelladora “Piura” de Inca Kola, entre
N°2
las calles Grau y Colón, en la ciudad de Trujillo. Los delincuentes se
llevaron cerca de cinco mil soles producto de las ventas del día.21

El 25 enero de 2000, capturaron a varios integrantes de la banda “Los


Miserables”, que tenían como modalidad el asalto a mano armada.
Según relata el diario, hasta enero de 1999 llegaron a acumular más de
N°3 cien mil soles en robos; el primer atraco de ese año fue en agravio de la
empresa Edicas SAC, de donde se llevaron 15 mil nuevos soles. También
asaltaron la estación de Servicios GLB, ubicada cerca de la morgue, de
donde robaron 35 mil nuevos soles.22

18. Satélite, 15 de octubre de 1993.


19. Satélite, 12 de febrero de 1997.
20. Satélite, 30 de noviembre de 1994
21. Satélite, 14 de diciembre de 1994.
22. Satélite, 26 enero de 2000.

76 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

En setiembre de 1994, el periodista Roberto Cortijo Chumpitazi, a través de la


columna “Enfoque” en el vespertino Satélite, escribió un artículo periodístico
titulado “Alto a la Delincuencia”, comentando que en las últimas semanas
la delincuencia se había incrementado, por lo que urgía una acción eficaz de
la Policía. Entre los sucesos criminales, describe la muerte de un policía en
situación de retiro, Oscar Becerra, a manos de un grupo de delincuentes,
cuando se encontraba resguardando un camión distribuidor de Coca Cola, en la
urbanización Daniel Hoyle. Así mismo, detalló lo siguiente:

Existen continuas denuncias de asaltos y robos a las residencias como a


empresas y tiendas comerciales. En las carreteras son frecuentes los asaltos
a los ómnibus y camiones. Ya nadie puede viajar seguro a Lima ni a otro lugar
del país. Lo preocupante es que los delincuentes ya no tienen un mínimo de
respeto a la vida humana. Asaltan y tiran a matar. Si alguien le pone una ligera
resistencia recibe 2 o 3 balazos.23

En esta primera parte se han descrito los robos de menor jerarquía y riesgo. A
continuación, se presentan los asaltos a entidades bancarias:

Casos

El 1 de junio de 1994, ocho hombres y una mujer que llegaron en dos


motos (una Honda 125, color blanco y otra 125, color rojo), así como en un
auto Datsun (color verde con crema), provistos de fusiles FAL, una pistola
N°1
ametralladora MGP y revólveres asaltaron ayer al mediodía la agencia del
Banco de Crédito, ubicado en la avenida Larco 372, llevándose en doce
minutos un poco más de treinta mil dólares.24

Una de las bandas criminales especialistas en el robo a entidades bancarias, a


fines de los 80 y primeros años de los 90, y que operaban en varias ciudades
del norte del país, fue la banda denominada “Los Norteños”, compuesta por
delincuentes de Trujillo y Chimbote. Su accionar se describe en el siguiente caso:

23. Satélite, 24 de setiembre de 1994.


24. Satélite, 2 de junio de 1993.

I Convocatoria Nacional de Artículos 77


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Casos

El 25 de setiembre 1994, varios integrantes de la banda “Los Norteños”, que


cometieron robos por más de cuatro millones de dólares a bancos, tiendas
comerciales, joyerías ómnibus, entre otros, y victimaron a más de cuatro
personas, fueron capturados en Pacasmayo y en Huanchaco. La prensa
afirmaba que de los once delincuentes detenidos dos habían sido trasladados
a Chimbote en medio de fuertes medidas de seguridad y sólo nueve estaban
N°1
en la carceleta judicial. Entre ellos se encontraban Víctor Sánchez Huayanay,
Roberto Chen Chávez, alias “Vicho” y Teófilo Cristóbal Cámara Huamán, alias
“Cali”, sindicados como integrantes de la banda que asaltó el aeropuerto
Chimbote el 6 de mayo de donde se llevaron más de dos millones de dólares.
Días después, el diario Satélite informaba que el 14 de octubre ocho
integrantes de esa banda fueron llevados al penal El Milagro.25

Esta banda logró recomponerse, y en agosto de 1996, asaltó el Banco Interbank


que se encontraba ubicado entre las los jirones Pizarro y Gamarra, en la ciudad de
Trujillo; llevándose la cantidad de 6 millones de nuevos soles, siendo catalogado por
la prensa como el robo del siglo.26 No obstante, a partir de ese hecho comenzaron a ser
perseguidos intensamente por la policía, logrando su desarticulación años después.

Casos

El 26 de enero de 1997, efectivos de la Dirincri de San Andrés capturaron


a parte de los integrantes de la banda que robó la noche del sábado 25
de enero la agencia del Banco Continental, ubicada en la Urbanización
Primavera, de donde se llevaron 300 mil nuevos soles. Los delincuentes, unos
cinco o seis sujetos, ingresaron al interior del Banco por el techo para lo cual
rompieron una luna. Entre los asaltantes había un soldador quien llegó con
N°1 su equipo de soldar para violentar la bóveda y robar, posteriormente, todo
el dinero que había en su interior, 190 mil nuevos soles y 35 mil dólares. La
prensa informó, ese mismo día, que sujetos desconocidos ingresaron a la
tienda comercial de propiedad de José Cornejo Castillo, de 37 años, ubicada
en la calle Orbegoso 144, llevándose una suma superior a los 35 mil nuevos
soles, concluyendo que los robos a las casas comerciales en pleno centro de
Trujillo seguían a la orden del día.27

Otra modalidad de robo registrado, durante los primeros años de la década del
2000, era “el tarjetazo”, que surgió a consecuencia de la proliferación de cajeros
automáticos bancarios, siendo las avenidas Larco y Húsares de Junín las zonas
predilectas para delinquir. Al respecto, el diario Satélite informa lo siguiente:

25. Satélite, 15 de octubre de 1994.


26. Satélite, 20 de agosto de 1996.
27. Satélite, 27 de enero de 1997.

78 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

“Los tarjeteros operan entre Chiclayo, Chimbote y Trujillo, para no ser detenidos.
Una de las formas más utilizadas por los tarjeteros en la actualidad, es el
cambiazo. Muchos han sucumbido a esta ingeniosa forma que en parte tiene
como cómplice el desconocimiento en el manejo del cajero y la confianza en un
tercero desconocido”.28

Hasta aquí se ha podido ver las diferentes modalidades de delitos, partiendo del
estudio de jerarquías delictivas de Pérez Guadalupe (1994), desde el “arranchón”
hasta el apretón, o desde el atorrante hasta el faite; que son dos escalas
totalmente opuestas jerárquicamente dentro de la cultura delincuencial. A nivel
de cifras, estas modalidades han tenido pequeñas variaciones.

Con esta breve descripción se ha querido demostrar que en esta primera etapa
determinados delitos como la extorsión, no se cometían ni de manera individual ni
a nivel de bandas delincuenciales ya que no se habían dado las condiciones sociales
ni económicas para su comisión; pero lo que si se ha podido percibir es que a
mediados de los noventa empiezan a desarrollarse las pandillas (que se expandirían
entre fines de los 90 y primeros años del 2000), y que con algunas de estas y otras
bandas delictivas que cambiaron de modalidad inició la comisión de “nuevos” delitos.
Abordaremos este aspecto en los siguientes acápites.

De otro lado, se menciona que durante esta etapa han existido una serie de
bandas delincuenciales dedicadas a diferentes modalidades de robo y asalto,
entre las que cabe mencionar: “Los Clavos del Alambre”, “Los Griferos”, “Los
Tarjeteros”, “Los Pepes”, “Los Marcadores de Lima”, “Los Injertos de Trujillo”,
“Los Limeños”, “Los Adefesios”, “Los Malditos de Chicago”, “Los Encapuchados
de Moche”, “Los Encapuchados de Laredo”, entre otras. Resulta sorprendente
que estas bandas, muchas veces desarticuladas por las capturas policiales,
lograban ser recompuestas luego de las decisiones judiciales que devolvían a los
delincuentes a las calles.29

2.1.3. El Pandillaje

El Pandillaje surgió en el Perú en la década de los 90, influenciado por la


proliferación de pandillas juveniles en Estados Unidos y Centroamérica, entre
ellas: los Mara Salvatrucha y la Mara 18. Por esos años, el pandillaje empezó a
proliferar y a expandirse por varias ciudades del Perú, como Trujillo, Huancayo,
Arequipa, Cuzco, Chimbote, Chiclayo, Iquitos, Huamanga y Lima, ayudado por los
medios de comunicación tanto escritos como televisivos. A fines de esa década
la academia empieza a prestarle atención desde varias disciplinas como la
psicología, antropología y la sociología.

23. Satélite, 3 de mayo de 2002.


24. Satélite, 26 de junio de 2003.

I Convocatoria Nacional de Artículos 79


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

En los primeros estudios sobre el pandillaje juvenil se describe a estos grupos muy
ligados a la violencia a partir del vínculo que poseen con el territorio, en el que a la
vez se enfrentan con grupos rivales provenientes de los barrios colindantes. Federico
Tong (1998) afirma que la principal diferencia marcada entre una pandilla y una
banda delincuencial es que el delito “no constituye la razón de ser de las pandillas.
Además, que los eventos perpetrados resultan de actos delictivos de menor cuantía.
Así también, aun cuando existen pandillas que roban y se enfrentan en verdaderas
batallas campales, que suelen terminar con cortes y heridas graves causadas
por verduguillos y chavetas, con casos en los que incluso existe un desenlace de
muerte, dichos enfrentamientos surgen a consecuencia de sus actividades triviales y
legalmente consideradas solamente como infractores de la ley”.

Martín Santos (2002) analiza los elementos que constituyen a una pandilla, entre ellos
el territorio (son vecinos o viven en un área cercana), la violencia (entre integrantes
de una misma pandilla o con otras), la ambivalencia en su accionar (trabajan y roban,
pero a la vez ayudan a sus amigos) y la organización (presentan una estructura a cargo
de un líder).

Otro de los trabajos importantes sobre este “fenómeno” es el desarrollado por


Cordula Strocka (2008), que estudia a las manchas o mancheros en Ayacucho.
Strocka apunta que el fenómeno pandillero no está relacionado con Sendero
Luminoso, como se manifestaba en ese entonces, sino que son totalmente
distintos, y que cada uno debe interpretarse en su contexto histórico. No utiliza
los términos pandilla juvenil o pandillero para analizar su objetivo de estudio,
en su lugar los reemplaza por mancha y manchero; concluye que, los grupos
juveniles o manchas no son inherentemente violentos ni se forman con la única
finalidad de cometer delitos, sino que detrás de ello está la territorialidad, la
identidad y los vínculos de amistad.

Llegado a este punto, habría que aclarar que los grupos juveniles o pandillas juveniles
no se empezaron a constituir después de la captura de Abimael Guzmán y el retroceso
de Sendero Luminoso. Muchos habían existido de forma simultánea con la subversión,
sino que no se evidenciaron porque la violencia era hegemonizada por los grupos
subversivos y el Estado, razón por la cual no tuvieron mucha trascendencia. En Trujillo
no hay trabajos sobre grupos juveniles o “pandillas” juveniles antes de la década de los
90. No obstante, Strocka, en su estudio sobre las manchas en Huamanga relata que, a
mediados de la década del 80 existía un grupo juvenil llamado “Vampiros” acusados
de haber cometido una serie de delitos, pero la mayoría de sus integrantes fueron
ultimados por Sendero Luminoso al considerarlos individuos sin conciencia política.

De otro lado, para Matías Viotti (2010) el término “pandillero” o fenómeno del
“pandillaje” ha sido estigmatizado en los primeros estudios, ya que han abordado el
análisis de estos grupos desde una perspectiva negativa que junto con los medios
de comunicación, reprodujeron a los “pandilleros” como sinónimo de delincuentes,
asesinos, drogadictos, vagos, de naturaleza violenta, que cometían delitos para
satisfacer fines lúdicos u otras necesidades; siendo una situación que terminó por

80 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

excluirlos de la sociedad, dejando de lado enfoques más propositivos para cambiar


esta realidad problemática.

Antes de finalizar este breve análisis sobre las pandillas, se aclara que en esta
investigación se utilizaron los términos pandillaje y pandillas para no disonar
con las fuentes documentales.

2.1.3.1. Pandillas en la ciudad de Trujillo

Las pandillas en la ciudad de Trujillo empezaron a visibilizarse a mediados de los 90,


pero fue recién a partir de 1997 que la prensa como el diario Satélite les dio mayor
cobertura con cierto corte sensacionalista.30 En efecto, se puede apreciar que hay
un determinado sesgo por parte de la fuente al reportar los ataques de pandillas, ya
que casi todo acto de delincuencia juvenil era sindicado como acto de pandillaje. No
obstante, es la fuente más completa y pormenorizada a la que se ha podido acceder
ya que las comisarías no han conservado el registro de las denuncias de esa época.

De otro lado, se puede observar la comisión de una serie de delitos atribuidos


a diversas pandillas juveniles en la ciudad de Trujillo, como la pandilla de “Los
Pulpos”, demostrando así que antes de convertirse en una banda delincuencial,
resultó ser una pandilla como muchas otras.

Casos

El 2 de enero 1997, “El Satélite” informaba que una familia del distrito El
Porvenir había sido atacada por una pandilla de delincuentes conocidos
como “Los Pulpos”. El saldo de la agresión fue un muerto y tres heridos. El
hecho que motivo la agresión de la pandilla, según relatan los familiares,
fue negarle cerveza y la entrada a la casa de los agraviados en Año Nuevo.
No obstante, al día siguiente, el periódico relató que el verdadero motivo
fue la negación de 10 nuevos soles para la compra de “quetes” de Pasta
N°1 Básico de Cocaína (PBC), por parte de Carlos Miñano Rodríguez, que terminó
acuchillado. Uno de los integrantes de la pandilla, capturado por la policía,
narró que, “[...] los 10 soles fueron la razón para que Parihuela se le cargará
e iniciáramos una pelea con verduguillos y cuchillos. Solo intentamos
amenazarlos. Pero se pusieron bravos y se armó la bronca en la calle”.31
En este caso, se observa el accionar violento de la pandilla “Los Pulpos”,
producto del alcohol y las drogas; el diario cubrió lo sucedido como la noticia
principal del día.

30. En el año 1996 el diario Satélite reportó cuatro noticias sobre pandillas (23 de abril, 26 de octubre, 17 y
23 de noviembre).

I Convocatoria Nacional de Artículos 81


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Casos

El 12 de enero de 1997, varios integrantes de la pandilla “Los Payasos”,


armados de revólveres, perdigoneras, cuchillos y verduguillos, pretendieron
asaltar a Marcos Arteaga Polo (de 60 años) que regresaba a su casa, ubicada
en la parte alta de La Esperanza. Al percatarse del hecho, el hijo y el sobrino
N°2
de la víctima salieron en busca de los pandilleros y al verlos los enfrentaron.
Los sujetos reaccionaron y dispararon a Alexander Arteaga Laiza, mientras
que al primo lo acribillaron a balazos y a cuchilladas hasta dejarlo en el
pavimento, provocándole la muerte.32

Un mes después, el 4 de febrero, el personal de la Delegación de la PNP de


Florencia de Mora, al mando del Suboficial Germán Iparraguirre, capturó al
N°3 jefe de la pandilla “Los Pumas”, Armando Ortiz Paredes, de 18 años, alias “El
Cuervo”, quien fue intervenido a las 11 de la noche cuando intentaba asaltar
con dos cuchillos a los transeúntes por la urbanización La Mochica Alta

Ese mismo día la prensa informó con el siguiente titular: “Pandillas asesinas.
Hasta el momento han cometido dos crímenes. Grupos juveniles siembran
terror en La Esperanza”. Así mismo, relató que la pandilla “Los Chancheros”, muy
conocidos en La Esperanza, habían cometido una serie de asaltos a camiones
que trasladaban cerveza o gaseosas, señalando lo siguiente:

Uno de los mayores problemas que tienen los pobladores es que no


alcanzando la mayoría de edad, son soltados al poco tiempo de haber
sido capturados y luego vuelven a sus andanzas. Pero no sólo están estas
agrupaciones juveniles. Son muchas más. Es fácil identificarlas por los
escritos que dejan en las paredes de los lugares que ellos señalan como su
territorio. Existen los Gavilanes, Los Halcones, Los Piratas, Los Escorpiones,
Los Renegados, Los Choches, Los Cedeños y otros tantos más que tratan
diariamente de controlar sus dominios.33

Para abril de 1998 el problema del pandillaje se había agravado. Al respecto,


el diario Satélite, titulaba como noticia central: “Pandilleros, los nuevos
terroristas”, señalando que ante esa situación se estaban formando los comités
de participación ciudadana, “con la única intención de contribuir a eliminar la
delincuencia y drogadicción que tanto viene dominando esta parte del distrito
de La Esperanza”.34

31. Satélite, 2 de enero de 1997.


32. Satélite, 13 de enero de 1997.
33. Satélite, 5 de febrero de 1997.
34. Satélite, 16 de abril 1998

82 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Casos

El 25 de abril de 1998, Alfredo Mendo Briceño, integrante de la pandilla


juvenil “Los Pulpos” de El Porvenir, acuchilló y dejó gravemente herido a
N°1 José Minchola Contreras. Luego de herirlo, Mendo le quitó su bicicleta y
todo el dinero que llevaba consigo cuando se dirigía a su domicilio en la
Urbanización Huerta Bella.35

Hasta aquí los reportes periodísticos informaban sobre la violencia, la comisión


de delitos de algunas pandillas y del malestar que generaban en las zonas donde
habitaban. Sin embargo, el siguiente caso muestra que determinadas pandillas,
asentadas en el Alto Trujillo, asaltaban a los microbuses que pasaban por su
sector por negarse a pagar “cupos”.36

Casos

El 9 de diciembre de 1999 los moradores del segundo sector de Alto Trujillo


demandaron la intervención urgente de la Defensora del Pueblo, del
Ministerio Público y de la Policía Nacional, ya que tres de las cuatro líneas de
microbuses que brindaban servicio a este sector -Expreso Salaverry, Cabaña
N°1
Express y Atlantic Express- habían dejado de brindarlo debido a los asaltos
y cobros de cupos, sólo la empresa Virgen de la Puerta de Buenos Aires lo
seguía haciendo, “los micros que se negaban a pagarles eran constantemente
agredidos, les rompían las lunas y tenían enfrentamientos”.37

Este es el reporte de mayor antigüedad sobre el cobro de cupos a empresas de


transportes. En efecto, el cobro de cupos o extorsión se inició en el rubro de
transporte y luego se extendió a otras actividades y sujetos económicos. Según
la información encontrada para esa época, uno de los blancos delictivos de las
pandillas era el asalto a las unidades de transporte público que circulaban por
su “territorio” como en el caso anterior en Alto Trujillo; lo que lleva a conjeturar
que el cobro de cupos también se pudo haber producido en otras zonas, similar
a una especie de peaje no tan sistematizado como el actual delito de extorsión.

En enero de 2001, padres de familia y moradores de los distritos de La Esperanza,


Florencia de Mora y urbanizaciones como Libertad, El Alambre, Monserrate o
zonas como La Poza de Buenos Aires, alarmados por la ola de violencia que
provocaban esos sujetos que asaltaban, robaban y violaban, hicieron un llamado
a las autoridades regionales para afrontar debidamente ese grave problema.38

35. Satélite, 25 de abril de 1998.


36. Cupo: suma de dinero a pagar para poder circular o no sufrir robos.
37. Satélite, 9 de diciembre de 1999.
38. Satélite, 18 de enero de 2001.

I Convocatoria Nacional de Artículos 83


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Casos

El 17 de febrero de 2001 el diario Satélite, reportó que los constantes asaltos


y cobros de cupos de 1, 2 y 3 nuevos soles, han generado el malestar de
los propietarios y choferes de la empresa “Virgen de la Puerta” quienes
manifestaban su intención de abandonar la ruta de Florencia de Mora y Alto
Trujillo que brindaban desde 8 años atrás. El diario narra que, “Una denuncia
hecha hace pocos días en la Comisaría de Florencia de Mora, referida al posible
intento de asesinato de uno de los conductores de esta línea por demorarse
en entregar la cantidad exigida como cupo, fue la gota que rebalsó el vaso.
Un grupo de vecinos de la zona han denunciado que estos problemas se
generaron por exclusiva responsabilidad de los mismos denunciantes, quienes
acostumbraron a los pandilleros a brindarles seguridad a cambio de una
N°6
llamada “propina”. Y que, de todo ello, serán los pobladores los únicos afectados
(Choferes). Al principio para combatir a los delincuentes contratábamos a
policías que estaban en descanso con la intención que ellos sean quienes cuiden
los vehículos cuando ingresaban a la zona denominada “roja”, pero cuando
muchos de ellos fueron transferidos a otras zonas, decidimos que civiles
conocidos de la zona realizaran igual labor. Se les pagaba por ello, pero con el
tiempo esto no funcionó porque aparecieron los pandilleros que en número
bastante considerable abordaban el vehículo para exigir lo que llamó un cupo,
que podía ser de 2 soles, 3 soles o 5 nuevos soles, dependiendo de la exigencia
que le hacían al conductor. Todo eso ha terminado, ahora actúan con mucha más
violencia, razón por la que nos vemos imposibilitados de controlarlos. (Sic)39

Este suceso brinda más evidencia sobre el nacimiento del delito de la extorsión, cuyo
registro de comisión fue casi imperceptible durante la primera etapa del proceso
estudiado en esta investigación.40 Así mismo, estos dos últimos casos dan sustento
a la hipótesis principal de este capítulo, es decir, la evolución del delito a partir del
fenómeno de las pandillas juveniles. Dentro de las características de las pandillas
está la comisión de delitos, tales como el asalto o el robo de pertenencias a peatones
y vehículos de transporte público para satisfacer una serie de necesidades. Parece
ser que en esta dinámica se valieron de su principio de “territorialidad” para hacer
prevalecer sus condiciones y cobrar una especie de peaje o cupo a las unidades de
transporte público que circulaban por sus zonas de influencia.

En esta investigación no se pretende afirmar que todas las pandillas


evolucionaron a bandas delictivas como el caso de “Los Pulpos”, sino que la
mayoría de pandillas tuvo un tiempo determinado de duración, pero sí se debe
resaltar que muchos de los integrantes de las pandillas pasaron a delinquir o ser
materia prima de futuras bandas delincuenciales.41

39. Satélite, 18 de febrero de 2001.


40. A excepción de las cometidas por miembros de la Policía Nacional en perjuicio de ex reos que eran
capturados en operativos y por los grupos subversivos como el MRTA.
41. Por ejemplo, los hermanos Rodríguez Arce integrantes de la Banda “Los Plataneros”, en su juventud
formaron parte de la pandilla “Los Angelitos de la 20 de abril” (Briceño, 2001)

84 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Por otra parte, tampoco se cuenta con un registro estadístico del número de
pandillas durante esta etapa. Sin embargo, Afronicio Grados (1999), en una
investigación sobre pandillas juveniles en El Porvenir, encontró que en el año
1999 existían 39 pandillas, incluyendo “Los Pulpos”. A partir de este dato, sumado
a la información reportada por la prensa que se ha podido observar líneas arriba,
se puede afirmar que el pandillaje fue un fenómeno extendido por todos los
distritos de la ciudad de Trujillo.

