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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


ESCUELA PROFESIONAL DE SOCIOLOGIA

MIEDO AL DELITO Y ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO ADOPTADAS


POR LA POBLACIÓN EN EL CERCADO DE LA CIUDAD DE JULIACA

TESIS

PRESENTADA POR:

JAIME PONCE HUARACHI

PARA OPTAR EL TITULO PROFESIONAL DE:

LICENCIADO EN SOCIOLOGÍA

PUNO – PERU

2015
DEDICATORIA

Con mucho cariño y amor a mis queridos padres Pedro Eulogio Ponce Medina y

Damiana Huarachi Mollocondo, por ser mi principal soporte y mi constante inspiración

en la búsqueda ser alguien mejor, por enseñarme que nada se logra sin esfuerzo y que la

vida es un aprendizaje de por sí. A mi esposa Francisca Condori Mamani e Hijos Axel

Rodrigo y Yamila Milagros por motivarme en crecer como esposo, padre y mejor

persona.

Jaime
AGRADECIMIENTO

Quisiera agradecer a todas aquellas personas que, directa o indirectamente, se


involucraron para que esta investigación finalmente se concrete en este documento, desde
aquella lejana vez en la que se esbozaron ideas sueltas respecto al tema, hasta el día que
se realizaron las últimas correcciones. Espero no olvidar a nadie en este recuento, así
como poder sintetizar en breves líneas lo mucho que valoré todos sus comentarios,
sugerencias, críticas constructivas y, sobre todo, su apoyo incondicional: el que siempre
estuvieran allí.

A Néstor Barriga, por compartir conmigo las buenas, malas y peores momentos y
apoyarme en la fase de recolección de información con su empresa de opinión y mercado
de fondo. A mi Asesor de Tesis Gustavo Vilca, por sus sabios consejos, darme siempre
la pauta y por su confianza en que este proyecto, desde el inicio, iba a terminar con la
sustentación de esta tesis de licenciatura y por mostrarme el verdadero valor de la amistad.
Por compartir conmigo las barreras, y motivarme a seguir aún en los momentos
dificultosos.

Finalmente, a los docentes de la Escuela Profesional de Sociología de la Universidad


Nacional del Altiplano, que contribuyeron en mi formación como profesional.

Jaime
ÍNDICE DE CONTENIDO

Dedicatoria 3
Agradecimiento 4
Índice de contenido 5
Resumen 8
Introducción 9
Capítulo I 12
Planteamiento del problema, antecedentes y objetivos de la investigación 12
1.1 Planteamiento del problema 12

1.2 Antecedentes de la investigación 15

1.3 Objetivos de la investigación 21

Capítulo II 22
Marco teórico, marco conceptual e hipótesis de la investigación 22
2.1 Marco teórico 22

2.1.1 Planteamientos teóricos para explicar el miedo al delito 22

2.1.2 Miedo al delito y seguridad ciudadana 25

.1.3 Planteamiento teóricos sobre la noción de seguridad en Tomas Hobbes 29

2.1.4 Inseguridad ciudadana y afrontamiento 31

2.2 Marco conceptual 34

2.3 Hipótesis de la investigación 39

2.4 Operacionalización de las variables 40

Capítulo III 41
Método de la investigación 41
3.1 Selección de la muestra 41

3.2 Técnicas empleadas en la observación 42

3.3 Técnicas empleadas en el análisis de la información 45

5
Capítulo IV 46
Caracterización del área de investigación 49
4.1 Localización y caracterización de la ciudad de Juliaca 49

4.2 Economía y actividades laborales 51

Capítulo V 54
Exposición y análisis de resultados 54
5.1 Identificación y caracterización del nivel de miedo al delito 54

