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Observaciones:
- Es muy curioso ver como se desenvuelve el tema, haciendo hincapié en
que la medicina académica solo trata los síntomas, y no la causa de la
enfermedad.
- El hecho de otorgarle a la conciencia la responsabilidad de causar el
síntoma es muy peculiar, ya que yo si optaría por adjuntarle dicha cualidad
al plano anatómico/funcional.
- No concuerdo en el punto de vista donde se menciona que el cuerpo no
se enferma y que lo que se enferma o pierde armonía es la conciencia, y
que por eso se expresan síntomas.
Resumen de la Biología de la Creencia
La introducción de este libro es bastante peculiar ya que inicia con la magia del
celular, nos pone en contraste la vida un pequeño estudiante que se convirtió en
docente de una Facultad de Medicina estadounidense muy reconocida. Ese niño
incursionó su vida como biólogo científico a través de la enseñanza en su
escuela, donde logró observar a través del microscopio la vida de un pequeño
microorganismo (ameba), con esto inicio su carrera ya que quedó fascinado
luego de observar aquello, se motivó hasta convertirse en un asombroso
científico reconocido, pero al llegar a la vida adulta remarca que se sentía vacío,
amargado, abatido y que al llegar a la isla caribeña llamada Montserrat, ubicada
en el mar Caribe, reencontró los sentimientos que él sentía aterrados desde la
infancia. Se volvió a sentir feliz y lleno de ánimos, entonces, basado en esta
experiencia tras llegar a esta isla, observar la puesta del sol cada tarde, entrar
en contacto con la jungla, la selva y todo el hermoso entorno proporcionado por
aquel lugar pudo sentir alegría nuevamente. Y menciona que no se parecía en
nada con el ambiente competitivo que era el ámbito académico en la Universidad
de Wisconsin.
Básicamente lo que él quería dar a entender con sus investigaciones era que la
teoría de Darwin era refutable, ya que las células, el gen y el ADN, son
influenciados por el entorno. Realizó investigaciones en la que trató de introducir
en las universidades y a sus colegas esta información, pero fueron rechazadas.
Posteriormente unos cuantos años luego de que él abandonara el área científica
fueron adoptados a través de la epigenética.
Posteriormente se continua en el capitulo 1 de este libro, hablando sobre los
problemas en el paraíso, haciendo referencia a los distintos obstáculos
presentados a los alumnos que tenia bajo su cargo el autor, pero realza que
compartían dos características a pesar de ser tan diferentes unos de otros, estas
son; no habían superado el proceso de selección para ingresar a una facultad de
medicina norteamericana y eran luchadores. Muchos habían gastado los ahorros
de su vida para estar en ese lugar o se habían endeudado y a pesar de todos
estaban decididos a conseguir su titulo de medicina. Su nuevo docente les dejo
claro que las expectativas eran altas al igual que las metas por alcanzar,
comparándolos con sus alumnos de Wisconsin, ya que tanto aquellos como ellos
debían superar el mismo examen para poder ejercer. Al aplicarles el primer
examen de autoevaluación él y los estudiantes se dieron cuenta que estaban
muy por debajo de sus competidores.
En cualquier otra circunstancia el resultado no hubiese concluido en nada más
que aplazar a la mitad del curso, pero el autor refiere que quizás fue el aire salado
y las dulces fragancias las que conmovieron su corazón y obligaron a
comprometerse a si mismo con los alumnos para que todos estuviesen
preparados para el examen final si ellos se comprometían a realizar el esfuerzo
necesario. Rápidamente el autor empezó a sentir la carga del compromiso
adquirido, y refiere que de haber estado en su acostumbrado Wisconsin habría
terminado muy mal, pero que, al contemplar la misma situación desde la puesta
de sol caribeña, junto al agua, esa angustia se transformo en una excitante
aventura, esto remarca nuevamente de que como seres humanos nos vemos
influenciados por el medio que nos rodea, y que nuestros genes igual.
Esta nueva etapa impulso al autor a revivir el amor y entusiasmo por la ciencia,
al darse cuenta de que podría dar la clase como el quisiera, y que finalmente
podría plantear a la célula como un minihumano. Tratar de explicar la naturaleza
de cualquier cosa no humana relacionándola con el comportamiento humano es
lo que se denomina antropomorfismo. Los «verdaderos» científicos consideran
que el antropomorfismo es un pecado mortal y condenan al ostracismo a los
científicos que lo utilizan a sabiendas en su trabajo. Los seres humanos somos
organismos multicelulares, así que no es de extrañar que compartamos patrones
básicos de comportamiento con nuestras propias células. A lo largo de la historia,
nuestras creencias judeocristianas nos han llevado a pensar que somos criaturas
inteligentes que fueron creadas en un proceso aislado y diferente al del resto de
animales y plantas. Esta idea nos hace menospreciar a las criaturas inferiores y
considerarlas como formas de vida no inteligentes, en especial a los organismos
que se encuentran en los peldaños más bajos de la escala evolutiva.
Como docente el autor se las ingenio para plantear el mundo celular de una
nueva forma a sus alumnos, hizo hincapié en que, si bien los humanos estamos
compuestos por billones de células, no hay ni una función en nuestros cuerpos
que no se exprese en las células individuales. Todas las células eucariotas (las
células que poseen núcleo) tienen su equivalente a nuestros sistemas nervioso,
digestivo, excretorio, endocrino, osteomuscular, tegmental (de la piel),
reproductor e incluso un primitivo sistema inmunológico, que utiliza una familia
de proteínas parecidas a los anticuerpos llamadas ubiquitinas. Tal y como
suponía de niño, las células inteligentes tienen una misión y un propósito: buscan
activamente entornas que permitan su supervivencia y evitan los que les resultan
tóxicos u hostiles. Al igual que los humanos, las células individuales analizan
miles de estímulos procedentes del microambiente en el que habitan. Mediante
el análisis de estos datos, las células seleccionan las respuestas apropiadas que
aseguren su supervivencia.
Y de este modo el autor continúa planteándose diversos escenarios y formar de
hacer comprender la complejidad que implica el mundo celular, pero que de la
forma correcta se puede comprender de forma muy fácil. Enganchándose y
desafiando cada vez un poco más la metodología ortodoxa a la que estaba
acostumbrado en Wisconsin y que no lo dejaba expresar libremente el contenido
de la información almacenada en su cabeza.
Observaciones:
- Realmente si creo que se puede estudiar la célula pretendiendo que es
un minihumano, ya que nosotros mismos somos seres multicelulares.
- Me parece interesante que, en el ámbito científico, si no te regís por lo
que ellos ya tienen estipulado te tachen de hereje.
- El medio realmente puede cambiar la manera de obrar de una persona.