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EXPOSICIÓN EN LA JORNADA MARIANA NACIONAL

Ariel Osvaldo Glaser

Profesor en Ciencias Sagradas, Catequista, Ministro Acólito instituido en la


Arquidiócesis de Rosario, Miembro de la Acción Católica de la Parroquia Espíritu
Santo, Docente, Animador Pastoral, Colaborador permanente en la Junta
Arquidiocesana de Educación Católica (JAEC), y en el movimiento Hogares
Nuevos, Coordinador del Equipo de Animación Musical de la Junta Nacional de
Catequesis, escritor, guionista, autor y cantante. Reside en Rosario

Exposición:
Buenos días, o, como diría Truman Burbank, protagonista de la película The Truman Show, y ya
quedar grabado, buenos días, buenas tardes, buenas noches.

Dos palabras del tema que tengo que tratar, acompañan la rendija por la que quisiera comenzar a
espiar un poquito el entorno festivo de la vida de nuestra Santísima Madre: “esperanza” y
“celebración”

Esperanza, porque cada punto del tejido de esa hermosa trama que fue su vida desplegada en el
transcurso de la historia, lo tenía. Un tejido tan fuerte, que llegó a ser contenedor de aquella
oración de los discípulos previo a Pentecostés.

Benedicto XV en la Carta Encíclica Spe Salvi 1, antes de realizar un precioso recorrido relacionando a
María con la esperanza, nos las presenta como Estrella de la esperanza, “Las verdaderas estrellas de
nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza.
Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la
historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz
reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía.
Y ¿quién mejor que María podría ser para nosotros estrella de esperanza…

Un quisiera también rescatar, que puede resultarnos de mucha utilidad en este tiempo de
pandemia, y es cuando nos recuerda lo siguiente: A partir de la cruz te convertiste en madre de una
manera nueva: madre de todos los que quieren creer en tu Hijo Jesús y seguirlo. La espada del dolor
traspasó tu corazón. ¿Había muerto la esperanza? ¿Se había quedado el mundo definitivamente sin
luz, la vida sin meta? Probablemente habrás escuchado de nuevo en tu interior en aquella hora la
palabra del ángel, con la cual respondió a tu temor en el momento de la anunciación: « No temas,
María »
Fuerte, pero tan necesario de escuchar en este tiempo “No, temas…” la esperanza no murió.

Entonces, ya sabiendo de donde proviene la luz que atraviesa la rendija, vamos a entrar en la otra
palabra: “Celebración”

Yo voy a decir algo, y les dejaré unos segunditos para que piensen y completen imaginariamente la
frase: Gloria a Dios en las alturas… ¿Cómo sigue?
Claro, desde una Jornada Mariana, la mayoría de los presentes va a continuar con el Gloria propio
de la Santa Misa: Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres…

1
Cf. Spe Salvi 49-50
Pero a los que pintan canas, o se las tiñen, les voy a pedir un esfuerzo más… piensen en una canción
que comience de esta manera: Gloria a Dios en las alturas… ¿Cómo sigue?

Gloria a Dios en las alturas, recogieron las basuras de mi calle, ayer a oscuras y hoy sembrada de
bombillas, y colgaron de un cordel de esquina a esquina un cartel, y banderas de papel, verdes, rojas
y amarillas.

Más allá del trasfondo político que podría contener esta canción 2, del cual muchos permanecimos
ajenos por pertenecer a otro país; quienes la escuchábamos no podíamos menos que pensar en
nuestras fiestas populares, y es allí a donde quiero apuntar, a la fiesta. No solo a la fiesta de San
Juan, sino a las tantísimas fiestas marianas de nuestro pueblo.

María, es aquella que vivió en un pueblo festivo, un pueblo que compartía la música, la comida y la
danza como parte de sus vivencias.

