Está en la página 1de 3

Capítulo 7.

Ganarse la vida: Estrategias adaptativas en la cultura mapuche

En el libro Antropología cultural de Kottak, se expone en su Capítulo 7, cómo las sociedades han
evolucionado para ganarse la vida, en como las necesidades de trabajo y familia son
fundamentales.

También se describe un marco conceptual para comprender diferentes estrategias adaptativas


humanas, descritas por Cohen y los sistemas económicos. El termino estrategia adaptativa se
utiliza para describir el sistema de producción económica de un grupo. Se describen las 5
estrategias adaptativas: forrajeo, horticultura, agricultura, pastoreo e industrialismo.

En este capítulo, se describen las estrategias adaptivos de distintos pueblos, los cuales a través de
diferentes actividades ha podido desarrollar un sistema económico para ganarse la vida.

Si lo llevamos a nuestro país, y tomamos como ejemplo, la cultura mapuche, como sociedad no
industrializada y como forrajeros, éstos fueron recolectores de piñones, profesionalizándose en la
recolección de maíz y papas. Por otra parte, practicaron la caza de guanacos ciervos y roedores y
pescados, así como las crías de camélidos. No construían pueblos ni aldeas, sino que vivían
agrupados y se constituían a través del linaje patrilineal. Tenían sentido de la propiedad privada
respecto de sus bienes más íntimos: la familia y los utensilios; en cambio, la tierra y los animales
pertenecían al clan.

Los recursos naturales no eran de nadie, pero, el fruto de la tierra era de quien la cultivaba. Un
concepto muy interesante es el de individuo o individualidad que no se utilizaba tal cuál ahora lo
hacemos ahora, sino que se tenía una percepción de unidad desde el construcción de redes de
parentesco, es decir una visión más colectiva. (Quilaleo, 2013).Su sistema económico, es aceptado
en forma general que los mapuche antes de la llegada de los españoles tuvieron un sistema
económico en armonía con la naturaleza, y bajo las prescripciones propias de la cosmovisión y el
Az-Mapu.
Con la llegada de los colonizadores, los Mapuches, al igual que muchos otros pueblos, tuvieron
que proteger sus territorios, y en el proceso estas luchas llevaron a que llevó a que la vida tal cuál
la conocían, cambiara considerablemente.

Durante el largo período de resistencia a la dominación española y luego criolla, la guerra


dominará la vida cotidiana y deberán alterarse sus mecanismos habituales de adquisición de
alimentos y estructuración social, con evidentes consecuencias culturales.

Influyo la incorporación del caballo, esto produjo la expansión de su noción de espacialidad y


temporalidad. El caballo se convirtió en instrumento de guerra, sirviendo como vehículo de
desplazamiento rápido al otro lado de la cordillera.

Los mapuches han luchado contra el neoliberalismo, consistente en toda América Latina, una
gigantesca acción de despojo, acaparamiento, apropiación y monopolización de la riqueza social
considerando que sus asentamiento se encuentran principalmente en la región de la Araucanía,
unas de las principales zonas chilenas orientadas a los mercados de exportación.

Los espesos bosques naturales donde dominaba el pewen (Araucaria araucana), caracterizaban os
faldeos occidentales de la cordillera o tierra inmediata a las nieves.

Actualmente, el mapuche ocupa tierras que le fueron concebidos por el Estado sus descendientes.
Esto le ha determinado un domicilio fijo y la obligada sedentaridad de sus asentamientos, que se
están haciendo estrechos para mantener la creciente población que los ocupa. Su economía es
mantenida por un pequeño grupo de productores de campo, quienes conservan sus tradiciones
para mantener vida su identidad.

“Vi los indios, y casas fabricadas


De paredes humildes y techumbres,
Los árboles y plantas cultivadas,
Las frutas, las semillas y legumbres;
Noté de ellos las cosas señaladas,
Los ritos, ceremonias y costumbres,
El trato y ejercicio que tenían
Y la ley y obediencia en que vivían.

La sincera bondad y la caricia


De la sencilla gente de estas tierras
Daban bien a entender que la codicia
Aún no había penetrado aquellas sierras,
Ni la maldad, el robo y la injusticia
(Alimento ordinario de las guerras)
Entrada en esta parte habían hallado
Ni la ley natural inficionado.

Pero luego nosotros, destruyendo


Todo lo que tocamos de pasada,
Con la usada insolencia el paso abriendo,
Les dimos lugar ancho y ancha entrada;
Y la antigua costumbre corrompiendo,
De los nuevos insultos estragada,
Plantó aquí la codicia su estandarte
Con más seguridad que en otra parte.

Alonso de Ercilla, La Araucanía, Canto XXXII.

También podría gustarte