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METROPOLITANA-IZTAPALAPA
Que presenta:
Septiembre 2008
ÌNDICE PÀGINA
3
Introducción
9
1. Las mujeres en el movimiento cristero
14
2. Estudios académicos
21
3. Novelas
29
4. Testimonios
36
5. Conclusiones
39
6. Bibliografía citada en la introducción
41
7. Bibliografía comentada
2
Introducción
bibliografía y una bibliografía comentada sobre los trabajos que han abordado el
referirse a la religiosa que vive en el convento, a quien como laica realiza una
joven que milita en algún partido de derecha. Es decir, debemos tener en mente
que “no se trata de un sujeto unitario, sino de sujetos diversos, atravesados por
culturales”1.
Con base en las lecturas que realicé para la elaboración de este trabajo me
di cuenta de las distintas maneras en las que las mujeres católicas contribuyeron
1
Gabriela Cano, “Las mujeres en el México del siglo XX. Una cronología mínima” en Marta Lamas [coord.],
Miradas feministas sobre las mexicanas del siglo XX, México, Fondo de Cultura Económica/Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes, 2007, p.23
3
al desarrollo de los primeros cincuenta años del siglo XX, ya fuera formando
dicha agrupación tenía como fin organizar e incidir en la acción social católica de
Álvaro Obregón.
2
María Luisa Aspe Armella, La formación social y política de los católicos mexicanos, México, Universidad
Iberoamericana/Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, 2008, p. 273.
4
Cristiada, el conflicto armado que protagonizaron la Iglesia católica y el Estado
1941.
El análisis destacará los enfoques que los autores han empleado para
Guerra Cristera, misma que comenzó a finales de los años sesenta con Alicia
Olivera Sedano y que Jean Meyer impulsó a tal grado que su trabajo se ha
debemos considerar que durante casi los cuarenta años posteriores al término del
El tema sin duda era polémico y los personajes involucrados aún estaban
con vida por lo que una investigación de esta naturaleza podría tener serias
Una cuestión similar sucedió con las mujeres que colaboraron durante la
guerra. Cristera. En este caso, la misma Iglesia que las alentó a luchar por la
3
Véanse: Alicia Olivera Sedano, Aspectos del conflicto religioso de 1926 a 1929. Sus antecedentes y
consecuencias, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1966 y Jean Meyer, La Cristiada, 3
vols., México, Siglo XXI Editores, 1973.
5
defensa de su fe fue la que las condenó a la invisibilidad al disolver a la más
mujer católica que se involucró en el movimiento cristero a lo largo del siglo XX?
primeras décadas de dicho siglo que en las de finales del mismo? ¿Cuál es el
enfoque con el que se estudian al inicio del siglo XXI? A lo largo del presente
trabajo, y con base en los estudios académicos que se han ocupado del tema, es
es que esta agrupación surgió? ¿Cuál fue su campo de acción? Estas preguntas
4
En lo subsecuente referidas como Brigadas Femeninas.
5
De acuerdo con Conway y Bourque, al estudiar sistemas de género aprendemos que ellos no representan la
asignación funcional de roles sociales biológicamente prescritos sino medios de conceptualización cultural y
de organización social, mientras que para Beneria y Roldán, el género se refiere a una red de creencias, rasgos
de personalidad, actitudes, sentimientos, valores, conductas y actividades socialmente construidas que
diferencia a hombres y mujeres Véase Jill Conway, Susan Bourque, Joan Scott: “El concepto de género” en
Marysa Navarro, Catherine Stimpson, [comps.], ¿Qué son los estudios de las mujeres?, Buenos Aires, Fondo
de Cultura Económica, 1998, p.177 y Lourdes Beneria, Marta Roldán, The crossroads of Class and Gender,
Chicago, University of Chicago Press, 1987, pp. 11-12.
6
Jill Conway, Susan Bourque, Joan Scott: “El concepto de género” en Marysa Navarro, Catherine Stimpson,
[comps.], ¿Qué son los estudios de las mujeres?, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1998, p. 178.
6
este trabajo: ¿qué reportan los trabajos (académicos o no) sobre esta
organización?
académicos, como es el caso del trabajo de Jean Meyer quien, en la parte final del
7
Jean Meyer, La Cristiada, 3 vols., México, Siglo XXI Editores, 1973, p. 122.
