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Cojera en la infancia

4 Roser Garrido, Carles Luaces


Sección de Urgencias. Hospital Sant Joan de Déu. Barcelona.

INTRODUCCIÓN TIPOS DE COJERA Y ETIOLOGÍA


La cojera y el dolor en las extremidades inferio- La cojera puede cursar con o sin dolor. La coje-
res son unos de los síntomas y motivos de consulta ra dolorosa presenta una marcha con disminución
más frecuentes en Pediatría. Aunque la mayoría de de la longitud del paso y desviación del tronco. Sus
estos episodios son autolimitados, la cojera nunca causas más frecuentes son los traumatismos, infec-
es normal en un niño. Las causas de cojera son muy ciones, inflamaciones o tumores. La cojera no dolo-
numerosas, pero en la mayoría de las ocasiones están rosa suele ser por deformidades óseas o insuficiencia
relacionadas con pequeños traumatismos, actividad muscular y la marcha tiene como característica el hun-
física excesiva, enfermedad intercurrente o causas tan dimiento de la pelvis en cada paso y se denomina mar-
banales como un calzado inapropiado. Debido a la cha de Trendelemburg.
larga lista de posibles diagnósticos, alguno de los cua- En el estudio de la cojera aguda se debe incluir
les requiere un tratamiento urgente, se requiere una la valoración clínica de la columna vertebral, pelvis
evaluación organizada. La anamnesis y exploración y extremidades inferiores, y se deben considerar dife-
física cuidadosas, junto con el uso de las radiografí- rentes categorías:
as, orientan el diagnóstico en la mayor parte de los 1. Traumática. El traumatismo, incluyendo proble-
casos. mas de calzado, es la causa más frecuente: fracturas,
La cojera se define como un patrón de marcha contusión de tejidos blandos, esguince de tobillo.
anormal que puede ser debido a dolor, debilidad mus- 2. Infecciosa. Osteomielitis, artritis séptica, celuli-
cular o deformidad del esqueleto. Cuando el niño es tis, tuberculosis ósea, gonorrea, artritis reactiva
pequeño se puede presentar como rechazo de apoyo postinfecciosa.
de la extremidad afecta. La localización de la causa 3. Neoplásica. Tumores espinales, tumores óseos
de la cojera es muy diversa, pudiendo radicar en la benignos (osteoma osteoide, osteoblastoma),
columna vertebral, sistema nervioso central, abdo- tumores óseos malignos (osteosarcoma, sarcoma
men, pelvis o cualquier segmento de la extremidad de Ewing), linfoma, leucemia.
inferior. 4. Inflamatoria. Sinovitis transitoria de cadera, artri-
Para el abordaje inicial de la cojera es necesario tis crónica juvenil, lupus eritematoso sistémico.
conocer la marcha normal del niño, sus fases y sus 5. Congénita. Luxación congénita de cadera, acor-
características diferenciales respecto a la del adulto. tamiento congénito del fémur, anemia de células
La marcha adquiere su maduración entre los 5 y los falciformes.
7 años y su desarrollo presenta unas características 6. Neuromuscular. Parálisis cerebral, neuropatías
diferenciales respecto a la del adulto. Al tener la zan- sensitivo-motoras hereditarias.
cada más corta, aparece una disminución de la fase 7. Ortopédica. Enfermedad de Legg-CalvéPerthes,
de oscilación, un aumento de la base de sustentación, osteocondrosis.
un apoyo inicial con el pie completo en lugar de con Debido a que ciertas entidades son más frecuen-
el talón, una escasa flexión de la rodilla y una ausen- tes en determinados grupos de edad, según ésta debe-
cia de balanceo de los miembros superiores. mos descartar por su frecuencia:
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– A cualquier edad: artritis séptica, osteomielitis, manos y pies, con manifestaciones cutáneas no habi-
celulitis, fractura de estrés, neoplasias (incluida tuales.
leucemia), enfermedades neuromusculares.
– Menores de 3 años: artritis séptica de cadera, luxa- Inflamatorias/inmunológicas
ción o subluxación de cadera. Las infecciones víricas o bacterianas, las vacu-
– 4-10 años: sinovitis transitoria de cadera, enfer- naciones y otros estímulos antigénicos (como el con-
medad de Perthes, artritis crónica juvenil. tacto con fármacos) pueden ir seguidos de artralgias
– Mayores de 11 años: Osgood-Schlatter, epifisio- y artritis.
lisis de la cabeza femoral, osteocondrosis tarsa- La sinovitis transitoria de cadera es probablemen-
les, artritis séptica gonocócica. te la causa más frecuente de coxalgia en la infancia.
Habitualmente no se acompaña de fiebre ni de afec-
Etiología tación del estado general.
Son múltiples las patologías que pueden provo- Otros síndromes postinfecciosos conocidos son
car cojera en la infancia y están resumidas en la tabla la fiebre reumática y la artritis reactiva asociada a
I. infecciones entéricas y por parvo-virus.
Las vasculitis por hipersensibilidad (como la púr-
Traumatismos pura de Schönlein-Henoch o la enfermedad del sue-
Las causas más frecuentes de cojera en la infan- ro) pueden presentar mialgias, artralgias o artritis.
cia están relacionadas con traumatismos. Las enfermedades reumáticas que se manifiestan
Los síndromes por “exceso de uso” se observan habitualmente con artropatía inflamatoria son la artri-
cada vez con más frecuencia en niños en edad esco- tis crónica juvenil y el lupus eritematoso sistémico.
lar que practican actividades deportivas. La enfermedad inflamatoria intestinal puede ir
Otras consideraciones a tener en cuenta a través precedida de artralgias y artritis durante meses o años,
de una detallada historia clínica son las lesiones pro- previo al inicio de la sintomatología digestiva. Oca-
vocadas por inyecciones intramusculares (como la sionalmente, la enfermedad de Kawasaki puede apa-
administración de vacunas). recer con alteraciones de las extremidades (como ede-
Debe sospecharse la existencia de malos tratos si ma indurado y dolor en la extremidad) como sinto-
el grado de lesión parece desproporcionado con res- matología predominante.
pecto a la causa referida en la historia clínica o si es
recidivante. Endocrinometabólicas
El dolor de una extremidad en un paciente de raza
Infecciones negra puede ser el síntoma de presentación de una cri-
Las infecciones osteoarticulares de etiología bac- sis en un caso no diagnosticado previamente de ane-
teriana se manifiestan de manera aguda con un dolor mia de células falciformes.
localizado, acompañado de fiebre. La radiografía sim- Las anomalías óseas que aparecen en el raquitis-
ple y/o la gammagrafía ósea son útiles en el diagnós- mo por déficit de vitamina D y en la osteodistrofia
tico. La sacroileítis y la discitis pueden presentarse renal pueden provocar dolor óseo.
con dolor insidioso en la espalda, que puede irradiar- Los xantomas tendinosos acompañantes de las
se a la cadera. La infección retroperitoneal o pélvica hiperlipidemias pueden provocar una tendinitis del
puede también manifestarse con dolor en la cadera. aquíleo y de otros tendones.