5.1.1 Victimización y experiencia de delitos en el pasado 58

5.1.2 Dinámicas de cohesión vecinales en la protección frente al Miedo al delito

(Grado de satisfacción vecinal) 57

5.1.3 Miedo al delito relativo respecto a la zona de residencia 59

5.1.4 Miedo al delito, cambios y evolución en el tiempo 61

5.1.5 Nivel de confianza en la labor de la Policía Nacional 62

5.1.6 Nivel de confianza en la labor de los jueces y fiscales 67

5.1.7 Nivel de confianza en la labor del Serenazgo 69

5.1.8 Nivel de miedo al delito en el cercado de la ciudad de Juliaca 67

5.2 Estrategias de afrontamiento y cambios de hábito de conducta en los pobladores

frente al miedo al delito 70

5.2.1 Estrategias de afrontamiento y la reducción en el tiempo de vida 73

5.2.2 Estrategias de afrontamiento y reducción en el espacio de vida 74

5.2.3 Estrategias de afrontamiento y reforzamiento de la seguridad personal 76

5.2.4 Estrategias de afrontamiento y reforzamiento de la seguridad en la vivienda

77

6
5.2.5 Nivel de estrategias de afrontamiento frente al delito 75

Conclusiones 80
Recomendaciones 82
Bibliografía 86
Anexos 90

7
RESUMEN

El propósito del presente informe de investigación es establecer un acercamiento

cuantitativo a la relación que existe entre la experiencia del miedo al delito y la adopción

de estrategias de afrontamiento en la población que residen en el cercado de la ciudad de

Juliaca. Las perspectivas teóricas que guían el trabajo son la teoría del orden social de

Durkheim, el miedo al delito y las estrategias de afrontamiento frente al crimen. El estudio

comprende la aplicación de encuestas estructuradas con formato cerrado a 172 pobladores

del cercado de la ciudad de Juliaca. Los resultados obtenidos permiten sostener que no

existe evidencia empírica que corrobora altos niveles de miedo al delito. En cambio se ha

logrado determinar que el nivel de miedo al delito es predominante “medio” que

representa el 52%. Mientras que el nivel de adopción de estrategias o acciones de

afrontamiento es igualmente medio, alcanzando un 56%. Estos resultados permiten

rechazar las hipótesis específicas de investigación.

8
INTRODUCCIÓN

En esta investigación se aborda el fenómeno de inseguridad ciudadana, en el contexto de la

ciudad de Juliaca, desde la perspectiva de las ciencias sociales acerca del miedo al delito, o

el temor de ser víctima de un delito. Este fenómeno ha venido siendo estudiado desde hace

algunas décadas en el campo de la criminología y de la política criminal; sin embargo, es

muy poco lo que realmente puede decirse respecto al miedo al delito sin que se generen

cuestionamientos respecto a su operacionalización y medición. En el Perú, es aún un tema

poco estudiado, pese a que cada vez cobra mayor relevancia como problema social,

considerando que el fenómeno de la inseguridad ciudadana y la delincuencia figuran como

uno de los temas prioritarios en las agendas gubernamentales a nivel sectorial y local; y

más aún en una ciudad como Juliaca que se encuentra en pleno proceso de crecimiento

y de tránsito hacia la modernización.

De hecho, en el país muchas ciudades como Juliaca, presentan en su población un temor

generalizado a ser víctima de algún delito. Este temor real o ficticio tiene consecuencias

objetivas en la calidad de vida de la población, como lo muestran las estadísticas oficiales

del Informe Nacional de Seguridad Ciudadana y Accidentes de Tránsito del INEI (Perú:

2011). Las ciudades que presentan los más altos porcentajes de población de 15 y más años

de edad, que perciben que serán víctima de algún evento que atente contra su seguridad son:

Juliaca con 91,5%, Tacna con 90,3%, Moquegua con 90,0%, Piura con 87,6% y Puno con

87,0% quienes perciben su entorno como inseguro y amenazante. Así, el miedo al delito

finalmente se convierte en un problema más grave que la delincuencia real, afectando a un

gran número de ciudadanos y trayendo consigo consecuencias sociales permanentes como

la presencia de una escasa solidaridad de grupo lo que lleva una pérdida de confianza en los

9
otros, hasta la evitación de lugares y horarios considerados como peligrosos; que pueden

llegar a ser serios limitantes del estilo y la calidad de vida de los pobladores.