7
organización de una brigada se componía teóricamente de 750 afiliadas, aunque
también Meyer menciona que las brigadistas buscaron grupos auxiliares que no
formaban parte de las brigadas, en los que había mujeres de mayor edad, mujeres
casadas y niños.
una significación mayor que la circunscrita únicamente a la esfera privada (la casa,
el convento o el hospital).
manera deben de ser considerados como los únicos que abordan el tema. No
8
Finalmente, quisiera agregar que este trabajo persigue una doble meta: la
Iglesia católica y el Estado mexicano a fines de la segunda década del siglo XX.
tuvo como objetivo la subordinación del clero al gobierno federal y que implicó la
inmediata suspensión del culto católico decretada por los jerarcas eclesiásticos, se
muy pronto se extendió por toda la zona del Bajío, llegando incluso a tener
pertenecientes a las Brigadas Femeninas, llegó a tener tanta fuerza que para el
9
ejército federal resultó muy difícil vencerlo. No fue sino hasta 1929, con la
intervención del embajador de los Estados Unidos, Dwight Whitney Morrow, que el
clero mexicano y el gobierno federal pactaron y firmaron los Arreglos que pusieron
hacia el interior del ejército cristero como un mecanismo para detectar a posibles
infiltrados).
influencia, a lo largo del conflicto bélico. Cabe señalar que este trabajo no ha sido
sencillo dado que su documentación está casi desaparecida. Esto es, al término
del conflicto y como resultado del modus vivendi entre el gobierno federal y el
clero mexicano (es decir, la relación entre estas dos esferas una vez que se logró
la pacificación del movimiento), la Iglesia católica tuvo que silenciar y terminar con
cualquier intento de una nueva rebelión y restar poder a las organizaciones que
podían hacer peligrar la paz alcanzada. De esta forma, Pascual Díaz Barreto,
neutralizaron a las Brigadas Femeninas una vez que se pactó la paz en 1929,
10
sacerdote Darío Miranda, jefe del Secretariado Social, quien quemó los archivos
de esta agrupación.8
cooperar con la causa cristera para que, una vez que el movimiento triunfara, el
Constitución derogados. Cabe subrayar, sin embargo, que las militantes de las
Cristera dentro de una organización, sino que también muchas de ellas, al formar
sus propios hogares como refugio o como altares clandestinos para continuar con
el culto católico y apoyando las acciones propuestas por el clero y los dirigentes
fue extendiendo hasta abarcar cada vez una mayor cantidad de estados de la
que, quienes han escrito sobre las Brigadas Femeninas en los diferentes estados
8
Jean Meyer, La Cristiada, vol. 3, México, Siglo XXI Editores, 1973, p. 125.
11
mientras que los autores que han abordado el tema para los estados de Jalisco y
Colima se refieren a ellas como las Brigadas Femeninas de Santa Juana de Arco
(BB), los que lo hacen para el estado de Durango se refieren a ellas como la
Brigada Invisible-Brigada Invencible (Bi-Bi), tal vez para denotar el hecho de que
que todos los lugares en donde se llevara a cabo el culto fuesen considerados
9
Organización católica fundada en la ciudad de México en 1925 que incorporó a sus filas tanto a hombres
como a mujeres y que fue la que propuso la resistencia armada.
12
número de sacerdotes, estableciéndose que sólo los mexicanos podrían ejercer el
propaganda a favor del boicot. Vestidas de negro en señal de duelo por los males
Cabe señalar que aunque en un primer momento el boicot fue efectivo, éste
analizar únicamente a las Brigadas Femeninas de Santa Juana de Arco (si bien
éste ha sido el tema del que se han ocupado mayormente tanto académicos como
pasiva a los integrantes del ejército cristero, esto es, sin involucrarse en el
10
Véase Felipe Tena Ramírez, “La constitución de 1917” en Leyes fundamentales de México, 1808-2002,
México, Porrúa, 2000, pp. 817-881.
13
2. Estudios académicos
Agustín Vaca.
Olivera Sedano, Aspectos del conflicto religioso de 1926 a 1929 sus antecedentes
11
El texto está basado en documentos pertenecientes al Archivo de la Liga Nacional Defensora de la Libertad
Religiosa. La tesis principal de la autora es que el movimiento cristero no sólo se desarrolló en Jalisco y
Michoacán, como inicialmente se creía, sino que se extendió por otros estados de la República. Cabe
mencionar que el libro fue reeditado en 1987 en la colección Cien de México, de la Dirección de
Publicaciones de la Secretaría de Educación Pública. Véase: Alicia Olivera Sedano, Aspectos del conflicto
religioso de 1926 a 1929. Sus antecedentes y consecuencias, México, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, 1966.
12
Alicia Olivera Sedano, Aspectos del conflicto religioso de 1926 a 1929. Sus antecedentes y consecuencias,
México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1966, p. 23.
13
Jean Meyer, La Cristiada, 3 vols., 23ª. ed., México, Siglo XXI Editores, 2006.
14
Femeninas de Santa Juana de Arco), así como el proceso de pacificación que
contribución femenina dentro del movimiento armado. Por ese motivo, el libro de
precedentes para comprender la fuerza que llegó a tener el ejército cristero. Meyer
explica que las Brigadas Femeninas fueron creadas para responder a la necesidad
económico.
