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“De lo espacial a lo contextual”: Algunas prácticas

artísticas como contenedoras de memoria


David Ramos Delgado1

Imagen 1: Detalle de Tras-Lados / Instalación / 2011

“¿Qué permanece de nuestra memoria?, ¿qué rechazamos de ella?,


¿qué legado nos une?, ¿qué es lo que se hereda?, ¿qué se ha perdido y que se añora?,
¿qué se ha perdido y no se extraña?...
La re-construcción de la memoria para encontrar aquellos vínculos que nos unen,
es la mejor manera como podemos aproximarnos a esa nostalgia por el pasado”.

1Artista Visual, egresado de la Licenciatura en Artes Visuales de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia. Participante
en VII Bienal de Venecia de Bogotá, Colombia y ganador del “Premio de Arte Público” otorgado por el Ministerio de Cultura de
Colombia en el marco del Programa Nacional de Estímulos 2013. Interesado en el desarrollo de procesos comunitarios y partici-
pativos desde el arte en contextos concretos, principalmente en su pueblo natal: el municipio de Guatavita, Colombia.
E-mail: david.ramos.3@gmail.com; david.ramos.3@hotmail.com

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“De lo espacial a lo contextual”: Algunas prácti-
cas artísticas como contenedoras de memoria

“No debemos olvidar el carácter efímero, fugaz, perturbable


y alterable del tiempo: todo ha de pasar pasando.
O lo que es lo mismo, todo ha de pasar a través de nuestras
acciones, en el hacer haciéndose”.
Félix Vázquez.

Introducción

L
a finalidad última de este informe es presentar encontrados. Poco a poco y en el hecho de pre-
parte de mi trabajo artístico: las búsquedas inicia- guntarme por lo espacial y por el lugar de un
les, su evolución, algunos procesos de creación y “espectador activo”, lo resultante de un segundo
circulación, y varias conclusiones y hallazgos a propósito de momento de mis creaciones evolucionó a la insta-
su relación con el contexto en el cual se produjo (el munici- lación, la exploración con materiales, lo procesual
pio de Guatavita-Colombia, departamento de Cundina- y el espacio público. Finalmente, el ejercicio crea-
marca) y su vinculación con lo denominado como “arte tivo al cual condujo esta línea de trabajo y que
público”. representa el estado actual de mi obra, radica en
tratar de trasladar con más contundencia “lo
Como se verá, la serie de obras que a continuación espero espacial a lo contextual” en el desarrollo de
describir y cuestionar, se enlazan la una con la otra desde prácticas artísticas de carácter comunitario y
su tema de creación: la memoria. Debo aclarar que lo auto- participativo, donde un espectador-creador es
referencial, lo anecdótico y mi historia de vida en relación a fundamental para la existencia de la obra.
los estrechos vínculos creados con el lugar que he habitado
durante casi todo mi vida, Guatavita, son el punto de parti- Centrar mi atención en una “noción ampliada
da que fundamenta todo el proceso. Estos dos aspectos, la del espacio”, se vincula con mi afán por redefinir
memoria personal-familiar y la memoria colectiva de la la noción de lugar, poniendo en tensión la espa-
comunidad en que se inscribe, dan cuenta de mi búsqueda cialidad versus su contextualidad; más allá de
como artista y, sobre todo, de la intencionalidad educativa referirme a los espacios físicos, lo que me interesa
que mi obra intenta poseer. son los valores y significados humanos de esos
espacios que se muestran como material para la
El “recorrido” que aquí hago (comprendido entre 2011 y creación artística. Aquí es donde cobran sentido
2012) en un principio se fundamentó en producciones de las palabras de Lucy Lippard: “el lugar entendi-
carácter escultórico desde el ensamblaje y el uso de objetos do como emplazamiento social con un contenido

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humano, [postula] la necesidad de un arte comprometido vínculos entre el espectador, la obra y el artista,
con los lugares sobre la base de la particularidad humana pensando siempre en la realidad en que se en-
de los mismos, su contenido social y cultural, sus dimensio- cuentran, es la base para mi labor creativa y su
nes prácticas, sociales, psicológicas, ecológicas, políticas…” vinculación con la comunidad de Guatavita.
(Lippard citada por Blanco, 2001, pág. 31). Al respecto
también debo retomar lo que Ardenne (2006) propone Por todo lo anterior, el texto que viene a conti-
como una preocupación por establecer estrechos lazos nuación se estructura en cinco grandes bloques:
entre la obra de arte y la realidad específica en que esta en el primero de ellos pretendo hacer una breve
emerge, preocupándose por quién o quiénes la producen contextualización del lugar en donde se produje-
(actores), en dónde circula (escenarios), qué y cómo se hace ron las obras (el municipio de Guatavita) y la
(contenidos y medios). pertinencia de las mismas para la comunidad; en
un segundo momento, espero hablar de unas
En este orden de ideas, lo que aquí también intento es obras iniciales de carácter escultórico (cajas con-
crear relación entre mi trabajo artístico y “lo público” del tenedoras de memoria) que funcionan como
arte. Lucy Lippard (2001) define “el arte público como antecedente para el resto del proceso; en el si-
cualquier tipo de obra de libre acceso que se preocupa, guiente apartado me centro en presentar una
desafía, implica, y tiene en cuenta la opinión del público intervención en el espacio público y su relación
para quien o con quien ha sido realizada, respetando a la con la instalación; luego abordo la obra en la que
comunidad y al medio” (pág. 61). Por otro lado Nina logro consolidar gran parte de mi ejercicio creati-
Felshin citada por Paloma Blanco (2001) asegura que “las vo: Tras-Lados, el cual se basa en la relación
discontinuidades sobre lo que se ha venido a llamar el entre memoria íntima y colectiva y su profunda
nuevo género de arte público han incluido la noción de inserción en el contexto; finalmente, me detengo
comunidad o de público como constituyentes mismos del en Una Mirada al Ayer, práctica artística de ca-
lugar y han definido al artista público como aquel o aquella rácter comunitario que vincula un grupo de seño-
cuyo trabajo es sensible a los asuntos, necesidades o intere- ras del pueblo alrededor de sus recuerdos fami-
ses comunitarios” (pág. 29). De este modo, crear otros liares.

Guatavita como lugar y el por qué de lo artístico allí

E
n la actualidad, el municipio de Guatavita Cun- interesó desde mi labor como artista y como
dinamarca, es reconocido por ser un sitio turísti- nativo de allí, fue evidenciar aquello que ocurre
co importante de la sabana de Bogotá; la mayor detrás de esta imagen un tanto estereotipada
parte de personas ajenas al lugar la reconocen por su construida desde el turismo, la publicidad, los
“tranquilidad” y su “bonita” arquitectura, o bien, por la discursos oficiales y algunos lugares comunes
laguna y la Leyenda de El Dorado. Sin embargo, lo que me que dejan por fuera la complejidad social de la

