SERIE ​CONSEJERÍA 

Consejería, contención y empatía  

Por Magdalena Muñoz 

 
1. EMPATÍA Y LOS CONFLICTOS DE PAREJA: ALGUNAS GUÍAS 
La práctica de la contención emocional en el matrimonio 
 
2. EL PAPEL DE LOS PADRES CUANDO LOS HIJOS SUFREN 
Contención emocional y empatía de los padres a los hijos 
 
3. LA SOLIDARIDAD EMPIEZA EN LA CASA 
Contención y empatía entre hermanos en el hogar 

 
 
 CONSEJERÍA
SERIE: Consejería, contención y empatía (1/3)
Empatía y los conflictos
de pareja: algunas guías
LA PRÁCTICA DE LA CONTENCIÓN EMOCIONAL EN EL MATRIMONIO
C
ada año que se inicia nos coloca
frente a una nueva etapa de vida
matrimonial, y con el mejor guía,
Cristo Jesús, podemos proseguir a la meta,
con seguridad, nuevos desafíos, nuevas
oportunidades, siendo cada día renovados
y fortalecidos por su misericordia. Segui-
remos con los ojos puestos en él y en obe-
diencia a él, confiando en su soberanía.
¿Cuándo hablamos de
consejería matrimonial?
Hablamos de consejería cuando se da una
relación interpersonal de una persona con
otras en búsqueda de ayuda. En el matri-
monio, por lo general, una de las partes
busca consejos por una necesidad que con-
sidera valiosa, sea para la toma de decisio-
nes o por un quebrantamiento insosteni-
ble, que genera intenso malestar en el alma
dando lugar a confusión y muchas veces
hasta separación.
Consejería y problemáticas
de convivencia
Según manifestaciones de experimentados
consejeros en las relaciones de pareja, hoy
día se ven afectadas las uniones debido a
múltiples factores. Solo algunos ejemplos
22 | ENERO 2020
a continuación:
Falta de comunicación eficaz.
Desinterés para el acuerdo.
Se prefiere huir para no comprometerse,
generalmente por una de las partes.
Vida laboral o académica excesiva.
La competencia de quién puede más
académicamente o consigue más ingre-
sos económicos.
Vida social que excluye al cónyuge.
La infidelidad.
La pornografía.
Los comentarios fuera de lugar o críticas
constantes.
Toma de decisiones sin consultas pre-
vias, etc.
La contención emocional
en consejería
La contención está orientada a la capaci-
dad de reflejar amor, seguridad, calidez,
humildad, respeto, hacia expresiones de
dolor emocional de la otra persona. Es la
escucha con atención, es la presencia de
la persona que muestra interés de brindar
ayuda, sin prisa.
Es dar a entender que tu espacio físico y
tu tiempo le pertenecen a quien está bus-
cando tu favor. Permite de esta manera, en
total libertad, exteriorizar sentimientos an-
gustiantes sin ser juzgado por el receptor.
La función del consejero
En un escenario de consejería matrimo-
nial, para guiar a la pareja a la contención
y empatía, la función del consejero es per-
mitir que cada uno por su parte exprese
en palabras sus emociones, pensamientos,
y experiencias. El objetivo es precisar los
motivos que condujeron al conflicto.
Además, es importante que el consejero
ocupe una posición neutral, y no dar a en-
tender quién tiene más razón o cuestionar
las causas por las cuales se han dado los
inconvenientes. Es importante mencionar
que al estar tratando una problemática
de pareja, el consejero debe evitar juzgar
o asombrarse de lo que los aconsejados le
relaten acerca de su convivencia.
Otro punto a tener en cuenta, y no menos
importante: debemos ser constantes en la
preparación académica, para poder ofre-
cer un mejor abordaje a nivel emocional
y espiritual. Ante la complejidad de cada
caso particular, necesitamos depender del
Señor y pedirle siempre sabiduría a fin de
lograr la resolución del conflicto.
Mensajes de vida a las parejas
El consejero cristiano direcciona a las pa-
rejas, mostrándoles como parámetro a
Cristo y a su amada iglesia como el fiel y
legítimo ejemplo para el matrimonio (Ef
5.21-33). Mostrémonos siempre dispues-
tos a otorgar contención, amor y empatía,