Tóxicos Tumores
La ingesta crónica excesiva de vitamina A puede El dolor óseo es una frecuente manifestación pre-
provocar hiperostosis cortical y dolor en las extremi- coz de entidades malignas como la leucemia, el lin-
dades. Los niños con intoxicación crónica por mer- foma y el neuroblastoma metastásico. Con frecuen-
curio sufren acrodinia que se caracteriza por dolor en cia el dolor es muy intenso, aumenta por las noches
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TABLA I. Diagnóstico diferencial

1. Traumatismos • Hipotiroidismo
• Contusión ósea o muscular • Hiperlipidemias
• Fracturas, subluxaciones, esguinces
• Síndromes por exceso de uso: tendinitis 6. Tumores
• Inyecciones intramusculares • Leucemia, linfoma
• Malos tratos • Tumores óseos malignos: sarcoma osteogénico,
Ewing
2. Infecciones • Tumores óseos benignos: osteoma osteoide,
• Osteomielitis, artritis séptica, celulitis osteoblastoma
• Miositis aguda
• Sacroileítis, discitis 7. Ortopédicas locales
• Enfermedad de Lyme • Legg-Calvé-Perthes (cabeza femoral)
• Infección retroperitoneal o pélvica • Likfert y Arkin (núcleo distal de tibia)
• Mandl (trocánter mayor)
3. Tóxicos • Osgood-Schlatter (tuberosidad tibial)
• Hipervitaminosis A • Pierson (sínfisis púbica)
• Acrodinia • Sever (epífisis calcánea)
• Van Neck (sincondrosis isquiopubiana)
4. Inflamatorias/inmunológicas • Osteocondritis disecante (cóndilo femoral)
• Sinovitis transitoria de cadera • Condromalacia rotuliana
• Artritis postinfecciosa: artritis reactiva, fiebre
reumática 8. Etiología múltiple
• Vasculitis: Schönlein-Henoch, enfermedad del • “Dolores de crecimiento”
suero • Distrofia neuromuscular refleja
• Artritis crónica juvenil • Luxación congénita de cadera
• Lupus eritematoso sistémico • Anisomelia (asimetría de extremidades inferiores)
• Dermatomiositis, polimiositis • Epifisiolisis de cabeza femoral
• Enfermedad inflamatoria intestinal • Necrosis avascular (osteocondrosis):
• Enfermedad de Kawasaki - Blount (metáfisis tibial)
-Caffey (espinas intercondíleas)
5. Endocrino-metabólicas -Díaz (astrágalo)
• Anemia de células falciformes -Freiberg (II metatarsiano)
• Raquitismo por déficit de vitamina D -Iselin (V metatarsiano)
• Osteodistrofia renal -Koehler (escafoides tarsiano)

y puede llegar a despertar al niño. Los signos sisté- son el osteoblastoma y el osteoma osteoide, que debe
micos pueden no ser patentes al inicio de la enferme- sospecharse cuando el dolor nocturno se calma con la
dad; un dolor específicamente nocturno debe hacer administración de ácido acetil-salicílico.
pensar en un proceso maligno.
Los tumores propios del hueso se manifiestan con Causas ortopédicas locales
dolor persistente y en aumento. El sarcoma osteogé- El desplazamiento epifisiario de la cabeza del
nico y el de Ewing se presentan con frecuencia en ado- fémur aparece en adolescentes entre 10 y 17 años de
lescentes y se diagnostican radiológicamente. Los edad y produce dolor en la pierna con dificultad para
tumores óseos benignos que pueden producir dolor la abducción y para la rotación interna. Como en la
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patología de la cadera el dolor puede ser referido a la res de crecimiento” se debe tranquilizar a la familia
rodilla, se debe realizar radiografía de cadera a todos por tratarse de un proceso autolimitado.
los pacientes con dolor en la rodilla. La distrofia neurovascular refleja es un trastorno
Las necrosis avasculares de los huesos (osteocon- que se caracteriza por intenso dolor en las extremida-
drosis) producen sensibilidad a la palpación y dolor des tras un traumatismo aparentemente banal. El niño
espontáneo y se conocen por sus epónimos. La más evita el movimiento de la extremidad afectada, ini-
importante por su localización es la enfermedad de ciando un ciclo de dolor-inmovilidad, ya que la inmo-
Perthes, que afecta a la cabeza femoral. vilidad conduce a más dolor ante cualquier intento de
La condromalacia rotuliana es más frecuente en movimiento. Con el tiempo se pueden observar alte-
niñas adolescentes y es consecuencia del reblandeci- raciones vasomotoras con moderada acrocianosis,
miento y formación de asperezas en la cara interna frialdad a la palpación e hiperhidrosis. La falta de
del cartílago rotuliano. Esto produce un dolor mal movilidad puede provocar una pérdida de masa mus-
definido a nivel de la rodilla. El proceso empeora al cular. Muchos de esos niños tienen problemas psi-
bajar escaleras y con flexión prolongada. A la explo- cológicos que contribuyen al proceso. Los estudios
ración puede observarse crepitación entre el fémur y de laboratorio no muestran signo alguno de inflama-
la rótula; ocasionalmente puede aparecer un pequeño ción y en la radiografía simple puede observarse una
derrame. Generalmente se reproduce el dolor al com- moderada osteopenia. El tratamiento eficaz consiste
primir la rótula contra el fémur distal, con la rodilla en fisioterapia gradual y uso de la estimulación ner-
en extensión, mientras el paciente contrae el cuadri- viosa transcutánea por medios electrónicos, con una
ceps. Esta entidad tiene que ser diferenciada de las llamativa mejoría del dolor y recuperación de la fun-
lesiones internas de la rodilla. ción en la mayoría de los casos.

