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AUSTRALIA

1 INTRODUCCIÓN

Australia (nombre oficial, Commonwealth of Australia, Australia), Estado de


Oceanía situado al sureste de Asia, entre los océanos Índico, al oeste y sur, y
Pacífico, al este. La isla de Australia forma, junto con la vecina de Tasmania, la
Commonwealth de Australia, miembro con gobierno autónomo de la
Commonwealth. Esta gran isla continental limita con varios mares que
constituyen brazos de los grandes océanos antes mencionados: al noroeste se
extiende el mar de Timor, al norte el mar de Arafura y el estrecho de Torres, al
noreste el mar del Coral y al sureste el mar de Tasmania. Australia tiene 7.682.300
km² de superficie.

2 TERRITORIO Y RECURSOS

Australia es fundamentalmente una isla llana y seca. Su amplia superficie


interior está formada por planicies y una baja meseta. En las llanuras
costeras del este, sureste y suroeste se concentra la mayor parte de la
población.

Al este, las llanuras costeras quedan separadas del interior por la Gran


Cordillera Divisoria o tierras altas del este. Esta región montañosa se
extiende paralela a la costa oriental, desde la península del cabo York,
situada al norte, hasta el estado de Victoria, al sureste. Está compuesta
por una serie de cordilleras menores, tales como los montes Azules (Blue
Mountains) y los Alpes australianos, que comprenden los montes Nevados
(Snowy Mountains). La cima más elevada de los Alpes australianos y de
Australia es el monte Kosciusko (2.228 m), en los montes Nevados de
Nueva Gales del Sur, en torno al cual se ha creado el Parque nacional de
Kosciusko. La Gran Cordillera Divisoria se prolonga hasta Tasmania, que
queda separada del continente por el profundo estrecho de Bass.
El escudo Australiano occidental ocupa más de la mitad del continente. Al
oeste de la línea que de forma abrupta se extiende de norte a sur, desde
el extremo oriental de la Tierra de Arnhem, en el golfo de Carpentaria,
hasta la península de Eyre, en el estado de Australia Meridional, se
encuentran el Gran Desierto de Arena, el desierto de Gibson, el Gran
Desierto Victoria y la llanura de Nullarbor.

Entre el escudo Australiano occidental y la Gran Cordillera Divisoria se


extiende la región de la Gran Cuenca Artesiana, un área de extensas
llanuras con las tierras cultivables más productivas de Australia. Está
compuesta por tres cuencas: Carpentaria, Eyre y Murray. El Parque
nacional Uluru (Ayers Rock) se encuentra al oeste del lago Eyre, en la
frontera entre la cuenca Eyre y el escudo Australiano occidental, en el
centro del país. Uluru, cuyo perímetro es una circunferencia de 9 km de
diámetro que se eleva desde la llanura que la rodea hasta unos 348 m de
altitud, está considerado como uno de los monolitos más grandes del
mundo.

La línea costera de Australia, cuya longitud es de 25.760 km, es por lo


general regular, con pocos cabos y bahías. Los mayores entrantes
oceánicos son el golfo de Carpentaria, al norte, y la Gran Bahía
Australiana, al sur. Algunos de los mejores puertos naturales son los de
Sydney, Hobart, Port Lincoln y Albany. Tasmania, por el contrario,
presenta una costa accidentada, en especial al sureste, donde el
hundimiento posglacial ha dado lugar a una de las costas sumergidas más
bellas del mundo.

La Gran Barrera de Arrecifes, declarada Patrimonio de la Humanidad por la


UNESCO, se prolonga a lo largo de unos 2.010 km siguiendo la costa oriental de
Queensland; está formada por corales y es la mayor estructura creada por
organismos vivos del mundo. Esta cadena de arrecifes forma un rompeolas que
sirve a los barcos que navegan a lo largo de la costa.

2.1 Geología

Australia era originalmente parte del antiguo continente de Gondwana,


que, a su vez, había formado parte con anterioridad del macrocontinente
único conocido como Pangea. Desde un punto de vista geológico, se
puede afirmar que Australia es, en su mayoría, muy vieja; las formaciones
rocosas más antiguas que se conocen datan de hace 3.000 o 4.300
millones de años. Éstas componen el núcleo del antiguo continente que,
junto con la Antártida, se separó del resto de Gondwana durante el
periodo jurásico, hace unos 180 millones de años, y empezó a desplazarse
en dirección este y norte (véase Tectónica de placas; Continente).
Australia emergió como la isla principal del aislado continente de Oceanía
hace aproximadamente 100 millones de años; desde entonces, su vida, en
términos geológicos, ha sido breve, y se está aproximando a Asia, con la
que llegará a colisionar.

Las rocas sedimentarias de la Gran Cordillera Divisoria se depositaron dentro de


un gran geosinclinal durante un periodo que se prolongó durante casi todo el
paleozoico y que finalizó hace unos 245 millones de años. Fuerzas de compresión
plegaron estas rocas al menos en dos ocasiones, dando lugar así a las cordilleras y
elevaciones volcánicas.

2.2 Ríos y lagos

Dos terceras partes de Australia son desérticas o semidesérticas y


experimentan una alta evaporación; sólo un 10% de las precipitaciones
permanece en la superficie para abastecer a los ríos. La Gran Cordillera
Divisoria constituye la divisoria de aguas de la mitad oriental de Australia.
De todos los ríos que fluyen en dirección oeste desde la Gran Cordillera
Divisoria por el interior, sólo el Murray es permanente; su caudal es mayor
en su nacimiento, en la región del monte Kosciusko, gracias a los
deshielos y a los aportes de sus grandes afluentes, los ríos Darling y
Murrumbidgee. La red hidrográfica formada por los ríos Murrray, Darling y
Murrumbidgee constituye el sistema fluvial más importante de Australia.
Su cuenca de avenamiento supera los 1,1 millones de km2 de superficie.
En Queensland, los principales ríos que fluyen en dirección norte, hacia el
golfo de Carpentaria, son el Mitchell, el Flinders y el Gilbert.

Los lagos naturales del interior del continente australiano constituyen las salinas o


lagos de sal. Las grandes salinas del centro y del sur de la Gran Cuenca Artesiana
(lagos Eyre, Torrens, Frome y Gairdner) son los restos de un vasto mar interior
que se extendió en otro tiempo por el sur del golfo de Carpentaria.

2.3 Recursos hidrográficos

La llanura de Nullarbor y otras regiones mayores del interior occidental


carecen de un drenaje superficial. Las reservas de agua artesianas se
extienden por 2,5 millones de km2 del continente. Aproximadamente un 70%
de las reservas totales se encuentran localizadas en la Gran Cuenca Artesiana, la
más grande de su clase en todo el mundo. La necesidad de proporcionar suficiente
abastecimiento de agua ha impulsado la creación de ambiciosos planes de
captación para el regadío y aprovechamiento eléctrico. El más famoso es el
Complejo Snowy Mountains. En 1962, se puso en marcha el Plan del río Ord, que
constituye un gran proyecto de regadío.

2.4 Clima

Aunque el clima de Australia varía de tropical (monzónico) en el norte, a frío y


templado en Tasmania, la mayor parte del país presenta un clima muy cálido y
seco; el mar apenas deja sentir sus efectos moderadores más allá de la costa. Más
de dos tercios del continente, en el centro y el oeste, reciben menos de 500 mm de
lluvias al año. Sólo el 10% de la tierra, al norte y en Tasmania, registra más de
1.000 mm de precipitaciones anuales. En las comarcas centrales, occidentales y
septentrionales de Australia, las temperaturas estivales oscilan entre los 26,7 °C y
29,4 °C de promedio, si bien pueden superar los 38 °C. Las cálidas y templadas
regiones costeras se caracterizan por fríos inviernos y veranos calurosos. Las
llanuras del litoral oriental reciben precipitaciones a lo largo de todo el año,
aunque principalmente en verano. Por el contrario, las costas cálidas y templadas
del oeste y sur reciben precipitaciones sobre todo en invierno, generalmente
ligadas a los constantes vientos del Oeste. Tasmania, que se encuentra en la zona
fría, recibe fuertes precipitaciones causadas también por los vientos del Oeste en
verano, y debido a las tormentas asociadas a los ciclones en invierno. Casi todos
los años, la sequía afecta a algunas áreas de Australia, pero también son frecuentes
las inundaciones locales y los ciclones tropicales.

2.5 Recursos naturales

Australia es rica en recursos minerales. Los más destacados, en cuanto a


valor comercial, son: la bauxita, el carbón bituminoso, el mineral de
hierro, el níquel, el oro, el plomo, el zinc, la plata, el lignito y el petróleo y
el gas natural, ambos extraídos en las costas. Los yacimientos de gemas
más famosos de Australia son los ópalos blancos de Andamooka y Coober
Pedy, y los genuinos ópalos negros de Lightning Ridge. Los enormes
yacimientos de diamantes descubiertos en los Kimberley, en 1979, han
convertido a Australia en uno de los primeros proveedores mundiales en
volumen y en el sexto en cuanto a su valor. Topacios y zafiros se extraen
en Queensland y en Nueva Gales del Sur. Australia tiene algunas de las
mayores reservas de uranio del mundo, y las de carbón, que generan un
75% de la energía eléctrica del país, son también importantes y de fácil
extracción.

Tasmania, la región más montañosa de Australia, emplea su considerable


producción de energía hidráulica para satisfacer la mayor parte de la demanda de
electricidad.
2.6 Suelos

En Australia se pueden encontrar toda una variedad edafológica, si bien


predominan los suelos pobres y mediocres, de bajo contenido orgánico.
Programas técnicos y educativos, investigaciones científicas y otras medidas, tales
como la restricción de los pastos y la repoblación forestal, están contrarrestando
las amenazas y daños, tanto ecológicos como económicos, que suponen la erosión,
la acidificación de los suelos y la salinización del suelo y del agua.