15
realizadas entre 1968 y 1969 a Celia Gómez (generala en jefe de las Brigadas
algunos de los roles que desempeñaron, ya fuera como militantes de las Brigadas
Cristero Rebellion: Las Señoras y las Religiosas”18. En dicho trabajo, Miller analiza
15
Jean Meyer, La Cristiada, México, Fondo de Cultura Económica, 2007.
16
Las fotografías pertenecen tanto a la colección particular del autor, como al Museo Cristero Efrén Quezada
de Encarnación de Díaz, Jalisco.
17
Desgraciadamente, no me fue posible localizar la tesis doctoral en donde la autora profundizó sobre el
tema. Véase: Barbara Miller, The Role of Women in the Mexican Cristero Rebellion: A New Chapter,
University of Notre Dame, 1981.
18
Barbara Miller, “The Role of Women in the Mexican Cristero Rebellion: Las señoras y las religiosas” en
The Americas, vol. 40, núm. 3, enero, 1984. pp. 303-323.
16
Miller se refiere a las “señoras”, mujeres urbanas miembros de la Unión de
y alta, que promovieron tanto la resistencia católica decretada por la Liga Nacional
país por lo que algunas de ellas partieron hacia España, Europa, Estados Unidos y
17
a las Brigadas Sanitarias (división de las Brigadas Femeninas), quienes trabajaban
efecto, fueron escogidos tres textos: Héctor, escrita por Jorge Gram, La Virgen de
acuerdo con Vaca, la anterior selección obedeció no tanto a los méritos narrativos
abstractos”, es decir, que en las novelas las mujeres aparecen como sujetos
rebelión cristera.
18
algunos puntos sobre el mecanismo de acción de las Brigadas Femeninas.
de Jean Meyer, en donde se cuestiona lo dicho por este último en torno al éxito
como María Goyaz. Esta última fue hecha prisionera el 7 de noviembre de 1927 y
unas semanas después puesta en libertad, por lo que la dirigencia de las Brigadas
Con base en lo hasta ahora expuesto, puede afirmarse que los estudios
académicos de Jean Meyer, Barbara Miller y Agustín Vaca son los que han tratado
19
tanto que en el resto de los estudios académicos contenidos en este trabajo (y que
páginas. Algunos ejemplos son los trabajos para el estado de Colima de Antonio
testigo presencial del conflicto y que narra la fundación de las Brigadas Femeninas
Tuck, The Holy War in Los Altos. A regional Analysis of Mexico’s Cristero
Rebellion, que aborda un análisis regional sobre las Brigadas Femeninas en dicho
Natividad García que, si bien no tuvieron una presencia activa dentro de las
19
Antonio Rius Facius, Méjico cristero, México, Patria, 1960.
20
Spectator, Los cristeros del volcán de Colima, vol. 1, México, Jus, 1961.
21
Jim Tuck, The Holy War in Los Altos. A regional analysis of Mexico Cristero Rebellion, Tucson, University
of Arizona Press, 1982.
22
Antonio Avitia Hernández, El caudillo sagrado, Impresos Castellanos, México, 2000.
23
María Alicia Puente Lutteroth, Movimiento cristero: afirmación y ruptura de identidades. Un acercamiento
panorámico al conflicto socio-religioso en México de 1926-1939, México, Centro de Investigaciones y
Estudios Superiores en Antropología Social, 1993 (Tesis de doctorado)
20
Jalisco, que de manera sucinta explica la desaparición de las Brigadas
católica femenina que se desarrolló a partir de la segunda década del siglo XX.26
3. Novelas
involucrados. El segundo, que resulta más importante para este trabajo, es que
ofrecen información sobre las funciones estratégicas y militares que las mujeres
24
Moisés González Navarro, Cristeros y agraristas en Jalisco, 5 vols., México, El Colegio de México, 2000.
25
Fernando M. González, Matar y morir por Cristo rey. Aspectos de la Cristiada, Instituto de Investigaciones
Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México/Plaza y Valdés, México, 2001.
26
Véanse: Kristina Boylan, Mexican Catholic Women’s Activism, 1929-1940, Oxford, University of Oxford,
2000, 410 pp. (tesis de doctorado), “Gendering the Faith and Altering the Nation. Mexican Catholic Women’s
Activism, 1917-1940” en Jocelyn Olcott, Mary Kay Vaughan, Gabriela Cano (eds.), Sex in Revolution.
Gender, Politics, and Power in Modern Mexico, Londres, Duke University Press, 2006, p.199-222 y María
Guadalupe Aspe Armella, La formación social y política de los católicos mexicanos, Universidad
Iberoamericana/Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, México, 2008.
27
Una discusión más amplia de este tema la encontramos en Antonio Avitia, La narrativa de las Cristiadas.
Novela, cuento, teatro, cine y corrido de las rebeliones cristeras, México, Universidad Autónoma
Metropolitana-Iztapalapa, 2006 (tesis de doctorado).
