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1.

IDENTIFICACIÓN

ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS INTERNACIONALES

ECONOMÍA INTERNACIONAL: 5N1

MODALIDAD DE FORMACIÓN: Virtual –

ESTUDIANTES: 18

2. INTRODUCCIÓN

Respetado estudiante:

Con el ánimo de incentivar el desarrollo y afianzar sus conocimientos en cuanto Al área de


geopolítica, Sea desarrollado una guía de aprendizaje en la que usted podrá demostrar todas sus
destrezas y toda su pericia. Esto con el fin de que usted pueda hacerse una idea clara de las
actividades que se debe realizar en la etapa productiva de la titulada, en donde asumirá retos de
gran nivel y se pondrán a prueba todos sus conocimientos en diversos sectores.

En ésta guía, el estudiante encontrará el primer tema la segunda unidad una orientación adecuada
para su proceso de formación en donde aprenderá a distinguir la CAUSAS DEL COMERCIO ENTRE
NACIONES, Se recomienda que su participación se realice de manera responsable
comprometida y diligente en el desarrollo de la presente guía.

Es importante que el producto de cada una de su evidencia DE PRODUCTO (actividades), se archive


en el portafolio de evidencia de aprendizaje; EN UN PORTAFOLIO FÍSICO.

3. PLANTEAMIENTO DE ACTIVIDADES Y ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE

Para desarrollar de forma adecuada esta guía, es importante que usted se apropie de
conocimientos y términos importantes , que aclararán sus dudas y afianzaran sus
conocimientos.
ANTECEDENTES

El intercambio comercial ha sido uno de los medios fundamentales para imprimir un sentido
económico a la actividad que la humanidad desarrolla para mantener su existencia. El
interés por obtener una ganancia o un beneficio en estas transacciones se ha constituido
en un instrumento para promover incrementos en productividad.

En efecto con el comercio los individuos pueden aumentar su capacidad para economizar
al encontrar un medio para utilizar en una forma más eficiente los limitados recursos
productivos de que disponen. La posibilidad de comerciar hace ver al individuo que no tiene
necesidad de producir todo lo que necesita o quiere. Se abre la alternativa de sacar más
provecho de su esfuerzo al dedicarse a producir principalmente aquello que logra hacer con
más eficiencia que otros. Se busca así que lo que produce en exceso lo intercambie por
aquello que necesita y no puede producir o produce con menos facilidad y mayores costos
que otros.

El comercio, por tanto, abre el camino a la especialización en el trabajo y amplia los


mercados para hacer posible que buena parte de la capacidad productiva de cada persona
se pueda dedicar a aquellas actividades en las que obtiene mejores resultados. Esto permite
desarrollar una mayor eficiencia en la producción, que a su vez hace posible obtener más y
mejores bienes y servicios para la satisfacción de las necesidades humanas. De esta manera
se alcanzan niveles de vida superiores a los que se lograrían sin el intercambio, o sea, si cada
individuo o grupo tuviera que autoabastecerse.

Ya se ha considerado como el mecanismo de mercado, respaldado por una amplia


monetización de la vida económica, se constituye en el medio más ágil para la realización
del intercambio. También que el sistema de precios es su canal de expresión al aportar un
criterio de valorización a esas transacciones. De igual manera, se ha explicado la
importancia del mecanismo de planeación para atender las limitaciones que el sistema de
mercado presenta cuando en desarrollo de esta clase de actividades se trata de alcanzar
objetivos sociales o cuando su mal funcionamiento produce efectos negativos sobre los
niveles de crecimiento económico.

Pero estos aspectos de la actividad comercial se han venido tratando de manera simple.
Solo se han considerado a nivel de la economía doméstica, al hacer fundamentalmente
referencia al intercambio comercial entre individuos de un mismo grupo social, o entre
regiones de un mismo país, esto es, entre agentes económicos con patrones de
comportamiento económico muy homogéneo. Patrones que en buena parte son definidos
por las condiciones de un medio ambiente común, en que impera una forma muy particular
de organización social, política y económica, la cual lleva por ejemplo a la utilización de una
moneda común para sus transacciones y en la mayoría de los casos un mismo idioma.

Sin embargo, no nos hemos detenido a analizar el hecho de que ningún país es totalmente
independiente o cerrado al comercio con los demás. Entre los paises existen importantes
diferencias en la dotación y disponibilidad de recursos productivos, gustos, niveles de
tecnología y de desarrollo de su capacidad para explotar sus recursos, gustos etc. Todos
estos factores influyen para que se den las condiciones que directamente motivan el
intercambio internacional. Reamente el hecho que un país permanezca cerrado al
intercambio afecta negativamente su capacidad para producir más y mejor: no tiene acceso
a un mercado más amplio y no participa de las ventajas derivadas de la mayor eficiencia
que otros países logran en diferentes líneas de producción.

