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Historia - de - La - Filosofia - para - Peatones Cap I, II Y III PDF
Historia - de - La - Filosofia - para - Peatones Cap I, II Y III PDF
para peatones
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INTRODUCCIÓN
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conocimientos adquiridos. También es útil para las personas
que desconocen la historia de la filosofía y pretenden
acercarse a ella por primera vez. Existen unas secciones
incluidas en sus páginas a modo de artículos que prestan
atención a algunos temas que pueden tener una mayor
actualidad (el Big-Bang, la evolución, etc.).
El libro se puede utilizar como guía de consulta,
acudiendo directamente al punto o al tema que interese sin
necesidad de leer los apartados precedentes.
En definitiva, lo que se intenta es enseñar los
primeros principios, los fundamentos básicos que hacen
comprensible la historia de la filosofía. Y no olvidemos que
la filosofía ha sido la herramienta intelectual fundamental
que ha ejercido de motor en la historia de Occidente. Sólo
podemos comprender nuestra realidad personal y social
desde el conocimiento de la filosofía.
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Conceptos
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CAPITULO 1: DEFINICIÓN DE FILOSOFÍA
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certidumbre parcial. Además, las ciencias particulares se ciñen a lo
observable, a aquello que puede medirse o cuantificarse.
La filosofía, por su parte, no se contenta con conocer aspectos parciales de
las cosas, sino que quiere saber la raíz última de las cosas, aquella verdad
que explica la realidad en su conjunto; y como esa verdad no se limita a lo
que pueden captar nuestros sentidos la filosofía no se ciñe a lo empírico (lo
que se puede conocer experimentalmente).
A menudo, las diversas certezas de los saberes particulares de las ciencias
entran en conflicto y reclaman una instancia superior que clarifique cual
debe primar, por eso el hombre precisa una verdad universal, desde la cual
pueda vivir y jerarquizar las certidumbres parciales, esa instancia superior
es la filosofía.
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4. El ser como problema: Desde sus orígenes la filosofía se ha
ocupado del ser de las cosas; pero qué es eso del “ser”. ¿Cómo es posible
que el tema de estudio de la filosofía sea un verbo, el ser? ¿Por qué no
presta atención al parecer, al hacer o al desplazarse de las cosas, por
ejemplo?
Desde la Grecia clásica, la filosofía ha buscado lo que todas las cosas
tienen en común, aquello que permanece por encima de todos los cambios,
la verdad. Es obvio que todas las cosas son algo: lo que tienes en la mano
es un libro, donde estás sentado es una silla, el número uno es la unidad,
etc. Las cosas tienen en común que son algo (cada una será lo que sea, pero
coinciden en ser). Pues bien, por el hecho de “ser” se dice que son “entes”.
La metafísica es la “ciencia del ente en cuanto a ente” -de las cosas todas
por el hecho de “ser”-. Por contra, las ciencias particulares se ocupan sólo
de algún tipo de entes (por ejemplo, la medicina estudia el cuerpo
humano), y en cuanto poseen algunos determinados modos de ser (en el
caso de la medicina aborda el estudio del cuerpo humano en cuanto es
sujeto de enfermedades).
Podríamos expresarlo de otra manera diciendo que las otras ciencias
prestan atención a unas ciertas características de las cosas dibujadas en
diversos verbos: la medicina en el padecer y el curar, la física en el mover,
la semántica en el significar, la biología en el vivir, etc. Todos estos verbos
recogen un tipo de atributos de las cosas, pero el verbo ser presta atención
a las cosas mismas, no a un atributo concreto sino a lo que son. De eso,
precisamente, se ocupa la filosofía.
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CAPÍTULO 2: PARTES DE LA FILOSOFÍA
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Teología Natural o Teodicea: Trata del estudio de Dios como ser que se
basta a sí mismo y causa primera de todos los seres. Se vale de la razón al
margen de la revelación, a diferencia de la Teología que sí usa como apoyo
la revelación. Busca la respuesta a cuestiones como ¿existe Dios? ¿Cómo
es Dios? ¿Por qué existe Dios si es que existe?
Gnoseología o Epistemología: Estudia el alcance del conocimiento y su
relación con la realidad. Busca saber qué es la verdad y hasta qué punto
podemos conocerla. Trata de responder a preguntas como ¿soy capaz de
conocer la verdad? ¿Percibo la realidad tal cual es?
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9. Estética: Es la ciencia de lo bello o del conocimiento sensitivo.
¿Existe una belleza aceptable por todo el mundo o depende íntegramente
del gusto de cada cual? ¿Proyectamos en las cosas nuestros sentimientos, o
son esas cosas las que los despiertan? ¿Existe el orden y la armonía o son
concepciones nuestras que aplicamos a las cosas?
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CAPÍTULO 3: HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
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cierto distanciamiento de esas cosas para estar “frente” a ellas y no
“entre” ellas.
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¿PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA?
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mundo y él mismo, entonces pasa a adoptar un modo de
vida acorde con esa realidad que ha descubierto. Por eso
la filosofía no es un mero proceso mental, sino que lleva
implícita una forma de vida congruente con lo que
nuestra razón nos va descubriendo.
En definitiva,
la filosofía nos ayuda a
comprender el mundo
y a nosotros mismos, y
esa comprensión hace
que vivamos de una
determinada manera.
Muchas veces
se ha dicho que la
filosofía nos remite a
las cuestiones últimas.
Veamos qué quiere
decir esto.
El requisito primordial de la filosofía es el
asombro. Se podría decir que en nuestra infancia
comenzamos en cierta manera a filosofar. Los niños
están descubriendo el mundo, y por tanto muestran
asombro por todo cuanto les rodea, por ello comienzan a
bombardear a preguntas a los adultos: ¿Papá qué es
esto? ¿Qué es aquello? Dentro de las preguntas que nos
podemos plantear hay algunas cuya respuesta explica la
realidad entera y a las cuales esa misma realidad nos
acaba siempre remitiendo son a las que llamamos
“cuestiones últimas”: ¿Por qué ansiamos conocer? ¿Por
qué precisamos ser queridos y estar cerca de las
personas que amamos? O más todavía: ¿Qué es
conocer? ¿Qué es el amor?...
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Para construir el edificio de respuestas
racionales que expliquen la realidad, la filosofía precisa
asentarse en unas verdades que resulten indubitables,
que no necesiten demostración –por ejemplo “una cosa
es idéntica a sí misma”, o “yo existo”-. En el momento
en que una de esas certezas que sirven de pilar para una
filosofía pueda ser puesta en duda hay que revisar todos
nuestros conocimientos, comprobar si es tan obvia la
afirmación que teníamos por cierta y, si no lo es,
reconstruir el edificio del saber sobre nuevos pilares.
Precisamente la filosofía moderna se ha caracterizado
por el intento de reducir al mínimo el número de
supuestos iniciales. Ha mostrado mayor interés en evitar
la posibilidad de equivocarse que en buscar la verdad
misma, lo cual tiene sus riesgos.
Pero volviendo a la pregunta inicial: ¿Para qué
sirve la filosofía? Para nada en particular y para todo en
general. Para nada en particular porque no se atiene a un
aspecto concreto de nuestra vida. La economía ayuda al
desarrollo material de la sociedad, la lingüística a la
mejora en el empleo del lenguaje y la comunicación
entre las personas, la física a la medición y
manipulación de la materia, la medicina al cuidado de la
salud, pero la filosofía en sí no nos ofrece un resultado
palpable concreto, no nos incrementa la nómina ni nos
construye carreteras. Y, no obstante, la filosofía es
irrenunciable, porque como seres libres que somos
precisamos tomar decisiones en todo momento, y para
ello debemos saber quiénes somos, qué queremos, qué
se decide, qué posibilidades se nos presentan, qué
posibles consecuencias tienen las alternativas que se nos
plantean, debemos tener una imagen del mundo que nos
rodea. Lo que caracteriza al hombre es su necesidad de
conocer la verdad para poder actuar, para saber a qué
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atenerse, y es la filosofía la que nos acerca a esta
Verdad con mayúsculas.
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Filosofía
Antigua
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EDAD ANTIGUA
PRESOCRÁTICOS
FÍSICOS
Tales de Mileto (624-546 a.C.)
Anaximandro (610-545 a.C.)
Anaxímenes (585-528 a.C.)
PITAGÓRICOS
Pitágoras (572-500 a.C.)
ELEÁTICOS
Parménides (540-470 a.C.)
Zenón de Elea (495-¿?)
CAMBIO
Heráclito (544-484 a.C.)
PLURALISTAS Y ATOMISMAS
Empédocles (490-435 a.C.)
Anaxágoras (500-428 a.C.)
Demócrito (472-370 a.C.)
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Sócrates (469-399 a.C.)
Platón (427-347 a.C.)
Aristóteles (384-322 a.C.)
OTRAS CORRIENTES
CÍNICOS
Antístenes (444-365 a.C.)
Diógenes de Sinope (400-325 a.C.)
CIRENAICOS
Aristipo de Cirene (435-¿? a.C.)
ESTOICOS
Zenón de Citium (335-264 ª.C.)
Crisipo (280-207 a.C.)
Séneca (4 a.C.-65 d.C)
EPICUREÍSMO
Epicuro de Samos (341-271 a.C.)
ESCEPTICISMO
ECLECTICISMO
Cicerón (106-43 a.C.)
NEOPLATONISMO
Plotino (204-270 d.C.)
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CAPÍTULO 4: PRESOCRÁTICOS
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14. Físicos: Con este nombre se alude a los primeros filósofos, los
cuales buscan la explicación de los cambios en la naturaleza física. Todo
proviene de un único principio al cual vuelven las cosas cuando se
corrompen.
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18. Pluralistas y atomistas: Cronológicamente figurarían más
adelante, sin embargo, por el contenido de su filosofía podemos situarlos a
continuación de los físicos. Reconocen los postulados de los primeros
físicos, sin embargo, abogan por una pluralidad o infinitud de principios
originarios.
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universal también, no porque el universo haya sido creado con finalidad
alguna.
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esa línea. Los pensadores posteriores apostarán por la metafísica, por el
conocimiento mediante la razón, hasta que en el renacimiento la física
vuelva a recobrar protagonismo de la mano de científicos como Galileo y
Newton.
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23. Parménides: (540-470 a.C.) vivió en Elea. Modela
definitivamente lo que va a ser la filosofía. Hemos visto que las cosas
coinciden en que son algo, cada una será lo que sea, pero en principio
todas son algo. La filosofía en Parménides va a tratar sobre las cosas en
cuanto son, las cosas como entes. Además de definir el objeto de la
filosofía (el ser de las cosas, lo que las cosas son), desarrolla su método: el
noûs o pensamiento. El conocimiento puede seguir dos vías: la de la
opinión que se deja guiar por las sensaciones, por las apariencias (lo “que
es y no es”, la realidad cambiante), y la vía del conocimiento que busca lo
permanente (lo “que es” conocido por la razón. El ser no se da a los
sentidos, éstos sólo perciben un ser aparente que, por el hecho de cambiar,
puede dejar de ser lo que era para pasar a ser otra cosa, es decir, puede
dejar de ser).
Vamos a tratar de ver más claro esto con un ejemplo: Lo primero que conviene aclarar es que “el ser”
de Parménides no admite división ni multiplicidad, no reconoce lo individual, engloba al cosmos entero.
Por tanto, el ejemplo que vamos a poner es meramente orientativo, pues rompe la premisa de unidad del
ser.
Supongamos un huevo; dicho huevo un día eclosionará y de él saldrá un pollito. Nuestros sentidos –vía
de la opinión- contemplan el huevo como cambiante, al principio es un huevo, para luego dejar de serlo.
Sin embargo, en nuestra mente –vía del conocimiento- un huevo siempre es igual –lo imaginamos como
un objeto ovalado, pequeño y frágil-, un huevo siempre es un huevo. Nadie dice “un huevo es una
gallina”. Mi mente conserva presente lo que el huevo es. Parménides entiende el ser como algo
permanente. Por eso para él “lo mismo es el pensar y el ser”. El pensamiento lo entiende como un reflejo
perfecto de la realidad, no como su copia ni como su modelo.
Quedémonos ahora con el huevo que poseemos en el pensamiento, el huevo que es. Si éste dejase de ser
supondría que del “ser” huevo se habría pasado al “no ser” huevo, habría dejado de ser. Esto sería
absurdo porque como hemos dicho un huevo “siempre es” un huevo.
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1.- Es presente. Está presente en el pensamiento, a diferencia de las cosas
que pueden o no estar presentes a los sentidos y, además, cambian su
forma. Yo puedo saber lo que es un perro sin necesidad de tenerlo delante,
de hecho el perro real, el que veo por la calle, puede cambiar de forma, hoy
puede estar sano y mañana puede faltarle una pata y una oreja, cosa que no
sucede al “ser” perro que yo poseo en la mente.
2.- Las cosas son todas entes, esto es, tienen en común que son algo. Más
allá de su multiplicidad las cosas tienen unidad en el ente.
3.-El ente es inmóvil. Llegar a ser o dejar de ser supone una dualidad de
entes. Que haya muchas cosas distintas no afecta a la unidad del ente.
4.- El ente es lleno, no tiene vacíos. Fuera del ente no hay ninguna cosa,
pues a todas les pertenece ser entes. No hay ninguna cosa que no sea nada.
5.- El ente es ingénito (existe desde siempre, no ha sido creado) e
imperecedero, ya que de no ser así supondría un acto de no ser, lo cual es
imposible.
En Parménides el cambio es imposible, pues en ente es inmóvil. En
adelante la filosofía griega va a consistir en el intento de hacer posible el
cambio dentro de la metafísica de Parménides.
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determinado punto, estática. Como el recorrido de la flecha se puede
dividir en infinitos momentos la flecha siempre está quieta en cada uno de
ellos.
Zenón, con su maestro, parte de presuponer que realidad y pensamiento
operan de igual modo, pues este es un reflejo de aquella.
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las cosas materiales, sin embargo la realidad visible es cambiante, por eso
hay que buscar su razón de ser más allá de lo tangible. Un primer intento
será el realizado por los pitagóricos que no fundamentan lo permanente en
las cosas mismas, sino en las leyes matemáticas que las rigen –en el fondo
es el planteamiento de la ciencia moderna-. Pero las preguntas que se
plantean los filósofos van más allá, no sólo cómo se comporta el mundo
sino qué sentido tiene, porqué es así. Para dar respuesta a estas cuestiones
algunos pensadores darán un paso más e iniciarán la metafísica.
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CAPÍTULO 5: SÓCRATES Y LOS SOFISTAS
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28. Sócrates (469-399 a.C.) no escribió nada. Sócrates se dedicaba a
preguntar a todos aquellos que decían saber. Al gobernante qué es la
justicia, al militar qué es el valor. Pero Sócrates no se conforma con que le
den un ejemplo de justicia o valor, pues dichos ejemplos no son más que
una manifestación ocasional de estos conceptos. Lo que Sócrates pide es
una explicación de qué es en sí la justicia, el valor, la libertad... Estas
preguntas ponen en evidencia a quienes las sufren, pues acaban por
descubrir su ignorancia; con ello Sócrates irá ganando enemigos. Será
condenado a muerte por un tribunal popular ateniense, acusado de
“introducir nuevos dioses y corromper a la juventud”. Sócrates atacó a los
sofistas. Está convencido de que en las cosas hay algo estable, algo que
tienen en común unas con otras, y ese algo común de las cosas se descubre
por el razonamiento inductivo (tras analizar casos particulares
comprobamos que tienen una serie de notas comunes, con esas notas
alcanzamos un principio general). El fruto de este razonamiento es la
definición. Definir es poner límites a una cosa, decir lo que es, esto es, su
“esencia”. La definición es válida para todos los casos, por eso descubre la
verdad sobre las cosas y supera el relativismo de los sofistas.
Veamos un ejemplo: Un árbol es una “planta perenne, de tronco leñoso y elevado, que se ramifica a
cierta altura del suelo”. Que un árbol sea grande o pequeño, bonito o feo, son notas particulares que
dependen de cada caso. Pero la definición de árbol es la misma para todo árbol siempre, es decir, es
absolutamente verdadera.
29. Ética (Sócrates): Lo que más importa a Sócrates son los temas
morales, establecer claramente lo bueno y lo malo. El fundamento de su
ética es la virtud como fin para el cual el hombre ha nacido. La virtud es
una ciencia –se puede aprender y enseñar-, y el hombre malo lo es por
ignorancia. Por ello su lema será “conócete a ti mismo” -sentencia sacada
de una inscripción que aparecía en el oráculo de Delfos-. A la felicidad
sólo se puede llegar por la virtud, y esta supone una perfección para el
alma. Cuidar de uno mismo no es cuidar el cuerpo, sino el alma.
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impresión muy distinta que cuando la he tratado un tiempo. Todos estos
ejemplos nos muestran una cosa, que las apariencias engañan. La verdad
no es evidente, hay que desenmascararla.
Sócrates era hijo de una comadrona. El método del filósofo para descubrir
la verdad lo equipara a la ayuda que dispensa la comadrona en el parto, lo
denomina Mayeútica (significa ayudar a parir, a dar a luz). Mediante
preguntas sobre qué son las cosas descubre a su interlocutor que en
realidad es un ignorante. Desde el reconocimiento de la ignorancia se
puede comenzar a buscar el conocimiento. Por el diálogo sostenido con
razonamientos coherentes se va alumbrando la verdad y, al final, se
alcanza una definición de lo que las cosas de verdad son. Se descubre la
verdad (aletheia = desvelar, quitar el velo).
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CAPÍTULO 6: PLATÓN
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permanentes, pero que lo que cambia es la manifestación de esas ideas
(esta mesa en particular o aquel caballo concreto). No obstante Platón
llegará a dotar de plena realidad a esas ideas sacándolas de nuestra mente e
instalándolas en un mundo aparte. Aquí no hay que confundir la palabra
idea con la de “cualquier cosa que brota de nuestra imaginación”; sino que
se identificaría con la definición socrática, “aquello que expresa lo que las
cosas son verdaderamente”.
Si para los presocráticos nuestra razón se limitaba a reflejar la realidad,
para Platón es la realidad la que no es sino un reflejo de las verdades
ideales. Dichas ideas no se encierran en nuestra razón, pero son conocidas
por ella.
Platón se da cuenta de que las cosas no son en plenitud. No les pertenece el
ser de forma plena. Cuando ve una pared blanca ese color no es blanco en
plenitud, tan sólo se aproxima a la idea del blanco perfecto. Esto hace
suponer a Platón que lo que tiene el ser auténtico son las ideas. El ser
auténtico corresponde a la idea “blanco” y no a la pared blanca. Por tanto,
el ser verdadero no está en las cosas, sino fuera de ellas, en el mundo de las
ideas. Las ideas tienen los atributos del ser descritos por Parménides. El
mundo sensible -al que los hombres estamos encadenados- no es sino un
reflejo, una sombra del mundo ideal -que es el mundo real en sentido
pleno-.