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memoria colectiva2 del pueblo, sus significados, lo subjeti- cas, espaciales, etc. Por ello, este acontecimiento
vo y las dinámicas de la comunidad construidas en torno a estructura un espacio-tiempo concreto que de-
ello. Lo que intenté fue contar desde la experiencia del arte termina toda mi obra.
ese “otro pasado” que no aparece en esos clichés homoge-
nizadores y totalizadores que reducen el carácter contex- El arte con su razón misma de ser: ofrecer otra
tual que la memoria posee para los actores. mirada a nuestra cotidianidad, a lo sencillo, a lo
concreto y, en últimas, a lo humano, posee una
En este sentido, Guatavita como cualquier otro pueblo del característica particular (diferente a las ciencias
altiplano cundiboyacense, se caracteriza por su clima frío, exactas y humanas) para generar conexiones con
la gran influencia de la institucionalidad religiosa, lo tradi- la vida de quien y quienes hacen parte de un
cional y lo campesino, pero que por su relativa cercanía a proceso de creación. La experiencia estética y lo
Bogotá, está fuertemente afectado por lo urbano. Por ser sensible tienen mucho que ver en este proceso de
un pueblo comparativamente pequeño, tiene unas particu- re-significación del contexto: lo que ocurre dentro
laridades que definen la cotidianidad, las relaciones socia- del desarrollo de una práctica artística hace que
les entre vecinos y, en general, la configuración colectiva lo local se vea desde otra óptica. Por lo mismo,
del pueblo. “visibilizar” y “darle voz” a mi comunidad desde
lo que hago como artista, es una posibilidad para
Por otra parte, debo hablar de un hecho fundamental retornar a un origen, a la construcción conjunta
desde el cual se “hilan” mis recuerdos, los de mi familia y del pasado, a la memoria individual de cada uno
los de todos y cada uno de los habitantes de allí, además de de los habitantes de Guatavita y por ende a la
definir la historia misma de la población y de determinar memoria particular del pueblo, todo para que esa
fuertemente el contexto: esto es, el traslado espacial del memoria sea contada desde la óptica de los mis-
pueblo. En el año de 1967, debido a la construcción del mos actores que la re-construyen.
embalse del Tominé, los habitantes tuvieron que situarse
en otro lugar, una nueva construcción (“Pueblo Nuevo”) Ya sea como espectadores o como creadores, la
que reemplazara su “Pueblo Viejo” y que conllevó a un apertura y la consolidación de puntos de encuen-
proceso de cambios y transformaciones sociales, económi- tro para la comunidad, se convierte en un hecho
intersubjetivo, es decir, un diálogo y una relación
2 Optando algunos postulados de autores como Maurice Halb- entre lo individual como hecho colectivo; esto
wachs (2004) y Félix Vásquez (2001), el concepto de “memoria
colectiva” lo asumo como aquel proceso de construcción social, conduce a considerar que la experiencia artística
cargado de significados compartidos, que dota de sentido al es un reconocimiento del sujeto dentro de su
mundo y en el que se hace una constante e inacabada reinterpre-
colectividad. Son estos encuentros desde el arte
tación del pasado. Desde esta óptica, la memoria es móvil, cam-
biante y parte del encuentro social, las prácticas sociales y los donde la integración social y la libre apropiación,
usos del lenguaje en un contexto y momento histórico determina-
son primordiales para hablar de una verdadera
do; a su vez, está definida por una serie de marcos o estructuras
sociales (el tiempo y el espacio) y dialoga con la memoria indivi- construcción social de sentido (Bourriaud, 2006),
dual, en tanto ésta última es una versión de lo colectivo. La re- característica propia de la memoria y su relación
construcción del pasado atiende a las necesidades en el presente
y se expande al futuro para garantizar la continuidad social. con la realidad.

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Es mi preocupación por la comunidad lo que motiva mi un espectador mucho más activo, cuál es el límite
búsqueda como artista, ratificando la importancia de lo de una obra que va más allá de lo tangible para
educativo en todo proceso creativo. Así, servir de mediador expandirse a lo procesual, cómo es que yo como
para permitir que emerjan esos espacios alternativos para artista me inserto en la realidad concreta de mi
la población, es tomar la cotidianidad como punto de par- pueblo, cuál es la función del museo en estos
tida. Es entonces cuando esta experiencia y el saber popu- procesos de creación, etc., me permiten hablar de
lar se muestran como una forma de conocimiento, valida- algunas estrategias que se hallan es esa ruptura.
dos en la experiencia artística; en la medida en que la co- Aquí el espectador aparece también como hace-
munidad se hace consciente de sus propias comprensiones dor y el artista se entiende como mediador; la
sobre el mundo y reconoce sus prácticas cotidianas como obra de arte es ese mecanismo que permite estos
fuente para la creación, aparece también el diálogo entre lo diálogos.
académico y lo popular, el arte y la pedagogía, el aprender
y el enseñar. Dejando clara la pertinencia para el contexto en
el que emerge mi trabajo como artista, en los
Otro de los aspecto que considero relevante mencionar es la apartados siguientes espero profundizar en estos
ruptura de las fronteras entre artista-espectador-obra, todo procesos de creación más a fondo.
para desmitificar al artista y su labor. Reflexiones sobre
quién es realmente el autor de la obra, cuál es el lugar de

Las “cajas contenedoras de memoria” como antecedente

“No solamente nuestros recuerdos, sino también nuestros olvidos, están alojados. (…) Y
al acordarnos de las casas, de los cuartos, aprendemos a morar en nosotros mismos”.
Gastón Bachelard.

C
omo inicio de mi búsqueda, lo escultórico apare- público en y con la comunidad de Guatavita. La
ció como antecedente de los ejercicios que poste- cercanía con los relatos, experiencias y anécdotas
riormente catalogo como experiencias de arte familiares de padres, abuelos, tíos, primos y parti-

Imagen 2: Detalle Caja 1 / Tatara- Imagen 3: Detalle Caja 1/ Relatos Imagen 4: Detalle Caja 1/ Árbol genea-
buelo familiares lógico

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cularmente de mi mamá y de mi tía-
bisabuela (a quien conocí durante el proce-
so), fue la manera como emplee la memoria
de mi familia como tema principal de crea-
ción. Desde la materialización de una serie
de “dispositivos para reconstruir el pasado”
que daban cuenta de la documentación de
fragmentos de la memoria, las propuestas
intentaban hallar un origen personal y fami-
liar. Cajas, cajones y armarios -que ayudan a
que “la memoria no se escape”- al lado de
documentos, objetos encontrados, álbumes
familiares, árboles genealógicos… fue aquello
con lo que traté de revivir esos recuerdos.

La primera de estas cajas, se convirtió en una


recolección de fotografías, relatos familiares y

Imagen 5: Caja 1 / 2011 / Ensamblaje / Dimensiones: 56cm X 54cm X algunos documentos que concluyeron en la
22cm construcción de un árbol genealógico. El
segundo armario logró reunir una serie de
objetos de esta memoria familiar, que se
combinaban con datos obtenidos de partidas
de bautismo y de actas de defunción que
adquirí por medio de la parroquia de Guata-
vita, las cuales permitían dar continuidad a
la elaboración del árbol genealógico, esta vez
centrándome en reconstruirlo desde finales
de 1700.

Fue aquí donde encontré varios intereses


definidos con claridad para mi obra: los
contenedores como mecanismos para “cap-
turar” una memoria que se reinterpreta en el
presente, la serialidad y la acumulación

Imagen 6: Caja 2 / 2011 / Ensamblaje /


Dimensiones: 152cm X 104cm X 40cm

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como elementos característicos, las tradiciones populares y cuerdo familiar y las características propias de la
la cotidianidad de Guatavita, los rituales católicos que junto memoria del pueblo, centradas en el traslado de
con la herencia campesina marcan fuertemente cada re- Guatavita la Vieja a la Nueva.

Imagen 7: Detalle Caja 2 / Escapulario Imagen 8: Detalle Caja 2/ Burrito Imagen 9: Detalle Caja 2/ Árbol genealógico

La acumulación de zapatos viejos como metáfora

N
uestra edad y las diferentes etapas de la vida: la cotidiano para desplazarme a la universidad
transición como fundamento de la existencia (Guatavita-Bogotá-Guatavita) y sus distintas im-
humana, la retomé para materializarla por plicaciones, se convirtieron en elemento esencial
medio de la acumulación de zapatos viejos. Mi recorrido para dar cuenta de un transcurrir que es cíclico,

Imagen 10: Instalación en la plazoleta de la Universidad Pedagógica / Bogotá 2011

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que habla de mi experiencia y que desde lo autobiográfico, plazoleta central de la Universidad Pedagógica
pretendía hacer una reflexión sobre el cambio de lugar. Nacional (sede Bogotá) y en una de las plazas
Para lograr esto, la instalación resultante se expuso en la más importante de Guatavita.

