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2018
MACROECONOMIA
Tapia, Axel
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2012
El crecimiento de la economía mundial en 2012 fue menor que el año anterior debido, entre otros
factores, al proceso de desendeudamiento en los principales países avanzados, las dificultades en
la zona del euro y la incertidumbre sobre la magnitud del ajuste fiscal previsto para 2013 en
Estados Unidos. La desaceleración del crecimiento mundial fue generalizada. En particular, el
ritmo de expansión de la economía mundial, que pasó de 4.0 por ciento en 2011 a 3.2 por ciento
en 2012, afectó tanto a las economías avanzadas como a las emergentes, si bien estas últimas
siguieron creciendo a un ritmo mayor que las primeras. La inflación a nivel mundial registró una
tendencia a la baja durante la mayor parte de 2012 ante la desaceleración de la actividad
económica global y menores precios internacionales de la mayoría de los productos primarios. En
este entorno, la política monetaria de las economías avanzadas y en la mayoría de las emergentes
se volvió más acomodaticia durante 2012. Cabe destacar que, en el contexto de tasas de interés
de referencia cercanas a cero, los bancos centrales de algunas de las principales economías
avanzadas también adoptaron medidas no convencionales adicionales, con el objeto de apoyar la
recuperación económica y el empleo. Los mercados financieros internacionales registraron una
elevada volatilidad durante el segundo trimestre de 2012 y la mayor parte del tercero debido,
principalmente, al agravamiento de las dificultades de refinanciamiento de diversos países de la
zona del euro, ante el surgimiento de dudas respecto a la capacidad de algunos países de la región
para alcanzar sus metas de consolidación fiscal. Ello, junto con un detrimento de las perspectivas
de crecimiento de la economía mundial, se reflejó en el deterioro de las condiciones en los
mercados financieros internacionales. Sin embargo, en los últimos meses del año los mercados
financieros tuvieron una mejoría significativa, principalmente como resultado del mayor estímulo
monetario en las principales economías avanzadas, del anuncio de medidas por parte del Banco
Central Europeo para apoyar la liquidez y mejorar el funcionamiento de los mercados de deuda
soberana e interbancario en la zona del euro, y de los avances observados hacia una mayor
integración financiera y bancaria de la región. Cabe resaltar que durante el año que se reporta,
dichas medidas fueron fundamentales para sostener la recuperación de la actividad económica y
evitar una fragmentación de los mercados financieros internacionales. La mayor volatilidad en los
mercados financieros internacionales durante el segundo trimestre del año y la mayor parte del
tercero contribuyó a un aumento en la demanda de activos percibidos como de menor riesgo. No
obstante, la mejoría observada durante los últimos meses del año en dichos mercados se reflejó
en un repunte de los flujos de capital hacia los mercados emergentes. Ello resultó en una
apreciación de las monedas y en alzas de los índices accionarios de la mayoría de las economías
emergentes. La fortaleza de los fundamentos macroeconómicos de la economía mexicana
permitió que durante 2012 la actividad económica del país presentara una tendencia positiva y
registrara un crecimiento anual del PIB de 3.9 por ciento. No obstante, la desaceleración de la
economía mundial y la volatilidad de los mercados financieros internacionales condujeron a un
menor ritmo de crecimiento de la actividad productiva en México durante el segundo semestre del
año, en relación al primero. En particular, este entorno global propició menores tasas de
expansión de las exportaciones y la transmisión de este choque a algunos componentes de la
demanda interna. En este contexto, no se registraron presiones derivadas del comportamiento de
la demanda agregada sobre la inflación ni sobre las cuentas externas del país. Ello fue evidente en
el comportamiento de diversos indicadores relacionados con las condiciones de holgura que
prevalecieron en la economía durante 2012, en particular, con una ausencia de presiones de
demanda en los mercados de los principales insumos para la producción, tales como el laboral y el
de crédito. Al respecto, destaca que el ritmo de crecimiento de la economía registrado durante
2012 E Resumen condujo a que la brecha del producto se haya mantenido cerca de cero. Desde
finales de los años noventa la inflación general anual ha mostrado un proceso de convergencia
hacia la meta establecida por el Banco de México de 3 por ciento. Así, este indicador finalizó 2012
dentro del intervalo de variabilidad de más o menos un punto porcentual alrededor de la meta
señalada. Al cierre de 2012 la inflación general anual se ubicó en 3.57 por ciento, mientras que en
diciembre de 2011 fue 3.82 por ciento. Sin embargo, durante el curso del año 2012 la inflación
general anual se vio afectada por choques de naturaleza transitoria que incidieron especialmente
sobre los precios de los productos agropecuarios y de las mercancías, los cuales comenzaron a
diluirse hacia el último trimestre del año. Estos factores ocasionaron un repunte temporal de la
inflación general que la ubicó durante algunos meses en niveles superiores a 4 por ciento.