En este sentido, la pregunta central de investigación planteada es: ¿Cómo influye el miedo

al delito en la adopción de estrategias de afrontamiento, por parte de la población en el

cercado de la ciudad de Juliaca?. Mientras que las preguntas específicas fueron: ¿Cuál es el

nivel del miedo al delito experimentado por los pobladores del cercado de la ciudad de

Juliaca?, ¿Qué estrategias de afrontamiento frente al miedo al delito han sido adoptadas por

la población del cercado de la ciudad de Juliaca? y ¿Qué relación existe entre el nivel miedo

al delito y las estrategias de afrontamiento adoptadas por la población en el cercado de la

ciudad de Juliaca?. Las hipótesis formuladas, respectivamente fueron: El nivel del miedo al

delito experimentado por los pobladores del cercado de la ciudad de Juliaca es

predominantemente alto. Las estrategias de afrontamiento frente al miedo al delito más

significativas, adoptadas por la población del cercado de la ciudad de Juliaca, son la

reducción del tiempo y espacio de vida, reforzamiento de la seguridad personal,

reforzamiento de la seguridad en la vivienda, insensibilidad al dolor ajeno y estigmatización

grupos sociales.

Las perspectivas teóricas que guían el trabajo son: la teoría del orden social de

Durkheim, la perspectiva teórica de Liska y Warner, y las consideraciones teóricas de la

teoría de la elección racional. Así mismo, el estudio comprende la aplicación de encuestas

estructuradas con formato cerrado en la mayoría de las preguntas, a una muestra de la

población del cercado de la ciudad de Juliaca. Se aplicaron encuesta a 172 pobladores, entre

varones (94) y mujeres (78), seleccionados al azar, quienes respondieron a preguntas

referidas al miedo al delito y también a las estrategias de afrontamiento adoptadas.

10
El trabajo se divide en cinco capítulos. En el primero, se presenta el planteamiento

del problema, los objetivos de investigación y los antecedentes del objeto de estudio. En el

segundo capítulo se desarrolla el marco teórico y conceptual, así como las hipótesis de

investigación. La sección del marco teórico se organiza en tres ejes: Los planteamientos

teóricos sobre la teoría del orden social de Durkheim, sobre el miedo al delito, y sobre las

estrategias de afrontamiento. Entre tanto, en el tercer capítulo se expone el método de

investigación adoptado. Se considera las especificaciones sobre la población de estudio y la

muestra, las técnicas de observación y las de análisis de datos. Asimismo se presentan de

forma resumida los procedimientos seguidos para la determinación del tamaño de muestra,

la elaboración y contenido de los instrumentos de recolección de datos, y las estrategias

seguidas en el análisis cuantitativo. Mientras que en el cuarto capítulo se desarrollan las

características del área de investigación. Finalmente en el capítulo quinto se expone los

principales hallazgos del trabajo de investigación. Éstos resultados se han organizado en

función a las hipótesis específicas planteadas en el segundo capítulo. En las últimas

secciones, se presentan las conclusiones, las sugerencias, y la bibliografía consultada, así

como los anexos correspondientes.

11
CAPÍTULO I

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA, ANTECEDENTES Y OBJETIVOS DE

LA INVESTIGACIÓN

1.1 Planteamiento del problema

Según proyecciones del INEI (2008) la ciudad de Juliaca tiene en el 2012 una

población aproximada de 260 696 habitantes. Se perfila como la ciudad más dinámica del

sur del Perú, debido a su notable incremento poblacional y crecimiento económico,

experimentados desde mediados de 1950. Sin embargo también afronta serios problemas

de convivencia social, reflejado en la agudización del problema de la delincuencia urbana.

