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LICEO BICENTENARIO ÓSCAR CASTRO ZÚÑIGA

Asignatura: LENGUA Y LITERATURA Unidad: GÉNEROS NARRATIVOS HISTÓRICOS

Profesora: MABEL SANDRA HENRÍQUEZ BARRIOS

Nombre del o la estudiante


Curso y letra
Unidad Literatura. Géneros Narrativos Históricos
Puntaje Ideal: 10 puntos Puntaje obtenido:

Aprendizajes esperados:
Lee comprensivamente fragmentos y muestras de obras literarias, analiza su contenido, su
propósito o intención, los relaciona con la teoría sobre géneros literarios históricos y los clasifica
apropiadamente de acuerdo a sus características.

Instrucciones:
Lee con atención cada uno de los textos propuestos en este ejercicio, analiza las características
que encuentras en cada uno de ellos, identifica el género histórico al que pertenece y explica
brevemente las razones o argumentos que te han llevado a esa conclusión. Utiliza los textos que
se encuentran al principio de nuestra guía (El mito, la epopeya, el cantar de gesta, la leyenda,
la fábula, la parábola, el cuento, la novela…) y que te pueden servir como modelos para
elaborar tu trabajo.

1. El nombre de Mirmidón puede no ser


especialmente conocido hoy en día, pero es el
nombre de un pueblo famoso en la antigüedad
por la elevada reputación y habilidad de sus
guerreros.

“Dice la historia que el rey del Olimpo, Zeus,


mantuvo relaciones con la ninfa Égida y
posteriormente le puso su nombre a una isla
frente al Peloponeso. Sin embargo, al enterarse
Hera de la aventura de su esposo y del nombre
puesto a la isla, decidió mandar una horrible
plaga que terminó matando a la gran mayoría de
sus habitantes. Entre los pocos supervivientes se
contaba el rey de la isla, Éaco de Egina, el cual
suplicó a Zeus que repoblara su isla.

Mientras rezaba, un rayo del sol iluminó a una fila de hormigas en un roble, algo que hizo que el
rey decidiera pedir que surgieran tantas personas como hormigas había visto sobre el árbol. Éaco
de Egina se durmió y soñó que las hormigas en el roble caían al suelo y al hacerlo se
transformaban en personas. Al despertar, la isla había recuperado el número de habitantes de
antaño, siendo nombrados en honor de las hormigas de las que procedían (mirmidón podría
traducirse como hombres hormiga)”.

2. Había una vez una joven, hija de un granjero que iba al pueblo a vender
leche, y mientras trasladaba la vasija llena de leche, planificaba su futuro.

– Cuando termine de vender toda la leche, invertiré el dinero en trescientos


huevos. De estos una parte no va a nacer, pero de seguro que al menos 200
pollos tendré. Cada pollo podrá ser vendido a precios altos ya que para la
época para la que estén listos los precios en el mercado habrán subido. Si
logro esto tendré el dinero necesario para comprarme un vestido de fiesta muy
bello con el que podré asistir causando sensación. Al asistir a los bailes tan
hermosa lograré que todos los jóvenes me pretendan, pudiendo yo valorar a
cada uno de los presentes.

De repente tropezó con una piedra y cayó al suelo junto con el recipiente de
leche el cual se derramó completamente, destruyéndose también cada uno de los planes que
había hecho.
Moraleja: No debes desear tener una fortuna mayor pues nada de lo que tengas te parecerá
suficiente. No pienses en el futuro sin antes haber asegurado tu presente pues solo así tu futuro
tendrá resultados.

3. La flor del Ceibo


Anahí era una joven guaraní que vivía a orillas del
Paraná, era una joven de rostro feo y canto hermoso.
Cuando los conquistadores llegaron a su pueblo,
ocurrió un enfrentamiento y Anahí fue apresada con
los sobrevivientes. Sin embargo, logró escaparse por
la noche, pero un centinela la descubrió y ella lo
asesinó. Al volver a ser atrapada, fue condenada a
muerte. La ataron a un árbol para quemarla en una
hoguera. Cuando el fuego comenzó a arder, ella
misma parecía una llama roja. Pero en ese momento
Anahí comenzó a cantar. Cuando el fuego terminó de
consumirse, por la mañana, en lugar del cuerpo de la joven había un manojo de flores rojas, que
hoy es la flor de ceibo.La flor de ceibo es la flor nacional argentina

4. El Ciervo Escondido
Un leñador de Cheng se encontró en el campo con un
ciervo asustado y lo mató. Para evitar que otros lo
descubrieran, lo enterró en el bosque y lo tapó con
hojas y ramas. Poco después olvidó el sitio donde lo
había ocultado y creyó que todo había ocurrido en un
sueño. Lo contó, como si fuera un sueño, a toda la
gente. Entre los oyentes hubo uno que fue a buscar el
ciervo escondido y lo encontró. Lo llevó a su casa y
dijo a su mujer:
-Un leñador soñó que había matado un ciervo y olvidó
dónde lo había escondido y ahora yo lo he encontrado.
Ese hombre sí que es un soñador.
-Tú habrás soñado que viste un leñador que había matado un ciervo. ¿Realmente crees que hubo
un leñador? Pero como aquí está el ciervo, tu sueño debe ser verdadero -dijo la mujer.
-Aun suponiendo que encontré el ciervo por un sueño -contestó el marido- ¿a qué preocuparse
averiguando cuál de los dos soñó?
Aquella noche el leñador volvió a su casa, pensando todavía en el ciervo, y realmente soñó, y en el
sueño soñó el lugar donde había ocultado el ciervo y también soñó quién lo había encontrado. Al
alba fue a casa del otro y encontró el ciervo. Ambos discutieron y fueron ante un juez, para que
resolviera el asunto. El juez le dijo al leñador:
-Realmente mataste un ciervo y creíste que era un sueño. Después soñaste realmente y creíste
que era verdad. El otro encontró el ciervo y ahora te lo disputa, pero su mujer piensa que soñó que
había encontrado un ciervo que otro había matado. Luego, nadie mató al ciervo. Pero como aquí
está el ciervo, lo mejor es que se lo repartan.
El caso llegó a oídos del rey de Cheng y el rey de Cheng dijo:

-¿Y ese juez no estará soñando que reparte un ciervo?


5. En aquel tiempo, se acercaban a Jesús todos los
publicanos y los pecadores para oírle. Los fariseos y los
escribas murmuraban, diciendo: Éste acoge a los
pecadores y come con ellos.

Jesús les dijo:

Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al


padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me
corresponde." Y él les repartió la hacienda. Pocos días
después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país
lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un
libertino. «Cuando hubo gastado todo, sobrevino un
hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar
necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los
ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a
apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las
algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las
daba. Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia,
mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé
contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus
jornaleros." Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vio su padre y,
conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: “Padre, pequé contra
el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus siervos: “Traed
aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed
el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba
muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado”. Y comenzaron la fiesta. Su hijo
mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y
llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: “Ha vuelto tu hermano y tu
padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano.” Él se irritó y no quería entrar.
Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás
dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis
amigos; ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has
matado para él el novillo cebado!" Pero él le dijo: “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es
tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha
vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado.”
Lucas,15,1-3.11-32

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