Etiología múltiple VALORACIÓN DIAGNÓSTICA DE LA


Los “dolores de crecimiento” son un complejo COJERA
sintomático idiopático que afecta entre el 10% y el La valoración diagnóstica de la cojera se basa en
20% de los niños en edad escolar. El dolor no es con- tres puntos principales: anamnesis, exploración físi-
secuencia del crecimiento sino del uso muscular exce- ca y pruebas complementarias.
sivo en niños activos. El dolor es intermitente y la
mayoría de las veces afecta a las extremidades infe- Anamnesis
riores, casi siempre localizado profundamente en los La realización de una detallada historia clínica es
muslos o pantorrillas. El dolor en las articulaciones de vital importancia en la evaluación de un niño con
es raro. Los síntomas tienden a aparecer por la noche cojera y debe realizarse a los cuidadores y al niño,
y pueden despertar al niño. Los dolores de crecimien- si tiene edad suficiente. Se debe interrogar sobre:
to duran entre 30 minutos y varias horas y general- 1. Duración de la cojera
mente responden a los analgésicos, masaje y calor 2. Modo de aparición: brusco sugiere traumatismo,
local. No se acompañan de anomalías en la explora- gradual sugiere infección y lento, neoplasia, infla-
ción física ni en las exploraciones complementarias. mación o mecánico. Las articulaciones de carga
El diagnóstico de “dolores de crecimiento” requie- (caderas, rodillas, tobillos) duelen más con la
re la presencia de 3 criterios: deambulación, pero si el dolor y la dificultad para
1. El dolor de extremidades inferiores es bilateral. la marcha son más intensos cuando ésta se inicia,
2. El dolor aparece sólo por la noche. tras el reposo, y después mejora o cede, es un dato
3. El niño no presenta cojera, dolor ni otros sínto- a favor del origen inflamatorio (artritis crónica
mas durante el resto del día. juvenil). Una historia de cojera que se agrava
El hecho de diagnosticar erróneamente una coje- durante la mañana es sugestiva de proceso reu-
ra de “dolores de crecimiento” puede ser peligroso. matológico. Un dolor nocturno, especialmente si
Sin embargo, si un niño cumple los criterios de “dolo- despierta al niño del sueño, es un indicador de
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proceso maligno. El dolor nocturno de ambas Inspección de la marcha


