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¿CÓMO ADORAR A DIOS?

Por Rick Warren

Todo lo que hacemos o debiéramos hacer es un acto de adoración. Porque en


cada acción se refleja todo lo que hemos rendido de nuestra vida con Dios.
Estudiaremos hoy diez hábitos de cómo podemos adorar a Dios.

1. A través de la oración

Con frecuencia olvidamos este ingrediente en nuestras oraciones. Pensemos por


un momento en las cosas que decimos cuando oramos a Dios. ¿Cuánto de
nuestra vida de oración habla de nosotros y cuánto habla de Dios? Sin duda
alguna Dios desea que seamos capaces de compartir lo que sucede en nuestra
vida, sin embargo también el desea que lleguemos a conocerle de una manera
más profunda. Jesús nos enseña cómo hacerlo en su modelo de oración: “Padre
nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre...” (Mateo 6:9-13). Esta
oración inicia con Dios, cuando le honramos como prioridad, ponemos nuestra
vida de oración en perspectiva correcta. Consideremos en nuestras oraciones un
tiempo enfocado en lo que Dios es y no en lo que él puede hacer o lo que puede
darnos.

2. Desarrollando el hábito de leer la Biblia

La Biblia nos dice que debemos adorar a Dios en espíritu y en verdad (Juan 4:23).
¿Cómo podemos adorar con un entendimiento claro acerca de quién es él?
Conociéndolo. Pongamos atención en el libro de Salmos, al leerlo descubriremos
que a lo largo del libro existe una descripción de quién es Dios y cómo es su
carácter. El rey David autor principal de los salmos conocía a Dios. ¿Conocemos a
Dios o sólo hablamos de lo que otros han experimentado de él? La verdad es que
él esta buscando verdaderos adoradores.

3. Por la Obediencia

Lo cierto es que adoramos a Dios por nuestra obediencia a él. Todos nosotros
debemos desarrollar este hábito en nuestras vidas. Éste es un escalón práctico si
es que queremos crecer en la vida. Cada vez que Dios nos ordene algo seamos
rápidos en atender su llamado, porque toda demora es desobediencia. No es
cuando nosotros queramos sino cuando él lo ordene.

4. Diezmando

Si queremos saber qué es lo que realmente adoramos en nuestras vidas, miremos


nuestros gastos. Jesús nos dejó una importante lección cuando dijo: “Donde esté
tu tesoro ahí también estará tu corazón” (Mateo 6:21). El deseo de Dios es que
rindamos TODO nuestro ser a él. Una de las formas en que mostramos esto es
cuando le hacemos Señor o dueño de nuestra cartera.
5. Construyendo puentes con otros cristianos

La Biblia nos enseña que Dios nos diseñó para vivir en comunidad, en comunión,
comunicación con otros, pero principalmente con los que tenemos al mismo
Padre. Traemos alegría a Dios cuando conocemos a otros y cuando somos
conocidos por ellos por nuestro AMOR (Juan 13:35).

6. Comunicando nuestra fe

El deseo de Dios es que cada persona sobre el planeta le adore, él diseñó al ser
humano con una gran capacidad de adoración. San Agustín dijo: “el ser humano
tiene un hueco en su corazón que sólo Dios puede llenarlo.”

Tomemos el compromiso en esta semana de comunicar nuestra fe con alguien


más. No nos preocupemos por la respuesta que podamos recibir, descansemos
en el conocimiento de que estamos participando en la expansión o multiplicación
de la adoración a Dios.

7. Sirviendo a otros

Jesús nos dice que “…todo lo que hagamos por uno de estos hermanos más
humildes, para él mismo lo haremos” (Mateo 25:40). Cuando nos servimos unos a
otros, realmente le servimos a él. Si piensas que tú no tienes nada que pueda ser
usado para servir a otros, estás equivocado. Dios te ha hecho con dones y
talentos únicos que específicamente él te ha dado para servirle a él sirviendo a
otros.

8. Construyendo la actitud de la gratitud

Esto requiere mirar el mundo con otros ojos. Cuando miramos a través de los
lentes de la gratitud, vemos nuestras vidas y todo lo que nos rodea como regalos
de Dios.

Cada mañana desarrollemos esta actitud de nuestro espíritu poniéndonos los


lentes de la gratitud. El apóstol Pablo escribe: “den gracias a Dios por todo, porque
esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses
5:18).

9. Colocando ante Dios aquellas áreas de nuestra vida que jamás le hemos
entregado

Éste es el corazón de la adoración, “la rendición”. Él no desea arreglar el 10% o el


90% de nuestras vidas, él desea ordenar TODO. Tal vez seamos seguidores de
Jesús por años y aún tenemos áreas en la vida que estamos reteniendo sólo para
nosotros. Revisemos tan solo dos áreas. Nuestra agenda y nuestros gastos
¿Honran a Dios?
10. Viviendo una vida con propósito

Nuestra existencia tiene propósitos divinos. Dios no nos creó para estar aislados,
sin comunicación o para servirnos a nosotros mismos. Dios nos creó para tener
relación con él y con nuestros semejantes, nos creó para servir, para hablar de lo
que él ha hecho en nosotros. Nos capacita para enseñar sus principios El nos creó
para adorarle solo a él. Nosotros le agradamos cuando vivimos conforme a sus
propósitos. Él no desea que desperdiciemos nuestra vida en cosas
intrascendentes. Dios nos diseñó para la eternidad.

Pensemos por un momento y recordemos qué hemos hecho a lo largo de este


mes respecto de nuestra francas desobediencias a Dios, busquemos los patrones
de conducta, si los podemos identificar, entonces pidamos perdón a Dios y
rindámonos ante él.

Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin
que este alcance a comprender la obra hecha por Dios desde el principio hasta el fin.
(Eclesiastés 3:11 RV 95)

En Cristo, Dios nos había escogido de antemano para que tuviéramos parte en su
herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo hace según la
determinación de su voluntad. Y él ha querido que nosotros seamos los primeros en poner
nuestra esperanza en Cristo, para que todos alabemos su glorioso poder.
(Efesios 1:11-12 Dios Habla Hoy)

Conclusión

La adoración nos es tan sólo una acción en la vida, es un estilo vida, es la vida
misma.

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