Imagen 11: Instalación en la Plaza Cívica / Guatavita 2011

La obra consistía en recolectar zapatos viejos en


las casas de varias familias del pueblo; más de
200 pares formaban una espiral, que a manera
de dibujo, se disponían uno tras otro asemejando
el caminar de una persona. En el centro: los za-
patos de los más pequeños, poco a poco iban
aumentando de tamaño, hasta llegar a los de más
edad: hasta la vejez humana. Esta metáfora de la
transición, en su momento también la entendí
como una metáfora del inicio de mi búsqueda
dentro del espacio que habito, que desde los
recorridos para reconocer el espacio, junto con lo

Imagen 12: Espectadores interactuando con la obra /


Guatavita 2011

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hallado con las “cajas contenedoras” ya descritas, la re- en la plaza, en tanto “invadía” su espacio coti-
construcción de la memoria del pueblo se mostraba como diano y le generaba reflexiones de todo tipo,
el material propicio para el desarrollo de mi obra. también volcaba mi mirada hacia “el público” y
“lo público” de mi hacer artístico con mucho más
Otro elemento que identifique como revelador, fue el hecho énfasis, donde el contexto aparecía como conduc-
de involucrar a las personas de Guatavita en la construc- tor del proceso y la instalación era el medio efec-
ción misma de la obra, en este caso la recolección de los tivo para enlazar todos estos elementos que circu-
zapatos. Así mismo, la pregunta por un tipo particular de laban en el espacio.
espectador que interactuaba directamente con lo expuesto

Tras-Lados: entre lo íntimo y lo colectivo

“Me interesa que mi trabajo sea un espejo para los demás,


que la gente se reconozca en él”.
Christian Boltanski.

C
omo un proceso de investigación-creación y como reflexionar sobre una serie de creencias, tradicio-
consolidación de mi trabajo artístico, la temática nes, costumbres, relatos, imágenes, lugares, etc.,
de creación de Tras-Lados partió de la existencia que hacen parte de la cotidianidad y de experien-
de un diálogo entre la memoria íntima y la colectiva, en cia de un grupo específico de personas, entablan-
cual la re-construcción
de la memoria de mi
familia tomó nuevamen-
te protagonismo para
representar una intimi-
dad. A través de la crea-
ción y por medio de la
experiencia estética, mi
intención era otorgarle
valor a ese “pasado que
nos une”; estableciendo
un intercambio con el
espectador, donde este
se reconoce a sí mismo
desde el recuerdo a par-
tir de la obra, es posible Imagen 13: Bitácora del proceso de creación de Tras-Lados

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do vínculos entre ellas y evidenciando así unas característi- visualmente contribuían a la documentación de
cas que nos son comunes. esta información fueron fotografías, escritos,
recortes, dibujos, etc., complementados por bor-
Desde este supuesto, el proceso de creación inició con el dados que establecían relaciones entre conceptos
ejercicio continuo de observación y aproximación al contex- y propuestas que iban surgiendo.
to, Guatavita para este caso, que se mostraba de gran inte-
rés para el proyecto; para esto elaboré una bitácora con el Dentro de este ejercicio surgieron dos categorías
propósito de establecer y entender relaciones a manera de generales que estructuraron la propuesta final: el
mapa mental. En cuanto a la forma de este “diario de viaje- ritual católico en torno a la muerte y el uso de
ro”, que se pensó en que fuera consecuente y que estuviera un video del traslado de Guatavita en el cual
estrechamente ligado con la intención de la obra, partió de aparecía mi abuela materna. Con relación al
un bordado o dechado (objeto encontrado dentro del pro- primero, tomé la idea de considerar al relicario y
ceso) el cual pertenecía a la memoria de mi familia. De esta las grutas como contenedores o cajas; el uso de
manera establecí una serie de “categorías” que emergían velas y veladoras, como parte de la iluminación;
en este trabajo de campo que ayudaban a la construcción la parafina apareció como recurso para la mate-
de la propuesta de creación: visitas a lugares (cementerios, rialización; los novenarios y los elementos visua-
casas de abuelos, ruinas del pueblo, etc.), relatos, inquietu- les propio de lo católico (arabescos, la serialidad,
des personales, recolección de objetos, experimentaciones los mosaicos, libros de oraciones…) como compo-
técnicas, revisiones conceptuales, etc. Los elementos que nentes primordiales de la obra; las procesiones y

Imagen 14: Vista general de Tras-Lados / Instalación / Guatavita 2011

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demás rituales como puntos de encuentro para la comuni- A través de Tras-Lados hice uso de la instalación
dad; entre otros aspectos. desde la relación espacio-tiempo, pues además de
hacer pensar en la relación indisoluble del conte-
La otra gran categoría: el video de Guatavita que se remite nido de la obra con el espacio físico y social en el
a finales de los años 60, estructuró la inclusión de otros cual se expuso, el objeto escultórico en su desplie-
elementos que debían ser tomados: los relatos de mi mamá, gue permite reflexionar sobre la memoria como
la imagen de mi abuela, la tradición campesina, algunos un transcurrir que se transforma en algo tangible,
eventos importantes en la memoria de la población, la visible, presente y vivido, y que al mismo tiempo
relación entre el “Pueblo Viejo”
y el “Pueblo Nuevo”, etc. Así, el
contenido del video y los rituales
católicos definieron un tercer
elemento: la recolección de
objetos encontrados (cabello
de algunos de mis familiares,
fragmentos del paisaje como
flores, piedras, animales, etc.)
que se complementaba con el
uso de información previa reco-
gida en las “cajas contenedores”
(algunos datos de mis parientes Imagen 15: Proyección de Video / Punto central de la obra
fallecidos).

La propuesta final que emergió,


intentó “organizar” y “contener”
toda la información recolectada
en aproximadamente 230 pie-
zas elaboradas en parafina a
manera de relicarios y grutas.
La obra buscaba que todos estos
elementos entraran en diálogo
para concebir el proceso como
una metáfora de la memoria: la
re-construcción de una serie de
fragmentos que se reinterpretan
infinitamente en el presente.

Imagen 16: Relicarios contenedores de cabello

~ 11 ~
Imagen 17, 1 8 y 19: Relicarios contenedores de objetos encontrados

permite que el carácter efímero y orgánico de los recuerdos ritual católico en torno a la muerte, la recolección
siga latente. de objetos encontrados y la proyección del video
del traslado de Guatavita, se mezclaban haciendo
Fue así como la instalación se realizó desde un recorrido parte de un espacio que por medio de relicarios y
dispuesto de manera circular en el espacio, que pretendía contenedores elaborados en parafina, remitían a
que el espectador reconociera una narración desde varios la representación de una serie de nueve momen-
fragmentos que se interrelacionan y que aluden a la memo- tos o estaciones diferentes que giraban alrededor
ria de mi familia y del pueblo. Como ya lo dije, en la obra el de un punto central, para referirse a un antes
(ausencia) y a un después (presencia) que
es cíclico y se complementa mutuamente.

Tras-Lados fue una evocación a lo auto-


biográfico que quería servir de “conector”
entre mi historia personal y la familiar,
para luego notar su relevancia en una
comunidad, es decir, una relación que va
de lo micro a lo macro. Esto se refiere a
que al aludir a una memoria íntima que
se reconoce en lo colectivo y viceversa, se
entiende su complementariedad. Buscan-
do aquellos puntos de encuentro o frag-
mentos de una memoria que le son co-
munes a un “yo” en relación a un “otro” y
que se articulan como familia, como co-
munidad, como humanos… se están en-
contrando esos “vínculos que nos unen”:
no ver al otro como un extraño y emplear
el recuerdo como ese dispositivo para
reconocer aquello que ignoramos y que,
Imagen 20: Una de las grutas que indican las nueves estaciones de la obra
finalmente, es lo que nos une.

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Desde allí, y encontrando analogía con la noción de conte- convirtió por un momento en un “detonante”
nedor de donde parte toda mi obra, el diálogo íntimo- para la memoria de los habitantes del municipio,
colectivo es visto como una serie de “cajas” contenidas: lo pues funcionó como un “espejo” para la comu-
personal dentro de lo familiar, lo familiar dentro de una nidad; la diversidad de interpretaciones por parte
comunidad y así sucesivamente. Este proceso es visto como de los espectadores lo demuestra, quienes crea-
una sucesión de relaciones que se expanden, que son móvi- ron asociaciones con emociones y sensaciones, la
les y donde la existencia de “unas memorias contenidas” contemplación, la religión, con el traslado del
no se puede ver aisladamente. pueblo, con otros habitantes, el transcurrir del

Imagen 21: Asistentes a la exposición de Tras-Lados / Guatavita 2011

Entendiendo la pertinencia de la obra de arte en su contex- tiempo, su familia, etc. Quiero destacar el testi-
to específico de producción, la circulación de Tras-Lados la monio de una de las asistentes a la muestra, para
pienso como un recorrido por diferentes escenarios no ella la obra la hacía pensar en “tratar de mante-
tradicionales del arte: algunos municipios aledaños a Bogo- ner vivos los recuerdos a través de la luz”.
tá. Dadas las características en torno a la circularidad de la
obra (transitoriedad, lo cíclico y los recorridos) estructuro la Una segunda estación de la muestra itinerante se
exposición como una “ruta itinerante” por varias pobla- llevó a cabo en el municipio de Guasca, Cundi-
ciones, conformando una red con una serie de estaciones. namarca, población vecina a Guatavita y donde
también tuvo bastante acogida por parte de los
Como inicio de este recorrido, el trabajo estuvo expuesto en asistentes.
el lugar desde el que fue pensado: Guatavita. La obra se

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Una Mirada al Ayer: La memoria de Guatavita
contada desde las voces de diez mujeres
“Sabe que todo lo que usted me estuvo averiguando de mi
vida, todo me gustó, porque como que lo hace a uno recordar
y como que se siente uno en esa época (…) ¿uno cuándo habla
de su familia?, ¡con nadie!”.
Doña Lolita.