2.7 Flora

La flora australiana comprende unas 22.000 especies. Más del 90% son


autóctonas, y muchas de ellas endémicas, es decir, que no se encuentran
más que en este lugar. La vegetación, predominantemente perenne, varía
desde la densa población de arbustos y bosques de eucalipto en la costa,
hasta la espinosa de mulga y mallee, pasando por los arbustos que crecen
sobre los suelos salinos de las llanuras del interior. La vida vegetal en
Australia se desarrolla en tres zonas diferentes: la zona tropical, la zona
templada y la zona del desierto (erémica). La primera, de clima monzónico
y altas temperaturas, tiene una gran población forestal de árboles
caducifolios. Las especies que proliferan entre robles, fresnos, cedros, boj
y hayas son la palmera, el helecho y la parra. La zona templada se
caracteriza por bosques esclerófilos templados de sabana, bosques
lluviosos templados y vegetación alpina en los Alpes australianos y en los
montes de Tasmania. A lo largo de la costa oriental de Australia y en
Tasmania se han desarrollado extensas agrupaciones de pinos, que
ocupan la segunda posición, después del eucalipto, en cuanto a especies
vegetales. En la zona desértica domina la sabana de arbustos semiáridos,
estepas, pastos semiáridos y esclerófilos, además de vastas áreas
prácticamente carentes de vegetación.

Además de la flora autóctona, Australia cuenta también con cerca de 2.000


especies de plantas introducidas. Aunque la isla es rica en especies vegetales, el
área que éstas cubren se ha visto muy reducida desde la llegada de los primeros
colonos europeos en 1788; el resultado no ha sido sólo un aumento de la erosión,
sino también la desaparición de 83 de las especies autóctonas.

2.8 Fauna

Se cree que Australia tiene hasta 300.000 especies de animales diferentes,


de las cuales sólo unas 100.000 se han catalogado. Hay 260 especies
conocidas de mamíferos, 649 de aves, 748 de reptiles, 205 de anfibios y
216 de peces. Por tanto, la fauna australiana es variada, y tiene su origen
principalmente en la etapa en la que todavía formaba parte del
macrocontinente de Gondwana. Muchas de estas especies son autóctonas
de Australia, pues reflejan el largo aislamiento respecto de otras masas
terrestres. Entre ellas se pueden incluir siete familias de mamíferos,
además de cuatro de aves, con un 70% de especies conocidas; incluso se
estima que un 88% de las especies de reptiles y un 94% de las de
anfibios son originarias del país. Varias especies se han extinguido,
algunas incluso antes de la llegada de los europeos. Según datos de 2004,
621 especies se encuentran amenazadas.

Los únicos mamíferos ovíparos, los primitivos monotremas (los


ornitorrincos y los equidnas, que también se encuentran en Nueva Guinea)
proceden de Gondwana. En cuanto al resto de los mamíferos, los más
característicos son los marsupiales; de éstos, el más conocido es el
canguro, del que existen unas 50 especies. El canguro es vegetariano y
puede ser domesticado. El gran canguro rojo o el gris pueden llegar a
tener una altura de 2,1 m y saltar 9 m de longitud. Los falangeros son
marsupiales herbívoros que viven en los árboles; entre ellos se encuentran
el oposum y el koala. Éste último se alimenta de las hojas de algunas
especies de eucaliptos y ha estado en peligro de extinción debido a la
pérdida de su hábitat natural; ahora es especie protegida en toda
Australia. Otros marsupiales conocidos son el burrowing o wombat, el
bandicut y el ratón marsupial. Los marsupiales carnívoros, el gato nativo,
el gato tigre y el diablo de Tasmania sólo se encuentran en la isla de
Tasmania. Por otro lado, cabe mencionar la presencia del conejo europeo,
que, con toda probabilidad, es el animal que más daño ha causado al
medio australiano; hoy día, su población se estima en unos 300 millones.

En las aguas del sur se pueden encontrar varias especies de ballenas,


mientras que en el norte abunda el dugón. Las aguas marinas australianas
también constituyen el hábitat de unas 70 especies de tiburones. El
dipnoo de Queensland es una de las especies más antiguas; su evolución
data de antes de la formación de Gondwana, por lo que se le conoce
como el ‘fósil viviente’, y tiene un solo pulmón para respirar en lugar de
agallas.

Hay dos especies de cocodrilos. El mayor de ellos, el cocodrilo poroso,


habita en los pantanos y estuarios de la costa septentrional; mide unos
6 m de largo. Entre las muchas especies de saurios o lagartos se incluyen
el geco, el escinco y el goanna gigante. Hay, además, unas 100 especies
de serpientes venenosas en Australia.
Entre los insectos destacan las termitas gigantes del norte de Australia, que
construyen sus nidos en forma de colinas de hasta 6 m de altura.

2.9 Temas medioambientales

Durante 200 millones de años, Australia fue una isla continente separada


del resto del mundo por el océano, lo que ha hecho que la fauna y la flora
autóctonas hayan evolucionado sin mezclas, dando lugar a algunas de las
especies más extrañas del planeta. Ningún otro lugar del mundo posee
tanta diversidad de seres vivos como estas tierras. Desde la llegada de los
europeos, a finales del siglo XVIII, se han extinguido docenas de especies.
Hoy en día, la mayor parte de la vida salvaje vive en territorios protegidos
a nivel federal y, a veces, privado.

Es fácil que especies ajenas al continente destruyan a las especies y


biomas endémicos de Australia, ya que estos últimos nunca han tenido
contacto antes con otras especies foráneas. Algunas plantas y animales
parásitos procedentes de todos los rincones del mundo se han hecho un
hueco en Australia, frecuentemente echando a las especies autóctonas.
Los conejos europeos o las chumberas norteamericanas constituyen un
buen ejemplo de ello; en ambos casos, la población de ejemplares se
disparó y alcanzó cotas de plaga, lo que obligó a introducir enemigos
naturales exóticos para poder controlarlos. Actualmente, los camellos
árabes se han aclimatado y forman parte del paisaje de Australia
Occidental. Es probable que hace cientos de miles de años, los
inmigrantes aborígenes procedentes de Asia fuesen los primeros en incluir
una especie ajena a este continente: el dingo, que seguramente fue
introducido como animal doméstico.

Australia posee uno de los hábitats más singulares del mundo. La Gran


Barrera de Arrecifes, en la costa noreste, se encuentra seriamente
amenazada como consecuencia del turismo y los buceadores, así como
por la cada vez más frecuente navegación industrial. La biodiversidad de
los bosques húmedos tropicales del norte de Queensland es también
sorprendente, pero la industria maderera y las instalaciones turísticas
podrían acabar con ella. La conservación de los bosques tropicales es un
asunto de gran importancia en este país.

Australia posee un gran sistema de parques nacionales y reservas


terrestres, de cuya administración se encargan los diferentes estados, y
también se han determinado una serie de reservas marinas y estuarios,
entre las que se encuentra el enorme Parque marítimo Gran Barrera de
Arrecifes. Este sistema incluye 11 lugares declarados Patrimonio de la
Humanidad y 12 reservas de la biosfera establecidas por el programa El
Hombre y la Biosfera de la UNESCO. La superficie protegida de Australia
ocupa el 7,5% de la superficie total del país (2003).

Australia tiene pocos ríos permanentes y buena parte del agua que se


emplea en las tareas agrícolas se obtiene de pozos artesianos que riegan
grandes cuencas, a menudo con agua salina de mala calidad. Es frecuente
que los suelos contengan grandes cantidades de sales y alcaloides;
además, se erosionan y desertizan como consecuencia de las pobres
técnicas agrícolas, sobre todo en la tierra donde el pastoreo es excesivo.
En algunas regiones, los canguros y el ganado vacuno se disputan el
forraje y, a veces, se cazan canguros por deporte o para reducir su
excesivo número.

Australia se ha convertido en una potencia industrial, con un nivel de vida


alto y, debido a ello, sufre problemas derivados de la contaminación del
agua, del suelo y del aire, cerca de las ciudades. Este país es uno de los
que emite más gases causantes del efecto invernadero, pero dispone de
varias políticas medioambientales, como las que se encargan de regular el
reciclado y la recogida de la basura doméstica. Una de las grandes
ventajas medioambientales de este país es que cuenta con una tasa de
población relativamente baja, 20,1 millones de habitantes, lo que hace
que la densidad de población de Australia sea una de las más bajas del
mundo.

Australia se autoabastece en el terreno energético, ya que dispone de


enormes reservas de carbón, petróleo y gas. Carece de centrales
nucleares, aunque algunas de las reservas de uranio sin explotar más
importantes del mundo se encuentran en la zona interior australiana.
Australia es uno de los países más soleados y ventosos, lo que le ha
permitido desarrollar y utilizar fuentes de energía alternativa, como la
energía solar y eólica, que los gobiernos federales y locales defienden
abiertamente.

En el terreno internacional, Australia ha ratificado los acuerdos medioambientales


sobre: el Protocolo Medioambiental del Antártico, el Tratado del Antártico, la
biodiversidad, los cambios climáticos, las especies en peligro de extinción, los
cambios medioambientales, los residuos peligrosos, las leyes del mar, el vertido
de residuos al mar, la vida marina, la prohibición de realizar ensayos nucleares, la
capa de ozono, la contaminación naval, la madera tropical (1983) y las zonas
húmedas. A nivel regional, Australia coopera con otros países del Pacífico Sur
para proteger el entorno marino. Además, se han alcanzado acuerdos con Japón y
China para proteger a las aves migratorias.
3 POBLACIÓN

Los aborígenes de Australia y los isleños del estrecho de Torres constituyen hoy


un 1,5% de la población del país. Casi un 94% de los australianos son de origen
europeo. La mayoría desciende de británicos o irlandeses. Desde 1945, más de dos
millones de personas de otros países europeos han emigrado a Australia. El inglés
es el idioma oficial. En las restantes comunidades se hablan, entre otras, lenguas
aborígenes.

3.1 Características de la población

Australia es el país más dispersamente habitado del mundo. Su población (según


estimaciones para 2005) es de 20.090.437 habitantes. La densidad apenas
sobrepasa los 2,6 hab/km². La población australiana es una de las más
concentradas del mundo; un 90% ocupa el 3% de la superficie, el 92% está
clasificada como urbana y vive en ciudades y pueblos a lo largo de los litorales
oriental, suroriental y suroccidental, así como en Tasmania. El 97% del territorio
restante de Australia no está poblado; estas zonas son aprovechadas para la cría de
ganado vacuno y ovino, atendidas por pequeños núcleos de población, como Alice
Springs, Darwin, Kalgoorlie, Boulder, la costa occidental entre Dampier y Port
Hedland, y la región de minas de diamantes de los Kimberley. La tasa de
crecimiento anual de la población australiana es del 0,87% y la esperanza media
de vida de 80,4 años.

