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Problemas Clásicos de Matemáticas

Cuadratura del círculo

No existe un método geométrico que permita la cuadratura del círculo, es decir,


relacionar un círculo y un cuadrado de igual área, utilizando sólo regla y compás.

Se denomina cuadratura del círculo al problema matemático, irresoluble de geometría,


consistente en hallar —con sólo regla y compás— un cuadrado que posea un área que
sea igual a la de un círculo dado.

La resolución de este problema trató de abordarse repetidas veces, sin éxito, desde la
antigüedad clásica hasta el siglo XIX. Hablando en sentido figurado, se dice de algo que
es la "cuadratura del círculo" cuando representa un problema muy difícil o imposible de
resolver.

Contenido
 1 Cuadratura de superficies rectilíneas
 2 Cuadratura del círculo
 3 Importancia de
 4 Bibliografía
 5 Véase también
 6 Enlaces externos

Cuadratura de superficies rectilíneas

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La resolución de casos particulares de cuadratura de figuras curvilíneas, como las de
las lúnulas de Hipócrates, llevó a los antiguos a pensar erróneamente que se podría
llegar a cuadrar el círculo.

La cuadratura del círculo de Durero.

Los matemáticos de la Grecia clásica pronto se interesaron por cuadrar superficies más
o menos irregulares limitadas por rectas (superficies poligonales). Una superfice es
cuadrable cuando, a partir de ella, es posible obtener geométricamente un cuadrado que
tenga la misma área que aquella. Desde un punto de vista práctico, cuadrar superficies
irregulares permitía simplificar el cálculo de sus áreas ya que, mientras podía ser
fatigoso calcular el área de una superficie no regular, el cálculo del área de su cuadrado
equivalente sería trivial.

Los griegos, influidos por la preeminencia de la geometría en sus matemáticas, buscaron


procedimientos puramente geométricos para hallar la cuadratura de las distintas
superficies. Esto implicaba limitarse al uso de dos elementos tecnológicos simples como
el compás y la regla. Ha de añadirse que, para los griegos, era impropio usar el compás
como instrumento para transportar distancias.

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Mediante los métodos de cuadratura del rectángulo y del triángulo, así como mediante
la descomposición de los polígonos en triángulos, los griegos cuadraban cualquier
superficie poligonal. Era posible cuadrar superficies de lados rectilíneos.

Cuadratura del círculo


La posibilidad de cuadrar superficies limitadas por curvas (superficies curvilíneas) y, en
especial, la cuadratura del círculo, no habría parecido tan plausible a los griegos de no
haber sido por el hecho de que Hipócrates de Quíos demostró que ciertas figuras
curvilíneas construidas a propósito por él, llamadas lúnulas, podían cuadrarse. La
resolución de la cuadratura de las lúnulas de Hipócrates creó una falsa expectativa entre
los matemáticos de la antigüedad, llevándoles a pensar que podría cuadrarse el círculo.

En el siglo XX Chebotariov y Dorodnov probaron que, en general, las lúnulas no


pueden cuadrarse excepto los tres tipos de lúnulas propuestos por Hipócrates y dos tipos
más aportados por Leonhard Euler en el siglo XVIII. De esta forma quedó de manifiesto
que la cuadratura de la lúnula no era otra cosa que una solución excepcional de un
problema irresoluble, cosa que confundió a los matemáticos durante siglos creyendo que
las lúnulas podrían acercarlos a la cuadratura del círculo.

En 1882, el matemático alemán Ferdinand Lindemann probó que π es un número


trascendente, lo que implica que es imposible cuadrar el círculo usando regla y compás,
resolviendo completamente el problema. Las pruebas usuales usan álgebra (teoría de
Galois por ejemplo) y variable compleja.

Importancia de
Siendo el área del círculo y el área del cuadrado, donde y son el radio del
círculo y el lado del cuadrado respectivamente, se observa que, para el cuadrado de área
igual a la del círculo, . En otras palabras, el radio del círculo y el lado del
cuadrado son proporcionales, siendo el factor de proporción.

Esto implica que, si es posible cuadrar el círculo, se puede obtener con regla y
compás, es decir, se podría obtener por medio de operaciones algebraicas. Sin
embargo, los números trascendentes son un subconjunto de los números reales que se
caracterizan, entre otras cosas, precisamente por no ser obtenibles a partir de tales
operaciones. Si es un número trascendente, como demostró Lindemann, también
lo es. De aquí la imposibilidad de cuadrar el círculo a la manera griega.