Posteriormente, en el último trimestre del año ésta retomó una tendencia convergente al objetivo
permanente de inflación de 3 por ciento una vez que comenzaron a desvanecerse los choques
referidos. La inflación subyacente anual, que es el principal indicador de la tendencia de mediano
plazo de la inflación, se mantuvo a lo largo del año dentro del intervalo de más o menos un punto
porcentual alrededor de la meta de 3 por ciento, lo cual refleja que el proceso general de
formación de precios no se vio contaminado por los mencionados choques de naturaleza
transitoria. En particular, en diciembre de 2012 este indicador se situó en un nivel de 2.90 por
ciento, lo que implicó una baja respecto al nivel de 3.35 por ciento que se observó en el mismo
mes de 2011. La evolución de la inflación subyacente fue influida por el bajo nivel que exhibió la
variación anual del subíndice de precios de los servicios –rubro del componente subyacente que
refleja en mayor grado las condiciones domésticas de la inflación. Esta variable al cierre de 2012
fue 1.15 por ciento, mientras que en diciembre de 2011 fue 2.40 por ciento. El fortalecimiento del
marco de conducción de la política macroeconómica y la mejoría en los fundamentos económicos
del país durante los últimos años, han permitido que la economía mexicana sea más resistente
ante los diferentes choques que la afectan. Desde hace más de una década, una política monetaria
enfocada en preservar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, junto con una
política fiscal prudente, ha permitido avanzar significativamente en el control de la inflación. Lo
anterior quedó de manifiesto durante 2012. Como se mencionó, en el año una serie de
perturbaciones de oferta afectaron a la economía nacional y propiciaron un repunte transitorio de
la inflación. Sin embargo, los cambios en precios relativos asociados con dichas perturbaciones se
dieron de manera ordenada y sin contaminar el proceso de formación de precios y salarios en la
economía. Considerando lo expuesto y dado que las expectativas de inflación de mediano y largo
plazo permanecieron estables, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió mantener el
objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 4.5 por ciento durante 2012.
2013
Durante el segundo trimestre de 2013 la economía mexicana continuó en proceso de expansión,
de acuerdo con los resultados de los principales indicadores macroeconómicos, aunque si bien a
una menor tasa que la observada en la primera mitad de 2012. El entorno externo se deterioró,
dado que se registraron un crecimiento económico global menor que el anticipado y una mayor
volatilidad en los mercados financieros internacionales en la segunda mitad del trimestre. La
producción industrial de los Estados Unidos se desaceleró, la actividad productiva en la zona del
euro permaneció débil y algunas economías emergentes siguieron perdiendo dinamismo. Los
mercados financieros internacionales tuvieron una volatilidad elevada a partir del 22 de mayo,
cuando comentarios de Ben Bernanke ─presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos
(FED) ─ se interpretaron como un indicio de que a finales de este año la FED podría comenzar el
retiro de estímulos monetarios. Posteriormente, comentarios adicionales del Sr. Bernanke,
realizados el 19 de junio, exacerbaron la volatilidad en los mercados financieros internacionales
provocando reasignaciones en portafolios de inversión hacia activos con menor riesgo. A pesar de
dicha volatilidad, las exportaciones no petroleras crecieron en el trimestre a una tasa anual
ligeramente mayor que la del trimestre anterior. Por otro lado, la demanda interna continuó
creciendo. La expansión del consumo y de la inversión estuvo apuntalada por la generación de
empleos formales, el aumento en el otorgamiento de crédito y el gasto del gobierno federal. Se
estima que durante el segundo trimestre de 2013 el valor real del Producto Interno Bruto (PIB)
haya registrado un crecimiento anual de alrededor de 2.5 por ciento.
Durante el primer trimestre de 2013 el PIB se expandió a una tasa anual de 0.8 por ciento en
términos reales. Cifras ajustadas por estacionalidad indican que el PIB tuvo un crecimiento de 2.2
por ciento con respecto al mismo trimestre del año anterior. A su interior:
• La producción de las actividades primarias aumentó a una tasa anual de 2.8 por ciento. Lo
anterior debido a la mayor producción de cultivos como maíz, trigo y cebada en grano, maíz
forrajero, aguacate, avena forrajera y caña de azúcar, entre otros. Al considerar la estacionalidad,
este sector se incrementó a una tasa anual de 2.7 por ciento.
• La producción industrial registró una disminución anual de 1.5 por ciento debido,
principalmente, a la menor producción de edificación; equipo de transporte; construcción de
obras de ingeniería civil u obra pesada; equipo de generación eléctrica y aparatos y accesorios
eléctricos; e industrias metálicas básicas. Cifras ajustadas por estacionalidad indican que la
producción industrial se incrementó a una tasa de 0.5 por ciento con respecto al mismo trimestre
de 2012.
• La oferta de servicios registró un crecimiento anual de 1.9 por ciento, como resultado del
dinamismo observado en las actividades de información en medios masivos; inmobiliarias y de
alquiler; comercio; financieras y de seguros; y apoyo a los negocios y manejo de desechos y
servicios de remediación. Al excluir el efecto estacional, los servicios se expandieron a un ritmo
anual de 4.1 por ciento.