3.1. Criminalidad mayor, 2005 - 2018

En esta segunda etapa, se recrea la “Matanza en La Esperanza” ocurrida en febrero


de 2005 suceso que marca un antes y un después en el proceso de evolución de la
criminalidad en el tiempo y espacio estudiados. Así mismo, se analizó el caso de “Los
Pulpos” que inicia como pandilla juvenil a mediados de los 90 y que en los primeros
años de la siguiente década se convierte en una banda delincuencial. Y, por último, se
aborda el delito de la extorsión a, partir del estudio de casos cronológicos desde su
concepción hasta su proliferación.

3.1.1. “Matanza en La Esperanza”

El 27 de febrero de 2005 tuvo lugar un espantoso suceso en el distrito de La


Esperanza en el que asesinaron a ocho personas inocentes que estaban libando
licor en una chichería. Las primeras versiones detrás de este crimen múltiple las
dio la prensa al día siguiente, afirmando que se habría tratado de una venganza
o “ajuste de cuentas” entre bandas rivales debido al asesinato de Juan Huamán,
alías “Wantú”, integrante de la banda delincuencial “Los Ochenta (80)”, (y primo
del cabecilla de esta, Fabián Chomba, alias Chomba), en las afueras del penal El
Milagro. Así mismo señala que:

[...] De acuerdo a nuestra fuente (del diario), Juan Huamán Torres (a) “Wantú”
había ido al mediodía a visitar al delincuente Julio Becerra Espejo (a) “Gordo
Julio” (hijo del tristemente célebre “Loco Gera”), quien desde prisión lidera
una de las facciones de la banda “Los 80”. Wantú fue a verle para pedirle
directivas acerca de lo que la banda debía hacer para recuperar una combi de
la empresa a la que ellos dan seguridad la cual había desaparecido, así
como planear nuevos crímenes. “Wantú” salió a la una de la tarde y se dirigió
caminando hacia la carretera Panamericana. Al llegar a una loza deportiva
fue interceptado por cuatro sujetos, uno de ellos identificado como “Malaco”,
integrante de la banda de “Los Clavos del Alambre”, quienes le dispararon
a quemarropa 15 balazos, matándolo de inmediato. Enterados del crimen,
“Maycorth” (cabecilla de Los 80) junto al “Chomba” empezaron a hacer
indagaciones para identificar a los asesinos de Wantú.

I Convocatoria Nacional de Artículos 85


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

3.1.1.1. Noche de masacre

Al promediar las 10:45 de la noche, un grupo de sicarios abordaron cuatro


vehículos, dirigiéndose hacia el distrito de La Esperanza en busca de los asesinos
del “Wantú”. En esas circunstancias llegaron a una vivienda cercana a la acequia
Mochica, donde un grupo de jóvenes bebía cerveza en una aparente reunión.
Tras irrumpir violentamente, los sicarios empezaron a disparar a mansalva
contra todos los que se encontraban en el bar, picantería de propiedad de Mario
Morán (44), ubicado a la altura del canal La Mochica. A todos los asesinaron con
tiros de gracia, es decir, con balazos en la cabeza.

Terminada la masacre, Los 80 y Los Chombas huyeron del lugar dejando 7 sujetos
muertos, de quienes hasta el cierre de la presente edición se desconoce si eran
delincuentes”.42

Habría que agregar que, de manera paralela a estas dos bandas existían otras
como “Los Clavos del Alambre”, “Los Chancheros”, “Los Canallas”, “Los Plataneros”,
etc., que en un principio se dedicaban a modalidades como el atraco, sin embargo,
vieron en la extorsión un negocio rentable. No obstante, con la expansión de
la extorsión a empresas de transporte público o taxis, empezó la pugna y el
conflicto de intereses entre ellas, que devino en ajustes de cuentas y matanzas.

Esta matanza tuvo una fuerte repercusión a nivel local como nacional, siendo
cubierto por todos los medios de comunicación, de prensa escrita, de radio y
televisión. Si bien, no se asesinó a los verdaderos responsables de la muerte de
uno de los integrantes de la banda “Los (Ochenta) 80”, ya que les dieron una
mala información, la misma naturaleza del crimen brindó un cierto estatus a
los delincuentes y bandas que lo perpetraron, y según el reporte periodístico
anterior, sólo fue efectuado por “Los 80” y “Los Chombas”, omitiendo la
participación de “Los Pulpos”, que fueron los principales aliados en esta terrible
matanza, que sí se comenta en un informe del Satélite, del 30 de diciembre del
mismo año.

“Este brutal crimen conmovió a la población que se movilizó exigiendo


a las autoridades un radical cambio en la lucha contra la delincuencia. El
resultado fue la visita del Ministro del Interior Félix Murazzo, quien llegó con
el reemplazo del Gral. Aparicio, el recientemente ascendido Gral. Octavio
Salazar Miranda.

La raíz de este drama empezó a tejerse el mediodía de ese fatídico domingo


27, cuando del penal El Milagro salía el delincuente Juan Huamán (a) Wantú,
tras visitar a su jefe en prisión Julio Becerra (a) “Gordo Julio” cabecilla de “Los
80” de Florencia de Mora.

42. Satélite, 27 de febrero de 2005.

86 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

“Wantú” fue interceptado por 4 sujetos de la banda rival de “Los clavos de El


Alambre”, entre ellos el hampón “Malaco”, quienes de 15 balazos mataron al
“Wantú”. Enterados de esto, el hermano de “Gordo Julio”, Maycorth Becerra (a)
“Loco Maycorth”, uniéndose con delincuentes de la banda de “Los Chombas”
y del temible Jhon Cruz Arce (a) “Jhon Pulpo”, cabecilla de “Los Pulpos” de El
Porvenir, organizaron un plan de venganza que debía cobrarse esa misma
noche.

Al promediar las 10 p.m. Los delincuentes que esperaban listos para matar
recibieron la información que “Los Clavos” celebraran la muerte del “Wantú”
en una chichería a la altura del canal La Mochica. Sin embargo, en ese local sólo
estaba un delincuente Juan Castillo Cotrina conocido como “Mono”, quien
paradójicamente sobrevivió a la matanza. (…) cuando estos delincuentes a
bordo de dos station wagon irrumpieron con armas de largo alcance en la
chichería y desataron la orgía de sangre, pronto se dieron cuenta de su error.
Por esto, pusieron precio a la cabeza de “Balan”, quien fue capturado por la
policía y relató lo ocurrido.”43

Durante esta etapa, el delito de la extorsión empezó a consolidarse a través de
las bandas de “Los (Ochenta) 80” y “Los Pulpos”, siendo un caso que terminó
beneficiándolas mediáticamente y brindándoles un mayor estatus ante otras
agrupaciones, tanto como ante sus víctimas. Este suceso no sólo marcó un antes
y un después para estas dos gavillas delictivas, sino también para la criminalidad,
ya que la comisión de asesinatos entre bandas se volvió más común y cotidiana.
Por ejemplo, en la etapa anterior, el riesgo de muerte era menor (a excepción
de los asaltos de bancos que eran custodiados por policías o por las posibles
persecuciones), la jerarquía delictiva era más respetada, no había conflictos de
intereses entre bandas ni delincuentes, ya que el que hurtaba o robaba no sufría
represalias o ajuste de cuentas de otros.

Los conflictos de intereses generaron ajustes de cuentas que en una primera


instancia eran cometidos por los integrantes de las bandas como en este caso,
pero al resultar peligroso se vieron en la necesidad de contratar a asesinos a
sueldo: sicarios. En efecto, la extorsión trajo consigo el sicariato, ejercido –en
la mayoría de ocasiones– por jóvenes menores de edad, debido a que la pena
privativa no es tan severa, tal como ocurrió en el caso de “Gringasho” (son
conducidos a Centros Juveniles de Rehabilitación), la suma que cobran no es
muy elevada, son más fáciles de contratar y no muy conscientes del peligro.

43. Satélite, 30 de diciembre de 2005. Vuelven a reiterar que el número de víctimas han sido ocho, sin
embargo, sólo dan los nombres y edades de siete.

I Convocatoria Nacional de Artículos 87


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

3.1.3. “Los Pulpos”

Las primeras referencias de la pandilla “Los Pulpos” datan del año 1996, ubicados
en el sector de la Cruz Blanca, en el distrito de El Porvenir. Pero su desmedido
accionar violento y delictivo, empezó a ser reportado de manera constante desde
el año 1997 como se ha podido apreciar líneas arriba. El nombre “Los Pulpos”
proviene del apodo que le colocaron a Miller, el mayor de los hermanos Cruz
Arce, en el colegio. En una entrevista realizada a “Jhon Pulpo” en abril de 2008
señaló que, “[...] en el 87, en el colegio Francisco Lizárzaburu había un instructor
militar que nos hacía “rampear”. Entonces, él al ver a mi hermano le dijo caminas
como pulpo. Y desde entonces empezó a llamarlo así, Pulpo. Y cuando llegamos
nosotros, los menores, nos decían: allí vienen los Pulpitos”.44

En efecto, parece que el apodo de Miller trascendió a sus hermanos como a los
demás jóvenes de su zona, por ello, su pandilla empezó a denominarse “Los Pulpos”,
bajo el liderazgo de Miller (n. 1973). De igual manera, la integraban sus hermanos:
Jhon (n. 1975), Nilton (n. 1978) y Edy (n.1980) del resto de miembros se desconoce
los nombres. Miller antes de integrar la pandilla ya registraba denuncias por robo y
asesinato. Por ejemplo, en marzo de 1994 asesinó a un joven al asaltarlo,45 por lo que
estuvo preso alrededor de un año. Lo particular de esta pandilla es que en 1997 su
líder se encontraba al límite de la edad promedio de un pandillero, sin embargo, ya
tenía contacto con el crimen de manera directa y había estado preso, del mismo modo
su padre también había tenido problemas con la justicia.46

Por otro lado, parece ser que a fines de los 90 había empezado a practicar la
nueva modalidad de cobro de cupos a los transportistas que circulaban por su
zona o “territorio”, de manera paralela también se dedicaban al asalto y atraco.
En uno de estos asaltos se enfrentaron con la Policía, asesinando al Suboficial
Mervin Colchado a inicios de 2002. Por este crimen Miller fue sentenciado a
20 años de prisión en diciembre de 2004. A pesar de la captura de su líder, la
pandilla que se estaba convirtiendo en una banda delictiva siguió operando,
pero esta vez al mando de Jhon Cruz Arce, alias “Jhon Pulpo” que contaba con
una amplia destreza en el manejo de armas ya que había servido en el ejército.
En el año 2003 se registraron algunas denuncias por asaltos, pero ya en el 2004
empezaron a robar vehículos. Por ejemplo, el 23 de enero dos integrantes, Mervin
Rodríguez, alias “Patón” y César Garrido, alias “Zurdo” fueron capturados en el
momento que extorsionaban a un taxista luego de haberle robado su vehículo.47
Sin embargo, la trascendencia y expansión de “Los Pulpos” vendría el año 2005 a
partir de la Matanza en La Esperanza donde participaron como aliados de “Los 80”.

44. Satélite, 14 de abril de 2008.


45. Satélite, 12 de octubre de 1995
46. La familia Cruz Arce registra denuncias y procesos penales desde el año 1999. Por ejemplo, Teófilo Cruz
Álvarez tiene denuncias por: robo agravado, extorsión, TID, Asociación Ilícita, Violación Sexual, fabricación
de armas, hurto agravado y homicidio, según el Ministerio Público - Distrito Fiscal - La Libertad.
47. Satélite, 23 de enero de 2004.

88 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

A partir de este hecho empezaron a ejercer el dominio del robo de vehículos con
la finalidad negociar (extorsionar) su devolución a los propietarios, “acaparando
los atracos, robos de carros y asesinatos, desplazando a bandas más antiguas
como “Los Chancheros”. Planean controlar las extorsiones de todas las líneas de
transporte urbano, quienes pagarían cupos mensuales para poder circular sin
ser atacados”.48

En mayo de 2005 capturaron a Jhon “Pulpo”, siendo condenado a 25 años de


prisión por el asesinato de Benjamín Salinas Ferrari. Este suceso no impidió que
la banda siguiera delinquiendo, por el contrario, el penal El Milagro se convirtió
en el centro de operaciones de esta organización.

4. FORMAS Y MODALIDADES DELICTIVAS

4.1. La extorsión

La extorsión es un delito pluriofensivo, que ataca a más de un bien jurídico,


ya sea propiedad, integridad física o libertad (Siccha, 2013). El Código Penal,
señala que es “el que, mediante violencia, amenaza obliga a una persona o
una institución pública o privada a otorgar al agente o a un tercer una ventaja
económica indebida”.49

Los reportes más antiguos sobre la comisión de este delito datan de diciembre
de 1999, cuando varias pandillas juveniles de Alto Trujillo, El Porvenir, Florencia
de Mora y La Esperanza iniciaron el cobro de cupos, en otras palabras, a
extorsionar a los transportistas que circulaban por los “territorios” o cuadras-
esquinas donde operaban estas. No obstante, no parece ser la única explicación
sobre el surgimiento de esta nueva modalidad.50

Desde inicios de los primeros años de la década del 2000 empieza a evidenciarse
el robo masivo de vehículos, pero ya no con la finalidad de desmantelarlos y
venderlos por piezas porque no resultaba muy rentable (parece ser que el
mercado negro se había saturado), sino para solicitar a los propietarios una
cantidad determinada de dinero –cupo u extorsión- para su devolución.

Los transportistas más afectados con esta modalidad fueron los taxistas, ya que
muchos de ellos al oponer resistencia al robo terminaban siendo asesinados. En

48. Satélite, 6 de mayo de 2005.


49. Código Penal del Perú, art. 200.
50. A partir de fuentes periodísticas y entrevistas a choferes de transporte público se ha tratado de buscar
el origen de la extorsión como nueva modalidad delictiva en la ciudad de Trujillo. No se ha podido
entrevistar a los cabecillas o delincuentes de las principales bandas (más antiguas) que iniciaron con la
comisión de la extorsión debido a que muchos están muertos o en prisión (y también por el riesgo que
implica acercarse a ellos).

I Convocatoria Nacional de Artículos 89


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

respuesta a los constantes robos, asaltos, extorsiones y asesinatos, en marzo de


2003 los taxistas realizaron una protesta en la Plaza de Armas de Trujillo. Según
la prensa y las estadísticas de entonces informaban que a diario 18 conductores
eran asaltados, 9 vehículos eran secuestrados, 8 propietarios extorsionados y
al menos dos choferes al mes eran asesinados, por lo que pidieron un cambio
de legislación y medidas más drásticas.51 Sin embargo, los robos siguieron
siendo constantes. Así en noviembre del año 2003 un taxista informaba que, “los
precios oscilan entre 800 dólares para un tico y 1800 para un “station wagon”. Si
el propietario no logra negociar el vehículo es vendido a los “Narro”, en Tacora,
donde es destrozado y sus partes son vendidas como repuestos”.52

Así mismo el diario Satélite, informó en noviembre de 2005 sobre las principales
bandas que se dedicaban al robo de vehículos y las zonas que estas contralaban
en la ciudad de Trujillo. Por ejemplo, en El Porvenir, Sector Cruz Blanca, “Los
Pulpos”; en Río Seco por “Negrasho”; en el sector Gran Chimú, “Chichanga”
y “Loco Maicol”; en Florencia de Mora: “Los 80”: en Trujillo: El Bosque y Santo
Dominguito la banda de “Hernando Villalva Burto”. Por otro lado, en el Alambre,
“Los Plataneros” y Los Clavos de El Alambre”. En La Esperanza Alta, “Los Tacora”
y en la baja por la banda del Chino Socón.53 Estos delincuentes y bandas no
sólo se dedicaban a robar vehículos y venderlos por autopartes sino que
también ejercían la extorsión, es decir, pedían dinero a cambio de la devolución
de los vehículos. Además, claro está, que con el transcurso de los años han ido
desapareciendo ciertas bandas y surgiendo otras.

Esta nueva modalidad de cobro de cupo - extorsión se intensificó en los


siguientes años, ya que una serie de bandas delictivas empezaron a ejercerla
como se puede observar en el Gráfico N° 1. Por ejemplo, mientras que en el
año 2003 la cantidad de vehículos sustraídos era 435, el siguiente año llegó a
1,050, alcanzado sus cifras más altas el año 2005 con 1,332 vehículos robados.
Manteniendo una regularidad en cifras desde el año 2010 hacia adelante.

51. Satélite, 26 de marzo de 2003.


52. Satélite, 25 de noviembre de 2003.
53. Satélite, 24 de noviembre de 2005.

90 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Gráfico N° 1: La Libertad: Robo de vehículos, 1994-2014


1500
98 1,332
1,203 1,225
1200
1,158
1,050 1,130
1,025 1,017
900

578
600
498
402 398
435 440 462
300
241

0
00

06
04

09
05
02

03

07

10
96
94

14
95

12

17
11
20

20
20

20
20
20
20
20

20
20

20

20
20
19
19

19

Fuente: INEI - Elaboración propia.

En efecto, estas dos nuevas modalidades de extorsión empiezan a ser combinadas


por las bandas delictivas de manera sistematizada, ya no robaban ni cobraban
directamente a las unidades, sino que lo hacían directamente a las empresas de
transporte tanto de taxis, mototaxis, combis, micros y buses interprovinciales
ofreciendo una especie de seguridad o “protección”.

Según algunos ex-reos entrevistados: los delincuentes que iniciaron con esta
modalidad fueron Luis Alberto Varas Alfaro, alias “Negrasho” y Piero Paoli Zavaleta,
alias “Gordo Piero”, que ejercieron el robo a mano armada o atraco, en otras palabras,
habían sido “apretones”,54 al igual que “El Chomba”, descrito en líneas más abajo.

En una entrevista realizada a un chofer de combi, Juan Sánchez,55 de una línea
transporte del distrito de Moche a Florencia de Mora, ilustra de manera notable el
proceso de evolución de la extorsión.

54. También mencionan otros delincuentes: Pedro Haro, Alias “Chato Haro”, “Mateo”, “Oso Yogui”, “Cailengo”,
etc. Refieren que los delincuentes más “ranqueados” (de mayor prestigio) de cada zona empezaron a
tomar la “batuta” (control) de su territorio y a ejercer la extorsión.
55. Se ha optado por cambiar el nombre de la persona nombrada para proteger su identidad. Así mismo,
se hace referencia que se ha entrevistado a más de una docena de choferes, no obstante, sólo se ha
trabajado con esta al ser la más completa y detallada. Realizada: 15-10-2016.

I Convocatoria Nacional de Artículos 91


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

E: ¿Cuánto tiempo llevan pagando cupo o extorsión?


Más o menos llevamos pagando 16 a 17 años (1999-2000) (...) Primero
empezamos pagando a un vago de la zona de Florencia (de Mora) por donde
circulaban nuestras combis, le decían Shagy… Nos cobraba un sol diario por
carro (...) Después se juntó con un tal Paco, un maleao de la misma zona, y entre
ambos cuidaban las combis.

E: ¿Por qué empezaron a pagar?


O sea, por donde pasábamos había pandilleros, vagos. Te hablo 98, 99, que
subían a las combis a cuadrar, te sacaban la pastilla,56 te quitaban el canguro,
cuadraban57 a los pasajeros. Y ya pe, un pendejo de la zona como te digo, le
decían Shagy, él nos comenzó a cuidar, le pagábamos un sol por día, o sea,
en una esquina por decirte nos esperaba con su cuaderno y apuntaba quién
le pagaba… Creo que así empezó en otros lugares o sino les pagaban a los
pandilleros de la zona, puta pero en ese tiempo pagabas un sol, hoy pagamos
más de cinco soles pe.

E: ¿Siguen pagando a los mismos?


No pe, un año o dos después (2002-2003) masomenos entró a cuidarnos “El
Chomba” con “Los 80” (...) El Chomba era un asaltante de carros, de jatos. No
me acuerdo bien como entraron, creo que al Shagy y al Paco les metieron bala
y se quitaron. Pero desde la entrada del “Chomba” y “Los 80”, ya no pagamos
por cada uno, sino que, ya pe, empezaron a cobrar a nivel de empresa, o sea
tantos carros tiene la empresa tanto pagas, semanal o mensual (...) La cosa es
que desde ese año hasta ahora seguimos con el mismo chaleco.58

E: ¿Ahora pagan cinco soles?


Si pe, o sea, primero pagábamos un sol por día, en una determinada zona nos
cobraban, de ahí empezaron a subirlo, dos soles, tres soles, ahora pagamos
cinco soles. Por un parte es caro on, pero ya no nos preocupamos de nada pe,
si nos roban, nos devuelven lo que nos han robao, trabajamos más tranquilos, o
sea, ya no vivimos asustados de que nos roben, pe on.

Este testimonio describe que la extorsión se lleva ejerciéndose alrededor de 20 años,


que surge como describíamos líneas arriba, con el cobro de cupos por pandilleros
o “vagos” de una determinada zona y que al convertirse en un negocio rentable
empieza a expandirse y a ser adoptado por una serie de bandas delincuenciales que
terminan cambiando de modalidad delictiva, ya que esta genera mejores réditos.
Luego, esta modalidad se volvió sistemática y migró a otras actividades (construcción
civil, mercados, restaurantes, hoteles, tráfico de terrenos, etc.) y sujetos económicos
(microempresarios, empresarios, profesionales, entre otros). Según el Observatorio

56. Pastilla: radio del vehículo.


57. Cuadraban: Les robaban sus pertenencias.
58. Chaleco: Banda delictiva o persona que brinda seguridad a personas, empresarios o empresas.

92 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

de Seguridad Ciudadana (2018), las pequeñas y micro empresas son las más
afectadas (a nivel nacional), y las empresas más victimizadas están en los rubros
de construcción, comercio y reparación de vehículos automotores, de vehículos
automotores, pesca, y explotación de minas y canteras.

La extorsión se ejerce mediante llamadas telefónicas, mensajes de textos o cartas


intimidatorias, donde amenazan con hacer daño o asesinar a las víctimas o familiares.
Muchas veces las cartas contienen en su interior detalles de los movimientos
cotidianos o fotos, y en otras balas con el nombre de las personas extorsionadas.

4.1.1. La extorsión en cinco pasos

1. Primero identifican a sus víctimas a través de la guía telefónica (páginas


blancas y amarillas), cruzando información que brinda Internet y Facebook,
y de vecinos de las víctimas que tienen contacto con los extorsionadores
(ponen la visión o el dato).
2. Proceden a realizar el seguimiento o reglaje de sus víctimas y familiares por
las calles (vivienda, empresa, etc.) o vía telefónica (fijo y celular).
3. Inician con las amenazas hacía sus víctimas indicando que van a atentar
contra su vida, integridad física o la de sus familiares a través de llamadas
telefónicas, mensajes de texto, emails, cartas o sobres con balas.59 Agregan
que en caso de denunciar a la policía la cosa seria peor, o en todo podrían
recurrir a un intermediario (vago) para la negociación.
4. Efectúan actos de sabotaje (disparos con armas de fuego y bombas
molotov) contra sus vehículos, viviendas o propiedades.
5. Después que han realizado (tranzado) el pago de extorsión, ofrecen
seguridad permanente previo acuerdo de un monto (cupo) mensual y
colocando stickers en las unidades o viviendas.

El centro de operaciones de las extorsiones en la ciudad de Trujillo es el penal El


Milagro,60 ya que desde el interior del recinto, los cabecillas dirigen sus bandas
delictivas y ejecutan la extorsión. En un trabajo de exposición en el año 2009, el
Coronel PNP Carlos Mesía (2009) afirmaba que,

“las organizaciones delincuenciales se encuentran organizadas en el interior


del penal, dirigiendo y controlando a los integrantes de sus bandas que se
encuentran en libertad recibiendo grandes sumas de dinero producto de las
extorsiones y cupos que son solicitados a empresarios, autoridades y demás
personas que son amenazados de muerte y secuestro, ocasionando muchas
veces como medios intimidatorios en sus víctimas disparos de armas de fuego
en el frontis de su inmueble y lanzamiento de bombas incendiarias (caseras)
generando daños materiales los mismos que son ejecutados en horas de la
madrugada aprovechando la ausencia del tránsito vehicular y peatonal”.