que son fuertes aliados para esta labor.
Magdalena Muñoz
De Paraguay, con una especialización
en Psicología Clínica, Magdalena
es catedrática de Psicología en dos
instituciones educativas del estado
y realiza consultorio en la iglesia La
Roca (Asunción) y capellanía en una
empresa del sector privado. Está casada con Miguel Portillo
hace 26 años y tienen cinco hijos.
magdalenaportillomu@gmail.com
www.revistalafuente.com
 CONSEJERÍA
SERIE: Consejería, contención y empatía (2/3)
El papel de los padres
cuando los hijos sufren
Contención emocional y empatía de los padres a los hijos
L
os principios y valores basados en
la Palabra de Dios es uno de los pila-
res principales que sostiene a la sana
convivencia familiar. Esta no significa una
convivencia sin conflictos, sino más bien,
sobrellevar la situación a la luz del enten-
dimiento mutuo.
Debido a la gran presión social actual en la
cual se ven afectados los hijos, es indispen-
sable para los padres estar preparados para
la contención en los momentos de crisis.
Es fundamental que nuestros hijos, cuan-
do son afectados por alguna situación que
los supera, sientan la seguridad de compar-
tirnos libremente lo que sucede.
Agotando los recursos
Ante una situación problemática en la cual
el hijo se encuentra afectado, los padres
podrían abordar de diferentes maneras.
Independientemente de cuál sea el caso
particular, los padres deben agotar los re-
cursos necesarios para ganarse la confianza
y poder ayudar de manera eficaz.
Bien puede darse que el joven no desee ha-
blar de lo ocurrido. En ese caso, lo mejor
sería respetar y no forzar, pero seguir brin-
dando el acompañamiento, que el estar
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presente sea una constante, abrazarlo, ex-
presar en palabras el amor que como padre
o madre tienes hacia él o ella.
La contención en las crisis
La contención de los padres consiste en
que durante las crisis logren moderar los
sentimientos, emociones o impulsos que
expresan el intenso dolor experimentado
por el hijo. Puede suceder que quizás este
dolor no sea exteriorizado, pero pueda per-
cibirse de todos modos por algunos cam-
bios conductuales bruscos él.
Además, es importante que los padres
hagan entender a su hijo que están dis-
puestos a cargar con él todo el quebranta-
miento; que juntos lograrán dar con una
salida oportuna. Esto fomentará el interés
en observar un conflicto dado desde otras
perspectivas, y asumir que el problema no
radica en uno o en otro, sino que hay otras
variables que afectan la sana relación per-
sonal o interpersonal.
Esto implicará un proceso profundo a ser
tratado a la luz de la Palabra con el propó-
sito de modificar conductas inadecuadas.
Un proceso en el cual los padres direccio-
nen posibles soluciones, y los hijos sean
partícipes en dar sus planteamientos o
aportes, como así también cumplan con su
rol de ser agentes de cambio con la orien-
tación recibida.
La empatía de los padres
Bien sabemos que los padres se sienten
conmovidos cuando los hijos, en un es-
tado de confusión y dolor, exteriorizan el
malestar interno y se ve comprometido su
estado de ánimo. Pero esta situación regis-
tra de un buen síntoma, por el hecho de
exteriorizar lo que sucede, evidenciando
la confianza que el hijo ha depositado en
quienes podrán, con sabiduría, sostenerlo
y guiarlo.
La empatía para con los hijos es de suma
importancia. Su gran valor descansa en el
agregado de responsabilidad y amor, de-
mostrando que el padre o madre…
• Se duele con él o ella,
• Comprende la vivencia de dolor que lo
agobia,
• Se ubica en el lugar del hijo o hija que
busca consuelo,
• Está dispuesto a darle el apoyo que está
necesitando.
Sobre todo, ante la experiencia del desa-
liento, la confusión o el dolor de una pér-
dida, como padres tenemos el privilegio de
guiar a nuestros hijos al mayor de los so-