Los tres más importantes indicadores para analizar la delincuencia urbana, según el

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2006), son “la victimización, la

percepción de inseguridad y la desconfianza de la ciudadanía en las instituciones

encargadas de la seguridad. La primera mide la ocurrencia real de hechos de violencia o

el despojo. La segunda, el temor de la población ante la probabilidad de que ocurran

hechos de violencia o de despojo. La tercera, también llamada segurabilidad, evalúa la

confianza de la población frente a la posibilidad de que esos hechos sean prevenidos, o

investigados y sancionados adecuadamente en caso de que ocurran”. (PNUD, 2006, p.35).

12
Al respecto, según el Informe Nacional de Seguridad Ciudadana y Accidentes de

Tránsito del INEI (Perú: 2011) se evidencia que: 1) La ciudad que presenta el mayor

porcentaje de la población que ha sido víctima de algún evento que atentó contra su

seguridad es Juliaca con 64,3%, seguido de Puno con 61,0%, Huancayo 59,8%, Trujillo

56,8% y Tacna 56,7%. 2) Las ciudades que presentan los porcentajes más elevados de

población que ha sido víctima de 2 o más eventos que atentaron contra su seguridad son:

Juliaca con 40,7%, Huancayo con 38,0%, Puno con 37,8% y Trujillo con 37,2%. 3) Las

ciudades que presentan altos porcentajes de población de 15 y más años de edad que

percibe que será víctima de algún evento que atente contra su seguridad son: Juliaca con

91,5%, Tacna con 90,3%, Moquegua con 90,0%, Piura con 87,6% y Puno con 87,0%. 4)

Las ciudades que presentan el mayor porcentaje de población de 15 y más años de edad

que ha sido víctima de algún evento que atentó contra su seguridad y realizaron la

denuncia son: Puerto Maldonado con 25,5%, Piura con 25,3% y Arequipa con 21,4%.

Las Ciudades que presentan el menor porcentaje son: Puno con 11,4%, Juliaca con 10,3%

y Huancavelica con 9,5%.

Los resultados presentados cobran relevancia si se tiene en cuenta que la

delincuencia posee un significativo impacto en la reducción del crecimiento económico

y la competitividad de las ciudades (Ciudadanos al Día, 2010). Por otra parte, la

criminalidad y la percepción de inseguridad que ésta genera en la población constituyen

una preocupación central de los ciudadanos y uno de los principales factores que atentan

contra la calidad de vida según múltiples sondeos de opinión pública (APOYO Opinión

y Mercado, 2005). De este modo, la lucha contra la delincuencia se ha convertido en un

asunto central de las políticas públicas (CONASEC, 2012) y un elemento central a la hora

de evaluar el desempeño de la administración pública tanto a nivel nacional como local.

13
Por la amplitud del tema que abarca la delincuencia urbana según las

consideraciones del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo para analizar

este problema en la presente investigación se considerará el segundo elemento, el

cual es la percepción de la inseguridad ciudadana, para fines del presente estudio se

abordará en términos de la propensión de miedo al delito y las estrategias de

afrontamiento que adoptan los pobladores. Para fines explicativos se adoptará el

método sociológico de Emile Durkheim, considerando el miedo al delito como un

hecho social y esta como un objeto de estudio de la Sociología. Así mismo para las

hipótesis se recurrirá a los planteos durkhemianos, considerando que el delito provoca

como reacción un aumento de la interacción social, lo que contribuye a reforzar la

solidaridad del grupo en torno a los valores comunes transgredidos por la conducta

desviada. A su turno, este refuerzo de la solidaridad social contribuye a disminuir la

propensión al comportamiento delictivo (Durkheim 1961, 1973).

En este sentido, el estudio del miedo al delito y las estrategias de afrontamiento en el

cercado de la ciudad de Juliaca, puede explicitarse mediante las siguientes preguntas de

investigación.

Preguntas general

¿Cómo influye el miedo al delito en la adopción de estrategias de afrontamiento, por

parte de la población en el cercado de la ciudad de Juliaca?

Preguntas específicas

- ¿Cuál es el nivel del miedo al delito experimentado por los pobladores del cercado

de la ciudad de Juliaca?

