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Bienes de Cambio
Capítulo 7
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1. Introducción
Definición
Son los bienes destinados a la venta en el curso habitual de la actividad del ente o que se
encuentran en proceso de producción para dicha venta o que resultan generalmente consumidos
en la producción de los bienes o servicios que se destinan a la venta, así como los anticipos a
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proveedores por las compras de estos bienes.
Componentes
Los componentes del rubro son los que responden a la definición antes mencionada, pero su
denominación varía dependiendo del sector a que pertenezca la empresa.
En la siguiente tabla puede apreciarse un esquema representativo de las cuentas más habituales
Para el cuadro anterior, es remarcable que tanto las empresas agropecuarias, como ganaderas,
son un tipo de empresa industrial. Por lo tanto, las cuentas específicas son solamente una
variación de las genéricas:
Materia prima (o materiales)
Producción en proceso
Producción terminada.
Cabe resaltar que la definición contenida en las normas incluye en este rubro a los anticipos
realizados a proveedores por la compra de cualquiera de los elementos incluidos en el rubro. Esta
inclusión atiende al atributo de la información contable referido a que las operaciones deben
atender más a la sustancia económica de la misma que a la forma de su instrumentación.
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RT 9 III A.4.
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Otra modalidad en la que pueden encontrarse las cuentas del rubro, es indicando una tipología de
la generalidad. Por ejemplo, en lugar de la cuenta ―semillas‖, sería razonable encontrar las cuentas
―Trigo‖, ―Maíz‖ y ―Soja‖.
También podría categorizarse cada una de las tipologías de acuerdo a su origen territorial, por
ejemplo separando ―mercaderías de origen nacional‖ de ―mercaderías importadas‖.
En definitiva, la composición de cuentas de cada plan de cuentas debería satisfacer al ciento por
ciento las necesidades de información de sus usuarios.
Recuérdese que un determinado valor corriente, adecuado para la medición de un tipo de activo en
una circunstancia, puede no serlo para otro (o el mismo) activo en las mismas (u otras)
circunstancias.
Por ejemplo, un crédito por venta a cobrar en moneda, el valor corriente que mejor representa la
riqueza poseída en caso de tener intenciones y posibilidad de cancelación anticipada, es el V.N.R.
descontado a la fecha de cierre, pero, para el mismo activo, cuando la intención es el
mantenimiento hasta la conversión en dinero de la acreencia, el valor corriente adecuado es el de
uso (Valor descontado de los futuros flujos de fondos)
De esta forma, para los bienes de cambio, es necesario un análisis sobre las características de los
mismos y las condiciones del mercado en los que se comercializará para la determinación del valor
corriente que será el que permita a los lectores de los estados contables una adecuada
interpretación de la situación patrimonial a través de la lectura de dichos informes.
Para la determinación de los valores corrientes de los bienes de cambio, se seguirán los siguientes
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lineamientos:
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Pautas básicas
Para la determinación del valor corriente a utilizar se considerará en cada caso, el grado de avance
de los correspondientes procesos de generación de resultados y procurando que representen
adecuadamente la riqueza poseída.
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RT 17 4.1.e)
3
RT 17 4.3
4
RT 17 4.3.1
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Como regla general de reflexión, se podría pensar que mientras más cerca de la finalización del
proceso de generación de resultados se encuentre un activo, más adecuado será un valor de
salida (V.N.R.) y, en otros casos, valores de entrada (costos) o de uso (valor descontado)
Los primeros son aquellos bienes donde para su comercialización se cuenta con un mercado
transparente (donde la información es conocida por compradores y vendedores sin dificultades de
acceso a la misma) que está en condiciones de absorber las existencias de firmas individuales a su
sola decisión. Se podría decir que la naturaleza de estos bienes y los mercados donde operan,
hacen que estén muy cerca de finalizar con el proceso de generación de resultados.
Ejemplos de este tipo de bienes podrían ser productos agrícola-ganaderos (semillas, hacienda)
donde la sola decisión del productor basta para realizar la venta en el mercado al precio de
cotización, ya que no tendrá dificultades para realizar la venta.
En estos casos de activos cuya venta no requiera esfuerzos significativos, se procederá así:
a) cuando los bienes estén en condiciones de ser entregados, se empleará un valor corriente
de salida;
Sin embargo, la gran mayoría de los bienes en una economía, no cuentan con mercados con las
características detalladas en párrafos anteriores. Dicho de otra manera, los mismos no se
encuentran cerca de la finalización del proceso de generación de resultados ya que, luego de su
adquisición o producción, aún queda un importante esfuerzo de comercialización para generar
ingresos.
Por esta razón, para éste tipo de activos, se utilizará —en general— el valor corriente de entrada o
costo de reposición.
Dado que los Valores Netos de Realización y los Costos de reposición son los valores corrientes
más relacionados al rubro, existen ciertas pautas a seguir para la determinación de los mismos.