El ánimo de obtener beneficios del comercio ha llevado, por tanto, a una compleja y amplia
actividad entre naciones y a la formación de una gran interdependencia entre ellas. Por esta
razón, vale la pena dedicar un nuevo capítulo a ampliar a plano internacional la visión de la
actividad comercial que se ha desarrollado hasta el momento.

Antes de comenzar con el análisis del comercio internacional es importante destacar el


carácter potencial de ese principio general que hemos explicado y podemos resumir así:
“una cierta especialización en la producción que respalde un crecimiento de la actividad
comercial entre naciones puede inducir a una mayor productividad mundial y a una mejora
en las condiciones generales de vida de la humanidad”. Realmente hay que tener presente
que la realización de dichas metas resulta de gran complejidad, en especial bajo la
estructura actual de la economía mundial donde no todos los países tienen la misma
oportunidad y capacidad para participar y obtener beneficios del intercambio comercial con
otros. En efecto no todos los paises han logrado sacar el mejor provecho de esas
características particulares de su estructura productiva, ni han llegado a desarrollar una
eficiencia productiva tal que les permita competir ágilmente en los mercados
internacionales.

¿Por qué no todos lo han podido hacer?

Porque existen grandes imperfecciones y desequilibrios en el funcionamiento del aparato


económico de los diferentes países del mundo, que hacen que su participación en el
comercio no se de en ese ambiente de amplia y plena competencia que se requiere para
obtener esa eficiencia productiva mundial de que hemos venido hablando. No todas las
economías tienen la misma fuerza y capacidad para competir en los mercados
internacionales. Vemos, por ejemplo, que para las economías débiles, el abrirse al comercio
con otras naciones les da, por un lado, la posibilidad de obtener una mayor productividad
pero por otro, las hace altamente susceptibles a absorber efectos desestabilizadores que se
derivan de las situaciones de desequilibrio económico que otras enfrentan. Todos estos
factores han hecho necesaria la intervención de las autoridades domesticas e
internacionales para buscar la estabilidad interna de las diferentes economías y el equilibrio
del comercio y de los flujos financieros a nivel internacional. Aunque los objetivos que las
regulaciones institucionales buscan son claros, la conciliación de los intereses individuales
de países con diversa capacidad y fuerza para competir en el ámbito internacional, con los
del universo de naciones de buscar un mayor nivel de vida mundial resulta una labor
realmente compleja.

Aun así, lo que sí se puede asegurar es que el comercio con otras naciones puede ser utilizado
para imprimir cierta dinámica al proceso de crecimiento y de desarrollo económico de un
país. Este, por tanto, es el beneficio esencial que los países esperan de su participación en
el intercambio comercial a nivel mundial.

Dentro de este contexto se puede también concluir que la existencia o el desarrollo de la


capacidad para hacer efectiva alguna ventaja comparativa para comerciar es la base para
que los países entren a realizar intercambios con otros.

El presente capítulo se dedica a profundizar sobre estos dos aspectos. A lo largo de el


analizamos por qué y cómo un país participa en el comercio internacional. Para ello, se
explican los flujos de comercio y de naturaleza monetaria que se utilizan en este tipo de
transacciones. Se explica, por ejemplo, porque la moneda de un país es diferente a la de
otros y cómo se maneja esta diferencia en el comercio internacional, porque y como se
cuantifican estas transacciones y que implicaciones surge de la existencia de ingresos por
ventas al exterior de un país de igual o diferente magnitud a los desembolsos o gastos en
compras hechas al resto del mundo.

2. CAUSAS DEL COMERCIO ENTRE NACIONES

Los estudiosos de la teoría económica, al tratar de obtener una información de carácter


genera sobre los factores que determinan las ventajas que obtiene un país al entrar a
comerciar con otros, han encontrado que una buena parte de ellas surgen cuando de país
a país se observan condiciones específicas que determinan diferencias entre el esfuerzo
económico que en cada sistema los individuos deben hacer para adquirir un mismo
producto. Concretamente se observan precios que difieren de tal forma que en alguno o
algunos países un mismo producto resulta comparativamente más barato que en otros. Es
claro que no hablamos aquí de diferencias en precios absolutos sino de las que se dan entre
los precios relativos.

De acuerdo con lo anterior, para que el intercambio comercial se dé a nivel internacional


deben existir diferencias en precios relativos, las cuales son un reflejo de las divergencias
entre las condiciones particulares bajo las cuales se produce, comercializa y ofrece la
producción de cada país.