Al 30 de junio de 2013 el número de trabajadores afiliados al IMSS se ubicó en 16 millones 357 mil
421 personas, nivel que representa un crecimiento anual de 550 mil 591 plazas (3.5 por ciento).
Por tipo de contrato, la afiliación permanente se incrementó en 488 mil trabajadores (88.6 por
ciento del total) y la eventual lo hizo en 62 mil 588 personas (11.4 por ciento del total)
Durante el segundo trimestre de 2013 la tasa de desocupación se ubicó en 4.98 por ciento de la
Población Económicamente Activa (PEA), mientras que un año antes fue de 4.83 por ciento. Cifras
ajustadas por estacionalidad indican que la desocupación se situó en 5.1 por ciento, cifra mayor en
0.14 puntos porcentuales con respecto al mismo trimestre del año anterior. Asimismo, durante el
periodo abril-junio de 2013 la tasa de subocupación fue de 8.44 por ciento de la Población
Ocupada, cifra inferior a la de 8.93 por ciento registrada en el mismo periodo de 2012. Por su
parte, durante el segundo trimestre de 2013 la desocupación en las principales áreas urbanas fue
de 5.91 por ciento de la PEA, tasa mayor en 0.03 puntos porcentuales a la observada durante el
mismo trimestre de 2012. Al considerar la estacionalidad, la desocupación urbana se situó en 5.86
por ciento, en tanto que en el mismo trimestre del año previo fue de 5.83 por ciento.
• La inflación subyacente anual disminuyó en 23 puntos base durante el segundo trimestre del
año, al pasar de 3.02 por ciento en marzo a 2.79 por ciento en junio. Lo anterior se debe a la
menor inflación registrada en las mercancías que fue parcialmente compensada por el incremento
registrado en los precios de los servicios. Dentro del componente subyacente se observó lo
siguiente: - La inflación anual de las mercancías se ubicó en 3.14 por ciento en junio, lo que implicó
una reducción de 67 puntos base con respecto a marzo (3.81 por ciento). Se observó un menor
ritmo de crecimiento tanto en el rubro los alimentos, bebidas y tabaco como en el de las
mercancías no alimenticias. - La inflación anual de los servicios fue de 2.49 por ciento en junio,
aumentando en 14 puntos base con respecto a marzo (2.35 por ciento). Se reportaron aumentos
en los precios de los subíndices de la vivienda y de otros servicios, siendo los más significativos los
observados en este último grupo.
• La inflación no subyacente registró una variación anual de 8.39 por ciento en junio de 2013,
equivalente a un incremento de 10 puntos base con respecto a marzo (8.29 por ciento). Ello se
explica por el incremento en los precios de algunos energéticos y tarifas autorizadas por el
Gobierno, el cual fue parcialmente contrarrestado por el menor ritmo de crecimiento en las
cotizaciones de los productos agropecuarios. Dentro del componente no subyacente se observó lo
siguiente:
La inflación anual de los productos agropecuarios disminuyó en 5.3 puntos porcentuales, al pasar
de 14.29 a 8.99 por ciento de marzo a junio de 2013. Esto se atribuyó a mejores condiciones de
oferta en algunas frutas y verduras. - La inflación anual de los energéticos y tarifas autorizadas por
el Gobierno se incrementó en 3.04 puntos porcentuales, al pasar de 5.02 por ciento en marzo a
8.06 por ciento en junio, debido, principalmente, a incrementos en los precios del gas doméstico
natural y del colectivo, respectivamente.
• Los precios internacionales del petróleo continuaron con una alta volatilidad durante el segundo
trimestre de 2013. El precio del WTI promedió 94.1 dólares por barril, equivalente a un
decremento marginal de 0.2 dólares por barril (-0.2 por ciento) con respecto al precio promedio
registrado en el primer trimestre (94.3 dólares por barril).
2014
Los resultados de los indicadores macroeconómicos disponibles indican que durante el 2014, la
economía mexicana aceleró su ritmo de crecimiento, no obstante el deterioro del entorno
externo. En los mercados financieros internacionales se incrementó la volatilidad de manera
significativa debido a la caída en los precios del petróleo, a la expectativa de que la Reserva
Federal de los Estados Unidos comience a aumentar su tasa de interés de referencia y por
preocupaciones por el crecimiento económico global, en particular en la zona del euro y países
emergentes. Esto se reflejó en una caída de los principales índices accionarios, así como en un
fortalecimiento del dólar frente a otras divisas. En este contexto, México se ha diferenciado de
otras economías emergentes por el ajuste ordenado de sus indicadores financieros.