extremidades inferiores, poco localizado y que Es necesario hacer caminar al niño sin ayuda varias
se calma con masaje y calor es sugestivo de “dolo- veces, para ver por delante y por detrás la marcha. Se
res de crecimiento”. pide al niño que camine varias veces, de cara al explo-
3. Antecedentes personales: infecciones previas, rador y a lo largo de una distancia como un pasillo lar-
vacunación (inyecciones intramusculares), acti- go. Para una evaluación correcta es necesario que el niño
vidad física exagerada, traumatismos, uso de zapa- se desvista. Se ha de valorar por separado la posición de
tos nuevos, episodios previos de cojera, hemo- pies, rodillas, pelvis y tronco. Suele ser útil indicarle al
filia, psoriasis. niño que ande de puntillas, de talones o suba escaleras,
4. Localización del dolor: los niños mayores pue- y buscar el desgaste de la suela de los zapatos.
den localizar una articulación dolorosa o un área La marcha normal se divide en dos fases: susten-
local de dolor, lo que es de gran utilidad para esta- tación unilateral y oscilación/balanceo (Fig. 1). Duran-
blecer el diagnóstico diferencial. Sin embargo, el te la primera fase el pie está en contacto con el piso y
dolor referido debe de ser también considerado; un miembro soporta todo el peso del cuerpo. La mar-
por ejemplo, la patología de cadera puede causar cha antiálgica se caracteriza porque tiene una fase de
dolor de rodilla. Los niños más pequeños pocas apoyo muy rápida, con lo que se reduce el tiempo
veces explican la localización del dolor, y en el de apoyo del miembro afecto. En la segunda fase de
caso de los lactantes, es útil preguntar si el niño balanceo el pie no toca el suelo. Cuando la cadera está
prefiere desplazarse arrastrándose o a gatas sobre rígida es esta fase la que se acorta por la falta de movi-
las rodillas, lo que hace más probable la patolo- lidad de la articulación de la cadera que acompaña
gía del pie. habitualmente a una marcha normal. En este caso es
5. Síntomas acompañantes: fiebre (sugiere un pro- el tronco y la pelvis las que se inclinan hacia delante.
ceso inflamatorio o infeccioso, pero su ausencia Otros tipos posibles de marcha son:
no lo excluye), exantema, anorexia, alteraciones – De circunducción: pérdida de flexión de la arti-
gastrointestinales, alteraciones urinarias. Una culación afecta, el niño balancea la pierna hacia
reciente infección respiratoria de vías altas aumen- fuera.
ta la posibilidad de artritis reactiva postestrep- – Atáxica: de amplia base (debilidad muscular o
tocócica. ataxia).
6. Episodios similares previos. – De Trendelemburg: debilidad músculo glúteo
7. Historia familiar: enfermedades reumáticas o neu- medio, movimiento excesivo del cuerpo superior
romusculares, psoriasis. hacia el lado que soporta el peso.
– Cojera del psoas: cadera flexionada con abduc-
Exploración física ción y rotación externa.
Exploración física general – De tijera: las rodillas se mantienen juntas por
En primer lugar se ha de observar el comporta- tirantez o espasticidad de los adductores.
miento general del niño, la posición o actitud espon- – De puntillas: por pérdida de la dorsiflexión del pie.
tánea y la movilidad activa. Un paciente que no per-
mite en absoluto que se le toque o se le mueva la extre- Exploración en ortostatismo
midad puede padecer una artritis séptica o una oste- Observación de la columna vertebral y nivelación
omielitis. Un niño con artritis séptica de cadera man- pélvica. Deben descartarse desviaciones laterales, pre-
tiene ésta en una posición de flexión, abducción y rota- sencia de puntos dolorosos, alteraciones cutáneas