3.2 Los aborígenes

Los aborígenes australianos emigraron desde algún punto de Asia hace


entre unos 60.000 y 40.000 años, en un periodo caracterizado por un
descenso del nivel del mar, que dio lugar a la existencia de un puente de
tierra casi continuo entre los dos continentes.

Estos primeros australianos fueron fundamentalmente pueblos nómadas


cazadores-recolectores, que sobrevivieron y se multiplicaron gracias al
profundo conocimiento del territorio, la flora y la fauna, así como a las
condiciones climáticas. El fuego y las cenizas resultantes de la quema de
las tierras fueron para ellos un medio para aumentar la fertilidad de los
pastos; así atrajeron a los canguros y otros animales de caza.

Las principales herramientas utilizadas eran bastante sencillas: palos para


cavar, lanzas y varas arrojadizas, boomerangs, agujas, platos de madera,
bobinas, recipientes de piel para el agua, y alfombras y bolsas de mimbre
trenzado. La división del trabajo se basaba en las diferencias de sexo: los
varones mayores y de edad media se dedicaban a la caza mayor de
mamíferos, mientras las mujeres recolectaban vegetales y capturaban
animales pequeños. Los aborígenes desarrollaron una compleja
organización social y uno de los sistemas de creencias más ricos del
mundo. Su visión del Universo giraba en torno a la época de los sueños o
‘tiempo de soñar’, un concepto que lo engloba todo y abarca presente,
pasado y futuro, incluyendo la etapa de la creación, al principio de todos
los tiempos, cuando unos seres míticos dieron forma a la Tierra. Estos
seres soñadores se retiraron, con el tiempo, del mundo físico al espiritual,
donde guardaban el control de la fertilidad y de otros poderes para crear
vida.

Cuando se estableció el primer asentamiento europeo en 1788, los


aborígenes llevaban mucho tiempo ocupando y explotando Australia,
adaptados a las condiciones ambientales, que comprendían tanto los
bosques tropicales como las zonas húmedas y los áridos desiertos. Se
estima que la población oscilaba entre 300.000 y 1.000.000 de habitantes
y que se hablaban más de 200 lenguas distintas.

La llegada de los europeos alteró la cultura de los aborígenes; los


contactos entre los dos grupos eran mínimos y el vacío cultural casi
insalvable. Los aborígenes se vieron forzados a abandonar las tierras
costeras más fértiles para dirigirse hacia el interior, y sus esfuerzos por
resistirse concluyeron con una ‘pacificación a la fuerza’, en la que
murieron un gran número de aborígenes.

Hasta 1960, la población nativa era principalmente rural; durante las


siguientes dos décadas empezaron a trasladarse en grandes grupos a las
áreas urbanas. Un referéndum en 1967 dio por primera vez el poder al
gobierno federal de legislar en favor de los aborígenes y de incluirlos en el
censo.

El censo de 1991 totalizó 238.492 residentes australianos de origen autóctono, y


otros 26.902 como isleños del estrecho de Torres. Cada región de Australia cuenta
con un Consejo Territorial Aborigen, y la mayoría de ellas poseen centros y
organizan festivales y celebraciones propias de la cultura aborigen.

3.3 Divisiones administrativas

La Commonwealth de Australia está comprendida por seis estados y dos


territorios: Australia Meridional, Australia Occidental, Nueva Gales del Sur,
Queensland, Tasmania, Territorio del Norte, Territorio Federal de la Capital y
Victoria. Las posesiones exteriores de Australia son: el Territorio Antártico
Australiano, las islas Christmas, Cocos (o Keeling), Heard y McDonald, Norfolk,
Ashmore y Cartier, así como el Territorio de las Islas del Mar del Coral. Canberra
es la capital de Australia.

3.4 Principales ciudades

Sus ciudades son muy extensas; el 60% de la población vive en las áreas


metropolitanas de las seis capitales estatales, así como en Canberra. La población
de las ciudades más importantes (según estimaciones para 1999) es: Sydney, la
primera ciudad de Australia (4.041.400 habitantes); Melbourne (3.417.200
habitantes); Brisbane (1.601.400 habitantes); Perth (1.364.200 habitantes); y
Adelaida (1.092.900 habitantes). Canberra (309.799 habitantes) fue construida
para servir como capital nacional.

3.5 Religión

Australia no tiene religión oficial y su constitución garantiza la libertad de cultos.


La mayor parte de la población es cristiana, con un predominio de los católicos y
anglicanos; cada una de estas confesiones comprende aproximadamente un 26%
de la población total. Otro 23% profesa otros cultos cristianos, destacando los no
conformistas y otras agrupaciones protestantes, así como ortodoxas. Además,
existen pequeñas comunidades de judíos, que practican el judaísmo, budistas, y
musulmanes, adeptos del islam.

3.6 Educación

La educación es responsabilidad de los seis estados y del Territorio del Norte


fundamentalmente. La enseñanza es obligatoria entre los 5 y los 15 años. En 1997
Australia tenía 8.123 escuelas estatales de primaria, con un registro anual de 1,91
millones de alumnos, mientras que otros 2,59 millones de estudiantes estaban
matriculados en secundaria.

3.6.1 Escuelas especializadas

El gobierno federal financia las escuelas preparatorias para sus servicios de


defensa, la Escuela Forestal de Australia (Canberra) y la Escuela de
Administración del Pacífico (Sydney).

3.6.2 Educación superior

Australia tiene 37 universidades, entre las que se incluyen dos instituciones


privadas; con un total de 868.689 alumnos matriculados en 2001–2002. Las
principales universidades son: la Universidad Nacional de Australia (fundada en
1946), la Universidad Macquerie (1946), la Universidad de Nueva Gales del Sur
(1948), la Universidad de Sydney (1850), la Universidad de Queensland (1910), la
Universidad de Adelaida (1874), la Universidad de Tasmania (1890), la
Universidad de Melbourne (1853) y la Universidad de Australia Occidental
(1911).

3.7 Cultura

A medida que los colonos se adaptaban a su nuevo país, las costumbres


se fueron modificando. La peculiar cultura australiana está cimentada
sobre tradiciones británicas. Desde la década de 1960, la afluencia de
inmigrantes procedentes del continente europeo y de Asia ha conducido al
desarrollo de una sociedad multicultural, en la que los aborígenes
empiezan a desempeñar un considerable papel.

Australia cuenta con un gran número de famosos escritores y pintores, además de


premios Nobel, como el escritor Patrick White. Uno de los centros culturales más
conocidos del país es la Ópera de Sydney, ejemplo de gran belleza de la
arquitectura moderna.

3.7.1 Bibliotecas y museos

La Biblioteca Nacional de Australia, en Canberra, es la principal biblioteca


del país y el depósito con derechos de reproducción. A principios de la
década de 1990, poseía más de 4,5 millones de volúmenes. La Biblioteca
Estatal de Nueva Gales del Sur (1826) es la más antigua y la mayor de
todas las estatales. La Biblioteca Estatal de Victoria (1854) conserva
colecciones de pintura, música y artes escénicas.

El Museo de Australia (fundado en 1827), en Sydney, expone importantes


colecciones de historia natural y antropología. La Galería Nacional de Victoria
(1859), en Melbourne, alberga excelentes muestras de pintura europea y
australiana. Otras instituciones de renombre son: la Galería Nacional de Australia
(1982), en Canberra; la Galería de Arte de Queensland (1895), en Brisbane; la
Galería de Arte de Australia Meridional (1881), en Adelaida; y la Galería de Arte
de Australia Occidental (1895), en Perth. De igual importancia son el Museo de
Artes y Ciencias Aplicadas (1880) y el Museo Nicholson de antigüedades (1860),
ambos en Sydney; el Herbario de Queensland (1847), el Museo y Galería de Arte
de Tasmania (1852), en Hobart; y el Museo de Victoria en Melbourne, al que se
ha incorporado el antiguo Museo Nacional de Victoria (1854) y el Museo de
Ciencias de Victoria (1870). Los famosos Jardines Botánicos de Melbourne
comprenden el Herbario Nacional, un centro de investigación con especímenes y
documentos que datan de mediados del siglo XIX. Está prevista la inauguración
de un nuevo museo en la capital federal para el año 2001.

3.7.2 Literatura

Los aborígenes australianos tuvieron una rica tradición oral, que incluía no


sólo temas de mitología sagrada, sino también cuentos y relatos
históricos. Un número considerable de esos relatos presentaba varias
versiones, a veces muy diferentes, dependiendo de la situación y del
narrador. Véase Literatura australiana.

3.7.3 Pintura

Mucho antes de la llegada de los europeos, los aborígenes habían


desarrollado unas genuinas y muy características formas artísticas,
asociadas generalmente a ritos de sacrificio. Destacan las pinturas en
arena, roca y cuevas, así como la talla en maderas y otros materiales.

El valor de las primeras pinturas realizadas por inmigrantes europeos


obedece, sobre todo, a su importancia como documentos históricos acerca
de la colonización del país.

Algunos pintores australianos del siglo XX son: sir William Dobell, sir George


Russell Drysdale y Fred Williams. La obra de sir Sidney Nolan, basada en temas
de la historia de Australia y su folclore, ha alcanzado el reconocimiento
internacional.

3.7.4 Música y cinematografía

La música australiana más antigua es la de los nativos. Para ellos, la


música desempeña un papel fundamental, tanto en la vida social como en
la religiosa. Durante las reuniones sociales, o corroborees, las canciones y
el baile proporcionan las mejores formas de entretenimiento. En las
ceremonias sagradas, los cantos sirven de nexo vital con el reino de los
espíritus de la ‘época de los sueños’, creadores de la Tierra y de todas las
criaturas que en ella habitan.

Australia ha hecho destacadas aportaciones al mundo de la música, con


sopranos como Nellie Melba y Joan Sutherland, el compositor y pianista
Percy Grainger, y los compositores Arthur Benjamin, John Antill, Peggy
Glanville-Hicks y Peter Joshua Sculthorpe.
Durante la época del cine mudo, se desarrolló una industria
cinematográfica que abasteció al mercado y vio nacer a famosos actores,
como Errol Flynn. La Unidad Cinematográfica de la Commonwealth de
Australia se creó en la década de 1970 para fomentar el renacimiento del
cine australiano. Uno de los directores más destacados es Peter Weir,
cuya película Picnic en Hanging Rock (1975) fue una de las primeras de la
nueva generación y consiguió una audiencia internacional.