L
uego de la producción de Tras-Lados y en mi ria” (escritos, mapeos, dibujos, etc.) que servían
afán por involucrar con mucho más énfasis la como detonantes para el relato y que poco a poco
memoria y los habitantes de Guatavita dentro de iban “llenando una maleta con recuerdos,” la
mi búsqueda como artista, esta vez mi interés se concentró cual al finalizar el proceso, fue el resultado que
en relacionar directamente mi obra con un público particu- materializó la obra en una instalación3.
lar, diferente al del museo y al de los demás lugares tradi-
cionales para la producción y circulación del arte. Este De este modo, en el presente apartado quiero
hecho definió radicalmente mi hacer, el cual se transformó compartir lo desarrollado y lo logrado con el
en una figura de mediador entre el desarrollo de una de- grupo de señoras. Para ello, el texto se divide en
terminada práctica artística y un espectador que se conver- tres subtítulos: en el primero, “Quiénes”, espero
tía en creador. indicar algunas características generales y parti-
culares de cada una de las participantes en la
Fue así como nació Una Mirada al Ayer, un proceso de obra. La segunda de estas secciones, “En qué
investigación-creación y una práctica artística de carácter consistió Una Mirada al Ayer”, describe con-
comunitario que vinculaba a un grupo de diez señoras del cretamente lo realizado dentro de la práctica
pueblo alrededor de sus recuerdos familiares, donde mi artística. Debo aclarar que con la intención de
intención era expandir con mayor contundencia la idea de mostrar mucho mejor el proceso y los resultados
“lo espacial” hacia “lo contextual”, hasta el punto de con- de la obra, la diagramación de este apartado está
vertir la experiencia creativa en un ejercicio colectivo y hecha de la siguiente manera: una columna ini-
participativo. Con la idea de “tejer relatos”, la obra que se cial (costado izquierdo), que tiene que ver con
llevó a cabo durante todo el 2012, consistió en convocar a registros fotográficos y algunos recuadros de
un grupo de diez mujeres natales y residentes del municipio relatos de las mujeres relacionados a sus expe-
de Guatavita con el propósito de re-construir y re-significar riencias y que considero relevantes durante el
su memoria colectiva desde sus voces y sus historias de
3 El desarrollo de Una Mirada al Ayer estuvo articula-
vida; a partir del desarrollo de una serie de visitas periódi-
do con un proceso investigativo que buscaba com-
cas a la casa de ellas, cada uno de estos encuentros buscaba prender los imaginarios sociales que circulan en torno
profundizar en una etapa concreta de la existencia de las a la re-construcción de la memoria colectiva de Guata-
vita desde las historias de vida de cada una de estas
mujeres (la infancia, la juventud, la adultez, la vejez, etc.), mujeres; esta práctica artística comunitaria estuvo
usando una serie de “dispositivos contenedores de memo- vinculada directamente con el diseño investigativo
biográfico-narrativo.

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proceso; un contenido central en el que describo la organi- Finalmente, en la tercera parte: “El lugar de
zación, los dispositivos empleados, los logros y otros aspec- Una Mirada al Ayer en la re-significación”,
tos significativos de la práctica; y en la parte derecha dentro puntualizo en algunas conclusiones halladas en
de los recuadros, un relato en primera persona para dar torno la participación de las señoras y mi lugar
cuenta de mi experiencia como mediador-artista, precisan- como artista, todo para hacer una reflexión sobre
do en algunas anécdotas que vale la pena mencionar. el potencial educativo y pedagógico que las prác-
ticas artísticas comunitarias -y por consiguiente el
arte público- poseen.

1. Quiénes

Para convocar al grupo de señoras participantes, hice uso por ser la madre del primer niño nacido en Gua-
de una serie de criterios: que fueran mujeres, pues la co- tavita la Nueva, es madre, abuela y bisabuela. La
munidad es estrictamente matriarcal desde la crianza, la Señorita Lucila, fue una de las modistas más
educación de los hijos, la organización de la memoria fami- destacadas del pueblo y enseñó a muchas muje-
liar (fechas, álbumes familiares, etc.); muy relacionado con res este oficio, crió a varias de sus sobrinas; una
lo anterior, que fueran madres, abuelas, bisabuelas, tías o de ellas es Fanny, que también hizo parte del
“hijas cuidadoras” de sus padres; que se consideraran grupo y quien actualmente vive con su madre y
católicas: la religión define gran parte de la memoria colec- atiende un restaurante.
tiva; mayores de 50 años, ya que vivenciaron el traslado del
pueblo; natales de Guatavita y residentes del casco urbano; La profe Luz Bery, fue profesora del área de
y finalmente, que ocuparan algún lugar relevante dentro español del colegio del pueblo por más de 30
de la memoria del pueblo, ya sea por su ocupación, edad, años, educó a varias generaciones y cuidó a sus
estatus, etc. padres. La profe Beatriz, también pensionada
como maestra de primaria de la escuela del pue-
De este modo, en el grupo participó Doña Lolita: con blo, es madre y abuela. Doña Clara, madre y
ochenta y siete años de edad, todo el pueblo la recuerda abuela, elabora muchos objetos desde los bor-

Imagen 22, 23 y 24: Doña Yolanda, Doña Clara y Doña Lolita al lado de su nieta y bisnieta / Participantes en Una Mira al Ayer

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dados y tejidos, vivió por varios años en Bogotá y regresó hijos y a su esposo, quien fue director de la Caja
hace un tiempo a Guatavita. Omaira, la más joven del Agraria por muchos años en el Pueblo Antiguo y
grupo, es madre de un hijo y se dedica a la docencia en un en el Nuevo. Doña Leonor es madre de uno de
colegio del distrito, actualmente reside en la ciudad, pero los ex-alcaldes del pueblo, también es abuela y
visita a su mamá cada fin de semana para ayudarle en su muy entregada a su hogar. Finalmente, Doña
negocio de artesanías. Martha, madre y abuela, en ocasiones hace tor-
tas y otros productos de pastelería, oficio que
La práctica de tejer se evidencia también en Doña Yolan- aprendió de su madre, es ama de casa y actual-
da, quien como madre y abuela, se dedica principalmente mente guarda el luto por su esposo.
a las labores del hogar, es muy entregada a su casa, a sus

2. En qué consistió Una Mirada al Ayer

L
“A mí me pareció
a Memoria Familiar, fue el eje trasversal de toda
chévere porque uno la experiencia, desde allí lo que se buscaba era
empieza a recordar, a
recordar realmente su lograr re-construir la Memoria Colectiva de Gua-
vida”. Omaira.
tavita desde las historias de vida de un grupo de diez muje-
res de la comunidad, las cuales contaron lo que más recor-
daban de su vida y de su familia, historias que permitieron
re-construir la historia del pueblo.

¿Cómo es que la obra de


un artista está directamen-
te vinculada con su vida?
Con esto, intento aclarar el
interés central de este
espacio: enfatizar desde el
relato mi experiencia
personal con relación al
desarrollo de Una Mirada
al Ayer.

La imagen de Viajero que


opté para establecer una
serie de visitas a varias
mujeres de Guatavita, tuvo
por objeto evidenciar mi
relación directa con el
lugar: como miembro de la
comunidad y natal de
Guatavita, donde los
“vínculos de confianza”
establecidos con ellas,
fueron la columna verte-
bral del proceso.