portes, que es Dios mismo. Encontramos
en Salmos 46.1:
«Dios es nuestro amparo y nuestra
fortaleza, nuestra ayuda segura en mo-
mentos de angustia».
Ayudemos a nuestros hijos a recordar
siempre que, mucho mejor que nosotros,
el Padre celestial tiene cuidado de ellos.
Magdalena Muñoz
De Paraguay, con una especialización
en Psicología Clínica, Magdalena
es catedrática de Psicología en dos
instituciones educativas del estado
y realiza consultorio en la iglesia La
Roca (Asunción) y capellanía en una
empresa del sector privado. Está casada con Miguel Portillo
hace 26 años y tienen cinco hijos.
magdalenaportillomu@gmail.com
www.revistalafuente.com
 CONSEJERÍA
SERIE: Consejería, contención y empatía (3/3)
La solidaridad empieza en la casa
CONTENCIÓN y empatía entre HERMANOS EN EL HOGAr
E
n este artículo quisiera partir de
la palabra del Evangelio de Mateo
25.35, que nos dice: «Porque tuve
hambre y me dieron de comer, tuve sed y
me dieron de beber, fui forastero y me alo-
jaron en sus casas». En este pasaje Jesús nos
enseña a despojarnos de nuestro egoísmo,
nos muestra claramente a identificar las
necesidades de los demás, y eso podemos
iniciarlo en el hogar. Así que sería opor-
tuno empezar enfocándonos, en esta oca-
sión, en la relación entre hermanos.
La relación con el hermano
El pasaje que mencionamos al inicio relata
condiciones que bien podríamos compa-
rarlas con las de nuestra vida diaria y que
nos lleven a reflexionar sobre diversas áreas
de nuestras relaciones interpersonales.
Empecemos mirando nuestro círculo más
cercano, que es en muchos de los casos la
convivencia entre hermanos. Teniendo en
cuenta los vínculos podemos medir qué
alcance tenemos con respecto a la empatía.
¿Tengo o no empatía dentro del vínculo
familiar? ¿Puedo o no canalizar las emo-
ciones en los momentos de crisis de un ser
querido? El reflexionar acerca de este pasa-
je inicial nos tendría que llevar a cuestio-
narnos si estamos ajenos a esto o no, a los
sentimientos de frustración o duelo de los
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seres queridos. ¿Con quiénes los exteriori-
zarán si no lo hacen con nosotros?
Empatizar con los más allegados
La empatía con los más cercanos, que en
muchos casos son los hermanos de sangre,
no es tarea fácil debido a la cotidianeidad.
Quizás resulta más fácil tener empatía con
amigos, compañeros de estudio u otras
personas que no son miembros de la con-
vivencia en el hogar.
La empatía en el núcleo familiar es fun-
damental. Los padres tendrían que ser los
primeros en saber lo que sucede con los
hijos, cómo es la relación entre ellos y ser
pilares de contención. En muchas ocasio-
nes la solidaridad es vista como «para los
demás» y no para los más próximos. Ser
solidario es muy válido, especialmente
cuando puede verse en todas las áreas.
¿Cómo se desarrolla la empatía
entre hermanos?
• La empatía no se origina por casuali-
dad con los hermanos, sino a través del
ejemplo de los progenitores.
• No aparece de un día para otro; surge de
la convivencia sana en el hogar.
• Se logra con amor, sabiduría, y mucha
perseverancia.
• Se va construyendo de a poco, quizás
con aciertos y errores.
• Se ejercita al concederse tiempo, sin pri-
sa, para ver juntos las opciones para ir
superando las crisis.
Calidez y calidad en el trato
La calidez y la calidad hoy día son térmi-
nos usados a modo de significar un resul-
tado óptimo en lo que se emprende. ¿Por
qué no apropiarse de la calidez y calidad en
cuanto a la contención y la empatía entre
hermanos?
Estas son el resultado de un compromiso
de ser eficaces al ayudarse con firmeza, en
brindarse seguridad y compañerismo. Las
diferencias en cada uno de los hermanos
no quieren decir que uno sea mejor o peor.
Más bien, esas diferencias reflejan cualida-
des individuales que son portadoras de