21
De este modo, considero que la importancia del análisis de las novelas
como parte de este trabajo radica precisamente en que constituyen las primeras
fuentes para conocer las actividades de las mujeres durante la guerra, es decir,
fueron escritas por autores que vivieron el conflicto armado y que conocieron la
actuación de las Brigadas Femeninas pues, como señala Jean Meyer, “la historia
vehículo, el medio para ilustrar la opinión del autor sobre el conflicto y sus
consecuencias”28.
parecen ser las más representativas del género por tres razones: la primera es por
específicas que los autores hacen sobre la actuación de sus personajes femeninos
hace algunos años29. Estas son: Héctor, La virgen de los cristeros, Los cristeros: la
David Ramírez (quien fue el secretario particular del obispo de Durango José
año de 1930, es decir, a sólo un año de la firma de los Arreglos que pusieron fin al
28
Jean Meyer, Juan José Doñán, Antología del cuento cristero, Guadalajara, Secretaría de Cultura de Jalisco,
1993, p. 14
29
Las cifras correspondientes a las ediciones de las novelas que se presentan en este trabajo, fueron tomadas
de Agustín Vaca, Los silencios de la historia: las cristeras, Zapopan, El Colegio de Jalisco, 2001 y de
Antonio Avitia, La narrativa de las Cristiadas. Novela, cuento, teatro, cine y corrido de las rebeliones
cristeras, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, 2006 (tesis de doctorado).
30
La bibliografía que reporto en este trabajo, corresponde a la del ejemplar más próximo que encontré a la
primera edición. Véase: Jorge Gram, Héctor, México, Jus, 1953.
22
conflicto, fue la primera novela sobre el tema de la Guerra Cristera. En ella se
observa la marcada postura del autor a favor de los cristeros y, aunque no destaca
la labor de las Brigadas Femeninas, otorga una gran importancia a las mujeres
que tiene relación directa con los sindicatos de obreros católicos y con la
1953 y 2003, la editorial Jus puso a la venta otros cinco tirajes del mismo texto,
con el subtítulo de Novela Histórica Cristera. Con base en los anteriores datos, se
31
En la solapa de la edición realizada en México por la editorial Jus en 1953, aparece información que firma
la misma empresa en el sentido de que, si bien la primera edición aparece impresa por motivos de seguridad
en Texas, en realidad se publicó en la capital del país bajo el sello editorial de Herederos del autor.
23
rural que se une al movimiento armado y que es una de las principales dirigentes
Buenos Aires, Argentina, por Editorial Claridad, en el año de 1934, sin tiraje
Trece años más tarde, en 1972, la misma editorial la reimprimió, esta vez con
Virgen de los Cristeros, esta vez con cuatro mil ejemplares. De esta manera se
puede calcular que, entre 1934 y 1982, se han puesto a la venta aproximadamente
El jalisciense José Guadalupe de Anda, quien de acuerdo con Max Aub “es
Los cristeros: la guerra santa en los Altos34. Esta novela, publicada en 1937 en la
32
Fernando Robles, La virgen de los cristeros, Buenos Aires, Claridad, 1934.
33
Max Aub, Guía de los narradores de la Revolución Mexicana, México, Fondo de Cultura Económica-
Secretaría de Educación Pública, 1969, p. 50.
34
José Guadalupe de Anda, Los cristeros. La guerra santa en los Altos, México, Imprenta Mundial, 1937.
24
Esta novela cristera es una de las que mayores tirajes editoriales ha
gozado.35 A los cincuenta y dos mil ejemplares de Los cristeros, tirados entre 1937
y 1991, se sumaron los cuarenta y dos mil ejemplares que en 1994 tiraron el
Por lo anterior se estima que los ejemplares que se han tirado de Los cristeros
suman 94,000.
entera fue una generala muy temida tanto por los federales como por las fuerzas
católicas o de las brigadistas de Santa Juana de Arco para resaltar el papel de las
jefas cristeras.
35
La primera edición de 1937, realizada por Imprenta Mundial, tuvo un tiraje de mil ejemplares. En 1941,
Compañía General Editora se encargó de la segunda edición con igual número de ejemplares que la primera.
Fue hasta 1974 cuando el Departamento de Bellas Artes del Estado de Jalisco, se encargó de la tercera edición
de Los cristeros, esta vez de tres mil ejemplares. En 1982, Premiá Editora, con el número diecinueve, de su
Colección La Matraca y en coordinación con Publicaciones y Bibliotecas Cultura SEP, se encargó de la
cuarta edición con cuatro mil ejemplares de la obra. En 1985, PROMEXA, en la ciudad de México y como
parte de la Gran Colección de la Literatura Mexicana tiró 40,000 ejemplares.
36
Jesús Goytortúa Santos, Pensativa, México, Porrúa, 1945.