Imagen 25: Sala de Fanny

~ 16 ~
El relato como fuente principal, fue ayudado por una serie
“Que entren en la vida
de uno y le den como de dispositivos contenedores de memoria que encaminaban
importancia y más
para hacer un trabajo estas narraciones.
para una universidad,
pues para uno no deja
de ser eso como… Optando la figura del viajero, hice una serie de recorridos
como sentirse uno
orgulloso de que lo
hasta las casas de algunas habitantes del casco urbano del
hayan escogido”. municipio. Cada uno de estos viajes, rutas, trayectos… tuvo
Profe Luz Bery.
como finalidad realizar una visita a estas personas y crear
encuentros para recordar. Cada vez que este visitante llega-
ba periódicamente a su casa, surgía una serie de espacios
para relatar recuerdos familiares alrededor de la narración.
La casa y la sala entendidas como esos escenarios donde co-
tidianamente ocurren los encuentros entre los vecinos, alre- En la casa natal de mi
dedor de un café, fue la forma como este visitante “irrum- papá, en una vereda si-
tuada a 20 minutos del
pía” en lo doméstico. Poco a poco, la memoria de cada se- casco urbano de Guatavi-
ñora fue “hilándose”, creando una serie de conexiones que ta, hace varios meses
encontré una maleta anti-
desembocaron en la necesidad del encuentro colectivo. gua, azul, en madera y
algo descuidada. Tiempo
después y a través de una
Cada familia, representada en su matrona de casa, consti-
tía, supe que era de mi
tuyó algo así como un nodo, que se articulaba con los otros abuelo cuando en su
juventud viajaba a Bogotá.
para formar un sistema más complejo. Cada uno de estos
puntos empezó a contener “nodos internos”, pues Este hecho fue fundamen-
en cada ejercicio propuesto se involucró directa o tal para decidir que ese
dispositivo que necesitaba
indirectamente a toda la familia (en especial las para recolectar los recuer-
hijas de cada señora). En los diálogos que emergían dos desde mis recorridos,
debía ser esta maleta.
interna y externamente, fue donde apareció un
“nuevo relato” materializado en lo artístico y que Don Juvenal es un señor
que aprendió el oficio de
daba cuenta de la memoria colectiva del pueblo, en carpintería con su patrón,
un entramado de relaciones que se fue tejiendo fue quien arregló cuidado-
samente la maleta conte-
poco a poco.
nedora.

• Desde dónde?
Pensando en un dispositivo para acumular estos
“recuerdos encontrados” durante los recorridos,
tomé como referente una tradición religiosa propia
Imagen 26: Sagrado cora-
zón visitando la casa de del pueblo: una caja con la imagen de la Virgen María o del Imagen 27: Reparación de
Fanny y su familia. la maleta.
Sagrado Corazón, viaja “de casa en casa” por todo Guatavi-

~ 17 ~
ta con la intención de recoger el diezmo y destinarlo a un
“Pues me ensenó a
dibujar (risas), me determinado fin cuando se llene, el cajón-alcancía realiza
ensenó a dibujar otra
vez y a mirar a ver una serie de recorridos acordados entre las personas.
cómo es y pues a mí sí
me gustó”. Doña
Martha. • El dispositivo
De este modo, tomando la figura del viajero y la caja con la
imagen del Santo(a), pensé en un contenedor de la memo-
ria. Para este caso, ese objeto-dispositivo se materializó en Luego de concretar cada
uno de los encuentros con
una maleta para recorrer y para contener la memoria colec- las diez mujeres, fue en la
tiva. Dicha maleta se convirtió en producto del proceso ar- cotidianidad de la casa
donde cada una me reci-
tístico y en testimonio de lo acontecido: los relatos grabados bía. La “ritualización” de
los encuentros poco a poco
en audio y el desarrollo de algunos ejercicios pensados como se iba consolidando en el
dispositivos en los encuentros. transcurrir de la obra. Así,
llevar una asistencia,
sentirse grabadas, ofre-
cerme de comer, llevar
una caja más pequeña que
reemplazaba la maleta,
etc.es ejemplo de ello.

Por lo anterior, en cada


visita los relatos iban
siendo cada vez más
fluidos y cercanos, esto
podría pensarse en que
los vínculos de confianza
se iban fortaleciendo y mi
presencia se hacía más
habitual.

Lo cotidiano y lo íntimo,
todo el tiempo estuvo en
relación. Si bien, el desa-
rrollo del trabajo se daba
en la sala o en el comedor,
por un momento “lo coti-
diano” dejaba de serlo,
para ser visto desde otra
Imagen 28: Maleta óptica; y “lo íntimo” se
trasladaba a un “testigo”
contenedora de me-
• Los Encuentros que escuchaba atentamen-
moria. te cada recuerdo.
Con relación al proceso de convocatoria de las mujeres par-
ticipantes, básicamente consistió en desplazarme a cada Al respecto, debo aclarar
“Son como experien- que la escucha fue otra
cias, como cosas que una de sus casas y concretarlas “voz a voz” para luego pro- constante en el proceso,
a uno por la mente pues además de significar
nunca le pasaron, que gramar las visitas. un respeto por quien
alguien viniera a estar hablaba, era fundamental
con uno, a tener uno para comprender la mane-
charlas”. Doña Yo- Durante el desarrollo de seis encuentros individuales a cada ra como cada mujer cons-
landa. truía su relato.
mujer, la atención se centraba en una de las etapas de la vi-

~ 18 ~
da (infancia, juventud, adultez, vejez, etc.) para abordarla
“Para uno como
siempre es lo más desde el recuerdo, el relato de vida y un dispositivo detonan-
bonito regresar a la
época de la infancia y te de memoria para facilitar las narraciones. A su vez, quise
como la época de la enfatizar en la relación de la memoria colectiva con la me-
adolescencia, la en-
trada a la juventud. A moria individual, el tiempo y el espacio, definiendo una se-
mí se me hace que eso
siempre para uno es rie de preguntas articuladoras y de carácter abierto. De este
muy bonito recordar y modo, los encuentros se llevaron a cabo de la siguiente ma-
contar lo que uno
hacía, cómo era esa nera:
época de infancia y de
la adolescencia, en-
trada la juventud”. • Vista 1: La infancia (abril 16 al 22 de 2012)
Profe Luz Bery.
El objetivo esta vez, consistía en enfatizar en lo individual de
la memoria, y por consiguiente, en los primeros años de vi-
da de estas mujeres: la configuración de la familia paterna, Los dispositivos que
la relación con los abuelos, las prácticas religiosas, el Pueblo propuse para cada visita
(escribir, dibujar, los
Viejo, la escuela, etc. Así, estas fueron las preguntas que sir- mapas, etc.), ellas los
coinvertían en “hacer la
vieron para hacer emerger el relato: ¿qué es lo que más re- tarea”. Esto se volvió una
cuerda de su infancia?; ¿cuáles eran la celebraciones, festi- anécdota, pues pensar en
que alguien les deje una
vidades, eventos… que se hacían en esa época?; ¿qué es lo tarea a su edad, era todo
un acontecimiento. Así,
que más recuerda de sus padres?; ¿cómo era la relación con reiteradas veces y en
sus hermanos?; ¿cómo era su casa?; ¿quiénes eran sus veci- medio de risas, me llama-
ban “profesor”. Sumado
nos?; ¿quiénes eran sus amigos?; ¿cuál fue su primer jugue- a ello, dentro del grupo
hubo dos profesoras
te?; ¿a qué jugaban?; ¿cómo era la escuela?; entre otras. El pensionadas: la profe
desarrollo de un ejercicio de creación que ayudaba al relato, Beatriz y la profe Luz
Bery, ambas fueron do-
se centró en la escritura de un recuerdo de la infancia que se centes en mi primaria y
en mi bachillerato.
considerara relevante.
La complejidad entre la
relación estudiante-
alumno, puso en cuestión
elementos asociados con
la verticalidad, la autori-
dad, la diferencia genera-
cional, etc. dentro de este
hecho.

Por otro parte, estas


Imagen 29: Manuscrito “tareas” funcionaron
de Doña Yolanda • Vista 2: La Juventud (abril 23 a mayo 06) perfectamente para que
Nuevamente, refiriéndome a la memoria individual de las sus familias se involucra-
ran en el proceso (sobre
señoras, este encuentro buscaba hacer una comprensión de todo las hijas) y crear esos
“nodos internos” que me
los recuerdos entorno a los años de juventud de cada una de interesaban dentro de la
las mujeres visitadas. El dispositivo que emplee como recur- obra.