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mundo entero. Si el fugitivo volviera a la cueva para advertir de la verdad a
sus compañeros estos se burlarían de él por sentirse seguros en sus
creencias, además, no le comprenderán por no haber visto el mundo
exterior. Si tratase de liberarlos le matarían.
Las sombras proyectadas en el fondo de la cueva son las cosas que captan
nuestros sentidos y la hoguera es el sol, se corresponde con el mundo
sensible. A los hombres este mundo les parece el más real y único
existente por estar sujetos a las cadenas de la ignorancia, pero con un
esfuerzo se puede ascender y “salir al exterior”, ver qué hay más allá, qué
hay detrás. El exterior es el mundo inteligible y verdadero. En un primer
nivel como reflejos están los objetos matemáticos, como realidades las
ideas, y como idea suprema que ilumina todo la idea de bien identificada
con el sol.
El mito tiene también un mensaje moral, la incomprensión hacia el sabio
que, al descubrir la verdad y comunicarla, sufre las iras de la gente que
vive en lo comúnmente aceptado, en lo consabido. Si el sabio trata de
mostrar a la gente la verdad, sufrirá sus iras como sucedió al maestro de
Platón Sócrates, o como ha acaecido incesantemente a lo largo de la
historia.
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celeste perdiendo los caballos sus alas, entonces el alma se encarna en un
cuerpo humano. Pero con la caída el alma ha olvidado su procedencia. Al
ver las cosas el alma recuerda lo que había contemplado, las ideas celestes
de las cuales las cosas no son sino un reflejo. Por tanto, el hombre no ha de
buscar conocer las cosas, sino ascender, a través de ellas, a las ideas. Este
ascenso supone un retorno, una vuelta a su verdadera condición.
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que han de ser quienes gobiernen. Las dos clases superiores han de tener
en comunidad sus bienes, mujeres e hijos para desapegarse de las cosas y
obrar sólo en servicio de la comunidad. Los miembros de estas dos clases
reciben una completa y progresiva educación que abarca desde lo físico
hasta lo artístico e intelectual. La igualdad entre hombres y mujeres debe
ser total.
La evolución de la organización social que se ha dado en la realidad es
como sigue: al principio gobierna la Aristocracia, es el gobierno de los
mejores. Cuando esta se corrompe da paso a la Timocracia, que conserva
algunas virtudes de la Aristocracia, pero en la que los intereses de los
gobernantes empiezan a prevalecer sobre los de la comunidad. A
continuación le sucede la Oligarquía, en la cual gobierna un grupo que lo
hace en su propio beneficio. El pueblo a la vista de tantos abusos se
subleva e impone la Democracia, en la que los ignorantes deben consultar
continuamente al pueblo. La democracia para Platón conlleva caos y
anarquía. Ante esta situación de desorden se apela a un salvador que se
hace con el poder gracias a los descontentos, sobreviniendo la Tiranía.
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CAPITULO 7: ARISTÓTELES
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técnico y riguroso. Entre
las ciencias teóricas
Platón había estado
interesado, además de
por la filosofía, por las
matemáticas.
Aristóteles, por su parte,
tuvo interés por las
ciencias naturales,
dedicándose a estudiar y
clasificar hechos
empíricos. Esta
diferencia de intereses se
verá reflejada en sus
respectivas filosofías, en
Platón volcada hacia lo
abstracto e ideal y en
Aristóteles inclinada a la
realidad observable.
Platón para explicar qué
son las cosas había En este detalle del famoso cuadro de
llegado a las ideas, pero Rafael se ve cómo Platón –a la
se había quedado en ellas, izquierda- señala hacia el mundo de las
sin llegar a explicar las ideas, mientras Aristóteles –a la
cosas, la realidad. De derecha- hace gesto de posar la mano
hecho había negado el ser sobre las cosas concretas.
a las cosas, esto es, que
fueran reales. Platón dice
que las cosas se relacionan con las ideas –lo único real- por
“participación”, pero este concepto para su genial discípulo no pasa de ser
una imagen poética que no aclara nada. Para Aristóteles la realidad está en
las cosas y, por eso, va a tratar de explicar la realidad desde las cosas
mismas.
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que descubren el verdadero ser, contrapuestas a las apariencias del mundo
sensible que nos muestran un ser sólo aparente. Aristóteles, en cambio,
busca la esencia del ente “allí donde existe una realidad concreta y
ofrecida a los sentidos”.
La labor de Aristóteles va a ser traer las ideas platónicas a las cosas, a la
realidad sensible; deshacer la dualidad del mundo sensible y el mundo
inteligible, para hacer inteligible lo que se ofrece a nuestros sentidos.
Como se ve, Aristóteles busca lo permanente, lo que hace comprensible el
mundo, tal y como habían hecho sus antecesores, solo que la explicación la
buscará en las propias cosas.
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universales, los géneros y las especies-. La sustancia primera sería el río
concreto en el que me estoy bañando; la sustancia segunda los ríos en
general con el perfil común que los define (corriente de agua continua y
caudalosa que va a desembocar en otra o en el mar).
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el mismo. El cambio no es un pasar de no ser algo a serlo -como creía
Parménides- sino un paso de un modo de ser a otro.
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-Los objetos matemáticos: poseen la cualidad de que son permanentes, no
cambian, pero tienen un inconveniente, no son cosas, no existen fuera de
nuestra mente, por eso son menos entes que las cosas.
-Dios: es el ser por antonomasia. Reúne a la vez las cualidades de
inmutabilidad (o permanencia) y de bastarse a sí mismo, sin precisar ser
pensado por nosotros. Representa el grado máximo de realidad. La ciencia
suprema ha de ser la ciencia Teológica, la que conozca al ente Dios. La
vida de Dios consiste en conocimiento. El hombre para conocer necesita
previamente que haya cosas que conocer, por eso no se basta a sí mismo,
no es suficiente. Dios, por contra, sí es suficiente, no precisa de las cosas
sino que se sabe a sí mismo; Aristóteles dirá que es “pensamiento de
pensamiento”. Dios se sabe a sí mismo, es el saber supremo, por eso la
metafísica es un saber divino.
Todo lo que cambia, todo lo que se mueve precisa un motor, que a su vez
precisa otro y así sucesivamente hasta llegar al motor primero que debe ser
inmóvil para no necesitar otro motor más; ese motor que mueve sin ser
movido es Dios. Por no experimentar movimiento o cambio es acto puro,
sin potencia alguna que le dejaría una puerta abierta al cambio. Sin
embargo, Aristóteles no concibe a Dios como creador, ya que dicha idea es
extraña al pensamiento helénico –el mundo existe desde siempre-.
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49. El conocimiento (Aristóteles): Para Aristóteles no hay nada en
la inteligencia que no haya pasado antes por los sentidos, por tanto, rechaza
la teoría Platónica de las ideas innatas. Distingue dos tipos de
conocimiento: sensible e intelectual.
La filosofía surge por el asombro del hombre ante la realidad que
contempla. La filosofía busca el origen último de todo, no las causas
inmediatas.
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potencia, y su mejor potencia es la inteligencia, luego debe aplicar su
inteligencia” sobre el mejor objeto que es Dios. La vida superior es la
contemplativa, más alta que la fundada en los placeres o en el trabajo
manual.
La virtud es la actividad del alma que nos perfecciona como hombres y nos
conduce a la felicidad. La virtud está en el término medio entre dos
tendencias opuestas: por ejemplo la templanza es el término medio entre el
libertinaje y la apatía, la fortaleza entre la cobardía y la temeridad, la
generosidad entre la prodigalidad y la avaricia. Entre las virtudes más
sobresalientes destaca Aristóteles la justicia y la amistad –precisamente
una de las razones que da para criticar la idea platónica de compartir
esposas y esposos es que no fomenta la amistad, sino que crea enemistad-.
En Aristóteles la ética está subordinada a la política, al igual que sucedía
en Platón. El horizonte vital del hombre se realiza dentro de la polis, y la
plenitud humana se da dentro de la comunidad.
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reconocer como legítima la esclavitud. Aristóteles defenderá la propiedad
privada pero al alcance de todos.
Como las
cosas que veo La realidad
Lo que las cambian, el está en las
¿Qué son de Las cosas cosas “son” “ser” tiene cosas. Las
verdad las todas se descubre que estar cosas poseen
cosas? ¿Qué coinciden en en la fuera de ellas, algo estable,
tienen de que “son”. definición. La en el “mundo “el ser”, y
común todas Ese “ser” es definición de las ideas”. algo que
ellas? permanente. muestra la Las ideas son puede
verdad sobre el verdadero cambiar, “los
la cosa, lo ser, las cosas accidentes”.
permanente. su reflejo.
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CAPÍTULO 8: OTRAS CORRIENTES CLÁSICAS
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En esta misma línea, pero situados antes en el tiempo, se encuentran los
cínicos. La Cínica es una escuela fundada por Antístenes (444-365 a.C.),
discípulo de Sócrates. El camino para conseguir la autarquía es la
supresión de las necesidades y la independencia. Ello conlleva una actitud
negativa hacia la vida entera y una crisis de la vida en comunidad.
Rehuyen el placer y el amor, sólo practican el comportamiento ascético. El
más conocido de los cínicos es Diógenes de Sinope (400-325 a.C.) de
quien se cuenta que vivía en un tonel, y que en cierta ocasión recibió la
visita de Alejandro Magno –el hombre más poderoso de su tiempo- quien
plantándose ante él le dijo que le pidiese cualquier cosa que deseara, a lo
que Diógenes contestó que sólo deseaba que se apartase un poco para no
taparle el sol.
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conocer una verdad). En todo caso el escepticismo se queda encerrado en
la duda y en la desconfianza sobre la verdad.
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LA FILOSOFÍA Y EL BIG BANG
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que en un tiempo cero, toda la materia y energía del
universo habrían estado comprimidas en una masa de
varios años luz de diámetro (en realidad muy pequeña si
se compara con el tamaño del universo). A partir de una
gran explosión de dicha masa el cosmos comenzó a
moldearse y expandirse. Esta teoría ganaría solidez con la
ley enunciada en 1.929 por Edwin Hubble según la cual
las galaxias se alejan unas de otras con una velocidad
proporcional a su distancia relativa, lo que supondría que
el universo efectivamente se expande. Posteriores
estudios, como los de Arno Penzias y Robert Wilson en
1.964, van en la línea de demostrar la teoría del “Big
Bang”.
A partir de estas investigaciones se ha pretendido
dar respuesta a los más profundos interrogantes del
universo y, por tanto, de la filosofía. Sin embargo, estas
respuestas no siempre han sido las más adecuadas:
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da como más cierta la imposibilidad de una nueva
reagrupación en el futuro. Esto significa que habría una
única explosión inicial sin posibilidad de retorno.
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atribuírsele características divinas, y lo material no puede
tener dichas propiedades. ¿Cómo puede darse a sí mismo
leyes? ¿Y si las “crea”, qué “ley” rige esa creación de
leyes y quién la da?
Otro error es suponer que la creación se ha de
enmarcar en el tiempo. Por contra, es posible un universo
creado que haya existido siempre. Como demostró Santo
Tomás de Aquino la creación en el tiempo es una verdad
sólo cognoscible por la revelación, pero en teoría nada
impide que Dios haya creado el universo desde toda la
eternidad.
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ciencia empírica y que, por tanto, sus hallazgos
deben ser probables experimentalmente. La
creación a partir de la nada es indemostrable
desde un punto de vista experimental. Sólo Dios
puede crear de la nada.
2- Las conclusiones de los defensores de la
“autocreación del universo” se basan en atribuir a
las teorías físicas sobre el espacio, el tiempo, la
materia, la energía y el vacío un sentido
metafísico que no poseen; ya que todos estos
conceptos se fundamentan en procesos físicos que
relacionan un estado previo con otro -procesos de
cambio-, sin embargo, la creación no parte de
algo previo, sino de la nada, de la ausencia total
de todo, incluidas las propias leyes físicas.
56
Filosofía
Medieval
57
58
EDAD MEDIA
PATRÍSTICA
San Agustín (354-430)
GNOSTICISMO
SIGLOS X A XII
San Anselmo (1033-1109)
FILOSOFÍA ÁRABE
Avicena (980-1037)
Averroes (1126-1198)
FILOSOFÍA JUDÍA
Avicebrón (1021-1058)
Maimónides (1135-1204)
Abelardo (1079-1142)
SIGLO XIII
Roger Bacon (1212-1293)
Raimundo Lulio (1233-1315)
S. Buenaventura (1211-1274)
ESCOLÁSTICA S. Alberto Magno (1193-1280)
Sto. Tomás de Aquino (1225-
1274)
59
SIGLO XIV
Escoto (1266-1308)
Ockam (1290-1350)
60
CAPITULO 9: APARICIÓN DEL CRISTIANISMO
61
división filosófica en dos mundos –sensible e inteligible-, ya que esta sólo
expresaba la dificultad para conciliar lo descubierto por la razón con lo
dado a los sentidos.
62
dimensiones ignoradas por los helenos. El hombre ya no es sólo cuerpo e
intelecto sino que posee, además, espíritu, que participa de Dios por la fe.
63. Novedades del cristianismo: En primer lugar hay que decir que
el cristianismo da una imagen novedosa de Dios. Para los filósofos helenos
Dios era un ser lejano, inalcanzable, que explicaba el cambio en el mundo
pero con el que era casi imposible relacionarse. El cristianismo habla de un
Dios personal, preocupado por todos los hombres a los que ama. Además,
ya no sólo disponemos de la razón para descubrir la verdad, sino que Dios
mismo nos la revela sin contradecir el conocimiento racional.
Para el griego el mundo existía desde siempre y el problema era
comprender cómo era posible que una cosa dejase de ser lo que era para
pasar a ser otra -el cambio-. Para el cristianismo el mundo ha sido creado
y, por tanto, la cuestión es cómo ha podido surgir algo de la nada.
63
CAPITULO 10: PATRÍSTICA (SIGLOS I A V)
64
65. Gnosticismo: Se trata del principal movimiento herético de los
primeros siglos del cristianismo. Para los gnósticos todo lo que existe se
produce por emanación a partir de Dios, siendo menos perfectas las
realidades más alejadas de Dios. Defiende una dualidad entre el bien -
Dios- y el mal -la materia-. Entre esos dos extremos hay toda una jerarquía
de grados de perfección en la cual está el mundo como etapa intermedia
entre Dios y lo material. Por tanto, la creación y el hombre no son sino
momentos del combate entre lo divino y la materia. El fin último es la
“restitución” de todo a su propio lugar. El conocimiento no es científico ni
revelado sino que proviene de una iluminación denominada “gnôsis”. El
gnosticismo fue condenado por la Iglesia definitivamente en el Concilio de
Nicea (325 d.C.).
65
CAPITULO 11: SAN AGUSTÍN
66
67. Fe y entendimiento (San Agustín): La justificación filosófica
de San Agustín es que hay que creer para entender y entender para creer.
La fe nos da las verdades, pero la comprensión de estas verdades nos
fortalece en la fe. Fe y razón no se pueden contradecir pues la verdad que
las sostiene es una. La meta de la filosofía de San Agustín es el
conocimiento de Dios: “Deseo conocer a Dios y el alma. ¿Nada más?
Nada más en absoluto”.
67
conocer es aprehender un objeto inmutable. Pero, ¿de dónde provienen
estas verdades? No de nuestros sentidos, que nos muestran sólo realidades
cambiantes; ni de
nuestro espíritu, ya
que nosotros
mismos somos
contingentes y
mudables y no
podemos ser el
origen de estas
verdades necesarias.
Precisamos una
ayuda externa
fundamentada en
Dios mismo: es la
“iluminación”. Ya
vimos que Platón
resolvía esta
cuestión afirmando
que nuestras almas Hasta la aparición de Santo Tomás de
preexisten. Aquino en el siglo XIII, será San Agustín
El conocimiento el principal filósofo del Cristianismo.
directo de Dios llega
por la iluminación
que es una facultad que Dios concede a la razón para conocer las verdades
eternas. La iluminación no es un milagro, sino un hecho natural. Esto
significa que podemos conocer al margen de la experiencia.
68
71. El tiempo (San Agustín): El hombre es intrínsecamente
temporal, a diferencia de Dios que es eterno. Si analizamos el tiempo
objetivamente vemos que lo pasado fue, pero ya no es; lo futuro todavía no
ha sido, luego tampoco es. Sólo el instante presente es. Sin embargo,
tenemos conciencia de la duración temporal, e incluso podemos medirla.
Esto es posible porque el hombre tiene capacidad de rememorar o, lo que
es lo mismo, de traer al presente acontecimientos ya sucedidos o que
esperamos se sucedan. La experiencia de estar limitados por lo temporal
hace que el hombre ansíe lo eterno. Sólo en Dios el hombre participa de la
eternidad.
69
CAPITULO 12: PENSAMIENTO MEDIEVAL
70
77. El fin último del hombre: Si el hombre es protagonista de la
creación y puede salvarse o condenarse hay que replantearse su misma
realidad. Surgirán importantes estudios en torno a la libertad, la voluntad,
la conciencia, el espíritu, etc.
78. Los universales: son las especies y los géneros -las formas o
sustancias segundas- (por ejemplo “los felinos”) por contraposición con los
individuos concretos -sustancias individuales- (por ejemplo “este gato
concreto”). ¿En qué medida los universales son cosas? De la respuesta que
se dé a esta pregunta depende el concepto de ser y el de conocimiento
(pues ya vimos en Aristóteles que el alma aprehende las formas, no la
materia).
-Realismo: doctrina vigente hasta el siglo XII. Creen que los universales
son cosas. En los universales se hallan presentes todos los individuos, de lo
que se desprende que los individuos tienen una sola sustancia común y que
sólo se diferencian por los accidentes (por ejemplo, existe un sólo hombre
del que todos somos meras manifestaciones diferenciadas por nuestros
accidentes). En el fondo niega una existencia individual y roza el
panteísmo. La ventaja del realismo es su sencillez; también se presta a la
interpretación de algunos dogmas como el del pecado original: si en
esencia no hay más que un solo hombre, el pecado de Adán y Eva afecta a
la humanidad entera contenida en ese hombre único. Guillermo de
Champeaux (1070-1121) es el máximo representante de esta corriente.
-Nominalismo: surge en el siglo XI. Defiende que en la realidad no existe
nada universal, tan sólo en nuestra mente. Sólo existen los individuos
concretos. El nominalismo extremo llega a negar el dogma de la Santísima
Trinidad pues la existencia de tres personas implica que hay tres dioses
(triteísmo). En la Trinidad las tres personas poseerían cada una una
“sustancia” individual, pues de ser “consustanciales” (tener una sola
sustancia) se habrían reencarnado las tres. Defensor de esta idea es
Roscelino (1050-1120).
Al final de la Edad Media Escoto y Occam retomarán la corriente
nominalista.