3
Véase también
 Otras construcciones imposibles con regla y compás:
o La duplicación del cubo
o La trisección del ángulo
 Geometría
 Pi

Duplicación del cubo


Se denomina duplicación del cubo al problema de hallar, mediante el uso de regla y
compás, el lado de un cubo tal que su volumen sea el doble del volumen de otro cubo de
lado dado. Actualmente los instrumentos del álgebra son capaces de resolver este
problema de forma trivial, pero la restricción de regla y compás era muy fuerte.

Contenido
 1 Historia del problema
o 1.1 Los primeros intentos
o 1.2 La solución
 2 Otros problemas clásicos

Historia del problema


En el año 429 a. C., Pericles, gobernador de Atenas por esa época, muere víctima de la
peste que atacaba muy severamente la ciudad. A raíz de este suceso algunos de los
habitantes deciden ir a la ciudad de Delos para hacer consultas al Oráculo de Apolo y

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saber como poder detener la epidemia. La respuesta a la consulta del Oráculo es que
deben elaborar un nuevo altar en forma de cubo cuyo volumen duplique el del altar que
ya existe. Lo intentaron, es muy seguro, pero también fue igualmente seguro que no
lograron evitar el desastre por este medio. La pandemia se disipó con el tiempo, pero el
problema matemático planteado permaneció.

De esta forma se inicia lo que se denominará uno de los problemas clásicos de las
matemáticas: la duplicación del cubo.

Los primeros intentos

El primero en abordar el problema sin éxito fue el griego Hipócrates de Quíos.


Basándose en el mismo planteamiento lo intentaron otros matemáticos posteriores, tales
como Arquites de Tarento, Menecmo y Eratóstenes de Cirene, pero todos ellos
presentan soluciones aproximadas, en ninguna de las cuales puede resolverse el
problema en forma exacta.

La solución

Desgraciadamente, lo único que se pudo comprobar al cabo del tiempo y ya en 1837 fue
que el problema no tiene solución, hecho demostrado gracias a los trabajos del geómetra
francés Pierre Wantzel.

Otros problemas clásicos


 Construcciones imposibles con regla y compás:
o Cuadratura del círculo
o Trisección del ángulo

Trisección del ángulo


La trisección del ángulo es, junto a la cuadratura del círculo y la duplicación del cubo,
uno de los problemas clásicos de las matemáticas de la antigua Grecia. Se ha
demostrado que estos tres problemas, en general, son imposibles de resolver usando
únicamente regla y compás, aunque son muy recurridas las aproximaciones.

La trisección del ángulo fue el tercero de los problemas clásicos de la antigüedad griega.
Se pretendía trisecar un ángulo, o dicho de otra forma, dividirlo en tres partes
perfectamente iguales usando sólo una regla (no graduada) y un compás. Esto, en
general, no es posible. Un ejemplo sencillo en donde sí es posible es dividir el ángulo de
90° en 30°. La división de un ángulo cualquiera en su tercera parte, puede lograrse
introduciendo curvas auxiliares que permiten su construcción.

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Trisectriz

En la figura de la derecha, se usa la trisectriz (curva algebraica), para dividir el ángulo


en su tercera parte, el ángulo .

Véase también
 Otras construcciones imposibles con regla y compás:
o La cuadratura del círculo
o La duplicación del cubo

Regla y compás
Construcción de un hexágono regular con regla y compás

Construcción de un pentágono regular

La construcción con regla y compás es el trazado de puntos, segmentos de recta y


ángulos usando exclusivamente una regla y compás idealizados. La geometría clásica
griega impuso esa norma para las construcciones, aunque los griegos también
investigaron las que pueden obtenerse con instrumentos menos básicos.

A la regla se le supone longitud infinita, carencia de marcas que permitan medir o


trasladar distancias, y un solo borde. Del compás se supone que se cierra súbitamente
cuando se separa del papel, de manera que no puede utilizarse directamente para
trasladar distancias, porque "olvida" la separación de sus puntas en cuanto termina de
trazar la circunferencia. Esta restricción del compás parece muy incómoda para los
usuarios de compases reales, pero carece por otro lado de importancia matemática,
porque el traslado de distancias se puede realizar de forma indirecta.

Cualquier punto que sea construible usando regla y compás puede conseguirse también
usando únicamente compás; lo que evidentemente no se puede hacer es trazar el
segmento de recta entre dos puntos previamente construidos. Como se verá, algunos
problemas de geometría plana clásica imponen la restricción de "sólo compás".