~ 19 ~
so fue la selección de un objeto de la casa que se
relacionara directamente con la juventud; así las
preguntas que precedían el ejercicio fueron: ¿qué
recuerdo le evoca ese elemento?; ¿cómo trascu-
rrió su juventud?; ¿cómo fue su educación?;
¿cuál fue su primer trabajo?; ¿qué amigos re-
cuerda?; ¿cómo eran los noviazgos de la época?;
¿cuál fue su primer novio? Para el caso de las
mujeres casadas se pensó en preguntas como:
¿cómo conoció a su esposo?; ¿cómo fue su
matrimonio?; ¿qué pensaron sus papás?
Imagen 30: Diploma de
la Profe Beatriz
• Vista 3: El Traslado (mayo 07 al 20)
“Entonces es mucha Con la intención de referirme a la relación entre la memoria
cosa que aprendí:
aprendí a conocer mi y los espacios, concretamente a Guatavita la Vieja y las
familia, y eso que no
profundizamos más
transformaciones sufridas en el traslado del pueblo, como
¿no? Pero aprendí dispositivos de apoyo, cada mujer realizó un dibujo de su
mucho a conocer,
verdad, a mí familia”. casa natal, para luego ubicarlo en un mapa general del
Profe Beatriz.
Pueblo Viejo, junto con los sitios más representativos de allí.
Por ello, se empleó un mapa a gran formato que se fue
La selección de dispositi-
completando por cada señora y en cada visita. Algunas pre- vos obedecía a su posible
guntas articuladoras para el relato fueron estas: ¿qué luga- efectividad y al nivel de re-
significación que por mi
res eran los más relevantes del pueblo?; ¿cómo fue el trasla- parte quería generar en
cada señora. De este mo-
do?; ¿cómo fue el proceso de desalojo?; ¿qué la marcó del do, reconocer y compren-
traslado?; ¿cómo marcó a su familia?; ¿qué cambios hubo? der su manera particular
de recordar, se mostró
indispensable para el
proceso de reflexión que
me exigía los objetivos y
herramientas de las visitas.

En esta medida, puedo


decir que la ruta metodo-
lógica que implementé, fue
construyéndose poco a
poco. Su carácter abierto,
dinámico, experimental y
orgánico, sin dejar de ser
sistemático, serio y capaz
de responder a mi inten-
ción como artista, fueron
algunas de las característi-
Imagen 31: Boceto del dibujo de la casa natal de Doña Martha cas del proceso.

~ 20 ~
(espaciales, personales, familiares, económicos…); ¿qué dife-
rencias y semejanzas hay entre la vida del Pueblo Viejo y el
Nuevo?; etc.

Imagen 32: Casa natal de Doña Martha, dibujo ayudado a hacer por su nieta.

Imagen 33: Fragmento


del mapeo general, resul- • Vista 4: La Adultez: vida de casada - vida soltera
tado del proceso. (mayo 21 a junio 03)
Para intentar evidenciar con mayor claridad fechas, con-
memoraciones y prácticas dentro de la memoria familiar,
esta vez quise enfatizar en la relación de la memoria con el
tiempo. Como dispositivo, con cada mujer hice una revisión
de todos sus álbumes familiares para que, desde el relato,
describiera detalladamente cada fotografía: lugares, even-
tos, la vida de los hijos, etc. Las preguntas empleadas fueron

~ 21 ~
las siguientes: ¿cómo trascurrió
su adultez?; ¿cómo fueron sus
trabajos?; ¿cuáles han sido los
momentos más importantes de
su edad adulta?; para las casa-
das: ¿qué diferencias hay entre
su vida de soltera y de casada?;
¿cómo ha sido su matrimonio?;
¿cómo fue su primer embarazo?;
¿cómo fue la infancia de sus
Imagen 34: Fotografía del hijos?; ¿cuál fue su primer hijo?; ¿cuál fue su primer nieto?;
álbum familiar de Doña
Martha.
en el caso de las solteras: ¿cómo fue o ha sido el cuidado de
sus padres?; ¿por qué decidió cuidarlos?; ¿cómo es la rela-
ción con sus sobrinos?

“¡Ah no, bonito! • Vista 5: El Presente-La Vejez (junio 04 al 17)


Porque eso es una
cosa que también le La finalidad de esta visita consistía en armar con cada seño-
ayuda a uno como a
sentir alegría que es ra su árbol genealógico desde una lista de sus familiares Es indispensable hablar
útil para hacer todas del por qué del título de la
elaborada con anterioridad, para luego construir un árbol obra. En alguna ocasión
estas cosas, para
recordar cosas boni- general en cual se hallaban las uniones entre todas las fami- Doña Leonor decidió
tas, si”. Doña Leonor. titular uno de sus ejerci-
lias del pueblo; esto, para comprender la configuración de la cios; su trabajo consistió
en seleccionar fotos de sus
álbumes familiares para
“armar” su vida. Cada
imagen, colocada cuida-
dosamente en las páginas
hechas en foamy de su
nuevo álbum, estaba
acompañada de un pie de
foto: “Mi juventud”, “Mi
noviazgo”, “Mi Matrimo-
nio”, “Mis Hijos”, “Mis
Nietos”, etc. En la tapa
colocó un título: “Recuer-
dos del Ayer”. Cuando
me contó cómo había
hecho, me dijo que tenía
tres posibles nombres y
que para seleccionarlo,
sus hijos, luego de votar,
tomaron la decisión. Esos
títulos eran “Una mirada
atrás”, “Prefacios del
ayer” y “Recuerdos del
ayer”. Fue de ahí donde
apareció el nombre de la
práctica artística.
Imagen 35: Fragmento del árbol genealógico de Omaira.

~ 22 ~
familia en la actualidad. Preguntas como: ¿cómo ve a su
“Hay cosas que uno
ya ni se recordaba y familia hoy en día?; ¿qué tan unida es?; ¿qué piensa de las
me he puesto a recor-
dar muchas cosas, (…) nuevas generaciones?; ¿cómo es la vida de sus hijos en la ac-
por ejemplo, uno por tualidad?; ¿quiénes son sus nietos?; ¿qué hacen?; entre
allá ya no se acordaba
y con este taller pues otras, estructuraron el encuentro.
ha estado bonito por
lo que entonces he
recordado cosas. • Vista 6: El Presente- Pueblo Nuevo (junio 18 al 24)
Muchas cosas que de
verdad uno no, (…) y Para evidenciar la relación actual de las señoras con los es-
ahora pues se pone
uno a pensar, y a pacios que habitan y con el Pueblo Nuevo, a cada una le
analizar, y recuerda propuse que dibujara o escribiera sus recorridos cotidianos;
cositas que estaban
por allá como perdi- luego invitarla a que indicara su lugar predilecto de la casa y
das”. Doña Clara.
lograr una fotografía, preguntar el por qué de la elección,
por qué ese y no otro, qué significado tiene ese lugar, qué
significa su casa, etc.

Imagen 36: Reco-


rridos cotidianos de Además de ello, realicé un cierre individual de esta parte del
Doña Leonor
proceso, donde se evaluó lo ocurrido alrededor de las si-
guientes preguntas: ¿cómo le ha parecido el proceso hasta
ahora?; ¿cuál fue el ejercicio que más le gustó, cuál el que
menos?; ¿ha aprendido algo?, ¿qué?; ¿le parece importante
lo desarrollado hasta el momento?, ¿por qué? Finalmente y
a manera de despedida, se invitaba a cada mujer a tomarse
una fotografía en la entrada de su casa.