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Determinación de valores netos de realización
Una concepción del V.N.R. es la del valor que se podría obtener por un determinado activo en el
mercado, neto de los gastos que la venta de dicho activo ocasionará.
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RT 17 4.3.2
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c) los costos que serán ocasionados por la venta (comisiones, impuesto a los ingresos brutos
y similares)
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Determinación de costos de reposición
Los costos de reposición de un elemento deben establecerse acumulando todos los conceptos que
integran su costo original, expresados cada uno de ellos en términos de su reposición, a la fecha
de su medición.
En caso que el costo original contenga una sumatoria de conceptos, por ejemplo y para hacerlo
simple en extremo, precio de compra y flete, se deberán acumular los mismos conceptos al costo
de los recursos que sería necesario consumir en la fecha de la medición para obtener la cantidad
de bienes que se tiene realmente en existencia.
Los volúmenes de compra habituales pueden determinarse sobre la base de los promedios
históricos para la fecha en que se realiza la medición del valor de las existencias. Actualmente los
sistemas de apoyo que utilizan normalmente las empresas son capaces de brindar esta
información sin la realización de un esfuerzo significativo.
Los precios que estén medidos en moneda extranjera, deben convertirse a moneda argentina
utilizando el tipo de cambio del momento de la medición.
Los precios deben ser cercanos al cierre del período. En lo posible, deben ser obtenidos de fuentes
directas confiables, como las siguientes:
a) Cotizaciones o listas de precios de proveedores.
b) Costos de adquisición y producción reales.
c) Órdenes de compra colocadas y pendientes de recepción.
d) Cotizaciones que resulten de la oferta y la demanda en mercados públicos o privados,
publicadas en boletines, periódicos o revistas.
Este apartado en las normas es de suma importancia en la aplicación real, sobre todo en lo que se
refiere al Costo de la Mercadería Vendida. El ente tendrá a su cargo demostrar lo costoso de la
obtención referida a los valores corrientes de las existencias o la imposibilidad de conseguir la
información.
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RT 17 4.3.3
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RT 17 4.3.4
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2.2.1.Criterio general
Ningún activo (o grupo homogéneo de activos) podrá presentarse en los estados contables por un
importe superior a su valor recuperable, entendido como el mayor importe entre:
Para los bienes de cambio, en general, su valor tope está dado por su VNR. El mismo se deberá
calcular de acuerdo a los criterios señalados en el punto 2.1 de este texto.
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2.2.2.Frecuencia de las comparaciones
Cada vez que se preparen estados contables.
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2.2.3.Niveles de comparación
Las comparaciones con valores recuperables se harán al nivel de cada bien o, si correspondiera, grupo
homogéneo de bienes
Las pérdidas resultantes de las comparaciones entre mediciones contables y valores recuperables
correspondientes a bienes individuales reducirán las primeras.
Podría suceder que por algún motivo, un bien de cambio pierda mercado (obsolescencia, moda,
surgimiento de sustitutos más efectivos) y, por lo tanto, la capacidad de generar ingresos en el
futuro, por lo menos en la cuantía en que era capaz antes de la evidencia del evento que tendría
este efecto.
En este caso, el valor de las existencias debería ser disminuido por el valor resultante de la
diferencia entre el nuevo valor por el cual podría ser vendido (neto de gastos directos de su venta)
y el valor por el cual está registrado.
La asignación contable de esta diferencia debe ser asignada a una cuenta de resultado negativo y,
como contrapartida, debe disminuirse el valor de los inventarios.
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RT 17 4.4.1
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RT 17 4.4.2
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RT 17 4.4.3
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RT 17 4.4.6
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RT 17 4.4.7
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Por ejemplo, para el caso citado en el punto anterior, si los bienes vuelven a ser demandados por
el mismo mercado, o se les encuentra un mercado alternativo que no estaba presente en el
momento de realizar la imputación del deterioro de las existencias, las mismas vuelven a poseer la
capacidad de generar flujos de fondos futuros para la empresa, por lo que deben ser considerados
con el valor que indican las normas contables para los activos.
En tal caso, la medición contable del activo o activos relacionados debe elevarse al menor importe
entre:
a) la medición contable que el activo o grupo de activos habría tenido si nunca se hubiese
reconocido una pérdida por desvalorización; y
b) su valor recuperable.
En términos generales, una definición de costo podría ser: ―consumo de recursos necesario para
lograr un objetivo‖
Quien precise la información referida a costos tendrá, como primera medida, que realizar una
precisa definición de lo que considera ―objetivo‖ dado que, en función al mismo, será realizada la
acumulación de recursos consumidos para su valorización.
F.A.S significa ―free a side‖, cuya traducción podría ser ―libre al lado‖. Se refiere a que dicho precio
involucra la totalidad de recursos consumidos hasta que los bienes están al pié del transporte que
será utilizado para llevarlo a su destino internacional.
F.O.B significa ―free on board‖ o ―libre sobre cubierta‖ (tomando en cuenta que el comercio
internacional es habitual que el transporte sea marítimo, pero es aplicable a todas las situaciones).