UN EJEMPLO: si para adquirir una libra de azúcar en Chile se necesita, en dinero, algo
equivalente a lo necesario para obtener media docena de durazno, y en Colombia el
esfuerzo económico para adquirir una libra de azúcar es equivalente al necesario para
obtener un durazno nacional, se puede concluir que a los chilenos les puede resultar mejor
dedicar sus esfuerzos a producir bastantes duraznos e intercambiarlos por azúcar que en
Colombia resulta más barata. A los colombianos, por su parte, les puede resultar mejor
producir más azúcar para dedicar parte del intercambio con Chile y obtener duraznos.
Obviamente, para que ese intercambio realmente benéfico a los dos países, hay que
considerar, como veremos más adelante, aspectos tales como la relación entre la magnitud
de los requerimientos de esos productos y la capacidad de producción en cada país, las
condiciones tarifarias, los costos de transporte y comercialización que estas transacciones
entre países generan… Todo ello con el fin de determinar si después de cubrir esa serie de
costos adicionales aún existen condiciones favorables que motiven el comercio entre las
dos naciones.

En esencia, de esas actividades comerciales entre países se esperarían dos efectos básicos:

✓ Primero: que en los países en que antes del comercio haya escasez y altos precios
para determinadas líneas de producción se logre, con la adquisición de productos
extranjeros, una mayor oferta que tienda a reducir los precios.

✓ Segundo: que en los países en que estas líneas de producción se generen en


abundancia y a bajos precios, al comerciar con otros países se reduzcan sus excesos,
y al disponer de una oferta interna menor se consiga que sus precios internos
aumenten, mejorando la remuneración a los productores.
Sin embargo, los precios relativos solo se constituyen en indicadores que guían las
decisiones de los agentes económicos hacia la eficiencia en la utilización de los recursos
productivos disponibles, cuando surgen en un ambiente de plena competencia en que se
dispone de la máxima información y no existe la incertidumbre. Es claro que solo bajo esas
condiciones los precios relativos logran reflejar la verdadera escasez y necesidad de
producción en una economía.

Por el contrario, si los mercados adolecen de imperfecciones y desequilibrios, los precios


relativos no suministran la mejor información, por lo que las decisiones de los agentes
económicos difícilmente conducirían a la mejor utilización de recursos. En este caso, será
necesario aplicar una serie de controles, correctivos y manejos para reducir dicha
ineficiencia, lo que hace más complejo el ambiente económico bajo el cual se produce el
intercambio.

La realidad es que la imperfección de los mercados es una condición predominante en el


mundo actual. Por eso, para determinar las reales tendencias del comercio entre países se
debe tener en cuenta no solo el grado de competitividad en los mercados internacionales,
sino también el grado de respuesta de las fuerzas internas de oferta y demanda ante
cambios en los precios internacionales. Para ilustrar esta apreciación podemos, de manera
hipotética, decir que si hubiera una alta competencia en los mercados internacionales y las
economías domésticas mostraran una absoluta flexibilidad para ajustarse ante cambios en
las condiciones de los mercados internacionales, se tendería a llegar a una situación en que
se reduciría e inclusive se eliminarían las diferencias en precios relativos entre países. Dentro
de estas condiciones veríamos que al irse igualando de país a país los precios relativos para
un mismo producto, se iría disminuyendo la ventaja y el estímulo para hacer transacciones
comerciales superiores a las que ya se venía haciendo entre ellos, pero la realidad es que
hay grandes imperfecciones en la competencia internacional y rigideces en la capacidad de
ajuste de la oferta y demanda domesticas a modificaciones en los precios internacionales,
que pueden llevar a que no todos los que participan en el comercio entre naciones resulten
beneficiados con estas operaciones.

¿A que ha conducido todo esto?

✓ A que en el mundo se haya dado cierta división del trabajo, como resultado de los
esfuerzos que los diferentes países hacen para producir aquello en lo que obtienen
ventaja comparativa y para evitar la elaboración de aquello en que no la tienen.
✓ A que muchas economías se hallan dedicado a desarrollar, aunque con diferente
intensidad, procesos tendientes a obtener ventajas en la elaboración y en la
comercialización de diferentes líneas de producción, al aplicar mayor tecnología,
intensificar la explotación de sus riquezas, regular la utilización y comercialización
de productos… Como ejemplo, Colombia muestra cierta especialización en la
producción de café y textiles antes que en la de computadoras y tractores, bienes
que Japón y Estados Unidos producen de manera más eficiente. Así mismo,
Colombia está tratando de promover exportaciones diferentes a las anteriores que
muestren posibilidades de comercialización externa, para lo cual ha montado todo
un sistema de estímulos a las exportaciones a través de crédito especial, devolución
de impuestos indirectos, etc. También ha iniciado y acelerado la explotación de
riquezas minerales como el petróleo, oro, carbón etc.