71
-Realismo moderado: Afirma que la verdadera sustancia es el individuo
pero que el individuo pertenece a una especie y se obtiene de ella por
“individuación” (el individuo existe al concretarse la forma en una materia
determinada). Los universales son formas que se concretan en la realidad
“moldeando” o “informando” la materia. Representantes de esta corriente
son San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino. En realidad es la línea
marcada por Aristóteles.
72
CAPÍTULO 13: SIGLOS X A XII. SAN ANSELMO,
LOS MUSULMANES Y LOS JUDÍOS
73
primera vez la necesidad de demostrar de la existencia de Dios, aunque su
actitud parta de la fe. Para San Anselmo hay dos vías de demostrar la
existencia de Dios:
-A posteriori, a partir de la experiencia. Mostrando cómo los fundamentos
últimos de la naturaleza -imperfecta, contingente, finita y múltiple-
precisan de la existencia de un ser que la sostenga y justifique.
-A priori, previamente a toda experiencia. Mediante el argumento
ontológico desarrollado en su libro “Proslogion”.
La filosofía adoptará, además de estas dos actitudes enunciadas por San Anselmo, otras dos posturas
ante la existencia de Dios:
-Argumento moral, su principal precursor es Kant. Este argumento fundamenta la demostración de
que Dios existe en el hecho de que los hombre somos seres morales (libres, capaces de distinguir el bien
del mal y, por tanto, responsables), por lo que ha de existir un ser –Dios- que de sentido a la moral,
que haga trascendente al hombre y no un mero mecanismo natural.
-Ateísmo, niega la existencia de Dios. El mundo y el hombre se justifican por sí mismos.
74
“argumento ontológico”- lo rechaza alegando que la existencia no es una
perfección, ya que la esencia (qué es algo) es independiente de la
existencia (podemos dar atributos a una cosa que no existe). En el XIX
Hegel lo retoma con notables correcciones. Hoy en día sigue siendo objeto
de controversia.
75
intelecto aprehende las semejanzas de las cosas por la abstracción (la cual
se funda en la imaginación). El universal no es una cosa más, pero
tampoco es una entelequia, algo vacío de contenido, sino un discurso que
tiene relación con la cosa real, que alude a algo real.
76
CAPÍTULO 14: SIGLO XIII: APOGEO DE LA
ESCOLÁSTICA
77
91. Raimundo Lulio: (1233-1315) En su juventud llevó una vida
mundana pero convertido a Cristo deja todo y va a predicar a los
sarracenos. Su afán apostólico le llevó más allá de las fronteras conocidas
en su tiempo. Considera que la razón puede demostrar la verdad cristiana y
con ello convertir a los infieles. Diseñó un procedimiento mediante tablas
con símbolos matemáticos para encontrar y probar la verdad
automáticamente (Ars Magna); dicho sistema ha interesado a otros
pensadores, en especial a Leibniz.
78
CAPITULO 15: SANTO TOMÁS DE AQUINO (SIGLO
XIII)
79
un acto de asentimiento a unas proposiciones que no nos son evidentes,
dicho asentimiento es impulsado por la voluntad y movido por la gracia;
entra en el campo de lo sobrenatural. Sin embargo, no se contradicen, pues
ambas proceden de Dios: la fe precisa la gracia divina y es revelada por el
mismo Dios, mientras la razón es una facultad del alma, alma creada por
Dios.
Por todo lo dicho filosofía y teología son conciliables. Ambas tienen el
mismo objeto material, es decir, estudian lo mismo, pero poseen distinto
objeto formal, diferente enfoque a la hora de estudiar el mismo problema.
Además difieren en las “herramientas” que emplean para estudiar la verdad
-la razón natural o la revelación-. En realidad la filosofía y la teología se
pueden apoyar.
96. El conocimiento
(Santo Tomás): El principio
general del conocimiento en
Santo Tomás se podría resumir en
la siguiente aseveración: “el
objeto conocido es proporcionado
a la facultad que lo conoce” -por
ejemplo, la vista conoce las
imágenes, pues son las que se
adecuan a su facultad, y no puede
conocer los sonidos-. El
entendimiento humano es una
facultad a mitad de camino entre
los sentidos y el entendimiento Santo Tomás de Aquino supone la
angélico. Los sentidos se ocupan de plenitud de la Escolástica. Supo
realidades particulares. El captar perfectamente el sentido de
conocimiento angélico conoce las la filosofía de Aristóteles, para
formas puras sin materia. El aplicarlo sobre la fe cristiana.
entendimiento humano se
encuentra en medio, pues el objeto
de su entendimiento son las formas inteligibles que están en las cosas, en
las realidades corpóreas. El modo de conocer la forma de los entes es la
abstracción.
80
Abstraer: es separar de las cosas el universal o especie que en ellas se
halla contenido, es decir, es descubrir lo que las cosas particulares tienen
en común con las demás.
Siguiendo el planteamiento de Aristóteles, para Santo Tomás los hombres
no poseemos conocimientos al margen de la experiencia. Nuestro
entendimiento conoce lo universal. Cuando nacemos nuestro
entendimiento está vacío, como una “tabla rasa”. No tiene ideas innatas
(como creía Platón), ni es iluminado por Dios (según afirmaba San
Agustín); ni es único para todos los hombres (como lo es para Averroes);
es pura potencia de conocer, y por ello necesita partir de los datos
proporcionados por los sentidos. Con esos datos el entendimiento agente
extrae la sustancia del objeto concreto, esto es, lo universal. Luego, el
entendimiento refiere los universales a las cosas concretas, volviendo a la
experiencia de la que partió.
Veamos esto con un ejemplo: Yo veo un barco por vez primera. Si no lo tuviera ante mí no sabría ni de
su existencia, pero los sentidos me lo muestran. Con los datos aportados por los sentidos mi
entendimiento agente elabora lo que propiamente es un barco (“vehículo flotante”). Luego, con el
concepto barco, yo puedo conocer todos los barcos que se presenten ante mí.
81
98. La existencia de Dios (Santo Tomás): Santo Tomás trata de
demostrar la existencia de Dios mediante cinco argumentos que parten de
la experiencia -a posteriori-. Las pruebas tomistas de la existencia de Dios
son estas:
1) Las cosas se mueven, todo lo que se mueve es movido por otro,
siguiendo hasta su principio la cadena de movimientos tenemos que llegar
a un Primer Motor que inicie el proceso. Este Primer Motor inmóvil es
Dios.
2) Todos los seres son causados (provienen de otros), si seguimos la
cadena causal hasta su principio hemos de llegar a una Causa Primera que
ponga en marcha el proceso sin haber sido causada por nadie. Esa Causa
Primera es Dios.
3) Los seres que conocemos son contingentes (pueden existir o no existir);
de hecho vemos que se generan y perecen. Eso significa que tienen una
existencia recibida de algún Ser que no sea contingente sino necesario (que
necesariamente tenga que existir). Ese ser necesario es Dios.
4) Existen distintos grados de perfección (hay cosas más o menos
perfectas), pero que existan grados significa que hay un modelo que sirve
de referencia para saber a qué tienden esas perfecciones. El ser
infinitamente perfecto que integra todas las perfecciones es Dios.
5) Existe un orden en el universo que se orienta a la consecución de unos
fines. El Fin Último al cual se ordenan todos los fines es Dios.
82
Ser son idénticos –conforme más actúe de acuerdo a mi naturaleza, mejor
soy-. La ética es un movimiento de la criatura racional hacia el Dios que le
hace ser lo que es.
Al igual que en el campo teórico existen una serie de axiomas o principios
evidentes por sí mismos, así también sucede en el terreno de la moral. Son
verdaderos principios, esto es, indemostrables e indestructibles. El hombre
los lleva inscritos en su naturaleza y los descubre siempre que haga recto
uso de sus facultades. El contenido de la ley moral coincide con el
Decálogo (los diez mandamientos de la ley de Dios).
Dios lo ha creado todo y todo lo ha hecho bien, es por eso que el mal no es
obra suya. Pero si todo lo ha creado el mal no puede ser sino una carencia,
por tanto el mal es la ausencia de bien.
83
CAPÍTULO 16: SIGLO XIV. CRÍSIS DEL
PENSAMIENTO TEOLÓGICO. OCCAM
84
incapacidad de la razón humana para conocer a Dios y, por tanto, la
inutilidad del esfuerzo racional por alcanzar al Creador.
85
Excomulgado por Juan XXII se refugió en la corte de Luis de Baviera, en
Pisa.
86
abstracciones nuestras, son sólo un signo que se usa para significar muchos
objetos individuales y singulares semejantes. La ciencia, que se refiere a
los universales, no estudia las cosas mismas sino sólo sus signos o
símbolos. Esto señalará el nuevo camino de las ciencias físico-matemáticas
que se van a limitar a medir las variaciones del movimiento y su
representación por signos, renunciando a la búsqueda de saber qué es el
movimiento y cuáles son sus causas, tal y como se había hecho desde
Aristóteles.
87
CAPÍTULO 17: LA ÚLTIMA ESCOLÁSTICA
88
EL PROBLEMA DE LA EVOLUCIÓN
89
crea el órgano, o lo que es lo mismo, cuando una especie
precisa cubrir una necesidad desarrolla un órgano que le
ayuda a satisfacerla. Por ejemplo, el elefante desarrolló la
trompa para alcanzar las hojas de los árboles. Estos
caracteres adquiridos se transmitirían por herencia
perfeccionándose generación tras generación.
Esta tesis fue abandonada por falta de pruebas
reales. Por ejemplo, las mujeres chinas desde tiempos
inmemoriales atrofiaban su pie vendándolo, sin embargo
siempre nacían con el
pie normal. La
función no crea el
órgano, en el mejor
de los casos lo
perfecciona
mínimamente. Si un
padre entrena mucho
y se hace musculoso
sus hijos no tienen
porqué nacer más
fuertes, pero él sí
desarrollará mejor sus
capacidades físicas.
Darwin
(1.809-1.882) elabora Darwin considera que la
la teoría de la evolución se desarrolla según
selección natural. Para un mecanismo ciego sin
finalidad alguna.
Darwin los seres vivos
luchan por su
supervivencia y por ello se han de adaptar al medio;
sobreviven sólo los más aptos. Una notable diferencia con
Lamarck es que para Darwin la evolución se desarrolla
90
según un mecanismo ciego, donde sobreviven
simplemente los mejor dotados.
La idea de la selección natural de los mejores tomada de
modo exclusivamente materialista va a tener profundas
repercusiones en el pensamiento: desde Marx y su lucha
de clases, hasta el liberalismo y la competencia
desenfrenada, pasando por teorías de corte racista según
las cuales las razas más aptas han de someter a las menos
aptas.
91
nuevas especies o de nuevos órganos. Y menos todavía de
órganos complejos como el cerebro o el ojo.
92
¿Qué o quién crea la vida? ¿Cuál es el motor del
cambio en la naturaleza? Son cuestiones abiertas al
estudio de la filosofía.
93
94
Filosofía
Moderna
95
96
EDAD MODERNA
RENACIMIENTO
Nicolás de Cusa (1401-1464)
Erasmo de Roterdam (1467-1536)
Nicolás Maquiavelo (1469-1527)
Tomás Moro (1478-1535)
Giordano Bruno (1548-1600)
EMPIRISMO
RACIONALISMO
Francis Bacon (1561-
Descartes (1596-1650) 1626)
Malebranche (1638-1715) Hobbes (1588-1679)
Pascal (1623-1662) Locke (1632-1704)
Spinoza (1632-1677) Berkeley (1685-1753)
Leibniz (1646-1716) Hume (1711-1776)
97
98
CAPÍTULO 18: EL RENACIMIENTO
99
pensamiento antiguo al margen de la Escolástica surgen pensadores que
reivindican a Platón y Aristóteles pero dotando a sus escritos más de
apariencia literaria que de profundidad
filosófica. Algunos de estos
pensadores son Besarión, Pico de la
Mirandola, Pietro Pomponazzi, etc.
-Se da primacía al saber científico que,
gracias a los nuevos métodos
empleados, va a avanzar
fabulosamente.
-Filosóficamente se
entrecruzan gran cantidad de
corrientes.
-La religión deja de ser dogmática
(fundada en verdades teológicas que
explican racionalmente la revelación)
para tomar una actitud sentimental La doctrina de Lutero
que pone en primer plano al hombre y pretendía hacer prevalecer
su relación personal con Dios. El la fe frente a la razón; sin
protestantismo llegará a negar la embargo su defensa del
intermediación de la Iglesia en la libre examen de las
relación con Dios, el individuo se Escrituras tendrá la
basta para tratar con Dios. consecuencia inversa, el
predominio de la razón.
100
la filosofía, la literatura, todo queda invadido por el hombre). Para los
humanistas la felicidad se ha de conseguir en esta vida, por lo que se
rebelan contra el dogmatismo medieval.
Erasmo de Roterdam: (1467-1536) Se le considera el más importante de los humanistas. Su
influencia en Europa entera fue tremenda. Entabló contacto con los reformadores protestantes pero
siempre permaneció dentro de la Iglesia Católica. Defendía una religión menos formulista y más acorde
con el espíritu de las Escrituras.
101
privada, el poder es democrático y sus habitantes se rigen por unos
principios fundados en la moral natural. Su obra principal es “Utopía”. En
una línea similar está el pensador italiano Campanella (1568-1639) que en
su obra “La ciudad del Sol” dibuja un Estado político-religioso perfecto de
carácter teocrático (primacía de la autoridad religiosa).
102
121. Giordano Bruno: (1548-1600) Filósofo italiano. Abandonó la
orden dominicana al ser acusado de herejía. Tras viajar por toda
Centroeuropa volvió a Italia donde fue encarcelado y más tarde fue
quemado vivo por la Inquisición romana por no retractarse de sus teorías.
Giordano Bruno es panteísta, Dios está en todo pues es alma del mundo.
No hay más que una sustancia divina de la que las cosas individuales son
sólo expresiones. Las unidades vitales individuales son indivisibles e
indestructibles, y el mundo se forma por sus combinaciones.
103
CAPÍTULO 19: LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA
104
al sol no son circulares sino elípticas. Defiende el matematismo de la
ciencia: “Nada puede conocer perfectamente el hombre más que
magnitudes o por medio de magnitudes”.
105
imposible para muchas de las cuestiones abordadas por la filosofía (la
inmortalidad del alma, la existencia de Dios, etc.).
106
CAPÍTULO 20: EL NUEVO CRITERIO DE VERDAD:
EMPIRISMO Y RACIONALISMO
107
autoridad de Aristóteles, Santo Tomás y la Iglesia. Cuando estas verdades
se ponen en cuestión el silogismo no puede desarrollarse pues no existe
una premisa mayor incuestionable de la que partir.
El silogismo:
Premisa mayor
Sócrates es un Sócrates es
hombre mortal
108
Inducción:
109
CAPÍTULO 21: DESCARTES, PADRE DEL
RACIONALISMO
110
La actitud de la filosofía moderna y
contemporánea será de extrema cautela;
de desconfianza en las propias fuerzas. Se
va a preocupar más de evitar el error que
de descubrir la verdad.
Descartes se da cuenta de que en filosofía
hay distintas doctrinas que a menudo se
contradicen, por tanto considera que no
hay que dar nada por bueno. Comienza
por dudar de todo lo que conoce. En
primer término duda de los sentidos que
en más de una ocasión nos engañan o
confunden, incluso cuando soñamos nos
parece que lo que percibimos es real pese
a ser mera ilusión. En su duda global llega
a dudar de las propias matemáticas pues
Aventurero y enfermizo, es el
un “genio maligno” nos puede confundir
precursor de la filosofía
y hacernos dar por bueno lo que no lo es.
contemporánea basada en la
Pero la duda de Descartes no es escéptica
(negar que sea posible conocer la verdad) mirada hacia uno mismo.
sino metódica, lo que significa que sirve
de fundamento para buscar una verdad
incuestionable, es sólo un punto de partida.
111
134. ¿Quién soy? (Descartes): Descartes ha descubierto que existo,
y al mirarse dice que ese que existe es “una cosa que piensa”, una
“sustancia que piensa”. Contemplar al hombre como “cosa”, como algo
acabado y definido, va a traer graves consecuencias filosóficas.
112
todo lo dicho se concluye que las cosas materiales existen. Las cosas
materiales son “sustancias extensas”. Descartes entiende por sustancia
aquello que no necesita de nada para existir, lo que en rigor sólo es Dios;
las demás cosas lo son por analogía.
Descartes concibe el mundo físico como un gran mecanismo. Todo se
reduce a extensión (dimensión de la materia y recorrido del movimiento).
De hecho es el padre de la geometría analítica. La extensión –volumen y
movimiento- se pueden reducir a ecuaciones matemáticas que son
puramente inteligibles. Lo único que escapa a la algebrización es el acto
creador de Dios, quien crea las sustancias extensas y les inyecta la cantidad
de movimiento. Desde ese momento creador el universo conserva siempre
la misma cantidad de movimiento.
139. El método (Descartes): Hemos visto que para que algo sea dado
por verdadero ha de sernos evidente. El método para descubrir la verdad
sigue tres pasos:
-Dividir las dificultades hasta alcanzar los elementos que se conocen por
intuición. Es decir, hasta llegar a los elementos que se conocen no por los
sentidos o por demostraciones sino por la evidencia.
-Ascender por deducción de los elementos más simples a los más
complejos.
-Examinar cuidadosamente toda la cadena deductiva para comprobar que
no hemos cometido ningún error que haya desvirtuado las conclusiones
alcanzadas.
Este método está inspirado en las matemáticas que tan rápidamente
avanzaban a los ojos de Descartes.
113
140. Consecuencias: racionalismo e idealismo (Descartes):
Descartes es padre del racionalismo. Funda el conocimiento en la
evidencia racional, poniendo en entredicho el conocimiento sensible. La
razón es la única que nos proporciona seguridad. A partir de ahí se
desarrollará el espíritu apriorista y antihistórico (contempla las cosas al
margen de la experiencia y de la historia) que culmina en la Revolución
francesa.
El realismo que afirmaba que la realidad estaba en las cosas, las cuales
existen por sí al margen de mí, impera en la Antigüedad y en la Edad
Media. A partir de Descartes surge el idealismo para el que lo único seguro
soy yo mismo, y las cosas adquieren seguridad en relación a mí, en función
de si yo las percibo o si yo soy capaz de conocerlas.
El racionalismo trata de buscar una respuesta definitiva. Por ello busca una
ciencia universal que dé seguridad, y cree encontrar el modelo de esa
ciencia en las matemáticas. La matemática es una ciencia segura, exacta,
progresiva y universalmente válida. El problema que va a tener es que
opera con cantidades numéricas, y la realidad es más amplia que los meros
números.
114
CAPÍTULO 22: EL IDEALISMO RACIONALISTA
115
143. Spinoza: (1632-1677) Humilde pulidor de cristales holandés, se
negó a aceptar su nombramiento como profesor de la Universidad de
Heidelberg por no comprometer su independencia. Era judío y de origen
español. Por sus planteamientos
religiosos fue expulsado de la
sinagoga, intensificando
entonces su relación con los
medios cristianos, cuya
religión, sin embargo, nunca
profesó. Spinoza toma de forma
radical la definición de
sustancia de Descartes: aquello
que es en sí, es decir, que no
necesita de ninguna otra cosa.