14
- ¿Qué estrategias de afrontamiento frente al miedo al delito han sido adoptadas

por la población del cercado de la ciudad de Juliaca?

- ¿Qué relación existe entre el nivel miedo al delito y las estrategias de

afrontamiento adoptadas por la población en el cercado de la ciudad de Juliaca?

1.2 Antecedentes de la investigación

El tema de la delincuencia y el crimen en el Perú, a pesar de la importancia y la

percepción que se tiene como uno de los grandes problemas nacionales, es

relativamente novedoso en el ámbito académico y es notoria la ausencia de mayor

investigación desde una perspectiva de teórica del positivismo. Los estudios peruanos

del miedo al delito se han centrado desde el ámbito económico en el problema

caracterizando a las víctimas de diversos tipos de delitos a través de encuestas de

victimización, pero no han ahondado lo suficiente en el temor al delito, y los cambios

que esta genera en la interacción social de los ciudadanos.

Quizás una de las mayores limitaciones sea la disponibilidad de datos con la que

se cuenta. Se ha reconocido en estos estudios que existe un importante problema con

las cifras oficiales de delincuencia y crímenes por no existir reportes de estas (de

la Policía Nacional del Perú o del Ministerio de Salud sobre homicidios), dado que las

tasas de denuncia son muy bajas ante la percepción de no obtener ningún beneficio

(y por el contrario, un costo) en llevar a cabo esta acción. Gracias a los estudios

peruanos a sido posible aproximarse mejor a la cantidad de delitos cometidos. Solo

se han realizado tres encuestas cargo del Instituto Nacional de Estadística e

Informática (INEI) que incluyen preguntas sobre victimización:

15
A continuación presentamos la revisión de literatura referida a nuestro objeto de

investigación.

En el Informe Nacional de Seguridad Ciudadana y Accidentes de Tránsito del INEI (Perú:

2011), se ha considerado como percepción de inseguridad, a la sensación psicológica que

demuestra falta de protección ante la posibilidad de ser víctima de un hecho que atente o

vulnere los derechos de la población investigada. Los departamentos que tienen un mayor

porcentaje de población de 15 y más años de edad que percibe que será víctima de algún

evento que atente contra su seguridad son: Tacna con 90,2% y Moquegua 90,0%, los

porcentajes elevados se aprecian también en los departamentos de Puno, Tumbes,

Apurímac, Piura, Ica y Lima, cuya variación fluctúa entre 81,0% y 88,0%.

En el trabajo de Miedo al crimen en estudiantes de la ciudad de Caracas. Psicología &

Sociedad, Liebnitzky J. & Montero (2013). El estudio midió el miedo al crimen en un

grupo de estudiantes universitarios, centrándose en inseguridad subjetiva y paradoja

victimización-miedo, que considera que la inseguridad subjetiva no refleja a la objetiva.

Se buscaba saber si esa paradoja existía en los estudiantes y si las teorías explicativas

serían útiles. Se comparó el nivel de miedo al crimen con dos ciudades Latinoamericanas,

empleando un diseño de secciones-cruzadas, usando el Cuestionario de Inseguridad

Urbana, y elementos cuantitativos y cualitativos. Las mujeres presentaron más miedo al

crimen que los varones, resultado significativo sólo para la escala fisiológica. Nivel

socioeconómico bajo presentó menos miedo al crimen que niveles medios. Victimización

previa no hace diferencias en miedo al crimen, mayor en Lima y San Luis, que en Caracas.

Inseguridad objetiva es muy alta y el miedo es bajo en comparación. La paradoja está

16
invertida en el grupo. Se propone el concepto de habituación como hipótesis para

explicarlo.

El estudio, Seguridad urbana y miedo al crimen, Naredo M. (2011). Descubre, el

surgimiento de las grandes ciudades instala el peligro, el miedo, dentro de la ciudad. En

el siglo XIX se refuerza aún más este cambio. La multitud es vista como potencialmente

peligrosa; surge la idea de la masa como problema que hay que dominar. Es entonces

cuando las instancias informales de control social de las sociedades preindustriales son

sustituidas por las agencias de control formal: la policía1, los juzgados, las cárceles. El

peligro ya no lo encarnan las bestias o las catástrofes naturales, sino “otros” ciudadanos.

