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Capítulo 14 Metodología

La apologética es un quehacer multifacético. Abarca diversas disciplinas aplicando

una metodología de trabajo que puede ser defensiva, ofensiva, racional, fáctica, intelectual, y

pastoral. Para explicar la relación entre método y argumento, podríamos imaginar que los

argumentos son los ingredientes, y la metodología, el plato que uno decide cocinar con los

ingredientes que tiene a disposición. Existen cuatro escuelas o corrientes de metodología

apologética: apologética clásica, evidencialismo, Presuposicionalismo, y fideísrno.

Apologética clásica

La apologética clásica pone el énfasis en la razón; su metodología se base en la solidez

lógica y la coherencia interna del cristianismo. Elabora pruebas o exámenes y aporta

evidencias que permitan demostrar la veracidad del cristianismo y la irracionalidad de las

visiones del mundo contrarias a él. Los argumentos cosmológico y teleológico son los

componentes principales de la argumentación de un apologista clásico. Ha sido la

metodología más difundida a través del tiempo.

Evidencialismo

El evidencialismo, como su nombre lo indica, se concentra en la comprobación fáctica

de las afirmaciones del cristianismo. Si la Biblia ha de considerarse con total seriedad, tiene

que ser posible examinar sus afirmaciones fácticas, a fin de comprobar si coinciden con la

investigación histórica, arqueológica, antropológica, geográfica y con los hallazgos de otras

disciplinas afines. Los evidencialistas presentan su caso como si fuera un caso jurídico y

aplican criterios legales para evaluar la evidencia. Igual que la apologética clásica, el

evidencialismo depende de la probabilidad. Su valor creció en el siglo XIX y XX, con los

avances de la arqueología científica. Los hallazgos de manuscritos antiguos contribuyeron

enormemente a incrementar nuestro conocimiento de los textos bíblicos originales. Los


descubrimientos continúan sucediéndose, Jo cual le permite a los evidencialistas aumentar el

caudal de datos a su disposición.

Presuposicionalismo

El presuposicionalísmo es un método con profundas raíces en la epistemología o teoría

del conocimiento, es decir, cómo llegamos a saber lo que sabemos. Los presuposicionalistas

se basan en argumentos trascendentales. Un argumento trascendental es un razonamiento

deductivo que busca exp1icar la condición necesaria para un determinado hecho o fenómeno.

Las premisas de un argumento trascendental afirman la existencia de ese hecho y la

conclusión establece qué condiciones deben cumplirse para que ese hecho o fenómeno exista.

Ni la razón ni la lógica pueden existir fuera de Dios. Según Van Til, «la revelación de la

Escritura debe ser nuestro punto de partida)>. El presuposicionalisrno no rechaza en modo

alguno la argumentación filosófica de los clásicos ni el valor de la evidencia. Más bien, ofrece

una base que aporta sentido a los demás enfoques y pone de manifiesto que las cosmovisiones

contrarias carecen de base suficiente.

Fideísmo

El fideísmo, en marcado contraste con los tres métodos anteriores, rechaza la razón, la

evidencia y los argumentos trascendentales como método suficiente para justificar la fe

cristiana (fide significa fe en latín). La fe y solo la fe permite entender correctamente las

verdades del cristianismo. S0ren Kierkegaard coincidía con Lutero y lo expresó de esta

manera: «La razón ha acercado a Dios tanto como era posible, y sin embargo, sigue tan lejos

como siempre».

Interacción y crítica

Así como cada uno de los métodos enfatiza diferentes aspectos, cada uno de ellos

también critica, en alguna medida, los énfasis de los demás. Para lograr una correcta
evaluación de cada uno de los enfoques, es necesario observar cómo interactúan. Los

apologistas clásicos, los evidencialistas y los presuposicionalistas rechazan la legitimidad del

fideísmo como método apologético, porque consideran irracional afirmar una verdad sin

respaldarla con argumentos. Los apologistas clásicos y los evidencialistas critican el

razonamiento circular del Presuposicionalismo. Señalan que esta corriente parte del supuesto

que Dios existe para probar que Él existe. El Presuposicionalismo comienza presuponiendo la

existencia de Dios, porque si Dios es el autor de toda la creación, como enseña la Biblia,

entonces todas las cosas, incluida la razón, tienen su fundamento en la persona de Dios. El

punto de partida de nuestra posibilidad de llegar al conocimiento de algo debe ser Dios, y en

nuestro pensamiento, la razón es el primer paso desde este punto de partida. En cambio, para

los apologistas clásicos y los evidencialistas, el punto de partida no es Dios sino la razón.

Cuando trabajamos con evidencias y pruebas de carácter filosófico, el resultado

siempre se expresa en términos de probabilidad.

Apologética integral

La idea es dejar que las necesidades de cada individuo determinen qué método

apologético usar, en lugar de aplicar un único método en todas las conversaciones o

encuentros con otras personas. Así como los cuatro Evangelios se complementan para

presentar un retrato de Jesús, estos cuatro enfoques resaltan verdades complementarias sobre

Jesús, que pueden

ser utilizadas para que otros lleguen a creer.

Conclusión

Cada apologista formula su propio método de acuerdo con sus necesidades y las

necesidades que percibe en las personas a su alrededor. Todos comparten un mismo objetivo
final: saber responder a aquellos que preguntan, y ser sal y luz en medio de un mundo

decadente cercado por las tinieblas.

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