Por tanto, para Spinoza la única
sustancia que realmente existe
es Dios, las demás cosas son
sólo atributos o manifestaciones
116
144. Leibniz: (1646-1716) Nació en Leipzig (Prusia) en el seno de
una familia protestante. Descubrió el cálculo infinitesimal a la vez que
Newton aunque de modo distinto. Muy influyente en vida -fundó y
presidió la Academia de Ciencias de Berlín y trató de unificar las iglesias
protestantes y católica- murió olvidado y en soledad.
Para Leibniz el mundo físico no es sólo extensión, como sucedía en
Descartes, sino que en él actúan fuerzas, energías.
Spinoza creía que la única sustancia existente era Dios. Leibniz, por contra,
piensa que el mundo está formado por un número incalculable de
sustancias. Leibniz recupera el concepto griego de sustancia. A las
sustancias que forman las cosas Leibniz las llama mónadas. Para los
griegos el alma era el “ánima”, aquello que movía las cosas, que provocaba
su cambio. Para Leibniz las mónadas son las almas, las sustancias que
forman las cosas. Pero en este contexto el alma no tiene porqué poseer
autoconciencia como sucede con el hombre, simplemente supone la
posesión de las cualidades y la fuerza de la cosa concreta.
Las mónadas son los elementos más simples de los que están formadas las
cosas. Sin embargo, las mónadas no son trocitos de las cosas, no son
materiales. Cada mónada tiene una serie de cualidades singulares, pero
esas cualidades no son algo permanente y manifiesto, sino que asoman en
el cambio, desplegando sus posibilidades internas. Cada mónada refleja
todo el universo de modo propio, singular, son radicalmente distintas unas
de otras. Al reflejar el universo con distinto grado de claridad no todas
tienen la misma importancia. Las mónadas humanas tienen conciencia de
reflejar ese universo. Las mónadas “no tienen ventanas”, es decir, no
pueden comunicarse unas con otras. Si las mónadas no pueden
relacionarse, ¿cómo es posible un orden en el universo? La respuesta es
que Dios ha diseñado ese orden universal perfecto, es lo que Leibniz llama
la “armonía preestablecida”.
Dios hace que mis ideas se correspondan con la realidad de las cosas. Se
puede decir que Dios hace de mediador entre las mónadas. Para demostrar
la existencia de ese Dios armonizador Leibniz recurre por un lado al
conocido argumento ontológico de San Anselmo, y por otro a una
demostración a posteriori: si el ser necesario -Dios- no existe, tampoco
existen los entes posibles; pero como vemos que los entes posibles sí
existen, implica que también existe el ser necesario. Dios es infinitamente
bueno, por eso el mundo que existe es el mejor de los posibles.
117
Para Leibniz las mónadas no pueden comunicarse unas con otras, por
tanto, todas sus ideas proceden de la actividad interna de cada mónada, eso
significa que las ideas son innatas. Por eso mismo las verdades de la razón
son evidentes a priori, previamente a cualquier experiencia. Creemos que
tenemos experiencias y que aprendemos de ella, pero en realidad son
sucesos programados de antemano dentro de nosotros. Sólo Dios conoce
claramente que las verdades de la razón son las únicas existentes.
Leibniz critica en la lógica que no descubre la verdad sino que intenta
justificar lo ya conocido, por eso trató de crear una lógica que analizase las
posibles combinaciones de los conceptos para descubrir la verdad de modo
matemático. Este sistema está inspirado en el creado por Raimundo Lulio.
118
CAPÍTULO 23: EL EMPIRISMO
119
1-Los ídolos de la tribu: Los tenemos todos los hombres y se producen por
los engaños de los sentidos o el entendimiento.
2-Los ídolos de la caverna: Son las inclinaciones o debilidades personales
de cada uno motivadas por nuestro carácter, educación, etc.
3-Los ídolos de la plaza: Se trata de lo comúnmente aceptado o de los
errores a que nos puede conducir el lenguaje. Son los prejuicios de tipo
social.
4-Los ídolos de la autoridad: Fundado en el prestigio de algunas
personas.
149. Las impresiones (Hume): Para David Hume las cosas que
percibimos no son sino la asociación de distintas impresiones que
interpretamos como si fuera una sola cosa. Lo que en realidad existe es un
caos de sensaciones. Es igual que cuando contemplamos el paisaje de un
cuadro, lo que en realidad existe es un conjunto de brochazos plasmados
sobre un lienzo y que aisladamente no significan nada, pero nosotros, al
contemplarlos en conjunto, los dotamos de sentido. Por supuesto el caos de
sensaciones que nos llega lo organizamos según una serie de leyes de
asociación que son las siguientes:
-Ley de semejanza: por la que tendemos a unir las cosas semejantes y a
separar las desemejantes.
-Ley de contigüidad espacial y temporal: por la que unimos las cosas que
aparecen contiguas en el espacio o en el tiempo.
120
-Ley de causa-efecto: por la que relacionamos hechos que se suceden
unos a otros con regularidad.
Pero Hume llega más lejos, y no sólo niega realidad a la existencia de las
cosas materiales (ya hemos dicho que para él sólo son un caos de
sensaciones sin unidad real), sino a mí mismo que las percibo. Para Hume
yo no soy más que una colección de percepciones que se suceden sin cesar.
121
que mueve al hombre son los sentimientos o pasiones y lo que despierta el
sentimiento es la utilidad. La utilidad pues es el fundamento de la moral.
La virtud queda definida como “cualquier acción o cualidad mental que
da a quien la ve un sentimiento agradable o de aprobación”. El vicio es lo
contrario.
122
CAPÍTULO 24: EL EMPIRISMO POLÍTICO
123
egoísta de cada cual. Esa situación
lleva a desconfiar de los demás y, por
tanto, a vivir una vida incómoda. Para
superar estas dificultades los hombres
deciden darse unas leyes de
convivencia que les garanticen una
seguridad y bienestar suficientes.
Estas leyes sólo se pueden mantener
si existe un poder coactivo que las
garantice: el soberano. El soberano es
la persona encargada de salvaguardar
la paz con su total autoridad; su poder
no tiene limitación alguna, siendo
árbitro de la ley, esto es, de lo bueno
y de lo malo. Incluso la Iglesia está
Hobbes considera que sólo
sometida al Estado, siendo él
un soberano con plena
intérprete de las escrituras.
autoridad puede
La influencia de Hobbes fue muy garantizar el mayor bien
grande a lo largo del siglo XVIII (el social: la paz.
siglo de los absolutismos) y sus
consecuencias históricas han llegado
hasta nuestros días.
124
conlleva la existencia de unos
derechos naturales. Uno de
esos derechos naturales es el
de la propiedad, necesaria
para la subsistencia humana y
que se adquiere por el
trabajo. Existe también un
derecho de herencia, pues la
familia es una sociedad
natural y los padres tienen el
deber de velar
económicamente por sus
hijos. En el estado de
naturaleza los hombres no
tenían las suficientes
garantías de preservar sus
derechos debido a la Locke plantea una visión de la
aparición de intereses sociedad radicalmente opuesta a
parciales, por ello se Hobbes. Locke es el padre del
constituyen en sociedad, no liberalismo que se fundamenta en
para pasar a la servidumbre, la igualdad y la libertad.
sino para garantizar su
libertad. La voluntad de la
mayoría ha de prevalecer.
125
LOS ILUSTRADOS INCENDIAN EUROPA
126
derrocada por Newton, irá acompañada a lo largo del siglo
XVIII del ataque a la jerarquía social establecida. El
mundo ya no es inmutable, y la sociedad tampoco. Si el
cosmos entero obedece a unas mismas leyes, ¿por qué no
han de hacerlo igualmente todos los hombres? Ha llegado
la hora de la revolución.
En 1.728 se publica en el Reino Unido la
“Cyclopedia” británica. A imitación de la misma un
grupo de filósofos franceses deciden elaborar un
instrumento de difusión cultural, la “Enciclopedia”, que
recoja todo el saber de su época. La enorme carga de ideas
ilustradas que contenía la Enciclopedia la convirtió en una
auténtica máquina política.
La influencia de la Enciclopedia en el desarrollo
de la Revolución francesa es determinante. Sus ideas
prenden en las capas más inquietas e ilustradas de Francia,
sólo hará falta el caldo de cultivo adecuado para que todo
salte por los aires: La burguesía, que ya posee gran parte
de la riqueza, quiere ahora poder. La crisis económica se
agudiza y el Antiguo Régimen se ve incapaz de resolver
los nuevos problemas que se le presentan. Por otra parte,
el ejemplo de la independencia en Norteamérica y la cada
vez más fuerte influencia de la masonería acabarán por
hacer estallar la Revolución.
En 1.789 se reunirán en Francia los Estados
Generales –una especie de gran parlamento de la época-.
Los Estados Generales deberían estar divididos en tres
cuerpos: la nobleza, el clero y el llamado “tercer estado”,
que viene a recoger la representación del pueblo (en
realidad la burguesía). Pero como hemos dicho la
jerarquía del antiguo régimen está entrando en crisis y los
miembros del tercer estado fuerzan la constitución de una
asamblea única, la Asamblea Nacional, en la que son
mayoría. La revolución ha comenzado. Para los ilustrados
127
todos los hombres están provistos de razón y, por tanto,
no debe haber diferencias por rango o puesto social.
El 9 de junio de 1.789 la Asamblea Nacional se
transformará en Asamblea Constituyente. Se marcará la
misión de redactar una Constitución para la nación. Dicha
Constitución consagra la separación de poderes que
propugnara Montesquieu (1.689-1.755) y la democracia
fundada en la soberanía popular que defendiera Rousseau
(1.712-1.778). La Constitución viene a ser la recreación
del contrato social –influencia rousoniana- que los
individuos se dan para vivir en comunidad.
128
-si bien es cierto que la influencia del cristianismo aunque
no reconocida es manifiesta-.
El 12 de junio de 1.790 se aprueban una serie de
artículos que forman la llamada Constitución Civil del
Clero, la cual no representa sino el sometimiento total del
clero al Estado. La máxima autoridad espiritual ya no
procede del Papa como cabeza visible de Cristo en la
Tierra, sino que se la atribuye el propio Estado. Los
religiosos van a ser obligados a jurar fidelidad a esta
Constitución, y el propio Estado va a poder decidir su
nombramiento o destitución pese a la oposición de los
sacerdotes “refractarios” y del propio Papa. Vale la pena
mencionar a un ilustrado, Voltaire (1.694-1.778), quien
con su espíritu crítico, afilado e irrespetuoso ya había
minado los pilares del Antiguo Régimen atacando la
religión y abonando el camino a los revolucionarios. La
Ilustración pretendía cambiar totalmente el mundo,
reconstruirlo sobre nuevos fundamentos, para lograr esto
se atribuye el Estado un poder omnímodo, nada puede
quedar fuera de su control revolucionario, ni siquiera la
religión.
Finalizada la etapa constituyente el 1 de octubre
de 1.791 se pone en marcha la Asamblea Legislativa. Los
jacobinos se harán con el poder y proclamarán la
Convención Nacional que acaba con la monarquía –Luis
XVI y María Antonieta serán ejecutados- y proclama la
República. La Convención es un poder anárquico que
pretende llevar la revolución hasta sus últimas
consecuencias. Un poder de esa índole siempre demanda
un tirano para ejercerlo. El hombre fuerte de la
Convención será Robespierre (1.758-1.794) quien desde
el Comité de Salud Pública enviará a la guillotina a
centenares de personas. El lema de esta etapa será “virtud
y terror”. Se trata de obligar a las personas a actuar
129
virtuosamente y para ello el método empleado es el terror.
Aquellos ideales ilustrados del hombre naturalmente
bueno no se han cumplido, por ello habrá que forzar la
realidad hasta el punto de “imponer la virtud”. Si se
piensa bien esto es contradictorio, pues la libertad del
hombre es la que determina el hecho moral. Un animal no
es responsable y por tanto no es ni bueno ni malo, sólo los
seres libres poseen capacidad de obrar según el bien o el
mal. Pero el mundo ha de ser transformado para
acomodarlo al ideal.
Herederos de este espíritu serán los diversos
movimientos revolucionarios que, desde sus distintas
ideologías coincidirán en su afán de obligar a cambiar al
hombre para hacerlo “según debería ser”. Así el marxismo
abogará por la lucha de clases y la dictadura del
proletariado en la cual la libertad queda postergada en pos
de un supuesto paraíso material. El nacionalsocialismo
tratará de exterminar a los judíos para crear el mundo ario
bello y puro. Para los revolucionarios la simple reforma es
inaceptable, hay que destruir lo que hay para haberlo de
nuevo, y el instrumento para la ruptura con el pasado
arrancará en la guillotina para culminar en las cámaras de
gas.
Pero volviendo a la Francia revolucionaria, la
situación se hace insufrible hasta el punto de que en 1.794
cae el Terror siendo ejecutado el propio Robespierre.
Disuelta la Convención se establece el Directorio, más
moderado, que llevará a cabo diversas campañas. La
subida al poder de Napoleón supondrá la expansión bélica
de los principios revolucionarios por toda Europa, sólo
que desde un poder absoluto.
Jamás las ideas habían tenido tanta fuerza. Los
ideales de aquellos ilustrados trajeron sus luces –igualdad
ante la ley, representación popular, reconocimiento de los
130
derechos humanos- y sus sombras –peligro de politización
de todas las esferas de la vida, falsificación de la realidad
que se quiere forzar, aniquilación de la herencia histórica,
legitimación del Estado para controlarlo todo-.
131
132
Filosofía
Contemporanea
133
134
EDAD CONTEMPORÁNEA
ILUSTRACIÓN
Montesquieu (1689-1755)
Voltaire (1694-1778)
Rousseau (1712-1778)
Kant (1724-1804)
ROMANTICISMO ALEMÁN
Fichte (1762-1814)
Hegel (1770-1831)
Schelling (1775-1854)
Marx (1818-1883)
VITALISMO
Schopenhauer (1788-1860)
Kierkegaard (1813-1855)
Nietzsche (1844-1900)
Bergson (1859-1941)
PERSONALISMO
Maine de Biran (1766-1824)
Gratry (1805-1872)
Brentano (1838-1917)
135
HISTORICISMO POSITIVISMO
Dilthey (1833-1911) Comte (1798-1857)
Simmel (1858-1918)
UTILITARISMO
FENOMENOLOGÍA
Jeremias Bentam
Husserl (1859-1938)
(1748-1832)
Max Scheler (1874-1928)
J.S. Mill (1806-1873)
EXISTENCIALISMO
Jaspers (1883-1969) PRAGMATISMO
Heidegger (1889-1976) Peirce (1839-1914)
Marcel (1889-1973) James (1842-1910)
Sartre (1905-1980) Dewey (1859-1952)
RAZÓN VITAL
Ortega y Gasset NEOPOSITIVISMO Y Fª
ANALÍTICA
(1883-1955)
Wittgenstein (1889-1951)
136
CAPÍTULO 25: LA ILUSTRACIÓN
137
Por otra parte la Ilustración tiene un componente revolucionario de origen
racionalista que busca resolver las situaciones que se plantean a la sociedad
según ideas o fórmulas “estándar” al margen de la realidad histórica: no
importa la circunstancia histórica concreta, las reformas que proponen han
de ser establecidas en todo tiempo y lugar.
Las ideas de la Ilustración fueron difundidas a través de las academias, la
masonería (nacida en Inglaterra y que en los países latinos adquiriría una
línea más anticlerical y combativa), los salones, las cartas y ensayos y, por
último, la “Enciclopedia” -editada por Diderot (1713-1784) y d´Alembert
(1717-1783)-. En la “Enciclopedia” colaboraron personajes como
Rousseau, Voltaire, Montesquieu y trató de ser un compendio del saber
ilustrado.
138
será decisiva en la Revolución francesa -que no llegará a ver- y en la
historia contemporánea.
Para Jean Jacques Rousseau el hombre es naturalmente bueno, pero la
sociedad lo corrompe, sólo la vuelta a la naturaleza le devolverá a la
bondad inicial. El Estado surge por un contrato tácito que hacen los
hombres desde el estado de naturaleza. Por tanto, la voluntad humana es la
que origina la aparición de la sociedad, y será esa voluntad la que la
gobierne. Además de la voluntad individual existe una voluntad general
que establece la mayoría. Esa voluntad general es la voluntad de la
sociedad, por lo que pertenece también a las minorías discrepantes como
miembros del Estado. Por ello las minorías como tales pueden hacer valer
sus derechos, pero socialmente impera la voluntad mayoritaria. El sufragio
universal será pilar del sistema político.
139
CAPÍTULO 26: KANT
140
ese aparente fracaso de la filosofía, Kant investiga la propia capacidad del
hombre para conocer.
167. El conocimiento a
priori (Kant): El
conocimiento puede ser a
priori -previo a cualquier
experiencia- o a posteriori -
fundado en la experiencia-. El
conocimiento científico, que
tanto ha progresado, parte de
una hipótesis a priori que
luego trata de corroborar por la
experiencia.
Para Kant el acierto del
conocimiento científico es
partir de un conocimiento a
priori, el cual por ser previo a
141
En Kant la palabra “puro” es sinónimo de “a priori”, por ejemplo cuando
habla de la razón pura es lo mismo que el conocimiento racional a priori,
esto es, al margen de la experiencia (o previo a la experiencia).
142
como ciencias teóricas –son apriorísticas y corroborables por la
experiencia-, mientras que la filosofía es imposible como ciencia teórica
pues pretende conocer cuestiones que van más allá de los límites de la
razón.
172. El fenómeno (Kant) (169): A la cosa real Kant la llama “la cosa
en sí”; esa “cosa en sí” es percibida por los sentidos, pero para poder
interpretar el caos de sensaciones que recibimos la sensibilidad lo ordena
incorporándole el espacio y el tiempo. A ese espacio y ese tiempo que
143
ordenan lo percibido Kant los llama “formas puras de la sensibilidad”. Por
tanto, no conocemos la cosa en sí misma, sino el fenómeno que es la cosa
pero traspasada por nuestro conocimiento -es la cosa para nosotros-.
Espacio y tiempo son las condiciones necesarias para que yo perciba, y
estas las pongo yo.
El gusto, el color, etc., son modificaciones de la experiencia subjetivas
(diferentes para cada sujeto), sin embargo, espacio y tiempo, por su
carácter ideal, son comunes a todos los hombres, aunque no existan como
tales en la naturaleza, sino en nuestra forma de interpretar como seres
racionales.
Supongamos que desde pequeños a todos los hombres nos hubiesen puesto
unas gafas de cristal verde que no pudiéramos quitarnos; veríamos la
realidad en distintos tonos de verde y para nosotros sería realmente así.
Necesitamos la realidad para conocer, pero lo que percibimos es
modificado por nuestra sensibilidad.