El documento, Espacios subjetivos del miedo: construcción de la estigmatización espacial

en relación con la inseguridad delictiva urbana, Pyszczek O. (2012). El temor al delito es

parte constitutiva de las incertidumbres de las sociedades contemporáneas. Estas

incertidumbres se consolidan y expresan en la experiencia diaria de los ciudadanos y en

el intercambio simbólico-perceptivo del espacio. El objetivo del articulo consiste en

realizar una aproximación al campo de estudio de los espacios subjetivos y,

específicamente, a la estigmatización espacial, mediante el análisis de la dimensión

espacial de la percepción de inseguridad delictiva a nivel barrial en la ciudad de

Resistencia, capital de la provincia del Chaco en Argentina, tomada como sujeto de

estudio.

El estudio, Bogotá: ¿más crimen?, ¿más miedo?, Restrepo, E. & Montero, A. (2007). La

relación entre la percepción de seguridad y el crimen no siempre está atada a la

victimización ni al riesgo real de ser objeto de un acto delictivo, sino también al miedo

17
de ser víctima de un delito. A partir de una encuesta orientada a la población de la

Universidad de los Andes, se encuentra que el miedo pesa más que la victimización en la

percepción de seguridad de la administración Garzón en comparación con las tres

administraciones precedentes (Mockus-Peñalosa-Mockus).

Por otro lado, aunque en Bogotá los índices de criminalidad para la mayoría de los delitos

de mayor impacto ciudadano han disminuido, según estadísticas oficiales, la encuesta

muestra que todavía una tercera parte de los entrevistados se sienten más inseguros en la

actual administración que en las tres anteriores. En este estudio pionero para Colombia

se demuestra que la percepción de seguridad de los uniandinos, en el espacio público y

en el transporte público, está más determinada por factores relacionados con el miedo al

crimen que por causas atribuibles a la victimización subjetiva (propia o del círculo social

cercano). Además, estadísticamente se corroboran creencias arraigadas en el tema del

miedo, como la actitud de la población joven frente al riesgo de ser sujetos de un delito y

la mayor seguridad frente al crimen que sienten los hombres respecto de las mujeres.

En el documento, Percepción de seguridad, victimización y cultura ciudadana: sus

relaciones en cinco contextos iberoamericanos, Ruiz, J. & Turcios, L. (2009). El miedo

al delito es uno de los temas sociales a los que debe dar respuesta la política criminal de

los países, por sus posibles repercusiones en los ámbitos públicos de la salud, la economía

y la interacción de los ciudadanos con el sistema de justicia. Niveles altos de miedo al

delito pueden afectar la conducta social en el espacio público, alimentar los sistemas de

vigilancia privada, las formas privadas de justicia y amenazar la democracia a favor de

alternativas que prometen seguridad.

18
El objetivo de este trabajo exploratorio y correlacional es mostrar los niveles de miedo al

delito, victimización y cultura ciudadana en una muestra de estudiantes universitarios

(n=572) de cinco países iberoamericanos: Argentina, Colombia, El Salvador, España y

Perú. Se muestran los niveles de temor al delito y probabilidad percibida de victimización

por países. También, se halló que una mayor cultura ciudadana se asocia principalmente

con mayor satisfacción con la Policía, con mejor balance de clima emocional, menos

temor al delito y, en menor grado, con menor victimización personal.