59. Los mensajes y cartas manifiestan una pésima escritura y ortografía.


60. Lo siguen haciendo hasta la actualidad. Para más información sobre el penal El Milagro ver (Nureña, 2018).

I Convocatoria Nacional de Artículos 93


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Un caso notorio de las extorsiones desde el penal, fue la realizada en el año 2010 a
Consuelo Obeso, dueña de la empresa de taxis “América” que en una operación de
seguimiento de la línea se descubrió que la llamada provenía de un interno del penal
El Milagro.61 Por otra parte, un grupo de fiscales que participó en un operativo de
requisas en abril de 2014 manifestó a la prensa que, “del total de las extorsiones que
se perpetran en la región La Libertad más del 80% se planifican y ejecutan desde el
penal El Milagro”.62

Una clara referencia de las ingentes cantidades de dinero que genera la


extorsión, la brindó el diario El Correo, en el año 2014, cuando informó que
más del 70% de Empresas de Transporte Urbano pagan cupos que ascienden
anualmente a más de 15 millones de nuevos soles.63

La extorsión en comparación con el hurto o el robo, no es un delito que cuente


con altos índices de denuncia debido a la intimidación y chantaje. Pese a ello, en el
Gráfico N° 2, se puede ver que la incidencia delictiva ha ido creciendo. Es así que, en la
Libertad en el año 2007 sólo se registraron 398 denuncias, pero en 2013 ascendieron
a 1 254 (25% a nivel nacional) y en 2015 superaron las 1 800 (35% a nivel nacional).64

Gráfico N° 2: La Libertad: Incidencia delictiva: extorsión, 2007-2016


2000
1,808 1,806
1,565
1500
1,254

942
1000
675 657

500 398 353


248

0
08

09
07

10

6
4

15
2

3
11

1
1

1
20

20
20

20
20

20
20
20

20
20

Fuente: Ministerio Público - La Libertad - Elaboración propia.

61. Reportaje del programa Punto Final de Latina, noviembre de 2010.


62. El Comercio, 30 de abril.
63. El Correo, 02 de febrero de 2014.
64. En el año 2011 la extorsión se ubicaba de los delitos más cometidos contra los habitantes de los distritos
de El Porvenir (9%), La Esperanza (7%) y Trujillo (5%), evidenciando la magnitud de su expansión en la
ciudad de Trujillo (UPAO-INVESTIGA, 2011).

94 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

La extorsión que se comete hoy en día a nivel nacional inicia en Trujillo (y distritos) y
luego se expande a las provincias de Ascope, Pacasmayo, Chepén y Virú. La Libertad,
en el año 2007, era la única región donde se registraba este tipo de delitos, que en los
siguientes años se extendería a Ancash, Tumbes, Lima, entre otras (Willaqniki, 2014).

La Libertad sigue registrando la tasa (88,3) más alta de denuncias de extorsión


en todo el país. De acuerdo al Barómetro de Las Américas, se puede apreciar la
magnitud del delito de extorsión en el año 2012, a nivel de América; ubicando al
Perú en el cuarto lugar con 7,2% (Costa, 2012), sólo detrás de México, El Salvador
y Guatemala. Este último país, ubicado en el primer lugar, debido a la incidencia
de los carteles, mientras que los subsiguientes poseen esta por conflictos
armados.

Fiscalías Provinciales Penales Corporativas de Trujillo, 2010-2018

1000 945
921 997
878 864

800
699

600 561

434
400 356

200

0
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018

Fuente: Ministerio Público - La Libertad - Elaboración propi

I Convocatoria Nacional de Artículos 95


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

5. CONCLUSIONES

El desarrollo de la criminalidad se divide en dos etapas: la primera, con la comisión


de delitos comunes como el hurto y el robo, y el surgimiento del fenómeno
del “pandillaje”. Durante esta etapa se irá concibiendo una nueva modalidad, la
extorsión. La segunda, marcada por la comisión de la extorsión como nuevo delito y
la proliferación de bandas delincuenciales como “Los Pulpos”.

La extorsión surge entre fines de los 90 e inicios de los años 2000, en la ciudad de
Trujillo, influenciada por el ascenso de pandillas juveniles, además del masivo robo
de autos y la violencia ejercida por las bandas delictivas. Aquí destacan eventos tales
como la “Matanza en La Esperanza”, que marcaron el inicio de este nuevo delito. A
ello se sumaron factores económicos, sociales e institucionales que generaron las
condiciones para que surja esta nueva modalidad (ya que esta se da en un proceso de
crecimiento económico inédito a nivel regional como nacional). Al convertirse en una
modalidad que rinde ingentes cantidades de dinero, fue asimilada y sistematizada
por otras bandas delictivas, que con el transcurso de los años, se ha ido expandiendo
a nivel de cifras como de ciudades.

6. REFERENCIAS

• Aróstegui, Julio. (2004). La historia vivida. Sobre la historia del presente. Madrid:
Alianza Editorial.
• Martínez, Maruja y Tong, Federico. (1998). ¿Nacidos para ser salvajes? Lima: Sur,
Ceapaz.
• Ministerio del Interior. (2018). Cifras de la Extorsión en el Perú. Lima.
• Mujica, Zevallos, López & Prado. (2015). El impacto del robo y el hurto en
la economía doméstica: Un estudio exploratorio sobre los datos de Lima
Metropolitana | Debates en Sociología.
• Nureña, Jorge. (2018). Esta bala lleva tu nombre. Del hurto a la extorsión en
Trujillo, 1993 - 2014. Lima: Ediciones Anónimas.
• Pérez, José. (1994). Faites y atorrantes. Una etnografía del penal de Lurigancho.
Lima: Facultad de Teología Pontificia y civil de Lima.
• Rico, José. (2007). Crimen y justicia en América Latina. México: Siglo XXI editores.
• Strocka, Cardula. (2008). Unidos nos hacemos respetar. Jóvenes, identidades y
violencia en Ayacucho. Lima: Iep - Unicef.
• Viotti, Matías. (2010). Poder y juventud. La experiencia de las pandillas en Lima.
• (Mapas del Delito, 2013-2017) Ministerio Público - Observatorio de criminalidad.
• UPAO – Investiga. (2011). Estudio de opinión: Inseguridad ciudadana y
victimización: distritos
• de Trujillo, La Esperanza y El Porvenir. Trujillo.
• Diarios Consultados
• Satélite (1993-2018)
• El Correo (2014)

96 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

CRIMEN Y CASTIGO EN LA CIUDAD BLANCA.


CRIMINALIDAD Y REPRESIÓN EN AREQUIPA COLONIAL (S.XVI).

Núñez Zeballos, Alejandro Málaga

Resumen

Desde los primeros años virreinales en la ciudad de Arequipa se originaron una serie
de situaciones y acciones delictivas que fueron reprimidas por las autoridades reales. Al
respecto, un tema poco tratado por la historiografía regional colonial son las instituciones
de represión social del virreinato peruano; por ello, mi interés en la presente investigación
histórica, que tiene como novedad el análisis de manuscritos transcritos con el método
de la Paleografía y Diplomática, para su mejor comprensión e interpretación es el
funcionamiento de la Real Cárcel de la ciudad de Arequipa en la segunda mitad del siglo
XVI, concebida como un lugar de transición o de espera de la sentencia. Este veredicto
era emitido de acuerdo al parecer de la autoridad, el corregidor y justicia mayor quienes
tomaban su tiempo en dar a conocer su decisión y posteriormente el reo pasaba a sufrir
un determinado castigo. El lapso que cubre la investigación es desde la fundación de la
ciudad en 1540 hasta el año 1600. Para lograr un acercamiento a los delitos cometidos
en la ciudad de Arequipa se muestra una detallada tipología de la criminalidad a partir
de la sistematización de todos los expedientes de las causas penales (31) y criminales (5)
cometidas a lo largo de medio siglo, para mostrar un panorama de las variadas conductas
antisociales que recibieron la sanción correspondiente de acuerdo a los tratados carcelarios
de la época, como el de Bernardino Sandoval (1564), el de Tomás Cerdán de Tallada (1574)
y el de Cristóbal de Cháves (1585), los dispositivos de la Nueva Recopilación de Leyes de
Indias, las ordenanzas municipales arequipeñas y el criterio de la máxima autoridad: el
corregidor y justicia mayor de toda la jurisdicción.

I Convocatoria Nacional de Artículos 97


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

1. INTRODUCCIÓN

Las referencias más antiguas de cárceles o prisiones en la historia del Perú se remontan a
la primera mitad del siglo XVI cuando el inca Atahualpa ordenó la reclusión de su medio
hermano Huáscar tras vencer las guerras por la sucesión del poder incaico; la segunda
referencia es en la habitación de Cajamarca, en la cual los conquistadores hispanos
mantuvieron cautivo al flamante Inca. En ambos casos, los prisioneros fueron asesinados
porque prevalecieron los intereses políticos de sus captores.

A medida que se fue dando el proceso de la colonización del Tahuantinsuyo se fundaron


poblaciones en villas y ciudades, y en cada una se edificó una cárcel dentro de las
instalaciones del cabildo civil, para recluir a los delincuentes que cometieron una falta y
debían ser castigados de acuerdo a las disposiciones reales.

En el caso del virreinato peruano, son escasos los estudios sobre las instituciones punitivas
coloniales, con lo que respecta al caso de Arequipa y focalizado en el siglo XVI son nulos
por ello el interés en estudiar la criminalidad y los recursos correctivos implementados
por las autoridades coloniales como rezago del sistema judicial y penal post medievales
aplicados en la Ciudad Blanca.

Las interrogantes que guiaron la presente investigación son las siguientes: ¿Cómo fue
el origen, funcionamiento y problemática de la cárcel arequipeña, desde la fundación
de la ciudad en 1540 hasta 1600?, ¿Qué disposiciones legales fueron empleadas por
las autoridades para ejercer la justicia, y cuáles fueron sus repercusiones? ¿Cómo se
caracterizó la criminalidad en la ciudad de Arequipa y cuáles fueron las sanciones
aplicadas?

Por ende, el objetivo general del estudio es analizar la criminalidad y castigos que
sucedieron en la ciudad más importante del sur del virreinato peruano en la segunda
mitad del siglo XVI, Arequipa colonial, a partir del examen del funcionamiento de la cárcel
y la tipología criminal que fue procesada judicialmente. Los objetivos específicos del
estudio son analizar las disposiciones legislativas carcelarias y tratados de la época que
regulaban el funcionamiento de la cárcel en el siglo XVI en Hispanoamérica; en segundo
término, describir el funcionamiento y problemática de la prisión a partir de las ordenanzas
municipales emanadas del cabildo civil, y finalmente, elaborar y analizar una tipología de
las causas civiles y las causas criminales; tanto de mujeres como varones, de los diferentes
segmentos sociales que fueron procesados.

Para estudiar la cárcel y su problemática analizaré la concepción de la misma en los tratados


y dispositivos legales de la época, así como las disposiciones de los corregidores y cabildo
civil arequipeño a través de las ordenanzas municipales consignadas en los Libros de Actas
de Acuerdos del Cabildo Civil atesoradas en el Archivo Municipal de la ciudad (AMA).

98 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Para elaborar la tipología de la criminalidad pretendo reconstruirla a partir del estudio de


la totalidad de expedientes de causas civiles (31) y causas criminales (5); manuscritos que
se encuentran custodiados en los fondos documentales del Archivo Regional de Arequipa
(ARAR). Cabe resaltar que con el estudio de las causas criminales se pueden apreciar
las transgresiones más cotidianas como las obligaciones familiares como el respeto a la
tutela paterna, las obligaciones y deberes conyugales, el comportamiento relacionado a la
apariencia de estatus social y vinculada a la honra, imagen construida en base a rumores y
sospechas de toda índole.

2. LEGISLACIÓN Y NORMATIVA DEL SISTEMA CARCELARIO

Los siglos del XVI al XVIII son las centurias que configuraron una nueva forma de entender
el mundo, la sociedad y al hombre: la episteme clásica, la razón que clasifica y ordena
(Foucault, 1975) en el tema carcelario y de la criminalidad.

En la península ibérica se dio un gran avance, ya que el corpus legislativo se remontaba al


siglo XIII, el rey Alfonso X “el sabio”, dispuso la vigencia de “Las Siete Partidas”, la compilación
de las leyes de la Corona de Castilla de 1252 a 1284. En 1537 se publicó un gran compendio
de leyes por orden del rey Carlos I, la recopilación la realizó el licenciado Pedro López de
Alcacer, y salió con el título de “Recopilación de leyes de estos reynos”, siendo una obra muy
utilizada; prueba de ello son las numerosas ediciones: 1581, 1592, 1598, 1640, 1723, 1745,
1772, 1775 y 1777. Cabe resaltar que, en dichas leyes, la real cárcel era concebida como
un recinto transitorio para el criminal mientras esperaba se dicte su sentencia gestión
que, por lo general el funcionario real llamado corregidor y justicia mayor, proporcionaba
usualmente en tres días.

Por la destacada labor de juristas españoles, influidos por el derecho romano en la


segunda mitad del siglo XVI, el derecho penal-penitenciario evolucionó dejando su
carácter local y autónomo.

En aquella época hubieron tres figuras clave cuyas obras constituyeron un aporte a la
modernización en el tema carcelario y al estudio de la criminalidad desde una óptica
cristiana o humanista, ellos fueron: Bernardino de Sandoval, maestre escuela de la catedral
primada de Toledo., autor del “Tractado del cuydado que se debe tener de los presos
pobres, en que se trata ser obra pía proveer a las necesidades que padecen en las cárceles,
y que en muchas maneras puedan ser ayudados de sus próximos y de las personas que
tienen obligación a favorecerlos y de otras cosas importantes a este propósito”, publicado
en la ciudad dicha en 1564. Al autor le preocupaba estrictamente la situación de los presos
pobres.

El segundo autor, es el valenciano Tomás Cerdán de Tallada, magistrado, jurista, humanista,


poeta y doctor en leyes, muy cercano a los monarcas Felipe II y Felipe III de España, publicó
su obra en 1574 bajo el título “Visita de la cárcel y de los presos”, razón por la cual fue
considerado el precursor del moderno sistema punitivo, influido por su cercana amiga la
religiosa, mística y estigmatizada sor Margarita Agullona; denunció permanentemente

I Convocatoria Nacional de Artículos 99


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

el continuo mal trato a los encarcelados, la escasa seguridad e incomodidad en las


instalaciones. Finalmente, el tercer tratado es de autoría del sevillano Cristóbal de Chaves,
sacerdote, procurador de los Tribunales de Justicia, solicitador del Deán y Cabildo de la
Catedral de Sevilla. Publicó en dicha ciudad en 1585 la “Relación de las cosas de la cárcel
de Sevilla y su trato”. Descripción pormenorizada del recinto andaluz y la tipología de la
problemática presidiaria.

Durante el Virreinato peruano se implantaron instituciones y figuras de gobierno similares


a las peninsulares: cabildo civil, cabildo catedralicio, corregidor, alcaldes, regidores, fieles
ejecutores, etc. quienes para su accionar jurídico aplicaron las disposiciones dictadas por
la audiencia, el virrey, el corregidor y los integrantes del cabildo local, para ejercer justicia
y poder político en la población arequipeña. Hay que tener en cuenta que en algunos
casos la autoridad al ejercer justicia, su criterio estaba influido por sus emociones, las que
muchas veces definían la pena a sancionarse de forma leve o sangrientamente.

La doctrina jurídica hispana elabora entre los siglos XVI y XVIII, una definición
del delito, que implica a su vez la definición de otros conceptos afines, como los
de crimen y pecado. En la definición del delito se aprecia, la tensión entre los
planteamientos jurídicos intelectualistas y voluntaristas, en el siglo XVIII se produce
un cambio en la interpretación del intelectualismo, que abandona el fundamento
de la teología para asumir la razón de los derechos naturales sociales (Álvarez Cora,
2016). El delito, ha sido definido como cualquier acción que atenta contra el sistema
normativo vigente, y por ello detectada, perseguida y castigada por una institución
determinada (Sharpe, 1982). El autor advierte una dificultad en el intento de definir
qué es delito, ya que no ha sido interpretado de la misma forma en todas las épocas.
Por ello tal definición pone de manifiesto la mutabilidad del crimen, siempre definido
por las reglas de una u otra sociedad.

Con el inicio de la colonización del Tahuantinsuyo, el poder civil y religioso que


se estableció, tuvo que hacer frente a aquellas conductas que atentaban contra
el orden y gobierno de los territorios anexionados. Así, los conquistadores y los
tribunales civiles y eclesiásticos dictaron sentencias y se aplicaron todo tipo de
penas a españoles, indígenas, africanos y demás castas.

En los primeros años virreinales, el derecho castellano se trasplanta íntegramente a América


y paulatinamente va surgiendo el Derecho Indiano; además, distintas disposiciones
emitidas en 1528, 1530, 1538, 1563, etc., declaraban que las leyes promulgadas en Castilla
debían considerarse vigentes en el Nuevo Mundo. Por ejemplo, siempre se contempló
sanciones relacionadas a los juegos de dados y cartas; que los casados y desposados en la
península hagan lo imposible para estar con sus esposas en dichos territorios; se prohibían
las borracheras; el amancebamiento; blasfemas y herejías, entre las principales, y las penas
de castigo fueron con azotes, garrote, horca, decapitamiento, pasar un tiempo en el cepo,
así como, una variada y sangrienta gama de mutilaciones corporales en relación al delito
cometido. Dichas amputaciones fueron cambiadas por otro tipo de penas. El rey Carlos
I, mediante la Pragmática del 31 de enero de 1530, conmutó las penas corporales, por el
trabajo físico en las galeras.

100 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

En virtud de la Pragmática del 25 de noviembre de 1552 se conmutó la pena de azotes


para los rufianes, por vergüenza pública en el cepo y seis años de galeras la primera vez, la
segunda se castigaba con 100 azotes y galeras perpetuas, y la tercera era la muerte.

De acuerdo a la tradición romanista y que se manifestaba claramente en Las Siete


Partidas, la cárcel poseía un sentido puramente procesal, estando el prisionero
privado de su libertad, únicamente a la espera de la ejecución de la sentencia
mediante otras penas.

3. LA REAL CÁRCEL DE AREQUIPA: INSTALACIONES Y PROBLEMÁTICA.

A inicios de 1537 el valle del río Chili fue recorrido y ocupado por Diego de Almagro y sus
soldados, quienes regresaban de su fracasada expedición al reino de Chile. La expedición
arribó por el camino incaico del sur, cruzaron el río Tambo, siguieron por Linga, la zona
de Yarabamba, Socabaya y finalmente establecieron su campamento en la margen
izquierda, en el área ocupada por los indios yarabayas. Allí permanecieron cerca de un
mes recuperando fuerzas y la salud de los enfermos, al poco tiempo llegó un chasqui
con la noticia que Francisco Pizarro estaba sitiado en el Cusco a punto de ser vencido por
miles de guerreros al mando de Manco Inca; Almagro ordenó que todos se alisten y partió
probablemente un 12 de marzo, dejando como legado una ermita advocada a San Lázaro
Sometidos los indios, los Pizarro y los Almagro iniciaron una sangrienta disputa por los
territorios que se estaban repartiendo, la disputa acabó el 6 de abril de 1538 festividad de
San Lázaro, con la decapitación de Almagro en el campo de batalla de Las Salinas en las
afueras de la ciudad del Cusco.

Pizarro necesitaba tener una salida al mar lo más cercana del Cusco. Para ello nombró a
los cordobeses Díaz Arias y Gómez de León para que ubiquen en el extenso litoral del
Contisuyo un lugar como embarcadero apropiado, visitaron, recorrieron y escogieron el
sitio llamado por los indios: Huacapuy, en el valle de Camaná, y posteriormente fundaron
Villa Hermosa en noviembre de 1539, en consideración a las tierras de cultivo, fertilidad
y fácil embarcación. El cabildo el 3 de abril de 1540 se reunió y otorgó un poder a García
Manuel de Carbajal, para que solicite las mercedes a Pizarro; sin embargo, el gobernador
tenía otros planes para la flamante villa, el 6 de junio Carbajal que ya actuaba como
teniente de gobernador . En presencia del escribano andaluz Alonso de Luque, ordenó
una consulta a los principales vecinos sobre un posible traslado a otra ubicación con
condiciones más favorables, la consulta fue efectuada el 20 de julio y registrada por Luque,
quien anotó la decisión de los vecinos de trasladarse al valle del Chili por ser más ventajoso,
inmediatamente se organizó la movilización de todos los habitantes.

Ante el Consejo de Indias, el argumento presentado fundamentó que muchos


españoles enfermaron a consecuencia de constantes plagas de mosquitos, la rápida
muerte de cientos de indígenas y la carencia de alimentos; sin embargo, el verdadero
motivo fueron los intereses políticos y económicos por parte de Pizarro y su grupo
de allegados. Así se realizó el traslado de Villa Hermosa al valle del río Chili y allí su

I Convocatoria Nacional de Artículos 101


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

teniente de gobernador Carbajal, fundó la Villa Hermosa de Nuestra Señora de la


Asunción Arequipa, un 15 de agosto de 1540. Los cronistas Bernabé Cobo y Juan López
de Velazco coincidieron al realizar sus medidas e indicar que el emplazamiento estaba
a 16° de altura, a 135 leguas de la ciudad del Cusco, a 153 leguas de la ciudad de La
Plata, y a 16 leguas del mar. Cobo, vivió por espacio de tres años en Arequipa, resaltó:

Como afirma el religioso fray Bernabé Cobo ([1653]1964) De ser muy grande
la pureza y serenidad del cielo que goza aquella ciudad todas las noches del
año. Causan la hermosura y claridad de este cielo, primeramente, los signos
del zodíaco, que nos caen más vecinos que a los de Europa; lo segundo, y más
principalmente, la parte de la Vía Láctea que en él se comprehende, con dos
constelaciones particulares y otras estrellas grandes y ciertas partes del cielo
resplandecientes, que acá descubrimos.

Luego de la ceremonia de fundación de la villa Hermosa de Nuestra Señora de


la Asunción Arequipa, un 15 de agosto de 1540, las siguientes semanas se fueron
edificando las instalaciones para el cabildo civil. El local debía estar integrado por la
sala de sesiones del cuerpo edil, la escribanía y archivo, la cárcel, la capilla, y la caja
real, a un costado se construyeron oficinas para alquilarlas a los escribanos públicos
y de su majestad.

Las instalaciones eran amplias y casi nunca estuvieron acabadas. En los años cuarenta
hay acuerdos ediles para que se teche la cárcel, mientras que a fines de los cincuenta
se dispuso que algunos indígenas se encarguen de barrerlo adecuadamente, porque
el portero no lo hacía eficazmente. El local fue muy precario, en seis décadas casi
nunca estuvo con techo y las instalaciones carecían de comodidades, salvo la casa del
corregidor que estaba al centro de las instalaciones y muchas veces por la ausencia
de gente presa, la autoridad ocupaba dichas instalaciones para su beneficio, por lo
que, en 1564, el cuerpo edil acordó que los corregidores no se adjudiquen dicho
inmueble, sino que paguen un alquiler anual.