En este caso se toma la acumulación de costos necesarios para que los bienes estén puestos
sobre el medio de transporte. Es decir, que este precio estaría compuesto por el F.A.S. más los
costos operativos de carga.
C.I.F significa ―cost, insurance and freight‖ o ―costo, seguro y flete‖ y se refiere a los recursos
consumidos para lograr que los bienes sean puestos en el puerto de destino.
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RT 17 4.2.1
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En nuestras normas, el concepto general de costo podría aplicarse, de manera genérica a:
a) Costos de incorporar bienes al patrimonio (adquisición, producción, etc)
b) Costos entendidos como recursos consumidos (costo de ventas)
Para el primer caso, serán los costos necesarios para poner a cualquier bien en condiciones de ser
vendido o utilizado, lo que corresponda en función de su destino.
Específicamente para los bienes de cambio, es el necesario para ponerlo en condiciones de ser
vendido.
Por lo tanto, incluye la porción asignable de los costos de los servicios externos e internos
necesarios para ello (por ejemplo: fletes, seguros, costos de la función de compras, costos del
sector de producción), además de los materiales o insumos directos e indirectos requeridos para su
elaboración, preparación o montaje.
Cuando el texto se refiere a ―servicios interno‖, lo hace señalando a aquellos recursos que
normalmente la empresa consume, independientemente de que tenga que poner en condiciones
de ser vendidos o no cierta partida de bienes de cambio, por ejemplo, los sueldos y cargas sociales
de ciertos trabajadores.
En caso que se necesario que dichas personas destinen algunas horas de su tiempo a tareas de
producción de bienes (o alistamiento de mercaderías), el costo de dichas horas debe ser
computado como parte del costo de los mismos. Cualquier otro recurso ―interno‖ consumido, debe
seguir el mismo tratamiento contable.
Las asignaciones de los costos indirectos deben practicarse sobre bases razonables que
consideren la naturaleza del servicio adquirido o producido y la forma en que sus costos se han
generado.
Tanto los directos como los indirectos tienen relación con el objetivo para el cual se precisa la
medición de los costos, la diferencia es que, para asignarle un costo directo, no existen
discusiones mayores, mientras que la asignación de los indirectos merece una profunda reflexión
de la metodología con la que se realizará.
Por ejemplo, para la construcción de una mesa, no caben mayores discusiones para determinar la
cantidad de material consumido, que puede ser medido en términos de las unidades (metros
lineales, metros cuadrados, kilos, etc.) de materia prima consumida, tampoco habrá mayor
discusión sobre el costo de la mano de obra de los operarios abocados a su producción (a lo sumo,
si el costo se asignará por minutos u horas, lo que es un fraccionamiento diferente de la misma
unidad de medida). Estos costos son directos de cada uno de los bienes si el objetivo es la
medición de los mismos.
Sin embargo, la misma mesa consume otros recursos para los cuales no es tan sencillo determinar
el valor consumido por unidad. Por ejemplo, el sueldo y cargas sociales de un supervisor que
cumple múltiples tareas, el importe de un seguro por deterioros de la fábrica o un flete de compras
de materias primas de diferentes tipos y valores. Si bien no cabe duda que los tres conceptos
anteriores están relacionados con la producción de las mesas, no es tan sencillo medir como se
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consume cada uno de los costos mencionados por cada una de las unidades producidas. Este tipo
de situaciones es la que define a dichos consumos como ―indirectos‖. Los mismos deben ser
asignados a las mesas, pero con alguna metodología que, aunque razonable, siempre será
discutible dado que no existen unidades de consumo claras como para los costos directos. En
general se deberá decidir, de manera arbitraria, una unidad de medida para asignarlos, por
ejemplo, la cantidad de bienes producidos, no importando su tipo y valor.
A este tipo de situaciones se refiere el párrafo que menciona ―bases razonables que consideren la
naturaleza del servicio adquirido o producido y la forma en que sus costos se han generado‖.
De manera complementaria con la concepción de los costos domo directos e indirectos, puede
considerarse a los mismos como ―fijos‖ o ―variables‖
Un costo será fijo si no se altera frente a cambios en un ―factor de costos‖, donde este último
concepto puede ser definido como ―cualquier variable que afecte a los costos‖. Los factores de
costos normalmente dominantes son la producción y las ventas y, para el caso de los costos
relacionados a bienes de cambio, se refieren a producción. Por lo tanto, un costo será fijo si no se
altera frente a cambios en los volúmenes de producción.
En este contexto, la materia prima será un costo variable ya que, a mayor producción, más materia
prima se consumirá, y el alquiler de un espacio destinado a la producción será un costo fijo ya que
el mismo no dependerá de los volúmenes generados (dentro de ciertos rangos productivos).
En general, y con las particularidades indicadas más adelante, se adopta el modelo de ―costeo
completo‖, que considera ―costos necesarios‖ tanto a los provenientes de los factores de
comportamiento variable como a los provenientes de los factores de comportamiento fijo que
intervienen en la producción.