La demanda interna siguió fortaleciéndose de forma que el consumo y la inversión registraron una
aceleración respecto a lo observado en el periodo enero-septiembre de 2014. En particular,
destacó la recuperación de la industria de la construcción, cuya producción tuvo un crecimiento
anual de 5.7 por ciento en el bimestre octubrenoviembre. El repunte de la demanda interna
estuvo apuntalado por una mayor generación de empleos formales, la recuperación de la
confianza de los consumidores y el crecimiento del crédito.
En 2014 el déficit total se ubicó en 544 mil 991 millones de pesos y sin considerar la inversión de
Pemex fue de 188 mil 302 millones de pesos. Así el déficit público resulta menor a la meta anual
aprobada por el H. Congreso de la Unión en alrededor de 75 mil millones de pesos, en ambos
casos. El Poder Ejecutivo en su compromiso por mantener finanzas públicas sanas y la
transparencia de la información fiscal, reporta que los RFSP, bajo la definición tradicional,
ascendieron a 4.0% del PIB en 2014, por debajo del 4.2% que aprobó el Congreso de la Unión.
Asimismo, en línea con las adecuaciones a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad
Hacendaria antes mencionadas, se publica por primera vez una medida más amplia sobre la
posición fiscal denominada “Requerimientos Financieros del Sector Público Ajustados”. Esta
medida resulta de ajustar los RFSP tradicionales, por el monto de ingresos provenientes de activos
financieros netos que se obtuvieron en el ejercicio. En 2014, de acuerdo con esta nueva medida,
los “RFSP Ajustados” ascienden a 4.7 por ciento del PIB.
Los ingresos presupuestarios del sector público al cuarto trimestre de 2014 se ubicaron en 3
billones 983 mil 412 millones de pesos, monto superior en 0.8 por ciento anual en términos reales
respecto al ejercicio fiscal de 2013. La evolución de los principales rubros de ingreso fue la
siguiente:
Los ingresos tributarios no petroleros ascendieron a 1 billón 815 mil 514 millones de pesos al
incrementarse 6.1 por ciento en términos reales con respecto a 2013. Una vez que se ajustan por
el efecto del programa “Ponte al Corriente” aplicado en 2013, la recaudación tributaria muestra un
crecimiento real anual de 8.7 por ciento. Destacan los crecimientos anuales en la recaudación del
IEPS y del IVA, de 51.7 y 15.2 por ciento en términos reales, respectivamente. La recaudación del
sistema renta disminuyó 2.5 por ciento real, lo que refleja la eliminación del IETU y el IDE a partir
de 2014, al excluir estos recursos, la captación por el sistema renta aumenta 0.4 por ciento real,
mientras que la recaudación por el ISR crece 7.7 por ciento. Estos resultados favorables se
explican, principalmente, por la entrada en vigor de la reforma hacendaria a partir de enero,
incluyendo las nuevas disposiciones y las medidas de administración tributaria.
Los ingresos petroleros se ubicaron en 1 billón 213 mil 348 millones de pesos, inferiores en 7.5
por ciento anual en términos reales a los de 2013. Este resultado se explica, principalmente, por
un menor precio de exportación de la mezcla mexicana de petróleo (9.1 por ciento) y la menor
plataforma de producción (3.3 por ciento), ambos con respecto a 2013, lo cual fue contrarrestado
parcialmente por un mayor precio del gas natural (20.5 por ciento en dólares). Con respecto a lo
programado, los ingresos petroleros fueron inferiores en 52 mil 377 millones de pesos debido,
primordialmente, a la menor producción de crudo y de gas natural, así como a mayores
importaciones de petrolíferos.
Los ingresos propios de las entidades de control presupuestario directo distintas de Pemex se
ubicaron en 654 mil 718 millones de pesos, con un incremento de 2.5 por ciento en términos
reales respecto a 2013. Esto se explica, principalmente, por un mayor valor de las ventas de
energía eléctrica.
Los ingresos no tributarios del Gobierno Federal sumaron 299 mil 832 millones de pesos, lo que
representa un aumento real de 2.8 por ciento con respecto a 2013 debido a mayores ingresos por
aprovechamientos.
Las acciones para el manejo de la deuda interna se orientaron a promover el buen funcionamiento
de los mercados locales, fortalecer la liquidez de los instrumentos del Gobierno Federal y
desarrollar el mercado local en un ambiente de tasas de interés que registró menor volatilidad que
en 2013.
En materia de deuda externa las acciones realizadas durante el año se encaminaron a mejorar los
términos y condiciones de la deuda externa de mercado y fomentar la liquidez de los bonos de
referencia del Gobierno Federal, buscando ampliar y diversificar la base de inversionistas,
manteniendo presencia en los mercados internacionales de mayor importancia y profundidad. En
este sentido se realizaron cinco colocaciones en los mercados internacionales, con emisiones en
dólares americanos, libras esterlinas, euros y yenes. Asimismo, también destaca la colocación
realizada en el mes de noviembre de un nuevo bono de referencia a 10 años en dólares, con el que
el Gobierno Federal introdujo un nuevo estándar internacional en sus contratos de deuda externa.