173. Las matemáticas (Kant) (169): Hemos dicho que las cosas que
conocemos por la experiencia se ven modificadas al ser percibidas por
nosotros. Con la percepción sensible alcanzamos sólo lo singular (y
nosotros buscamos leyes universales) y, además, modificado por nuestro
modo de percibir (alterado), por tanto todo concepto extraído de la
experiencia no puede engendrar ciencia rigurosa alguna. La ciencia más
perfecta será aquella capaz de conocer al margen de la experiencia sensible
–a priori-. Las matemáticas trabajan con el espacio y el tiempo (figuras en
un espacio y sucesión temporal de unidades); pero hemos dicho que el
espacio y el tiempo no están en la realidad sino que son “formas puras de
nuestra sensibilidad”, son los ingredientes que añadimos nosotros a la
realidad para comprenderla. Como el espacio y el tiempo son “formas
puras de la sensibilidad” -es decir, previas a cualquier experiencia mía, a
priori-, la ciencia matemática existe al margen de la experiencia -es previa
a toda experiencia- y, por tanto, sus averiguaciones son universalmente
válidas.
Supongamos que para poder ver en un microscopio una determinada clase de microorganismos
tuviésemos que echar a la muestra un determinado tipo de tinte, este tinte hace variar la apariencia de
dicho microorganismo pero es la única forma de conseguir verlo. Kant viene a decir que nunca podremos
percibir cómo es en realidad ese microorganismo, porque lo hemos tenido que manipular para verlo -le
hemos tenido que echar el tinte del espacio y el tiempo-. Pero sí podremos conocer las propiedades del
144
tinte que hemos empleado para teñirlo -las matemáticas trabajan sólo con el tinte (espacio y tiempo) no
con los microorganismos (las cosas en sí)-.
145
Clasificación de las 1. Cantidad:
categorías: Unidad
Pluralidad
Totalidad
2. Cualidad: 3.
Realidad Modalidad:
Negación Sustancia
Limitación Causalidad
4.
Modalidad:
Categóricos
Hipotéticos
146
“María es mi hermana” es un juicio asertótico, es una relación real pero
podría haber sido de otra manera. “Dos más dos son cuatro” es un juicio
apodíptico, es necesariamente así.
1. Cantidad:
Clasificación de los
Universales
juicios:
Particulares
Singulares
2. Cualidad: 3. Relación:
Afirmativos Categóricos
Negativos Hipotéticos
Infinitos Disyuntivos
4. Modalidad:
Problemáticos
Asertóticos
Apodípticos
147
de las ideas. Las ideas no nos dan a conocer ningún objeto concreto, no se
aplican a ningún dato sensible. Las ideas sirven para entender la realidad,
no para conocer un objeto particular, sino el conjunto de cuanto existe.
148
integridad, o a Dios en plenitud, y al conocerme a mí lo hago
“interpretándome” desde fuera de mí, por ello, “transformándome”-. Por
tanto, no puede haber una ciencia de ellas. Se trata de simples ideas
reguladoras de la razón, no de realidades en sí mismas.
Pero la razón al reconocer sus propios límites no sólo descubre que no
puede afirmar nada más allá de los mismos, sino que tampoco puede negar
nada que sobrepase esos límites (no puede negarme ni a mí, ni al mundo,
ni a Dios).
Crítica del argumento ontológico: Kant rechaza el argumento ontológico de la existencia de
Dios elaborado por San Anselmo, y con él el concepto tradicional del ser. El argumento ontológico se
basa en la idea de que la existencia es un atributo de perfección que no puede faltar al ente más perfecto;
pero para Kant la existencia no es un atributo de perfección sino un mero poner en la realidad al ser.
Además, negar la existencia de un ser no es negar sólo dicho atributo, sino el conjunto de todos sus
atributos. La existencia de Dios no se puede demostrar, pero tampoco refutar.
149
Dios y el hombre se tenga, la moral privilegiaría al docto sobre el ignorante
(recordemos que Sócrates afirmaba que el hombre malo lo era por
ignorancia). Para Kant la norma moral la dicta la voluntad de cada hombre
a la luz de su razón. Esta autonomía no es arbitraria sino que se ampara en
la ley moral que todo ser racional posee en su conciencia. Esta visión de la
ética tiene una clara influencia luterana -no olvidemos que los protestantes
defendían la libre interpretación de las escrituras, la primacía del criterio
propio frente al Magisterio- e ilustrada –por la fe depositada en la sola
razón-.
150
han de dar las condiciones para dicha existencia. Dios y la vida futura son
dos supuestos inseparables de la obligación moral. La razón debe
admitirlos pues de no hacerlo las leyes morales serían simples quimeras.
Esta certeza no es intelectual sino moral y, por tanto, está al margen de los
vaivenes del conocimiento.
186. Crítica del juicio (Kant): En esta última crítica Kant estudia,
entre otras cosas, el problema de los fines y la belleza -en la cima de las
ideas platónicas estaba la idea de lo verdadero (razón teórica), lo bueno
(razón práctica) y lo bello (juicio)-.
151
CAPÍTULO 27: EL ROMANTICISMO
152
por los cambios radicales que trae la Revolución francesa. Sin embargo, el
terror subsiguiente pondrá fin a las esperanzas filantrópicas que había
propiciado el siglo de las luces, y hará que vuelquen sus afanes
revolucionarios en la filosofía.
153
-La filosofía religiosa positiva: Será un análisis teológico de la
religión.
154
CAPÍTULO 28: HEGEL
155
193. Plenitud del idealismo (Hegel): Hegel supone la culminación
del idealismo. Piensa que las leyes de la razón tienen vigencia en la
realidad: “todo lo real es racional y todo lo racional es real”. Kant
afirmaba que el pensamiento no podía conocer la cosa en sí; para Hegel,
por contra, no existe ninguna realidad fuera del pensamiento.
156
movimiento”, un proceso que se desarrolla por internas contradicciones.
Lo Infinito es el resultado final de dicho proceso. Por eso critica la visión
de Spinoza para quien la sustancia infinita era estática, como un objeto. Lo
Infinito es Espíritu, algo que no sólo se desarrolla y tiene vida, sino que
tiene como término de su evolución la conciencia de sí mismo, darse
cuenta de sí. Si la realidad es algo vivo, una actividad o cambio, conocer la
realidad será conocer todos los procesos que intervienen en su devenir.
De alguna manera es como si todo formara parte de un gran ser que va
dándose cuenta poco a poco de su propia realidad, que despierta para
descubrirse a sí mismo. Ese ser puede denominarse Dios, ya que es único e
infinito; o Razón, pues va tomando conciencia de sí mismo y conoce; o
Absoluto, puesto que lo abarca todo.
157
198. La historia como dialéctica (Hegel): La historia misma se
desarrolla según el movimiento dialéctico, en la que unos principios van
siendo sustituidos por otros para superar sus deficiencias.
Por ejemplo, la sociedad antiguamente se fundamentaba en un mundo mítico o de creencias mágicas –
tesis-. Pero en la Grecia clásica surge una actitud distinta que se asienta en la razón -antítesis-. La
insuficiencia de estos planteamientos queda superada con la Escolástica medieval que armoniza fe y
razón –síntesis-. A su vez la síntesis medieval es la tesis de un nuevo paso en el proceso dialéctico del
que el naturalismo del Renacimiento será la antítesis.
En este proceso la Razón -o Espíritu- va tomando poco a poco conciencia
de sí misma. La historia es la realización del plan divino y, por tanto, ella
misma es una revelación de Dios, es el “juicio universal”.
158
200. El Espíritu absoluto (Hegel): Es la culminación del proceso
dialéctico de la razón. Se trata del reencuentro del Espíritu consigo mismo;
el descubrimiento de la realidad en su plenitud. Los tres estadios del
Espíritu absoluto son: el arte, la religión y la filosofía.
El arte es la manifestación sensible del Espíritu absoluto. Es la idea
absoluta -la verdad de cuanto existe- intuida. Es la expresión de la verdad
de modo no justificado, sino simplemente intuitivo.
La religión es la idea representada.
La filosofía, por último, es la idea en concepto. Es el saberse a sí mismo
del absoluto, de la razón. Como Hegel contempla la historia de la filosofía
de modo dialéctico (tesis-antítesis-síntesis), cada paso en su desarrollo
conserva y supera al anterior, por tanto Hegel valora su propia filosofía
como la madurez y fin de toda la filosofía, su plenitud: “Hasta aquí ha
llegado el espíritu universal. La última filosofía es el resultado de todas las
anteriores; nada se ha perdido, todos los principios se han conservado.”
159
En su camino de perfeccionamiento el Espíritu se realizaba a sí mismo en
el mundo, era lo que Hegel llama el Espíritu objetivo. La plenitud del
Espíritu objetivo se realiza en el Estado. El Estado es la forma suprema en
que se realiza la moral y de la libertad. El individuo sólo es realmente libre
en el Estado. El Estado es la manifestación del Espíritu de la propia nación;
y en su relación con los demás Estados desarrollan la historia universal.
Hegel convierte al individuo en negatividad. El Estado es concebido como
un sistema de contención contra la subjetividad del hombre. Estas teorías
fueron el germen de los estados totalitarios nacidos en Europa en el siglo
XX.
160
CAPÍTULO 29: LOS “HIJOS” DE HEGEL
161
204. Feuerbach: (1804-
1872) Fue discípulo de Hegel
en Berlín, pero en 1839
publica ya una “Crítica a la
filosofía hegeliana”. Es el más
destacado de los pensadores de
la izquierda hegeliana.
Para Ludwig Feuerbach Dios
no es sino la proyección de los
atributos humanos, pero a una
escala infinita. La religión, por
tanto, aliena al hombre, lo saca
fuera de sí haciéndole
renunciar a su esencia, pues
contempla el ideal fuera de sí,
ajeno a sí mismo. Este paso ha
sido necesario en la historia,
pero ahora el hombre ha de
recuperar su propia esencia, ya
no hay más dios para el
Para Feuerbach la religión es un
hombre que el hombre mismo.
engaño que evade al hombre de la
Por tanto, la religión
realidad.
(conocimiento de Dios como
fundamente de todo) deber
morir para nacer la antropología (conocimiento del hombre).
Pero el hombre no sólo es individuo, también es “comunitario”, se realiza
en comunidad. “El hombre para sí es hombre; el hombre con el hombre -
la unidad del yo y del tú - es Dios”. La nueva religión, naturalmente, será
la política. El hombre es menesteroso, tiene necesidades, y estas son
cubiertas por el Estado. El Estado es la providencia del hombre (quien le
provee y salva). De modo que el Estado queda constituido como enemigo
de la religión; “el ateísmo práctico es el que une los Estados”.
162
CAPÍTULO 30: MARX
163
Revolución industrial: Se trata del fenómeno
económico y social, que comienza en la segunda
mitad del siglo XVIII y culmina a lo largo del
XIX. Con la revolución industrial la
producción a gran escala se desarrolla gracias al
avance de las máquinas y las comunicaciones.
Este desarrollo supondrá una mayor
especialización de la mano de obra, a la par
que la reducción de la misma. La revolución
industrial se desarrolla en los países más
avanzados y va acompañada del éxodo de los
habitantes del campo a las ciudades, lo que
conlleva la aparición de una nueva clase social,
“el proletariado”, que carece de propiedades y
ha de trabajar a cualquier precio para poder
sobrevivir. Esta precariedad irá acompañada
con frecuencia de graves abusos –trabajo de
niños, carencia de garantías sociales,
explotación de los trabajadores-. Poco a poco
Marx ha sido posiblemente el
diversos movimientos sociales (políticos, pensador con mayor influencia en
religiosos, sindicales, etc.) lucharán para que la historia del siglo XX.
se mejoren las condiciones de los trabajadores
y para que estos puedan beneficiarse de los
nuevos avances sin sufrir por ello. En su enfrentamiento contra los abusos del capitalismo habrá
distintas tendencias, una de las más radicales e influyentes será la de Karl Marx, quien elaborará una
teoría crítica. Marx cree que la sociedad capitalista avanzará inexorablemente hacia el comunismo, sin
embargo sus previsiones será erróneas pues serán las naciones menos desarrolladas aquellas que reciban
con más vigor su doctrina.
164
desde la acción. Para cambiar la ideología tradicional y las instituciones no
basta con someterlas a crítica, hay que actuar.
165
211. El trabajador social (Marx): Para satisfacer sus necesidades, el
hombre necesita trabajar, producir. Pero, además, el hombre es un ser
social, forma parte activa de la sociedad. Conforme el hombre desarrolla
diversos medios de producción -maquinaria, herramientas, etc.- cambian
las relaciones sociales. La interacción medios de producción-relaciones
sociales es el fundamento de la historia.
Por ejemplo, en la antigüedad los hombres tenían esclavos para trabajar sus campos, cuando la
maquinaria se desarrolla ese tipo de mano de obra desaparece y con ella la relación social existente
hasta entonces, para dar lugar al campesinado feudal.
166
explotada al extremo y sin propiedades, se alce y acabe con la propiedad
privada y, de este modo, desaparezca la sociedad dividida en clases
antagónicas. La dictadura del proletariado preparará el camino al
comunismo.
Como se ve, la visión del Estado difiere de la de Hegel, aunque Marx
desee emplear el poder que Hegel le reconoce en beneficio de su causa.
Para Marx el Estado no es una esencia eterna, expresión de la razón, sino
una manifestación histórica perecedera que sirve de forma sectaria a los
intereses exclusivos de la clase dominante.
167
CAPÍTULO 31: COMTE Y EL POSITIVISMO.
UTILITARISMO. PRAGMATISMO
215. Ley de los tres estados (Comte): Para Comte tanto los
individuos como la Humanidad desarrollan su conocimiento en una
evolución que pasa por tres estados: teológico, metafísico y positivo.
168
Estado teológico: También llamado ficticio. En este estado el hombre
busca las causas y principios de las cosas, aquello que es imperceptible e
inasequible. Dentro del
estado teológico hay tres
fases:
-fetichismo: se
personifican las cosas o
se las dota de atributos
mágicos.
-politeísmo: la
animación se retira de
las cosas materiales para
agrupar sus atributos en
una serie de divinidades.
-monoteísmo: Todos los
poderes divinos quedan
agrupados en una sola
deidad: Dios.
El estado teológico Para Comte la Humanidad tiende hacia el
corresponde a la infancia progreso de forma irreversible, debiendo
de la Humanidad. renunciar para ello a todo conocimiento
que no se funde en la experiencia.
169
216. Sociología (Comte): Comte es el padre de la moderna
sociología. Para el pensador francés nuestras ideas no dependen sólo de
nosotros mismos, sino de nuestro entorno social -nuestra organización
social y nuestra historia-. La ley de los tres estados rige también en la
historia de la Humanidad. La plenitud de la Humanidad llegará cuando se
imponga el espíritu positivo.
Comte llegará a imaginar una religión positiva sin Dios en la que se rinde
culto a la “Humanidad”.
170
opone al carácter necesario y determinista de
las leyes naturales, sólo podemos hablar en
términos de probabilidad (por ejemplo: “es
posible que los cuerpos se atraigan”). El
pragmatismo no busca “la verdad absoluta”,
pues es algo lejano al hombre, sino que
pretende encontrar lo que es útil para el
hombre, lo que es práctico. Se trata de la
primera doctrina filosófica en la que
participan de forma relevante pensadores
norteamericanos, si bien también se
enmarcaron en esta línea intelectuales
europeos. Los principales representantes de
esta corriente son Peirce (1839-1914), James
(1842-1910) y Dewey (1859-1952).
El pragmatismo de Peirce
no busca la verdad, sino lo
que es útil al hombre.
171
CAPÍTULO 32: EL VITALISMO
172
221. Schopenhauer: (1788-1860) Enemigo declarado de Hegel, su
filosofía está impregnada del pensamiento de Platón, Kant, los idealistas
postkantianos, el pensamiento indio
y el budismo. Su filosofía está
expresada con brillantez, aunque su
contenido carece de rigor.
Schopenhauer cree que el mundo
que percibimos es pura apariencia o
engaño -él lo identifica con el
fenómeno-. Las formas de este
mundo son el espacio, el tiempo y
la causalidad, que ordenan y
elaboran las sensaciones (esta idea
tiene clara influencia kantiana).
Pero hay algo en el mundo que no
percibimos como fenómeno, sino
que nos es más evidente e
inmediato: el yo.
Schopenhauer afirma que el
Para Schopenhauer ese yo, ese hombre se muestra como
descubrimiento de sí mismo que “voluntad de vivir”, pero el
realiza el hombre, se nos muestra único modo de evitar el dolor es
como “voluntad de vivir”. Cada superar esa voluntad de vivir.
cosa en el mundo se manifiesta
como voluntad de ser. La realidad
es, por tanto, voluntad. Pero como querer supone insatisfacción (querer es
desear lo que no se tiene), la voluntad implica dolor. El placer es pasajero y
supone un cese transitorio del dolor. La propia vida es dolor, y por ello
supone un mal en sí mismo. La ética deriva de esta idea, y su principio
fundamental es la compasión y la tendencia a aliviar el dolor de los demás.
Sin embargo, el único modo de evitar realmente el dolor es la superación
de la voluntad de vivir, si se logra alcanzamos el nirvana, la supresión de
mí mismo, de cualquier aspiración o inclinación dentro de mí.
Por otro lado la bondad o maldad de cada hombre está determinada
desde su nacimiento y es inalterable.
173
222. Kierkegaard: (1813-1855) Pensador danés de notable
influencia en la filosofía. Opuesto al idealismo alemán, vivió atormentado
por sus problemas religiosos y filosóficos.
Sören Kierkegaard se apoya en el cristianismo para comprender al hombre.
El protagonista de su pensamiento es el individuo concreto frente al
planteamiento hegeliano del espíritu universal. Lo único real es el
individuo singular, lo que se contrapone a concepciones como el Absoluto
de los idealistas, o la masa o pueblo soporte de los movimientos
revolucionarios y democráticos del siglo XIX.
Contrariamente al idealismo que considera al hombre actual como una
consecuencia inevitable de
la historia, Kierkegaard
proclama el libre albedrío.
Nos somos consecuencia
de la historia, sino causa
de nuestros actos libres. El
proceso histórico no está
determinado lógicamente
sino que se realiza a golpe
de decisión, mediante un
salto arriesgado. Cada
decisión supone un salto,
lo cual conlleva angustia.
Kierkegaard distingue tres
estados del hombre en
función de su actitud vital.
En función de en qué
estado nos encontremos
viviremos con mayor o
menor autenticidad: Kierkegaard pone en primer plano
al individuo concreto, frente al
El primer estadio es el idealismo alemán que hablaba del
estético. En él el hombre Absoluto y frente al positivismo que
observa el mundo sin se ciñe al dato empírico.
comprometerse con nada. Es considerado el padre del
Se limita a vivir el Existencialismo.
momento. El Don Juan de
Mozart es el paradigma
174
del hombre estético.