Los componentes de los costos originalmente medidos en una moneda extranjera deben
convertirse a moneda argentina.
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3.1.2.Costos financieros
Se considerarán costos financieros los intereses (explícitos o implícitos), actualizaciones
monetarias, diferencias de cambio, premios por seguros de cambio o similares derivados de la
utilización de capital ajeno, netos, en su caso, de los correspondientes resultados por exposición al
cambio en el poder adquisitivo de la moneda.
Tratamiento preferible
Los costos financieros deben ser reconocidos como gastos del período en que se devengan.
14
Rt 17 4.2.7
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d) las actividades necesarias para dejar el activo en condiciones de uso o venta no se
encuentran sustancialmente completas; y
e) el activo no está en condiciones de ser vendido, usado en la producción de otros bienes o
puesto en marcha, lo que correspondiere al propósito de su producción, construcción,
montaje o terminación.
En caso de ser aplicado el tratamiento alternativo debe hacerse consistentemente para todos los
costos financieros definidos por esta norma y con todos los activos que cumplan con las
condiciones indicadas previamente.
Las situaciones referidas en el inciso e) deben evaluarse para cada activo en particular, aunque la
producción, construcción, montaje o terminación forme parte de la de un grupo mayor de activos.
En este supuesto, la activación de los costos financieros debe limitarse a cada parte, al ser
terminada.
La imputación de los costos financieros se hará mensualmente. Las normas también incluyen una
metodología para la aplicación de los conceptos antes mencionados.
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3.1.3.Bienes adquiridos
El costo de un bien o servicio adquirido es la suma del precio que debe pagarse por su adquisición
al contado y de la pertinente porción asignable de los costos de compras y control de calidad.
Los componentes financieros implícitos que, con motivo de la aplicación de las normas anteriores,
se segreguen de los precios correspondientes a operaciones a plazo son costos financieros que
deben ser tratados de acuerdo con las consideraciones del punto referido a los costos financieros.
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3.1.4.Bienes producidos
El costo de un bien producido es la suma de:
a) los costos de los materiales e insumos necesarios para su producción;
b) sus costos de conversión (mano de obra, servicios y otras cargas), tanto variables como
fijos;
c) los costos financieros que puedan asignárseles
El costo de los bienes producidos no debe incluir la porción de los costos ocasionados por:
a) improductividades físicas o ineficiencias en el uso de los factores en general;
b) la ociosidad producida por la falta de aprovechamiento de los factores fijos originada en la
no utilización de la capacidad de planta a su ―nivel de actividad normal‖.
Los importes correspondientes a cantidades anormales de materiales, mano de obra u otros costos
de conversión desperdiciados, razonablemente determinables y que distorsionen el costo de los
bienes producidos, no participarán en su determinación y deben ser reconocidas como resultados
del período.
El ―nivel de actividad normal‖ es el que corresponde a la producción que se espera alcanzar como
promedio de varios períodos bajo las circunstancias previstas, de modo que está por debajo de la
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RT 17 4.2.2
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Rt 17 4.2.6
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capacidad total y debe considerarse como un indicador realista y no como un objetivo ideal. El
número de períodos a considerar para el cálculo de dicho promedio debe establecerse con base en
el criterio profesional, teniendo en cuenta la naturaleza de los negocios del ente y otras
circunstancias vinculadas, entre otros, con los efectos cíclicos de la actividad, los ciclos de vida de
los productos elaborados y la precisión de los presupuestos.
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3.1.5.Bienes incorporados por aportes y donaciones
La medición original de estos bienes se efectuará a sus valores corrientes a la fecha de
incorporación.
Dado que la expresión ―valores corrientes‖ incluye una serie de conceptos (de entrada, salida, uso)
la medición deberá realizarse con aquel que mejor represente el grado de avance en el proceso de
generación de resultados y sea representativo de la riqueza poseída.
Dependiendo del tipo de bien que se reciba, el tipo de valor corriente aplicable puede cambiar de
uno a otro de los mencionados a fin de cumplir con las premisas del párrafo anterior.
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3.1.6.Bienes incorporados por trueque
La medición original de estos bienes se efectuará a su costo de reposición a la fecha de
incorporación, reconociendo el correspondiente resultado por tenencia del activo entregado.
Para este caso, de manera específica, se indica que deberá elegirse de entre los valores
corrientes, al costo de reposición de la fecha de la incorporación.
Dado que no se realiza pago alguno por la metodología del trueque, es muy probable que exista
una diferencia de valor entre el costo de reposición del nuevo bien y la medición contable del bien
entregado.
Dicha medición será considerada resultado por tenencia e imputada al resultado del período.
Si los costos estuvieran expresados en moneda extranjera sus importes se convertirán a moneda
argentina utilizando el tipo de cambio del momento de la medición.
No se quiere indicar con esto que se trate de bienes de cambio únicos o especiales, sino que en
realidad existen ciertas condiciones de mercado o contractuales que hacen que el criterio más
adecuado no sea el costo de reposición por estar el proceso de generación de resultados en
etapas más avanzadas.