2015
En el tercer trimestre de 2015, el PIB creció 2.64 por ciento anual, cifra superior a la observada en
el mismo periodo de 2014 (2.30%); además, fue mayor al 2.19 por ciento previsto por el sector
privado y superior al 2.4% estimado por el INEGI. x En el periodo julio-septiembre de 2015, el
impulso económico fue resultado del desempeño positivo, pero diferenciado, de las actividades
que lo integran: las actividades primarias y secundarias perdieron dinamismo al registrar un
aumento de 4.12 y 1.24 por ciento, respectivamente (7.70 y 2.90%, en ese orden, un año atrás);
las terciarias repuntaron al elevarse 3.29 por ciento (1.72% en el mismo periodo de 2014). x Bajo el
análisis de corto plazo, el desempeño económico continuó avanzando. El PIB ajustado por los
factores de estacionalidad se dinamizó al pasar de una elevación de 0.63 por ciento en el segundo
trimestre de 2015 a un aumento de 0.75 por ciento en el tercer, cifra última superior a la
anticipada por INEGI (0.6%).
Con relación al consumo, los ingresos de las empresas comerciales repuntaron en el bimestre
julio-agosto de 2015: las empresas al mayoreo tuvieron un incremento anual de 6.27 por ciento
(1.25% un año atrás), en las de al menudeo aumentaron 6.09 por ciento (2.77% previamente). Con
cifras ajustadas por estacionalidad, los ingresos registraron resultados positivos pero
diferenciados: los de al mayoreo tuvieron un incremento de 0.24 por ciento en el periodo
julioagosto de 2015 con respecto al bimestre anterior (1.43% en mayo-junio de 2015); y, los de al
menudeo tuvieron un alza de 2.02 por ciento (0.87% bimestre anterior). x Con datos del tercer
trimestre de 2015, el valor de las ventas de los establecimientos afiliados a la Asociación Nacional
de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) con más de un año de operación (sin
incluir nuevas tiendas, siendo comparables contra periodos anteriores) se incrementó a un ritmo
anual de 7.53 por ciento; considerando que la inflación anual promedio fue de 2.61 por ciento en
este periodo, la tasa de crecimiento real anual de las ventas se elevó 4.79 por ciento, lo que
representa una mejora respecto a la contracción de 3.09 por ciento que se tuvo en el mismo
trimestre de 2014.
Otro componente de la demanda agregada es la inversión fija bruta, la cual tuvo un crecimiento
anual de 4.64 por ciento en julio de 2015, cifra superior a la que registró en el mismo mes de 2014
(3.17%). Con cifras actualizadas a agosto, la inversión continuó aumentando al presentar un
incremento anual de 2.91 por ciento (4.16% un año atrás). Así, en el periodo julio-agosto de 2015,
la inversión presentó un avance anual de 3.65 por ciento (dato similar a la de un año atrás);
aunque en términos ajustados por estacionalidad, la inversión disminuyó 0.47 por ciento (1.15%
en el bimestre anterior).
En el tercer trimestre del año, sin considerar los factores estacionales, la producción industrial
aumentó 1.1 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, lo que significó un avance de
0.4 puntos porcentuales con relación al trimestre previo. Este resultado se explica por la caída de
5.7 por ciento que mostró el sector minero como efecto de la contracción de 4.8 por ciento en la
extracción de petróleo y gas, mermando los favorables resultados de la industria de la
construcción y las manufacturas que crecieron 3.5 y 2.7 por ciento, respectivamente. Por su parte,
la generación y suministro de electricidad, gas y agua, recuperó su dinamismo al aumentar 3.7 por
ciento como reflejo del incremento de la demanda de los sectores industriales. En conjunto se
observa una ligera mejora en comparación al trimestre anterior, no obstante, las manufacturas
atraviesan por una desaceleración contagiada por el menor crecimiento de la producción
industrial en Estados Unidos y el descenso de la minería petrolera que a pesar de haberse
estabilizado aún registra variaciones negativas.
Con relación a las exportaciones manufactureras mexicanas, éstas desaceleraron en agosto (-2.9%)
y septiembre (-0.6%), reflejando con ello el menor dinamismo de la demanda externa, en
particular de Estados Unidos, principal socio comercial de México. Ello, junto con las menores
exportaciones petroleras, las cuales cayeron en septiembre 49.6 por ciento a tasa anual, que
contribuyeron a un descenso de las exportaciones totales, las cuales registraron una contracción
de 5.0 por ciento en el tercer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2014.