En 1596 el alguacil mayor, presentó una petición ante el cabildo solicitando que el
corregidor devuelva las instalaciones de la cárcel, que ocupaba en calidad de vivienda
hace 12 años. Parte de dichas habitaciones estaban arruinadas desde el terremoto de
1582, la autoridad para quedarse tanto tiempo arbitrariamente había trasladado la cárcel
a las tiendas de los indios cabanas, en la parte posterior de dicha manzana. Al respecto,
el cuerpo edil sustentó que el virrey Martín Henríquez había otorgado una provisión
que cede a la ciudad, todo el valor anual del tributo de los indios de Characato, para la
reedificación de las casas municipales y la cárcel, y que dicho corregidor no realice el
desembolso; además, que los presos desocupen las tiendas de los indios cabanas y sean
devueltos a sus respectivas celdas.

La real cárcel arequipeña, contó con un personal integrado por un alcaide, asistido
por dos alguaciles y un carcelero o portero, en las seis décadas que abarca el presente
estudio, en base a los manuscritos municipales se ha podido conoce quienes fueron
los alcaides de la segunda mitad del siglo XVI, ellos fueron: Gerónimo de Vega, alguacil

102 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

mayor (21-03-1546), Juan Martín, alguacil menor y alcaide (26-10-1558), Lorenzo


Rodríguez Montilla, alguacil mayor y alcaide (04-07-1561), Pedro Ruíz, alguacil menor
y alcaide (06-09-1567), Juan de Herrera, alguacil y alcaide (04-05-1568), Diego de la
Bandera, alcaide (05-11-1568), Alonzo Gómez, alguacil mayor y teniente de alcalde
(05-02-1571), Diego Martín, alguacil menor (10-02-1571), Juan de Herrera, alguacil y
alcaide (30-04-1571), Cristóbal de Aguilar, alguacil mayor y alcaide (10-03-1572), Juan
Tobar de Villegas, alguacil y alcaide (14-03-1573), Melchor Murcia, alguacil menor y
alcaide (28-04-1598), Francisco Ortíz de Berrío, teniente y alcaide (17-07-1600), Lucas
Salgado, alguacil menor y alcaide (30-10-1600).

Como vemos, el cargo de alcaide fue desempeñado a partir de las disposiciones de los
acuerdos de los cabildantes, los primeros años hay una ausencia de información por
no existir las actas de acuerdos ediles desde 1540 a 1545. De acuerdo a la información,
fueron 12 los alcaides, de los cuales Juan de Herrera en dos oportunidades desempeñó
el cargo; no existe un acuerdo edil, que establezca el período de trabajo del alcaide,
por lo que los lapsos son irregulares, desempeñaron su función sólo por 3 meses o
hasta por 15 años.

El funcionamiento de la real cárcel de Arequipa colonial, fue muy distinto de la actual


prisión, cada preso sea hombre o mujer debía pagar un peso por cada día de carcelaje
y cada uno se gestionaba sus alimentos y abrigo, para los súbditos del rey que
ostentaban la posición social de nobleza, tenían la alternativa de ocupar una celda
bien acomodada y separada del resto de presos, o si no existía dicha instalación,
podía permanece en su vivienda y pagar 4 tomines diarios.

El apoyo espiritual era fundamental, a inicios de los años sesenta el cuerpo municipal
acordó que se oficie misa todos los domingos, por esos años se desempeñaba como
capellán el padre Juan Zamorano y percibía un salario de 75 pesos anuales. Algunas
veces, el salario no era pagado a tiempo porque no hubo reclusos que solventaran
su estadía, por lo que el cabildo civil tenía que asumir la deuda que era pagada
de las multas que iba aplicando diariamente, así fue el caso del padre Zamorano
que renunció a ser capellán, a pesar de que se dieron algunas disposiciones para
sacar recursos económicos, como por ejemplo, cuando en 1550 se ordenó que las
panaderías den 18 ocho panes de a libra por cada peso. En caso de infringir dicha
ordenanza, la pena ascendía a 20 pesos y todo el pan para los pobres de la cárcel. En
1564 se nombró capellán de la cárcel al licenciado Martín de Vergara con un salario
de 150 pesos, pero al poco tiempo fue revocado su nombramiento porque estaba
pendiente la deuda de su antecesor y no se podía pagar inmediatamente.

Transcurrieron algunos años y los presos estuvieron sin servicios religiosos hasta que en
1568 se nombró capellán al clérigo Juan de Alarcón, y se le designó un salario de 100 pesos
anuales.

El corregidor y el cabildo civil establecieron que las audiencias con los presos sean
los sábados por la mañana después de la misa. Si el corregidor ordenaba, se podía
realizar dicha audiencia en la tarde en su posada; además, era obligación que los

I Convocatoria Nacional de Artículos 103


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

escribanos y párrocos asistan obligatoriamente a las audiencias, en caso de no


hacerlo, se les multaba con 5 pesos destinados al sostenimiento de los pobres de
la cárcel.

El control social colonial impuesto por las autoridades reales, a través de las ordenanzas
municipales, disponía que ningún negro/a, mulato/a, berberisco/a, ingrese a los campos
de cultivo, a robar parte de la cosecha ajena e intenten venderla en los alrededores de
la ciudad, no debían circular de noche ni de día portando armas y luciendo capas. A los
desobedientes los encarcelarían y luego atado a la picota recibirían la flagelación con
50 azotes, y además pagarían 1 peso de oro para el alguacil. También dispusieron que
ninguna persona camine de noche, después de tocada la campana, so pena de ser recluido
y al pago de 2 pesos de oro para el alguacil. Sin embargo, se estableció que se haría una
excepción con los negros que llegaban de viaje a altas horas de la noche avalados por una
autorización de sus amos. En este caso, la multa la pagarían los propietarios de los africanos.
Estos esclavos tenían prohibido portar armas y vestir capa, salvo al estar acompañando a
su amo.

El l virrey Toledo realizo una Visita General a Arequipa y dispuso, mediante ordenanza, que
la infrastructura de la carcel de este lugar esté edificadacompletamente de acuerdo a las
disposiciones reales, que cada quince días verifique un regidor o alcalde que no falte agua
potable para los internos. En caso de desobediencia la multa sería de 50 pesos para el
sostenimiento de los presos pobres. Para el auxilio espiritual, ordenó que haya un capellán
los domingos y todas las fiestas religiosas para que oficie misa a los presos e imparta la
doctrina cristiana a los indios y negros recluidos.

En el caso de los africanos y afroperuanos, Toledo dispuso que ningún negro comercialice
productos al menudeo a extra muros de la ciudad en los caminos, ni en las rancherías de los
indios, so pena de 50 azotes y 2 días en la cárcel y pague el carcelaje. Los negros cimarrones
de otras jurisdicciones que estén por la ciudad, debían ser puestos en la cárcel con cepo y
el alguacil mayor los vigilará y facilitará los alimentos y que no les falte lo necesario, luego
intente localizar al amo en un lapso de cuatro meses, si aparece a reclamarlo el amo debe
pagar 20 pesos, sino, debe ser vendido y el dinero quede para el sostenimiento de los
reclusos. Además, ordenó que ningún negro ande ocioso por las calles de la ciudad, “entre
semana ni los domingos por la mañana”, hasta después de la misa mayor, so pena de 100
azotes y dos días en la cárcel y en el cepo.

La ciudad de Arequipa, a lo largo de la segunda mitad del siglo XVI, fue afectada por un
devastador movimiento de tierra en 1582, los edificios del cabildo civil que incluían la real
cárcel se desmoronaron y así quedaron por buen tiempo, hasta 1597 en que el procurador
Luis Peralta Cabeza de Vaca dio inicio la edificación del complejo edil, obra que no fue
concluida por dos terremotos ocurridos en el mismo día, causados por la erupción del
volcán Huaynaputina, el 19 de febrero de 1600, por ello la Audiencia de Lima y el virrey Luis
de Velasco y Castilla dispusieron una provisión de 1 000 pesos para la reconstrucción de la
cárcel y casas municipales.

En todo este lapso hay información muy escueta de la única fuga de la real cárcel, hecho

104 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

que ocurrió el 11 de agosto de 1589, cuando se escaparon Juan Ramírez de Sosa y Diego
Sarmiento, presos por estar acusados de la muerte de Francisco de Quiroz; por ello, ante tal
negligencia se inició un proceso contra el alcaide de turno.

4. TIPOLOGÍA DE LA CRIMINALIDAD Y CASTIGOS

La criminalidad en la ciudad de Arequipa se presentó de distintas maneras que estudiamos


en dos grupos, las causas civiles y las causas criminales de acuerdo a las disposiciones
legislativas del siglo XVI. En dicha centuria, las causas civiles fueron 31 expedientes y datan
del 14 de julio de 1550 el mercader Antonio de Castro contra la testamentaría de Francisco
de Figueredo, por deuda de 225 pesos y remate de ropa de vestir, luego del 15 de marzo de
1555; Alonso Ramírez de Sosa contra Gonzalo de Vargas, por deuda de 220 pesos. Y cierra
esa década la causa del 19 de mayo de 1556; Hernando Parrado en nombre del carpintero
Juan de Valladolid, contra Pedro Martín sobre la deuda de 200 pesos.

De los años sesenta, figuran 3 casos: del 18 de agosto de 1563, el doctor Marcos
Núñez, en la causa contra Diego Rodríguez Solís sobre la nulidad de la venta de una
esclava negra llamada María; el segundo, data del 10 de julio de 1566, el procurador
de causas Martín Álvarez en nombre de Antonio Hernández y Cristóbal de Peña
contra la testamentaria de Antonio García, por las deudas de 69 y 50 pesos de
unas mercaderías; finalmente, del 15 de diciembre de 1570, el defensor de naturales
Francisco de Santander en nombre de Isabel García, hija del clérigo difunto Alonso
García, sobre el nombramiento de un tutor y curador para administrar sus bienes, y
cobranza de 500 pesos a Francisco Navarrete, que le dejó en su testamento a través
de un codicilo.

De la década del gobierno del virrey Francisco de Toledo, hay cuatro causas: la primera
del 13 de junio de 1573, Diego de Vargas en nombre de Martín López de Carvajal y de
Francisco Bosso, en la causa contra Juan de Salazar, sobre la posesión de chacra en
Uchumayo; la segunda del 10 de diciembre de 1575, Francisco de Samillán en nombre
de la viuda Leonor Méndez - curadora de Baltazar Cornejo- contra los bienes y
herederos de Marcos Retamozo, por la deuda de 700 pesos de la renta de un censo;
la tercera, data del 30 de setiembre de 1579, Melchor Cansino contra Juan de Arze,
por la deuda de 369 pesos, y del 22 de marzo de 1580, Baltazar de Torres contra Juan
de Salazar, por la deuda de unas botijas de vino.

De fines de los ochentas, del 4 de mayo de 1589, Pedro de Celiorigo, en la causa contra
Luis Cornejo, por deuda de 286 pesos de 30 botijas de miel de Quilca; la segunda es
del 10 de junio, una probanza de testigos del presbítero Antonio de Mendoza, contra
Francisco Madueño defensor de los bienes de doña María de Mendoza, difunta. Del
8 de agosto, Juan López Manzano en nombre del secretario Álvaro Ruiz de Navamuel,
albacea testamentario de Francisco Ruiz de Navamuel, y tutor y curador de doña
Inés de Navamuel, contra Bartolomé de Pradanos, sobre la rendición de cuentas de
los bienes que dejó su padre; del 24 de diciembre, Diego Álvarez Gayoso contra Luis

I Convocatoria Nacional de Artículos 105


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Luque de Vega Sarmiento, por la deuda de 518 pesos y 6 reales. De fines de la década,
del 14 de mayo el tesorero de la hacienda real Agustín Hernani de Santa Cruz y su
esposa doña María Gutiérrez, como cesionarios de don Alonso Díez de Ledesma,
contra Antonio de Paz y su mujer doña Jerónima Tello, por la deuda de 1,154 pesos.
Del 29 de octubre, el alguacil mayor don Melchor Dávalos de Castillo, en nombre de
don Pedro de Córdova Mejía, como cesonario de Vicente Adriano, contra Jerónimo
de Vedigal, por deuda de 321 pesos de unas mercaderías.

La última década es el espacio de tiempo en el que se dieron más procesos correspondientes


a la segunda mitad de siglo. Del 5 de marzo de 1591, Pedro Pérez de Maltranilla contra
Melchor de Chinchilla, por la deuda de 485 pesos de unas mercaderías; del 13 de noviembre,
don Juan de Mendoza como cesionario de Francisco Ortiz de Castro, contra don Gonzalo
Zegri, por la deuda de 53 pesos. De 1592, del 22 de abril el escribano público Diego de
Aguilar, contra Fabián de León por la entrega de una provisión real; del año siguiente, del
9 de noviembre Francisco Pinto, como cesionario de don Gonzalo Zegri, contra Andrés de
Herrera y Castilla, Juan de Chávez Carbajal, Antonio Corzo de Calvi, por la deuda de 800
botijas de vino del valle de Vítor. Del 27 de noviembre, el procurador de causas Francisco
de Sanmillán, en nombre de Diego de Cáceres, contra Mateo de Funes tutor y curador de
Luis de León, sobre el remate de dos chacras en el valle de la ciudad. Del 31 de enero de
1595, el defensor de menores Gabriel Pinto, en nombre de Diego Vargas, contra doña María
de Mendia, su madre y tutora, sobre la rendición de cuentas de los bienes de su difunto
padre; del año siguiente, del 3 de diciembre don Francisco Zegarra contra el hospital de los
pobres por la cancelación de un censo de 226 pesos anuales. Del 9 de diciembre de 1597,
Diego Sánchez Chaparro contra Francisco de Almonte y Fernando de la Torre, por la deuda
de 208 botijas de vino, en la heredad de Pitay en el valle de Siguas.

En el umbral del siglo, de 1599, figuran cuatro procesos, del 13 de agosto, Alonso de
Medina como cesonario de Francisco Pinto y Diego de Noreña, contra Luis de Aguirre
y sus fiadores: el clérigo presbítero vicario de la ciudad padre Pedro Alonso Bajo y el
mercader Alonso Caro Crestín, por la deuda de 1,000 pesos de la venta de una recua de
mulas. La segunda causa es del 17 de setiembre, Francisco de Sanmillán, en nombre de
Juan Antonio Corzo de Calvi, contra Andrés de Herrera y Castilla, por la deuda de 3,000
botijas de vino del valle de Vítor; la tercera causa data del 10 de noviembre, Baltazar de
Torres como cesonario de don Diego Teves y Manrique, contra Domingo de Zavalaga,
por la deuda de 580 pesos. Finalmente, del 6 de diciembre, Domingo López contra
Cristóbal Rodríguez Zamorano, por la deuda de 67 pesos por 80 botijas de vino.
Finalizando la centuria, del 4 de agosto, doña Tomasina de Maraver, viuda de don
Francisco de Acuña, contra Miguel Jerónimo del Carpio por la deuda de 8,000 pesos,
como ganancias de una compañía que tenían; del 2 de octubre, Juan López Manzano
en nombre de doña Juana de Padilla, viuda de don Luis Cornejo, como madre y tutora
de doña Petronila y heredera de sus hijos difuntos: don Luis y don Alonso, contra
don Miguel y don Lorenzo Cornejo y los hijos menores de doña María de Paz, difunta,
sobre la partición y división de bienes. Y la última causa civil, data del 14 de diciembre,
doña Jerónima de Velasco, en nombre de su marido don Luis de León y Mendoza,
contra el botijero Pedro Ruiz, por la deuda de 430 pesos.

106 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Como vimos, las causas civiles son 31 casos, divididos por la frecuencia, son 9 casos
por deuda por dinero, 5 por deuda por botijas de vino, 2 por deuda por mercaderías,
2 por rendición de cuentas por herencia, y un caso de cada uno de los siguientes
delitos: administración de bienes de menores, bienes de difuntos, cancelación de
censo, deuda por botijas de miel, deuda por ropa, deuda por dinero de compañía,
deuda por renta de censo, deuda por mulas, entrega de provisión real, nulidad de
venta de esclava, remate de 2 chacras, partición de bienes, posesión de chacra.

Las causas criminales en relación a las anteriores son pocas, suman sólo cinco. De los
años cincuenta son tres: del 15 de setiembre de 1550, Hernando de Rivera, en nombre
del licenciado Juan Fernández fiscal de la Audiencia Real de Lima, sobre la recepción y
obedecimiento de una provisión real e interrogatorio, para la causa criminal contra
Guinesa Guillén por complicidad en la rebelión de Gonzalo Pizarro; la segunda, data del
30 de setiembre de 1553, son los autos judiciales del interrogatorio y declaraciones sobre
el desafío a muerte, que hizo Miguel Rodríguez Zamorano, en nombre de Adrián Coronel,
contra Felipe de Mendoza. Y la tercera causa, data del 15 de setiembre de 1555, el indio
mitimae Sulcaavi de la encomienda de Camaná de Juan de la Torre, en la causa criminal
contra Alonso Díaz, por la violación de su mujer.

Los dos últimos procesos datan del 19 de abril de 1561, el encomendero de la ciudad de
La Plata, Gómez de Solís en la causa criminal por envenenamiento contra Inés Yumire
india natural del poblado de Tapacarí, en las afueras de Cochabamba; y, finalmente,
el último proceso data de agosto de 1569, la india Juana en la causa criminal contra
el indio sastre Jorge Hernández, por el delito de haberla agredido y causado severas
lesiones.

El panorama de la tipología delictiva en la Ciudad Blanca nos permite un acercamiento


a las infracciones cometidas por la población arequipeña muchas de los cuales fueron
penadas con multas y/o castigos físicos que se dieron como ejemplo para la población, en
la picota en la plaza mayor.

5. CONCLUSIONES

El funcionamiento de la real cárcel de Arequipa, como capital de la jurisdicción del


corregimiento del mismo nombre, se basó en la legislación hispana, disposiciones de
Indias y ordenanzas implementadas por el cabildo civil, de acuerdo a la problemática
local que paulatinamente se presentó. Los tratados de la época de Bernardino Sandoval,
Tomás Cerdán de Tallada y Cristóbal Cháves, innovadores en el tema carcelario, fueron
someramente aplicados, ya que la gestión del presidio arequipeño fue muy discreta por
la poca actividad criminal.

I Convocatoria Nacional de Artículos 107


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Las acciones desadaptadas en contra del sistema colonial y normas sociales de


comportamiento en Arequipa fueron 31 causas civiles que fueron resueltas con el castigo
de 100 o menos azotes y pagos de sumas de dinero. Las únicas 5 causas criminales
muestran que la ciudad tenía un bajo grado de criminalidad a lo largo de medio siglo en
una población, que posiblemente no llegaba al millar. De las causas criminales, podemos
agregar que los métodos correctivos fueron más drásticos, resalta el proceso a la india
Inés Yumire que supuestamente puso cierta ponzoña llamada “solimán” y envenenó
al encomendero de la ciudad de La Plata, Gómez de Solís quién en pocos días murió
envenenado en presencia del escribano Alonso de Luque. A la sospechosa del crimen se
le dictaminó la siguiente sentencia, sería llevada a la cárcel para que escuche su sentencia,
luego sería paseada desnuda por las principales calles hasta la picota y allí recibiría 50
azotes, luego el verdugo le cortaría la mano izquierda a la altura de la muñeca y luego sería
desterrada al reino de Chile, en caso de que volviera sería muerta inmediatamente. Como
vemos, la crueldad del veredicto evoca sangrientas prácticas medievales como medidas de
represión y corrección de la población.

La mujer española cómplice de Gonzalo Pizarro fue devuelta a la península ibérica


con la sentencia que muera de vieja encarcelada, siendo un caso excepcional, ya que
posiblemente ella había envenenado a sus maridos y en cinco oportunidades enviudó
heredando cuantiosas sumas de dinero, tierras, esclavos, mercaderías diversas, además de
haber torturado a los curacas yanahuaras en complicidad de dos negros cimarrones. El
caso del desafío a muerte, la violación a una india, y las lesiones causadas por un indio
sastre a otra india, quedan inconclusas, ya que la documentación en la que se resuelven
dichos casos a través de la imposición de un castigo a un crimen cometido, no figuran en
los registros.

Al estudiar un tema como el presente se pretende a través de la investigación histórica,


mostrar el accionar de las instituciones coloniales de represión social, a través de sus
disposiciones, y el criterio de la autoridad, que era voluble e irreversible. La cárcel,
como recinto de espera del veredicto, a fines del siglo XVIII fue cambiando su objetivo,
constituyéndose en un lugar de reclusión permanente o por largos periodos.
Los estudios de la historia de los lugares punitivos en la época colonial peruana deben
incrementarse para poder conocer cómo fueron los antecedentes del actual sistema
carcelario y la criminalidad, que se presentó en diferentes modalidades y fue reprimida a
través de mecanismos que en la actualidad son impensables su ejecución por su sangrienta
aplicación, por la modernización del sistema carcelario y punitivo peruano.

6. REFERENCIAS

Fuente primaria:

• Archivo Municipal de Arequipa (AMA).

108 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

• Libros de Actas de Cabildo Civil (LACC):


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• N°2, 12-02-1550, f.98r-100v.
• N°2, 19-04-1550, f.109v-110v.
• N°3, 21-10-1560, f.157v-158r.
• N°3, 27-09-1563, f.263r-263v.
• N°3, 24-04-1564, f.297r-298.
• N°4, 19-01-1568, f.78v.
• N°8, 04-01-1596, f.129r-130v.
• Archivo Regional de Arequipa (ARAR)
• Causas penales: E-001 a E-031.
• Causas criminales: E-405 a E-409.

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110 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

APROXIMACIÓN AL PERFIL COGNITIVO DE LOS ADOLESCENTES EN CONFLICTO


CON LA LEY PENAL DESDE LA TERAPIA DE ESQUEMAS

Cueva Arroyo, Antony Yosetp; Malacas Bautista, Carlos Alexander;


Salinas Silva, Angel Fernando; Berrocal Vizarreta, Armando
Torres Castillo, Vilma

Resumen

Esta investigación tiene como objetivo principal explorar el perfil cognitivo, desde la
Terapia de esquemas, de los adolescentes en conflicto con la ley penal internados en
los Centros Juveniles de Diagnóstico y Rehabilitación (CJDR). Se empleó un diseño no
experimental, de tipo descriptivo y se utilizó el Cuestionario de Esquemas de Young- versión
reducida (YSQ-SF). La muestra fue estadísticamente significativa y estuvo formada por 316
adolescentes del CJDR de Lima y Anexo II de Ancón, las edades de estos adolescentes
oscilan entre los 15 y 22 años, se encontró que el 86.1% de los adolescentes consumían
sustancias psicoactivas antes del internamiento, de los cuales el 50% consumía marihuana.
En cuanto a la aproximación del perfil cognitivo tenemos tres Esquemas Disfuncionales
Tempranos (EDT) de mayor prevalencia y que podrían caracterizar, a nivel cognitivo, a los
adolescentes del CJDR Lima: Estándares inflexibles con 87.3%, Dependencia con 78.5 %
y aislamiento social con 70%. En el caso de las adolescentes del Anexo II de Ancón, que
alberga a los adolescentes que cometieron infracciones consideradas de alta gravedad,
presentan mayores prevalencias en: Aislamiento social con 53.6%, dependencia con 50.0%,
y vulnerabilidad con 48.2%. Estos resultados permiten aproximarnos a un perfil cognitivo
que caracterizaría a cada población en estudio, tomando en consideración las variables
sociodemográficas analizadas.

I Convocatoria Nacional de Artículos 111


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

1. INTRODUCCIÓN

La delincuencia juvenil es uno de los problemas de alta prioridad que tiene el mundo
por enfrentar. A pesar de los esfuerzos institucionales y legales por disminuir la
conducta delincuencial de adolescentes, así como las cifras de la delincuencia en
general, los casos tienden a aumentar cada día.