17
RT 17 4.2.3
18
RT 17 4.2.4
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RT17 5.5.4
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Estas condiciones pueden incluir, entre otras:
a) Existencias de mercados transparentes
b) Demanda en general que adquiere cualquier cantidad de bienes ofrecidos dentro de ciertos
rangos
c) Contratos que aseguran operaciones futuras
De acuerdo a las normas nacionales, las categorías previstas son las que se describen en los
puntos siguientes.
Por lo tanto, el punto se está refiriendo para bienes que pueden ser cambiados por otros de igual
calidad y especie, por ejemplo, un libro de un título, autor y edición, puede ser reemplazado por
otro ejemplar de mismo título, autor y edición (no sería posible, por ejemplo, si tuviera una
dedicatoria manuscrita y específica del autor que podría darle otro valor de mercado).
En general, los bienes de cambio pueden ser considerados fungibles, sin embargo, en este punto,
la norma se refiere a bienes de cambio fungibles, con mercado transparente y que puedan ser
comercializados sin esfuerzo significativo
La cantidad de bienes que cumplen con la totalidad de requisitos para aplicar este punto de
valoración se vuelve ahora más restringida.
Automóviles y motocicletas podrían ser ejemplos de bienes fungibles, para los que existe
información transparente a través de publicaciones en periódicos o internet de oferta y demanda,
pero que no constituyen un mercado transparente capaz de absorber las ofertas en el momento en
que sean realizadas.
Ganado en pié y granos son ejemplos de bienes que sí cumplirían con las condiciones requeridas.
Dado que las condiciones contractuales aseguran que el proceso de generación de resultados está
cercano a finalizar, el valor más adecuado para la medición de los bienes para los que se cumplan
las condiciones detalladas en el párrafo anterior es el de salida.
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RT 17 5.5.1
21
RT 17 5.5.2
12
Se los medirá al valor neto de realización
Puede darse el caso entonces, que en una empresa, un determinado lote de ciertos bienes para
los que su medición general se la de costo de reposición, sea valuado a su valor neto de
realización si es posible verificar en la fecha de los estados contables que las condiciones de este
punto se cumplen.
En los restantes casos, se utilizará el costo de reposición de los bienes con similar grado de
avance de la producción o construcción, tomado de un mercado activo o, si esto no fuera posible,
su costo de reproducción, para cuya determinación se considerarán:
a) las normas referidas a bienes de cambio producidos y
b) los métodos habitualmente seguidos por el ente para aplicarlas.
Es el conjunto de los costos medidos en valores corrientes del mes en que se reconocen,
atribuibles a la producción o adquisición de los bienes o a la generación de los servicios cuya venta
da origen al concepto.
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Para el reconocimiento de los costos, en general, se deberán seguir las siguientes reglas:
La medición de los costos se hará empleando los criterios de medición contable de los activos
enajenados o consumidos o de los pasivos asumidos. En los estados contables intermedios, se
aplicarán los mismos criterios de reconocimiento de variaciones patrimoniales que en los estados
contables de cierre de ejercicio, salvo que una norma particular indique lo contrario. Su imputación
a períodos se hará aplicando las siguientes reglas:
a) si el costo se relaciona con un ingreso determinado, debe ser cargado al resultado del
mismo período al que se imputa el ingreso;
b) si el costo no puede ser vinculado con un ingreso determinado pero sí con un período,
debe ser cargado al resultado de éste;
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RT 17 5.5.3
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RT 9 IV.B.2
24 to
RT 17 4.7 5
13
c) si no se da ninguna de las dos situaciones anteriores, el costo debe ser cargado al
resultado de inmediato.
La aplicación estricta de los conceptos anteriores implicaría realizar el cálculo del costo de la
mercadería vendida mes a mes, en términos de los valores corrientes de reposición de los bienes
vendidos en dichos períodos.
Adicionalmente, para este punto en particular, la norma indica una excepción al cálculo del costo
de ventas a valores corrientes para los entes pequeños (EPEQ), los que podrán optar por calcular
el costo de ventas por diferencia entre el inventario inicial medido a costos de reposición del inicio,
las compras medidas a su costo de incorporación al patrimonio, y el inventario final medido a
costos de reposición del cierre.
El costo de ventas así calculado no permite segregar los resultados de tenencia, distorsionando el
margen bruto.
De optarse por esta alternativa, en nota a los estados contables se debe explicitar que los costos
de ventas calculados pueden incluir resultados de tenencia no cuantificados
Por aplicación del criterio de costo-beneficio, la última opción es la más difundida entre las
empresas para el cálculo del costo de la mercadería vendida.
Es necesario señalar que la misma no afecta los saldos patrimoniales, por lo que el impacto en el
resultado será nulo. No así en el monto de las causas de los resultados expuestas en el estado de
resultados.