¿Qué significa estar seguro? De delitos, miedos e inseguridades entre los adultos mayores,

Varela C. (2005). Analiza partir de la implementación de encuestas de victimización

(EV), la literatura victimológica da cuenta de la paradoja que lleva a que los sectores de

menor riesgo de victimización delictiva (fundamentalmente mujeres y adultos mayores)

presenten los niveles de miedo al delito más altos, y que por el contrario aquellos más

expuestos al delito (jóvenes y varones) manifiesten niveles de temor más bajos. En tal

sentido, el objetivo general de este trabajo es explorar mediante una estrategia cualitativa

las representaciones respecto de la cuestión de la seguridad en el sector de los adultos

mayores. Por su parte, y bajo el supuesto de que el miedo al delito no puede ser vinculado

únicamente al objeto concreto mediante el cual éste se manifiesta, se indaga en nuevas

dimensiones de análisis que permitan dar cuenta de la “sensación de inseguridad” más

allá de la cuestión de la criminalidad dentro de este sector etario.

El miedo al crimen en México Estructura lógica, bases empíricas y recomendaciones

iniciales de política pública, Vilalta C. (2009). Se propone una estructura lógica y las

bases empíricas para el estudio del miedo al crimen. Se prueba un modelo teórico con el

uso de una regresión ordinal sobre los resultados de la Cuarta encuesta de victimización

19
y eficacia institucional (envei) de 2006. El hallazgo principal es que el miedo al crimen

en la colonia de residencia depende de la experiencia de haber sido víctima de un delito,

los niveles de confianza en la policía local y el contenido de los noticiarios. Estos

hallazgos difieren parcialmente de lo reportado en estudios previos de otros países. Se

procede con una discusión de los resultados, se ofrecen ideas para estudios futuros y se

plantean algunas recomendaciones de política en materia de seguridad pública

Asimismo los estudios que se realizaron a nivel de la Región Puno son escasos, la

mayoría de los cuales son abordados desde una dimensión jurídica – legal. el nivel

explicativo es de carácter exploratorio y descriptivo. para lo cual presentamos las

investigaciones con respecto a la delincuencia más no el miedo al delito que

genera esta en los ciudadanos.

Delincuencia en las ciudades de Puno y Juliaca, (Huarcaya J, 1987). Caracteriza la

delincuencia a nivel modalidad de delito de robo, el enfoque para explicar este

fenómeno es social, el nivel de profundidad de la explicación es descriptivo,

sirviéndose de datos empíricos, a través de las encuestas, entrevistas y observaciones.

Casi sin ningún fin aplicativo.

Aplicación del Sistema de Seguridad Ciudadana desde el gobierno local y las juntas

vecinales en el cono este de la ciudad de Juliaca, (Suni B. 2009). La aplicación del

Sistema de Seguridad Ciudadana desde el gobierno local y las juntas vecinales en

el cono este de la ciudad de Juliaca, describe y explica la participación del gobierno

local y la de los vecinos organizados a través de las juntas vecinales en el proceso

de combatir la inseguridad y el delito.

20
Sensación de inseguridad frente al delito en la ciudad de Juliaca, (Vilca G. 2012). El

estudio genera un primer acercamiento a la medición de la sensación de inseguridad frente

al delito (miedo al delito), experimentado por las personas en los espacios públicos de la

ciudad de Juliaca. A partir de encuestas aplicadas a una muestra estratificada de 151 de

residentes en cinco sectores de la ciudad, se analizó los factores condicionantes del miedo

al delito y su distribución en el espacio urbano juliaqueño. La perspectiva teórica que guía

el trabajo es la teoría psico socio ambiental del delito de Vozmediano, L. & San Juan

Guillén, C. Los factores condicionantes que resultaron más significativos son el sexo, la

capacidad de afrontamiento y el apego al barrio o sentimiento de comunidad. Respecto a

la distribución espacial, ésta se presenta muy homogénea en toda la ciudad, no hallándose

diferencias significativas en los cinco sectores estudiados.

1.3 Objetivos de la investigación

Objetivo general

Determinar la influencia del miedo al delito en relación a las estrategias de afrontamiento

adoptadas por la población en el cercado de la ciudad de Juliaca.

Objetivos específicos

 Identificar el nivel del miedo al delito experimentado por los pobladores del cercado

de la ciudad de Juliaca

 Identificar las estrategias de afrontamiento frente al miedo al delito adoptadas por la

población del cercado de la ciudad de Juliaca.