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Los problemas más famosos que se propusieron para su resolución "con regla y
compás" son la proverbial cuadratura del círculo, la duplicación del cubo y la trisección
del ángulo, a los que a veces se añade la construcción del heptágono regular, el
primero de los infinitos polígonos regulares imposibles de crear con regla y compás.
Tienen en común ser de resolución imposible: está matemáticamente demostrado que no
se puede cuadrar el círculo, ni duplicar el cubo, ni trisecar el ángulo, ni trazar un
heptágono regular usando exclusivamente la regla y el compás idealizados de la
geometría griega.

Pese a esa "imposibilidad lógica" insalvable, muchos persisten en el intento de resolver


estos famosos problemas. Quizás, porque no aciertan a explicarse la imposibilidad, dado
que son resolubles si se permiten transformaciones geométricas que no pueden
realizarse con regla y compás "euclídeos". Duplicar el cubo es posible utilizando
algunas construcciones geométricas que sólo requieren un poco más que la regla y el
compás clásicos.

Contenido
 1 La regla y el compás de la geometría clásica
 2 Las construcciones básicas
 3 Puntos y longitudes construibles
 4 Ángulos construibles
 5 Construcciones con regla y compás como operaciones de aritmética compleja
 6 Construcciones imposibles
o 6.1 Cuadratura del círculo
o 6.2 Duplicación del cubo
o 6.3 Trisección del ángulo
 7 Construyendo polígonos regulares
 8 Construcciones sólo con regla, o sólo con compás
 9 Construcciones extendidas
o 9.1 Reglas marcables
o 9.2 Origami
o 9.3 El cuerpo extendido
 10 Investigaciones recientes
 11 Referencias
o 11.1 Notas
 12 Véase también
 13 Enlaces externos

La regla y el compás de la geometría clásica


La regla y el compás de las construcciones geométricas son idealizaciones de las reglas
y compases del mundo real. Son en realidad conceptos matemáticos abstractos, como
pueda serlo la raíz cuadrada, y no instrumentos físicos.

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Compás

 El compás puede trazar circunferencias de cualquier radio dado, pero a


diferencia de la mayoría de compases reales, no tiene ninguna marca que
permita repetir una abertura predeterminada. Sólo puede abrirse entre puntos que
hayan sido previamente construidos, así que en realidad su única función es
trazar una circunferencia, o parte de ella, con un centro predeterminado y un
radio también determinado por un punto prefijado. Además, se trata de un
compás "flácido", que en cuanto deja de tocar el papel se cierra, perdiendo todo
recuerdo del radio de la circunferencia que acaba de trazar.

 La regla es "infinitamente larga" (es decir, puede prolongar una recta tanto
como se quiera), carece de marcas que permitan medir con ella, y sólo tiene un
borde, cosa insólita en las reglas mundanas (si tuviera, por ejemplo, dos bordes
paralelos, permitiría trazar rectas paralelas). Puede usarse sólo con un fin
modesto: trazar una recta entre dos puntos que ya existan en el papel, o bien
prolongar (tanto como se desee, eso sí) una de esas rectas.

Por supuesto, la regla y compás ideales deben usarse para hacer construcciones ideales.
Los dibujos del mundo real tienen imperfecciones: los puntos son en realidad manchas
tridimensionales, los segmentos de recta son en realidad cuasi-paralelepípedos o
"franjas" algo irregulares de cierta anchura y altura, etc. Estas manchas proyectan
sombras cuando son iluminadas por lámparas especiales de luz rasante, que se utilizan
profesionalmente para el estudio de las falsificaciones, pues permiten distinguir si un
trazo está por encima de otro observando las sombras. Pero las construcciones con regla
y compás de la geometría clásica se hacen en la mente, más que en el papel, y son tan
idealmente precisas como el álgebra.

Puestas así las cosas, parecería que las construcciones con regla y compás son un simple
"juego", más que una disciplina científica seria. Buscar la solución a cualquier
construcción particular es un pasatiempo interesante, pero el verdadero interés
científico, que estuvo abierto durante más de dos mil años hasta ser resuelto en el siglo
XIX, coincidiendo con la demostración de los teoremas fundamentales sobre ecuaciones
polinómicas, con la comprensión profunda de los números irracionales y trascendentes y
con la aparición del álgebra abstracta, está en los problemas que desbordan los límites
de lo factible con regla y compás. Lo interesante es lo que no se puede hacer con regla y
compás.

Los tres problemas insolubles clásicos de construcción con regla y compás son:

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Ilustración de un diccionario de arquitectura francesa.