El número de adolescentes en conflicto con la Ley Penal atendidos por el Sistema de


Reinserción Social del adolescente en conflicto con la Ley Penal (SRSALP) se ha ido
incrementando de 4 736 adolescentes atendidos en el 2011 a 6 950 adolescentes atendidos
en el 2016 tanto en los Servicios de Orientación al Adolescente (SOA) como en los Centros
Juveniles de Diagnóstico y Rehabilitación (CJDR). Este aumento guarda relación con el
número de adolescentes involucrados en infracciones a la Ley Penal que registra la Policía
Nacional del Perú – PNP que pasó de 4 334 en el 2011 a 4 618 hechos en el 2016. A abril de
2017, el SRSALP atendió a nivel nacional a 3 723 adolescentes en conflicto con la ley penal,
de los cuales el 41.7% (1 551) se encontraban cumpliendo una medida socioeducativa en
el SOA y el 58.3% (2 172) se encontraban privados de libertad en los CJDR (INDAGA,2017).

Es importante recalcar que el estudio científico de la delincuencia adolescente y juvenil


viene cobrando especial relevancia en la implementación de políticas públicas a nivel
mundial (Lahey, Moffitt y Caspi, 2003), esto se debe a que hay una gran necesidad de
conocer ampliamente este fenómeno con el fin de reducir las prevalencias de infracciones
(hurtos, robos, homicidios, etc.); así como las tasas de reincidencias de los delincuentes
juveniles. El cumplimiento de estos objetivos conlleva tener una mirada integral, ya que
estas personas suelen ser excluidas y discriminadas, en muchos casos, pierden el derecho
a la educación, a una identidad, a una cultura; entre otros aspectos relevantes.

Desde la psicología existe la denominada “Criminología del desarrollo”, una línea actual
de análisis de la delincuencia que se orienta en el estudio de la evolución en el tiempo de
las carreras delictivas (Redondo y Pueyo, 2007). En este campo se analiza la secuencia de
delitos cometidos por un individuo y los “factores” que se vinculan al inicio, mantenimiento
y finalización de la actividad delictiva, siendo su principal foco de atención los factores
de riesgo: factores estáticos (como la precocidad delictiva de un sujeto, su impulsividad
o su psicopatía), que contribuyen al riesgo actual pero que no pueden –generalmente–
modificarse, y factores dinámicos, o sustancialmente modificables, como sus cogniciones,
tener amigos delincuentes, o el consumo de drogas (SENAME, 2009).

En este marco, una de las propuestas teóricas más importantes es el modelo Riesgo-
Necesidad-Responsividad, en donde se establecen tres grandes principios: el
principio de riesgo, que asevera que los individuos con un mayor riesgo en factores
estáticos (históricos y personales, no modificables) requieren intervenciones más
intensivas; el principio de necesidad, que afirma que los factores dinámicos de riesgo
directamente conectados con la actividad delictiva (tales como hábitos, cogniciones
y actitudes delictivas) deben ser los auténticos objetivos de los programas de
intervención, y el principio de individualización, que advierte sobre la necesidad
de ajustar adecuadamente las intervenciones a las características personales y

112 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

situacionales de los sujetos, como su motivación, su reactividad a las técnicas, etc.


(SENAME, 2009).

De allí que los objetivos principales del tratamiento de estas personas deben ser
sus factores de riesgo directamente relacionados con sus actividades delictivas
(necesidades criminógenas). Andrews y Bonta (2006) se han referido a estos
como los “cuatro grandes” factores de riesgo: a) cogniciones antisociales; b) redes
y vínculos pro delictivos; c) historia individual de comportamiento antisocial y d)
rasgos y factores de personalidad antisocial.

En referencia a lo anterior, desde las últimas décadas del siglo pasado se ha


desarrollado el paradigma cognitivo, el cual permite dar cuenta de diferentes
explicaciones sobre cómo las distintas vivencias del ser humano generan una forma
de procesar la información (Henao, 2008). Es aquí la importancia de la especificidad
de contenido, en la cual se hace referencia a que cada persona tiene un perfil
cognitivo distintivo (Clark y Beck, 1997), compuesto por cuatro componentes básicos
que describen la forma de actuar de una persona: los esquemas, los procesos, los
productos y las estrategias (Beck, Wrigth, Newman y Liese, 1993).

De los modelos psicológicos con implicancias terapéuticas, la terapia cognitivo


conductual se centra en las variables cognitivas (Barlow, Allen y Choate, 2004)
dentro de las cuales tenemos los llamados “Esquemas cognitivos”, concebidos
como un constructo de gran utilidad para comprender y tratar una gran variedad
de trastornos psicológicos. Cuando las experiencias de la infancia son acordes a las
necesidades emocionales, el esquema en formación adquiere un funcionamiento
adaptativo. Sin embargo, cuando las experiencias tempranas son adversas, se genera
un esquema disfuncional (Beck, 1967).

En el marco de la Terapia Cognitivo Conductual, Jeffrey Young (1999, citado por Young,
Klosko y Weishaar, 2003) desarrolla la Terapia Cognitiva centrada en Esquemas y
define a los Esquemas Disfuncionales Tempranos como temas extremadamente
estables y permanentes que se desarrollan durante la niñez y son elaborados a
lo largo de la vida del sujeto, los cuales son fortalecidos por el procesamiento de
experiencias posteriores.

Según Young, Klosko y Wheishar (2003) los esquemas disfuncionales tempranos


tienen como características principales las siguientes:
1. Son verdades a priori acerca de uno mismo y del ambiente, que se dan por
sentadas sin cuestionarlas.
2. Se auto-perpetúan y son resistentes al cambio; es decir, no se modifican y se
mantienen a lo largo del tiempo.
3. Son disfuncionales o desadaptativos: con consecuencias auto-destructivas

I Convocatoria Nacional de Artículos 113


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

y/o daño significativo para los demás. Interfieren de forma significativa en la


satisfacción de las necesidades nucleares de autonomía, unión con los demás,
auto-expresión, límites, gratificaciones y autoestima necesarias para una calidad
de vida saludable.
4. Son activados por cambios ambientales relevantes al esquema o por estados de
ánimo o estados biológicos. No siempre están en nuestra conciencia. Cuando se
activan se acompañan de altos niveles de afecto o emociones.
5. Son el resultado de la interacción del temperamento con las experiencias
nocivas o interacciones dolorosas y disfuncionales con los miembros de la
familia o cuidadores en la infancia.

2. DIMENSIONES

A continuación, presentamos los dieciocho esquemas disfuncionales tempranos


identificados por Young, que se agrupan en 5 dimensiones. Cada una de estas
dimensiones refleja una necesidad crítica de los niños relacionada con el
funcionamiento adaptativo. Las dimensiones describen, a su vez, relaciones
tempranas disfuncionales con padres y amigos, donde radican los orígenes del
esquema, así como el funcionamiento interpersonal adulto (Young, 2003; citado por
Rodríguez, 2009).

Primera Dimensión: Desconexión y rechazo, incluye individuos criados en ambientes


que carecen de alimentación, afecto, aceptación y estabilidad. Los adultos criados
en este tipo de ambiente asumen que no van a encontrar en la vida su deseo de
amor, aceptación, seguridad y empatía. Los esquemas dentro de esta dimensión
recogen las diversas “posibilidades” o “consecuencias” de este tipo de privaciones.
Un niño sin afecto o sin aceptación tendrá una cierta probabilidad de desarrollar un
esquema como el de imperfección/vergüenza (Young,1990). Está conformado por los
siguientes esquemas:

1. Abandono/ Inestabilidad.- La percepción de que aquellos que lo rodean son


inestables e indignos de confianza como para prodigar apoyo y conexión.
2. Desconfianza/ Abuso.- La creencia de que los otros lo lastimarán, se aprovecharán
de él o lo harán víctima de sus abusos, humillaciones, engaños, o mentiras.
3. Deprivación Emocional. - La creencia de que el deseo de lograr un grado normal
de apoyo emocional no será adecuadamente satisfecho por los otros.
4. Defectuosidad/ Vergüenza. - El sentimiento de que uno es defectuoso, malo,
indeseado, inferior o incapaz en aspectos importantes; o de que uno no sería
digno de ser amado por los otros significativos, si fuera puesto al descubierto.
5. Aislamiento Social/ Alienación. - El sentimiento de que uno está aislado del
resto del mundo, es diferente de los demás y/o no hace parte de ningún grupo
o comunidad.

Segunda Dimensión: Autonomía y Desempeño Deteriorados, refleja un ambiente

114 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

infantil muy complicado y sobreprotector. En sus relaciones en la vida adulta, estos


individuos son demasiados dependientes de los demás y creen que carecen de las
habilidades adecuadas para afrontar situaciones por ellos mismos. Es fácil que un
niño excesivamente protegido desarrolle esquemas disfuncionales tempranos como,
por ejemplo, el de dependencia/ incompetencia (Young,1990). Está conformado por
los siguientes esquemas:

6. Dependencia/ Incompetencia. - La creencia de que uno es incapaz de enfrentar


las responsabilidades cotidianas de un modo competente sin una cantidad
considerable de ayuda externa.
7. Vulnerabilidad al daño o a la enfermedad. - Un temor exagerado a que la
catástrofe sobrevenga de un modo inminente en cualquier momento sin capaz
de controlarlo.
8. Enmarañamiento. - Una excesiva implicación y cercanía emocional con uno o más
otros significativos (con frecuencia los padres) a expensas de una individuación
completa o de un desarrollo social normal.
9. Fracaso. - La creencia de que uno ha fracasado o fracasará inevitablemente, o
de que se es inherentemente inadecuado con respecto a sus amigos, en áreas de
logro (educación, carrera, deportes, etc.).

Tercera Dimensión: Límites insuficientes, normalmente fueron criados por padres


permisivos y demasiado indulgentes, lo cual pudo contribuir a que se creyeran
superiores, como adultos carecen de auto disciplina y pueden tener un sentimiento
de autoridad en sus relaciones con los demás, llegando incluso a ser insensibles ante
las necesidades y deseos de las otras personas (Young,1990). Está conformado por
los siguientes esquemas:

10. Grandiosidad. - La creencia de que uno es superior a los demás; de que tiene
derechos y privilegios especiales; o de que no está obligado por las reglas de
reciprocidad que guían la interacción social normal.
11. Autocontrol/Autodisciplina Insuficientes. - Se expresa en la dificultad
generalizada o la negación a ejercer un autocontrol y una tolerancia a la
frustración suficientes como para lograr las propias metas, o limitar la expresión
excesiva de las emociones y los impulsos.

Cuarto Dimensión: Orientación hacia los otros, está fomentada por experiencias
tempranas en las que las necesidades del niño son secundarias a las necesidades
de los demás. En sus interacciones en la vida adulta se preocupan más del bienestar
de los demás y de ganar su aprobación que de sus propias necesidades. Esquemas
como el de subyugación sería un buen ejemplo de esta dimensión (Young,1990). Está
conformado por los siguientes esquemas:
12. Subyugación.- Sujeción excesiva al control de los demás, porque uno se siente
obligado, generalmente para evitar reacciones de ira, retaliación o abandono.
13. Auto sacrificio.- Concentración excesiva y voluntaria en la satisfacción de las
necesidades de los demás, en situaciones cotidianas, a expensas de la propia
satisfacción.

I Convocatoria Nacional de Artículos 115


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

14. Búsqueda de Aprobación/ Búsqueda de Reconocimiento.- Énfasis excesivo en la


obtención de la aprobación, el reconocimiento o la atención de los demás o en
encajar, en detrimento de un sentido seguro y genuino.

Quinta Dimensión: Sobrevigilancia e inhibición, se desarrolla cuando se educa a los


niños en el perfeccionismo, en una familia rígida. En su vida adulta presenta un exceso
de control, con reglas extremadamente elevadas. Por ejemplo, es normal que un
individuo criado en ese ambiente desarrolle un esquema disfuncional temprano que
lo lleve a interpretar sus experiencias en función del éxito o del fracaso (Young,1990).
Está conformado por los siguientes esquemas:

15. Negatividad/ Pesimismo.- Una concentración generalizada y permanente en


los aspectos negativos de la vida (dolor, muerte, pérdida, desilusión, conflicto,
culpabilidad, resentimiento, problemas no resueltos, errores potenciales,
traición, cosas que podrían ir mal etc.), mientras se minimizan o se ignoran los
aspectos positivos u optimistas.
16. Inhibición Emocional.- La inhibición excesiva de acciones y sentimientos y de
una comunicación espontánea, generalmente para evitar la desaprobación de
los demás. Sentimientos de vergüenza o la pérdida del control de impulsos.
17. Estándares Implacables/ Hipercrítica.- La creencia subyacente en que uno
debe esforzarse por alcanzar estándares muy altos de conducta y desempeño,
generalmente para evitar la crítica. Desemboca en sentimientos de presión o en
dificultad para desacelerar el ritmo de vida, y en una actitud hipercrítica hacia
uno mismo y hacia los demás.
18. Condena.- La creencia de que las personas deberían ser castigadas con dureza
por cometer errores. Implica una tendencia a ser de mal carácter, intolerante,
punitivo e impaciente con aquellas personas (incluyendo uno mismo) que no
comparten los propios estándares o expectativas.

En cuanto a investigaciones relacionadas a este estudio, tenemos a nivel internacional


que Tremblay y Dozois (2014), realizaron un estudio con 543 mujeres (64,1%) y 304
hombres (35,9%), con edades entre 16 hasta 46 años, con el objetivo de relacionar
los esquemas disfuncionales tempranos con la agresión. Los resultados mostraron
que la agresión se relaciona con los esquemas de Desconfianza, Privación Emocional,
Aislamiento social y Grandiosidad. A nivel de género, los hombres de este estudio
obtuvieron puntuaciones más altas en Privación emocional y Grandiosidad, mientras
que las mujeres puntuaron más alto en Auto sacrificio.

Así mismo Ortega, S y Ortega, A (2013) realizaron un análisis descriptivo de los


esquemas maladaptativos tempranos en un grupo de criminales, y lo compararon con
un grupo clínico y un grupo comunitario sin antecedentes criminales. Los resultados
permitieron identificar en los criminales cuatro esquemas con puntuaciones más
altas en comparación a los dos grupos control: Desconsideración por los demás,
Aislamiento Social, Privación Emocional y Desconfianza.

También Londoño y Valencia (2012) describieron el perfil cognitivo de los imputados

116 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

del Centro de Reflexión del Municipio de Caldas Antioquia. Los resultados mostraron
que los esquemas de mayor predominio son los esquemas son vulnerabilidad al daño,
inhibición emocional y grandiosidad; y en baja frecuencia autocontrol /insuficiencia
y autodisciplina.

Finalmente, Cifuente y Londoño (2011) investigaron sobre el perfil cognitivo y


psicopatológico asociados a la conducta antisocial que se lleva a cabo con una
muestra de 607 personas imputadas en la ciudad de Medellín, en este estudio se
encontró que los esquemas predominantes en la conducta antisocial hace alusión
a los esquemas de insuficiente autocontrol, autodisciplina, derecho grandiosidad y
privación emocional.

Dentro de la literatura peruana son escasos, por no decir nulos, los estudios desde
una perspectiva cognitiva sobre adolescentes en conflicto con Ley Penal. Hasta
nuestro conocimiento no hay estudios que hayan identificado los esquemas
disfuncionales tempranos en esta población. El aproximarnos a un perfil cognitivo
nos permitirá identificar mecanismos psicológicos que explican o facilitan este
tipo de comportamientos y en consecuencia proponer intervenciones basadas en
evidencia para prevenir, tratar y rehabilitar a esta población. Por lo anteriormente
mencionado, la presente investigación busca comprender este fenómeno desde
una perspectiva cognitiva, planteándonos la siguiente pregunta: ¿Cuál es el Perfil
cognitivo de los adolescentes infractores internados en los Centros Juveniles, desde
la Terapia de Esquemas?

3. METODOLOGÍA

3.1. Diseño y tipo investigación

Se utiliza un método cuantitativo, con diseño no experimental de tipo descriptivo


(Hernández, Fernández y Baptista, 2010).

3.2. Población y muestra

Para la presente investigación, la población está conformada por todos los


adolescentes de sexo masculino que se encuentran cumpliendo una medida
socioeducativa en el Centro Juvenil de diagnóstico y Rehabilitación de Lima
(CJDR) y su Anexo II ubicado en Ancón.

La muestra estuvo conformada por 316 adolescentes infractores varones, que se


encuentran cumpliendo una medida socioeducativa de privación de la libertad
en el Centro Juvenil de diagnóstico y Rehabilitación de Lima (CJDR) y su Anexo II
ubicado en Ancón. Estos adolescentes se encuentran entre 15 y 22 años. Asimismo,
la mayoría de participantes son solteros, y cuentan con estudios secundarios
incompletos. Con respecto al motivo de ingreso a la institución, la mayoría de
adolescentes ingresó por robo agravado, seguido de homicidio. Finalmente, la

I Convocatoria Nacional de Artículos 117


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

mayoría de estos adolescentes consumió alguna sustancia psicoactiva previo a


su internamiento (Ver Tabla 1).

Con respecto al tipo de muestreo, este es no probabilístico y de tipo intencional;


ya que los elementos seleccionados no dependen de la probabilidad, sino de las
diversas circunstancias que permiten hacer el muestreo, como el acceso o la
disponibilidad, la conveniencia, entre otros; asimismo en este tipo de muestreo
es el investigador quien selecciona la muestra (Scharager y Armijo, 2001).

Con respecto a los criterios de inclusión, tenemos: que los adolescentes


infractores hayan tenido una medida socioeducativa (sentencia establecida),
que hayan tenido hasta seis meses de internamiento en el Centro Juvenil y que
mínimamente hayan sabido leer y escribir. Por su parte, los criterios de exclusión
fueron: que hayan presentado un diagnóstico psiquiátrico o deterioro funcional.

3.3. Variables

3.3.1. Esquemas disfuncionales tempranos

3.3.1.1. Definición conceptual

Los esquemas disfuncionales tempranos son temas muy estables y duraderos


que se desarrollan y se elaboran a lo largo de toda la vida de los individuos,
teniendo como características: son verdades a priori, se auto perpetúan,
resistentes al cambio, disfuncionales, activados por experiencias ambientales,
interacción entre el temperamento y experiencias evolutivas disfuncionales
(Young, 1999).

3.3.1.2. Definición operacional

Puntaje obtenido en el cuestionario Esquemas de Young- versión reducida


(YSQ-SF).

3.3.1.3. Variable de Control


• Edad (15 - 22 años)

3.3.1.4. Instrumentos
–– Ficha Socio-demográfica
Permite registrar algunas características relevantes de los sujetos
estudiados: sexo, número de internamientos, edad, grado de instrucción,
consumo de drogas.
–– Cuestionario de Esquemas de Young-Versión reducida (Young Schema
Questionare – Short Form: YSQ-SF).

Esta escala fue construida por Young y Brown en 1994, su objetivo es evaluar
15 Esquemas Disfuncionales Tempranos (EDT), los cuales están organizados

118 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

en cinco Dominios/Dimensiones. Es un cuestionario de 75 ítems, estando cada


subescala compuesta por 5 ítems. La escala de medida es de tipo Likert, con
alternativas de respuesta que oscilan entre 1 y 5 puntos (desde “totalmente
falso” a “me describe perfectamente”).

Este Cuestionario ha demostrado tener buena consistencia interna, ya que los


análisis de su estructura factorial primaria son estables en diferentes países y
para varios grados de psicopatología. En el Perú, tenemos algunas investigaciones
que han analizado este cuestionario: Hilario (2016) evaluó las propiedades
psicométricas del cuestionario YSQ-SF en estudiantes universitarios de Villa el
Salvador – Lima, encontrando que el cuestionario es válido por los métodos de
criterio de jueces y análisis por correlación ítem-test, obteniendo un alto nivel
de validez de contenido. Así mismo, demuestra confiabilidad en la medición
de los métodos de consistencia interna por la fórmula de Alpha de Cronbach,
obteniendo una correlación de 0,963 para todo el instrumento.

Para usar una escala psicométrica elaborada en otro país es imprescindible adaptarlo
a las características de la población que se va a estudiar y demostrar su validez y
confiabilidad en esta nueva población, Matesanz (1997), motivo por el cual se realizó el
análisis de confiabilidad del cuestionario YSQ-SF a través del método de consistencia
interna, mostrando un coeficiente de Alfa de Crombach de 0.816 para la escala total,
lo cual significa una adecuada confiabilidad del instrumento, porque supera el punto
de corte de .70, generalmente aceptado para los instrumentos psicológicos (Miech,
2002).

En cuanto a la validez del cuestionario YSQ-SF, se optó por realizar una validez
de constructo a través del análisis factorial por componentes principales, con
rotación de tipo varimax. En primer lugar, se utilizó el índice de adecuación de la
muestra de kaiser meyer olkin (KMO = 0.757) y la prueba de esfericidad de bartlett
(X2 = 9037.714, p< 0.000), los cuales corroboraron un adecuado tamaño muestral
y la pertinencia de aplicar el análisis factorial. En segundo lugar, se analizaron los
factores del cuestionario YSQ-SF, en donde la solución factorial del instrumento
arrojó quince factores, los cuales explicaron el 53.107% de la varianza, para
dicho análisis se quitaron los autovalores inferiores a 1.5, ya que solo aportaban
menos del 5% de la varianza total. Estos quince factores predominantes serían
los quince esquemas disfuncionales tempranos planteados en el cuestionario.

3.4. Procedimiento

Para realizar esta investigación se solicitaron los permisos correspondientes a la


Gerencia de los Centros Juveniles y al director del Centro Juvenil. Se establecieron
las fechas y horarios en las que se realizaría la aplicación del instrumento.

I Convocatoria Nacional de Artículos 119


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

La aplicación se llevó a cabo en los ambientes con los que cuenta el Centro, ya sea
el salón de clase, las oficinas de los psicólogos que laboren en el mismo, etc. La
aplicación del cuestionario fue de manera individual, por lo que al inicio de cada
sesión, el encargado de la aplicación aplicó un consentimiento oral; es decir, se les
explicó las pautas y se les indicó que podían abandonar la prueba en el momento
que deseasen si lo encontraban necesario. Posteriormente, orientó el llenado
de la ficha de datos sociodemográficos y, finalmente, leyó las instrucciones
del cuestionario YSQ-SF para que el adolescente proceda a completarlo. Cada
aplicación (consentimiento informado oral, ficha de datos sociodemográficos y
cuestionario YSQ-SF) se realizó en una hora aproximadamente por adolescente
y fue aplicada por 5 profesionales capacitados en la aplicación de dichos
instrumentos.

Una vez concluida la aplicación de los instrumentos, se procedió a la elaboración


de la base de datos para el procesamiento estadístico haciendo uso del paquete
estadístico SPSS Versión 20.0.

Luego, se procedió a realizar el análisis psicométrico del cuestionario


(confiabilidad y validez) e identificar las prevalencias de las características
socio demográficas de los adolescentes (edad, grado académico, motivo de
ingreso, consumo de drogas, etc.), así como la prevalencia de los esquemas
disfuncionales tempranos. Posteriormente, se decidió utilizar la prueba no
paramétrica de Chi cuadrada por los resultados de su distribución normal y
finalmente se identificaron las diferencias estadísticas significativas según
variables sociodemográficas.