muchas riquezas únicas e irrepetibles.
Magdalena Muñoz
De Paraguay, con una especialización
en Psicología Clínica, Magdalena
es catedrática de Psicología en dos
instituciones educativas del estado
y realiza consultorio en la iglesia La
Roca (Asunción) y capellanía en una
empresa del sector privado. Está casada con Miguel Portillo
hace 26 años y tienen cinco hijos.
magdalenaportillomu@gmail.com
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 FAMILIA Y EDUCACIÓN
SERIE: Los padres y la escuela (2/3)
Cómo ayudar a tu hijo
a hacer la tarea en casa
Consejos prácticos para realizar las tareas de la escuela
¡P
ongamos manos a la obra! Una
de las maneras primordiales para
saber cómo está avanzando su hijo
en la escuela es el acompañamiento en la
realización de las tareas.
Pero muchas veces puede volverse una de
las luchas más fuertes porque implica sa-
crificar algunas horas de juego del niño
para realizar la tarea de la escuela. A con-
tinuación les presento algunas propuestas.
Fije una hora
Determine una hora del día que sea desti-
nado netamente para hacer la tarea. Esto
ayudará para que el niño adquiera hábitos,
y esta rutina con el tiempo será normal,
y se mantendrá como algo necesario a lo
largo de toda su vida académica.
Fije un lugar
El lugar es de vital importancia. Debe estar
bien iluminado, limpio y ordenado. Evite
tener cerca cualquier elemento distractor
para que esta actividad rinda sus frutos.
Demuestre interés
por la tarea de su hijo
Si consideramos que las tareas de la escue-
22 | MARZO 2020
la son importantes y demostramos interés,
para el niño también lo serán.
Las tareas consolidan
el aprendizaje
«La práctica hace al maestro». Este dicho
está muy bien puesto para este caso; cuan-
to más se practica, la materia que sea, ayu-
dará a mejorar y levantar el rendimiento.
La tarea hecha por el niño, dando su me-
jor esfuerzo, no es aquel presentado con la
mejor estética, sino el que se ha compren-
dido y pueda serle útil para la vida coti-
diana.
Uso de la informática
a la hora de la tarea
Si hay necesidad de usar computadora,
ubíquela en un lugar de uso común, como
la sala, y lo recomendable es que la compu-
tadora cuente con algún control parental.
Ayudar no significa
hacer la tarea por el niño
Esto suele ser un error porque se confunde
ayudar con hacer la tarea por el niño. Deje
que procure, y usted ayúdele preguntando
qué piden los enunciados y animándole
para que pueda avanzar. Oriéntele, pero
que el niño vaya sacando sus conclusiones.
Proveer materiales
Es imprescindible que el niño cuente con
los materiales para el desarrollo de las ta-
reas. Procure tener una mini biblioteca
donde el niño pueda buscar las lecciones
a estudiar. Enséñele que la compra de bue-
nos libros es una inversión, no un gasto.
Otras consideraciones
• Si no puede ayudarlo, procure por lo
menos supervisar sus trabajos y ver per-
sonas que lo puedan ayudar para que
pueda avanzar.
• Es bueno detectar con tiempo si el niño
está teniendo dificultades en su apren-
dizaje, para poder ayudarlo para que no
entre en un estado de frustración que de
seguro lo llevará a disminuir su rendi-
miento académico.
• Su afecto y apoyo no deben ser propor-
cionales a los logros de su hijo. Indepen-
dientemente del avance de su niño, re-
cuérdele a menudo cuán importante es
él para usted y que siempre estará para
ayudarlo.
La suma de pequeñas tareas son los la-
drillos que van construyendo las grandes
obras. Todo saldrá bien si el arquitecto que
dirige esta obra es nuestro Señor Jesucris-
to. ¡Bendiciones!
Gina Cho
Posee una licenciatura en Ciencias de
la Comunicación y una maestría en
Lingüística Aplicada por la Univer-
sidad Católica. Tiene el privilegio de
servir al Paraguay como misionera,
desempeñándose como directora
general del Colegio Presbiteriano Cerritos.
jinahchopy@gmail.com
www.revistalafuente.com