 Cuadratura del círculo: Se trata de dibujar un cuadrado que tenga la misma


superficie que un círculo dado. Se aporta como dato de partida el círculo a
cuadrar (su centro y uno de los puntos de su circunferencia), y se considera
resuelto el problema cuando consigue trazarse el segmento de recta que es un
lado del cuadrado que iguala el área de dicho círculo.

 Duplicación del cubo: Ha de dibujarse el lado de un cubo cuyo volumen


duplique al de otro cubo del que se da el lado como dato de partida.

 Trisección del ángulo: Debe dividirse un ángulo dado en tres ángulos más
pequeños, los tres del mismo tamaño, cuya suma sea igual al ángulo dado. Se
aporta como dato el ángulo a trisecar (las dos rectas que lo forman, o puntos que
permitan trazarlas) y se consideraría resuelto el problema cuando se traza un
ángulo cuya apertura es un tercio de la del ángulo dado.

Estos problemas resistieron durante 2000 años los incontables intentos de encontrar
construcciones que los resolvieran con regla y compás, de acuerdo con las normas antes
indicadas. A mediados del siglo XIX se demostró matemáticamente que es imposible
hacerlo.

Los tres problemas clásicos no son los únicos cuya solución se ha demostrado
imposible. La construcción de determinados (infinitos) polígonos regulares, como por
ejemplo el heptágono (polígono regular de 7 lados) o el endecágono (polígono regular
de 11 lados) también es imposible con regla y compás.

Las construcciones básicas


Todas las construcciones con regla y compás son aplicaciones sucesivas de cinco
construcciones básicas, usando en cada una los puntos, líneas y círculos que se hayan
creado en fases anteriores. Esas cinco únicas construcciones posibles son:

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1. Crear el segmento de recta que une dos puntos preexistentes (en realidad, la
recta: recuérdese que la regla es de longitud infinita).
2. Crear el círculo con centro en un punto dado y cuya circunferencia toca otro
punto dado
3. Crear el punto en el que se intersectan dos rectas no paralelas.
4. Crear el punto, o la pareja de puntos, en los que se intersectan (si lo hacen) una
línea y una circunferencia.
5. Crear el punto, o la pareja de puntos, en los que se intersectan (si lo hacen) dos
circunferencias.

Por ejemplo, partiendo de dos puntos dados, se puede crear una recta, o bien se pueden
crear dos círculos (cada punto hace de centro de un círculo y de extremo de otro). Si
optamos por los dos círculos, su intersección dará lugar a dos nuevos puntos. Si
trazamos segmentos de recta entre los puntos originales y uno de los nuevos puntos,
habremos construido un triángulo equilátero. Así pues, el problema: "construir un
triángulo equilátero dado uno de sus lados (o los puntos extremos de uno de sus lados)
es trivialmente resoluble con regla y compás.

Puntos y longitudes construibles


Hay muchas formas distintas de demostrar que algo es imposible. La estrategia que se
seguirá en este artículo para presentar un esquema informal de las demostraciones de
imposibilidad de los problemas clásicos es la de determinar en primer lugar los límites
de la regla y el compás —lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer con ellos—,
y mostrar seguidamente que para resolver los problemas deberían superarse tales
límites.

Usando regla y compás se pueden definir coordenadas en el plano. Se parte de dos


puntos que han de considerarse "dados", y se traza la recta que pasa por ambos. Se
llama al resultado "eje X", y se define la longitud entre los dos puntos dados como
unidad de longitud.

Por tanto, tener dos puntos como datos de partida es equivalente a tener un eje de
coordenadas y una unidad de longitud.

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Ahora bien: una de las construcciones más sencillas con regla y compás es la de trazar
una recta perpendicular a otra dada, así que se hace precisamente eso, con lo que se
obtiene un "eje Y".

Así pues, tener dos puntos como datos es equivalente a tener un sistema de coordenadas
cartesianas, con ejes X e Y, y con unidad de distancia.

Por otro lado, un punto (x,y) en el plano euclídeo puede identificarse con el número
complejo x + yi. En la construcción con regla y compás, se empieza con un segmento de
recta de longitud unitaria. Si se es capaz de construir un punto dado, un punto
cualquiera, en el plano complejo, entonces se podrá decir que ese punto es un número
complejo construible.

Por ejemplo, si se dan dos puntos como datos, los números complejos 1, − 1, 1 + i, 1 − i,
etc. son fácilmente construibles.