Notemos como Jesús mismo describe más de una vez, al cielo o al abrazo misericordioso del Padre,
en un ambiente de fiesta, y una fiesta que tiene de todo. Los invito a ver los detalles que ambientan
esta parábola cerca del final:

Pero el padre dijo a sus servidores: "Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo
en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos,
porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado". Y comenzó la
fiesta.
Lucas 15, 22-24

Repasemos los elementos: Ropa, recuerden que otras parábolas Jesús hace referencia al vestido de
fiesta3; anillo, sandalias, ternero engordado. Pero no todo queda ahí, en esta mirada panorámica
que estamos haciendo, ya que al regresar el otro hijo, nos da más detalles:

El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los coros que
acompañaban la danza.
Lucas 15,25

Tengamos presente aquí entonces a la música, los cantantes a los que llama coros, y la danza. Todo
nos va ubicando en esta realidad cultural de los primeros tiempos del cristianismo. Tiempos a los
que algunos no prestaron atención, se les pasó de largo, y la indiferencia de su postura frente a
quien tenían frente a sus ojos, hizo que del mismo Jesús, según cuenta Mateo en el capítulo 11,
surgiera un reclamo, o, mejor dicho, una queja:

¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la
plaza, gritan a los otros: "¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos
fúnebres, y no lloraron!"

Nuevamente aquí, como músico, no puede hacerme sentir más feliz, el que Jesús, tantas veces, nos
haya tenido presentes, aunque sea, para ser un pequeño punto, en ese tejido, del que hablábamos
al comienzo.

2
La Canción “Fiesta”, pertenece al álbum “Mi niñez” de Joan Manuel Serrat, editado en 1970 y hace referencia a la Fiesta
de San Juan Bautista. Esta canción fue modificada a pedido del gobierno.
3
Cf. Mt 22,1-14
Pero volvamos a la fiesta. María, es protagonista, en muchas de nuestras fiestas populares,
peregrina con nosotros, comparte con nosotros la alegría del evangelio; por eso es Madre y
esperanza del pueblo que celebra. Notemos que en la primera peregrinación que realiza, a la que
llamamos Visitación, la cual tiene todo un sentido misionero desde el momento en que Lucas 4
utiliza el verbo anístemi, que significa levantarse, ponerse en movimiento, y que se usa en los
evangelios para indicar la resurrección de Jesús, María, proclama la grandeza del Señor, también
decimos “canta” la grandeza del Señor. No nos queda duda entonces, y diciendo esto de manera
respetuosa, de quien heredó Jesús el oído musical.

Y, como quien quiere espiar un poco más, la rendija de la casa de María, nos muestra a una mujer
cocinando. ¿De dónde creen ustedes que sacó Jesús esa proporción de levadura y harina para
cocinar un buen pan, o lo que ocurre con la sal cuando deja de sazonar?, en fin, en la cocina de
María, se compartía pan que algún día su Hijo, eso sí, sin levadura, tomaría entre sus manos, para
regalarnos su mismísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad

¿Y solo pan comían? Me encanta ver esos cuadros o representaciones de la última cena en los
colegios o parroquias, con una mesa, que no aparece en la Biblia, pan y vino; como si en la fiesta de
Pascua hubiera habido solo eso, y no fue así, basta con buscar unas hojas atrás y en el Antiguo
Testamento para entrar en conciencia de que cuando le dicen: ¿Dónde quieres que preparemos la
comida pascual? No los mandó a la panadería, sino a realizar una preparación mucho más
suculenta como aderezar la salsa, comprar los panes ácimos, las verduras, el vino, el aceite para las
lámparas y el cordero.

Pero no me quiero detener en esto, sino en la cocina de María, como dije antes, de modo que
podamos, al finalizar esta charla, sentirla más cercana; experimentar lo que dice esa canción de
Pablo Coloma:

María he querido sentirte


entre tantos milagros
que cuentan de ti,
al fin te encontré en mi camino,
en la misma vereda que yo.

Tenías tu cuerpo cansado,


un niño en los brazos
durmiendo en tu paz.

María, mujer que regalas


la vida sin fin

Esa sencillez es la que se hace presente en la espiritualidad a la que llamamos popular y que está
encarnada en la cultura de los sencillos y vivida especialmente en la familia5. Los catequistas del
Ultimo Congreso Catequístico Nacional, la presentaron como un espacio de encuentro con
Jesucristo y ocasión para comenzar la Iniciación Cristiana y madurar el Itinerario Catequístico
Permanente.