25
mil ejemplares aproximadamente, se puede inferir que se han puesto a la venta
conducta, moral y práctica religiosa se refiere. Por lo tanto, a partir del análisis
Avitia en el sentido de que “la calidad literaria no guarda relación alguna con el
reconocimientos por parte de la crítica literaria por su calidad, así como por fuerza
narrativa y, de acuerdo con Juan Rulfo, “el único libro, obra novelesca y obra
histórica, escrito por los cristeros”, en la que su autor, Antonio Estrada, relata las
Segunda Cristiada, tuvo un tiraje casi catorce veces menor que Pensativa.
hechos históricos que fueron muy conocidos en la época, como el asalto cristero al
120,000 pesos del Banco de México. Este hecho fue ampliamente difundido por la
37
Antonio Avitia, La narrativa de las Cristiadas. Novela, cuento, teatro, cine y corrido de las rebeliones
cristeras, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, 2006, p. 385.
26
Es interesante mencionar algunos aspectos de los lugares en los que las
anterior pudo obedecer a que, habiendo sido el autor del texto un sacerdote,
resultaba muy peligroso para la Iglesia católica que se publicara en nuestro país
dado que el recuerdo de la guerra aún estaba fresco y podría verse alterado el
mejor la situación de tener que publicar una novela en el exilio por causas de la
par de hipótesis para explicar dichas publicaciones. Para el caso de Los cristeros:
la guerra santa en los Altos, debemos tener en consideración que su autor, José
Guadalupe de Anda, había sido desde 1930 senador por el estado de Jalisco y
27
ser más sencillo publicar su novela en la capital gracias al apoyo con el que
quien se estableció junto con su familia en la ciudad de México desde 1923 y optó
donde fundó y dirigió el periódico bimestral Los Demócratas.39 Esto sin duda lo
hizo entablar relaciones con las casas editoriales de la capital, especialmente con
Porrúa, en donde publicó su novela. Respecto al premio “Lanz Durét” con que el
reflejó una apertura de la prensa escrita hacia el tema de la Guerra Cristera así
sobre el tema.
El segundo punto consiste en que las novelas bien pudieron ser el punto de
38
Antonio Avitia, La narrativa de las Cristiadas. Novela, cuento, teatro, cine y corrido de las rebeliones
cristeras, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, 2006, p. 336
39
Ibid., p. 386.
28
partida para los estudios académicos sobre la participación femenina en la Guerra
4. Testimonios
Católicas, las Brigadas Femeninas), pero también para conocer las acciones que
a los cristeros.
entrevistas como los testimonios escritos constituyen una fuente primaria para el
29
Valdovinos; las entrevistas a cinco mujeres protagonistas durante el conflicto que
aparecen en el libro de Agustín Vaca y los relatos que recopiló Lourdes Vázquez
en la Guerra Cristera.
de que consta los escritos testimoniales de numerosas personas que tuvieron una
en aras de ese ideal bendito […] para que su nombre no caiga, como muchos
retoman la participación femenina son los relatos del propio Aurelio Acevedo y el
presbítero José Adolfo Arroyo que se refieren a María Natividad González “Tiva” y
María del Carmen Robles, quienes ofrecieron su hogar como un lugar alternativo
40
“Presentándonos” en David. Órgano oficial de la Legión de Cristo Rey y Santa María de Guadalupe.
Veteranos de la Guardia Nacional (cristeros), México, 2ª. Época, núm. 1, agosto de 1952, p.1.
30
para continuar con el culto católico41, además de que “Tiva” fungió como “tesorera
42
de muchos jefes cuyos fondos guardaba en su casa y bajo su cuidado”. Del
mismo modo, se hace mención al caso de Petra Cabral, que sin formar parte de
las Brigadas Femeninas, “se lanzaba por su cuenta por los cartuchos que sus
nombres del resto de sus integrantes junto con sus rangos militares. 45
41
“Vidas ejemplares” en David. Órgano oficial de la Legión de Cristo Rey y Santa María de Guadalupe.
Veteranos de la Guardia Nacional (cristeros), México, 2ª. Época, núm. 2, septiembre 22 de 1952, pp. 24-25.
42
“Voto de admiración, gratitud y cariño” en David. Órgano oficial de la Legión de Cristo Rey y Santa
María de Guadalupe. Veteranos de la Guardia Nacional (cristeros), México, 2ª. Época, núm. 3, octubre de
1952, pp. 37-38.
43
“Doña Petra” en David. Órgano oficial de la Legión de Cristo Rey y Santa María de Guadalupe. Veteranos
de la Guardia Nacional (cristeros), México, 2ª. Época, núm. 23, junio 22 de 1954, s/p.
44
La Brigada adoptó el nombre de María de los Ángeles Gutierrez, quien falleció a causa de la explosión
accidental de una bomba que estaba preparando en el campamento cristero.