De hecho, con construcciones conocidas de la geometría euclidiana se pueden construir


los números complejos de la forma x + yi siempre que x e y sean números racionales. De
modo más general, usando las mismas construcciones, uno puede, dados dos números
complejos a y b, construir a + b, a − b, a × b, y a/b.

Esto muestra que los números construibles forman un cuerpo, que por tanto es un
subcuerpo de los números complejos. Puede demostrarse algo más: dada una longitud
construible es posible construir su conjugado y su raíz cuadrada.

Como se ha visto, las únicas formas de construir puntos nuevos es como intersección de
dos rectas, o de una recta y una circunferencia, o de dos circunferencias. Usando las
ecuaciones de las rectas y de las circunferencias, puede demostrarse que los puntos en
los que se intersectan yacen en una extensión cuadrática del cuerpo más pequeño, F, que
contenga dos puntos en la recta, el centro del círculo, y el radio del círculo. Es decir,
que los puntos con intersección son de la forma , donde x, y y k están en F.

Dado que el cuerpo de los puntos construibles es cerrado para las raíces cuadradas,
contiene a todos los puntos que puedan obtenerse por una secuencia finita de
extensiones cuadráticas con coeficientes racionales del cuerpo de los números
complejos. Por lo dicho en el párrafo anterior, se puede demostrar que todo punto
construible puede obtenerse por una tal secuencia de extensiones. Como corolario, se
encuentra que el grado del polinomio mínimo para un número construible (y por tanto
para cualquier longitud construible) es una potencia de  2. En particular, cualquier
punto o longitud construible es un número algebraico.

Ángulos construibles
Hay una biyección entre los ángulos construibles y los puntos que son construibles en
cualquier circunferencia construible. Los ángulos construibles forman un grupo abeliano
bajo la suma-módulo (que se corresponde con la multiplicación de los puntos sobre
la circunferencia unitaria, considerados como números complejos). Los ángulos
construibles son exactamente aquellos cuya tangente (o equivalentemente, su seno o su

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coseno) es un número construible. Por ejemplo, el heptadecágono regular (polígono de
17 lados iguales) es construible porque...

como descubrió Gauss.

El grupo de los ángulos construibles es cerrado bajo la operación que biseca los ángulos
(que se corresponde con la obtención de raíces cuadradas). Los únicos ángulos de orden
finito que pueden construirse empezando con dos puntos son aquellos cuyo orden es el
producto de una potencia de 2 por un elemento de un conjunto de diversos números
primos de Fermat. Además, hay un conjunto denso de ángulos construibles de orden
infinito.

Construcciones con regla y compás como operaciones


de aritmética compleja
Dado un conjunto de puntos en el plano euclídeo, basta seleccionar cualquiera de ellos
para llamarlo 0 y cualquier otro para llamarlo 1, y elegir arbitrariamente una
orientación, para poder considerar los puntos como un conjunto de números complejos

Dada cualquiera de tales interpretaciones de un conjunto de puntos como números


complejos, los puntos construibles utilizando construcciones válidas con regla y compás
son precisamente los elementos del mínimo cuerpo que contiene al conjunto de puntos
original, y que es cerrado con respecto a las operaciones de conjugación de complejos y
raíz cuadrada (para evitar ambigüedades, puede limitarse la raíz cuadrada, imponiendo
que el argumento complejo sea menor de ).

Los elementos de este cuerpo son precisamente aquellos que pueden expresarse como
una fórmula en la que intervienen los puntos originales y que sólo incluye las
operaciones de suma, resta, multiplicación, división, complejo conjugado y raíz
cuadrada. Es fácil demostrar que los elementos así obtenidos son un subconjunto
numerable, pero denso, del plano complejo. Cada una de las seis operaciones citadas se
corresponde con una construcción simple con regla y compás. Por tanto, de la fórmula
que define un número puede extraerse directamente la secuencia de construcciones
simples con regla y compás que hay que realizar para construir el punto reflejado por la
fórmula.

En suma: si se aporta un conjunto de puntos (números complejos) como datos iniciales,


y se pide la construcción de otro número complejo, que depende de los datos a través de
una fórmula que sólo contiene sumas, restas, multiplicaciones, divisiones, conjugación
de complejos y raíces cuadradas, ese número "objetivo" es siempre construible en un
número finito de pasos (de las construcciones básicas que se han descrito arriba), pasos
que además se deducen automáticamente de la fórmula, aunque en muchos casos
pueden encontrarse construcciones alternativas más eficientes, atajos de menos pasos.

