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14 agosto de 2020

Estética
Actividad #5
Mtra. Tania Espinoza Altamirano
Alberto Vázquez Quiroz

Estética cotidiana
Como ya se sabe, la Estética es la responsable del estudio de la belleza.
Diferentes corrientes y perspectivas han surgido en torno a este tema a lo largo de
la historia. Una de las corrientes más recientes es la Estética cotidiana, que tiene
su origen en la segunda mitad del siglo XX, y cuyo campo de estudio pretende ser
todas aquellas actividades del día a día, analizadas desde un punto de vista
estético.
En realidad, es muy complejo saber cuáles son los límites de la Estética cotidiana
puesto que la cotidianeidad puede llegar a abarcar muchísimos aspectos,
dependiendo del contexto y la cultura desde la cual se perciba.
Así, para algunos la Estética cotidiana debería abarcar todo aquello que, por lo
general, no entra en el campo del cual se encarga el estudio de la belleza; para
otros, el límite es estudiar aquello que ciertamente sea poco probable de entrar en
el ámbito antes mencionado, pero limitado exclusivamente a cosas más concretas
de lo cotidiano, tales como actividades comunes a la mayoría de los individuos:
vestuarios, comidas, desplazamiento diario, entre otros.
De este modo, evidentemente surge una diferencia de pensamiento entre aquellos
que pretenden abarcar y expandir lo cotidiano de forma general a todo lo que no
sea arte o naturaleza, y quienes pretenden delimitar de una forma más restrictiva
el concepto de lo cotidiano.
En la cuestión de ‘¿Qué es lo cotidiano?’ debe tomarse en cuenta que cada
persona tiene su propio concepto de cotidiano puesto que éste se compone de
singularidades que, al final, llegan a formar en conjunto una propia cotidianeidad.
Si bien esta nueva Estética busca que la vida diaria se vea desde otra perspectiva,
evidentemente más encaminada a la belleza y al arte, en lo persona creo que ésta
debe ser restrictiva, puesto que no cualquier cosa puede alcanzar el grado de
sublime. Si se generaliza y se abre la puerta a que cualquier objeto pueda ser
considerada una pieza de arte solo porque sí, entonces se estaría devaluando el
concepto de belleza.
Para mí, no es el individuo quien debe definir totalmente (pues muchas veces lo
hace bajo parámetros exclusivamente subjetivos) lo que es bello, sino que es el
objeto o la acción quienes, a través de lo que son, definirán el grado de estética
que pudieran poseer.
BIBLIOGRAFÍA
1. ROMERO RAMÍREZ, M.A., Estética de lo cotidiano. Un acercamiento
desde G. K. Chesterton, Bogotá 2019, [Universidad Sergio Arboleda].

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