Está en la página 1de 1

LO QUE LOS PASTORES ESPERAMOS DE LA IGLESIA

Romanos 12: Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro
culto racional.
Cada miembro de la iglesia debe preguntarse: ¿Qué puede mi pastor esperar de mí?
I. Los pastores esperamos que sean cristianos consagrados
 Se requiere que cada miembro sea convertido.
 Que viva una vida completamente consagrada.
 El objetivo de enseñar la Palabra es: 2 Tim 3:17a fin de que el hombre de Dios
sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
II. Los pastores esperamos que crezcan en gracia y sabiduría
 Lucas 2:52 “Y Jesús crecía en sabiduría, y en gracia para con Dios y los hombres”.
 Crecer en Gracia para con DIOS es: Relación, servicio y obediencia.
 Crecer en Gracia para con los hombres es: Relación y respeto hacia los demás.
 1 Cor. 15:58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes,
creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor
no es en vano.
 El pastor espera que los miembros crezcan y se desarrollen hasta que tengan un
carácter bien formado.
III. Los pastores esperamos que sean fieles a la iglesia
 La iglesia es digna de nuestra fidelidad.
 El pastor espera que cada miembro sea fiel en servir. 1 Cor. 4 1,2 Así, pues,
téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los
misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno
sea hallado fiel.
 Fiel en sus diezmos y ofrendas. Gen. 28:22 Y esta piedra que he puesto por
señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
Heb. 7:8-10 Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí,
uno de quien se da testimonio de que vive. 9 Y por decirlo así, en Abraham pagó
el diezmo también Leví, que recibe los diezmos; 10 porque aún estaba en los
lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
 Fiel en congregarse. Heb. 10:24,25 Y considerémonos unos a otros para
estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis
que aquel día se acerca.

También podría gustarte