El segundo estadio es el ético. Aquí el hombre se compromete con lo
temporal (como padre, amigo, trabajador...). Es un estadio superior al
estético pero todavía inmerso en lo temporal. Sería el equivalente a la
visión colectiva de Hegel. Kierkegaard ve insuficiente la auto
contemplación como parte de un todo. Para vivir con plenitud la
autenticidad hay que pasar el siguiente estadio, el religioso.
El tercer estadio, el religioso, no supone paz y descanso, por contra
despierta en nosotros la angustia de existir. Kierkegaard criticó a la Iglesia
oficial danesa por adormecer a los hombres, por ofrecer una religión
sedante. En el estadio religioso el hombre se da cuenta de que su relación
con Dios no es transparente. Dios es eterno, a diferencia de nuestro mundo
que es temporal. Dios es lo absolutamente Otro, lo trascendente, por eso es
lo absolutamente paradójico. La relación con Dios se mueve en el terreno
del absurdo, por eso el Cristianismo es absurdo y no aprehensible
racionalmente. Se trata de un salto a lo desconocido, por eso lo único que
da sentido a nuestra existencia es la fe en Dios, fiarnos pese a los absurdos.
Ante Dios no hay mediadores sino el riesgo del salto.
Para Kierkegaard la existencia y el movimiento no pueden pensarse pues
de pensarse quedan inmovilizados, encorsetados en unos esquemas y, por
tanto, abolidos.
175
La inteligencia opera con conceptos,
con ideas estáticas sobre las cosas, es
la que capta el espacio. La inteligencia
es el modo de conocer de la ciencia y
tiende a la especialización. La ciencia
busca medir, bien comparando
magnitudes espaciales (“esta recta
mide cinco metros, es decir, cinco
veces un metro”), o bien reduciendo
otras magnitudes a magnitudes
espaciales (la temperatura medida en la
columna de mercurio del termómetro,
el tiempo medido por los intervalos
del reloj, etc.).
El pensamiento intelectual busca Bergson considera que la
facilitar el manejo de las cosas, tiene inteligencia, que es útil para
un sentido práctico, y para ello se captar las cosas
apoya en la lógica, la observación y cuantificables, sirve sólo
los conceptos. Busca las semejanzas para la ciencia pero no para
de las cosas, generaliza y tiende por comprender la realidad
ello a simplificar la realidad. La viviente. La intuición, por el
inteligencia se desenvuelve en el contrario, sí es capaz de
mundo de lo inerte, de lo invariable, comprender lo que tiene
de lo material. relación con la vida.
176
vida. La vida no está predeterminada, sino que se va haciendo de modo
creador. Por otra parte la vida no obedece a fin alguno, no conduce a un
todo armónico, sino a la dispersión.
177
CAPÍTULO 33: NIETZSCHE
178
imperan porque los hombres reverencian entidades inexistentes, tales como
Dios, la Verdad, el Imperativo Categórico, etc. y han convertido al hombre
no en bueno, sino en hipócrita. Por tanto, es necesario cambiar la tabla de
valores y poner como principio fundamental la voluntad de poder.
179
El esclavo es quien obedece a la compasión, el desinterés, la castidad, el
ascetismo y sobre todo el pesimismo ante esta vida buscando refugio en
el más allá. Nietzsche ataca al judaísmo y al cristianismo por estar
sometidos a la moral de los esclavos. En el campo político la moral de
los esclavos se manifiesta en la democracia en la que se equipara a los
hombres superiores con los mediocres.
180
231. El eterno retorno (Nietzsche): Nuestro mundo está constituido
por un número finito de elementos. La posibilidad de combinaciones de
dichos elementos es finita, y como el tiempo que queda es infinito los
hechos se repetirán cíclicamente. Se trata de explicar el mundo desde el
propio mundo y garantizar en alguna forma la inmortalidad personal: si
todo se repite yo he de surgir de nuevo en algún momento.
181
CAPÍTULO 34: LA RENOVACIÓN CIENTÍFICA
182
El evolucionismo influirá en corrientes filosóficas de muy distintos signo,
desde el materialismo de Marx -la historia es una lucha de clases en la que
sobreviven las mejor adaptadas a las nuevas circunstancias- , hasta el
vitalismo de Nietzsche -los verdaderos valores se relacionan con la vida.
Sólo los más fuertes merecen vivir-; entre otros.
183
Pero lo más inquietante para el pensamiento es que hasta que surgen estas
novedades físicas se había creído que las teorías de Newton eran correctas
y que la ciencia era el ideal de conocimiento cierto. De no ser así los
hombres ya no podían tener certezas absolutas ni tan siquiera en el campo
de las ciencias, ya que estas deben estar abiertas a una permanente
revisión.
Paradigma de la nueva visión de la realidad que nace con estos cambios es Karl Popper (1902-
1994) para quien no podemos estar seguros de la veracidad de una teoría científica pero sí podremos
probar su invalidez. La crítica es el instrumento del progreso ya que desecha los planteamientos erróneos
aunque nunca asegure los correctos. Igual sucede a las sociedades que han de ser abiertas para corregir
continuamente sus insuficiencias. Popper atacará cualquier tipo de modelo idealista de la sociedad como
el marxismo, por considerar que su rigidez le impide perfeccionarse.
184
CAPÍTULO 35: EL PENSAMIENTO PERSONALISTA.
BRENTANO
185
existencia de una conciencia exige que existan dos elementos, quien
conoce –“yo”- y el objeto conocido. No nos encontramos aislados en
nosotros mismos, sino relacionándonos con lo que conocemos, esto supone
un “esfuerzo”, un actuar con las cosas que no son “yo”. Por tanto, el
hombre no es una cosa, sino una antítesis o algo que se enfrenta al
universo. La vida supone una tensión entre yo y el mundo. Por eso el
hombre tiene que actuar decidiendo frente a las cosas, lo que significa que
es libre y tiene una vida personal.
186
parte de su obra no fue publicada en vida, su influencia ha sido
determinante en el pensamiento posterior.
187
evidencia, es el mayor criterio de certeza, mientras que la externa puede
conducirnos a error al estar sujeta a la intermediación de los sentidos.
188
CAPÍTULO 36: DILTHEY Y EL HISTORICISMO
189
necesario buscar un fundamento y un método apropiado para las “ciencias
del espíritu”.
190
-Idealismo de la libertad: Explica el mundo a partir de la libertad humana
y de Dios (Sócrates, Platón, Aristóteles, Santo Tomás, Fichte...)
-Idealismo objetivo: Es la idea del mundo como un todo único. (Spinoza,
Hegel...). Se trata de una visión panteísta.
191
como el punto que no es espacio. Pasado y futuro sí son tiempo, sí tienen
un recorrido. Pero la realidad sólo se da en el presente pues el pasado ya no
es y el futuro todavía no ha sido; por tanto la realidad es intemporal. Sin
embargo, al vivir nuestra subjetividad siente como real la extensión
temporal.
La vida está orientada al futuro, trasciende el presente. Pasado y futuro no
son meras entelequias sino que forman parte real de la vida. El pasado
penetra el presente, y el presente se proyecta y dilata en el futuro. Existe,
por tanto, una continuidad vital.
En la vida se da una aparente contradicción. Por una parte sólo los
individuos poseen vida, lo que supone que está limitada a ellos; pero por
otro lado posee una tendencia expansiva de ir más allá de sus propios
límites. La vida es “más vida”, en el sentido de que arrastra hacia sí las
cosas para convertirlas en su vida, las vivifica. Un vaso de agua no será un
mero fluido contenido en un recipiente, sino que será un estímulo para
apagar mi sed, o será un modelo para un cuadro, o cualquier otra cosa pero
que para mí tendrá un contenido, un significado, un sentido en mi vida.
La vida es “más que vida”, pues va más allá de sí misma en una actitud
creadora. No posee un contenido constante, sino que trasciende sus propias
coordenadas.
192
CAPÍTULO 38: HUSSERL Y LA FENOMENOLOGÍA
193
actividad psicológica de la mente,
esto es, subjetivos, lo cual
desemboca en un relativismo.
Edmund Husserl se rebela contra
estos planteamientos y defiende la
validez objetiva de la lógica. La
lógica habla de conceptos, juicios,
ideas... desde un punto de vista
ideal, no se trata de nada
psicológico inventado por la mente.
Por ejemplo, “el principio de contradicción” según
el cual no es posible que A sea A y no sea A a la
vez (una cosa no puede ser igual y distinta de sí
misma a un tiempo). Para los psicologistas lo que
significa es que el hombre no puede pensar que A
es A y no-A. Husserl dice que el principio de
contradicción no se refiere a la posibilidad del
pensar, sino a la verdad de lo pensado, al
comportamiento de las cosas. Por ello este
principio, al igual que los demás principios
Husserl es el padre de la
lógicos, tiene validez objetiva. fenomenología. La
fenomenología busca descubrir
Husserl criticará al positivismo por la esencia de las cosas.
poner como modelo único a las
leyes de la Naturaleza; y al
historicismo de Dilthey por reducir todo a creación histórica.
194
simplemente atenerse a ella tal cual es. El método fenomenológico busca
del caso particular su esencia, aquello que lo define, elimina lo accesorio
para conservar la cosa misma en su pureza.
Fenómeno es lo que se manifiesta como evidente a la conciencia; todo
fenómeno revela una esencia, y la fenomenología “es la ciencia de las
esencias”.
Los objetos reales están sujetos al tiempo, son aquí y ahora, por el
contrario los objetos ideales son intemporales. Dos más dos son cuatro al
margen del tiempo -objeto ideal-, sin embargo, este libro está en mis
manos ahora –objeto real-. La fenomenología es pues la ciencia de los
objetos ideales (recordemos que la esencia era lo permanente, lo siempre
igual). Los objetos ideales son especies, no tienen el principio de
individuación que conlleva el aquí y ahora. En definitiva, los objetos
ideales son las esencias, y eso estudia la fenomenología.
256. El lugar de los objetos ideales (Husserl): Hemos dicho que los
objetos ideales son intemporales, pero ¿dónde están? Para los idealistas
estaría en mi pensamiento, para Platón en un lugar inmaterial, para los
Escolásticos en la mente de Dios. Husserl, sin embargo, dice que los
objetos ideales no están en ningún sitio, simplemente tienen validez. Para
Husserl la verdad existe al margen de que haya alguien que la piense (bien
sea un hombre o Dios). Su discípulo Heidegger discrepará en este punto.
195
258. La realidad como vivencia (Husserl): Brentano, con su
concepto de intencionalidad, había hecho un planteamiento de la vivencia
que Husserl seguirá pero introduciendo algunas modificaciones. Brentano
dirá que puesto que percibimos “algo” ese algo existe al margen de
nosotros. Husserl, por su parte, dirá que eso que percibo es algo que yo
experimento como existente, pero no garantiza que exista en la realidad, lo
único seguro es que yo creo en su existencia.
Veámoslo con un ejemplo: Si vemos un árbol Brentano dirá, “estoy viendo un árbol que existe porque
me es evidente”; Husserl por su parte afirmaría, “tengo la vivencia de un árbol, y entre los caracteres de
dicha vivencia está mi creencia en que ese árbol existe”.
La creencia es un carácter de la vivencia, una cualidad, no una garantía de
realidad.
196
-Reducción trascendental o fenomenológica: Se pone entre paréntesis la
existencia del mundo y del sujeto empírico. Lo que queda es la
“conciencia pura”, las vivencias puras y sus fenómenos. La fenomenología
no quiere conocer los casos particulares de la experiencia de determinados
seres humanos, sino las leyes básicas esenciales de las vivencias. Cómo se
forma la propia conciencia o yo puro y su relación con el mundo.
197
CAPÍTULO 38: HEIDEGGER Y EL
EXISTENCIALISMO
198
261. Corrientes: Dentro del existencialismo podemos distinguir tres
tendencias en función de su postura ante el problema de Dios:
-Existencialismo neutro: No toma partido en la cuestión de Dios. Está
encabezado por Heidegger.
-Existencialismo ateo: Dios no existe. Postula la inutilidad de la existencia
humana y por tanto, la desesperanza como situación a que nos vemos
abocados. Su principal representante es Sartre.
-Existencialismo religioso: La esperanza en Dios acaba por dar sentido a la
existencia humana. Al frente de esta corriente estaría Gabriel Marcel.
199
fundamental saber qué es exactamente “el ser”. No está de acuerdo con la
escisión nacida de Descartes entre mi conciencia y el mundo. Para el
pensador alemán es inseparable el hombre del mundo que percibe y en el
que se desenvuelve. Por ello el problema ya no se centra en el proceso de
conocimiento, sino que se traslada a la existencia, al ser. Se trata de
averiguar qué es el ser. Por ello hay que encontrar un ente privilegiado al
que se pueda preguntar por el ser, y ese ente es el hombre. El hombre no es
una cosa ya hecha como las demás, sino que decide su ser, mediante las
elecciones que toma en su vida apuesta por ser quien es.
Para el Heidegger los filósofos desde Platón se han olvidado del ser y se
han preocupado sólo de los entes, de las cosas. Se ha dejado de lado la
verdad que consistía en desvelar el ser (aletheia), convirtiéndola en una
propiedad intelectual, en una simple “adecuación de la inteligencia a la
cosa”.
200
El hombre y su mundo (Heidegger): El hombre no es algo acabado sino
que se relaciona vitalmente con lo que le rodea, eso que le rodea constituye
su mundo. Sin embargo, las cosas no tienen porqué estar físicamente cerca
de mí para formar parte de mi mundo, sino que tienen que preocuparme,
tienen que ser objeto de mi atención aunque estén muy lejanas –sorge es la
denominación que da Heidegger a mi preocupación-. Por ejemplo, un
vecino de mi escalera con quien no tengo trato formará menos parte de mí
que esa persona a quien amo y que vive en otro continente.
Esta preocupación tiene tres vertientes:
La preocupación con mi propio yo: se da por el hecho de tener conciencia.
La preocupación con las cosas: que el hombre contempla como utensilios,
como algo que le es útil, y a las que el propio hombre da sentido.
La preocupación con los otros hombres.
201
plantearse su trágico destino, la muerte, se aferra a una serie de medios
para adormecer su conciencia. En esta situación el hombre es menos
hombre pues se aliena en las cosas. Los procedimientos para vivir esta
inautenticidad son principalmente la cotidianeidad –sumergirse en el
ajetreo cotidiano y en el consumismo-, refugiarse en la masa –llevar una
vida gregaria actuando tal como actúan todos-, y la charlatanería –
transformar el lenguaje de vehículo de pensamiento en simple palabrería-.
La existencia inauténtica pierde su máscara cuando el hombre se encuentra
en una situación límite ante la que no valen las evasivas, es entonces
cuando descubrimos el sinsentido de las cosas y de nuestra propia
existencia.
202
266. Marcel: (1889-1973) Pensador con profundo sentido religioso.
Su mira principal es el respeto a la realidad, que nos impele a enfrentarnos
a cuestiones como la muerte, el suicidio, la traición, etc. Contempla al
hombre en su condición más propiamente humana, llamado a una
vocación, embarcado en un proyecto y con capacidad creadora, esto es, de
sobrepasar sus propios límites.
203
condena.
204
CAPÍTULO 39: EL NEOPOSITIVISMO Y LA
FILOSOFÍA ANALÍTICA
205
de ellos procedentes del campo de las ciencias.
A ejemplo del Círculo de Viena irán apareciendo otros “círculos” con
similares características, como el de Berlín, el de Varsovia, el de Helsinki,
etc.
206
de la ciencia.
No obstante, la negación por parte de los neopositivistas de cualquier
conocimiento filosófico ajeno a la física ha acabado por chocar con la
realidad. Aferrados inicialmente al “dato sensible”, han tenido que
reconocer finalmente que dicho “dato” lleva consigo una serie de factores
ajenos por completo a la sensibilidad. Dichos factores advierten a priori a
la intuición sensible –por ejemplo la unidad, la identidad, la diversidad, la
totalidad, la semejanza, etc.-. No se trata de meras convenciones, pues hay
que presuponerlos para formar las convenciones. También resurgió la vieja
cuestión metafísica del “ser”, ya que al establecer los principios lógicos
había de figurar el “es”, y de su significado depende el sentido mismo de lo
afirmado.
207
272. Wittgenstein: (1889-1951) Se le considera tanto el padre del
neopositivismo –con su libro Tractatus logico-philosophicus (1919)- como
de la filosofía analítica –con su libro Investigaciones filosóficas (1953)-.
Dentro de esta misma tendencia se incluyen Bertrand Russell (1872-1970),
George Edward Moore (1873-1958) y la Escuela de Oxford.
208
CAPÍTULO 40: ORTEGA Y LA RAZÓN VITAL
209
275. Pienso, luego existo yo con el mundo (Ortega): Descartes duda
de todo, pero encuentra una verdad que le resulta evidente: “pienso”, y
concluye “luego existo”. Esta afirmación representa el nacimiento del
idealismo. La única verdad cierta es mi existencia, las cosas dependen de
que yo las tenga presentes; yo soy lo único realmente independiente.
Ortega revisará este planteamiento para llegar a la idea “pienso, luego el
pensamiento existe”. Si pienso quiere decir que existo yo que pienso y la
cosa pensada, luego es cierto que la cosa me necesita a mí para pensarla,
pero yo no soy independiente de la cosa sino que también la necesito a ella.
Yo no pienso en el vacío. Si digo “pienso”, significa que existo “yo” que
realizo la acción de pensar, y la “cosa” que es pensada por mí, ambas
realidades se necesitan mutuamente para que el pensamiento exista.
210
acabado como una cosa, sino que me realizo viviendo, actuando con las
cosas. Lo que me rodea no es una suma de cosas, sino mi mundo, el
escenario en el que actúo, porque la vida es drama, tiene un argumento que
se va escribiendo conforme vivo. Mi circunstancia concreta –mi sexo, mi
idioma, mi familia, mi época, etc.- forma parte de mí mismo, hace que yo
sea como soy. Mi circunstancias me la encuentro, no la pongo yo, aunque
luego tenga que habérmelas con ella.
211
relaciono con las otras cosas, tomo una actitud ante ello; en definitiva, doy
cuenta o “razón” de las cosas que tengo ante mí y de mí mismo.
Por ejemplo: Si tomo una vara y la empleo para apoyarme al andar la estoy interpretando como un
bastón. Pero si me agreden puede que la emplee como arma para golpear a mi agresor. Si no puedo
desplazar un pedrusco la interpretaré como palanca que me ayuda a moverlo. En definitiva, una
realidad concreta como es una vara adquiere sentido en función del significado del que yo la doto, del
lugar en el que la coloco en mi vida. Vivir es entender la realidad de una determinada manera, referir
la realidad a mi vida.
280. El ser (Ortega): Para conocer las cosas decimos lo que son –
esto es un libro, aquello es un árbol-. Ese decir lo que son supone que las
interpretamos –en el ejemplo anterior interpretábamos una vara como
bastón, o como arma, o como palanca-. Por tanto “el ser” de las cosas, lo
que las cosas son, no es sino una interpretación mía. Yo no tengo en mi
mente la cosa misma, sino su ser, lo que es. Ese “ser” de las cosas exige de
la existencia de estas, pero no se confunde con ellas. No se trata de una
limitación del conocimiento, sino de su manera de funcionar.