6. Normas internacionales
6.1. Generalidades
Las Normas internacionales tratan a la temática de bienes de cambio en su NIC 2: INVENTARIOS.
Los párrafos y temas más relevantes se transcriben a continuación.
Objetivo
1. El objetivo de esta Norma es prescribir el tratamiento contable de las existencias. Un
tema fundamental en la contabilidad de las existencias es la cantidad de coste que debe
reconocerse como un activo, y ser diferido hasta que los correspondientes ingresos
ordinarios sean reconocidos. Esta Norma suministra una guía práctica para la determinación de
ese coste, así como para el posterior reconocimiento como un gasto del ejercicio,
incluyendo también cualquier deterioro que rebaje el importe en libros al valor neto
realizable. También suministra directrices sobre las fórmulas de coste que se utilizan para atribuir
costes a las existencias.
25
RT 17 4.3.4
14
Definiciones
6. Los siguientes términos se usan, en la presente Norma, con el significado que a
continuación se especifica:
Valor razonable es el importe por el cual puede ser intercambiado un activo o cancelado
un pasivo, entre partes interesadas y debidamente informadas, que realizan una
transacción en condiciones de independencia mutua.
7. El valor neto realizable hace referencia al importe neto que la entidad espera obtener por la
venta de las existencias, en el curso normal de la explotación. El valor razonable refleja el importe
por el cual esta misma existencia podría ser intercambiada en el mercado, entre
compradores y vendedores interesados y debidamente informados. El primero es un valor
específico para la entidad, mientras que este último no. El valor neto realizable de las
existencias puede no ser igual al valor razonable menos los costes de venta.
Las definiciones contenidas en las normas internacionales no tienen mayores discrepancias con
las nacionales
Costos de adquisición
11. El coste de adquisición de las existencias comprenderá el precio de compra, los
aranceles de importación y otros impuestos (que no sean recuperables posteriormente de las
autoridades fiscales), los transportes, el almacenamiento y otros costes directamente
atribuibles a la adquisición de las mercaderías, los materiales o los servicios. Los
descuentos comerciales, las rebajas y otras partidas similares se deducirán para determinar
el coste de adquisición.
Costos de transformación
12. Los costes de transformación de las existencias comprenderán aquellos costes
directamente relacionados con las unidades producidas, tales como la mano de obra directa.
También comprenderán una parte, calculada de forma sistemática, de los costes indirectos,
variables o fijos, en los que se haya incurrido para transformar las materias primas en
productos terminados. Costes indirectos fijos son todos aquéllos que permanecen
relativamente constantes, con independencia del volumen de producción, tales como la
amortización y mantenimiento de los edificios y equipos de la fábrica, así como el coste de gestión
y administración de la planta. Costes indirectos variables son todos aquéllos que varían
15
directamente, o casi directamente, con el volumen de producción obtenida, tales como los
materiales y la mano de obra indirecta.
13. El proceso de distribución de los costes indirectos fijos a los costes de transformación se
basará en la capacidad normal de trabajo de los medios de producción. Capacidad normal es la
producción que se espera conseguir en circunstancias normales, considerando el
promedio de varios ejercicios o temporadas, y teniendo en cuenta la pérdida de capacidad que
resulta de las operaciones previstas de mantenimiento. Puede usarse el nivel real de
producción siempre que se aproxime a la capacidad normal. La cantidad de coste indirecto fijo
distribuido a cada unidad de producción no se incrementará como consecuencia de un nivel bajo
de producción, ni por la existencia de capacidad ociosa. Los costes indirectos no distribuidos se
reconocerán como gastos del ejercicio en que han sido incurridos. En periodos de
producción anormalmente alta, la cantidad de coste indirecto distribuido a cada unidad de
producción se disminuirá, de manera que no se valoren las existencias por encima del coste. Los
costes indirectos variables se distribuirán, a cada unidad de producción, sobre la base del nivel real
de uso de los medios de producción.
Otros costos
15. En el cálculo del coste de las existencias, se incluirán otros costes, en el, siempre que se
hubiera incurrido en ellos para dar a las mismas su condición y ubicación actuales. Por
ejemplo, podría ser apropiado incluir como coste de las existencias, algunos costes
indirectos no derivados de la producción o los costes del diseño de productos para clientes
específicos.
16. Son ejemplos de costes excluidos del coste de las existencias, y por tanto reconocidos como
gastos del ejercicio en el que se incurren, los siguientes:
b) los costes de almacenamiento, a menos que esos costes sean necesarios en el proceso
productivo, previos a un proceso de elaboración ulterior;
c) los costes indirectos de administración que no hayan contribuido a dar a las existencias
d) su condición y ubicación actuales; y
e) los costes de venta.
17. En la NIC 23 Costes por intereses, se identifican las limitadas circunstancias en las que los
costes financieros se incluirían en el coste de las existencias.
18. Una entidad puede adquirir existencias con pago aplazado. Cuando el acuerdo contenga
16
de hecho un elemento de financiación, como puede ser, por ejemplo, la diferencia entre el precio
de adquisición en condiciones normales de crédito y el importe pagado, este elemento se
reconocerá como gasto por intereses a lo largo del periodo de financiación.
