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testifica.
Un lunes por la tarde, no hace mucho tiempo, mi esposa Lesa y yo visitamos la
casa de una joven familia de nuestro vecindario. Mientras estábamos allí, la
familia nos invitó a quedarnos para la noche de hogar y nos dijo que su hijo de
nueve años había preparado la lección; y por supuesto nos quedamos.
Minutos después, al mirar hacia abajo desde una parte más elevada del
sendero, nos quedamos boquiabiertos al ver una gran serpiente de cascabel
recostada al sol en la cima de la roca que yo había intentado trepar.
Más tarde, mientras regresábamos de vuelta a casa en el auto, sabía que papá
estaba esperando que le preguntara: “¿Cómo sabías que la serpiente estaba
allí?”. Así que le pregunté, y mi pregunta nos llevó a una charla sobre el
Espíritu Santo y cómo Él puede ayudarnos. Jamás he olvidado lo que aprendí
aquel día.
Con ese sencillo repaso de tres verdades clave sobre el Espíritu Santo,
regresamos a nuestra primera pregunta: “¿Cómo te ayuda el Espíritu
Santo?”.
Para ilustrarlo más aún, comparto la historia verdadera de una familia con cinco
hijos que se mudó de Los Ángeles, California, EE. UU., a una pequeña
localidad hace algunos años. Los dos hijos mayores comenzaron a practicar
deportes en la escuela secundaria y a relacionarse con amigos, líderes y
entrenadores; muchos de los cuales eran fieles miembros de la Iglesia. Esas
relaciones ayudaron a conducir a Fernando, el mayor, y a un hermano menor,
al bautismo.
Luego Fernando se mudó lejos de casa, donde continuó sus estudios y jugó
fútbol americano en la universidad. Se casó en el templo con su novia de la
escuela secundaria, Bayley. Mientras Fernando y Bayley concluían sus
estudios, esperaban ansiosos el nacimiento de su primer bebé: una niñita, pero
durante el proceso en el que sus familias ayudaban a Fernando y Bayley a
mudarse de regreso a casa, Bayley y su hermana conducían por una autopista
y sufrieron un trágico accidente que involucró muchos vehículos. Bayley y su
hija, que aún no había nacido, perdieron la vida.
El Espíritu Santo también testifica y da testimonio del Padre y del Hijo y de toda
verdad9. Dirigiéndose a Sus discípulos, el Señor dijo: “Pero cuando venga el
Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, … él dará testimonio de mí” 10.
A fin de describir la valiosa función del Espíritu Santo como testigo, continuaré
con la historia de Fernando y Bayley. Como recordarán, relaté que Fernando y
su hermano se habían bautizado, pero sus padres y sus tres hermanos
menores no; y a pesar de haber recibido numerosas invitaciones para reunirse
con los misioneros a lo largo de los años, la familia declinaba hacerlo.
Con el tiempo, llegaron a la conclusión de que lo que su hijo poseía, y ellos no,
era el evangelio restaurado de Jesucristo, y que eso debía ser su fuente de paz
y consuelo. Tras comprender eso, invitaron a los misioneros a enseñar el
Evangelio a su familia. Como resultado, recibieron su propio testimonio del gran
Plan de Felicidad, lo que les brindó la dulce paz y el consuelo tranquilizador
que buscaban desesperadamente.
Resumen
Ahora resumamos. Hemos determinado tres verdades reveladas que nos dan
conocimiento sobre el Espíritu Santo. Estas son: el Espíritu Santo es el tercer
miembro de la Trinidad, el Espíritu Santo es un personaje de espíritu y el don
del Espíritu Santo se recibe por la imposición de manos. Además, hemos
hallado tres respuestas a la pregunta: “¿Cómo te ayuda el Espíritu Santo?”. El
Espíritu Santo advierte, el Espíritu Santo consuela y el Espíritu Santo testifica.
Testimonio
Ahora concluyo con una invitación y mi firme testimonio. Los invito a vivir más
plenamente las palabras que cantan tan a menudo nuestros niños de la
Primaria, palabras que estoy seguro que ellos reconocen: “Puedo, puedo oír la
voz del cielo. Puedo, puedo, seguir al Señor”11.