4. RESULTADOS

Prevalencias de presencia de significativa de Esquemas Disfuncionales


Tempranos

Se identificó que los esquemas disfuncionales tempranos de mayor prevalencia en los


adolescentes en conflicto con la Ley penal internados en los Centros Juveniles de medio
cerrado del departamento de Lima son: estándares inflexibles 80.1%, dependencia 73.4 %
y aislamiento social 67.1%. (Ver tabla 2).
Prevalencias de Esquemas Disfuncionales Tempranos según variables
sociodemográficas

En la Tabla 3 podemos observar que en la población de adolescentes en conflicto


con la ley penal del CJDR Lima existe una alta prevalencia de los Esquemas

120 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Disfuncionales Tempranos (EDT) de: Estándares inflexibles con 87.3%, dependencia


con 78.5 % y aislamiento social con 70 %. En el caso de los adolescentes del Anexo II
de Ancón, que alberga a los adolescentes que cometieron infracciones consideradas
de alta peligrosidad, presentan mayores prevalencias en: Aislamiento social con
53.6%, dependencia con 50 %, y vulnerabilidad con 48.2%. Cuando se analizan los
valores de la prueba Chi cuadrada calculada que hace referencia a la comparación
de los esquemas disfuncionales tempranos según el lugar donde están internados,
se encuentran diferencias estadísticamente significativas en 7 esquemas. Los
adolescentes internados en el CJDR Lima tienen una mayor prevalencia en los
esquemas que los internados en el Anexo II-Ancón.

En la tabla 4 se encuentran diferencias significativas (p˂0,05) en los esquemas


de Dependencia (X2 =0.004), Desconfianza (X2 =0.048), Abandono (X2 =0.031) y
Estándares inflexibles (X2 =0.000). En todos estos esquemas existe una mayor
prevalencia de los esquemas disfuncionales tempranos en el grupo de adolescentes
en conflicto con la ley penal que cuenta con estudios incompletos.

En la Tabla 5 podemos observar diferencias significativas (p˂0,05) en el esquema


de Autosacrificio (X2 =0.009). Existe una mayor prevalencia del esquema disfuncional
temprano en el grupo de adolescentes en conflicto con la ley penal que cuentan con
más de dos internamientos.

En la tabla 6 se encuentran diferencias significativas (p˂0,05) en esquemas de


Dependencia (X2 =0.000), Desconfianza (X2 =0.044), Privación emocional (X2 =0.001),
Grandiosidad (X2 =0.037) y Abandono (X2 =0.009). En todos estos esquemas existe
una mayor prevalencia de los esquemas disfuncionales tempranos en el grupo de
adolescentes en conflicto con la ley penal que consumen sustancias psicoactivas (SPA).

5. DISCUSIÓN RESULTADOS

A tenor de los resultados obtenidos cabe señalar que el Cuestionario de Esquemas


disfuncionales (YSQ-SF) presenta buena confiabilidad puesto que los índices de
consistencia interna estimados mediante el alpha de Cronbach son altos, siendo el
valor general del cuestionario con un valor de alpha 0. 816, el cual muestra un valor
que superan el umbral del punto de corte igual a 0.70, considerado como indicador
de una buena confiabilidad para los instrumentos psicológicos (Miech, 2002). Este
valor es muy similar a los obtenidos en un estudio en Colombia (Londoño, Schnitter,
Marin, Calvete, Ferrer, Maestre, Chaves y Castrillon, 2012) sobre la validación del Young
Schema Questionnaire-Short siendo la confiabilidad general de un valor de alpha 0.957
y para cada de uno de los esquemas analizados los valores oscilaron entre 0.74 y 0.89.
En cuanto a la validez del cuestionario de esquema disfuncionales (YSQ-SF), se realizó
una validez de constructo a través del análisis factorial por componentes principales,
con rotación de tipo varimax, este resultado es similar a la investigación realizada
por Londoño, Schnitter, Marin, Calvete, Ferrer, Maestre, Chaves y Castrillon (2012),
donde es importante señalar que los análisis factoriales confirmaron la estructura

I Convocatoria Nacional de Artículos 121


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

original de 15 de factores de primer orden, coincidentes con los 15 esquemas teóricos.

Finalmente, para identificar los esquemas disfuncionales tempranos se sumaron


los puntajes brutos de cada esquema y se obtuvieron puntuaciones directas que
se convirtieron en percentiles, lo cual se estableció como límite para la presencia
significativa del esquema el percentil 75 en cada uno de los esquemas evaluados en
el cuestionario.

El esquema de mayor prevalencia en los adolescentes en conflicto con la ley penal es el


de estándares inflexibles con 87.3%. Este esquema supone la creencia nuclear que uno
debe esforzarse para satisfacer estándares muy elevados con el fin de ganar la aprobación
de los demás y así evitar la crítica. Esta postura incluye una tendencia hacia la hipercrítica
personal y del entorno. Estos resultados manifiestan que los progenitores de los niños
o adolescentes con problemas de comportamiento ejercen el castigo para corregir el
comportamiento por medio de gritos, regaños y obligan a que se cumplan las reglas, a
la vez que retiran la atención. En medida explicado por los estándares altos de exigencia
que tienen los progenitores para sí mismos y para los demás, con el fin de evitar la crítica
(Castrillón, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marin y Schnitter, 2005; Estévez y Calvete,
2007).

El segundo esquema de mayor prevalencia es el de dependencia con un 78.5 %. Este


esquema supone la creencia de que uno es incapaz de enfrentar las responsabilidades
cotidianas de un modo competente sin una cantidad considerable de ayuda externa. En
un estudio realizado por Bernstein (2002) este esquema se relaciona con un trastorno
dependiente a su vez ligado a la delincuencia es cuando estas personas de alguna manera
se “unen” a personas con personalidad psicopática dada su gran necesidad de estimación
y de integración grupal, y, de este modo, se convierten en cómplices, más o menos pasivos,
de conductas violentas. Así, son capaces de hacer cualquier cosa por mantenerse al lado
de ese hombre o mujer que le cuida, le protege, y en definitiva le hace sentirse más seguro
o segura, incluso llegando a asesinar a sangre fría. Este comportamiento de “complice” es
más frecuente y conocido en mujeres que en hombres.

El tercer esquema es el aislamiento social con un 70 %. Este esquema se entiende como el


sentimiento de que uno está aislado del resto del mundo, es diferente de los demás y/o no
hace parte de ningún grupo o comunidad, que surgen de experiencias de rechazo tanto
familiar como social, falta de habilidades sociales y falta de conexión con otras personas.
Similares resultados se encontraron en la investigación de Ortega, S y Ortega, A (2013),
quienes realizaron un análisis descriptivo de los esquemas disfuncionales en un grupo
de criminales. Los resultados permitieron identificar en los criminales cuatro esquemas
con puntuaciones más altas entre las cuales se encuentra el esquema de aislamiento
social. De lo anterior se puede mencionar que el esquema disfuncional de aislamiento en
adolescentes en conflicto con la ley penal están relacionados directamente con los tipos
de violencia más grave.

Referente a los esquemas disfuncionales tempranos según grado de instrucción se


encontró que los valores de la prueba chi cuadrado calculado presenta diferencia

122 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

significativa (p<0,05) siendo de mayor prevalencia los adolescentes en conflicto con


la ley penal con estudios incompletos con un 83.6% están relacionados al esquema
Estándares inflexibles, esto indica que las personas generan sentimientos de presión
y dificultades para atenuar el ritmo de vida, así como una actitud hipercrítica hacia
sí mismo y los demás, involucrando un deterioro significativo del placer natural, la
diversión, la salud, la autoestima, la sensación de logro o las relaciones satisfactorias.
Es decir, los adolescentes con frecuencia piensan que deberían autoexigirse,
ya que los padres imparten su conexión con el hijo significativamente cuando
conseguían elevados logros, y cuando estos logros no eran alcanzados pasaban a
ser cuestionados y criticados constantemente (Young y Klosko, 2001) y, por otro lado,
piensan en que debe dirigirse a mantener la aprobación de los demás, para poder
mantenerse y ser aceptado en un grupo, su valor radica en lo que piensen los demás
(Young, Klosko y Weishaar, 2013). Según Navarro (1997) generaría una baja tolerancia,
sin capacidad de espera, quiere tener algo apenas lo desea; no tolera los problemas,
menos el fracaso. El en caso de no adaptarse en la escuela por la autoexigencia que
ellos mismo se generan ante la presión de los padres será un foco de permanente
de tensión y conflicto precipitándolo de alguna forma a la deserción escolar, la cual
“mientras más precoz, genera más posibilidades de que el adolescente presente
conductas delictuales” (Fernández, 2003). La deserción escolar está altamente
correlacionada con la iniciación y reincidencia en el delito, aunque tampoco opera
como un fenómeno de causa y efecto.

Por otro lado, se observa diferencias significativas en el esquema de autosacrificio en


adolescentes infractores que cuentan con más de dos internamientos. Según Young
(2003; citado por Rodríguez, 2009) refiere que este esquema aparece en individuos
que descuidan sus propias necesidades de manera que puedan ahorrar el dolor de los
demás. Estas actuaciones provienen de personas que tienen figuras familiares que
mostraron conductas de rechazo y no valoran las acciones que realiza el niño en la
búsqueda permanente de reconocimiento, esa búsqueda permanece en la estructura
del sujeto en la adultez, pues afectivamente siempre estará buscando reconocimiento
en el otro, sintiendo que sus esfuerzos no son valorados por los demás y, en su actuar,
el sujeto siempre tendrá la sensación de que será rechazado por los demás, por lo cual
evita la vinculación emocional. Respecto a los adolescentes infractores que presentan
este esquema podría favorecer la aparición de bajos estados de ánimo o depresión que
generan emociones y sentimientos negativos, en consecuencia encuentran cada vez
más difícil establecer y mantener relaciones sociales, así mismo sus respuestas sociales
son aprendidas de forma parcial o inadecuada, donde hay un proceso implicado que
evita la adquisición de respuestas sociales más apropiadas que hace más probable la
reincidencia de la infracción.Finalmente, respecto a los esquemas disfuncionales según
consumo de sustancias psicoactivas presenta diferencias significativas en los esquemas de
Dependencia, Desconfianza, Privación emocional, Grandiosidad y Abandono.

Desde el esquema de Grandiosidad, este implica la creencia de que uno es superior


a otras personas y merecedor de derechos y privilegios especiales. Este esquema se
muestra con alta prevalencia en imputados (Londoño y Valencia, 2012), en personas
con conductas antisociales (Cifuente y Londoño, 2011), además ha sido asociado

I Convocatoria Nacional de Artículos 123


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

a la conducta violenta (Calvete, Orúe y Sampedro, 2011). Es importante destacar,


que desde la terapia de esquemas se diferencia entre varios tipos de esquemas
disfuncionales de grandiosidad. Por una parte, la “grandiosidad frágil”, entendida
como aquella que aparece como una forma de sobrecompensar los sentimientos
subyacentes de imperfección y privación emocional, y que se relaciona con el
trastorno de personalidad narcisista (Young, Klosko y Weishaar, 2003), por otra, la
“grandiosidad pura”, que es aquella que proviene de una falta de límites y no asunción
de responsabilidades con respecto a los demás y a la propia conducta. El esquema de
grandiosidad se ha asociado, además, a la violencia física y verbal (Tremblay y Dozois,
2009), y a la violencia física filio-parental - hijos a padres (Calvete, Orúe y Sampedro,
2011). Para Hidalgo y Júdez (2007) el consumo de drogas y las conductas delictivas
constituyen un fenómeno complejo y multisectorial. Es preciso tener en cuenta los
aspectos propios del desarrollo del adolescente, los comportamientos de riesgo a
los que se exponen, así como los factores de riesgo y de protección. Lo que hace
a los adolescentes más vulnerables a la experimentación o abuso del consumo de
drogas, es la combinación de varios factores de riesgo. Por el contrario, la presencia
de factores de protección puede condicionar su inhibición, reducción o modulación.

6. CONCLUSIONES

• Los esquemas disfuncionales tempranos tienen gran influencia sobre los estudios
de conducta criminal debido a la metodología científica que maneja; permitiendo
así el acercamiento a la comprensión de dicha problemática, sin embargo, es posible
pensar que la conducta criminal influye en el mantenimiento de los esquemas
debido a la percepción y al procesamiento que se tienen de estos desde la niñez y
a lo largo de la vida a partir de experiencias vividas, lo cual no permite realizar un
cambio o mejoramiento de estos esquemas disfuncionales por unos adaptativos,
pues existen mecanismos cognitivos que distorsionan la realidad de estos individuos
impidiéndoles un positivo procesamiento y percepción de la información.
• Los esquemas disfuncionales tempranos pueden calificarse como factor de riesgo
preponderante en el desarrollo funcional de los adolescentes en conflicto con la
ley penal en los aspectos social, familiar, emocional, psicológico entre otros.
• Los esquemas disfuncionales tempranos que caracterizan a la población del
CJDR Lima son: Estándares inflexibles (87.3%), dependencia (78.5 %) y aislamiento
social (70%); mientras que en el Anexo II de Ancón, tenemos: Aislamiento social
con (53.6%), dependencia con (50 %), y vulnerabilidad con (48.2%).
• En siete esquemas disfuncionales tempranos (abandono, aislamiento social,
privación emocional, dependencia, vulnerabilidad, yo dependiente y estándares
inflexibles) presentan diferencias estadísticamente significativas, de los cuales
la población que se encuentra en el CJDR tiene las mayores prevalencias de
estos esquemas que los internados en el Anexo II-Ancón.
• En cuatro esquemas disfuncionales tempranos (dependencia, abandono,
estándares inflexibles y desconfianza) presentan diferencias estadísticamente
significativas según nivel educativo, la mayor prevalencia de estos esquemas se
encuentra en la población con estudios incompletos.

124 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

• En un esquema disfuncional temprano (autosacrificio) presenta diferencias


estadísticamente significativas según número de internamientos, la mayor
prevalencia de este esquema se encuentra en la población con más de dos
internamientos.
• En cinco esquemas disfuncionales tempranos (dependencia, abandono,
desconfianza, privación emocional y grandiosidad) presentan diferencias
estadísticamente significativas según consumo de SPA, la mayor prevalencia de
estos esquemas se encuentra en la población con consumo de SPA.

7. RECOMENDACIONES

• En función a los resultados del presente estudio sería conveniente la elaboración


y aplicación de un programa de intervención teniendo como objetivo el trabajo
de los esquemas disfuncionales tempranos donde los diferentes fenómenos de
conducta inadecuada para la sociedad como lo son las conductas criminales y
la violencia no sea abordado como un hecho aislado ya que como se expresó
dentro del planteamiento del problema, son cifras que van en aumento y no
tienen ningún tipo de preferencia ni discriminación, sino por el contrario están
en cualquier esfera social.
• Incidir en el tratamiento de los adolescentes en conflicto con la ley penal, para
modificar, reestructurar y fomentar estrategias de afrontamiento adaptativas
y así evitar que pueda formar trastornos clínicos. Esto, con la finalidad de
que las diferentes áreas de su vida se fortalezcan, convirtiéndose en factores
protectores y no de riesgo para el individuo.
• Estandarizar el cuestionario de Young-versión reducida (YSQ-SF), porque
contribuirían con la evaluación clínica en nuestro país, más aún conociendo
que hay antecedentes de las propiedades psicométricas de este cuestionario en
otros países que confirman una aceptable confiabilidad y validez.

8. REFERENCIAS

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I Convocatoria Nacional de Artículos 127


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

9. ANEXOS

TABLAS

Tabla 1. Datos sociodemográficos de los adolescentes infractores internados en los Centros


Juveniles

CJDR Lima Anexo II Ancón Total


Edad de la Madre
N % N % N %

15 años 2 0.8 0 0 2 .6

16 años 16 6.2 0 0 16 5.1

17 años 96 36.9 0 0 96 30.4

18 años 113 43.5 7 12.5 120 38

19 años 25 9.6 19 33.9 44 13.9

20 años 7 7 15 26.8 22 7

21 años 1 0.4 11 19.6 12 3.8

22 años 0 0 4 7.1 4 1.3

Nivel de estudios

Primaria incompleta 34 13.1 7 12.5 41 13

Primeria completa 0 0 2 3.6 2 0.6

Secundaria incompleta 224 86.2 26 46.4 250 79.1

Secundaria completa 2 0.8 21 37.5 23 7.3

Estado civil

Soltero 212 81.5 40 71.4 252 79.7

Conviviente 46 17.7 16 28.6 62 19.6

Separado 2 0.8 0 0 2 0.6

Motivo de ingreso

Extorsión 0 0 3 5.4 3 0.9

Homicidio 39 15 25 44.6 64 20.3

Hurto agravado 6 2.3 0 0 6 1.9

128 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

CJDR Lima Anexo II Ancón Total


Edad de la Madre
N % N % N %

Lesiones graves 7 2.7 4 7.1 11 3.5

Pandillaje 2 0.8 0 0 2 0.6

Robo agravado 167 64.2 20 35.7 187 59.2

TIA 17 6.5 0 0 17 5.4

TID 8 3.1 2 3.6 10 3.2

Violación 14 5.4 2 3.6 16 5.1

Consumo de drogas

No consume de SPA 32 12.3 12 21.4 44 13.9

Consume SPA 228 87.7 44 78.6 272 86.1

Droga de consumo

Alcohol 21 8.1 0 0 21 6.6

Bembos 35 13.5 0 0 35 11.1

Cigarros 2 0.8 0 0 2 0.6

Cocaína 7 2.7 0 0 7 2.2

Crack 3 1.2 0 0 3 0.9

Marihuana 119 45.8 39 69.6 158 50

Mixtos 23 8.8 0 0 23 7.3

PBC 16 6.2 5 8.9 21 6.6

Varias spa 2 0.8 0 0 2 0.6

No consume 32 12.3 12 21.4 44 13.9

Total 260 100 56 100 316 100.0

I Convocatoria Nacional de Artículos 129


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Tabla 2. Prevalencia de esquemas disfuncionales tempranos internados en los


Centros Juveniles

Presencia significativa
Esquemas disfuncionales tempranos
N %

D.I – Abandono 151 47.8%

D.I - Aislamiento social 212 67.1%

D.I – Desconfianza 145 45.9%

D.I - Privación emocional 180 57%

D.I – Vergüenza 177 56%

D.II – Dependencia 232 73.4%

D.II – Fracaso 200 63.3%

D.II – Vulnerabilidad 198 62.7%

D.II - Yo dependiente 151 47.8%

D.III - Autocontrol insuficiente 131 41.5%

D.III – Grandiosidad 175 55.4%

D.IV - Auto sacrificio 169 53.5%

D.IV - Subyugación 177 56%

D.V - Estándares inflexibles 253 80.1%

D.V - Inhibición emocional 197 62.3%

130 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Tabla3. Esquemas disfuncionales tempranos de los adolescentes según Centro


Juvenil

CJDR LIMA ANEXO II ANCON


Esquemas disfuncionales
X2
tempranos
N % N %

D.I - Abandono* 137 52.7% 14 25.0% .000*

D.I - Aislamiento social* 182 70.0% 30 53.6% .018*

D.I - Privación emocional* 155 59.6% 25 44.6% .040*

D.II - Dependencia* 204 78.5% 28 50.0% .000*

D.II - Vulnerabilidad* 171 65.8% 27 48.2% .014*

D.II - Yo dependiente * 134 51.5% 17 30.4% .004*

D.V - Estándares inflexibles* 227 87.3% 26 46.4% .000*

*P<0.05

Tabla 4. Esquemas disfuncionales tempranos de los adolescentes según nivel


educativo

Estudios Secundaria
incompletos Completa
EDT X2
% N % N

Dependencia 75.4% 221 47.8% 11 .004*

Abandono 49.5% 145 26.1% 6 .031*

Estándares inflexibles 83.6% 245 34.8% 8 .000*

Desconfianza 47.4% 139 26.1% 6 .048*

*P<0.05

I Convocatoria Nacional de Artículos 131


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Tabla 6. Esquemas disfuncionales tempranos de los adolescentes según consumo


de SPA

Sin consumo de
Consumo de SPA
SPA
EDT X2

% N % N

Dependencia 47.7% 21 77.6% 211 .000*

Abandono 29.5% 13 50.7% 138 .009*

Desconfianza 31.8% 14 48.2% 131 .044*

Privación emocional 34.1% 15 60.7% 165 .001*

Grandiosidad 40.9% 18 57.7% 157 .037*

*P<0.05

132 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

MÁS ALLÁ DE LA LEGALIDAD:


UNA APROXIMACIÓN AL MERCADO ILÍCITO DE CELULARES EN TRUJILLO

Edwin Brayan Pimentel Verástegui

Resumen

La comercialización ilícita de celulares en el distrito de Trujillo viene relacionada


a los delitos patrimoniales, como el robo o hurto llevando a que estos adquieran
relevancia en el distrito. Por ello, entender las dinámicas y procesos del mercado
ilícito de celulares permiten analizar el alcance de las medidas adoptadas a nivel
nacional y local para enfrentarlo. A través de entrevistas semi estructuradas y un
proceso de cotejamiento de información normativa relacionada al mercado ilícito de
celulares se describió la existencia de esta, caracterizada por redes no estructuradas,
pero organizadas, con participación de actores guiados por el beneficio económico y
la participación de otros actores (policías) que servirían como medio de protección e
impunidad. Esta situación obliga a pensar en las medidas para combatir al mercado
ilícito de celulares a través de métodos más especializados que la simple coerción.
Por eso, acciones como el bloqueo de celulares o la articulación interinstitucional
resultan importantes. Sin embargo, el involucrar actores locales relevantes como
la Municipalidad aportaría una dimensión importante al enfrentar este mercado de
una manera más integral.

I Convocatoria Nacional de Artículos 133


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

1. INTRODUCCIÓN

La violencia en América Latina tiene diferentes aristas. Desde los homicidios hasta los
delitos patrimoniales, la región ha ido, progresivamente, aumentando sus niveles de
criminalidad e inseguridad ciudadana. Esto es posible conocer gracias a la medición
del nivel de victimización en muchos países, incluido el Perú, a través de encuestas de
victimización65, que se han posicionado como “(…) la principal fuente de información
sobre los niveles de delincuencia (…)” (Pérez & Sánchez, 2013, pág. 3) Por ello, según
Costa (2012) - realizando un análisis de los resultados del Latinobarómetro entre los
años 1995 y 2010 para el indicador de victimización de los delitos contra el patrimonio
(hurto y robo, principalmente) - en América Latina se experimentó cierta estabilidad
en los indicadores de dichos delitos desde el año 2006 (32%) al 2010 (31%).

Por otro lado, cuando se observan las cifras de denuncias, referentes a delitos
patrimoniales en el Perú – según la Policía Nacional –, estas representan el mayor
número de casos en comparación con otros tipos de delitos66: 2015 (242,697), 2016
(242,653) (Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2017a) y en el 2017 (265,219)
(Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2018).

En los casos del robo y hurto es crucial atender a la situación de los celulares.
Esto debido a los datos que se manejan respecto a este delito67. Según el Órgano
Supervisor de Inversión Privada de Telecomunicaciones (OSIPTEL) en el año 2015,
se reportaron un total de 2 277 043 celulares que habían sido robados o hurtados
(Órgano Supervisor de Inversión Privada de Telecomunicaciones - OSIPTEL, 2015),
para el 2016 se reportaron, en la misma condición, un total de 2 300 277 celulares
(Órgano Supervisor de Inversión Privada de Telecomunicaciones - OSIPTEL, 2016),
mientras que hasta septiembre del año 2017 se reportaron 1 855 535 celulares entre
robados y hurtados (Órgano Supervisor de Inversión Privada de Telecomunicaciones
- OSIPTEL, 2017). Aunque del total de dichos celulares, junto con los declarados como
“perdidos”, se recuperaron algunos, la cifra de celulares en las categorías de “robado”
o “hurtado” no desciende del millón68.