212
282. Libertad (Ortega): La vida humana no está hecha, sino que la
realiza el hombre la realiza eligiendo entre las distintas posibilidades que
se le presentan, “el hombre es necesariamente libre”. Por tanto, el hombre
ha de optar por un proyecto vital, por una meta que dé sentido a su
existencia y que dibuje en quién se quiere convertir. Para alcanzar esa meta
el hombre seguirá unas trayectorias o caminos, los cuales pueden sufrir
distintos percances. Por ejemplo, si yo deseo ser escultor puede suceder
que sufra un accidente que me impida realizar ese proyecto y que
interrumpa mi trayectoria, o puede que conozca alguien que me embarque
en otro proyecto y esa trayectoria ajena interfiera la mía.
Por otro lado, todos sentimos una especial inclinación por desarrollar un
determinado proyecto vital, por alcanzar una meta personal diferente a la
de los demás. Ese quehacer o misión que cumplir en nuestra vida es lo que
se llama vocación. Dicha vocación puede ser seguida o traicionada, lo que
determina el grado de autenticidad de nuestra vida.
Por el hecho de ser libres somos responsables de nuestras decisiones y
estas tienen un sentido moral. Nuestro nivel moral está en función del
grado de autenticidad con que vivamos nuestra vocación.
213
vida humana puede ser contemplada desde dos perspectivas que se
complementan. Por un lado la estructura analítica, la cual analiza la vida
humana de manera universal, válida para todo hombre. Por otra parte
estaría la estructura empírica que es la que da sentido a cada vida concreta,
contemplada desde las circunstancias particulares de cada cual,
considerando el lugar y tiempo en que acaece.
Ejemplo de estructura empírica sería la necesidad que todos tenemos de emprender un proyecto, fijarnos
metas. Es válida en cualquier momento de la historia. Distinta sería la estructura empírica que fijaría
mi circunstancia personal, por ejemplo ser varón o estar soltero, hablar una lengua o tener una edad, y
que sin embargo es imprescindible para comprender las vidas humanas particulares y concretas –las
únicas que realmente existen-.
Para Julián Marías una de las más importantes circunstancias que
condicionan al ser humano es su condición sexuada. La persona no se
realiza en abstracto, sino en varón o mujer, lo que hace que la vida de unos
se proyecte en la de los otros como diferentes y complementarios. El amor
es la forma más perfecta de relación hombre-mujer pues en él la otra
persona se convierte en mi proyecto.
La necesidad que tenemos de dotar de sentido nuestras vidas y de irnos
moldeando a nosotros mismos nos llevan a intuir que la muerte no es el
final, sino un tránsito a una vida más plena en la que ya hemos definido
quienes queremos ser.
214
DEL SUEÑO ROMÁNTICO
A LA PESADILLA TOTALITARIA
215
unidas, lo cual va a sentar las bases de los Estados
totalitarios del siglo XX.
Marx (1.818-1.883) tomará de Hegel su
concepción dialéctica de la historia, solo que
transformándola en materialista. Para Hegel la historia
progresaba a partir de una relación polémica – Se afirma
una tesis, ante su insuficiencia se responde con la
afirmación contraria, llamada antítesis y, finalmente se
concluye en una síntesis que contiene y supera ambas
visiones -. Marx aceptará esta evolución de la historia,
solo que para él no será el Espíritu quien anime los
cambios sino las condiciones económicas. Además, los
cambios históricos sólo se pueden llevar a cabo por la
violencia y la máquina más poderosa de transformación es
el Estado. Un Estado dictatorial ha de regir la sociedad
para hacer valer los derechos de la clase obrera y, en un
futuro incierto, este mismo Estado se disolverá al haber
conseguido traer el paraíso material al mundo, libre ya de
desigualdades y de fronteras nacionales. Naturalmente
como todo está sujeto a los fines del Estado el resultado
va a ser el llamado “totalitarismo”.
El totalitarismo no es una forma más de dictadura o
absolutismo. No se contenta con ejercer el poder político
sino que, además, pretende controlar todos los aspectos de
la vida de los individuos: los públicos y los privados. Para
ello establecerá un “lenguaje oficial”, una censura estricta
y unos agentes encargados de controlar el desarrollo
cotidiano de la vida de los ciudadanos.
Hegel consideraba que su filosofía era la
culminación del pensamiento humano de todos los
tiempos. A semejanza del mismo, Marx verá su ideal
político como la plenitud del desarrollo social de la
historia. No hay nada más allá del comunismo.
216
Sin embargo, un socialista italiano, Benito Mussolini
(1.883-1.945), director del periódico oficial del Partido,
Avanti, y miembro del ala izquierdista del mismo, va a dar
un giro a los planteamientos internacionalistas de Marx.
Desengañado por la penosa situación en la que había
quedado Italia tras la Primera Guerra Mundial fundará en
1.919 los “Fasci di combattimento”. Ha nacido el
fascismo.
El fascismo va a aunar algunos de los ideales y
métodos del socialismo radical con el sentimiento
nacionalista del romanticismo. Como coincidencias
fundamentales se pueden destacar el intervencionismo
estatal, el ataque al liberalismo, la legitimación de la
violencia como herramienta fundamental de cambio y el
empleo del Estado como órgano de control de la vida
ciudadana. No obstante, la renuncia a la lucha de clases,
integradas ahora en una organización corporativa, y la
exaltación del nacionalismo harán que marxismo y
fascismo se declaren enemigos acérrimos. No es de
extrañar dado el fuerte dogmatismo existente en ambas
ideologías.
En Alemania, el otro gran Estado constituido en
el siglo XIX bajo la sombra del romanticismo, no tardará
en aparecer en la escena pública Adolf Hitler (1.889-
1.945). La influencia de los románticos en el III Reich es
determinante. Wagner, que encarna el ideal romántico
tanto en su persona como en su arte, será uno de los
grandes mitos de esta época: “Quien quiera conocer el
Nacionalsocialismo tiene que conocer a Wagner”, dirá
Hitler. Hitler va a subrayar los aspectos más racistas del
nacionalismo que verá reflejados en las ideas de Houston
S. Chamberlain (1.855-1.927). Chamberlain había sido
un escritor inglés nacionalizado alemán muy influido por
las ideas de Wagner y Nietzsche. Llevar a su grado más
delirante las ideas de supremacía racial supondrá la
217
aniquilación de millones de personas por el mero hecho
de ser judíos, polacos
o gitanos.
Con el fin de
la Segunda Guerra
Mundial caerán
militarmente los
fascismos. Con
respecto al marxismo
habrá que esperar
varias décadas hasta
que la caída del muro
de Berlín en 1.989
escenifique su fin en
Europa–en China
todavía continuará El ministro de asuntos exteriores
aunque del III Reich firma el tratado
introduciendo ciertas Germano-Soviético por el que
reformas de carácter Alemania y Rusia se reparten
práctico-. No Polonia. Las tiranías se reparten
el mundo.
obstante la tentación Al fondo Stalin y su ministro
totalitaria sigue Molotov.
gravitando. En
muchos países
diversas formas de nacionalismo de corte romántico tratan
de abrirse paso, supeditando los intereses individuales a
los ideológicos de grupo. También bajo formas
democráticas se encubren procesos totalitarios que tratan
de manejar la vida y el pensamiento de los ciudadanos.
218
ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN
CONCEPTOS
Filosofía
División de la filosofía
5. Metafísica
6. Cosmología o Filosofía de la Naturaleza
7. Psicología
8. Ética
9. Estética
10. Lógica
11. Historia de la Filosofía
219
CAPÍTULO 3: HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
El edificio de la Filosofía
I. FILOSOFÍA ANTIGUA
CAPÍTULO 4: PRESOCRÁTICOS
Presocráticos
14. Físicos
15. Tales de Mileto
16. Anaximandro
17. Anaxímenes
18. Pluralistas y atomistas
19. Empédocles
20. Anaxágoras
21. Demócrito
22. Pitagóricos
23. Parménides y el ser
24. Zenón de Elea
25. Heráclito
26. Conclusiones
27. Sofística
220
28. Sócrates
29. Ética (Sócrates)
30. La verdad oculta (Sócrates)
CAPÍTULO 6: PLATÓN
31. Platón
32. Las ideas (Platón)
33. El mito de la caverna (Platón)
34. El conocimiento (Platón)
35. El mito del Fedro (Platón)
36. El hombre (Platón)
37. Ética (Platón)
38. Política (Platón)
39. Conclusiones (Platón)
CAPÍTULO 7: ARISTÓTELES
40. Aristóteles
41. Crítica a Platón (Aristóteles)
42. Objetivo de la filosofía de Aristóteles
43. Sustancia (Aristóteles)
44. Categorías (Aristóteles)
45. Acto-Potencia. El cambio (Aristóteles)
46. Materia-forma (Aristóteles)
47. Dios (Aristóteles)
48. El hombre (Aristóteles)
49. El conocimiento (Aristóteles)
50. Ética (Aristóteles)
221
51. Política (Aristóteles)
Crisis
52. Estoicos-Cínicos
53. Epicureísmo-Cirenáicos
54. Escepticismo
55. Eclecticismo
56. Neoplatonismo
El cristianismo
57. Monoteísmo
58. El mundo ha sido creado
59. Nueva dimensión del hombre
60. Dios legislador
61. Necesidad de Dios para salvarnos
62. La verdad revelada
63. Novedades del cristianismo
222
65. Gnosticismo
Problemas medievales
74. Dispersión
75. Dios
76. La creación
77. El fin último del hombre
78. Los universales
79. La razón
223
81. San Anselmo
82. Cuestionamiento de la existencia de Dios (San
Anselmo)
83. Argumento ontológico (San Anselmo)
84. Influencia del argumento ontológico (San Anselmo)
85. Filosofía árabe y judía
86. Averroes
87. Maimónides
88. Abelardo
Plenitud Escolástica
224
CAPÍTULO 16: SIGLO XIV. CRISIS DEL PENSAMIENTO
TEOLÓGICO. OCCAM
La última Escolástica
111. Suárez
225
116. Pensamiento Político
117. Tomás Moro
118. Nicolás Maquiavelo
119. Dios en el ojo del huracán
120. Nicolás de Cusa
121. Giordano Bruno
Criterio de verdad
126. Silogismo
127. Los nuevos criterios de verdad
128. Bacon y el empirismo
129. Descartes y el idealismo
226
130. René Descartes
131. La duda metódica (Descartes)
132. “Pienso, luego soy” (Descartes)
133. El criterio de verdad (Descartes)
134. ¿Quién soy? (Descartes)
135. Necesidad de Dios (Descartes)
136. Demostración de la existencia de Dios (Descartes)
137. La existencia de las cosas materiales (Descartes)
138. Biología (Descartes)
139. El método (Descartes)
140. Consecuencias: racionalismo e idealismo
(Descartes)
Idealismo
141. Malebranche
142. Pascal
143. Spinoza
144. Leibniz
145. El problema del relojero
Empirismo
227
152. El escepticismo (Hume)
153. Consecuencias del empirismo
154. La Escuela Escocesa
El empirismo político
155. Hobbes
156. Hobbes y el absolutismo
157. Locke
158. Locke, padre del liberalismo
Ilustración
165. Kant
228
166. La filosofía ante el progreso de la ciencia (Kant)
167. El conocimiento a priori (Kant)
168. Juicios analíticos y sintéticos (Kant)
169. Crítica de la razón pura
170. No conocemos las cosas mismas (Kant) (169)
171. El proceso del conocimiento (Kant) (169)
172. El fenómeno (Kant) (169)
173. Las matemáticas (Kant) (169)
174. Entendimiento (Kant) (169)
175. Categorías (Kant) (169)
176. Juicio (Kant) (169)
177. La física (Kant) (169)
178. La razón (Kant) (169)
179. Ideas trascendentales (Kant) (169)
180. Imposibilidad de la metafísica tradicional (Kant)
(169)
181. Crítica de la razón práctica (Kant)
182. Libertad y moral (Kant) (181)
183. Ética autónoma (Kant) (181)
184. Imperativo categórico (Kant) (181)
185. Dios y la inmortalidad (Kant) (181)
186. Crítica del juicio (Kant)
187. Teleología (Kant) (186)
188. Estética (Kant) (186)
Romanticismo
229
CAPÍTULO 28: HEGEL
192. Hegel
193. Plenitud del idealismo (Hegel)
194. Lo Infinito como totalidad (Hegel)
195. Infinito, Espíritu, Dios, Idea, Razón, Verdad,
Absoluto (Hegel)
196. Lo Infinito como cambio (Hegel)
197. Dialéctica (Hegel)
198. La historia como dialéctica (Hegel)
199. El despertar del Espíritu (Hegel)
200. El Espíritu absoluto (Hegel)
201. Derecho (Hegel)
202. El Estado (Hegel)
Consecuencias de Hegel
Marx y la revolución
230
208. Materialismo (Marx)
209. La religión es el opio del pueblo (Marx)
210. El trabajo manual (Marx)
211. El trabajador social (Marx)
212. Materialismo histórico (Marx)
213. El Estado (Marx)
Positivismo
214. Comte
215. Ley de los tres estados (Comte)
216. Sociología (Comte)
217. Las ciencias (Comte)
218. Utilitarismo
219. Pragmatismo
Vitalismo
220. Irracionalismo
221. Schopenhauer
222. Kierkegaard
223. Bergson
224. Blondel
231
CAPÍTULO 33: NIETZSCHE
225. Nietzsche
226. Cambio de valores (Nietzsche)
227. Voluntad de poder (Nietzsche)
228. Moral de señores y de esclavos (Nietzsche)
229. Dios ha muerto (Nietzsche)
230. Superhombre (Nietzsche)
231. El eterno retorno (Nietzsche)
232. Darwin
233. Freud
234. La ruptura física
Pensamiento personalista
232
243. Necesidad de Dios (Brentano)
Historicismo
244. Dilthey
245. Las ciencias del espíritu (Dilthey)
246. La realidad biográfica del hombre (Dilthey)
247. Vivencia, expresión y comprensión (Dilthey)
248. Tipos (Dilthey)
249. La realidad histórica (Dilthey)
250. La filosofía (Dilthey)
251. Simmel
La vuelta al “ser”
252. Husserl
253. Oposición al psicologismo (Husserl)
254. Evidencia (Husserl)
255. Fenomenología (Husserl)
256. El lugar de los objetos ideales (Husserl)
257. La conciencia (Husserl)
258. La realidad como vivencia (Husserl)
259. Método fenomenológico (Husserl)
260. La teoría de los valores
233
Existencialismo
261. Corrientes
262. Heidegger
263. El ser (Heidegger)
264. Existenciales (Heidegger)
265. Jaspers
266. Marcel
267. Sartre
268. Primacía de la existencia sobre la esencia (Sartre)
Neopositivismo
Filosofía analítica
272. Wittgenstein
273. Estructuralismo
234
274. Ortega y Gasset
275. Pienso, luego existo yo con el mundo (Ortega)
276. Mi vida, realidad radical (Ortega)
277. “Yo soy yo y mis circunstancias” (Ortega)
278. La perspectiva (Ortega)
279. Razón vital (Ortega)
280. El ser (Ortega)
281. Razón histórica (Ortega)
282. Libertad (Ortega)
283. Ideas y creencias (Ortega)
284. Julián Marías
235
236
ÍNDICE DE NOMBRES Y TÉRMINOS
a:
A posteriori: 82, 98, 144, 167, 168, 180
A priori: 82, 144, 167, 168, 173, 174, 177, 180, 182, 270, 271
Abelardo: 88
Absolutismo: c24, 156
Absoluto: 67, 107, 195, 196, 199, 200, 203, 215, 222, 250, c38, 278
Abstracción: 22, c7, 88, 96, 153. 194
Abstraer: 49, 96
Absurdo: c4, 23, 64, 222, 264, 267
Academia: 31, 144, 159
Accidente: 43, 44, 45, 78, 97, 26, 282
