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FALLO BAZTERRICA Año: 1986

DERECHO A LA INTIMIDAD - PRINCIPIO DE RESERVA.

Se condenó a Gustavo Bazterrica a la pena de un año de prisión en suspenso, multa y costas,


por considerarlo autor del delito de tenencia de estupefacientes. Este pronunciamiento fue
confirmado por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, y contra ésta
se interpuso recurso extraordinario, sosteniendo la inconstitucionalidad del Art. 6 de la ley
20.771, que al reprimir la tenencia de estupefacientes para uso personal vulnera el principio de
reserva consagrado por el art. 19 de la Constitución Nacional.
El citado art. 19 establece que las acciones privadas sólo pueden ser objeto de restricción
cuando medie peligro concreto para terceros o se afecte el orden y moral públicos.
La Corte Suprema hace lugar al recurso y revoca el fallo de la Cámara, ya que entiende que el
Art. 6 de la ley 20.771 es inconstitucional por invadir la esfera de la libertad personal, exenta
de la valoración de los magistrados.

Opinión de la Corte: La tenencia de estupefacientes para consumo personal es una conducta


privada que queda al amparo del art. 19 de la Constitución Nacional, y no basta la posibilidad
potencial de que ella trascienda de esa esfera para incriminarla, sino que es necesaria la
existencia concreta de peligro para la salud pública, de lo contrario, se sancionaría por la
peligrosidad del autor y no por su hecho, lo que importaría abandonar el principio de
culpabilidad en el que se asienta el derecho penal vigente.

Disidencia Dres. Fayt y Caballero


Consideran que no es impugnable el Art. 6 de la ley 20.771 en cuanto incrimina la simple
tenencia de estupefacientes para uso personal, ya que existe un área de defensa social que
puede ser más o menos ampliada de acuerdo a la valoración de los bienes que se desea
proteger, por lo tanto basta, para ellos, con la mera posibilidad, esto es el peligro de daño al
bien resguardado, para justificar que dicha acción resulte incriminada.
FALLO: MONTALVO Año: 1990
DERECHO A LA INTIMIDAD – PRINCIPIO DE RESERVA ART. 19 CN

Hechos: El Sr. Montalvo es condenado por la Cámara de primera instancia a la pena de un año
de presión de ejecución condicional y una multa por considerarlo autor del delito de tenencia
de estupefacientes según lo dispuesto por el art. 6 de la ley 20.771
El procesado apela la sentencia, y estando pendiente esa apelación entra en vigencia la ley
23.737, la cual en su art. 14 (segunda parte) modifica la tipificación legal de la conducta
atribuida al acusado y fija la sentencia en 3 meses de prisión de ejecución en suspenso.
La defensa interpone recurso extraordinario cuestionando la constitucionalidad de la ley
23.737.
La Corte, por mayoría, rechaza el planteo y confirma la sentencia.

Opinión de la mayoría:
1- No es inconstitucional el art 6 de la ley 20.771 que prevé el castigo por tenencia de
estupefacientes aunque sea para consumo propio
2- No es inconstitucional el art 14 de la ley 23.737 que prevé el castigo por tenencia de
estupefacientes aunque sea para consumo propio.
La incriminación por tenencia de estupefacientes busca reprimir el delito contra la salud
pública, lo que se intenta proteger es el interés general, por ello, la Corte opina que respecto al
art.19 de la CN, se ofende al orden y a la moral pública de forma efectiva con la tenencia de
estupefacientes, aunque sean para consumo propio. Hablan acerca del efecto contagioso de la
drogadicción y la tendencia a contagiar de los drogadictos.

Disidencias: Belluscio y Petracchi


1- Es inconstitucional el art 6 de la ley 20.771
2- Es inconstitucional el art 14 de la ley 23.737
Opinan que, al igual que en el caso Bazterrica, el art. 6 de la ley 20.771 es violatorio del art. 19
CN, el cual garantiza al individuo la libertad en el fuero intimo de la conciencia, siempre que no
afecte derechos de terceros ni ofenda la moral y el orden público, cuestión que el consumo
personas de estupefacientes no lo hace.
FALLO ARRIOLA Año: 2009
DERECHO A LA INTIMIDAD – PRINCIPIO DE RESERVA

En esta sentencia, la Corte declaró la inconstitucionalidad de la norma que sanciona


penalmente la tenencia de estupefacientes para consumo personal por ser incompatible
con el principio de reserva contenido en el artículo 19 de la Constitució n Nacional que
protege las acciones privadas que de ningú n modo ofendan al orden y a la moral pú blica,
ni perjudiquen a un tercero.
Hechos: En el marco de una investigació n por trá fico y comercializació n de
estupefacientes se realizó un allanamiento durante el cual resultaron detenidas ocho
personas con marihuana en su poder que, por su escasa cantidad, denotaba ser para uso
personal.
La defensa de los detenidos sostuvo que el artículo 14, segundo pá rrafo, de la ley 23.737,
que reprime la tenencia de estupefacientes para consumo personal, es incompatible con el
principio de reserva contenido en el artículo 19 de la Constitució n Nacional y señ aló que la
intervenció n punitiva cuando no media un conflicto jurídico, entendido como la afectació n
a un bien jurídico total o parcialmente ajeno, individual o colectivo, no es legítima.