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Hay una alternativa que evita la elección arbitraria de dos puntos para que hagan de 0 y
de 1. Dada una orientación arbitrariamente elegida, un conjunto de puntos determina un
conjunto de ratios complejas dadas por la razón entre las diferencias de cualesquiera dos
pares de puntos. El conjunto de ratios de ese tipo construible usando regla y compás a
partir de tal conjunto inicial de ratios es precisamente el cuerpo más pequeño de los que
contienen los ratios originales, y es cerrado para la conjugación compleja y la raíz
cuadrada.

Por ejemplo, la parte real, imaginaria, y el módulo de un punto o ratio (eligiendo uno
de los dos puntos de vista antes descritos, el de asignar arbitrariamente puntos 0 y 1 o el
de trabajar con ratios) son construibles, dado que pueden expresarse como:

La duplicación del cubo y la trisección del ángulo requieren ratios que son solución de
ecuaciones cúbicas, en tanto que la cuadratura del círculo requiere un ratio
trascendente. Ninguno de esos casos forma parte de los cuerpos antes descritos, y por
tanto no existe construcción con regla y compás para estos problemas. Una excepción,
en el caso de la trisección del ángulo, se da con ángulos especiales como cualquier tal

que sea un número racional que tenga como denominador el producto de una
potencia de dos y de distintos números primos de Fermat.

Construcciones imposibles
Cuadratura del círculo

Cuadratura del círculo

El más famoso de los problemas griegos, la cuadratura del círculo plantea la


construcción de un cuadrado cuya superficie sea la misma de la un círculo dado; y, por
supuesto, resuelto con regla y compás.

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Se ha demostrado que cuadrar el círculo de esta forma es imposible, dado que implica

encontrar un número trascendente, a saber . Usando regla y compás sólo es


posible generar números algebraicos. La frase "cuadratura del círculo" o "cuadrar el
círculo" se usa frecuentemente con el sentido de "hacer algo imposible". Con gran
fortuna, puesto que es tan imposible como obtener algo distinto de cuatro sumando dos
más dos, o dibujar en el plano euclídeo un triángulo que tenga los tres ángulos obtusos.

Sin embargo, si no se exige resolver el problema con sólo regla y compás, resulta
sencillo hacerlo con una amplia variedad de métodos geométricos y algebraicos. El
problema fue resuelto de esta forma muchas veces, ya en la antigüedad.

Duplicación del cubo

Duplicar el cubo consiste en construir el lado de un cubo que tenga el doble de volumen
que otro cubo cuyo lado se da como dato del problema. Por supuesto, debe hacerse con
regla y compás. Es imposible, porque la raíz cúbica de 2, pese a ser un número
algebraico, no puede obtenerse de los números enteros por suma, resta, multiplicación,
división y extracción de raíces cuadradas, que son las únicas operaciones que pueden
hacerse con regla y compás. Esto es así porque el polinomio mínimo de la raíz cúbica de
2 sobre los racionales tiene grado 3. Basta con que se permita utilizar una regla con dos
marcas y un compás para que sea posible duplicar el cubo.

Trisección del ángulo

Partiendo de un ángulo dado, trisecarlo significa construir un ángulo que mida justo un
tercio del ángulo dado. Se demuestra que ello requiere obtener la raíz cúbica de un
número complejo cualquiera, con valor absoluto 1. Resulta imposible hacerlo sólo con
regla y compás.

Se puede esbozar una demostración más completa para el caso de que el ángulo sea de
60°. Si fuera trisecable, entonces el polinomio mínimo de cos 20°tendría que ser de un
grado potencia de dos (2,4,8,...). Esto es así porque, como se ha visto antes, construir un
ángulo equivale a construir un punto en la circunferencia que subtienda ese ángulo, por
lo que tangente, seno y coseno del ángulo deberían ser números construibles, y ya se ha
visto que sólo los que resultan de polinomios de grado potencia de 2 son construibles.

Usando la identidad trigonométrica

cos(3α) = 4cos³(α) − 3cos(α),

se obtiene, haciendo cos 20° = y,

8y³ − 6y − 1 = 0,

de modo que, con el cambio de variable, x = 2y,

x³ − 3x − 1 = 0.

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Si ese polinomio pudiera reducirse a grado 2, tendría una raíz racional, que por el
teorema de la raíz racional, debería ser 1 o −1, que evidentemente no son raíces. Por lo
tanto, el polinomio mínimo para cos 20° es de grado 3, de modo que cos 20° no es
construible y por tanto el ángulo de 60° no puede ser trisecado.