45
“La mujer en la lucha cristera” en David. Órgano oficial de la Legión de Cristo Rey y Santa María de
Guadalupe. Veteranos de la Guardia Nacional (cristeros), México, 2ª. Época, núm. 15, octubre 22 de 1953,
pp. 233-236.
46
“Doña Petra Cabral y sus hijos” en David. Órgano oficial de la Legión de Cristo Rey y Santa María de
Guadalupe. Veteranos de la Guardia Nacional (cristeros), México, 2ª. Época, núm. 48, julio 22 de 1956. pp.
3 dx87-388.
31
sabía de la existencia de las Brigadas Femeninas mucho tiempo antes del término
de la guerra (1929).
femenina en la guerra son los más extensos (ocupando dos páginas en promedio)
publicados a lo largo de los 165 números de que consta David. Otra cantidad de
Godoy publicada en 1990, La sangre llegó hasta el río, en donde el autor recoge el
al no ver respetados los acuerdos por los que el gobierno les había otorgado el
cálculo realizado por Antonio Avitia arroja datos de donde se desprende que del
ejemplares.
47
Agustín Vaca, Los silencios de la historia: las cristeras, Zapopan, El Colegio de Jalisco, 2001, pp. 56-58.
32
historiografía de la Guerra Cristera, es el texto de Agustín Vaca, Los silencios de
Cristera. Cabe señalar que las primeras cuatro fueron conducidas por el autor,
Distrito Federal.
33
A diferencia de las anteriores, María de Socorro Heredia y Aceves no militó
Dolores Ortega de Díez de Sollano formó parte desde muy joven de la Liga
Cultura Femenina.
(hombres y mujeres) que vivieron el conflicto, entre los que sobresalen los de
Doña Mundita, María del Refugio Espíritu, Rosa Hernández, Hildelissa Santa Cruz,
podían haber quedado fuera de este trabajo, ya que resultan ser una fuente
personajes dado que, como señala Plumier, “lo que importa en la investigación
34
lo más detallado posible […], la historia personal revela, como ninguna otra cosa
48
Ken Plumier, Los documentos personales. Introducción a los problemas y la bibliografía del método
humanista, Madrid, Siglo XXI, 1989, p.17.
35
5. Conclusiones
católicas en la Guerra Cristera, ya que los estudios académicos sobre el tema han
de Unión de Damas Católicas Mexicanas, han sido publicados otros estudios que
Guerra Cristera.
explicar las aportaciones del género femenino en el conflicto armado, así como las
las hostilidades.
femenina más importante que apareció durante la guerra -las Brigadas Femeninas
de Santa Juana de Arco- fue incinerado, por lo que los académicos se vieron en la
36
La tesis de Barbara Miller, primer trabajo dedicado específicamente a
la revuelta. Debo mencionar que una limitación importante de este trabajo fue el
elaboración de sus estudios, quien lo empleó a profundidad fue Agustín Vaca con
conflicto.
importante estudiar los vínculos que tuvieron las Brigadas Femeninas con y desde
37
A partir de esta bibliografía comentada se puede constatar que la
38
6. Bibliografía citada en la introducción
Anda, José Guadalupe de, Los cristeros. La guerra santa en los Altos, México,
Imprenta Mundial, 1937.
Beneria, Lourdes, Roldán Marta, The crossroads of Class and Gender, Chicago,
University of Chicago Press, 1987.
--- “Gendering the Faith and Altering the Nation. Mexican Catholic Women’s
Activism, 1917-1940” en Jocelyn Olcott, Mary Kay Vaughan, Gabriela Cano (eds.),
Sex in Revolution. Gender, Politics, and Power in Modern Mexico, Londres, Duke
University Press, 2006,
Cano, Gabriela, “Las mujeres en el México del siglo XX. Una cronología mínima”
en Marta Lamas [coord.], Miradas feministas sobre las mexicanas del siglo XX,
México, Fondo de Cultura Económica/Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes, 2007.
Conway, Jill, Bourque, Susan, Scott, Joan, “El concepto de género” en Marysa
Navarro, Catherine Stimpson [comps.], ¿Qué son los estudios de las mujeres?,
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1998.
González, Fernando M., Matar y morir por Cristo rey. Aspectos de la Cristiada,
Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México /
Plaza y Valdés, México, 2001.
39
Goytortúa Santos, Jesús, Pensativa, México, Porrúa, 1945.
Meyer, Jean, Doñán, Juan José, Antología del cuento cristero, Guadalajara,
Secretaría de Cultura de Jalisco, 1993.
Miller, Barbara, “The Role of Women in the Mexican Cristero Rebellion: Las
Señoras y las Religiosas” en The Americas, vol. 40, núm. 3, enero, 1984. pp. 303-
323.
Olivera Sedano, Alicia, Aspectos del conflicto religioso de 1926 a 1929. Sus
antecedentes y consecuencias, México, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, 1966.
