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Es del tipo más común de dependencia emocional y es propio de las personas que cargan
grandes inseguridades. No tienen claro que son capaces de hacer y que no. De hecho, se
suponen que son muy desvalidos. Por lo tanto, necesitan un apoyo para vivir y ese apoyo
seria su pareja. Esta se convierte en su escudo protector contra el sufrimiento o el miedo.
Por eso se desarrolla un fuerte apego hacia ella. puede estar causada por problemas de
autoestima. De esta forma, alguien que se quiere poco a sí mismo pone su valor en el
amor que recibe por parte de otra persona, como si necesitase ser salvada por alguien
externo. Es decir, en cierto modo, se coloca en el rol de víctima indefensa ante la vida.
Conviene recordar que para estar bien junto a otra persona, previamente, es
indispensable estar bien con uno mismo, de lo contrario, ante una posible ruptura, la
persona puede caer en el vacío existencial más absoluto.
El golpe psicológico es tan brutal que no sólo hay una inmensa tristeza, sino que además
habitualmente se sufren síntomas de ansiedad intensos que impiden la concentración y
que se traducen en molestias físicas o sensaciones muy desagradables, y también en
pensamientos sobre el poco sentido que tiene la vida que pueden derivar en ideas
suicidas.
Baja autoestima:
La baja autoestima del dependiente y sus constantes inseguridades en las que no se tiene
amor propio, causan la necesidad de tener un ser protector en su vida, en este caso su
pareja
Busqueda de pareja con un perfil determinado
El tipo de persona que suele preferir el dependiente emocional, al que llamaré “objeto” ,
es normalmente alguien engreído, distante afectivamente, egocéntrico, y a veces hostil,
posesivo o conflictivo. También hay un perfil habitual y es de la persona con problemas,
con un fondo importante de vulnerabilidad o fragilidad emocional con el que el
dependiente se identifica, produciéndose igualmente una relación desequilibrada con ella
por la que se intenta cuidar y controlar a dicha persona, mientras que ella, en muchas
ocasiones, se aprovecha de ese comportamiento sumiso y atiende sólo a intereses
egoístas o también afectivamente enfermizos
¿Qué hacer?