A septiembre de 2015, el número de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS) se ubicó en 17 millones 908 mil 989 personas; es decir, 728 mil 896 nuevas plazas,
equivalente a un crecimiento anual de 4.24 por ciento. Con cifras actualizadas, a octubre del
presente año los afiliados totalizaron 18 millones 055 mil 468, generándose 703 mil 241 nuevos
empleos (4.1%). Al tercer trimestre de 2015, los TPEU -excluye a los trabajadores eventuales del
campo- totalizaron 17 millones 761 mil 278 cotizantes, equivalente a un crecimiento anual de 715
mil 899 nuevas plazas (4.20%); de los cuales 636 mil 530 (88.9%) corresponden a trabajadores
permanentes y 79 mil 369 (11.1%) a eventuales urbanos. Con datos recientes a octubre, los TPEU
ascendieron a 17 millones 904 mil trabajadores; esto es, 696 mil 190 puestos de trabajo,
equivalente a un crecimiento anual de 4.05 por ciento.
En septiembre de 2015, la tasa real de crecimiento anual del salario se situó en 1.70 por ciento,
dato mayor al observado un año atrás de 0.39 por ciento; en tanto, tratándose de la tasa de
crecimiento anual nominal del salario base de cotización al IMSS, ésta se situó en promedio al
tercer trimestre de 2015 en 4.28 por ciento, mientras que un año atrás fue de 4.66 por ciento.
Considerando la información reciente del INEGI, se tiene que al tercer trimestre de 2015, la tasa de
desocupación nacional se ubicó en 4.60 por ciento con relación a la Población Económicamente
Activa (PEA), tasa menor respecto al nivel de la observada en el mismo trimestre de 2014 (5.24%).
En tanto la PEA del país se ubicó en 53.2 millones de personas.
Durante el tercer trimestre de 2015, el peso continuó depreciándose frente al dólar, esto debido al
fortalecimiento de la divisa estadounidense relacionado a la expectativa de normalización de la
política monetaria de Estados Unidos, la caída en los precios de las materias primas y la
preocupación por el débil crecimiento económico mundial. Así, de acuerdo con información de
Banxico, en el tercer trimestre de 2015 el tipo de cambio FIX promedió 16.40 pesos por dólar
(ppd). En el mes de octubre, el comportamiento del tipo de cambio continuó mostrando un
comportamiento al alza al cerrar el mes en 16.52 ppd (30 de octubre).
Ante este panorama internacional, el 28 de septiembre, Banxico a través del Anuncio de la
Comisión de Cambios mencionó que, debido a la continua volatilidad observada en los mercados
internacionales y a que el nivel de las reservas internacionales más la Línea de Crédito Flexible
contratada con el Fondo Monetario Internacional son suficientes para soportar el ritmo de
subastas mantendría los siguientes mecanismos: A partir del 1 de octubre y hasta el 30 de
noviembre de 2015 se subastarán diariamente 200 millones de dólares en las subastas sin precio
mínimo. x Se ofrecerán diariamente 200 millones de dólares mediante subastas con precio mínimo
equivalente al tipo de cambio FIX determinado el día hábil anterior incrementado en 1 por ciento.
Sin embargo, con información actualizada el 19 de noviembre Banxico, a través del Anuncio de la
Comisión de Cambios, realizó las siguientes modificaciones en las medidas tomadas: x A partir del
23 de noviembre de 2015, se suspenden las subastas diarias sin precio mínimo por 200 millones de
dólares (mdd) y se extiende el plazo de vigencia para las subastas diarias con precio mínimo, por lo
que continuarán hasta el 29 de enero de 2016. x Banxico convocará subastas de dólares
suplementarias con precio mínimo, por un monto total adicional de 200 mdd. El precio mínimo de
asignación para estas subastas será equivalente al tipo de cambio FIX determinado el día hábil
inmediato anterior incrementado en 1.5 por ciento.
En septiembre de 2015, la inflación general anual fue de 2.52 por ciento, cifra inferior en 0.35
puntos porcentuales a la observada en junio (2.87%); así, se registró el incremento de precios más
bajo desde que se inició la medición de dicha variable (1970) y, por sexto mes consecutivo desde
que se estableció la meta de inflación (3.0%) y en los últimos nueve meses se mantuvo dentro del
intervalo de variabilidad (2.0-4.0%) establecido por el Banco de México. La evolución de la
inflación se explicó, fundamentalmente, por las reducciones en los precios de los energéticos, de
las telecomunicaciones y las materias primas. Además, el traspaso de la depreciación de la
moneda nacional a los precios ha estado en línea con lo previsto, reflejándose especialmente en el
costo de los bienes durables y no ha dado lugar a efectos de segundo orden.