~ 23 ~
Imagen 37: La sala, lugar favorito de la casa de Imagen 38: Doña Clara en el frente de
la Profe Luz Bery su casa

• Homenaje a la Señorita Lucila (mayo 12)


Otra de las mujeres involucradas en el desarrollo de la obra
fue la Señorita Lucila, a sus ochenta y tres años y ya con sus
avanzados problemas de salud debido a su vejez, su sobrina
y ella misma, con el apoyo de la enfermera que la cuidó, ac-
cedieron a participar en el proceso. A causa de estos pro-
blemas de salud, no se pudieron realizar cada uno de los
Con relación al proceso
ejercicios que inicialmente se propusieron para todas las se- llevado a cabo con la
Señorita Lucila, debo
ñoras, por esta razón se pensó en otro tipo de dispositivo resaltar varios aspectos.
para reconstruir su memoria.
Lo primero es que mi
mamá fue una de sus
alumnas de modistería, y
Tomando en cuenta que la señorita Lucila fue una de las por consiguiente una de
modistas más destacadas del pueblo y que enseñó a muchas las invitadas a su home-
naje; esto, tiene que ver
mujeres este oficio, con la manera cómo la
memoria colectiva del
lo desarrollado con pueblo se entrecruza con
ella todo el tiempo mi memoria individual.

giró en torno a su Por otra parte, quiero


resaltar lo percibido en
labor para tratar de este homenaje: el encuen-
evidenciar su lugar tro se convirtió no sólo en
un reconocimiento al
dentro de la memo- oficio de una persona,
sino también a su contri-
ria colectiva de las bución a la memoria
mujeres de Guatavi- colectiva del grupo de
mujeres. Puedo asegurar
ta. Por ello se llevó a entonces, que dos días
después, la señorita Luci-
cabo un homenaje la murió reconocida y
en el que se logró reunir en la sala de su casa a muchas de recordada por todas sus
Imagen 39: Recordato-
alumnas y clientas de
rio Homenaje Srta.
las alumnas de la señorita Lucila y al resto de las mujeres toda la vida.
Lucila.

~ 24 ~
que hacen parte del desarrollo de la obra (quienes finalmen-
Este hecho: la muerte,
te se reconocieron como sus clientas de modistería). marcó radicalmente el
sentido de la obra, com-
plejizándola mucho más,
en tanto permitió acercar-
se a los significados de la
última etapa de la vida
humana.

Por mi parte dedo citar


algo que dije el día de su
velorio: “recuerdo que
cuando niño, por alguna
extraña razón tenía que ir
a la casa de la Señorita
Lucila; cuando se abría la
puerta salía una mujer
grande, acuerpada y
robusta que se reía chis-
toso; sentía bastante
miedo, tengo que confe-
sarlo. Veinte años des-
pués, cuando vuelvo a su
casa, comprendo que es
la Señorita Lucila lo que
más se acerca al signifi-
cado de ser mujer guata-
va. Hasta el último día de
Imagen 40: Encuentro de su vida no dejó de ensa-
las alumnas y algunas ñar. El conocimiento que
Dos días después de su homenaje y reconocimiento, la Se-
clientas de modistería de trasmitió es milenario”.
la Srta. Lucila. ñorita Lucila falleció. El registro en audio de su entierro y lo
ocurrido el día quinto de su novenario, enlazado con lo su-
cedido en la misa de su novenario, también hizo parte del
material visual y sonoro que compone la maleta.

• Cierre Colectivo (julio 21)


Como objetivo central de este primer cierre de la práctica ar-
tística, busqué emplear el encuentro como dispositivo. La
relación individual-colectivo se hizo indispensable para so-
cializar lo que hasta el momento se había desarrollado. En Varias de las señoras
un café-galería situado cerca a la casa cural del pueblo, el durante todo el proceso
me reclamaban su necesi-
grupo de señoras se reunió para trasladar lo construido en dad para reunirse con el
resto de participantes, esto
la sala de sus casas y compartirlo con las demás, empezan- se mostró importantísimo
do a entender la importancia de encontrarse. para definir gran parte del
cierre de la primera etapa
de la práctica artística, y la
formulación de una se-
La exposición de la maleta con parte del material elabora- gunda fase que permitiera
do; la construcción de una presentación con algunas de las el encuentro, lo colectivo y
las charlas en alguna de
imágenes y de los relatos obtenidos, que fueron proyectados sus salas.

~ 25 ~
en la pared; y el desarrollo de una “graduación”, donde a
cada mujer le entregué un diploma como muestra de agra-
decimiento y reconocimiento dentro del proceso; fueron
otros dispositivos que hicieron parte del encuentro.

Imagen 41: Cierre colectivo, primera etapa de Una Mirada al Ayer.

• Segunda etapa de la obra (Semestre 2 de 2012) A pesar de la distancia


generacional, del género,
de las creencias religiosas,
etc. la manera como se
enlazó la obra y la memo-
ria de las señoras con la
mía, fue evidente. Cada
anécdota contada por
ellas, cada objeto, su sala,
el trato con sus hijos y
nietos… estuvo “contami-
nado” de mi memoria:
lugares, personas, tras-
teos, nombres, fechas… se
encontraron con mis
recuerdos de cuando era
Imagen 42: Reunión en niño, con mi contacto con
Desde la necesidad creada por parte de las señoras de en-
la sala de la casa de lo urbano, con mis veci-
Martha, hija de Doña contrarse, decidí llevar a cabo una segunda etapa de crea- nos, etc.
Leonor. ción concentrada en las reuniones grupales. Para seguir con Debo decir que esto de la
el proceso de articulación de lo individual como construc- “objetividad del investi-
gador” se diluyó cada vez
“Decía Doña Cecilia, ción colectiva, en esta segunda etapa de una Mirada al Ayer, más, solapándose detrás
la esposa del mayor de la “subjetividad del
quise llevar a cabo cuatro encuentros con todas las mujeres artista”, al lado de consi-
Rodríguez: Guatavita
es una sola familia, vinculadas al trabajo, incluyendo a varias de las hijas y a mi derarme como miembro
de la comunidad, que
porque todos, todos
mamá, quienes ya se consideraban participantes funda- indudablemente ocasionó
son de una sola fami- que mi implicación con la
lia, decía ella”. Doña mentales dentro de la obra. La sala de las casas de algunas obra-investigación fuera
Leonor. sirvió como escenario para reunirse. más cercana.

~ 26 ~
La socialización grupal de un ejercicio de creación personal
“A mí me llama la
atención que todas basado en la escritura de la autobiografía de cada una, de-
esas preguntas que
me ha hecho a mí, las finieron la metodología de todos estos encuentros. Al iniciar,
que han tenido rela- cada mujer recibió un sobre con papel y la siguiente indica-
ción con el pueblo y
eso, yo sí quisiera ción anexa:
saber qué contestaron
las otras personas, “¿Qué es lo que más recuerda de su infancia?, ¿cómo era su
como que me llama la casa de Pueblo Viejo?, ¿cómo fue su juventud?, ¿cómo Para concluir, tengo que
atención eso: ‘y qué transcurrió su adultez?, ¿cómo ve su vida hoy en día?, ¿qué señalar que fue imposible
contestaría Yolanda, y no involucrarse con la
significa su familia?, ¿qué significa ser mamá, abuela o
qué contestaría Leo- memoria de cada mujer
nor Fetiva y qué con- tía?... ¿cuál ha sido el momento más feliz de su vida? que visité. Vi que es un
testaría… ¿coincidi- Las siguientes 100 páginas son un espacio para responder a juego de espejos y de
ríamos, no coincidi- todas estas preguntas. Contar la historia de su vida: consig- emociones el que circula-
ríamos?’ (risas), en- ba: cuando recordamos, es
tonces todo eso me ha nar recuerdos, anécdotas y experiencias en el transcurrir de
decir, cuando decidimos
llamado la atención”. su existencia, es el único objetivo de este ejercicio. qué contar o qué ignorar,
Profe Luz Bery. Dibujos, Escritos, Fotos, Recortes… también se vale la ayu- está explícito cada senti-
da de la familia, de los hijos o los nietos. miento de cada experien-
cia (dolor por la pérdida
La invitación es para que hablemos de nosotros mismos, de de un hijo, resignación por
nuestras familias, de nuestro pueblo, de nuestra memoria… el castigo de la escuela,
la invitación es para que sencillamente demos “Una Mirada satisfacción por el matri-
monio a escondidas, indi-
al Ayer”.
ferencia al traslado del
pueblo…). Fue en esta
• Exposición de la maleta tensión donde mi memo-
ria y la de ellas se encon-
Para concluir con la obra y a manera de exposición, el pro- tró, se tejió y expandió a
nuevos lugares y posibili-
ceso y su evidencia (la maleta y su contenido se despliegan dades como mujeres y
en el espacio configurando una instalación), se socializaron hombres, como jóvenes y
Imagen 43: Exposición
viejos, y en definitiva,
de Una Mirada Al Ayer con todos los familiares de las señoras y con la comunidad como habitantes de Gua-
/ Instalación / Guatavi- tavita.
ta 2012 en general.