ción externa. Otros datos a tener en cuenta son la afec- (manchas café con leche, zonas pilosas, etc.).
tación del estado general, presencia de exantemas,
púrpura, soplos, linfa denopatías, visceromegalias, Exploración sobre la mesa de exploración
longitud de las extremidades inferiores y presencia de Deben observarse patologías cutáneas (eritemas,
signos inflamatorios. zonas inflamadas, punturas) y las plantas de los pies
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Right Left Left Right Right


heel toe heel toe heel
contact off contact off contact
surface surface

0% 50% 100%

FIGURA 1. Fases de la marcha normal.

(verrugas víricas, callosidades anómalas). Es impor- medir la longitud de las dos extremidades inferio-
tante la posición que adoptan los miembros en repo- res, comprobar si hay atrofia de cuadriceps, calor,
so, ya que existen patologías en las que aparecen con- rubor o tumefacción de una o varias articulaciones.
tracturas y actitudes en un miembro inferior (infec- La exploración de la cadera es la parte más impor-
ciones articulares, epifisiolisis de cabeza femoral). tante de la exploración física en un paciente cuya pato-
La movilidad de las articulaciones es importan- logía no se haya localizado, debido a que la patología
te para localizar la patología. Se debe anotar el arco de la cadera muchas veces provoca un dolor impreci-
de movimiento, presencia de contracturas o espasmo so y puede necesitar un tratamiento urgente.
muscular. En el caso de la cadera es frecuente la limi- Mientras que la afectación de la rodilla o del tobi-
tación de la abducción y rotación interna. llo muestra fácilmente tumefacción, aumento de la
sensibilidad, calor y eritema, la patología de la cade-
Exploración del área dolorosa ra no es de tan fácil visualización.
Durante la exploración del área dolorosa, se ha La articulación sacroilíaca puede estar afectada
de comparar siempre con la contralateral. Observar por procesos inflamatorios o infecciosos. En la explo-
la existencia de signos inflamatorios, como dolor, ración física, el test de FABERE (Flexión de la cade-
tumefacción y limitación a la movilización. Se ha ra, Abducción y Rotación Externa) causa dolor en la
de tener en cuenta la posibilidad de un dolor referido, articulación sacroilíaca (Fig. 2).
que es la presencia de dolor en un lugar que no corres- El test de Galeazzi (Fig. 3) se realiza con el
ponde con la localización de la patología: paciente en decúbito supino y colocando los tobillos
– Patología de la cadera: dolor referido en ingle, juntos en contacto con las nalgas, con las caderas y
muslo y rodilla. las rodillas flexionadas. El test es positivo cuando las
– Patología de la columna vertebral y articulación rodillas tienen diferente altura y sugiere una asime-
sacroilíaca: dolor referido en nalgas y parte pos- tría de la longitud de las extremidades inferiores o una
terior del muslo. displasia de caderas.
La maniobra de Lasègue (Fig. 4) se realiza con
Exploración de las articulaciones el paciente en decúbito supino y elevando el miem-
En la camilla hay que explorar todas las articula- bro afectado tomándolo del tobillo hasta provocar
ciones del miembro inferior afecto y compararlas con dolor. El resultado positivo de esta prueba consiste en
el contralateral, existencia de rigidez, limitación de la aparición de dolor de la pierna o parestesias con
movimientos, inflamación, flexo, etc. Siempre se debe distribución metamérica. El paciente también puede
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FIGURA 2. Test de FABERE. FIGURA 3. Test de Galeazzi.

