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NO TE DUERMAS

Jueces 16:19,20

Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las
siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. Y
le dijo: !!Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta
vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había
apartado de él.

La historia de Sansón es muy peculiar, pues había sido elegido por Dios para juzgar al
pueblo de Israel, haciendo un voto de nazareato con El, desde el vientre de su madre.
El voto o compromiso consistía en que no debía pasar navaja por su cabello ni tomar
vino.

Es allí donde perdió su fuerza Sansón cuando descubre su pacto con Dios y Dalila le
corta el pelo. La fuerza de sansón no radicaba en su pelo sino que en Dios que estaba
con el por medio del voto del nazareato que incluía el pelo en la cabeza.

Todo cristiano tiene hoy en día el pacto nuevo que es en el cuerpo y la sangre de Jesús
cuando éste murió en la cruz por los pecados, dando entrada al padre celestial por su
sangre. Pero tenemos que tener cuidado de no dormirnos como Sansón y permitir que
el Espíritu de Dios se aparte de nosotros por causa de la desobediencia y no guardar el
Pacto, pues la desobediencia a la palabra de Dios hace que nos deslicemos por un
camino de donde Dios ya nos había sacado por medio de su Hijo Jesucristo.

Si nos dormimos el enemigo sembrara cosas malas en nuestra vida que tarde o
temprano nos dañaran. Jesús lo enseño en una parábola

Mat 13:24,25 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a
un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los
hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.

Si nos descuidamos en nuestra comunión con Dios, estamos dormidos o adormecidos


espiritualmente y corriendo el peligro de las tentaciones y pruebas que vienen pero si
nos encuentran en ese estado nos podrán hacer mucho daño y provocan que Dios se
aparte con su Espíritu porque su naturaleza misma es santa, hasta que nos
arrepentimos y volvemos a Dios y nos restaura nuevamente.

Mat 26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad
está dispuesto, pero la carne es débil.

No debemos descuidar la comunión con el Espíritu de Dios, orando y adorándole


porque de esa manera estaremos despiertos para que el enemigo no tenga
oportunidad en contra nuestra.

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