4
El evangelista, describiendo la salida de María hacia Judea, usa el verbo anístemi, que significa levantarse, ponerse en
movimiento. Considerando que este verbo se usa en los evangelios para indicar la resurrección de Jesús (cf. Mc 8,31;
9,9.31; Lc 24,7.46) o acciones materiales que comportan un impulso espiritual (cf. Lc 5,27-28; 15,18.20), podemos
suponer que Lucas, con esta expresión, quiere subrayar el impulso vigoroso que lleva a María, bajo la inspiración del
Espíritu Santo, a dar al mundo el Salvador. (Catequesis de Juan Pablo II (2-X-96)
5
Cf. Ecos del Congreso Catequístico Nacional Nro 20
Las fiestas patronales y las expresiones de piedad popular alimentan tanto el alma, como el cuerpo,
tengo que reconocer que las mejores empanadas que he probado en el país, fueron en las fiestas
patronales de distintas provincias.

Un artículo de Alvaro Hermida6, volviendo a esto de espiar en la cocina de hace dos mil años en
Nazaret, explica que la dieta de la Biblia, no varía mucho a la dieta de nuestros tiempos.
(Lógicamente, sin arroz, naranja, papas, pimiento ni maíz), pero si con anís, cilantro, canela, ajo,
menta, mostaza, aceitunas, melones, uvas, higos, almendras, granadas, manzanas, judías, pepinos,
puerros, cebollas, lentejas (uno de los alimentos con mayor cantidad de referencias), pan, trigo,
cebada, perdiz, paloma, codorniz, cordero, buey, venado, mantequilla, queso, leche, cuajada,
huevos, vino, aceite de oliva, miel... y podríamos seguir Probablemente la excepción más notable es
que se mencionan los huevos, pero no el pollo como alimento
Imaginar a María concinando, es imaginarla rogando por nosotros, no solo por el alimento
contidiano sino también por el encuentro que se da en las cocinas de las casas y de las parroquias
Dicen que en Galilea se hacían dos comidas al día:
La primera a media mañana, en casa o en el lugar de trabajo, a modo de descanso: grano
tostado, aceitunas, higos (u otras frutas), pan mojado en aceite o vinagre, o 'raspado'
con ajo, cebolla y rábanos negros.
Algunos agricultores tomaban antes de salir de su casa, una tercera comida, basada en pan y agua
por la mañana. Dicho de otro modo: la primera referencia al desayuno.
La segunda comida del día, la fuerte, se consumía por la tarde. Además de pan, incluía una sopa o
un guiso de verduras y legumbres, que se servía en un cuenco común en el que cada uno mojaba su
pan. Además, según explican algunos expertos, de vez en cuando también se servía queso y frutas
frescas. Para bajar todo eso, se servía vino, agua y, en determinadas ocasiones, leche.

Pero vamos a la boda de Caná (Juan 2,6). Muchos chistes se hacen acerca del agua convertida en
vino, y sería muy pobre su exposición en un acontecimiento como este, aunque nos llevaría a
hablar de la alegría que produce el vino, etc, etc, etc. Sabemos bien, al menos desde los Padres de
la Iglesia, que ese agua preparada para las purificaciones de los judíos (Jn 2, 6), representaban a la
antigua Ley, que Jesús va a llevar a su perfección mediante la Ley nueva del Espíritu, impresa en los
corazones. ¡Lo grandioso es que se realice en una boda! Esa boda que representa los tiempos
mesiánicos, tiempo de abundancia. Prestemos atención a que son “quinientos litros de vino”, basta
imaginar la cantidad de cajas de vino hoy en día, para entender esa dimensión

Esa es la fiesta que habilita María, con las últimas palabras que pronuncia en el Evangelio: “Hagan
todo lo que él les diga”(Jn 2,59) María nos hace depositar nuestra confianza en él y nos invita a
celebrar

Es este el pequeño mensaje que humildemente pretendo dejarles: María, es quien nos dispone a
participar de los tiempos mesiánicos, camina en medio del Pueblo, cocina, canta y quizá, hasta
baila, con tal de que escuchemos a Jesús, nos alimentemos de él, y anunciemos a todo el mundo la
alegría del Evangelio

6
“La dieta en Galilea” – Álvaro Hermida, 25/12/2019

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