La trisección del ángulo, como muchas otras construcciones imposibles con regla y
compás, puede llevarse a cabo fácilmente con el sistema más potente, aunque
físicamente sea muy sencillo, de papeles doblados denominado origami. Los axiomas de
Huzita (tipos de operaciones de doblado) permiten construir extensiones cúbicas (raíces
cúbicas) de longitudes dadas, en tanto que con regla y compás sólo pueden construirse
extensiones cuadráticas (raíces cuadradas). Ver matemáticas de la papiroflexia

Construyendo polígonos regulares


Algunos polígonos regulares (un ejemplo es el pentágono) son fácilmente construibles
con regla y compás; otros no. Esto nos lleva a la pregunta: ¿es posible construir
cualquier polígono regular con regla y compás?

El primer avance relevante para resolver este problema se debe a Gauss, que mostró en
1796 que un polígono regular de n lados puede construirse con regla y compás siempre
que los factores primos impares de n sean primos de Fermat distintos. Gauss conjeturó
que esta condición debía ser también necesaria, pero no aportó una demostración de este
hecho, que fue lograda por Pierre Wantzel en 1837.

Los polígonos construibles con regla y compás son aquellos que tienen un número de
lados de la forma .

Demostración: Paso I: Si m-gon y n-gon, con (m,n)=1, son construibles, entonces mn-
gon es construible. Si m-gon y n-gon son construíbles (Vamos a pensar en términos de
los ángulos centrales. Pues que este ángulo sea construíble es equivalente a que el
primer vértice v1 sea construíble partiendo de (1,0) y (0,0), pues si v1 es construible se
tiene, sin más que unir (1,0) y v1 con (0,0), el ángulo, y si podemos construir el ángulo,
sin más que construir una circunferencia de radio 1 en torno al (0,0), el punto v1, será la
intersección entre la circunferencia y uno de los lados del ángulo.), entonces estos

polígonos tendrán un ángulo central de y , sumamos estas cifras y obtenemos

, reparamos ahora en que


Ento
nces existe un número α tal que
Ponemos el

ángulo anterior, , α veces en la circunferencia unidad, obteniendo

entonces y esto es igual a un ángulo de ,


pues el primer término es un número k de vueltas a la circunferencia, y este es el ángulo
central de un polígono de mn lados.
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Paso II: Los 2r son costruibles. Basta ver que la bisección de un ángulo es construible,
pero esto es conocido.

Paso III: Los p2-gones con p primo no son construibles si p no es 2. Sabemos que un
cuadrado es construible, así que lo que hemos de ver es que un polígono con p2 lados no
es costruible si p no es 2.

Para ver esto pasamos a y supongamos que podemos construir un polígono con p2
lados.

Comencemos con {(0,0),(1,0)}, sabemos que los vértices del polígono serán las raíces
de la unidad, es decir son raíces de este polinomio es reducible,

con con χk = e2πik /


n
,k = 0,1,2...n − 1.

El polinomio irreducible con esta ra\'iz tiene grado φ(p2) = p(p − 1) con φ es la función
phi de Euler. Luego la torre es donde v1 es nuestro segundo vértice,
se ve entonces que la extensión tiene grado divisible por p, para que sea construible
debe ser divisible por 2, luego p2 es construible si y sólo si p = 2

Paso IV: Un p-gon, con p primo es construible sólo si p es de Fermat. Como antes se
tiene que el polinomio ciclotómico tiene grado p − 1 y esto ha de ser una potencia de
dos, luego ya está.

En síntesis, un n-gon es construible si y sólo si

Construcciones sólo con regla, o sólo con compás


Es posible, de acuerdo con el teorema de Mohr-Mascheroni, obtener sólo con compás
cualquier construcción que pueda hacerse con regla y compás (excepto el hecho de
trazar una recta). Es imposible obtener una raíz cuadrada sólo con regla, de modo que
muchas construcciones factibles con compás no lo son con regla. Pero el teorema de
Poncelet-Steiner demuestra que basta con disponer previamente de un único círculo y su
punto central para que todo lo construible con compás lo sea también sólo con regla (y
el círculo y su centro previamente trazados).

Construcciones extendidas
Reglas marcables

Arquímedes y Apolonio de Pérgamo realizaron construcciones con "regla marcable",


una regla en la que se puedan dibujar rayas para guardar memoria exacta de distancias.
Esto les permitía, por ejemplo, partir de un segmento de recta, dos rectas (o círculos) y
un punto, y trazar una nueva recta que pasara por el punto dado e intersectara a las dos
rectas iniciales, de modo que la distancia entre los puntos de intersección igualara la
longitud del segmento dado. Esta construcción, llamada neusis (inclinación, tendencia),

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crea un segmento de recta de tamaño prefijado, que cumple la condición de tocar en sus
extremos las dos rectas dadas, y además pasa por el punto dado, al que suele llamarse
"polo".