Desde la década de 1970, las películas australianas han demostrado tener


éxito tanto en su propio país como en el extranjero. Algunas de ellas son:
la trilogía de Mad Max (1978, 1981 y 1985) de George Miller, que convirtió
a Mel Gibson en un actor de renombrada fama, y Cocodrilo Dundee (1985,
Peter Faiman), que consiguió también un enorme éxito. Otros títulos más
recientes son: Strictly Ballroom (1991, Baz Lurhmann), La boda de Muriel
(1993, P.J. Hogan) y Las aventuras de Priscila, reina del desierto (1994,
Stephan Elliot).

3.8 La cultura contemporánea

La vida cultural de Australia en el siglo XX se puede dividir en dos periodos


distintos: en el primero, desde 1901 hasta la II Guerra Mundial, los
australianos siguieron reflejando los principios básicos de sus orígenes
británicos; el segundo, a partir de la II Guerra Mundial, que trajo como
consecuencia una nueva identidad para Australia y las primeras formas de
expresión nacionalistas. La II Guerra Mundial asestó un duro golpe a la
cultura australiana; sus pobladores comenzaron una revolución cultural al
reconocer su dependencia del apoyo militar de los Estados Unidos, y la
necesidad de entender mejor su propio lugar en el mundo.

A principios de 1946, miles de inmigrantes procedentes de Europa oriental


y del sur se establecieron en los suburbios australianos. Esta inmigración
convirtió a la población australiana en una de las más cosmopolitas del
mundo.

En la década de 1960, se enfatizó el reconocimiento de los derechos aborígenes;


finalmente, en 1967, les otorgaron la ciudadanía absoluta y el derecho al voto. Al
mismo tiempo, los australianos comenzaron a disentir con mayor energía de los
valores sostenidos por quienes encabezaban el panorama político. La reacción a la
guerra de Vietnam fue en parte el origen de la protesta pública contra el
reclutamiento obligatorio militar, instituido en 1964 y que terminó ocho años
después.
4 ECONOMÍA

Australia es miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo


Económico (OCDE), corporación de las naciones industrializadas, y sus
habitantes disfrutan de un alto nivel de vida. En 2003 su producto interior
bruto fue de 522.378 millones de dólares con una renta per cápita de
26.280 dólares.

Exporta, sobre todo, productos primarios, e importa artículos


manufacturados diversos. Como resultado de esto, la economía de
Australia es vulnerable a las fluctuaciones de precios en los mercados de
divisas mundiales, así como a la inflación de sus principales proveedores.
En 2003 se estimaron unos ingresos de 138.260 millones de dólares y
134.206 millones de gastos.

La agricultura y la minería desempeñan un papel central en la evolución histórica


de Australia, que es, por otra parte, un importante exportador de trigo, carne,
productos lácteos y lana. En Australia se obtiene más del 25% de la producción
mundial de lana. Es, además, uno de los primeros productores y exportadores de
minerales, en especial de carbón. El sector industrial ha crecido rápidamente
desde 1940, y el sector servicios es todavía más importante; aporta el 71,1% al
producto interior bruto de Australia.

4.1 Agricultura

Aunque el sector agrícola es hoy mucho menos importante en términos de


producto interior bruto y empleo (ocupaba al 5% de la población activa en
2001), la prosperidad de una importante parte del país sigue dependiendo
en gran medida de la cría de ganado y de los cultivos. El sector ganadero
surgió en tiempos de la colonización, cuando se introdujeron las primeras
ovejas merinas españolas procedentes de Sudáfrica. Los pastos hoy
ocupan casi el 90% del territorio. Cerca de un tercio de las ovejas y un
porcentaje aún mayor de ganado vacuno se cría en las enormes
propiedades, conocidas como ‘estaciones’, de la Australia semiárida.

Australia es el mayor productor y exportador de lana del mundo, en


especial la de oveja merina. En 2004 había 94,5 millones de ovejas, que
producían 520.000 t de lana y 41.000 t de cordero. El ganado vacuno se
cría en todos los estados y territorios de Australia, pero Queensland es su
productor principal, con cerca del 40% del rebaño nacional. Australia cría
terneras para carne y ganado para la producción de lácteos. Hay 26,4
millones de cabezas de vacuno y 2,66 de porcino.
Aunque los cultivos ocupan sólo un 6,3% de la superficie total de Australia, este
porcentaje tiene una gran importancia económica. El cultivo de trigo (altamente
mecanizado) se extiende por un 45% de las ha sembradas. La producción agrícola
ha dado un giro hacia otros cultivos más provechosos durante los últimos años. La
producción en 2004 supuso 22,5 millones de t, de las que se exportó un 70%. La
avena, la cebada, el centeno, el maíz, las semillas de aceite, el tabaco y el pienso
son muy importantes. El arroz y el algodón son los cultivos dominantes en el área
regada de Murrumbidgee. En 2004 se produjeron aproximadamente 36,9 millones
de t de caña de azúcar. Se cultiva gran variedad de fruta, como manzanas,
plátanos, uvas, naranjas, peras, piñas y papayas, y los viñedos crecen en los valles
de Barossa, en Australia Meridional, y de Hunter, en Nueva Gales del Sur, que
han dado lugar a una notable producción vinícola.

4.2 Silvicultura y pesca

Los bosques cubren sólo un 20,6% del territorio australiano. Las


plantaciones de coníferas proporcionan la mayoría de la madera comercial.
Los bosques de eucaliptos se emplean para la producción de papel y
muebles. Aproximadamente 9,4 millones de ha de bosque están
permanentemente protegidas en las reservas estatales. En 2003 la
producción de madera fue de 29,8 millones de m³.

Las aguas de Australia contienen más de 2.000 especies de peces y una


gran variedad de vida marina, si bien la captura anual es relativamente
pequeña: 236.282 t en 2001.

Las perlas y las conchas troca se recolectan en la costa norte desde comienzos del


siglo XIX. Darwin, Broome y la isla Thursday son hoy los centros petrolíferos
más importantes. Australia tuvo, hasta finales de la década de 1970, una
importante actividad ballenera, que abandonó al sumarse al acuerdo de
cooperación internacional para preservar la población de los cetáceos.

4.3 Minería

La industria minera fue uno de los factores económicos más importantes


en el crecimiento económico y social de Australia, y ofrece una
prometedora perspectiva en el futuro desarrollo del país. Los
descubrimientos de oro en 1850 originaron la primera gran oleada
migratoria y los asentamientos en el interior. Australia Occidental cuenta
con la mayor producción minera del país (37%) y contiene el 63% de los
minerales metálicos. El carbón, el petróleo, el gas natural y los minerales
metálicos, así como el oro y el mineral de hierro, son los componentes
principales de su producción. En 2003 la cantidad extraída de los más
importantes minerales del país fue: carbón (343 millones de t), hierro (116
millones de t), lignito (51,7 millones de t), bauxita (55,6 millones de t),
cobre (830.000 t), oro (282 t), estaño (6.500 t); también fue relevante la
producción de mineral de manganeso, niquel y uranio.

Australia aporta un 12% de la producción aurífera mundial. El 70% del


total procede de Australia Occidental, sobre todo de las proximidades de
Kalgoorlie. Desde que se descubrieron en 1979 los yacimientos
diamantíferos de la región de los Kimberley, en Australia Occidental, el
país se ha convertido en el mayor productor en volumen, con un 36% del
total mundial. En 2003 se extrajeron 14.900.000 quilates, la mayoría de
los cuales proceden de la mina gigante de Argyle, en los Kimberley.

La producción de petróleo crudo es de 228.634.450 barriles anuales.

4.4 Industria

En 2002 el sector industrial contribuyó con un 25,9% al producto interior


bruto del país, y las empresas dieron empleo al 21% de la población
activa.

Sydney, Newcastle, Victoria y el área metropolitana de Melbourne constituyen los


mayores centros industriales. Geelong, situado cerca de Melbourne, es famoso por
sus fábricas de lana y sus plantas de motores de vehículos. A partir de 1950,
Adelaida y Brisbane desarrollaron una considerable base industrial.

4.5 Turismo

Esta actividad ha crecido considerablemente a partir de 1970, en especial


por el incremento del mercado japonés y por el abaratamiento y rapidez
de los vuelos de larga distancia. El turismo es uno de los sectores más
dinámicos de la economía; en 5.792 millones de dólares y 4,35 millones
de visitantes.

Los turistas extranjeros comparten intereses similares, que se centran en unos


cuantos puntos concretos: la ciudad de Sydney, cerca de la cual se encuentra el
Parque nacional de las Montañas Azules, la Gran Barrera de Arrecifes, el Parque
nacional Kakadu y las playas de Brisbane, Cairns y Sydney.

4.6 Energía
El suministro de energía es responsabilidad estatal. En 2002, el 90,94% de la
electricidad se generaba en centrales térmicas, de las cuales la mayor parte
utilizaban lignito. Además, el país tiene varias plantas hidroeléctricas, entre las
que destacan el Complejo Snowy Mountains y varias pequeñas instalaciones en
Tasmania. La producción anual de electricidad es de 210.317 millones de KWh.

4.7 Moneda y banca

La unidad monetaria de Australia es el dólar australiano, dividido en 100


céntimos. En 2003, 1 dólar estadounidense equivalía a 1,54 australianos. El
primer banco se fundó en Sydney, en el año 1817. El Banco Reserva de Australia
se creó en 1911 y es el banco central emisor de moneda.

4.8 Comercio exterior

Por el acuerdo alcanzado en 1982, en 1990 acabaron todas las


limitaciones para el comercio con Nueva Zelanda. Japón y los Estados
Unidos son los principales socios comerciales de Australia; a principios de
la década de 1990, las importaciones y exportaciones mutuas equivalieron
a casi un 40% del comercio total del país. Otros importantes mercados de
exportación para Australia son: Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Alemania,
Canadá, China, Corea del Sur, Italia y Papúa-Nueva Guinea. Además de
los Estados Unidos y Japón, otros mercados importadores son: Gran
Bretaña, Alemania, Hong Kong, Canadá y Nueva Zelanda. Algunos de los
principales productos importados son maquinaria, equipamiento de
transporte, productos químicos, metales no ferrosos, papel y cartón,
tejidos e hilos. Entre las principales exportaciones se encuentran la del
carbón, metales no ferrosos, aceite, lana y cereales. Para más
información, véase Comercio internacional.

