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Testigo de Referencia
Testigo de Referencia
I. INTRODUCCION
Decía el profesor Florencio Mixán Mass que testigo “es una persona (natural)
con respecto a las partes en el proceso que es citado por el tribunal correccional
para que imparcialmente y en audiencia declare lo que sabe sobre el “hecho”
materia del juzgamiento o sobre alguna circunstancia anterior o posterior a este.
Lo afirmado es muy cierto. El testigo directo relata sobre el hecho que percibió
su sentido y el testigo de referencia relata lo que otros sentidos han percibido.
A manera de ejemplo se tiene el siguiente caso práctico: “la testigo X afirmó que
preparó un sobre con dinero y que luego se lo entregó a Y, que no vio
personalmente ni por video la entrega de dinero a la señora M, pero Y le
comentó la entrega”.
El caso mencionado se dio con el número signado R.N No. 14-2002, conocido
también como el caso “Martha Chávez” y “Cáceres Velásquez”.
Anota el profesor Sánchez Velarde que “el testigo es la persona física que se
encuentra presente al momento de la comisión del delito y que es llamada al
proceso penal para que declare sobre lo que conoce de los hechos que se
investigan”1.
Siendo ello así, el testigo directo, llamado también testigo presencial, vendría a
ser, como señala el mismo autor “aquel que tiene una percepción directa sobre
el delito y que se manifiesta a través de la vista principalmente, pero no puede
olvidarse que pueden ser de gran utilidad el empleo de otros sentidos, así por
ejemplo el testigo que escucho el diálogo entre el imputado y la víctima 2.
1
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo “Manual de Derecho Procesal Penal”, Ideosa. Lima 2004, Pág. 684
2
Idem, Pág. 687.
También se daría el caso de que el testigo haya presenciado el asesinato de
una persona a manos del imputado, etc.
3
JAUCHEN, E. tuardo M “Tratado de la prueba en materia penal” Rubinzal-Culzoni Editores. Buenos Aires.
4
CUBAS VILLANUEVA, Víctor “El proceso penal”. Quinta edición, Palestra Editores, Lima, Pág. 340.
El profesor colombiano Parra Quijano anota que “en esta clase de testimonio
existen dos posibilidades de error el (posible) de la primera percepción y el
(posible) de quien está oyendo lo que otro percibió, lo que hace patente el
principio que dice que la prueba cuanto más se aleja de su fuente original, más
disminuye en fuerza y eficacia5.
1. REFERENCIA PRIMARIA
2. REFERENCIA SECUNDARIA
5
PARRA QUIJANO, Jairo “Manual de derecho probatorio”. Sexta Edición. Ediciones Librería del Profesional.
Bogotá, 1996. Pág. 148.
La doctrina aconseja que el juzgador para efectos de valorar la prueba
testifical deba examinar con especial atención las características de la
persona que declara y las circunstancias que concurrieron en el hecho a fin
de fijar su credibilidad. Muñoz Conde señala al respecto que la credibilidad de
un testigo tampoco es una verdad tautológica, sino algo que admite
discrepancias respecto a su valoración que en última instancia es el resultado
de la experiencia, del conocimiento psicológico, de factores personales y
profesionales, del nivel intelectual o moral del testigo, todo ello valorado por el
juzgador en un determinado contexto, teniendo en cuenta también las
declaraciones de otros testigos, la corroboración de sus declaraciones por
otras fuentes de información, etc. Por ello, para tener en cuenta la testimonial
no solamente del testigo indirecto sino también del testigo directo se debe
tener en cuenta lo siguiente:
Del mismo modo, se debe priorizar tratar de obtener la testimonial del testigo
directo ya sea a pedido de las partes o de oficio por el órgano juzgador. Una
condición para que la testimonial tenga validez como elemento probatorio es
que el testigo indirecto proporcione la identidad de la persona que le dio la
información, es decir, la identidad del testigo directo. Particular problema suscita
el caso en el que se conoce con precisión la identidad del testigo directo pero el
titular de la acción penal no lo ofrece como testigo de cargo. Es decir, el hecho
de no convocar al testigo directo habiendo la posibilidad de hacerlo, no
solamente priva al órgano juzgador de apreciar directamente el elemento de
prueba, sino que también vulnera el derecho a interrogar al testigo de cargo que
tiene la defensa del imputado, esto a nuestro parecer no tendría que ser tenido
en cuenta, es decir no habría ningún impedimento para admitir la testimonial de
un testigo de referencia en el supuesto de que facilite la identidad del testigo
principal, en cambio, si sería discutible en el caso de que la declaración del
testigo de referencia no guarde identidad con la ofrecida con el testigo directo o
sea evidentemente contradictoria. En este caso, señala el profesor Miranda
Estrampes, hay dos posibilidades: por un lado, que la declaración del testigo de
referencia pueda ser apreciada por el juzgador para acreditar los hechos; y por
otro lado que pueda ser utilizada para verificar la credibilidad o veracidad de la
testimonial del testigo principal.
“Él me comentó que fue él quien lo mandó a matar”. “Ella me dijo que le
robaría”. Declaraciones de este tipo, de los denominados testigos de referencia
o de oídas, no tienen valor probatorio ni constituyen prueba directa.
El recurso dispuesto por la máxima instancia judicial fue por un caso particular.
Tres testigos de referencia afirmaron que el imputado les había comentado que
fue el asesino de la víctima. El acusado, sin embargo, nunca admitió los hechos
y rechazó esta versión.
Por ser esta una prueba indiciaria, tiene como primer elemento un indicio, hecho
probado o demostrado, que puede relacionarse estrechamente con otro, injusto
culpable, a través de una conclusión natural o inferencia.
V. CONCLUSION