Esto extendió la geometría más allá de los Elementos de Euclides. Euclides no tenía
ningún axioma, ni podía demostrar ningún teorema, que mostrara siquiera la existencia
de la neusis, de modo que no podía usarla en las construcciones. En esta geometría
expandida, cualquier distancia cuya razón a una distancia dada sea la solución de una
ecuación cúbica o cuártica es construíble. De manera que si se permite usar reglas
marcables, y como consecuencia se permite la neusis, la trisección del ángulo y la
duplicación del cubo pueden conseguirse. La cuadratura del círculo, en cambio, sigue
siendo imposible. Algunos polígonos regulares no construibles con regla y compás
clásicos, como el heptágono, lo son con regla marcable. Con neusis y todo, sin embargo,
sigue siendo imposible construir muchos (de hecho, infinitos) polígonos regulares,
empezando por el de once lados (endecágono).

Origami

De modo similar, la teoría matemática del origami, o papiroflexia sin ningún


instrumento, sólo hojas de papel, resulta más potente que la regla y compás clásicos.
Igual que la regla marcable, el origami permite resolver ecuaciones cúbicas, lo que a su
vez abre la resolución de cuárticas, la duplicación del cubo y la trisección del ángulo. Se
ha demostrado que los puntos construibles por papiroflexia son exactamente los mismos
que con regla marcable y compás; en particular, tampoco el origami permite resolver la
cuadratura del círculo. Se pueden hacer también figuras de diversos modelos con el
origami o papiroflexia tan solo con una hoja de papel.

El cuerpo extendido

En términos abstractos, el uso de estas herramientas más potentes, ya sea la neusis de la


regla marcable o el origami o papiroflexia, extienden el cuerpo de los números
construíbles a un subcuerpo más amplio de los números complejos, que no sólo
contiene la raíz cuadrada, sino también la raíz cúbica de cualquier elemento (Como
siempre, podemos evitar la ambigüedad sobre de qué raíz cúbica estamos hablando

quedándonos sólo con los argumentos complejos menores que , para que haya una
sola). Las fórmulas aritméticas de los puntos construíbles que hemos descrito más arriba
tienen sus análogas en este cuerpo extendido, permitiendo ahora fórmulas que incluyen
también raíces cúbicas.

Investigaciones recientes
Simon Plouffe ha escrito un artículo en el que muestra cómo la regla y el compás
pueden usarse como una sencilla computadora, dotada de insospechada potencia de
cálculo.

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Teorema de Mohr-Mascheroni
En geometría euclídea, el teorema de Mohr-Mascheroni establece que todas las
construcciones geométricas que pueden realizarse con regla y compás pueden realizarse
únicamente con compás. Hay que notar que aunque no puede trazarse con un compás
una línea recta; dados dos puntos de la misma, es posible obtener un conjunto denso de
puntos en la recta dada.

Contenido
 1 Enunciado e historia del teorema
 2 Referencias
 3 Bibliografía
 4 Véase también

Enunciado e historia del teorema


En 1797 el matemático italiano Lorenzo Mascheroni publicó la obra en verso dedicada a
Napoleón Bonaparte La geometria del compasso donde demostró el siguiente teorema:

Todos los problemas de construcción que se resuelven con ayuda del compás y la
regla, pueden resolverse con precisión empleando solo un compás

Lorenzo Mascheroni (1797)

Aunque Mascheroni demostró el teorema en 1797, en 1928 el matemático danés


Guelmslev encontró en una tienda de libros de Copenhague el libro Euclides danés de
G. Mohr, publicado en Amsterdam en 1672, donde se solucionaba el mismo problema
que Mascheroni.

Teorema de Poncelet–Steiner
En geometría, el teorema de Poncelet–Steiner establece que todas las construcciones
geométricas que pueden realizarse con regla y compás pueden realizarse únicamente
con regla conocido un único círculo y su centro. Por tanto, todas las construcciones que
pueden realizarse con regla y compás puede realizarse con regla utilizando una única
vez el compás.

El resultado, ya conjeturado por Jean-Victor Poncelet en 1822, fue demostrado por


primera vez por el matemático suizo Jakob Steiner en su obra de 1833 «Die
geometrischen Constructionen ausgeführt mittels der geraden Linie und eines festen
Kreises».

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