~ 27 ~
Todo lo que estaba dentro de la maleta estaba colgado en
las paredes alrededor de la misma; estas imágenes que
componían la exposición eran reproducciones de varias fo-
tografías de los álbumes familiares de las señoras, algunos
mapas, el árbol genealógico que reunían a todas las fami-
lias, copias de los manuscritos hechos por ellas, las autobio-
grafías de cada una realizada en la segunda etapa de la
obra. A su vez, del objeto central (la maleta) salía una selec-
ción de audios con las voces de las participantes contando
algunos de sus recuerdos.

Imagen 44 y 45: Fragmentos del contenido de la maleta / Una Mirada Al Ayer

Imagen 46 y 46: Asistentes a la exposición de Una Mirada Al Ayer

~ 28 ~
3. El lugar de Una Mirada al Ayer en la re-significación

¿Cuál fue el lugar que lo artístico ocupó durante el proceso Ahora, si se toma en cuenta que la finalidad
de creación que describí anteriormente?, ¿cuál es la rele- última de la educación artística es permitir al ser
vancia para el contexto de cada uno de los dispositivos humano un conocimiento del mundo, haciendo
desarrollados con cada señora durante las visitas y encuen- conciencia de su vida y re-significando su exis-
tros?, ¿cómo no caer en la instrumentalización del arte? tencia, pues el sujeto es reafirmado desde el arte
Pues bien, sin la intención de resolver completamente estas en diálogo con otros y su realidad inmediata,
preguntas, lo que a continuación intento es elaborar una enfatizo en que la pertinencia de Una Mirada al
aproximación de la pertinencia para el contexto y la co- Ayer y de todo mi trabajo aquí descrito, cobra
munidad de Una Mirada al Ayer en su posibilidad de re- mucho más sentido desde sus posibilidades
significación de memoria de los actores, además de esbo- educativas; así lo afirma Eisner (1998) cuando
zar la pertinencia educativa que, a mi modo de ver, poseen justifica aquello que le es propio a la experiencia
las prácticas artísticas comunitarias y el arte público como del arte: “el valor principal de las artes en la
tal. educación reside en que, al proporcionar un
conocimiento del mundo, hace una aportación
Un primer elemento que destaco es la mirada sensible del única a la experiencia individual. Las artes (…)
entorno que desde mi labor como artista-mediador, todo el remiten a un aspecto de conciencia humana que
tiempo se hizo presente. Si bien, es la práctica artística en ningún otro campo aborda” (pág. 9).
su inserción con lo real, donde cobra sentido lo que Ar-
denne (2006) menciona a propósito del arte contextual: la En este mismo sentido, hay que hablar de una
manera como el artista hace dialogar perfectamente la confluencia entre el arte y la pedagogía, basada
obra y la realidad en que se encuentra. Por su parte, tras- en la construcción, realización y reflexión de una
ladar la concepción de lugar más allá de su comprensión serie de acciones intencionadas, con sentido y
puramente física para hablar de la contextualidad de ese pertinentes desde cada uno de los “dispositivos
espacio, teniendo en cuenta sus significados sociales, las contenedores de memoria” que propuse (la ma-
problemáticas que circulan allí, la memoria misma, etc. no leta, los escritos, los encuentros, etc.), que, ade-
es otra cosa que evidenciar lo que Paloma Blanco (2001) más, permitían emerger este elemento de “con-
menciona a propósito del arte público como un “arte del ciencia humana” basado en la elaboración de
lugar” donde “el artista, a través de su trabajo con la co- conocimientos que partían de la experiencia y el
munidad, puede ayudar a despertar en el paisaje social su saber popular, validados en lo artístico. En la
sentido latente de lugar” (pág. 32). Esta inserción en el medida en que el grupo de mujeres se pensaba a
contexto de la obra, de mi condición de artista y de los sí mismas desde sus propias comprensiones
actores-creadores, fue el punto de partida para poder esta- sobre el mundo y reconocía sus prácticas coti-
blecer conexiones entre la realidad particular de las diez dianas como fuente para la creación, aparecía
señoras de Guatavita y el desarrollo de la obra.

~ 29 ~
ese diálogo entre el arte y la pedagogía, el aprender y el central el ‘estar-junto’, (…) la elaboración colecti-
enseñar. va del sentido” (pág. 14); este tipo de experien-
cias que parten del encuentro y el diálogo, es la
Por ello, hablar del proceso de re-significación de la me- característica central del arte relacional, y que
moria por parte de todas y cada una de las señoras –y de aquí más allá de entenderse como una relación
mi parte también- es vital, en tanto la experiencia artística directa entre el artista y sus espectadores, apunta
y estética nos permiten ver lo cotidiano desde otra óptica, más bien a una construcción de significados
aquí yace el significado de la obra que trasciende lo mate- compartidos entre todos los participantes inmer-
rial. Para cada una de las diez mujeres, tomar distancia de sos.
su propia memoria y hablar de ellas mismas, escuchar a la
otra, encontrarse con las vecinas y hallar puntos en común En los procesos desarrollados dentro de las
de sus historias de vida, fueron algunas de las estrategias obras que quise presentar aquí, pudo entender
que contribuyeron a este proceso. que mi lugar como artista va más allá de mi
capacidad creadora; en tanto me convertí en un
Pero, ¿qué es lo que en realidad se aprendió en Una Mira- actor más que hago parte de la comunidad -no
da al Ayer? No es concretamente una técnica artística ni a sólo porque soy natal de Guatavita-, mi subjeti-
cómo hacer un “buen arte” que se materializa en una vidad encaminaba el proceso de mediación para
evidencia del proceso (en este caso la maleta). Las prácti- resolver “artística y sensiblemente” el transcurso
cas artísticas comunitarias y el arte público, son una serie de las obras, dar respuesta creativamente a una
de redes complejas de relaciones que apuntan a la reafir- serie de preguntas, y, sobre todo, pensar en cada
mación de la subjetividad de los actores, los cuales toman uno de los actores para que la experiencia se
como material artístico sus vidas, lo cotidiano, lo sencillo, volviera transcendental y significativa para la
lo inmediato o su memoria. Esto constituye la esencia real subjetividad de estos. Al respecto, Paloma Blan-
de la obra y los aprendizajes que se construyen allí, que no co (2001) desde postulados de Suzanne Lacy
es otra cosa más que la re-significación de la existencia distingue el papel del artista dentro de las prácti-
humana. cas del arte público en cuatro roles que desem-
peña: el artista como experimentador (en tanto
Por otra parte, el carácter intersubjetivo que hallo aquí, su mediación e interacción le permiten entrar en
supera la re-afirmación puramente individual; articulán- el territorio de un otro); el artista como informa-
dose con el carácter social desde el cual comprendo la dor (pues lo que hace es reelaborar la experien-
memoria: como una construcción colectiva basada en el cia para narrar una situación); el artista como
encuentro y el uso del lenguaje (Vázquez, 2001), la re- analista (ya que desde una práctica artística se
significación como grupo humano, como mujeres y como analiza una serie de situaciones sociales); y el
habitantes del pueblo, pone en evidencia el diálogo indivi- artista como activista (en una serie de circuns-
dual-colectivo que también le compete a la experiencia del tancias locales identificadas, tanto el artista co-
arte. A propósito de esto Bourriaud (2006) habla de un mo el espectador se convierten en participantes
“arte que parte de la intersubjetividad, y tiene por tema activos).

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En últimas, todo lo anterior nos lleva a pensar en que la ciendo que son innumerables las posibilidades
posibilidad de articular acciones del crear y del educar, es de creación que Guatavita o cualquier otro con-
posible. En la medida en que se logre una confluencia de texto ofrecen, en tanto la re-interpretación de la
cada una de estas formas de comprender el mundo, las memoria y de la realidad es inagotable, cual-
posibilidades de estas “maneras de hacer” en la realidad quier proceso creativo también lo es.
dialogan sin que se fragmenten, ratificando su pertinencia
en la re-significación. En este sentido, puedo concluir di-

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