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Una meditación i nterminable

rA vrErA cnrcróu
Robert Pinget
Ed. trilingüe: original francés (trad.
de Samuel Beckett) y español (trad,
de Miguel Martínez-Lage)
La Uña Rota. Segovia,2OO4
LO4 páqinas, 6 euros

OR una parte está el valor


histórico-literario de La
uieja canción de Robert Pinget:
desde su concepción original a flr-
nales de los 50 por el escritor
franco-suizo, con eI título La ma-
niuelle, hasta el interés que sus-
citó eI texto en Samuel Beckett,
quien lo tradujo al inelés en una
versión magistral considerada
parte ineludible de su obra e in-
cluida por tanto en lia edición in-
glesa de sus Complete Dramati,c
Works de 1986(Faberand Faber).
La adaptación becketiana del
breve y elusivo diálogo radiofó-
nico fue inmediatamente difun-
dida por la BBC, estrenada en Pa-
rís y publicada en edición bilin-
güe en Ia prestigiosa Éditions de
Minuit, bajo los auspicios del pro-
pio Beckett. En la edición espa-
ñola, se ha traducido al caste-
llano por Miguel Martinez-Lage a
partir del texto secundario y mi- SamrclBeckeü
rando demasiado de reojo al ori-
ginal de Pinget. La presencia en
un solo volumen de las tres ver-
siones constituye una noticia Principio y fin tes confusas que no aciertan a
abrirse paso entre los salones
para quienes se interesan por La desportillados de la memoria.
literatura y el teatro contemporá- I a oresencia de Samuel Beckett Los fulgores del recuerdo, el
neo, además de una fuente de me L¡ri¡g" calladamente algunas de error permanente, el olvido noc-
ditación acerca del arte de la tra- las más interesantes propuestas turno, la simple memoria de la
ducción literaria. La conexión de escénicas y narrativas memoria. Una conversación sos-
Ia obra con el microcosmos bec- contemporáneas, acuciadas por tenida, medio en broma medio
kettiano, su inserción en el con- las interrogaciones que más trágicamente, ofrece un bálsamo
texto del mal llamado teatro del prieocuparon al enteco irlandés: el momentáneo para eI dolor de
absurdo y más especificamente funcionamiento de los quien advierte su propia desapa-
su reliación con el nihilismo obli- enigmáticos mecanismos de la rición; es Ia medicina amarga
gan a una lectura que no puede realidad o el devastador deslizarse que significa siempre elotro.
prescindir del contexto de las deltiempo, entre otras. Unas Por ultimo, resulta casi impo-
principales corrientes poéticas constantes prcsentes desde sus sible no detenerse en el alcance
del pasado siglo. primeros vagidos literarios hasta teórico de una de las grandes
sus últimos escritos, como deia creaciones literarias de nuestra
Voces de la vida patente la publicación por [a Uña época. Se equivocaron los que no
Por otro lado aparece la obra Rota de dos suculentos libritos con tuvieron en cuenta el academi-
en sÍ. Un texto puro, desnudo, es- textos breves de Beckett, algunos cismo de Beckett. Ni el Prou.st,ni
crito simplemente (para buscar inéditos hasta ahora en español. por supuesto su Whoroscope,
un tono>>, el de los murmullos y Uno de ellos contiene (amén de aquel monólogo inicial dedicado
Ias voces de los viejos y de la vida Carta alemana, una misiva de 1!t37' a Descartes, resultan tan crípti-
que pasa sin pasar, dejando tras y Beckett antes de Beckett, cos. Revelan, como toda su obra
de si la nada, como el viento que intercsante texto de Miguel posterior, un deseo de zambu-
nós arrulla y que no podemos Martínez-Lage sobre los años de llirse en los problemas más viejos
apresar. Beckett, enamorado de juventud del escritor) su primer e con los que nos hemos confron-
una lengua francesa que le per- inacabado intento teatral, Deseos tado como especie racional: el
mitía ver las cosas de nuevo, del hombre,que abandonó al paso del tiempo, la estructura in-
quedó sorprendido por esta crea- advertir que su forma de construir visible de lo real,la dialéctica en-
ción en la que aletea un leve los diálogos -anticipatoria de su tre superficie y sombrafrente ala
ritrno interno, una armonia ape estilo- corroía la normativa del intuición del otro lado que wrc,
nas perceptible. Dos viejos oyen género en que se adentraba. El que liga, que explica. La pequeña
una nostá:lgica canción en un or- otro lo (rcupa Avueltas quietas,su obra de Pinget, una mera conver-
ganillo callejero que de repente último relato, donde un hombre sación cotidiana, reproducida de
se atasca y cuya manivela no en- con la cabeza entre las manos se modo verista, nos empuja como
caja. Como las estructuras del ve a símismo levantarse e irse las musas a mirar hacia ese lado
lenguaje, siempre obsoletas y en mientras busca infructuosamente oscuro cuya realidad consistejus-
el fondo inaptas para lo verdade la definitiva palabra final. lncitador tamente en ser apenas nada.
ramente significativo. Música in- e inquietante, puro Beckett, de
terrumpida, voces cascadas, men- principio a fin.- rl. I Garch Garzón ÁFaro de la Rlca

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