Decisió n de la Corte: 
Una norma similar había sido declarada inconstitucional por la Corte en 1986 en el caso
“Bazterrica”. Allí el tribunal había destacado que la protecció n constitucional de los
valores de la intimidad y la autonomía personal impedían castigar la mera tenencia de
drogas para consumo. 
En 1989 el Congreso sancionó una nueva ley que contradecía el principio sentado en el
fallo y mantenía la incriminació n. Un añ o después, ya con otra composició n, la Corte
destacó la clara voluntad de los legisladores y declaró legítimo el enfoque punitivo. Indicó
que incriminar al tenedor de drogas haría má s fácil combatir el trá fico.
Ahora, en “Arriola” la Corte retomó y dijo “sostener” los principios sentados en
“Bazterrica”. Indicó que el artículo 19 de la Constitució n sienta el principio de que el
Estado debe tratar a todas las personas (y sus preferencias) con igual consideració n y
respeto. 
La reforma constitucional de 1994 y los tratados de derechos humanos a ella incorporados
refuerzan la protecció n de la privacidad y la autonomía personal y el principio de dignidad
humana, que impide el trato utilitario de la persona. 
Explicó que la idea de penar al consumidor para poder combatir el comercio de drogas
difícilmente se ajuste a dicho principio. Ademá s, recordó que el consumidor es una víctima
de los criminales que trafican drogas, y concluyó que castigarlo produce su re
victimizació n.
FALLO: HELERING Año: 1976
GARANTIAS CONSTITUCIONES – PRINCIPIO DE CULPABILIDAD

Hechos: El Sr. Helering, propietario de un salón de eventos, es acusado de explotar obras


musicales sin autorización de sus autores.

Opinión del Procurador General: Dice que la ley 11.723 destaca que “quienes ejecuten o hacen
ejecutar música...” y no las que “permitan u omitan impedir” su ejecución en inmuebles.

FALLO: LAMBRUSCHI Año: 1997


GARANTIAS CONSTITUCIONALES- PRINCIPIO DE CULPABILIDAD.

Hechos: Pedro Jorge Lambruschi fue condenado, en Cámara Federal de Apelaciones a dos años
de prisión en suspenso como autor responsable del delito de no haber depositado las
retenciones y no haber aportado las deudas previsionales –omitió el depósito de los aportes y
contribuciones retenidos de los sueldos de sus empleados al Sistema de Seguridad Social-. La
defensa interpuso recurso extraordinario ante la Corte. Esta confirma la sentencia apelada. El
Juez de 1º Instancia lo absolvió. Ya que no se había logrado demostrar que existió la previa y
efectiva retención de los aportes a depositar.

Motivos: La Corte considera que el sentenciante no desconoció la norma, su conocimiento de


la situación y la omisión voluntaria de abonar las sumas imputadas en las condiciones exigidas
por la norma. Sostuvo que “… no basta la mera comprobación de la situación objetiva en que
se encuentre el agente de retención, sino que es menester la concurrencia del elemento
subjetivo en virtud del principio fundamental de que sólo puede ser reprimido quien sea
culpable, es decir, aquel a quien la acción punible le pueda ser atribuida tanto objetiva como
subjetivamente.”
Conclusión: la conducta le es reprochable. No basta con sus justificativos de “situación de
emergencia” y la posterior quiebra de la empresa a su cargo. El garante contó con la
posibilidad material de cumplir con la conducta mandada, la norma se concreta en deber para
él, y por ello su omisión es ilícita.
FALLO: GRAMAJO Año: 2006
GARANTIAS CONSTITUCIONALES- PRINCIPIO DE CULPABILIDAD.

La Corte declaró la inconstitucionalidad de la reclusión accesoria por tiempo indeterminado


por considerarlo violatoria de los principios de culpabilidad, de proporcionalidad de la pena, de
reserva, de legalidad, el derecho penal de acto, y los principios que prohíben la persecución
penal múltiple y la imposición de penas crueles, inhumanas y degradantes. Con esta decisión la
Corte se apartó de la jurisprudencia sentada en el caso Sosa, en el cual había sostenido que la
reclusión por tiempo indeterminado no era una pena sino una medida de seguridad, y que por
ello no debía cumplir con las garantías constitucionales previstas para aquéllas. 