4.9 Transporte

La mayor parte de las redes ferroviarias de Australia se construyeron


durante la segunda mitad del siglo XIX. Hubo entonces una tendencia a
crear líneas radiales que unieran los puertos con el interior. En 2002 había
9.514 km de vías gestionadas por los gobiernos federal y estatales.
Existen, además, compañías ferroviarias privadas, como las que sirven a
los campos de mineral de hierro en Australia Occidental.

La red principal de carreteras sigue una estructura similar a la del


ferrocarril. Australia tiene unos 811.603 km de carreteras, de las que el
39% están pavimentadas; hay más de 16.000 km de autopistas
nacionales. En 1997 había 601 vehículos por cada mil habitantes.

Una completa red de líneas aéreas une las principales ciudades y los


núcleos más lejanos. Dada la gran distancia entre las ciudades, y gracias a
las buenas condiciones para el vuelo que suelen darse en el país, los
australianos son usuarios habituales de los servicios aéreos. A principios
de la década de 1990, las líneas internas transportaban a casi 18 millones
de pasajeros al año. En 1992, la Australian Airlines se fusionó con la
Quantas Airways (línea aérea privada australiana); unas 43 compañías
aéreas volaron a Australia a principios de la década de 1990. Los
principales aeropuertos nacionales e internacionales están en Sydney
(Kingsford Smith) y Melbourne (Tullamarine).

La navegación costera y transoceánica es crucial para la economía de Australia.


La flota mercante tiene una capacidad de 1.971.876 toneladas brutas registradas.
Hay cerca de 70 puertos de importancia comercial, la mayoría ubicados en la
costa oriental. Sydney, con su contigua bahía de Botany, es el principal puerto de
mercancías. Otros puertos de notable actividad son: Port Hedland, especializado
en grandes cargamentos de mineral de hierro, Melbourne, Freemantle, Newcastle,
Port Kembla, Geelong, Brisbane, Port Gladstone y Port Walcott.

4.10 Comunicaciones

Australia se comunica con el resto del mundo a través de satélite, telégrafo o cable


submarino, radioteléfono y fototelégrafo. La oficina de Correos de Australia
gestiona los servicios postales. A principios de la década de 1990, existían más de
8 millones de líneas telefónicas; en 2000 estaban en activo unos 37 millones de
aparatos de radio y más de 14 millones de televisores. Australia cuenta además
con 65 periódicos diarios, cuya tirada total aproximada es de 5 millones de
ejemplares. En 2002 había 565 equipos informáticos en uso por cada mil
habitantes.

4.11 Trabajo

Australia comparte con Nueva Zelanda un sistema de arbitraje que intenta regular


legalmente salarios y condiciones laborales. Los sindicatos tienen una larga
tradición en el país; unos 3 millones de trabajadores están afiliados a alguno de los
220 sindicatos vigentes. A principios de la década de 1990, cerca de un 43% de
los asalariados estaban sindicados. La legislación federal de 1992 concedió a los
empresarios libertad para negociar salarios y otros acuerdos, en base a las
necesidades y a las condiciones particulares de las compañías. En 2002 la tasa de
desempleo era del 6% de una población activa calculada en 10,1 millones de
personas.

5 GOBIERNO

Australia, una democracia federal parlamentaria, es un estado independiente y


miembro de la Commonwealth of Nations. La Constitución de Australia, que
entró en vigor en 1901, se basa en la tradición parlamentaria británica e incluye
elementos del sistema estadounidense. El jefe de Estado es el soberano británico,
representado por un gobernador general. La primera figura del gobierno es el
primer ministro, responsable ante el Parlamento.

5.1 Poder ejecutivo

El poder ejecutivo recae formalmente sobre un gobernador general, designado por


el monarca británico de acuerdo con el primer ministro australiano. El monarca
británico, a través del gobernador general, no tiene un poder real sobre el gobierno
y su función de regente es simbólica. En la práctica, un gabinete presidido por el
primer ministro, quien es a su vez el dirigente del partido con mayoría en el
Parlamento, decide sobre la política federal.

5.2 Poder legislativo

El poder legislativo nacional recae sobre un Parlamento de carácter bicameral,


compuesto por un Senado y una Cámara de Representantes. El Senado está
formado por 76 miembros (12 por cada estado, y, desde 1974, 2 por cada
territorio) elegidos democráticamente para mandatos de seis años. Según la
Constitución australiana, la Cámara de Representantes debe tener
aproximadamente el doble de miembros que el Senado. El número de diputados
de un estado guarda proporción con su población, pero debe haber al menos cinco
por cada estado. El Territorio del Norte tiene un representante y el Territorio
Federal de la Capital, dos. La Cámara de Representantes tiene 148 miembros,
elegidos por sufragio directo por un periodo máximo de tres años.

5.3 Partidos políticos

Australia cuenta con cuatro partidos políticos importantes: el Partido Laborista


Australiano, el Partido Nacional, el Partido Liberal y el Partido de los Demócratas
Australianos.

5.4 Gobierno local


Cada estado, a excepción de Queensland, que sólo tiene una cámara, cuenta con
un sistema gubernamental de carácter bicameral. Un gobernador representa la
soberanía británica en cada uno de los estados; cientos de autoridades
gubernamentales locales se encargan de la organización urbana.

5.5 Poder judicial

El Tribunal Supremo de Australia, formado por un juez supremo y otros seis


miembros designados por el gobernador general en consejo, está a la cabeza del
sistema judicial.

5.6 Derechos de los aborígenes

Uno de los asuntos legales de mayor trascendencia tratado en los últimos


años ha sido el del derecho territorial aborigen. En agosto de 1985, el
gobierno formuló una serie de propuestas de ley para conceder a los
aborígenes la libre titularidad de los parques nacionales, las tierras de la
Corona sin ocupar y las antiguas reservas aborígenes. En octubre del
mismo año, Uluru (conocida entonces por su nombre europeo, Ayers
Rock) fue transferida a la comunidad aborigen mutijulu.

En 1988, las Naciones Unidas publicaron un informe en el que acusaban a


Australia de violación de los derechos humanos internacionales por su
trato a los aborígenes. En 1992, en un dictamen sobre patrimonio
histórico, el Tribunal Supremo reconoció la titularidad de los nativos sobre
las tierras antes del primer asentamiento europeo de 1788. La llamada
‘decisión Mabo’ resolvió que los aborígenes y los isleños del estrecho de
Torres podrían reclamar su titularidad sobre determinados terrenos,
siempre que pudieran demostrar una relación “estrecha y continuada” con
las tierras en cuestión. En 1993, el gobierno promulgó la Ley de Derechos
Territoriales Aborígenes, en un empeño por armonizar los dos aspectos del
dictamen, y estableció un tribunal federal para dar validez a los títulos
sobre las tierras existentes y para establecer compensaciones, en caso de
que se considerara que las peticiones de los aborígenes habían expirado;
a tal efecto, se creó un fondo provisional de unos 1.100 millones de
dólares.

La mayoría de los estados adoptaron esa legislación, con la excepción de Australia


Occidental, donde los intereses mineros son muy fuertes y donde se estima que
hasta un 40% del estado podría verse sometido a esta demanda de titularidad. De
hecho, su gobierno estatal legisló la extinción de todo derecho de titularidad y
ofreció únicamente algunos “derechos por uso tradicional de la tierra”; Australia
Occidental cuestionó además ante el Tribunal Supremo la validez de la Ley de
Derechos Territoriales Aborígenes. El 16 de marzo de 1995, el tribunal sentenció
que la Ley de Derechos Territoriales Aborígenes era válida y declaró que la
oposición legislativa de Australia Occidental era inconstitucional.

5.7 Defensa

El sistema de defensa utilizado en Australia data de 1911, año en el que el


gobierno instauró el servicio militar obligatorio. Las fuerzas australianas
tomaron parte durante el siglo XIX en varias campañas militares, tales
como la guerra de Crimea, la campaña de Sudán (1897-1899) y la Guerra
Bóer. Las tropas australianas participaron también en ambas guerras
mundiales, en la de Corea, en la de Vietnam y en la del Golfo Pérsico.

En la actualidad, el servicio militar es voluntario. En 2003 el número de


integrantes de las Fuerzas Armadas era de 51.800 soldados. El núcleo de la
política de defensa australiana es, desde septiembre de 1951, el tratado de apoyo y
seguridad mutua ANZUS, suscrito con Estados Unidos.

5.8 Salud y bienestar social

Los gobiernos federales y estatales australianos han desempeñado un


importante papel en la evolución de los servicios sociales. En 1984, el
gobierno federal introdujo un plan universal de salud conocido como el
Medicare.

El servicio social más destacado es el servicio médico aerotransportado, que


proporciona asistencia sanitaria a personas que viven en lugares aislados. Este
servicio abarca dos tercios de Australia y cuenta con médicos que residen en bases
bien equipadas y dotadas de emisoras de radio, con las que se comunican con
otras estaciones y núcleos de población, así como con hospitales, servicios de
ambulancia aéreos y personal de enfermería. Australia tiene más de 2.500
hospitales y centros de salud, y unos 36.600 médicos.

6 HISTORIA

Hace más de 40.000 años, y quizá de 60.000, los aborígenes llegaron a Australia


procedentes de Asia. En este periodo, Tasmania aún estaba unida al continente,
aunque varios miles de años más tarde la subida del nivel del mar la separó de
Australia. La óptima adaptación a tan variado ambiente permitió que la población
creciera hasta alcanzar entre 300.000 y 1.000.000 de habitantes cuando llegaron
los primeros europeos. El oeste de Australia no fue explorado hasta el siglo XVII.
6.1 Primeras exploraciones europeas

Aunque el mundo occidental no supo de la existencia de Australia durante


mucho tiempo, ésta ya se suponía en la lógica y en la mitología europeas
de finales de la época medieval; una gran Tierra del Sur o Terra Australis
era necesaria para contrarrestar el peso de las masas terrestres de Europa
y Asia en el planeta.