Acto: 8, 23, 45, 47, 50, 68, 95, 97, 137, 155, 222, 224, 227, 238,
251, 257, 260
Adán: 60, 78
Agnóstico: c31
Agustín, San: c11, 66-73, 96, 104
Alberto Magno, San: 78, 93
Alejandro de Ales: 104
Alejandro Magno: 40, 52
Aletheia: 30, 263
237
Alma: 21, 22, 25, 29, 34, 35, 36, 37, 38, 48, 50, 52, 56, 67, 68, 69,
72, 78, 92, 95, 97, 99, 107, 121, 125, 144, 155, 236
Althuser, Louis: 237
Amor: c1, 19, 52, 61, 72, 242, 260, 284
Analítica: 137, 271, c39, 272, 284
Anaxágoras: 20
Anaximandro: 16, 17
Anaxímenes: 17
Anselmo, San: 81-84, 105, 136, 144, 180
Antístenes: 52
Ápeiron: 16
Argumento: 24, c10, 68, c13, 82, 83, 98, 105, 136, 144, 180, 197,
c39, 277, 281
Aristipo de Cirene: 53
Aristóteles: 5, 25, c7, 40-51, 78, 85, 89, 96, 97, 101, 109, 112, 126,
131, 175, 248
Arte: 80, 114, 200, 245, 260
Atomistas: 18, 21, 26, 53
Austin, J.L: c39
Averroes: 85, 86, 87, 96
Avicebrón: 85
Avicena: 85
b:
Bacon, Francis: 113, 127, 128, 129, 146, 155, 245
238
Bacon, Roger: 89, 90
Barthes, Roland: 273
Bauer, Bruno: 203
Bentham, Jeremias: 218
Bergson: 223, 224
Besarión: 112
Blondel: 224
Bolzano: c35
Bonifacio VIII: 106
Brentano: 237-243, 252, 254, 258
Bruno, Giordano: 119, 121
Buenaventura, San: 84, 92
c:
Cambio: 4, 12, 14, 22, 23, 24, 25, 42, 45, 47, 63, 124, 144, 166,
179, 189, 195, 196, 206, 207, 213, 223, 226, 227, 234, 249
Campanella: 116, 117
Carnap, Rudolf: c39
Categoría: 44, 170, 171, 174, 175, 177, c37
Causa: 5, 6, 12, 30, 49, 98, 107, 109, 124, 149, 150, 177, 179, 213,
215, 221, 222, 248, 249
Champeaux, Guillermo de: 78
Cicerón: 55, 66
Ciencia: c1, 1, 4, 6, 9, 17, 21, 22, 25, 26, 29, 41, 47, 90, c16, 107,
108, 109, c18, c19, 123, 124, 125, 140, 144, 153, 157, c25, 166,
239
167, 168, 169, 173, 177, 180, 182, 187, 189, c31, 217, 223, 224,
229, c34, 234, 237, c36, 244, 245, 246, 247, 249, 255, 265, c39,
269, 270, 271
Cínica, escuela: c8, 52
Cirenaica, escuela: c8, 53
Clotilde de Vaux: 214
Comte: 214-217
Contingente: 58, 69, 82, 98, 111, 243
Contradicción: 54, 83, 197, 212, 251, 253
Copérnico, Nicolás: 122, 123, 124, c26, 232
Cosmología: c2, 6, 179
Creación: c4, 56, 59, 65, 70, c12, 76, 77, 92, 97, 104, 199, 223, c35,
253, 274
Creencia: 15, 33, 57, 112, c23, 198, 208, 258, 283
Crisipo: 52
Crisis: 51, c8, 52, 55, c9, 102, 103, c18, 113, 127, 226, 253, 283
Cristina de Suecia: 130
Criterio: 68,124, c20, 126, 127, 129, 133, c23, 176, 183, 188, 219,
241, 254, 268, 283
Crítica: 41, 113, 115, 129, 151, 161, 169, 180, 181, 186, 203, 204,
205, 206, 234, c39
Cuerpo: 4, 6, 22, 29, 35, 36, 48, 61, 68, 97, 99, 168, 219, 236
d:
d´Alembert: 159
Darwin: 232
240
Deducción: 128, 139
Definición: 3, 28, 30, 32, 125, 143, 246, 281
Democracia: 13, c5, 38, 51, 228, 229
Demócrito: 21, 248
Derrida, Jaques: 273
Descartes, René: 68, 84, 113, 127, 129, c21, 130-140, c22, 141,
143, 144, 145, 254, 257, 259, 263, 275, 276
Determinista: 51, 155, 219
Dewey: 219
Dialéctica/o: 24, 197, 198, 199, 200, 206, 212
Diderot: 159
Dilthey: c36, 244-250, 253
Diógenes de Sinope: 52
Dios: c1, 5, 13, 19, 28, 45, 47, 50, 52, 53, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62,
63, 65, c11, 67, 69, 70, 71, 73, c12, 75, 76, 77, 78, 79, c13, 82, 83,
87, 92, c15, 95, 96, 97, 98,100, 101, c16, 103, 104, 105, 107, 110,
111, 112, 115, 119, 120, 121, 125, 135, 136, 137, 141, 143, 144,
145, c23, 147, 151, 152, 159, 161, 179, 180, 183, 185, 187, c27,
194, 195, 196, 198, 199, 203, 204, 215, 216, 222, c33, 226, 229,
232, c35, 236, 243, 248, 256, 260, c38, 261, 264, 267, 271
Duda: 27, 54, 68, 131, 132, 134, 152, 259, 275, 276
e:
Eclecticismo: 55
Efecto: 149, 150, 177, 184
Einstein, Albert: 234, c39
241
Elan vital: 223
Empirismo: 104, 110, 127, 128, c23, 146, 153, c24, c26, 170, 219,
270, c39
Empédocles: 19
Engels: 205
Ente: 4, 6, 21, 22, 23, 25, 42, 47, 96, 144, 180, 224, 263
Entendimiento: 67, 96, 146, 171, 174, 175, 177, 178
Epicureísmo: 53
Epicuro de Samos: 53
Epistemología: 5
Erasmo de Rótterdam: 114
Erdmann: 203
Escepticismo: 54, 66, 68, 152, 153
Escolástica: 84, 85, c14, 89, 94, c16, c17, 111, 112, 113, 119, 120,
127, 198
Escuela Escocesa: 154
Escoto: 78, 84, 105
Esencia: 22, 36, 42, 43, 44, 46, 49, 78, 84, 97, 110, 143, 204, 213,
239, 255, 259, 260, 264, 268, 279
Espíritu: 56, 61, 69, 77, 104, 114, 140, 142, 161, 174, c27, 190,
191, 195, 196, 198, 199, 200, 202, 216, 222, 244, 245, 247, c39
Estado (político): 51, 73, 89, 101, 115, 117, c23, c24, 156, 158, 162,
190, 202, 204, 213, 229
Estética/o: c2, 9, 188, 203, 222
Estoicismo: 52
242
Ética: c2, 8, 9, 29, 36, 37, 50, 72, 100, 118, 183, 184, 203, 218,221,
222, 242
Eva: 78
Evidencia: 28, c21, 133, 139, 140, c23, 224, 241, 254, c40
Evolución (de las especies): 232, c39
Existencia: 21, 46, 52, 53, 57, 58, 66, 68, 78, 82, 84, c15, 96, 97, 98,
105, 107, 111, 125, 135, 136, 137, 144, c23, 147, 149, 151, 158,
159, 180, 185, 190, 191, c28, 222, 224, 235, 245, 258, 259, c38,
261, 263, 264, 267, 268, c39, 273, c40, 275, 280, 282
Existencialismo: c38, 261, 264, 273
f:
Fe: 57, 61, 64, c11, 67, 79, 88, 95, 107, 126, 165, 183, 198, 222,
229
Felipe el Hermoso de Francia, Emperador: 106
Fenómeno: 55, 124, 171, 172, 175, 205, 234, 255
Fenomenología: c35, c37, 255, 259, 260, c38
Feuerbach: 203, 204, 206
Fichte: 189, 190, 191, 192, 248, c38
Fin: 3, 8, 29, 50, 65, 72, 73, 75, 77, 92, 98, 100, 101, 103, 179, 184,
188, 189, 197, 199, 200, 201, 223, c37
Física: 1, 4, 5, c4, 14, 21, 23, 52, c16, 124, 125, 153, 167, 168, 169,
177, 179, 217, 234, 245, 270, 271
Físicos: 17, 26, 47, 234
Forma (aristotélica): 46, 47, 48, 78, 96
Foucault, Michael: 273
243
Francisco de Asís, San: 104
Freud: 233
g:
Galileo Galilei: 21, 124
Gioberti, Vicenzo: c35
Gnosticismo: 65, 66
Gorgias de Leontini: 27
Gratry: c35, 236
h:
Hartman: 260
Hegel: 84, 189, c28, 192-202, c29, 203, 204, 205, 206, 208, 213,
221, 222, 248, c38
Heidegger: 252, 256, c38, 261, 262-264, 267, 273
Heisenberg: 234
Heráclito: 25, 32, 197
Hipótesis: 124, 167, 270
Hobbes: c24, 155-156, 248
Hombre: c1, 1, 7, 8, c3, 12, 13, c4, 19, 22, 25, 27, 29, 30, 32, 33, 34,
35, 36, 38, 43, 44, 47, 48, 49, 50, c8, 52, 53, 58, 59, 60, 61, 62, 63,
65, 68, 69, 71, 72, 73, c12, 75, 77, 78, 82, 96, 97, 99, 100, 101, c18,
112, 114, 115, 120, c19, 123, 126, 128, 134, c22, 142, 143, 144,
c23, 146, 151, 153, c24, 155, 156, 158, 159, 161, 162, 164, 166,
171, 172, 182, 183, 184, 187, c27, 195, 199, 201, 202, 204, 206,
209, 210, 211, 212, 215, 218, 219, c32, 220, 221, 222, 224, 226,
227, 228, 229, 230, 232, 234, 235, 236, c36, 246, 250, 251, 253,
244
256, 260, c38, 263, 264, 265, 266, 267, 268, 273, c40, 276, 281,
282, 283, 284
Humanismo: 52, 112, 114
Hume: 136, 148-153, 154, 168
Husserl: c35, c37, 252-259, c38, 262, 267
i:
Idea: 32, 33, 34, 36, 37, 136, 179, 186, 187, 200, 203, 208, 248, c38
Idealismo: 118, 129, 140, c22, 152, 165, 189, c28, 192, 193, 203,
222, 248, c38, 265, c40, 275
Ideología: 3, 206
Ilustración: c25, 159, 163, 229
Imperativo: 36, 184, 190, 226
Inducción/inductivo: 28, 125, 128, 146, 236
Inteligencia: 5, 49, 50, c26, 223, 224, 236, 263
Intelecto: 60, 61, 86, 88
Intencionalidad: 238, 240, 254, 258
Intuitivo: 200
Irracionalismo: c32, 220
j:
James: 219
Jaspers: 265
Jesucristo/Jesús: 59, 60, 62, c17, 203
Juan XXII: 106
245
Juicio: 10, c20, 146, 168, 175, 176, 178, 186, 188, 198, 240, 242,
253, 255, 259
Justino, San: 65
k:
Kant, Immanuel: 82, 84, 153, c26, 165-188, 189, 193, 201, c37
Kepler, Juan: 123
Kierkegaard: c32, 222, c38
l:
Lacan, Jacques: 273
Leibniz: 84, 91, 144, 145, 163
Levi-Strauss: 273
Liberalismo : c24, 158
Libertad: 28, 61, 73, 77, 143, 158, 159, 160, 182, c27, 191, 202,
218, 233, c35, c36, 245, 248, 264, 267, 282, 283
Liceo: 40
Locke: c24, 157-158
Lógica: c2, 10, 18, 144, 218, 223, 253, 270
Luis de Baviera: 106
Lulio, Raimundo: 89, 91, 144
Lutero, Martín: 115
m:
Maimónides: 85, 87
246
Maine de Biran: c35, 235
Malebranche: 141, 143, 145
Maquiavelo, Nicolás: 116, 118
Marcel, Gabriel: 261, 266
Marías, Julián: 274, 284
Marx, Karl: 3, 203, c30, 205-213, 232, 234, 267, 273
Matemáticas: 1, c4, 22, 26, 41, 69, 109, c19, 124, 129, 131, 137,
140, 166, 167, 168, 169, 173, 177, 189, 217, 270, 279
Materia: 16, 19, 21, 46, 47, 52, 56, 65, 78, 94, 96, 97, c20, 137, 147,
155, 191, 208, 223
Materialismo/materialista: 21, 52, 53, 155, c29, c30, 205, 208, 212,
232, 248
Mayéutica: 30
Metafísica: 4, c2, 5, c4, 21, 23, 26, 47, 104, 153, c25, 166, 180, 181,
191, 215, 260, 270, 271, c39, 274
Mill, John Stuart: 218
Mito: 12, 15, 33, 35, 61, 203
Moisés: 60
Mónada: 144
Mónica, Santa: 66
Montano: 64
Montesquieu: 159, 160, 164
Moore, George Edward: 272
Moral: 3, 8, 27, 29, 33, c8, 60, 72, 82, 100, 101, 107, 117, 118, c23,
151, 153, 156, 159, 181, 182, 183, 184, 185, 187, 190, 202, 207,
213, 228, 230, 236, 282
247
Muerte: 25, 28, 31, 40, 61, 115, 162, 192, 214, 229, 264, 266, 284
Mundo: c1, 9, 13, 15, 19, 22, 25, 26, c6, 32, 33, 34, 35, 36, 39, 42,
45, 47, c8, 52, 53, 55, 58, 59, 63, 65, c11, 70, 73, c12, 75, 76, 79,
82, c16, 112, 114, 120, 121, 129, 135, 137, 138, 141, 144, 147, 152,
161, 179, 180, 182, 185, 187, c28, 197, 198, 199, 202, c30, 209,
221, 222, 223, 224, c33, 228, 229, 231, c34, 232, 234, 235, 236,
248, 250, 257, 259, c38, 263, 264, 267, 268, 271, c40, 275, 276,
277, 278, 281, 284
n:
Napoleón: 190, 246
Naturaleza: 1, 6, c4, 14, 19, 21, 22, 27, 47, 50, 51, 52, 60, 61, 70,
82, 99, 100, 108, 110, 119, 124, 137, 143, 153, 156, 158, 159, 162,
164, 172, 182, c27, 191, 199, 208, 215, 217, 220, 233, 237, 245,
246, 249, 253, c38
Necesario: 46, 58, 98, 107, 111, 144, 164, 168, 204, 226, 243, 245,
278
Neoplatonismo: 56, 66
Neopositivismo: c39, 270, 271, 272
Newton, Isaac: 21, 125, 144, 153, 234
Nicolás de Cusa: 119, 120
Nietzsche: c32, c33, 225-231, 232
Nominalismo: 78, 109, 124, 147, 155
ñ:
o:
248
Occam: 78, c16, 105, 106-110, 119, 122, 124
Ontología: 5, c38
Ontológico (argumento): 82, 83, 84, 105, 136, 144, 180
Ontologismo: c35
Ortega y Gasset: c40, 274-283, 284
p:
Parménides: c4, 21, 23, 24, 25, 32, 45, 131, 197
Pascal: 142
Peirce: 219
Persona: c1, 13, 30, 43, 62, 63, 78, 86, 112, c19, 124, 146, 156, 201,
246, 260, 264, 268, 281, 284
Personal: 63, 112, 159, 203, 231, 235, 246, 247, 249, 250, 278, 282,
284
Pico de la Mirándola: 112
Pietro Pomponazzi: 112
Pitágoras: 22
Pitagóricos: c4, 22, 26
Planck, Max: 234, c39
Platón/platónico: c6, 31-39, c7, 40, 41, 42, 43, 46, 48, 49, 50, 51,
61, c11, 68, 69, 70, c14, 94, 96, 112, 117, 131, 186, 197, 221, 248,
256, 263
Plotino: 56
Pluralistas: 18, 19, 20
Política: c2, 13, 31, 38, 50, 51, 116, 118, 159, 204, 209, 245
249
Popper, Karl: 234
Positivismo/positivista: c31, 214, 218, c32, c35, 250, 253, 255, 259,
c38, 265, c39
Positivo: 58, 215, 216, 217
Potencia: 45, 47, 50, 95, 96, 97
Pragmatismo: 219
Premisa: 23, 126
Presocrático: c4, 26, 32, 48, c21
Principio: 8, c4, 14, 15, 16, 18, 23, 28, 48, 52, 56, 66, 69, 73, 96, 98,
99, 100, 111, 112, 117, c19, 122, 124, 126, 128, 129, c23, 146, 150,
154, c24, 159, 164, 171, 178, 179, 180, 184, 198, 200, 205, 215,
218, 219, 221, 226, 253, 254, 255, 262, 271
Problema: 4, 21, 25, 39, 58, 63, c12, 93, 95, c17, 113, 120, c20,
140, 145, 186, 222, 223, 224, c38, 261, 263, 271, c39
Pseudoproblema: 271, c39
Psicología: c2, 7, 179, 257
Ptolomeo: 122
q:
r:
Racionalismo: 115, 127, c21, 140, 145, 153, c26, 170
Razón: c1, 2, 5, 21, 22, 23, 25, 26, 32, 35, 39, 52, 58, 59, 61, 62, 63,
64, c11, 67, 69, c12, 79, 90, 91, 92, c15, 95, 99, c16, 102, 103, 105,
107, 110, 129, c21, 133, 140, 142, 144, c23, 151, 153, 154, 158,
159, 164, 165, 167, 169, 170, 171, 178, 180, 181, 182, 183, 184,
250
185, 186, 187, c28, 193, 195, 196, 197, 198, 199, 200, 202, 213,
c32, 220, 279, 281
Realidad: c1, 1, 2, 3, 5, 12, 13, c4, 17, 22, 23, 24, 25, 26, 30, c6, 32,
33, 35, 38, 39, 41, 42, 44, 47, 49, 52, 65, 69, 77, 78, 83, 84, 96, 108,
109, 111, 113, 119, 120, 126, 135, 137, 140, c22, 143, 144, 145,
c23, 149, 152, 153, 159, 168, 170, 172, 173, 174, 178, 179, 180,
181, c27, 190, 191, c28, 193, 194, 195, 196, 197, 199, 200, 206,
207, 209, c32, 220, 221, 223, 227, 234, 238, c36, 245, 246, 247,
248, 249, 250, 251, 255, 257, 258, 259, 260, c38, 265, 266, c39,
269, 271, 273, c40, 275, 276, 278, 279
Realismo: 78, 140, c40
Reichenbach: c39
Relativismo: 27, 28, 219, 253
Religión: 2, c2, c9, 57, c10, 112, 114, 115, 143, 151, 153, 191, 200,
203, 204, 209, 216, 222
Revelación: 2, 5, 92, 95, 105, 112, 126, c23, 159, 198
Romanticismo: c27, 189, 191
Roscelino: 78
Rosmini-Sebasti, Antonio: c35
Rousseau: 159, 162, 164
Russell, Bertrand: 272
s:
Saint-Simon: 214
Sartre, Jean Paul: 261, 267-268
Scheler: 260, 262
Schelling: 189, 191, 192, 199, c38
251
Schopenhauer: c32, 221, 225, 227
Séneca: 52
Ser (el): 4, 5, 23, 24, 32, 41, 47, 83, 97, 98, 111, 144, 175, 180, 194,
197, c37, c38, 263, 267, 271, 280
Silogismo: 126, 128, 129, 178
Simmel: 251
Simone de Beauvoir: 267
Sociología: 216, 217, 251, 279
Sócrates: c4, c5, 28-30, 31, 33, 52, 126, 128, 183, 248, 268
Sofista: c5, 27, 28, 51, 53
Spinoza: 84, 143, 144, 145, 196, 248
Strauss, David Friedrich: 203
Suárez: 111
Sustancia: 17, 25, 43, 44, 45, 46, 49, 68, 78, 96, 97, 99, 121, 134,
136, 137, 141, 143, 144, 179, 190, 196, 199, 215, 236, 276
t:
Tales de Mileto: 15, 16
Teleología: 5, 74, 86, 95, c16, 102, 103, 105, 107, 111, c19, 179,
192, 236
Tertuliano: 65
Tomás de Aquino, Santo: 78, 84, c14, 89, 93, c15, 94-101, 107,
126, 248
Tomás Moro: 116, 117
Trascendental: 179, 259, 264
252
Trascendente: 73, 82, c31, 222
u:
Universal: 1, 19, 25, 28, 43, 49, c12, 78, 88, 96, 109, 110, 140, 144,
155, 162, 167, 168, 173, 176, 184, 198, 199, 200, 202, 222, 247,
284
Universo: 6, 12, 17, 19, 22, 23, 98, 107, 122, 137, 144, 227, 232,
235,
Utilitarismo: 218, 229
v:
Valor: 27, 28, 35, c33, 226, 229, 230, 232, 234, c35, 260
Vida: c1, 3, 12, 25, 36, 39, 47, 48, 50, 51, c8, 52, 53, 62, 91, 99,
114, 144, 156, 162, 164, 165, 185, 191, 196, 203, 214, c32, 221,
223, 227, 228, 229, 232, 235, 237, 244, 246, 249, 250, 251, c38,
263, 264, 267, c40, 276, 277, 278, 279, 281, 282, 283, 284
Vitalismo: c32, 225, 232, 265
Voltaire: 159, 161, 164
Voluntad: 7, 8, 37, 48, 60, 72, 77, 79, 95, 105, 107, 155, 158, 162,
164, 182, 183, 184, 187, 221, 226, 227, 236, 245, 260, 268, 276
w:
Wagner: 225
Wittgenstein: 272
x:
253
y:
z:
Zenón de Citium: 52
Zenón de Elea: 24
254
255
256