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ANÁLISIS SOBRE LA MARCHA LÚGUBRE

TONALIDAD: RE m

INDICADOR DE COMPÁS: 4/4

FORMA: BINARIA: A A B B

INSTRUMENTACIÓN: BANDA MILITAR

“No hay marchas funerarias en la colección militar del siglo XVIII, pero, sin embargo, las
marchas lentas se tocaban presumiblemente en los funerales. El punto de inflexión parece
venir con el estreno de la Marcha Lúgubre de Francois-Joseph Gossec, el 20 de septiembre de
1790.

Hubo una rebelión del ejército contra oficiales realistas en la cual un número de soldados
había sido asesinado. El gobierno revolucionario montó una celebración en el Champ de Mars
en memoria de "hermanos soldados que murieron por el mantenimiento de la ley"

La novedad de la música revolucionaria es menos evidente hoy de lo que debe haber parecido
en ese momento. Se necesitaban nuevas ceremonias para la religión de la Razón y del Ser
Supremo, y Gossec, sobre todos los otros compositores, proporcionó la música para éstos; Se
convirtió en "el único verdadero maestro que se inspiró en la Revolución ... En la composición
de los himnos revolucionarios, Gossec apenas se encontró con rivales de su estatura"
(Dufrane) Las celebraciones fúnebres eran un culto particular de los revolucionarios, y Gossec
escribió posteriormente un Marche fúnebre en E bemol por la muerte del general Hoche.

Había todo un género de música funeraria revolucionaria; Cherubini escribió un himno funeral
también en memoria de Hoche, que comienza con una marcha lenta en re menor con
poderosas explosiones del bombo y redobles suaves de timbales. Es bastante parecido en este
sentido a la marcha lúgubre de Gossec.

La marcha lúgubre tuvo un efecto devastador en su primera actuación. Es una pieza corta, sólo
48 compases, más repeticiones, enteramente en re menor, y está casi despojado de melodía.
La instrumentación fue hecha vientos y percusión, comienza con redobles suaves de timbal
contestados por las frases quejumbrosas de los metales, junto con el bombo. Luego hay un
silencio interrumpido repentinamente por el sonido del tam-tam y un fortísimo estallido de
toda la banda. Es más un efecto que un número musical.

Tal sensacionalismo “crudo” era nuevo en la música. "Las armonías lacerantes,


disueltas por el silencio y marcadas por los ritmos velados del tam-tam, realmente
impresionaron al público y" difundieron un terror religioso en el alma ", proclamó el
Moniteur. Otro periódico, Revolución de París, escribió que "las notas, separadas unas
de otras, aplastaron el corazón, arrastraron las entrañas…”

La marcha se convirtió en un estándar en los funerales; Fue interpretado en el funeral de


Mirabeau (personaje importante dentro de la revolución francesa) e incluso en el de Mehul
(compositor francés calificado de romántico)

Este parece haber establecido el estándar para las futuras marchas fúnebres. De aquí en
adelante, serán piezas de concierto que evocan la grandeza y el terror de la muerte, más que
meras marchas lentas adecuadas para entradas y salidas.” The musical topic: hunt, military and
pastoral – Raymond Monelle

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