En el párrafo anterior se encuentra una expresión que se presta a dos interpretaciones posibles,
26
por un lado, la expresada por el autor Fowler Newton para el que el párrafo es confuso e invita a
no segregar los componentes financieros, cuando su opinión es la de la segregación en todos los
casos.
27
La otra es la contenida en textos de otros autores, como por ejemplo, Casinelli y del estudio
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KPMG que entienden que la expresión ―precio de adquisición en condiciones normales del
crédito‖ es equivalente al precio de contado. De esta manera, solo se segregarían como
componentes financieros los importes calculados como la diferencia entre lo pagado y dicha
expresión de contado.
19. En el caso de que un prestador de servicios tenga existencias, las valorará por los costes que
suponga su producción.
Estos costes se componen fundamentalmente de mano de obra y otros costes del personal
directamente involucrado en la prestación del servicio, incluyendo personal de supervisión y otros
costes indirectos distribuibles. La mano de obra y los demás costes relacionados con las ventas, y
con el personal de administración general, no se incluirán en el coste de las existencias, pero se
contabilizarán como gastos del ejercicio en el que se hayan incurrido. Los costes de las existencias
de un prestador de servicios no incluirán márgenes de ganancia ni costes indirectos no
distribuibles que, a menudo, se tienen en cuenta en los precios facturados por el prestador
de servicios.
Dado que se trabaja en con valores de entrada o valores de salidas, se incluyen parámetros de
medición para cada uno de los mismos
26
Normas Internacionales de Información Financiera.
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Hernán Pablo Casinelli. NIIF – La globalización del lenguaje de los negocios. Cap 12.
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Las NIIF comentadas. Guía práctica de KPMG. Ed 2008-2009
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de forma regular y, si es preciso, se cambiarán los estándares siempre y cuando esas condiciones
hayan variado.
22. El método de los minoristas se utiliza a menudo, en el sector comercial al por menor, para la
valoración de existencias, cuando haya un gran número de artículos que rotan velozmente,
que tienen márgenes similares y para los cuales resulta impracticable utilizar otros métodos de
cálculo de costes. En este método, el coste de las existencias se determinará deduciendo,
del precio de venta del artículo en cuestión, un porcentaje apropiado de margen bruto. El
porcentaje aplicado tendrá en cuenta la parte de las existencias que se han marcado por
debajo de su precio de venta original. A menudo se utiliza un porcentaje medio para cada
sección o departamento comercial.
24. La identificación específica del coste significa que cada tipo de coste concreto se
distribuirá entre ciertas partidas identificadas dentro de las existencias. Este procedimiento será el
tratamiento adecuado para aquellos productos que se segreguen para un proyecto
específico, con independencia de que hayan sido producidos por la entidad o comprados en el
exterior. Sin embargo, la identificación específica de costes resultará inadecuada cuando, en las
existencias, haya un gran número de productos que sean habitualmente
intercambiables. En estas circunstancias, el método para seleccionar qué productos
individuales van a permanecer en la existencia final, podría ser utilizado para obtener
efectos predeterminados en el resultado del ejercicio.
25. El coste de las existencias, distintas de las tratadas en el párrafo 23, se asignará
utilizando los métodos de primera entrada primera salida (FIFO) o coste medio
ponderado. La entidad utilizará la misma fórmula de coste para todas las existencias que tengan
una naturaleza y uso similares dentro de la misma. Para las existencias con una naturaleza o uso
diferente, puede estar justificada la utilización de fórmulas de coste también diferentes.
Las NIIF no aceptan la utilización del método de asignación de salidas LIFO (UEPS)
26. Por ejemplo, dentro de la misma entidad, las existencias utilizadas en un segmento del negocio
pueden tener un uso diferente del que se da al mismo tipo de existencias, en otro segmento del
negocio. Sin perjuicio de lo anterior, la diferencia en la ubicación geográfica de las existencias (o
en las reglas fiscales correspondientes) no es, por sí misma, motivo suficiente para justificar
el uso de fórmulas de coste diferentes.
27. La fórmula FIFO, asume que los productos en existencias comprados o producidos
antes, serán vendidos en primer lugar y, consecuentemente, que los productos que queden en la
existencia final serán los producidos o comprados más recientemente.
Si se utiliza el método o fórmula del coste medio ponderado, el coste de cada unidad de
producto se determinará a partir del promedio ponderado del coste de los artículos
similares, poseídos al principio del ejercicio, y del coste de los mismos artículos comprados o
producidos durante el ejercicio. Se puede calcular el promedio periódicamente o después de recibir
cada envío adicional, dependiendo de las circunstancias de la entidad.
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caído. Asimismo, el coste de las existencias puede no ser recuperable si los costes
estimados para su terminación o su venta han aumentado. La práctica de rebajar el saldo, hasta
que el coste sea igual al valor neto realizable, es coherente con el punto de vista según el cual los
activos no se valorarán en libros por encima de los importes que se espera obtener a
través de su venta o uso.
