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Actitud Positiva con Inteligencia

Emocional
Introducción a la actitud positiva

Introducción a la actitud positiva

Si estás leyendo estas líneas quiere decir que eliges para tu vida una actitud mental
positiva. La actitud es la forma de actuar de una persona, el comportamiento que
emplea un individuo para hacer las cosas.

En este sentido, se puede decir que es su forma


de ser o el comportamiento de actuar, también
puede considerarse como cierta forma
de motivación social, por tanto, secundario, frente
a la motivación biológica, de tipo primario que
impulsa y orienta la acción hacia determinados
objetivos y metas.

Eiser define la actitud de la siguiente forma: predisposición aprendida a responder


de un modo consistente a un objeto social. Por nuestra parte vamos a emplear la
palabra en un sentido más estricto, que indica tendencia a la acción.

Una actitud es esencialmente una forma de respuesta anticipatoria, el comienzo de


una acción de que no necesariamente se completa.

En ese sentido, resulta mucho más dinámica y permite predecir fácilmente las
tendencias de comportamiento que una mera opinión o idea.
Introducción a la actitud positiva

Componentes De La Actitud

Se distinguen tres componentes de las actitudes:

 Cognitivo: se refiere al conjunto de conocimientos que una persona posee


(opiniones, argumentos, juicios) sobre una realidad dada. Incluye el uso de
categorías (conceptualizaciones acerca de un objeto social con todo el
conjunto de categorías que le atribuimos).

 Afectivo: abarca todas las


emociones, sentimientos y
valores que suscita en la persona
una realidad dada. Algunos
sostienen que es el de mayor
importancia en una actitud. Se
forma por los contactos que se
hayan ido manteniendo a lo largo
de la vida.

 Conductual: (reacción o acción) Se refiere a las necesidades que la persona


experimenta y que le llevarán a actuar en una cierta manera y dirección
respecto al objeto o sujeto de su actitud.

Cuando hay coherencia entre estos tres componentes: Pienso-Siento-Actúo en la


misma dirección, se dice que la actitud es consistente.

Cuanto más consistente, más firme, estable, trasferible y más difícil de cambiar.
También permite predecir qué conducta manifestará el sujeto en contacto con un
determinado objeto social.
Introducción a la actitud positiva

Factores Determinantes De La Actitud

Las expresiones de las actitudes de la conducta tienen varios aspectos básicos


comunes:

 Todas las actitudes se expresan como reacciones afectivas provocadas por las
personas y las situaciones, y así es como las ve el observador.

 El significado que tiene una situación para el individuo depende menos de sus
factores reales, «objetivos», que de la forma en que aparece ante él y de la
impresión que le produce, o sea de la actitud que el individuo asume ante la
situación.

 Las actitudes se desarrollan. Unas veces el origen se ve claramente, pero otras


veces está incrustado tan profundamente en relaciones anteriores, que se
requiere un gran esfuerzo para comprender el «tema» total.

 Las actitudes son creadas por las actitudes de los demás, que influyen en ellas
y pueden modificarlas, favorable o desfavorablemente; éstas son, por
consiguiente, determinantes esenciales de la personalidad y de la conducta.

Ahora que conocemos el origen biológico y la


influencia social que determinan las actitudes y
reacciones ante determinadas situaciones,
hablemos sobre la Actitud Positiva.
Introducción a la actitud positiva

¿Qué Es Una Actitud Mental Positiva?

Es aquella actitud caracterizada por


establecer objetivos precisos de vida,
estimulados por los propios deseos, mediante
el desarrollo de cinco valores básicos (amor,
superación de adversidades, eficaz entrega,
capacidad individual y comunicación) y la
ayuda de tres valores de refuerzo (la calma, la
reflexión y la espiritualidad).

Al hablar de una actitud positiva, entendemos que vamos a afrontar lo que venga
de la forma más beneficiosa para nosotros. La actitud está condicionada por los
pensamientos. Una actitud positiva ante la vida o ante una circunstancia puntual
nacerá a partir de pensamientos positivos.

Pensar en positivo consiste en tratar de comprender la realidad lo mejor que


podamos y enfocarnos en aquellos aspectos beneficiosos que podemos manejar y
que nos permitirán avanzar. Es decir, consiste en ser optimista.

El Optimismo puede definirse como una característica de personalidad que media


entre los acontecimientos externos y la interpretación personal de los mismos. Es la
tendencia a esperar que el futuro depare
resultados favorables. El optimismo es el
valor que nos ayuda a enfrentar las
dificultades con buen ánimo y perseverancia,
descubriendo lo positivo que tienen las
personas y las circunstancias, confiando en
nuestras capacidades y posibilidades junto
con la ayuda que podemos recibir.
Introducción a la actitud positiva

La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su contraparte -el
pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas: empeñarnos en
descubrir inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y desánimo. El optimismo
supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y
posibilidades.

En general, parece que las personas más optimistas tienden a tener mejor humor, a
ser más perseverantes y exitosos e incluso, a tener mejor estado de salud física. De
hecho, uno de los resultados más consistentes en la literatura científica es que
aquellas personas que poseen altos niveles de optimismo y esperanza (ambos
tienen que ver con la expectativa de
resultados positivos en el futuro y con la
creencia en la propia capacidad de
alcanzar metas) tienden a salir
fortalecidos y a encontrar beneficio en
situaciones traumáticas y estresantes.

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