Un punto a tomar en cuenta, es el valor que poseen los celulares en una cadena de
actores cuyas acciones ilícitas se encuentran en un espacio conocido como mercado
ilícito.

65. Según Costa (2012), esta encuesta responde a la siguiente pregunta: “¿Ha sido usted o algún pariente
asaltado, agredido o víctima de un delito en los últimos doce meses?” (Pág. 5)
66. Según el Ministerio del Interior, las denuncias ante la Policía Nacional del Perú por delitos patrimoniales
alcanzaron, para noviembre del 2013, un 27.52%; en tanto que las denuncias por delitos en contra de
la persona, para el mismo periodo, oscilaba el 20,95% de las denuncias (Consejo Nacional de Política
Criminal, 2014)
67. Estos datos no corresponden a fuentes de denuncias registradas en la Policía Nacional del Perú, sino a los
datos suministrados por las empresas operadoras de servicios móviles al órgano supervisor de inversión
privada de telecomunicaciones (OSIPTEL)
68. Ver Anexo N° 01.

134 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

El mercado ilícito de celulares se constituye como un núcleo que favorece la


obtención ilícita de este tipo de bienes (celulares) ya que “(…) genera su oferta y
demanda permanente” (Consejo Nacional de Política Criminal, 2014, pág. 118); así
mismo, se constituyen en un “(…) espacio idóneo para el procesamiento de los bienes
obtenidos y vienen a reproducir y extender la cadena de la delincuencia” (Ibíd., pág.
118). De esta forma, el entender el delito patrimonial del robo o hurto de celulares,
como una parte de la cadena de comercialización de un objeto obtenido de manera
ilícita y que encuentra en un mercado informal el espacio para su comercialización;
permite entender que un enfoque de reducción de estos mercados (Sutton, Schneider,
& Hetherrington, 2001) es “(…) apropiado para tratar los delitos de tipo patrimonial”
(Consejo Nacional de Política Criminal, 2014, pág. 77) debido al desaliento que se
genera al erradicar y combatir espacios que permiten la monetarización de un objeto
de procedencia ilegal.

Debido a los datos presentados anteriormente, se pretende revisar los alcances


que pueden llegar a tener las medidas nacionales y locales que se han adoptado
en el distrito de Trujillo, durante el año 2018. Esto a través de la descripción de la
evolución de los delitos patrimoniales en el distrito, conocer el proceso que sigue el
mercado ilícito de celulares en el mismo y la identificación de las medidas que desde
el ámbito nacional y local se vienen implementando para enfrentar estos espacios
de comercialización ilícita69. Cada uno de los puntos mencionados se desarrollarán
como sub temas que se nutrirán de manera mutua progresivamente. Finalmente
se discutirán los resultados obtenidos con la literatura existente en esta materia
para arribar a conclusiones que sirvan de asidero para futuras investigaciones en
lo relacionado al mercado ilícito de otros objetos robados o hurtados. Así como
pueda dar luces para enriquecer medidas o políticas ya existentes para combatir este
ilícito. Para ello se recurren a entrevistas semi estructuradas y revisión de fuentes
secundarias cualitativa y cuantitativas.

2. ANÁLISIS

2.1. Robo y hurto de celulares en Trujillo

Los delitos patrimoniales intentan ser explicados desde diversas teorías que
han dado lugar a enfoques que permiten enfrentar el crimen y la delincuencia.
Algunos autores postulan la relación delito patrimonial y factores estructurales.
Un ejemplo es la teoría económica desarrollada por Gary Becker (1974). Esta parte
de un análisis económico de costo-beneficio al perpetrar un determinado delito;
es decir, la búsqueda del lucro y las escasas consecuencias de un costo, trae

69. Cabe aclarar que, al ser medidas nacionales las adoptadas para enfrentar los mercados ilícitos de celulares,
su aplicación es en todo el territorio de la nación. Esto debido a las características de centralización de
algunas fuentes de información como, por ejemplo: los registros de “lista blanca” o “lista negra” elaboradas
por OSIPTEL en coordinación con el Ministerio del Interior y las empresas operadoras de telefonía móvil.

I Convocatoria Nacional de Artículos 135


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

consigo la comisión de ciertos ilícitos. En dicho sentido, De León (2011) explica


que un análisis con perspectiva económica resulta beneficioso cuando el delito
implica motivaciones económicas claras, como los hurtos de autopartes. Esta
teoría se relaciona a conceptos como desigualdad, pobreza, desempleo, salarios
bajos, etc.

El entender la comisión de delitos desde esta perspectiva ha permitido el


desarrollo de enfoques de prevención social del delito, que buscan atacar
factores sociales que predisponen el desarrollo de ciertos comportamientos
que lindan con lo delictivo.

Otras explicaciones de los delitos patrimoniales se encuentran en teorías que


atienden la oportunidad de cometer delitos (“teoría de la ventana rota”, por
ejemplo) (Consejo Nacional de Política Criminal, 2014). Los cuales postulan que,
la causa del delito responde a factores contextuales (alcoholismo, mendicidad,
entre otros) que predisponen ciertos comportamientos antisociales. Desde
esta óptica, se generó el enfoque de prevención situacional del delito (Sutton,
Schneider, & Hetherrington, 2001), que se dirige más a la prevención de ciertos
tipos de ilícitos que a factores estructurales.

Las teorías anteriormente mencionadas dan ciertos caminos para comprender


los delitos patrimoniales. En tanto la estructura explica cuestiones de largo
plazo; las oportunidades de la comisión de delitos cercan los momentos de
corto y mediano plazo. En ese sentido, se han desarrollado investigaciones,
a partir de teorías afines a las mencionadas, que intentan explicar los delitos
patrimoniales en el Perú. Un caso son los resultados de Hernández (2016)
que vincula el “dilema urbano” (crecimiento económico y urbanización) con
la comisión del delito patrimonial del robo. Así mismo, pero para la región de
Ancash, Melgar (2017) explica el incremento del crimen a través de la teoría del
boomtown effect, refiriendo que “(…) el rápido crecimiento de la población y el
crecimiento económico asociado con la extracción y exploración de los recursos
han contribuido a un número de enfermedades sociales denominados efectos
de explosión urbana” (pág. 50) que habrían propiciado el aumento del crimen
durante los gobiernos del exgobernador regional de Ancash, César Álvarez. En
el caso de la ciudad de Trujillo, Nureña (2017) postula que el aumento del crimen
y la delincuencia es producto de cuestiones estructurales como la desigualdad.
En la línea de Nureña, durante los últimos años, la ciudad de Trujillo ha sido el
punto de numerosas investigaciones (Secretaría Nacional de la Juventud, 2014;
Nureña, 2017; Consejo Nacional de Política Criminal, 2017) debido a índices de
criminalidad e inseguridad ciudadana altos en comparación con otras partes del
Perú.

Los años de violencia en Trujillo se ven reflejados en el absoluto de muertes


violentas asociadas a hechos delictivos dolosos durante el año 2016: 107 a nivel
provincial, siendo la tercera provincia a nivel nacional luego de Lima y el Callao. En
la misma línea, pero a nivel distrital, Trujillo presentó para el 2016 el mayor número

136 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

de homicidios por sicariato a nivel nacional (Instituto Nacional de Estadística e


Informática, 2017a). Al adentrarse a cifras de victimización en el periodo de enero
a Julio del año 2017, la ciudad de Trujillo presenta 29,8% (Instituto Nacional de
Estadística e Informática, 2017b). En el caso de los delitos patrimoniales, durante
los años 2015 y 2016 se registraron 7,854 y 8,525 denuncias respectivamente
en la provincia de Trujillo, siendo la sexta a nivel nacional. A nivel de distrito, las
cifras se mantienen similares entre el 2015 (3,812) y el 2016 (3,716), aunque en el
puesto catorce a nivel nacional (Instituto Nacional de Estadística e Informática,
2017a). Respecto a la victimización por tipo de delitos, Trujillo presenta una tasa
de 14,6 respecto al robo de dinero, cartera o celular, para el periodo de enero a
julio del 2017 (Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2017b).

Otras fuentes de información como el Instituto Nacional de Estadística e


Informática (2017c) brindan datos sobre la victimización de la población de 15
años a más sobre el robo o hurto de celulares. El Instituto Nacional de Estadística
e Informática (INEI), en el Informe de la Encuesta Nacional Especializada sobre
Victimización del año 2017, describe cifras relacionadas al robo con violencia y
amenaza de celular en la ciudad de Trujillo. Para ello, divide a esta ciudad en dos
sectores: Trujillo Centro70 y Trujillo Norte71. Para el primer sector, el porcentaje
de población que fue víctima en el área urbana es de 7,6%, mientras que para
el segundo sector aumenta a un 8,2%72 (Instituto Nacional de Estadística e
Informática, 2017c, pág. 77).

En el caso de las víctimas de robo sin violencia ni amenaza de sus celulares, es


decir el hurto de celulares, el Instituto Nacional de Estadística e Informática
(2017c), describe que, en el caso de la ciudad de Trujillo dividido en los sectores
Trujillo Centro y Trujillo Norte, presentan 6,6% y 5,4% respectivamente73.

A nivel de ciudades de 20 mil habitantes a más, en materia de hurto de celulares,


la ciudad de Trujillo se encuentra en el puesto doce con 6%. A pesar de ello,
supera al promedio nacional que presenta 4,8% (Instituto Nacional de Estadística
e Informática, 2017c).

Los datos de celulares “robados” o “hurtados” desagregados por ciudad o distrito


no están disponibles desde las bases del OSIPTEL y menos aún el número total
de equipos terminales móviles en el distrito.

70. Conformado por los distritos de Trujillo y Víctor Larco Herrera.


71. Conformado por los distritos de El Porvenir, Florencia de Mora y La Esperanza.
72. Estos datos son superiores a los descritos para Arequipa Centro (3,2%), Arequipa Norte (5,4%) y Arequipa
Sur (4,5%). Y son solo superados por los de Lima Norte (8,6%) y Lima Este (8,7%).
73. Estos datos son mucho mayores a los presentados por todos los sectores de Lima: Norte (4,4%), Sur (3,8%),
Este (3,9%) y Centro (3,2%).

I Convocatoria Nacional de Artículos 137


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

(…) no puedes tener la certeza de dónde se ubican estos equipos (…) en la


medida que no hay una suerte de división territorial (…) no podemos ubicarlos
espacialmente. Es más, las líneas telefónicas no tienen una circunscripción
territorial. O sea, yo puedo sacarme una línea en Lima y usarla en Trujillo.
Representante de OSIPTEL – La Libertad

En Trujillo, como en el resto de distritos y ciudades más importantes del país,


encontramos la constante del aumento de delitos patrimoniales relacionados
al robo y hurto de carteras, dinero y celulares. Esto debido a la “accesibilidad”
por parte de delincuentes a estos bienes y su conversión, en particular de los
celulares, en ganancias rápidas. Dicha lógica se relaciona fuertemente con
la teoría económica de G. Becker; sin embargo, existen factores contextuales
que propician este tipo de delitos patrimoniales. En particular, la existencia de
“(…) espacio(s) de compra venta de artículos robados, en donde los teléfonos
móviles son uno de los más comunes (…)” (Mujica, 2007, pág. 26). A lo que se hace
referencia, es al mercado ilícito o informal de celulares.

2.2. Mercado ilícito de celulares en Trujillo

Mujica (2007) define al mercado informal como un conjunto de actividades o


prácticas “(…) que escapan a la normatividad del sistema legal o normativo” (pág.
25). Cuando entrelazamos este concepto con el robo o hurto de celulares, nos da
por resultado un mercado ilícito extendido en todo el territorio nacional. Desde
“Las Malvinas” en Lima a “Tacora” en la ciudad de Trujillo, en estos espacios “(…) el
delincuente puede acceder fácilmente a dinero en efectivo a cambio de la venta
de bienes producto de actos ilícitos” (Consejo Nacional de Política Criminal, 2016,
pág. 32). Sin embargo, este mercado representa, según Mujica (2007), más que
solo espacios de comercialización, debido a que sirven de reducto en el cual se
visibilizan comportamientos activos frente a los problemas de accesibilidad y
asequibilidad de teléfonos móviles que “(…) dejan inicialmente excluidos a ciertos
grupos de la población de la ciudad (de Lima), sobre todo a los más pobres (…)”
(Pág. 53)

En la ciudad de Trujillo se pueden identificar diversos lugares que fungen de


mercado ilícito de celulares: “El Mayorista”, “La Hermelinda”, Mercado “La Unión”,
“Tacora”, dispersos en locales del Centro Histórico de Trujillo y en distritos como
Víctor Larco (en Buenos Aires) o La Esperanza. Este mercado se ha ido abriendo
paso y “descentralizando” del célebre “Tacora”74; esto debido principalmente a
la necesidad de obtener un celular de manera más rápida y sin la necesidad de
desplazarse largas distancias.

74. El mercado de Tacora era, y en algunos casos sigue siendo, visto como el punto obligado de visita si te
robaban o hurtaban el celular.

138 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Este proceso de “descentralización” de la venta ilegal de celulares de procedencia


ilícita ha respondido no solo a la dinámica tradicional de venta presencial, sino
que se expande a través del uso de redes sociales como Facebook75, en donde
se terminan ofertando celulares a través de diversas páginas de la plataforma
virtual. Las ventajas de utilizar dichos espacios son que permite obtener una
ganancia mayor a la que se obtiene de la venta en un mercado físico. Además,
los que ofertan dichos aparatos por internet pueden ser o los propios ladrones
de menudeo o reducidores76 que adquirieron un equipo móvil de una compra
anterior. Una dificultad que sí puede presentar esta modalidad de venta es
el tiempo que toma el vender el equipo, cuestión que no sucede en la venta
presencial que es, prácticamente, diaria.

“(…) allí existe un gran problema en la adquisición de equipos que uno realiza
a través de digamos internet, en realidad muchos de estos equipos que se
comercializan en OLX o en otras plataformas que existen tienen origen ilícito
en muchos de los casos (…)”

Representante de OSIPTEL – La Libertad

Otros espacios que se han vuelto populares para la venta de celulares robados o
hurtados son las discotecas. En dichos lugares el delincuente o reducidor puede
negociar directamente con el comprador la venta de un equipo de alta gama por
un precio que beneficie a ambos. Otros espacios de venta de celulares robados
o hurtados también son los puestos formales de venta. Es así que en puestos de
venta autorizado en el Centro Histórico de Trujillo se pueden encontrar celulares
“de segunda mano”. En este proceso, según Mujica (2007), “(…) el ladrón debe
vender el celular robado a un acopiador de mercadería robada en el barrio, que
lo puede vender a un técnico o buscará a algunas personas que trabajan en
centros de venta” (Pág. 76)

Las formas descritas anteriormente conviven con la forma “tradicional” de la


comercialización de los celulares en un mercado ilícito. Es así que, en Trujillo,
podemos identificar los tres ejes básicos de actores a los que alude Mujica
(2007): proveedores (ladrones de menudeo), los revendedores-distribuidores y
los vendedores finales (dueños de stands). En estas relaciones los proveedores
“negocian” o “regatean” con los revendedores o los vendedores finales según sea
su necesidad. El proveedor busca la mejor oferta, si es que conoce los lugares
para vender el celular, dependiendo del valor que posee el equipo y su necesidad
inmediata77. Sin embargo, el valor que obtendrá el vendedor final respecto al pago
que hizo para conseguir el celular es mucho mayor. En otros casos la relación
puede ser inversa, el vendedor final solicita a algún proveedor conseguir un

75. También se pueden comercializar por plataformas como MercadoLibre u OLX.


76. Entiéndase por “reducidores” a los vendedores finales del bien robado o hurtado.
77. Algunos proveedores buscan “quemar” (vender rápidamente y a cualquier precio) el objeto para saciar
una necesidad vinculada al consumo de drogas.

I Convocatoria Nacional de Artículos 139


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

celular determinado que es solicitado, en tal caso puede realizarse por dicha vía
o a través del contacto con otros vendedores finales; esto gracias a la conexión
por redes que existe en el mercado, punto que se tratará más adelante.

En la relación proveedor – vendedor final puede darse la compra de los


denominados celulares “con detalle”, que son aquellos que se encuentran
“quiñados” o con la pantalla rota y que, por este defecto, en la primera transacción
no tienen un valor muy alto; sin embargo, puede ser fácilmente reparado por
algún técnico. Ahora, si el celular no puede ser vendido por algún defecto o
simplemente por su antigüedad, sí es posible la venta de las partes del equipo.
En este paso, los técnicos juegan un papel muy importante. Estos individuos
pueden ser personas con alguna carrera técnica o universitaria (Mujica, 2007) y
que trabajan de la mano a los “dueños de stand”. Son personas que, además de
reparar algún equipo “con detalle”, cumplen una función importante al momento
del desbloqueo de celulares alterando o cambiando el IMEI78 de dichos equipos79.

Hasta el momento se ha hablado de dos actores importantes del mercado: los


ladrones y técnicos que, en la línea de la investigación de Mujica (2007) cumplen
papeles importantes. Sin embargo, los “dueños de stand” son aquellos que
se encuentran permanentemente en el mercado ilícito y son los que hacen la
transacción final con las personas que buscan un celular a bajo costo en estos
espacios. No es fácil ser “dueño de un stand”. Para ingresar en el mercado de
la venta de celulares de dudosa procedencia debes contar con un capital de
aproximadamente cinco mil soles para conseguir, al menos, ocho celulares que
puedan permitir “abrirte”80 en el negocio. Así mismo, el ingresar demanda la
construcción de una red que te permita estar “chalequeado” por “vagos fuertes”
, esto debido a que la competencia que se encuentra en el mercado ilícito ya
cuenta con una estructura de protección determinada que involucra actores
formales83 (policías o agentes municipales) e informales (delincuentes y otros
“dueños de stand”).

En cuanto a la protección de los actores formales, esta se garantiza a través


de coimas84 o cupos que se pagan a policías85 o aquel que haga las veces de
representantes del municipio. Esta relación se materializa en el aviso que se
realiza a los “dueños de stand” ante la realización de un operativo. Sin embargo,

78. Código de identidad internacional del equipo terminal móvil.


79. En el caso de los celulares que poseen mayor seguridad, como los iPhone, por ejemplo, y no pueden ser
desbloqueados, estos se exportan.
80. Jerga usada para expresar el comienzo de algo.
81. Jerga usada para expresar resguardo.
82. Se hace referencia a delincuentes conocidos en el medio local.
83. “La autoridad formal no es repelida por los sujetos que pertenecen a las lógicas informales, sino más bien
demandan su permiso” (Mujica, Estrategias locales de acceso a la telefonía móvil. Funciones y estructuras
del mercado informal en un espacio de bajos recursos., 2007, pág. 102)
84. Sobornos
85. Se menciona; además, que los mismos agentes policiales van a comprar equipos celulares a estos espacios.

140 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

esto no garantiza la impunidad completa, debido a que en los operativos siempre


debe de decomisarse mercancía que permita justificar la intervención. Una
cuestión a resaltar es que esta comunicación no se da con bajos eslabones de la
cadena policial, sino con aquellos que pueden dar garantía de protección. Estos
contactos son posibles gracias a la presentación informal del agente policial en
dos momentos: el fútbol y la “borrachera”86

“(…) se conocen por el tema de la “borrachera” o la pelota. Ahora se puede


conocer más por la “borrachera” (…) tú no vas con la idea de que te presenten,
simplemente llegas y allí están (…) pero debes ser acomodado o amigo, el
tombo (policía) te dice: cualquier forrito (celular) que yo quiera, un buen
precio ps”

Michael, 24 años, reducidor de celulares

Esta relación entre “dueños de stand” y actores estatales, puede ser explicada
desde las interacciones propuestas por Mahoney y Thelen (s.f.), sobre la
relación Estado-desafiantes. Estos autores postulan las siguientes categorías:
oportunista, insurreccionista, simbiótico y mutualista. La primera habla sobre
organizaciones ilegales que toman el control territorial de un Estado que se
encuentra ausente, la segunda se da entre la confrontación de un Estado que
quiere recuperar control territorial frente a organizaciones ilegales, la tercera
trata sobre una especie de cooperación y la última versa sobre los desafiantes
como sustitutos del Estado. En el caso del mercado ilícito de celulares en Trujillo,
podemos ubicar la relación “dueños de stand”-actores formales en la interacción
“simbiótica” a través de la cooperación. Esta se materializa en la compra de
protección estatal para el cometimiento de sus actividades.

En esta dinámica, el “camuflaje” juega un papel importante, debido a que fuera


de los stands, en la vía pública, lo que se oferta no son los celulares robados,
sino “carcasas”, micas o protectores de celulares para engañar, mientras que el
producto se encuentra dentro de un determinado local.

La protección informal puede ser explicada a través de los vínculos que los unen.
Estos se forman a partir del barrio o responden a nexos familiares. El negocio
implica un “cierre”87 en dicho sentido debido al trabajo de inteligencia policial
que los puede afectar. Así mismo, una característica que salta a la luz es que este
no sería el único negocio al cual se dedican. Sus acciones pueden diversificarse
a la exportación de celulares o la extorsión.

86. Jerga usada para expresar la ingesta de bebidas alcohólicas.


87. Se refiere a limitar el ingreso de personas que no son conocidas.

I Convocatoria Nacional de Artículos 141


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

“(…) Los de Tacora lo mandan a otros países ya que afuera sí funcionan, por
los buses el chofer pasa por los controles migratorios porque son débiles.
Para transar un negocio de exportación debes hablar con el chofer”

Michael, 24 años, reducidor de celulares

“(…) el que vende celulares no solo se dedica a eso, sino que se dedica a
extorsionar.”

Pedro, 22 años, ladrón de menudeo

El mercado ilícito de celulares en Trujillo88 se genera a partir de una serie de


interrelaciones que, como en la investigación de Mujica (2007) se explica “(…)
no funciona como un todo integrado y coherente de manera consciente.” (Pág.
80). Sin embargo, se constituye como una red no estructurada en la cual los
actores se conocen. Esto implica un aviso ante posibles intervenciones, la fácil
búsqueda de un equipo solicitado, la presentación de personas que puedan
brindar cierta protección, “(…) los saberes y “talentos”, así como las necesidades
y requerimientos de sus partes para poder funcionar.” (Ibíd., pág. 81). Estos
saberes o talentos involucran a “engranajes” como los delincuentes o técnicos
que brindan sus servicios a los “dueños de stand” que, dispersos pero conocidos
entre ellos, estructuran el mercado ilícito. Es decir, pensar en el mercado ilícito
de celulares, es pensar en una serie de nodos o redes que se entrelazan en un
espacio que, sin una jerarquía establecida, funciona de manera eficiente. No
existen “grandes jefes” o “engranajes” irremplazables. Esto implicaría que las
medidas a tomar para desbaratar este mercado no respondan a una búsqueda
de capturar a los “líderes” de los mismos, debido a que, como tal, no existen, sino
métodos que desincentiven la venta y compra de los objetos que se ofertan;
así como el cumplimiento cabal de una fiscalización y control por parte de las
instituciones del Estado en dichos espacios. En las siguientes páginas se verá
hasta qué punto las medidas nacionales y locales para enfrentar este ilícito
entienden esta realidad en el distrito de Trujillo.

2.3. Las medidas para enfrentar el mercado ilícito de celulares en Trujillo

El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos diseñó la Política Nacional frente a


Delitos Patrimoniales (2014) – desde ahora “Política Nacional”. Este instrumento
plantea una estrategia “reflexiva”89, frente a las respuestas “reactivas”90 que
había tenido el Estado peruano para hacer frente a los delitos patrimoniales.