Spectator, Los cristeros del volcán de Colima, vol. 1, México, Jus, 1961.
40
Bibliografía comentada
Anda, José Guadalupe de, Los cristeros. La guerra santa en los Altos,
México, Imprenta Mundial, 1937, 234 pp.
Novela de ficción que describe las acciones de guerra del coronel Policarpo
Bermúdez, joven tapatío que se alistó en el ejército cristero. Se narran las tomas
de San Miguel y San Juan, la batalla de Cerro Gordo, la masacre de Palo Alto y el
asalto al tren que pasa por Jalisco.
En el capítulo dedicado a las Brigadas Femeninas Juana de Arco, tres
mujeres llegan al campamento del coronel Bermúdez con sus chalecos de lona
repletos de municiones. Una de ellas es Marta Torres, de quien el autor dice que
es la generala en jefe de las Brigadas Femeninas y que probablemente se trata de
un personaje ficticio. Al ser descubierta por los federales, es llevada presa a las
Islas Marías.
41
Arrom, Silvia Marina, “Las señoras de la caridad: pioneras olvidadas de la
asistencia social en México, 1863-1910” en Historia Mexicana, vol. 62, núm.
2, octubre-diciembre 2007, pp. 445-490.
42
Avitia Hernández, Antonio, El caudillo sagrado, México, Impresos
Castellanos, 2000, 299 pp.
43
Boylan, Kristina, Mexican Catholic Women’s Activism, 1929-1940, Oxford,
University of Oxford, 2000, 410 pp. (tesis de doctorado).
Boylan, Kristina, “Gendering the Faith and Altering the Nation. Mexican
Catholic Women’s Activism, 1917-1940” en Jocelyn Olcott, Mary Kay
Vaughan, Gabriela Cano (eds.), Sex in Revolution. Gender, Politics, and
Power in Modern Mexico, Londres, Duke University Press, 2006, p. 199-222.
44
Curley, Robert E., "Género y política en la acción social católica, 1900-1914"
en La ventana. Revista de estudios de género, vol. 4, pp. 76-90.
45
Estrada, Antonio, Rescoldo: los últimos cristeros, México, Jus, 1961, 233 pp.
Relato histórico del hijo del coronel cristero Florencio Estrada durante la
llamada Segunda Cristiada en el estado de Durango (1934-1941). La Segunda
Cristiada se desarrolló en la región del Mezquital, en el estado de Durango y en
focos aislados de Zacatecas y Jalisco (a diferencia de la primera rebelión cristera
de 1926, que estalló en varios estados del país).
A pesar de ser considerada como una novela, tanto los personajes, hechos
y lugares de los que se hacen mención no son ficticios. Se describen las
experiencias de Antonio Estrada y su familia en la Sierra del Mezquital mientras su
padre se encontraba luchando en contra de las fuerzas federales y de sus
cuñados, los Muñoz, caciques de Huazamota.
En el relato se destaca la reorganización de las veteranas de las Brigadas
Femeninas Santa Juana de Arco, que siguieron teniendo una participación
destacada en el aprovisionamiento de municiones para el Ejército Libertador
Cristero del Estado de Durango (ELCED).
Dentro de el grupo de 50 mujeres mencionadas, destacan la generala
Pacha Arroyo, Cándida Jaime, Pilarcita Cores, Remigia Celis (alias Nichita, quien
envenenó a 13 soldados federales) y Lucila Sandoval.
En la parte final de la novela se menciona a la coronela Josefina Pérez,
quien después de la guerra radicó en la ciudad de México, siendo apresada y
puesta en libertad 15 días después por falta de pruebas.
46
González Navarro, Moisés, Cristeros y agraristas en Jalisco, 5 vols., México,
El Colegio de México, 2000.
47
Heilman, Jaymie, “The demon inside: Madre Conchita, Gender, and the
Assasination of Obregón” en Mexican Studies/Estudios Mexicanos, vol. 18,
núm. 1, invierno 2002, pp. 23-60.
48
Meyer, Jean, La Cristiada, 3 vols., México, Siglo XXI Editores, 1973.
Libro sobre la guerra cristera en Colima (1926-1929) que narra los sucesos
que comenzaron con la suspensión del culto católico proclamada por el obispo
Amador Velasco, así como las batallas que tuvieron durante los tres años que
duró el conflicto.
El texto contiene un capítulo dedicado a las Brigadas Femeninas en donde
se menciona que antes de que éstas fueran constituidas, algunas mujeres como
las hermanas María y Marcelina Camarena, Amalia Castel, Judith dueñas, entre
otras, trabajaban de forma independiente a favor de los cristeros (en el apartado
no se detallan las actividades que realizaron).
