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FILOSOFÍA NO ES IGUAL A MITO

DINA LUZ OROZCO FRANCO

“Toda otra ciencia estudia lo que es. La filosofía investiga lo que debe ser”

- Józef María Bochensky (Introducción al pensamiento

filosófico)

El mito, un sentido de fábula o relato carente de verdad, de carácter meramente alegórico,

relacionado con fantasías y divinidades, utilizados para dar una explicación al mundo que

lo rodea, siendo estos, narraciones y doctrinas tradicionales, no justificadas racionalmente,

y generalmente trasmitidas por los poetas, acerca del mundo, los hombres y los dioses. La

filosofía en sus inicios busca explicar las insuficiencias argumentativas de los mitos y las

posibles implicaciones que pueden tener en la vida humana, la subordinación y su misión a

la que conduce una obediencia ciega, la cual impide razonar correctamente y asumir

responsabilidades y consecuencias de nuestros actos, mientras que en la filosofía según

Bochensky en “Introducción al pensamiento filosófico” hallamos con reiteración constate

que el filósofo ha tratado siempre de esclarecer la realidad, es un hombre que piensa

racionalmente y trata de llevar claridad - es decir, orden y por ende razón - de ahí, para

todos la importancia de la cuestión: ¿Qué es propiamente la filosofía?, y es que en la

interpretación de Jeanne Hersh filósofa de Ginebra, “La filosofía es un pensar límite entre

ciencia y música” tomando a la filosofía como una de las más nobles y bellas cosas que

puede haber o hacer en la vida.

Según Santo Tomás De Aquinos la filosofía tiene como propósito lograr una síntesis entre

razón (humana) y revelación (divina), o entre naturaleza y gracia. La fe y la filosofía, según


Tomás, conducen a Dios y no pueden contradecirlo. De ahí ese carácter profundamente

teleológico de su pensamiento: “la finalidad de la razón no se descubre por sí misma, sino

que nos lleva a Dios”; es en la revelación divina donde encuentra su sentido. Tomas de

Aquino intentó unir la filosofía con el cristianismo, es decir, unió la fe con la razón, un gran

logro para la humanidad, pues para él estas no son contradictorias si no complementarias.

El mito de la caverna de Platón, es una alegoría sobre la realidad de nuestro conocimiento.

Platón crea el mito de la caverna para mostrar en sentido figurativo que nos encontramos

encadenados dentro de una caverna, desde que nacemos, y como la sombras que vemos

reflejadas en la pared componen aquello que consideramos real.

Luego de los estudios de los sofistas, aparece en las calles de la antigua Grecia, un hombre

llamado Sócrates, que se destacó por la sagacidad de sus razonamientos y su uso indicado

de la palabra, Sócrates afirma que las dudas y dificultades que le acosan son hijas de su

profundo deseo del saber y es que el profundo deseo del saber es resultado de filosofar,

filosofar es parte de la condición humana, sin ella no es posible indagar e investigar, o

conocer a las personas y saber un poco de sus vidas, profesión, criterios, gustos y

afinidades; es vivir para resolver la curiosidad ante las cosas, resolver las dificultades de la

vida o del conocimiento, adquirir herramientas de vida para lograr los sueños y objetivos.

Querer saber, querer pensar: eso equivale a querer estar verdaderamente vivo, (Savater,

las preguntas de la vida). El estudio del ser, gracias al interés del hombre por descubrirse

a sí mismo, es la esencia vital de la filosofía. Efectuar respuestas a este gran interrogante ha

llevado a que los seres humanos se construyan y re-construyan en sus principios,

anatomías, encuentros e ideologías desde el descubrimientos del fuego hasta el día de hoy,

obteniendo importantes resultados y conclusiones, los cuales, a través del tiempo, solo han
generado un amplio margen de conocimientos y pensamientos profundos en el recorrido de

la humanidad, Pregunto lo que no sé, lo que aún no sé, lo que quizá nunca llegue a saber,

incluso a veces ni siquiera sé del todo lo que pregunto (Savater, las preguntas de la vida)

Donde las otras ciencias se paran, donde ellas no preguntan y dan mil cosas por supuestas,

allí empieza a preguntar el filósofo. Las ciencias conocen; él pregunta ¿qué es conocer?

Los otros sientan leyes; él se pregunta ¿qué es la ley? El hombre ordinario habla de sentido

y finalidad. El filósofo estudia que hay que entender propiamente por sentido y finalidad,

(Józef María Bochensky)

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