En el siglo XV, el avance de Portugal en dirección sur por la costa de


África, en busca de una ruta comercial hacia la India, reavivó el interés de
los españoles por encontrar la Terra Australis. En el siglo XVI y principios
del XVII, España, que había establecido un imperio en el continente
americano, inició una serie de expediciones desde Perú por el Pacífico sur.
Animados por el descubrimiento que hizo Álvaro de Mendaña de las islas
Salomón (al noreste de Australia) en 1567, las autoridades españolas
organizaron más expediciones en los años 1595 y 1605, con la esperanza
de encontrar oro para el Imperio español y la Terra Australis para la
evangelización por parte de la Iglesia católica.

6.1.1 Interés de los holandeses

Los intereses de Portugal se centraban en la India y España había


desistido de sus expediciones; esto permitió a la emergente marina
holandesa establecer en el siglo XVII centros comerciales desde el cabo de
Buena Esperanza hasta las Indias Orientales holandesas (Indonesia). Los
holandeses, asentados principalmente en los puertos indonesios de
Bantam y Batavia (Yakarta), hicieron realidad el descubrimiento europeo
de Australia. A principios de 1606, William Jansz navegó hasta el estrecho
de Torres, entre el continente australiano y Nueva Guinea, y divisó parte
de la costa australiana. El estrecho fue más tarde bautizado así por el
explorador español Luis Váez de Torres, que alcanzó la misma región
pocas semanas después.

En octubre de 1616, el Eendracht, capitaneado por Dirk Hartog, fue el primer


barco que tocó tierra australiana, concretamente la bahía de Shark, en Australia
Occidental. Sin embargo, la labor más importante fue la realizada por Abel
Janszoon Tasman; en 1642, éste divisó la costa oeste de la isla que hoy
conocemos como Tasmania, pero que él bautizó con el nombre de isla de Van
Dieman; después, Tasman navegó hacia el Este y el Norte con objeto de explorar
Nueva Zelanda. A pesar de tener un conocimiento cada vez mayor de Australia,
los holandeses no llevaron a cabo una colonización sistemática a partir de sus
descubrimientos, seguramente porque en sus contactos hallaron pocas cosas de
valor para el comercio europeo.

6.1.2 Expediciones británicas y reclamaciones

En 1688, el bucanero inglés William Dampier desembarcó al noroeste.


Cuando regresó a Inglaterra, publicó un libro, Voyages, y convenció a las
autoridades navales para respaldar un viaje de vuelta en busca de las
supuestas riquezas de la isla. En 1768, y financiado por el almirantazgo
británico, el capitán James Cook partió de Inglaterra en lo que sería el
primero de sus tres viajes. La expedición al Pacífico, que duró tres años, le
llevó también a Australia. En 1770, Cook desembarcó en la bahía de
Botany, en la costa oriental, y tomó posesión de la región a la que bautizó
con el nombre de Nueva Gales del Sur, en honor a Gran Bretaña. Él y sus
hombres, entre los que se encontraba el botánico sir Joseph Banks, quien
más tarde apoyaría el asentamiento en Australia, aportaron más
información acerca del nuevo continente. Los otros dos viajes de Cook
consolidaron las pretensiones británicas en el continente.

Las costas australianas no se exploraron por completo hasta el siglo XIX.


Matthew Flinders, un oficial de la marina británica, fue el primero que, entre 1801
y 1803, rodeó navegando la isla australiana. En 1798, Flinders ya lo había hecho
alrededor de Tasmania, junto al cirujano de la marina George Bass, demostrando
así que se trataba de una isla. Fue también Flinders quien insistió en que Australia,
y no Nueva Holanda, debería ser su nombre oficial; en 1817, este cambio fue
aceptado oficialmente.

6.2 Colonias penitenciarias

Australia era descrita como una tierra lejana y poco atractiva para el asentamiento


europeo, pero para Gran Bretaña tenía un valor estratégico, especialmente después
de perder las colonias americanas (1783). Además, solucionaba el problema del
gran número de convictos que poseía en sus prisiones. En 1786, el gobierno
británico anunció su intención de fundar una colonia penitenciaria en la bahía de
Botany, en la costa sureste de Nueva Gales del Sur. El capitán Arthur Phillip, de
la Marina Real, fue nombrado comandante de la expedición. Debía tomar
posesión de toda Australia, incluyendo Tasmania y las islas de la costa oriental.

6.2.1 Fundación de Sydney

En 1787, Phillip partió de Portsmouth, Inglaterra, con la primera flota. Los


once barcos transportaban un total de 759 presos. Phillip llegó a la bahía
de Botany el 18 de enero de 1788; allí se encontró con uno de los mejores
puertos naturales del mundo. En este punto levantó la primera colonia
europea el 26 de enero (hoy se conmemora como el Día de Australia).
Sydney fue el nombre del asentamiento; se puso en honor al secretario
del interior británico, Lord Sydney, encargado de los planes de
colonización. La llegada de la segunda flota, en 1790, salvó a la joven
colonia de un rápido colapso. Phillip y los primeros gobernadores tuvieron
que enfrentarse a tres problemas: el abastecimiento suficiente de
alimentos, el desarrollo de un sistema económico interno y la producción
de artículos para la exportación, con los que pudieran pagar los productos
importados de Gran Bretaña. Phillip creó granjas en las orillas más fértiles
del río Hawkesbury, al noroeste de Sydney. Los suministros de comida
procedían principalmente de la isla de Norfolk, situada a casi 1.600 km de
distancia y que Phillip había ocupado en febrero de 1788. Después de
1825, la isla funcionó como prisión de convictos que incumplían las leyes
coloniales; a partir de 1856, se convirtió en hogar de los descendientes de
los amotinados del navío Bounty, que por entonces eran demasiado numerosos
para la isla de Pitcairn.

6.2.2 Nuevas divisiones en Nueva Gales del Sur

En 1792, los infantes de la Marina Real fueron reemplazados por la


División de Nueva Gales del Sur, reclutada con esa intención en Gran
Bretaña. El capitán John Hunter, gobernador sucesor de Phillips, arribó en
1795 e intentó en vano ganar el control del comercio de ron. El siguiente
gobernador, el capitán Phillip G. King, tuvo que hacer uso de la división en
1804 para sofocar una rebelión de presos irlandeses.

En 1806, el capitán William Bligh, con anterioridad comandante de la


malparada Bounty, sustituyó a King. Bligh amenazó a la división con la pérdida
de su monopolio. El resultado fue la conocida rebelión del Ron de 1808, en la que
los oficiales de la compañía destituyeron a Bligh; éste fue enviado de vuelta a
Londres, donde defendió su política con éxito, aunque no volvió a ser nombrado
gobernador. Mientras tanto, uno de los cabecillas de la revuelta, John MacArthur,
había dado con la solución al problema de la falta de productos de valor
exportables de la colonia; en 1802 enseñó a los fabricantes británicos unas
muestras de lana australiana y con ello se puso en marcha la cría de ovejas
merinas; el pastoreo se fue convirtiendo paulatinamente en la principal actividad
económica.

6.2.3 El gobierno de Macquarie


Lachlan Macquarie fue gobernador desde 1809 hasta 1821; inició un programa de
extensas obras públicas, en las que empleó a los antiguos convictos y al arquitecto
Francis Howard Greenway, que diseñó las iglesias, hospitales y edificios
gubernamentales de Sydney. La llegada de más colonos libres trajo consigo un
aumento de la demanda de tierra cultivable, en la que el creciente número de
convictos pudiera trabajar como jornaleros.

6.2.4 Reforma constitucional

El gobierno de Macquarie supuso grandes desembolsos, la mayor parte de


los cuales recaían sobre la tesorería británica. En 1819, el oficial de
colonias británico envió al juez John Thomas Bigge a inspeccionar e
informar sobre la administración de Macquarie. Recomendó recortes en el
presupuesto del gobierno y, aunque reafirmó que Nueva Gales del Sur
seguiría siendo una colonia penal, reconoció la creciente importancia de la
colonia para el Imperio Británico como hogar de colonos libres, y
popularizó el nombre de Australia.

En 1825, y por orden del gobierno británico, la isla de la Tierra de Van Diemen


(hoy Tasmania) se convirtió en colonia independiente. En ella se había creado una
penitenciaría en 1803. En 1827, Edmund Lockyer empezó a levantar una nueva
colonia en Albany, en Australia Occidental, y así Gran Bretaña reclamó todo el
territorio australiano.

6.2.5 Nacimiento de la sociedad australiana

Los convictos fueron determinantes en los orígenes de Australia. Cuando


el gobierno británico abolió el transporte de presos a Australia Oriental en
1852, más de 150.000 habían sido ya enviados a Nueva Gales del Sur y
Tasmania. Aproximadamente un 20% eran mujeres, y un tercio de éstas,
irlandesas. Una minoría de convictos pertenecían a las clases más
acomodadas y sufrían condenas por crímenes tales como la falsificación; a
menudo, a estos presos se les permitía utilizar sus conocimientos en
negocios y cargos gubernamentales.

Aunque hasta 1820 se cazaban focas en la costa, y en especial en las ricas


aguas del estrecho de Bass, fue la lana la que puso en contacto la
sociedad australiana con la economía metropolitana. Gregory Blaxland y
William Charles Wentworth abrieron en 1813 la ruta a través de las
montañas Azules (Blue Mountains), a unos 80 o 120 km al oeste de
Sydney, e iniciaron la colonización del oeste de Nueva Gales del Sur. Las
exploraciones de Blaxland y Wentworth, unidas a las sendas meridionales,
abiertas en 1824 por Andrew Hamilton Hume y William Hovel, así como
por Thomas Mitchell en 1836, permitieron la conducción de rebaños a los
pastos del interior. En 1829 se había completado el asentamiento de un
arco de 241 km a 322 km alrededor de Sydney, y se establecieron los
condados. No obstante, el gobierno local estaba preocupado por la rápida
dispersión de pastores, que llegaron a ser conocidos como ocupantes
ilegales, pues ‘ocupaban’ las tierras en vez de comprarlas.

Las colonias australianas eran oficialmente anglicanas, pero los presos


irlandeses eran por lo general católicos y, además, estaba bastante
extendido por el país el culto metodista.

A principios de 1803 surgió una prensa activa, con publicaciones como la


Sydney Gazette y el New South Wales Advertiser. Wentworth, nacido en la
colonia, continuó entretanto cruzando las montañas Azules y publicó, en
1817, su obra Description of New South Wales (Descripción de Nueva
Gales del Sur).

