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William Alfredo Barrera ID: 725884

EL SUEÑO DE TENER EN CUENTA LO DECOLONIAL EN LA EDUCACIÓN Y

EL BUEN VIVIR

Para dar inicio, sobre este ensayo entendí que para hablar sobre el buen vivir debemos

construir un nuevo paradigma, en donde debemos asegurar el libre desarrollo de cada

persona y a la vez el libre desarrollo de todos para que sea posible una relación real. Y que

el ciudadano sea social y solidario que se realice en la vida y comparta con los demás. Y

debe construir soluciones y compromisos que permitan integrar y unir a las diferentes

personas en un proceso de comunicación igualitaria en el que los intereses y objetivos se

evalúen y jerarquicen tomando en cuenta los criterios definidos pública y colectivamente

entre las partes.

Por tal motivo nuestro país requiere recuperar el sentido de colectividad de la vida; por el

hecho de que vivimos en medio de una organización que como base tiene la comunidad, y

para eso necesitamos que el pensamiento individualista de cada persona desaparezca.

El buen vivir propone un modelo de vida mucho más justo para todos. Este es, muchísimo

más equitativo. En vez de propugnar el crecimiento continuo, busca lograr un sistema desde

la súper estructura del Estado que esté en equilibrio el buen vivir se guía por conseguir y

asegurar los mínimos indispensables, lo suficiente, para que la población pueda llevar una

vida simple y modesta, pero digna y feliz. Para que los ciudadanos tengan acceso a las

mismas oportunidades en las mismas condiciones, sin diferencia, sin discriminación,

con equidad de género, equidad generacional, con respeto a pluriculturalidad, se basa en

una economía solidaria y no en una economía neoliberal.
Para el buen vivir no hay un modelo único, ni esquemas predefinidos, hay procesos sociales

que deben ser autónomos y soberanos, pero profundamente comprometidos con la

transformación de la justicia social, equidad y desarrollo que pone al centro el ser humano

sobre todas las cosas. Cada sociedad define sus prioridades y también las formas bajo las

cuales se construye los procesos de cambio. Sin embargo, hay algunos pilares que es

preciso construir para que se defina el modelo de desarrollo progresista. Una democracia

real participativa en la que se logre un empoderamiento a través de la participación de la

ciudadanía en todos los ámbitos políticos - públicos, rendición de cuentas y control social.

Un modelo económico solidario, no en un modelo de economía de neoliberal en lo que

prevalece es la oferta y la demanda, en la cual no existe ningún tipo de regulación, la

propuesta nace que lo primordial es el trabajo y no el capital.

En la actualidad se está produciendo una migración epistémica desde las ciencias histórico-

hermenéuticas y sociocríticas hacia las ciencias decoloniales, proceso que planteo en el

ensayo y que no ha sido ajeno a las ciencias de la educación. Estas se han sumado al giro

decolonial. Así, la pedagogía también se ha incorporado a dicho proceso, está girando y

está haciendo su giro en lo decolonial. Por todo lo anterior, es necesario no ignorar la

urgencia que nos convoca y las emergencias que nos invitan a la resistencia epistemológica,

a partir de la desobediencia cognitiva. Hoy es un imperativo decolonizar la educación,

transitar hacia la decolonialidad del currículo y proponer uno decolonial. Esto solo es

posible si giramos junto al giro decolonial de la pedagogía. Precisamente, la reflexión que

hoy nos ocupa sobre la decolonialidad y la pedagogía decolonial constituyen aportes

decoloniales a este loable empeño y contribuye a la configuración del pensamiento

decolonial
El Buen Vivir es entonces vivir a plenitud, integrando todos los actores y factores tanto

internos como externos. Se trata de la construcción de un proyecto de ciudadanización en la

que primen sus derechos y que estos sean negociables.[CITATION Muñ16 \l 9226 ]

Pero lo más importante es que toda transformación debe establecer un grado de

participación incluyente, de una democracia real, de una ciudadanización del poder, no más

imposiciones, no más cartas de intención, no más sometimiento a sistema capitalista, el

renacimiento de Latino américa se la debe a la necesidad de sus pueblos de ser libres, libres

para decidir su suerte y su camino.

Aunque todo termine en la unión de un país, el ejemplo empieza en nosotros, hagamos de

los valores un inicio de correlación, en principio de las relaciones con la comunidad y la

naturaleza.

Bibliografía
Ceraso, C. (2008). Redes de Desarrollo Local y Colectivos de Comunicación en el territorio. Buenos
Aires: UNLP.

Ceraso, C. (s.f.). Sembrando mi tierra de futuro. Buenos Aires: Unidad de practica y producción de
conocimiento (UNLP).

Muñoz, G., Mora, A., & Otros. (2016). COMUNICACIÓN-EDUCACIÓN EN LA CULTURA. Bogotá:
UNIMINUTO.

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