2016
después de que la inflación general anual alcanzó un mínimo histórico en el último mes de 2015,
las condiciones inflacionarias de la economía continuaron siendo favorables en el periodo que se
reporta. En efecto, si bien en el primer trimestre de 2016 la inflación general anual exhibió un
ligero incremento derivado de algunos factores que la afectaron al alza transitoriamente y que, en
varios casos, habían sido previstos, esta se mantuvo por debajo de la meta permanente. Así, la
inflación general anual promedio aumentó de 2.27 por ciento en el cuarto trimestre de 2015 a
2.69 por ciento en el primer trimestre de 2016. Por una parte, en enero se presentó un efecto
aritmético ocasionado por las reducciones de los precios de los servicios de telefonía fija ocurridos
en enero de 2015, mismas que no se repitieron en el presente año. Adicionalmente, durante
enero y febrero, los precios de algunas hortalizas registraron incrementos considerables, como
consecuencia de factores climáticos. Por su parte, la inflación subyacente mantuvo una moderada
tendencia al alza derivada de ajustes en el precio relativo de las mercancías respecto de los
servicios. En línea con la postura de política monetaria que se ha adoptado, no se han observado
efectos de segundo orden sobre el proceso de formación de precios de la economía. Así, la
combinación de estos factores condujo a que la inflación general anual disminuyera a 2.53 por
ciento en la primera quincena de mayo.
Al interior del componente subyacente de la inflación, cuya variación anual promedio entre el
cuarto trimestre de 2015 y el primer trimestre de 2016 pasó de 2.40 a 2.69 por ciento, y
posteriormente a 2.92 por ciento en la primera quincena de mayo, destaca que: i. En lo que se
refiere al subíndice de precios de las mercancías, su tasa de variación anual continuó reflejando el
ajuste en su precio relativo respecto de los servicios, derivado de la depreciación que presentó el
tipo de cambio real desde finales de 2014. En particular, entre el cuarto trimestre de 2015 y el
primer trimestre de 2016, la variación anual promedio de este subíndice pasó de 2.78 a 3.04 por
ciento. Hacia adentro de este índice, la tasa de variación anual de los precios de las mercancías no
alimenticias se incrementó de 2.98 a 3.17 por ciento en los trimestres mencionados. Por su parte,
la tasa de variación anual promedio del subíndice de precios de las mercancías alimenticias pasó
de 2.55 a 2.88 por ciento entre el cuarto trimestre de 2015 y el primer trimestre de 2016 (Gráfica
5a). ii. Como reflejo del grado de holgura prevaleciente en la economía y del efecto de la reforma
estructural en telecomunicaciones, los precios de los servicios continuaron exhibiendo tasas de
crecimiento relativamente bajas. Así, su tasa de variación anual promedio pasó de 2.09 por ciento
en el cuarto trimestre de 2015 a 2.40 por ciento en el primer trimestre de 2016.
Si bien en el mercado laboral se ha presentado una mejoría en la mayor parte de sus indicadores,
aún prevalecen condiciones de cierta holgura.
2017
Los Requerimientos Financieros del Sector Público, una cuestión clave para el gobierno mexicano,
alcanzaron 1.1% del producto interno bruto (PIB), incluyendo la trasferencia del banco central, y
2.6% del PIB, excluyendo la misma. Estos niveles fueron inferiores a la meta de 2.9% del PIB para
2017. Además, el gobierno utilizó de manera prudente los recursos del banco central para
recomprar deuda y reducir los préstamos en los mercados locales y externos, así como para
incrementar los depósitos en los fondos de estabilización.
En 2017, la Actividad Industrial disminuyó 0.7% en términos reales con relación a e 2016, producto
de la caída en tres de los cuatro sectores que la integran. La Minería disminuyó 7.7%, la
Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos
al consumidor final cayó 1.6%, las Industrias manufactureras se redujeron 0.1%. Por el contrario, la
Industria de la construcción se elevó 3.6 por ciento.
Con base en cifras desestacionalizadas, el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado
Interior (IMCPMI) creció 0.5% durante noviembre de 2017, con relación al nivel del mes inmediato
anterior.
La Inversión Fija Bruta disminuyó en 4.5% en noviembre de 2017, producto de los resultados por
componentes que fueron los siguientes: los gastos de inversión en Maquinaria y equipo total
cayeron en 1.4% (los de origen importado aumentaron 2.0% y los nacionales se redujeron en
5.9%) y los de Construcción disminuyeron 6.8% derivado de la caída de 6.4% en la no residencial y
del aumento de 7.2% en la residencial.
Las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, consultados por el Banco de
México en su encuesta de enero de 2018, han indicado una expectativa de crecimiento anual del
PIB de 2.19% para 2018 y 2.35% para 2019. Mientras que la expectativa de inflación general es de
4.06% para 2018 y 3.65% para 2019.
En lo que respecta a la exportación por países durante el primer mes del 2018, son los mercados
de Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y Alemania representando el 77.3%, 7.4% y 3.2% de
las exportaciones respectivamente.
Los resultados relativos a las expectativas de inflación general y subyacente anual para el cierre de
2018, para los próximos 12 meses, así como para los cierres de 2019 y 2020. La inflación general
mensual esperada para cada uno de los próximos doce meses y los pronósticos de inflación
subyacente.