Hechos: El Tribunal Oral condenó al imputado a la pena de 2 años de prisión por considerarlo
autor del delito de robo en grado de tentativa, declarándolo reincidente. 
Asimismo, declaró la inconstitucionalidad del art. 52 del Cód. Penal sobre cuya base el fiscal de
juicio había solicitado que se aplicara al penado la accesoria de reclusión por tiempo
indeterminado. 
Sostuvo que la reclusión accesoria por tiempo indeterminado constituye una pena y no una
medida de seguridad, y que desconoce el principio constitucional "nulla poena sine culpa"
consagrado en el artículo 18 de la Constitución Nacional, al sustentarse en los antecedentes
personales del autor y no en el hecho cometido. El fiscal interpuso recurso de
inconstitucionalidad. 
La Cámara de Casación Penal, con sustento en el precedente “Sosa”, declaró la
constitucionalidad del art. 52 y aplicó al condenado la accesoria de reclusión por tiempo
indeterminado. 
La defensa interpuso recurso extraordinario, argumentando que la sentencia violaba el
principio de culpabilidad al justificar la imposición de una sanción en la peligrosidad del
delincuente, sin tener en cuenta que la Constitución Nacional consagra un derecho penal de
acto. 
El recurso fue denegado y dio origen a una queja. 

Decisión de la Corte: La Corte declaró la inconstitucionalidad del art. 52 del Cód. Penal en el
caso concreto por considerar que la pena de reclusión indeterminada allí prevista viola el
principio de culpabilidad, el principio de proporcionalidad de la pena, el principio de reserva, el
principio de legalidad, el derecho penal de acto, el principio que prohíbe la persecución penal
múltiple y la prohibición de imponer penas crueles, inhumanas y degradantes. 
Sostuvo que la pena de reclusión indeterminada es una clara manifestación de derecho penal
de autor porque tiende a encerrar a una persona en prisión por un tiempo mayor al que
correspondería de acuerdo con la pena establecida para el delito cometido, debido a la forma
en que conduce su vida. 
Asimismo, consideró que el principio de reserva impide imponer una pena en razón de lo que
la persona es, por lo que la pena sólo puede aplicarse como consecuencia del hecho que el
individuo cometió. 
Por otra parte, sostuvo que la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado prevista en el
art. 52 del Cód. Penal es una pena, y no una medida de seguridad fundada en la peligrosidad
del agente. 
Por último, consideró que ante la afirmación de que la accesoria de reclusión por tiempo
indeterminado violaba el principio de proporcionalidad de la pena, no era válido afirmar que
aquélla no se impone en razón del hecho juzgado en último término sino de los hechos por los
que fuera condenado anteriormente.
FALLO: LANATA Año: 1999
GARANTIAS CONSTITUCIONALES- PRINCIPIO DE LEGALIDAD

Se presenta Edgardo H. Martolio, iniciando formal querella criminal en orden al delito de


violación de correspondencia y publicidad de correspondencia, en contra de Jorge Lanata,
Director de la revista semanal denominada "Veintiuno XXI".
Se empareja al correo electrónico con el correo corriente. El avance de la tecnología en este
sentido pareciera haber dejado en la obsolescencia el bien jurídico que tutela el Capítulo III,
Título V del Código Penal, en especial a los artículos que se ocupan de la protección de los
papeles privados y la correspondencia. Pero queda claro que el tan difundido "e-mail" de
nuestros días es un medio idóneo, certero y veloz para enviar y recibir todo tipo de mensajes,
misivas, fotografías, archivos completos, etc.; es decir, amplía la gama de posibilidades que
brindaba el correo tradicional al usuario que tenga acceso al nuevo sistema
En tal sentido, la correspondencia y todo lo que por su conducto pueda ser transmitido o
receptado, goza de la misma protección que quiso darle el legislador al incluir los arts. 153 al
155 en la época de redacción del Código sustantivo, es decir, cuando aún no existían estos
avances tecnológicos.

La querella reprocha al periodista Jorge Lanata el haberse apoderado indebidamente de una


correspondencia para publicarla posteriormente, cuando no estaba destinada a tal fin.
la eventual violación de los preceptos contenidos en los arts. 153 y 155, en
que prima facie se ha encuadrado la presunta acción del imputado y que podrían haber
causado el perjuicio potencial que la conducta típica requiere, merece que se profundice la
pesquisa y de este modo, brindar la oportunidad al periodista querellado de ejercer su derecho
de defensa y ser oído en cualquiera de las formas que el Código adjetivo lo autoriza, amén de
llevar a cabo las medidas probatorias que el juez correccional estime pertinentes para
esclarecer los entretelones del caso, cuyos alcances aún no pueden vislumbrarse, pero que
tampoco puede ser materia de una desestimación "in limine". En tal sentido, el tribunal
resuelve: Revocar el punto II del auto de fs. 28/29.

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