La Brigada de Colima se llamó "María de los Ángeles Gutiérrez" y además
de sus tareas militares de acopio y entrega de pertrechos de guerra, ropa,
alimentos, información y vigilancia, se menciona que las brigadistas se encargaron
del hospital cristero ubicado en el Volcán de Colima y que estuvo a cargo de
Amalia Castel, Viviana Aguilar y Salomé Galindo.
Se mencionan las fechas y los nombres de las brigadistas que fueron
arrestadas desde agosto de 1927 hasta junio de 1929.
El autor empleó las memorias de Virginio García, Jefe Civil de Colima, que
detalla la organización militar de las Brigadas Femeninas.
49
Meyer, Jean, Pro domo mea. La Cristiada a la distancia, México, Siglo XXI,
2004, 85 pp.
50
Miller, Barbara, “The Role of Women in the Mexican Cristero Rebellion: Las
señoras y las religiosas” en The Americas, Vol. 40, núm. 3, enero, 1984. pp.
303-323.
51
Navarrete, Heriberto, Los cristeros era así…, México, Jus, 1965, 105 pp.
Olivera Sedano, Alicia, Aspectos del conflicto religioso de 1926 a 1929. Sus
antecedentes y consecuencias, México, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, 1966.
52
Pérez Rosales, Laura, “Las mujeres sinarquistas: nuevas adelitas en la vida
pública mexicana, 1945-1948” en Rubén Aguilar, Guillermo Zermeño,
Religión, política y sociedad. El sinarquismo y la Iglesia en México (nueve
ensayos), México, Universidad Iberoamericana, 1992, 169-195 pp.
53
Reguer Noriega, Consuelo, Dios y mi derecho, vol. 2, México, Jus, 1997, 619
pp.
Rius Facius, Antonio, Méjico cristero, México, Patria, 1960, 510 pp.
54
Rivero del Val, Luis, Entre las patas de los caballos (diario de un cristero),
México, Jus, 1952, 301 pp.
Crónica del Ingeniero Rivero del Val de sus días como miembro del Grupo
Daniel O’Connell (del que José de León Toral llegó a formar parte) de la Acción
Católica de la Juventud Mexicana en la Ciudad de México. Los eventos trascurren
en Colima a partir del inicio del movimiento armado hasta su conclusión con los
Arreglos de 1929 entre la Iglesia Católica y el Estado Mexicano.
En el trabajo se describe la planeación del boicot económico que decretó la
Liga Nacional de la Defensa Religiosa en contra del gobierno y de las estrategias
para intensificarlo (como el lanzamiento de mil globos con propaganda desde el
centro de la Ciudad de México).
Se destaca la participación política de las mujeres miembros de la
Asociación Católica de la Juventud Mexicana en la ciudad de México, desde el
momento de impulsar el boicot y de distribuir propaganda, hasta el auxiliar a los
combatientes cristeros formando parte de las Brigadas Femeninas Santa Juana
de Arco.
En el relato se encuentran noticias de los periódicos The New York Times,
El Universal Gráfico y Excelsior y fotografías de la época.
55
Robleto, Hernán, Obregón – Toral. La madre Conchita, México, Ediciones
Botas, 1935, 476, pp.
Texto dividido en dos partes. La primera trata sobre la vida del general
Álvaro Obregón a partir de que estalla la revolución maderista, su carrera como
militar, su pensamiento político y las cualidades que lo hicieron llegar al poder
hasta postularse para una primera reelección presidencial.
La segunda parte se dedica a describir a José de León Toral y a
Concepción Acevedo de la Llata desde el momento en que es planeado el
asesinato del presidente electo y son capturados.
Se encuentran en el texto detalles de los días que duró su juicio, de las
confesiones de los dos implicados y de las comparecencias de los testigos. Para
el autor, la madre Conchita es una víctima de las circunstancias y por ende, una
vez que es sentenciada, una mártir de la religión católica.
El trabajo no registra fuentes.
56
Schell, Patience A., Church and State Education in Revolutionary Mexico
City, Tucson, The University of Arizona Press, 2003, 253 pp.
57
Sicilia, Javier, Félix de Jesús Rougier. La seducción de la virgen, México,
Fondo de Cultura Económica, 2007, 652 pp.
Sodi de Pallares, María Elena, Los cristeros y José de León Toral, México,
Editorial Cultura, 1936, 157 pp.
58
Spectator, Los cristeros del volcán de Colima, vol. 1, México, Jus, 1961, pp.
390.
Tuck, Jim, The Holy War in Los Altos. A regional analysis of Mexico’s
Cristero Rebellion, Tucson, University of Arizona Press, 1982, 230 pp.
59
Vaca, Agustín, Los silencios de la historia: las cristeras, Zapopan, El Colegio
de Jalisco, 2001, 315 pp.
60
Vázquez Parada, Lourdes Celina, Testimonios sobre la revolución cristera:
hacia una hermenéutica de la conciencia histórica, Guadalajara, Universidad
de Guadalajara, 2001, 288 pp.
61
62