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Todo Comenzó Un Día Cualquiera

Un día como cualquiera, suena la cotidiana alarma de las 5:00am, es hora de levantarse,
preparar el desayuno he ir a trabajar, ya casi son las 6:00am, Carlos espera por la
cafetera, con el noticiero de primera hora en el fondo, los canales pasa en la incesante
espera, todos tienen un tema en común “al parecer un virus afecta un país asiático”
Carlos asume… ¡nada muy importante debe ser! Ya de camino al trabajo, poco se oye
del tema en el noticiero. 4:00pm largo día de trabajo, es hora de regresar a casa…

6:00pm la cena está en la mesa, acompañado de un delicioso café, en el fondo la


interrupción de la música, el locutor habla de una posible propagación del virus asiático.
Carlos agotado apaga la radio y expresa… ¡mejor cenar en silencio!

La semana avanza con total normalidad, los noticieros siguen hablando del dichoso
virus… ¡al fin y al cabo esta muy lejos!

Suena la cotidiana alarma de las 5:00am, es hora de la misma rutina, el noticiero de


primera hora en el fondo, hoy el tema en común “el virus asiático afecta a los países
europeos” Carlos especula… ¡parece serio! ¡Pero aun está muy lejos!

La jornada laboral del día ha terminado, de camino a casa, en el fondo, la emisora del
transporte, el locutor habla que el virus ha causado más de 1millon de muertes solo en
Europa… Carlos analiza y piensa ¡podrá llegar tan lejos!

Ya han transcurrido varias semanas el tema cada vez es más popular…

Un día como cualquiera, suena la cotidiana alarma de las 5:00am, el noticiero de


primera hora en el fondo, se declara
un estado de emergencia en país, la
nación entra en alarma, aislamiento
social obligatorio “el virus asiático
toco nuestra puerta” ¡Oh.. Dios!
Exclamo Carlos y se pregunta…
¿Cómo pudo haber pasado tan rápido?

Son las 6:00am, ya casi de salida al trabajo, a pesar de la noticia, suena el teléfono…
A Carlos su jefe ha dicho que no puede ir al trabajo por el
aislamiento, le indicaran como trabajar desde casa a partir
de ahora…

Han pasado ya más de 15 días, la alarma sigue sonando a la misma hora, sin mucha
importancia se inicia para una hora más tarde. ¡Es desesperante! Hoy corresponde ir al
mercado según las indicaciones por el terminal de
identificación. Ya casi en la salida, hay que
devolverse, se debe usar guantes y tapa bocas.
Afuera hay más desespero que en casa sin nadie.
¡La gente parece muy asustada! Hay muchos que
no siguen las indicaciones y otros se untan gel anti-bacterias cada dos minutos… ¡Mejor
volver a casa! Expresa Carlos ¡Ya tengo lo que necesito!

Han pasado dos meses aun en aislamiento ¡Como nos cambio la vida! En la ventana de
la casa, solo se ve una que otra persona y dos escasos
vendedores que necesitan trabajar para comer. Una de
ellas es una señora mayor. ¡Según las indicaciones son los
más vulnerables! Pero tiene una necesidad.

Los vecinos del frente han discutidos varias veces. ¡Ahora es más notable la
incomodidad con sus respectivas mascotas! ¡Como nos cambio la vida! Piensa Carlos
una y otra vez…

Han pasado casi seis meses en aislamiento, los días parecen interminables, la alarma
suena a las 8:00am. Ya cambio la rutina, ¡Como nos cambio la vida! Es hora de salir
hay que realizar algunas compras… Afuera la gente se reconoce unos a otros con el
ahora popular ¡Tiempo sin verte! Oh ¡no te acerques tanto! Muchos abrazos con solo
miradas, las escuelas están cerradas, igual los centros comerciales, los parques y plazas
están vacios, ya no hay un estrecho de mano, ya no hay un fuerte abrazo, ya no hay un
¡nos reunimos el sábado!
La vida no es la de
antes….

¡Como nos cambio la


vida…!

Autoría de J.M

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