El contexto externo estuvo marcado por signos encontrados. La economía de Estados Unidos
recuperó un crecimiento más rápido después de la desaceleración de 2016 que había afectado
especialmente a la producción industrial (véase cuadro 1). El precio de la mezcla mexicana de
petróleo.
se recuperó en casi 30% después de haber caído entre 2014 y 2016 a una tercera parte de su valor
en 2013 (cuadro 1, el precio promedio anual de la mezcla fue 98.5 dólares por barril en 2013). Al
mismo tiempo, la elección de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos generó,
especialmente en el primer trimestre del año, un ambiente de incertidumbre y pesimismo en
torno, en particular, al futuro del tlcan y las relaciones entre México y Estados Unidos que, como
veremos, afectó el comportamiento de la economía mexicana de varias maneras. Hacia fines de
año, la aprobación por el Congreso estadounidense de una reforma fiscal que, en particular,
reduce el impuesto sobre la renta a las empresas (de 35 a 21%) generó elementos adicionales de
inquietud sobre sus consecuencias en la recaudación impositiva en México. En materia de política
macroeconómica, ante una continua presión en el mercado cambiario a principios de 2017 y una
aceleración inflacionaria que desbordó el límite superior de la meta de inflación del Banco Central
(en la mayor medida desde el establecimiento del régimen de metas de inflación) la política
monetaria siguió en la postura restrictiva iniciada a fines de 2015 con un diferencial creciente con
respecto a la tasa de interés de la Reserva Federal en Estados Unidos. Esta postura, sin embargo,
no fue crecientemente restrictiva en 2017 si se toma en cuenta que el aumento de la tasa de
interés objetivo (aproximadamente 2.5 puntos porcentuales) fue menor que el de la inflación (3.4
puntos porcentuales), aunque mayor que el de la inflación subyacente (1.5 puntos porcentuales)
). El salario mínimo real se vio además afectado por el cambio ocurrido en la política salarial que
elevó en enero de 2017 el salario mínimo nominal significativamente por encima de la tasa de
inflación pasada, permitiendo un crecimiento real de 4.2% en 2017 (aunque su aumento es mucho
menor en términos de la canasta alimentaria). Vale la pena observar que, contrariamente al
argumento de los que se oponían a abandonar la política de mantener estancado el salario mínimo
real, la revisión al alza de los salarios mínimos se ha traducido en un achatamiento de la
distribución de los ingresos salariales y no en una elevación generalizada de los salarios medios y
altos que comprometa el cumplimiento de la meta de inflación (esta no se cumplió en 2017 pero
no debido al comportamiento de los salarios medios). El salario mínimo como porcentaje del
salario diario de los asegurados del imss ha aumentado ligeramente de 22.4% en 2014 a 24.2% en
2017, mientras que el salario medio nominal del imss se ha mantenido en línea con la meta de
inflación (un aumento de 4.8% en 2017 comparado con 3.8% en 2016). Ello condujo a una ligera
reducción del salario medio real del imss (que a su vez debe haber contribuido a la desaceleración
del consumo privado).
la economía se desaceleró en 2017 pasando la tasa de crecimiento del pib de 2.9% en 2016 a 2%
en 2017 2.3% Con la única excepción de las exportaciones de bienes y servicios, que se vieron
alentadas por la recuperación de la economía de Estados Unidos y un tipo de cambio real
favorable a pesar de su apreciación durante parte del año, todos los componentes de la demanda
final por nuestros bienes y servicios desaceleraron su crecimiento con respecto al 2016.
RESUMEN
El estado de la economía de México ha cambiado, y mucho, desde que el presidente Enrique Peña
Nieto tomó posesión en diciembre de 2012. Desde entonces a la fecha, factores como la
aprobación de las reformas estructurales, la caída de los precios del petróleo, la depreciación del
peso, el Brexit, la victoria de Donald Trump en Estados Unidos o más recientemente la
renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), han causado
movimientos drásticos en los principales indicadores. Aquí te presentamos un comparativo de los
últimos cinco años.
El déficit del Gobierno está en la mira de las calificadoras e inversionistas. A principios de 2017, la
agencia Moody's advirtió del crecimiento de la deuda de México a 2.9% del PIB en 2016 y la
inestabilidad generada en la economía local por la relación entre México y Estados Unidos. Ahora
el panorama muestra un Producto Interno Bruto a un ritmo de crecimiento superior al esperado y
un Donald Trump con menor credibilidad. Las finanzas públicas de México muestran una reducción
en el déficit.
En 2040, ¿cuál será la posición de México en el escenario mundial? ¿Seguirá rezagado con
respecto a las economías emergentes dinámicas, las habrá igualado o las habrá aventajado? ¿La
pobreza en el país habrá aumentado o disminuido? ¿El desempleo y subempleo habrán subido o
descendido? Estas respuestas dependen, en lo fundamental, del ritmo de crecimiento que la
economía mexicana logre en los próximos años. Es claro que nuestra economía no puede seguir
creciendo lentamente, como hasta ahora, pues sería incapaz de absorber en los próximos años la
creciente fuerza de trabajo, y mucho menos podrá abatir la tasa de desempleo y subempleo, así
como los alarmantes niveles de pobreza que prevalecen en el país.