6.3 Expansión de las colonias

Entre la década de 1820 y 1880, Australia sufrió una serie de rápidos cambios que


asentaron las bases de su actual sociedad; así, por ejemplo, entre 1829 y 1859 se
formaron de cuatro a seis colonias, que con el tiempo se convirtieron en estados
australianos, se difundió la cría de ganado vacuno y ovino en el interior, y se
descubrieron oro y otros minerales.

6.3.1 Exploración de la tierra

La labor pionera de Blaxland y Wentworth a través de las montañas Azules


fue seguida por George William Evans, quien utilizó la misma ruta hasta
Bathurst (fundada en 1815). En la década de 1820, John Oxley diseñó un
mapa más preciso de las llanuras interiores y los ríos, en especial del
Lachlan y del Macquarie. Además, exploró junto con otros compañeros las
costas meridionales de la futura Queensland. El más famoso de estos
exploradores fue quizás el capitán Charles Sturt, quien, entre 1829 y
1839, recorrió las principales arterias de la cuenca de los ríos Murray-
Darling, hoy corazón agrícola de Australia.

La cartografía de Australia Occidental fue obra de George Grey y de Edward John


Eyre. Tanto Eyre como Sturt fracasaron en su intento por llegar desde Adelaida al
centro de Australia. El más conocido de los exploradores del centro y del noreste
fue Ludwig Leichhardt, quien dirigió dos afortunadas expediciones (1844 y 1846-
1847, respectivamente) desde Sydney a estas regiones, antes de su desaparición en
circunstancias misteriosas mientras se proponía cruzar el Darling Down hasta
Perth.

6.3.2 Nuevas colonias

En 1827, el capitán James Frazier Stirling remontó el río Swan, en la costa


occidental; dos años después, y junto a un grupo de inversores, regresó como
gobernador de la colonia de Australia Occidental. La colonia de hombres libres de
Stirling, en Perth, que contaba con escasa financiación, se estancó. En 1850, la
colonia pidió más presos para incrementar la mano de obra y recibió unos 10.000,
antes de que en 1868 se prohibiera su transporte a Australia Occidental. Sin
embargo, gracias al descubrimiento de oro en la década de 1890, la fortuna de
Australia Occidental cambió. Australia Meridional y su capital, Adelaida, se
fundaron en 1837. El reformista inglés Edward Gibbon Wakefield propuso la
creación de esta colonia; quería establecer otras nuevas en las que se reflejaran los
valores socioeconómicos y culturales británicos, que creía que los colonos
adquirirían a través del cultivo de los campos. Las ventas de terrenos servirían
para patrocinar la actividad migratoria de jornaleros, y éstos contribuirían al
desarrollo de la colonia trabajando para los colonos granjeros antes de poder
convertirse en propietarios de tierras.

6.3.3 Pastoreo ovino

Entre 1830 y 1840, los ocupantes ilegales levantaron grandes corrales de ovejas.


Por diez dólares de licencia podían solicitar tanta tierra como quisieran. La
expansión del pastoreo ovino trajo como consecuencia la colonización del distrito
de Port Phillip, al sur de Nueva Gales del Sur, a partir de la segunda mitad de la
década de 1830. La colonia de Melbourne se creó en 1835 y la ciudad no tardó en
prosperar. Durante la década de 1840, hubo cada vez más demandas para
conseguir la independencia de Nueva Gales del Sur por parte de los colonos; este
objetivo se consiguió en 1851, año en el que el distrito de Port Phillip pasó a ser
colonia de Victoria, y Melbourne, su capital. Al norte, empezando por el distrito
de la bahía Moreton, el proceso colonizador fue más lento. Sin embargo, los
pastores se establecían con más frecuencia en los bordes de la sexta colonia
australiana, Queensland, y en la capital, Brisbane. Queensland se independizó de
Nueva Gales del Sur en 1859. Entre 1830 y 1850, el valor de la exportación lanera
pasó de 2 millones de libras esterlinas a 41 millones.

6.3.4 Evolución de las instituciones políticas

El libre comercio eliminó, al menos al principio, la necesidad de tener


colonias. De este modo, en 1850, las colonias orientales recibieron nuevas
constituciones que las hacían responsables de su propio gobierno. Victoria,
Australia Meridional y la Tierra de Van Diemen (cuyo nombre cambiaría en
1854 por el de Tasmania) obtuvieron consejos legislativos, en los que dos
tercios de sus miembros serían designados a partir de la celebración de
elecciones. Nueva Gales del Sur ya había conseguido en 1842 este
estatuto.

A mediados de la década de 1850, cada una de las colonias orientales remodeló su


sistema gubernamental. En los nuevos sistemas, el poder descansaba sobre un
gabinete o consejo de ministros encargado de la cámara baja de la asamblea
legislativa bicameral. La cámara baja era elegida democráticamente; en 1860, las
elecciones se basaron en el voto universal de la población masculina adulta.

6.3.5 La fiebre del oro y sus consecuencias

La fiebre del oro de 1850 aceleró el desarrollo de estos jóvenes sistemas


políticos y sociales. En abril de 1851, Edward Hargraves encontró oro en
Summer Hill Creek, en el centro-este de Nueva Gales del Sur. Como había
ocurrido con la fiebre del oro de California, un gran número de gente
acudió en busca del preciado metal. Estos inmigrantes se concentraron en
Victoria, en Mount Alexander, Ballarat y Bendigo.

Durante los siguientes diez años, Australia exportó más de 124 millones


de libras esterlinas sólo en oro. En 1861, la población asentada alcanzó la
cifra de casi 1,2 millones, lo que suponía que se había triplicado desde los
400.000 habitantes de 1850. Británicos, americanos y canadienses se
unieron a la migración hacia las colonias del este.

En 1856, Victoria restringió la entrada de chinos. Más adelante, la expulsión de


todos los colonos no europeos dio a la política del país un matiz racista, defendida
enérgicamente por la población blanca al menor atisbo de amenaza contra sus
puestos de trabajo y su cultura. Durante un tiempo, Queensland, que empezó en la
década de 1860 a importar trabajadores polinesios para las plantaciones de azúcar,
estuvo enfrentada con el resto de las colonias, pero terminó por ajustarse a la
normativa; las plantaciones se sustituyeron con el tiempo por azucareras de menor
tamaño dirigidas por blancos.

6.3.6 Polémica económica

En 1860, los campos auríferos empezaron a perder auge. Aunque la exportación


de lana mantenía la prosperidad de las colonias, el problema colonial recaía en el
papel que tendría que desempeñar el gobierno respecto de la economía. La
construcción del ferrocarril se convirtió en una realidad; entre 1875 y 1891, el
total de vías ferroviarias aumentó de 2.575 kilómetros a más de 16.100
kilómetros.

6.3.7 Trato de los aborígenes

En 1788, la colonia de Phillip marcó el inicio de un asiduo contacto entre


europeos y aborígenes. Aunque estos últimos utilizaban la tierra que
rodeaba Sydney como terreno de caza y acampada, durante la primera
década de la colonización blanca sólo tuvieron lugar unos pocos
enfrentamientos entre colonos e indígenas. Con la fundación del
asentamiento en la Tierra de Van Diemen, el problema se agravó; se
empezaron a destruir comunidades aborígenes a gran escala y, de este
modo, los 5.000 aborígenes de la isla quedaron en poco tiempo reducidos
a un insignificante número. En Australia, las comunidades aborígenes se
vieron obligadas a retroceder al territorio árido del interior.

En principio, la política oficial de la colonia del siglo XIX era la de tratar a los


aborígenes con igualdad, con la intención de convertirlos con el tiempo al
cristianismo e inculcarles una cultura europea. Algunos aborígenes fueron
empleados en estaciones ovinas y otros en patrullas policiales, pero la actitud
general hacia ellos era hostil. La destrucción de la cultura aborigen solía ir
acompañada de prácticas segregacionistas, que acababan agrupando a los
aborígenes en reservas y excluyéndolos así de la vida en las colonias. En el
siglo XX, varias comunidades aborígenes, de gran tamaño y capaces de poner en
práctica su estilo tradicional de vida, fueron confinadas a las reservas del
Territorio del Norte, Queensland y Nueva Gales del Sur.

6.3.8 Sociedad y cultura del siglo XIX

El rápido aumento de la población australiana entre 1830 y 1860


contribuyó al crecimiento de las seis ciudades capitales. A finales de
siglo XIX, Sydney y Melbourne se encontraban entre las ciudades más
grandes del mundo, a pesar de que la población de Australia en conjunto
era aún pequeña. Cada capital servía como principal puerto de su
respectiva colonia. En la década de 1850, los mercaderes y profesionales
se rebelaron en favor de una reforma política y de la formulación de
nuevas constituciones. Los trabajadores de Victoria fueron los pioneros en
pedir mejoras laborales, como la jornada de ocho horas. La lana y los
constantes descubrimientos minerales proporcionaron la base económica
sobre la que sustentar este estilo de vida.
A mediados de siglo, Sydney y Melbourne ya eran dos grandes ciudades
que marcaban el ritmo de la actividad cultural australiana. Cada una de
ellas fundó una universidad e inició la construcción de museos y galerías
de arte. Junto con Adelaida, en la que se había abierto la brecha del
liberalismo británico, en 1860 las tres ciudades lograron establecer con
éxito un sistema de educación primaria, gratuito, obligatorio y laico.

A pesar de su profunda lealtad hacia Gran Bretaña, los colonos empezaron


pronto a crear de sí mismos una imagen romántica y fronteriza de
esquiladores de ovejas, granjeros y mineros. El libro The recollections of
Geoffrey Hamlyn (Las recopilaciones de Geoffrey Hamlyn, 1859), de Henry
Kingsley, fue considerado en su época la primera novela australiana. Sin
embargo, Catherine Helen Spence, autora de Clara Morison (1854), al
igual que Marcus Clarke, autor de For the term of his natural life (1870),
crearon un género novelesco característico que trataba sobre temas
locales. Véase también Literatura australiana.

6.3.9 Hacia la federación

La idea de la unificación surgió hacia 1847, a raíz de las propuestas de


Earl Grey, en ese momento secretario de colonias de Gran Bretaña. En la
década de 1850, John Dunmore Lang, un clérigo presbiteriano escocés de
Nueva Gales del Sur, formó la Liga Australiana para hacer campaña a
favor de la unificación australiana. Con la formación del Dominio de
Canadá, en 1867, las autoridades británicas esperaban una acción similar
entre los australianos.