88. Ver Anexo N° 02.


89. Es decir, pensar en las causas del problema, plantear soluciones a partir del diagnóstico y realizar una
evaluación después de aplicar las medidas.
90. Se hace referencia al uso del endurecimiento de penas y rebajas de beneficios carcelarios

142 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

En este sentido, para hacer frente a este tipo de delitos, se identifican ciertas
oportunidades que posibilitan la comisión del delito patrimonial. Tal es el caso
de los mercados de bienes ilícitos y de dudosa procedencia91, debido a que “(…)
funcionan como espacio idóneo para el procesamiento de los bienes obtenidos
y vienen a reproducir y extender la cadena de la delincuencia.” (Consejo
Nacional de Política Criminal, 2014, pág. 118). Ante ello, el lineamiento general
592 de la Política Nacional contempla el enfrentar dichos mercados. En la misma
tendencia, el lineamiento 6 establece medidas para fortalecer las capacidades
de las autoridades frente a los delitos patrimoniales.

Para el año 2003, según la Encuesta Nacional de Hogares (Insituto Nacional


de Estadística e Informática, 2003), en el 12,1% de hogares peruanos había al
menos un miembro que poseía un celular. Esta cifra, para el año 2012, creció
exponencialmente: 79,7% de hogares en el Perú tenía al menos un miembro
con un celular (Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2012). Así como
las cifras de peruanos con celulares aumentó, también lo hizo el número de
celulares reportados como robados o hurtados ante OSIPTEL93. Aunque la
Política Nacional no se refiere puntualmente al mercado ilícito de celulares, si
reconoce que estos son “(…) promotor(es) de criminalidad patrimonial de menor
y mayor escala” (Consejo Nacional de Política Criminal, 2014, pág. 106). Por tal
motivo, el combate del mercado ilícito de celulares, para la Política Nacional,
contempla todos los lineamientos específicos establecidos en el Lineamiento
General 5 de dicha política.

Mediante Decreto Supremo N° 024 – 2017 – JUS se aprobó el Protocolo de


Actuación Interinstitucional para la intervención en Mercados Ilícitos de Equipos
Terminales Móviles, en el marco de la Política Nacional frente a los delitos
patrimoniales. Este protocolo “(…) determina el procedimiento operativo para la
intervención en los mercados ilícitos por parte de las instituciones competentes
con la finalidad de identificar equipos terminales móviles provenientes u
objetos de delitos comunes (robo, hurto, receptación, clonación o adulteración
de terminales de telefonía celular y otros) y/o delitos aduaneros (contrabando,
receptación aduanera y otros), realizar las investigaciones correspondientes y
sancionar a los responsables de dichos ilícitos penales.” (Dirección Nacional de
Política Criminal, 2017, pág. 15). Este instrumento brinda competencias a la Policía
Nacional del Perú, el Ministerio Público, la Superintendencia Nacional de Aduanas
y de Administración Tributaria (SUNAT), Poder Judicial, el Organismo Supervisor
de Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL) y los Gobiernos Locales.

91. Basado en el enfoque de la prevención situacional del delito.


92. Ver Anexo N° 03
93. Ver Anexo N° 01

I Convocatoria Nacional de Artículos 143


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

La primera etapa del protocolo94, de investigación, es desarrollada por la Policía


Nacional del Perú95, a través de sus órganos competentes en la jurisdicción
territorial correspondiente. Es decir, en el caso de Trujillo, la investigación
es llevada a cabo por la III Macro Región Policial La Libertad. Así mismo, la
elaboración del Plan de Intervención contempla la conformación de un Equipo
Interinstitucional de Intervención que “(…) es el grupo de funcionarios y servidores
del Estado que, dentro del marco de sus competencias, están facultados para
realizar intervenciones en mercados ilícitos de equipos terminales móviles”
(Dirección Nacional de Política Criminal, 2017, pág. 21). Este punto es de suma
importancia ya que permite una intervención integral desde diversos actores
estatales. Sin embargo, esto no significa necesariamente el traspaso de
información entre instituciones, debido a que el Plan de Operaciones es elaborado
o por la Policía Nacional o la SUNAT96. En dicho sentido, informaciones como
la titularidad del permiso de uso para los locales a intervenir, que es expedido
por la Municipalidad, es desconocido. Como se mencionó con anterioridad, los
puestos donde se comercializan estos bienes ilícitos, que se encuentran en la vía
pública como comercio informal, solo son fachadas, debido a que la verdadera
mercancía ilícita se encuentra dentro de locales o stands. Si bien el protocolo
contempla la actuación de la Municipalidad, lo hace recién en el paso cuatro de
post intervención.

Otro punto a considerar respecto al Protocolo es la filtración de información


que puede ocurrir sobre la intervención. En el apartado 3.2 sobre el mercado
ilícito en Trujillo, se señaló que existía una relación estrecha entre ciertos
actores formales (Policía Nacional o funcionarios municipales) con los “dueños
de stand”, es por eso que las consideraciones respecto a la confidencialidad de
la información deben permanecer hermética hasta el momento de desarrollada
la intervención. En este sentido, el Protocolo contempla, en la etapa de la
elaboración del plan de intervención, la firma de un “Acta de compromiso” que
debe velar por el normal cumplimiento y reserva de la intervención entre los
miembros del Equipo Interinstitucional de Intervención. Es prudente que, como
se contempla en la tercera fase, el lugar a intervenir sea solo conocido por los
altos funcionarios de las instituciones conformantes del Equipo para tener
mayor seguridad de no filtración de información.

Estos dos últimos párrafos permiten tocar un punto que, a decir de las
propuestas que a nivel nacional se han planteado, es abordado someramente: la
actuación del municipio en la intervención de mercados ilícitos de celulares. En
el caso de Trujillo, son dos las gerencias que tendrían mayor protagonismo en
este proceso: la Gerencia de Desarrollo Económico y la Gerencia de Seguridad

94. Ver Anexo N° 04


95. Esta investigación no contempla delitos relacionados a aduanas.
96. En caso se trate de mercancía proveniente del contrabando.

144 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Ciudadana y Defensa Civil. Respecto a la primera, a través de sus Subgerencias


de Licencias y Comercialización, y de Desarrollo Empresarial. La primera tiene a
su cargo brindar las licencias respectivas para el desarrollo del comercio formal,
en coordinación con Defensa Civil. Esto debido a las modificatorias de la ley N°
28976 – 2007, que cambio el criterio métrico por el criterio del nivel de riesgo,
para el visto bueno de una licencia de funcionamiento. Además, esta subgerencia
se encarga de realizar la fiscalización del local donde se desarrollará el comercio;
así como las inspecciones respectivas que verifican que las actividades que
se realizan allí correspondan a la licencia que se expidió. Lo importante de
esta subgerencia es que permite identificar a las personas que solicitaron las
licencias de funcionamiento de un determinado local en donde puede funcionar
un mercado ilícito. Es así también que, gracias al Decreto Supremo 001 – 2017
– PRODUCE, se ha permitido, en los locales que contemplen grandes espacios,
se puedan abrir diversos negocios sin la necesidad de que estos cuenten con
licencia propia, sino solo acogiéndose a la licencia del local que los acoge. Esta
es una cuestión importante en cuanto la intervención de grandes mercados
como “Tacora” puede simplificarse, administrativamente97, a solo uno o pocos
propietarios del local donde se desarrollan este mercado ilícito. Ello es, si
hablamos de locales formales como stands, en los cuales se comercializan
celulares de dudosa procedencia. El problema parte por los procedimientos a
seguir para la aplicación de la sanción, ya que el dictar una medida cautelar, por
parte de la Subgerencia de Licencias, puede demorar por la carga documentaria
que tienen. Esto permite que, pasados los días del cierre temporal de un
determinado local, pueda ser reabierto y funcionar sin problemas.

En cuanto a los negocios que no necesariamente cuentan con licencia, es decir,


los informales, la Subgerencia de Desarrollo Empresarial tiene la competencia de
la erradicación del comercio informal, así como la incautación de los productos
obtenidos de la intervención. A través de los agentes con los que cuenta, y en
coordinación con la Gerencia de Seguridad Ciudadana, realiza operativos de
decomiso y libera el acceso de las vías públicas. Sin embargo, y al igual con el
caso de la Policía Nacional, las intervenciones son avisadas a los “dueños de
stand” con anterioridad. Además de ello, los agentes municipales que combaten
el comercio informal tienen la preocupación de ser denunciados, llegando
incluso a negarse a participar en decomisos o retiros (Gerencia de Seguridad
Ciudadana y Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo, 2017)

97. Las sanciones administrativas se contemplan en la Ordenanza Municipal N° 003 – 2008 – MPT:
Ordenanza que regula el régimen de infracciones y sanciones administrativas de carácter provisional y el
procedimiento administrativo sancionador aplicable por la Municipalidad Provincial de Trujillo.

I Convocatoria Nacional de Artículos 145


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

En resumidas cuentas, los gobiernos locales – aunque la Ley Orgánica de


Municipalidades no contemple la actuación de estas entidades frente a
mercados ilícitos – pueden desempeñar un rol fundamental en el combate al
mercado ilícito de celulares. Esta labor pasa por la identificación del propietario
de un determinado inmueble en el que se desarrolla la venta de estos objetos
de dudosa procedencia, para iniciar los procesos penales correspondientes. Así
también, se pueden iniciar procesos sancionadores administrativos – como la
imposición de multas o el cierre definitivo del local98 - a través de la averiguación
del tipo de negocio con el cual se obtuvo la licencia de funcionamiento del
lugar, pero que terminó siendo solo una fachada para la comercialización y
escondite de celulares. Estas acciones complementarían las medidas tomadas
por la Policía Nacional y el Ministerio Púbico para volver realmente efectiva
alguna intervención sobre un local donde funciona el mercado ilícito de
celulares. Adicionalmente, y como complemento de la labor municipal frente al
mercado ilícito de celulares, se debe considerar brindar protección legal a los
responsables de combatir el comercio informal para ayudar a la Policía en la
intervención misma de los espacios. Sobre este punto, se debe tener mucho
cuidado, en tanto, si bien se ha mostrado un caso en el cual los agentes contra
el comercio informal se sienten temerosos de enfrentar a los ambulantes, estos
pueden estar también coludidos con los “dueños de stand” y cometer abusos
amparados en su protección legal. Ante ello, una correcta y rigurosa selección
de los agentes que combaten el comercio informal es indispensable y, por la
propia naturaleza de la propuesta, un proceso a largo plazo.

Hasta el momento se habló de las medidas que atacan directamente el mercado


informal de celulares. Sin embargo, se han tomado medidas, desde el ámbito
nacional, para desincentivar el robo o hurto de celulares. En este sentido, El
Decreto Legislativo N° 1338: Decreto Legislativo que crea el Registro Nacional
de Equipos Terminales Móviles para la seguridad, orientado a la prevención
del comercio ilegal de equipos terminales móviles y al fortalecimiento de la
seguridad ciudadana, y su reglamento, se configura como el instrumento por el
cual se pretende atacar el mercado ilícito de celulares, volviendo “inservible” el
objeto comercializado: el celular.

El mencionado Decreto Legislativo crea el Registro Nacional de Equipos


Terminales Móviles para la Seguridad (RENTESEG) cuya finalidad es “(…) prevenir
y combatir el hurto, robo y comercio ilegal de equipos terminales móviles”
(Diario Oficial El Peruano, 2017, pág. 64). En líneas generales el RENTESEG
contiene dos listas: la “Lista Blanca” y “Lista Negra”. En la primera se encuentran
los “(…) equipos terminales móviles importados legalmente (…)” (pág. 65) y
que están “(…) habilitados para operar en la red del servicio público móvil de

98. Se debe tener en consideración que, al existir una considerable carga administrativa, como se mencionó
líneas arriba, debe establecerse como prioridad atender los casos de los espacios donde se desarrolla el
mercado ilícito de celulares. Esta cuestión pasa por una coordinación estrecha entre policía, ministerio
público y municipalidad.

146 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

telecomunicaciones (…)” (Ibíd.). En tanto que la “lista negra” incorpora “(…) los
equipos terminales móviles reportados como perdidos, sustraídos (hurtados o
robados) e inoperativos; y que, por lo tanto, se encuentran inhabilitados para
operar en la red del servicio público móvil de telecomunicaciones.” (Ibíd.)

Este instrumento da competencias tanto a OSIPTEL como al Ministerio del


Interior (MININTER). El primero coordinará con las empresas de telefonía móvil
la implementación de las dos listas. En tanto que el MININTER tendrá acceso a
este registro con la finalidad de dictar medidas para el bloqueo de los equipos
terminales móviles que se encuentren en la “lista negra”, en coordinación con
OSIPTEL. Existen varias cuestiones importantes a resaltar en esta normativa.
La primera es respecto a la identificación de las personas que poseen estos
equipos móviles de dudosa procedencia. Esto es posible gracias a la vinculación
de la línea móvil con el equipo móvil que posee un IMEI que está identificado
como alterado, lo que le permitiría a la Policía y el Ministerio Público tener
herramientas ante una posible acusación por el delito de receptación. La segunda
cuestión a resaltar es sobre la “lista blanca”. Esta contiene los equipos terminales
móviles cuyos IMEI se encuentran debidamente registrados por las empresas de
telefonía móvil. Esta lista, que al igual que la “lista negra” estará debidamente
implementada recién en el año 2019, servirá de filtro frente a todos los equipos
móviles cuyos IMEI se detecten están alterados99. Esto significa que el bloqueo
de celulares cuyo IMEI haya sido alterado, será mucho más constante y fluido
a partir de la implementación total de la “lista blanca”. Una tercera cuestión es
respecto a la necesidad de registrar un equipo móvil, por parte de los usuarios,
que no necesariamente haya sido vendido por una empresa de telefonía móvil
en nuestro país. Es decir, los celulares que hayan sido adquiridos de manera legal
a través de internet deberán ser debidamente registrados ante una empresa de
telefonía móvil para evitar su posible bloqueo al no estar registrado en la “lista
blanca”.

En este entramado legal, las empresas de telefonía móvil jugarán un rol


importante. Esto debido a que estas suministran la información sobre las líneas
y los IMEI a OSIPTEL. Ello representa un trabajo mayor para estas empresas, ya
que cotejar y realizar un seguimiento a las líneas móviles y su vinculación con los
códigos IMEI de todos los celulares a nivel nacional representa mucho esfuerzo.
Antes de estas disposiciones, las empresas móviles estaban encargadas del
bloqueo de los IMEI que eran reportados como robados, hurtados o perdidos;
sin embargo, estos celulares bloqueados podían ser nuevamente activados
alterando el IMEI. Esta última situación, más que representar un prejuicio para
las empresas móviles, se convierte en una fuente de ganancia.

99. Se logra identificar esta situación debido al uso de la línea móvil de forma constante.

I Convocatoria Nacional de Artículos 147


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

“(…) finalmente las empresas no viven de comercializar equipos, sino el


negocio es su línea, es decir, mientras más líneas activen, no le importa donde
lo activen (…)”

Representante de OSIPTEL – La Libertad

Esto se relaciona con lo que menciona Mujica (2008) debido a que encuentra
que “(…) la paradoja mayor resulta en que este margen (para obtener celulares
por el mercado informal) no es contraprudecente para las grandes compañías
formales, sino más bien un campo en el que se incrementan sus ganancias gracias
a que se expande el número de receptores y, por ende, de los consumidores
de minutos prepago.”100 (Mujica, 2008, pág. 20). Se encuentra, en todo caso, un
mercado ilícito que compatibiliza muy bien con el mercado formal.

4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES:

El distrito de Trujillo, como otros distritos y ciudades del Perú, ha sufrido en los
últimos años un aumento de los índices por delitos patrimoniales. Estos delitos se
relacionan mayormente al robo o hurto de carteras, dinero o celulares. Se sabe que
la comisión de este ilícito responde a cuestiones de índole económica por parte del
delincuente que termina encontrando en el mercado ilícito de celulares un espacio
en donde transformar en dinero el bien robado.

El mercado ilícito de celulares en el distrito de Trujillo presenta características de


redes no estructuradas, sin una jerarquía establecida y engranajes reemplazables
unidos por intereses económicos. Esto obliga a tomar medidas vinculadas, más que
a la desarticulación de “bandas” u “organizaciones criminales”, a la des-incentivación
del objeto que se comercializa en dichos espacios ilícitos: los celulares.

En la lógica anterior, medidas como el bloqueo permanente y constante de un celular,


a través de la identificación de un IMEI alterado, resulta eficaz por la dinámica que
presentan el mercado ilícito de celulares. Sin embargo, existen vacíos en las medidas
implementadas en materia nacional, y que tienen competencia local, en lo que
respecta a la articulación institucional con entidades como la Municipalidad. Esta no
se encuentra facultada para atacar directamente al mercado ilícito de celulares, pero
si a cuestiones relacionadas a este. Por ejemplo, el otorgamiento de licencias a locales
en los que pueden desarrollarse el ilícito de venta de celulares de dudosa procedencia
o la intervención del comercio informal como apoyo a la Policía. Sobre ese último
punto, se debe considerar la corrupción presente en diversas instituciones estatales

100. Cursivas agregadas por el autor.

148 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

(Policía Nacional y Municipio) que perjudican la aplicación correcta de medidas de


intervención directa al mercado ilícito de celulares, debido a que la filtración de
información “alerta” a ciertos “dueños de stand” sobre operativos que le permiten
mantener su mercancía y seguir en el “negocio” de la venta de celulares de dudosa
procedencia. Para ello, la centralización de la información, en solo los encargados
de las instituciones involucradas en la intervención, resulta de vital importancia al
momento de realizar operativos.

Finalmente, la investigación se suma a las diversas investigaciones que visibilizan la


“simbiosis” generada entre las economías que actúan en el marco de la ley y aquellas
que no. Aunque no se ha llegado al punto de trabajar coordinadamente, o al menos
no se determinó ello, existen ciertos beneficios obtenidos entre ambas economías.
Dicha situación debe poner el acento en las instituciones públicas al momento de
diseñar políticas en contra del mercado ilícito de celulares, y en general contra
cualquier mercado ilícito, para atacar las razones de permanencia y sobrevivencia
de dichas economías.

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I Convocatoria Nacional de Artículos 149


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

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150 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

(2015). Reporte de las empresas oeradoras de servicios móviles sobre los


equipos robados, hurtados, perdidos y recuperados. Lima: OSIPTEL.
• Órgano Supervisor de Inversión Privada de Telecomunicaciones - OSIPTEL.
(2016). Reporte de las empresas operadoras de servicios móviles sobre los
equipos robados, hurtados, perdidos y recuperados. Lima: OSIPTEL.
• Órgano Supervisor de Inversión Privada de Telecomunicaciones - OSIPTEL.
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de los mercados ilegales: una aproximación exploratoria a partir del caso
peruano. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú.

6. ANEXOS:

ANEXO N° 01:

Tabla Nº 01: Celulares reportados como robados, hurtados y recuperados


durante los años 2015, 2016 y 2017

CONDICIÓN*
AÑO RESULTANTE
Robado o hurtado Recuperado

2015 2,277,043 360,918 1,916,125

2016 2,300,277 216,471 2,083,806

2017** 1,855,535 158,942 1,695,593


*No se incluye los datos de los celulares reportados como “perdidos”
**Datos hasta septiembre del 2017

Fuente: OSIPTEL. Reportes de las empresas operadoras de servicios móviles sobre los equipos robados,
hurtados, perdidos y recuperados en los años 2015, 2016 y 2017

I Convocatoria Nacional de Artículos 151


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

ANEXO N° 01:

Gráfico N° 01: Dinámica del proceso del mercado ilícito de celulares en el distrito
de Trujillo

ACTORES FORMALES TÉCNICO


(Policías o agentes de la municipalidad) (Desbloqueo de celulares o reparación)

Cobran cupos para proteger, asisten a Cobran cupos para proteger, asisten a
mercados para comprar mercados para comprar

Sefuridad y Trabajan conjuntamente


aviso
Pago de cupos
Exportación
(A través de
Regateo transporte terrestre)

Venta de mercados
DUEÑOS DE STANDS (Tacora, Hermelinda,
PROVEEDOR (Revendedores, vendedores La Unión, etc.)
(Delincuente) finales o reducidores)
Venta en internet
Roba o hurta el
(Redes sociales o
equipo móvil Protección mutua e
mercados online)
intercambio de información
ante operativos o equipos
solicitados Venta en otros
espacios
Solicita equipo requerido (Discotecas, puestos
de venta formales o
“quema”)

Fuente: Elaboración propia

ANEXO N° 03:

Tabla N° 02 Lineamientos generales 5 y 6 de la Política Nacional frente a delitos


patrimoniales y sus respectivos lineamientos específicos.

Lineamiento general 5: Control y Lineamiento general 6: Fortalecimiento de


desarticulación de mercados de bienes las capacidades operativas y de gestión de
ilícitos y de dudosa procedencia vinculados las autoridades para prevenir y controlar los
a la criminalidad patrimonial. delitos patrimoniales de manera efectiva.

Lineamientos específicos

5.1. Disminución de la informalidad de los 6.1. Reforzamiento de la coordinación


comercios que operan en mercados que interinstitucional operativa de las
ofertan bienes de procedencia ilícita o instituciones encargadas del control del
dudosa. delito.

152 I Convocatoria Nacional de Artículos


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

6.2. Fortalecimiento de las unidades


5.2. Persecución y sanción a los involucrados especializadas en la persecución estratégica,
en el proceso de acopio, venta y adquisición desarticulación y captura de organizaciones
de bienes de procedencia ilícita. o redes involucradas en criminalidad
patrimonial.
6.3. Desarrollo de herramientas estratégicas,
infraestructura, equipos y servicios
5.3. Fomento de una cultura de consumo de
inteligentes que faciliten la disuasión,
bienes lícitos y desaprobación de la compra
identificación, intervención y captura
y uso de bienes de procedencia ilícita.
oportuna de los sujetos que comenten
delitos patrimoniales.
6.4. Gestión eficiente de los recursos
humanos y logísticos, mejorando
su distribución y ubicación, a fin de
incrementar la capacidad de respuesta de
los operadores de control del delito.
Elaboración propia
Fuente: Ministerio de Justicia y Derechos Humano (2014) Política Nacional frente a delitos patrimoniales

ANEXO N° 04:

Tabla N° 03: Etapas de la intervención a un mercado ilícito de equipos terminales


móviles y las instituciones competentespatrimoniales y sus respectivos
lineamientos específicos.

ETAPAS DE INTERVENCIÓN INSTITUCIONES INVOLUCRADAS

Policía Nacional del Perú


Paso N° 01: Trabajo de inteligencia
SUNAT

Ministerio Público
Paso N° 02: Elaboración del Plan de Policía Nacional del Perú
Intervención SUNAT
Poder Judicial

Policía Nacional del Perú


Paso N° 03: Intervención en el mercado ilícito SUNAT
Ministerio Público
Policía Nacional del Perú
SUNAT
Ministerio Público
Paso N° 04: Post-Intervención
Ministerio del Interior
OSIPTEL
Gobiernos Locales
Elaboración propia
Fuente: Dirección Nacional de Política Criminal (2017) Protocolo de Actuación Interinstitucional para la
intervención en Mercados Ilícitos de Equipos Terminales Móviles

I Convocatoria Nacional de Artículos 153


El Fenómeno Criminológico y la Política Criminal en las Regiones

Ministerio de Justicia y Derechos Humanos


Dirección General de Asuntos Criminológicos
Calle Scipión Llona 350 - Miraflores
Teléfono (511) 204 8020 (511) 204 8076
www.gob.pe/minjus

154 I Convocatoria Nacional de Artículos

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