intentar extender la cadera (levantándola de la cami-


lla) para reducir el ángulo de estiramiento. Es de uti-
lidad para diferenciar el dolor de la neuropatía lum-
bar con dolor provocado por una enfermedad de la
cadera.
Es importante diferenciar entre dos patologías
que presentan una disminución de la movilidad de
la cadera, como son la sinovitis transitoria y la artri-
tis séptica. Existe un test exploratorio que ayuda a
diferenciarlas (Fig. 5). Se coloca el paciente en decú-
bito supino y sujetando el primer dedo del pie se rea-
liza un movimiento rotatorio de la extremidad infe-
rior. El diagnóstico de sinovitis transitoria de cadera
es más probable si se puede realizar un arco de 30°
o más de rotación de la cadera sin desencadenar dolor.

Pruebas complementarias
Las exploraciones complementarias a solicitar
van a depender de los datos encontrados en la anam-
nesis y la exploración física y deben ser las necesa-
rias para agilizar y descartar procesos agudos graves
que requieran una rápida actuación terapéutica, como FIGURA 4. Maniobra de Lasègue.
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derrame articular y su cuantía. En los pacientes


con anamnesis y exploración física compatible
con artritis de cadera, la ecografía es capaz de iden-
tificar la presencia de líquido en el interior de la
articulación. En los casos de osteomielitis aguda
puede detectar la presencia de abscesos subperiós-
ticos metafisiarios antes de realizar la punción.
5. Gammagrafía ósea: cuando a pesar de una deta-
llada historia clínica y exploración sistematizada
no encontramos la localización de la causa de la
cojera, es útil solicitar un rastreo con Tc99, en su
fase precoz vascular o bien tardía, que puede ser
útil en lesiones óseas infecciosas, tumorales o
fracturas de estrés.
6. Otras pruebas según orientación diagnóstica: sero-
logías, tomografía computadorizada, resonan-
cia magnética, etc.
En la figura 6 se presenta un algoritmo para el
diagnóstico diferencial de la cojera y dolor en extre-
midades inferiores. Como el traumatismo es la causa
principal, esta posibilidad es la primera a descartar. A
continuación, se debe considerar la posibilidad de
FIGURA 5. Test exploratorio.
infección ósea o articular, así como los procesos malig-
nos y las enfermedades reumáticas.

traumatismo agudo con o sin fractura, artritis séptica, BIBLIOGRAFÍA


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Antecedente traumático

Sí No

Rx Fiebre

Patológica Normal Sí No

Fractura Esguince Rx Estudio


Analítica hemoglobinas
Causa mecánica

Alteradas Normales Alterado Normal

Artritis séptica Sintomatología Drepanocitosis Rx


Osteomielitis general
Crisis drepanocítica

Sí No Patológica Normal

Artritis crónica juvenil Sinovitis Sarcoma Ewing Sinovitis


Lupus eritematoso sistémico transitoria Osteosarcoma transitoria
Neoplasia de cadera Epifisiólisis “Dolores de
Fiebre reumática Raquitismo crecimiento”

FIGURA 6. Algoritmo.

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