En 1883, Queensland, anticipándose a los alemanes, reclamó Papúa, en


Nueva Guinea. Las colonias australianas crearon un Consejo Federal en
1885; el rechazo de Nueva Gales del Sur a tomar parte en él significó que
el consejo era poco más que un foro de debate sin poder ejecutivo. Nueva
Gales del Sur empezó el movimiento para sustituir el Consejo Federal en
1889, año en el que su primer ministro, sir Henry Parkes, anunció que la
colonia apoyaría una nueva forma de federalismo. El Parlamento aprobó
en 1900 la Commonwealth de Australia; el 1 de enero de 1901 se hizo
efectiva.

La Constitución federal reflejaba ambas prácticas, la británica y la americana; es


decir, se estableció un gobierno parlamentario, con gabinetes encargados de una
legislatura bicameral, aunque el gobierno federal sólo tenía poderes delegados
concretos. La nueva Cámara de Representantes, al igual que su homónima
británica, se basaba en la representación popular, pero el nuevo Senado, como el
modelo americano, mantenía la representación de las colonias, ahora estados.
Como ni Sydney ni Melbourne eran capitales federales aceptables, el Territorio
Federal de la Capital estableció en 1911 una capital federal apropiada, Canberra,
tomando de nuevo el modelo americano como ejemplo.

6.4 La Commonwealth

Los gobiernos de la Commonwealth, encabezados por artífices de la federación


como Alfred Deakin, no tardaron en imponer tasas sobre los productos importados
para potenciar el desarrollo interno; diseñaron procedimientos para establecer
pagas mínimas en el sector industrial y mantuvieron una política de inmigración
blanca.

6.4.1 Forja de una identidad: la guerra

Con la I Guerra Mundial, más que con la federación, se inició la


transformación de Australia a partir de un grupo de seis colonias unidas
en un solo estado consciente de su nueva identidad. Australia envió a las
tropas aliadas 330.000 voluntarios, que tomaron parte en algunas de las
batallas más sangrientas. Más de 60.000 murieron y unos 165.000
resultaron heridos. En la campaña de Gallípoli, las divisiones militares de
Australia y Nueva Zelanda (divisiones Anzac) intentaron sin éxito lanzar
una ofensiva sobre las fuerzas turcas en los Dardanelos. La fecha de tan
desgraciado desembarco, el 25 de abril de 1915, se identificó como el día
de la fiesta nacional australiana.

En 1915, William Morris Hughes, conocido popularmente como Billy, se


convirtió en el primer presidente y líder del partido Laborista. Hughes permaneció
en el poder formando un gobierno ‘nacional’. Estuvo presente en la Conferencia
de Paz de París de 1919, donde obtuvo Nueva Guinea, como territorio bajo
mandato, de Alemania, y también el derecho de Australia a entrar en la Sociedad
de Naciones. Económicamente, la I Guerra Mundial benefició mucho a Australia,
sobre todo a las industrias textiles, de vehículos, de hierro y acero.

6.4.2 Periodo de entreguerras

Una reacción violenta dentro del partido nacionalista, formado por


Hughes, forzó la retirada de éste en 1923. El primer vizconde Stanley
Melbourne Bruce, dirigente de los empresarios conservadores, que había
capitaneado la acometida contra Hughes, fue nombrado primer ministro.
El Partido del País, fundado en 1919 como movimiento patriótico y
conservador para proteger los intereses de los granjeros y pastores, se
unió a la coalición nacionalista.
La recuperación de la depresión, conducida por James H. Scullin y el Partido
Laborista desde 1929 hasta 1931, fue desigual. Australia se había guiado por sus
lazos de unión culturales y políticos con Gran Bretaña. Sin embargo, en la década
de 1920, Japón y los Estados Unidos se encontraban entre sus mejores clientes en
el mercado de la lana. Contra sus propios intereses y motivada en parte por el
miedo, Australia buscó restablecer el comercio británico a costa de sus relaciones
con Japón.

6.4.3 II Guerra Mundial

Cuando la II Guerra Mundial estalló en Europa en 1939, Australia envió a


sus Fuerzas Armadas para apoyar la defensa de Gran Bretaña. En 1941,
una vez que se inició la guerra en el Pacífico entre Japón y Estados
Unidos, y que Gran Bretaña no era capaz de proporcionar ayuda a
Australia, el nuevo gobierno laborista de John Joseph Curtin buscó la
alianza con los Estados Unidos. Hasta la liberación de las Filipinas, el
general estadounidense Douglas MacArthur y su equipo utilizaron Australia
como base de operaciones.

Curtin murió en 1945. El gobierno laborista, al mando de Joseph Benedict


Chifley, reforzó las relaciones con Estados Unidos mediante el pacto ANZUS de
ayuda mutua. Nueva Zelanda fue el tercer país signatario de este tratado, hasta su
exclusión en 1986. Australia, como miembro oficial de las Naciones Unidas,
acordó además la descolonización de las islas del Pacífico, incluyendo la
preparación de la independencia de Papúa-Nueva Guinea (obtenida en 1975).

6.4.4 El periodo Menzies

En 1949, Robert Gordon Menzies fue nombrado primer ministro. Menzies,


que se mantuvo en el cargo hasta 1966, otorgó a Australia una dirección
centralizada y personal. Por el Plan Colombo, los asiáticos empezaron a
estudiar en instituciones australianas. En 1966, la política blanca
australiana estaba agonizando y, en 1973, fue finalmente desechada.
Desde entonces, las bases para la entrada de inmigrantes siguen criterios
ajenos a la condición racial.

La alianza de Australia con Estados Unidos era cada vez más estrecha y siguió, en
política externa, las pautas marcadas por Estados Unidos: luchó en la guerra de
Corea, participó en la Organización del Tratado del Sureste Asiático (SEATO),
desde 1945 hasta su disolución en 1977, y combatió en la guerra de Vietnam
como aliado.
6.4.5 Tiempo de incertidumbres

Desde 1966 hasta 1972, el Partido Liberal dio varios primeros ministros.


Sin embargo, en 1972, el Partido Laborista, dirigido por Whitlam Edward
Gough, subió de nuevo al poder. La coalición de liberales y agrarios
regresó al gobierno bajo el mandato de John Malcolm Fraser, en 1975.
Éste reinstauró las políticas internas y externas que habían seguido los
anteriores gobiernos del partido liberal, y asentó en la Ley de Derechos
Territoriales Aborígenes las bases para la demanda territorial de los
indígenas sobre el Territorio del Norte.

La coalición de Fraser ganó las elecciones de 1980, aunque con una mayoría


mucho más reducida. En las elecciones de marzo de 1983, Fraser sufrió una dura
derrota. Su sucesor laborista, Bob Hawke, retuvo su mayoría en las elecciones de
diciembre de 1984, julio de 1987 y marzo de 1990. En diciembre de 1991,
Australia estaba en plena etapa de recesión y la popularidad de Hawke en
descenso. El partido laborista eligió al anterior ministro de la tesorería de Hawke,
Paul John Keating, como dirigente del partido y primer ministro. Keating llevó al
partido a la victoria en las elecciones de marzo de 1993, aunque el empeoramiento
de la situación económica del país pronto lo hizo impopular. Ese mismo año, se
designó como sede de los Juegos Olímpicos del año 2000 a la ciudad de Sydney.

6.4.6 La vuelta del gobierno conservador

En marzo de 1996, tras 13 años de gobierno socialista, los australianos


dieron el poder en las urnas a la coalición conservadora formada por el
Partido Liberal y el Partido Nacional, con John Howard como nuevo primer
ministro. Los conservadores consiguieron una amplia victoria al obtener 95
de los 148 escaños de la Cámara de Representantes. Este cambio supuso
un nuevo giro en la política interior de Australia, aunque no en las
relaciones internacionales. Howard puso en práctica una política
caracterizada por la austeridad y el liberalismo económico, con los
objetivos prioritarios de reducir el gasto público, para equilibrar la balanza
nacional, y desregular el sector privado para que alcance una mejor
posición competitiva frente a los mercados exteriores. Esta política se ha
desarrollado a costa de los estratos más desfavorecidos de la población,
principalmente aborígenes e inmigrantes asiáticos, que ven reducida
significativamente su calidad de vida, a la vez que aumentan las
desigualdades sociales. Un año después de su subida al poder, Howard
había conseguido una reducción de la inflación y del déficit público, pero
no de la tasa de desempleo (8,6%).
En febrero de 1998, una convención integrada por diputados de ambas
cámaras legislativas debatió la posibilidad de convertir Australia en una
república. Los sectores partidarios de tal iniciativa alcanzaron un gran
éxito al lograr que una mayoría de los representantes populares
accediesen a dar el visto bueno a la convocatoria de un referéndum que
tuvo lugar el 6 de noviembre de 1999 y dio como resultado el rechazo al
establecimiento de un régimen republicano. Más del 54% del electorado
decidió la continuidad del ejercicio de la jefatura del Estado a cargo de la
monarquía británica.

Un año antes, en octubre de 1998, se habían celebrado elecciones


legislativas, en las que la coalición formada por los partidos Liberal y
Nacional obtuvo de nuevo la mayoría absoluta (80 escaños de los 148 de
la Cámara de Representantes); los laboristas, encabezados por Kim
Beazley, lograron 67 diputados; y un candidato independiente alcanzó el
otro escaño en juego. El liberal John Howard volvió a encabezar el
gobierno conservador tal y como venía haciendo desde hacía dos años.
Este panorama político se consolidó en los comicios generales del 10 de
noviembre de 2001, fecha en que las urnas volvieron a otorgar la mayoría
absoluta parlamentaria a la coalición gubernamental (68 escaños del
Partido Liberal y 13 del Partido Nacional), lo que supuso la reelección de
Howard como primer ministro. La nueva derrota laborista propició la
dimisión de Beazley como jefe del partido. Esta situación volvió a repetirse
en las elecciones del 9 de octubre de 2004, cuando los 72 diputados
obtenidos por el Partido Liberal y los 12 del Partido Nacional (frente a los
56 laboristas) permitieron la continuidad de Howard al frente del gobierno.

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