Aquí vale la pena destacar el hecho de que las ventajas comparativas no son un
elemento estático a través del tiempo. Por el contrario, los factores que determinan
su existencia son susceptibles de modificaciones. Esto significa que esa capacidad de
la economía para participar en el comercio con otros países es susceptible de
cambiar a través del tiempo. En efecto una sobre explotación de algún recurso
natural agotable, el descubrimiento de nuevas riquezas naturales, la nueva
tecnología que permite mejorar la productividad interna, la generación de mayores
desequilibrios internos, los mismos cambios en las orientaciones de política que
llevan a estimular o limitar la participación de determinada línea de producción en
el comercio internacional, la influencia de desequilibrios de origen externo… pueden
alterar esa capacidad para competir en el mercado internacional. Así, por ejemplo,
países como Japón y Corea a pesar de carecer de recursos naturales abundantes,
han logrado significativas ventajas comparativas en su producción industrial, gracias
al desarrollo tecnológico y a la adopción de políticas específicas encaminadas a
promover la competitividad internacional de sus productos.

Para simplificar, pasamos a identificar a continuación una seria de causas o fuentes


de diferencias en precios relativos y en capacidad para hacer efectivas las ventajas
comparativas de que se logre disponer para comerciar entre países, para ello es
preciso analizar separadamente las características básicas de las fuerzas de oferta y
demanda que actúan en esta clase de transacciones.
1. Condiciones de la oferta de producción de un país como determinantes
de ventajas para comercia
La oferta muestra la cantidad de producto que un país está en posibilidad de
ofrecer al resto del mundo a cambio de cierta cantidad de productos que los
otros elaboran y ofrecen en mejores condiciones.

Hay una serie de determinantes de esta oferta de bienes y servicios que


refleja la posibilidad de obtener beneficios del comercio con otros países:

✓ Diferencias en la dotación de factores productivos pueden


determinar cierta ventaja comparativa para comerciar. Los que
tienen mayor disponibilidad de ciertos factores tienen más
posibilidades de obtener cierta producción a menores costos. Por
ejemplo, para exportar combustible un país con riqueza petrolera
tiene una ventaja comparativa potencial frente a otros que no tienen
petróleo

✓ Diferencias en la disponibilidad de tecnología determinan la


existencia de una capacidad o habilidad distinta para explotar algunas
líneas de producción, que crean diferencias en costos relativos. Por
ejemplo, un país con riqueza petrolera pero sin la tecnología
adecuada para explotarla, no puede hacer efectiva su ventaja
potencial a menos que enfrente grandes costos para desarrollarla.

✓ La aplicación de diversos incentivos gubernamentales para estimular


el desarrollo de determinadas líneas de producción genera
diferencias formales en los precios relativos, con su consiguiente
efecto sobre la formación de ventajas para comerciar. Por ejemplo,
los estímulos a las exportaciones permiten ofrecer precios
relativamente más bajos para esta producción, asegurando un
ingreso mayor para el productor lo que estimula su elaboración.

✓ Diferencias en los costos de publicidad, comercialización y transporte


de un producto ofrecido a otros países, pueden afectar la ventaja
comparativa que un país ostenta.
2. Condiciones de la demanda por la producción de un país como
determinantes de ventajas para comerciar
La demanda expresa cuanto de su producción el resto del mundo está
dispuesto a ceder para obtener parte de la producción de un determinado
país.

Para que esa ventaja comparativa que da la mayor dotación de factores


productivos, disponibilidad tecnológica etc., llegue a constituirse en fuente
de transacciones internacionales se requiere que lo que se produce bajo
estas condiciones realmente sea demandado y admitido por otras
economías. Esto significa que los gustos y las políticas que rigen el comercio
exterior de los países se constituyen en otro determinante para la formación
de diferencias en los precios relativos y para la utilización efectiva de esas
ventajas que permiten esperar beneficios del comercio con otras naciones.

Por ejemplo, el uranio que es producido con gran ventaja por unos países, es
ampliamente demandado y admitido por otros. El café, por el contrario, es
producido ventajosamente en Colombia y Brasil, pero su demanda externa
es realmente limitada, pues el resto del mundo no está dispuesto a consumir
grandes cantidades adicionales así estas resulten más baratas.

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