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Hechos: El Sr. Montalvo es condenado por la Cámara de primera instancia a la pena de un año
de presión de ejecución condicional y una multa por considerarlo autor del delito de tenencia
de estupefacientes según lo dispuesto por el art. 6 de la ley 20.771
El procesado apela la sentencia, y estando pendiente esa apelación entra en vigencia la ley
23.737, la cual en su art. 14 (segunda parte) modifica la tipificación legal de la conducta
atribuida al acusado y fija la sentencia en 3 meses de prisión de ejecución en suspenso.
La defensa interpone recurso extraordinario cuestionando la constitucionalidad de la ley
23.737.
La Corte, por mayoría, rechaza el planteo y confirma la sentencia.
Opinión de la mayoría:
1- No es inconstitucional el art 6 de la ley 20.771 que prevé el castigo por tenencia de
estupefacientes aunque sea para consumo propio
2- No es inconstitucional el art 14 de la ley 23.737 que prevé el castigo por tenencia de
estupefacientes aunque sea para consumo propio.
La incriminación por tenencia de estupefacientes busca reprimir el delito contra la salud
pública, lo que se intenta proteger es el interés general, por ello, la Corte opina que respecto al
art.19 de la CN, se ofende al orden y a la moral pública de forma efectiva con la tenencia de
estupefacientes, aunque sean para consumo propio. Hablan acerca del efecto contagioso de la
drogadicción y la tendencia a contagiar de los drogadictos.
Decisió n de la Corte:
Una norma similar había sido declarada inconstitucional por la Corte en 1986 en el caso
“Bazterrica”. Allí el tribunal había destacado que la protecció n constitucional de los
valores de la intimidad y la autonomía personal impedían castigar la mera tenencia de
drogas para consumo.
En 1989 el Congreso sancionó una nueva ley que contradecía el principio sentado en el
fallo y mantenía la incriminació n. Un añ o después, ya con otra composició n, la Corte
destacó la clara voluntad de los legisladores y declaró legítimo el enfoque punitivo. Indicó
que incriminar al tenedor de drogas haría má s fácil combatir el trá fico.
Ahora, en “Arriola” la Corte retomó y dijo “sostener” los principios sentados en
“Bazterrica”. Indicó que el artículo 19 de la Constitució n sienta el principio de que el
Estado debe tratar a todas las personas (y sus preferencias) con igual consideració n y
respeto.
La reforma constitucional de 1994 y los tratados de derechos humanos a ella incorporados
refuerzan la protecció n de la privacidad y la autonomía personal y el principio de dignidad
humana, que impide el trato utilitario de la persona.
Explicó que la idea de penar al consumidor para poder combatir el comercio de drogas
difícilmente se ajuste a dicho principio. Ademá s, recordó que el consumidor es una víctima
de los criminales que trafican drogas, y concluyó que castigarlo produce su re
victimizació n.
FALLO: HELERING Año: 1976
GARANTIAS CONSTITUCIONES – PRINCIPIO DE CULPABILIDAD
Opinión del Procurador General: Dice que la ley 11.723 destaca que “quienes ejecuten o hacen
ejecutar música...” y no las que “permitan u omitan impedir” su ejecución en inmuebles.
Hechos: Pedro Jorge Lambruschi fue condenado, en Cámara Federal de Apelaciones a dos años
de prisión en suspenso como autor responsable del delito de no haber depositado las
retenciones y no haber aportado las deudas previsionales –omitió el depósito de los aportes y
contribuciones retenidos de los sueldos de sus empleados al Sistema de Seguridad Social-. La
defensa interpuso recurso extraordinario ante la Corte. Esta confirma la sentencia apelada. El
Juez de 1º Instancia lo absolvió. Ya que no se había logrado demostrar que existió la previa y
efectiva retención de los aportes a depositar.
Hechos: El Tribunal Oral condenó al imputado a la pena de 2 años de prisión por considerarlo
autor del delito de robo en grado de tentativa, declarándolo reincidente.
Asimismo, declaró la inconstitucionalidad del art. 52 del Cód. Penal sobre cuya base el fiscal de
juicio había solicitado que se aplicara al penado la accesoria de reclusión por tiempo
indeterminado.
Sostuvo que la reclusión accesoria por tiempo indeterminado constituye una pena y no una
medida de seguridad, y que desconoce el principio constitucional "nulla poena sine culpa"
consagrado en el artículo 18 de la Constitución Nacional, al sustentarse en los antecedentes
personales del autor y no en el hecho cometido. El fiscal interpuso recurso de
inconstitucionalidad.
La Cámara de Casación Penal, con sustento en el precedente “Sosa”, declaró la
constitucionalidad del art. 52 y aplicó al condenado la accesoria de reclusión por tiempo
indeterminado.
La defensa interpuso recurso extraordinario, argumentando que la sentencia violaba el
principio de culpabilidad al justificar la imposición de una sanción en la peligrosidad del
delincuente, sin tener en cuenta que la Constitución Nacional consagra un derecho penal de
acto.
El recurso fue denegado y dio origen a una queja.
Decisión de la Corte: La Corte declaró la inconstitucionalidad del art. 52 del Cód. Penal en el
caso concreto por considerar que la pena de reclusión indeterminada allí prevista viola el
principio de culpabilidad, el principio de proporcionalidad de la pena, el principio de reserva, el
principio de legalidad, el derecho penal de acto, el principio que prohíbe la persecución penal
múltiple y la prohibición de imponer penas crueles, inhumanas y degradantes.
Sostuvo que la pena de reclusión indeterminada es una clara manifestación de derecho penal
de autor porque tiende a encerrar a una persona en prisión por un tiempo mayor al que
correspondería de acuerdo con la pena establecida para el delito cometido, debido a la forma
en que conduce su vida.
Asimismo, consideró que el principio de reserva impide imponer una pena en razón de lo que
la persona es, por lo que la pena sólo puede aplicarse como consecuencia del hecho que el
individuo cometió.
Por otra parte, sostuvo que la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado prevista en el
art. 52 del Cód. Penal es una pena, y no una medida de seguridad fundada en la peligrosidad
del agente.
Por último, consideró que ante la afirmación de que la accesoria de reclusión por tiempo
indeterminado violaba el principio de proporcionalidad de la pena, no era válido afirmar que
aquélla no se impone en razón del hecho juzgado en último término sino de los hechos por los
que fuera condenado anteriormente.
FALLO: LANATA Año: 1999
GARANTIAS CONSTITUCIONALES- PRINCIPIO DE LEGALIDAD