29. Generalmente, la rebaja del valor hasta alcanzar el valor neto realizable, se calculará
para cada partida de las existencias.
En algunas circunstancias, sin embargo, podría resultar apropiado agrupar partidas similares o
relacionadas. Este puede ser el caso de las partidas de existencias relacionadas con la
misma línea de productos, que tengan propósitos o usos finales similares, se produzcan y vendan
en la misma área geográfica y no puedan ser, por razones prácticas, evaluadas
separadamente de otras partidas de la misma línea. No será apropiado realizar las rebajas
del valor a partir de partidas que reflejen clasificaciones completas de las existencias, por ejemplo
sobre la totalidad de los productos terminados, o sobre todas las existencias en una actividad o
segmento geográfico determinados. Los prestadores de servicios acumulan, generalmente,
sus costes en relación con cada servicio para el que se espere cargar un precio separado
al cliente. Por tanto, cada servicio así identificado se tratará como una partida separada.
30. Las estimaciones del valor neto realizable se basarán en la información más fiable de que se
disponga, en el momento de hacerlas, acerca del importe por el que se espera realizar las
existencias. Estas estimaciones tendrán en consideración las fluctuaciones de precios o costes
relacionados directamente con los hechos posteriores al cierre, en la medida que esos hechos
confirmen condiciones existentes al final del ejercicio.
31. Al hacer las estimaciones del valor neto realizable, se tendrá en consideración el
propósito para el que se mantienen las existencias. Por ejemplo, el valor neto realizable del importe
de existencias que se tienen para cumplir con los contratos de venta o de prestación de servicios,
se basará en el precio que figura en el contrato en cuestión. Si los contratos de ventas son por una
cantidad inferior a la reflejada en existencias, el valor neto realizable del exceso se determinará
sobre la base de los precios generales de venta. Pueden aparecer provisiones o pasivos
contingentes por contratos de venta firmes que excedan las cantidades de productos en
existencia, o bien de productos que vayan a obtenerse por contratos de compra firmes.
Estas provisiones o pasivos contingentes se tratarán contablemente de acuerdo con la NIC 37
Provisiones, activos contingentes y pasivos contingentes.
32. No se rebajará el valor de las materias primas y otros suministros, mantenidos para su uso en
la producción de existencias, para situar su importe en libros por debajo del coste, siempre que se
espere que los productos terminados a los que se incorporen sean vendidos al coste o por encima
del mismo. Sin embargo, cuando una reducción, en el precio de las
materias primas, indique que el coste de los productos terminados excederá a su valor neto
realizable, se rebajará su importe en libros hasta cubrir esa diferencia. En estas
circunstancias, el coste de reposición de las materias primas puede ser la mejor medida
disponible de su valor neto realizable.
33. Se realizará una evaluación del valor neto realizable en cada ejercicio posterior. Cuando las
circunstancias, que previamente causaron la rebaja del valor, hayan dejado de existir, o cuando
exista una clara evidencia de un incremento en el valor neto realizable como consecuencia
de un cambio en las circunstancias económicas, se revertirá el importe de la misma, de manera
que el nuevo valor contable sea el menor entre el coste y el valor neto realizable revisado. Esto
ocurrirá, por ejemplo, cuando un artículo en existencias, que se contabilicen por su valor neto
realizable porque ha bajado su precio de venta, esté todavía en existencias de un ejercicio
posterior y su precio de venta se haya incrementado.
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Las consideraciones para el cálculo del VNR son más extensas que en las normas argentinas. Es
remarcable que señalen en el párrafo 30 la consideración de hechos posteriores al cierre
35. El coste de ciertas existencias puede ser incorporado a otras cuentas de activo, por
ejemplo las existencias que se empleen como componentes de los trabajos realizados, por la
entidad, para los elementos del inmovilizado material. El valor de las existencias distribuido a otros
activos de esta manera, se reconocerá como gasto a lo largo de la vida útil de los mismos.
38. El importe de las existencias reconocido como gasto durante el ejercicio, denominado
generalmente coste de las ventas, comprenderá los costes previamente incluidos en la
valoración de los productos que se hayan vendido, así como los costes indirectos no
distribuidos y los costes de producción de las existencias por importes anómalos. Las
circunstancias particulares de cada entidad podrían exigir la inclusión de otros costes, tales como
los costes de distribución.
39. Algunas entidades adoptan un formato para la presentación del resultado del ejercicio en el que
se presentan los importes diferentes a la cifra de coste de las existencias reconocido como gasto
durante el ejercicio. Según este formato, la entidad presentará un análisis de los gastos mediante
una clasificación basada en la naturaleza de estos gastos. En este caso, la entidad revelará los
costes reconocidos como gastos de materias primas y consumibles, costes de mano de
obra y otros costes, junto con el importe del cambio neto en las existencias para el ejercicio.
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