 Identificar la relación entre el miedo al delito y las estrategias de afrontamiento

adoptadas por la población en el cercado de la ciudad de Juliaca.

21
CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO, MARCO CONCEPTUAL E HIPÓTESIS DE LA

INVESTIGACIÓN

2.1 Marco teórico

A continuación, se presentan los diferentes acercamientos teóricos referidos al Miedo al

delito, sus variables, dimensiones, las premisas teóricas a fin de explicar el objeto de

estudio de la presente investigación.

2.1.1 Planteamientos teóricos para explicar el miedo al delito

A continuación presentamos tres perspectivas teóricas complementarias, que permiten

analizar y discutir el fenómeno del miedo al delito:

Perspectiva durkhemiana

Los planteamiento elaborados por los sociólogos han sido varios, y no necesariamente

coincidentes. En primer lugar, deben recordarse las hipótesis durkhemianas: el delito

provoca como reacción un aumento de la interacción social, lo que contribuye a reforzar

la solidaridad del grupo en torno a los valores comunes ofendidos por la conducta

22
desviada. A su turno, este refuerzo de la solidaridad social contribuye a disminuir la

propensión al comportamiento delictivo (1961, 1973)1.

El planteamiento de Durkheim considera al delito como un fenómeno normal, que se halla

presente en todo tipo de sociedades, y por ende necesario, ya que su ocurrencia pone en

marcha procesos de refuerzo de la solidaridad social. Desde esta perspectiva, entonces, el

orden social es visto como un producto espontáneo de las sociedades, y por eso mismo se

subraya la existencia de mecanismos auto estabilizadores que tienden a preservar la

integridad del sistema frente a la amenaza supuesta por la conducta desviada.

Perspectiva de Liska y Warner

Una segunda perspectiva, sostenida por Liska y Warner (1991), marca que el temor al

delito provoca más bien una reducción de la interacción social. La inseguridad hace que

las personas reduzcan sus compromisos sociales a los lugares y momentos considerados

seguros; el temor provoca modificaciones del estilo de vida que convierten a muchas

personas en prisioneros de sus propios hogares.

En la visión de estos autores, la reducción de la interacción provoca también una

disminución de la oportunidad de cometer delitos, que, a su turno, hace decrecer las tasas

delictivas. A diferencia del enfoque durkheimiano, en el que se supone que toda sociedad

tolera un monto estable de desviación, en esta perspectiva es la proporción de ofensores

motivados para la conducta desviada la que se supone estable. Las variaciones en el

comportamiento delictivo son consideradas más bien como el resultado de una

modificación de las oportunidades para el delito.

23
Este enfoque se apoya en el análisis de datos empíricos correspondientes a la sociedad

norteamericana, en la que se observan altas tasas delictivas, así como una organización

de las actividades cotidianas que disminuye la custodia de los hogares particulares. El

temor al delito, al reducir la interacción a sitios y horas seguros contribuye a estabilizar

las cifras del delito, pues decrecen las oportunidades para cometerlos.

Como en la propuesta durkheimiana, aquí también se supone la existencia de mecanismos

auto estabilizadores del orden social, aunque ello no implica necesariamente la

funcionalidad de la conducta desviada: el delito pone en marcha, a través del temor y la

reducción de la interacción social, un mecanismo de retroalimentación negativa que

termina por reducir las oportunidades para el comportamiento desviado. Se paga sin

embargo un precio: la disminución de la solidaridad social como consecuencia de la

reducción de la interacción provocada por el temor.

Perspectiva de las elecciones racionales

Un tercer enfoque, conectado con la perspectiva de las elecciones racionales, presenta

una visión menos optimista de los efectos de la inseguridad creciente. Sobre la base de

datos correspondientes a la sociedad norteamericana, McDowall y Loftin (1983) han

subrayado que el temor al delito provoca la emergencia de reacciones individuales de

autodefensa, las que a su vez contribuyen a elevar la anomia. En lugar de buscar una

respuesta colectiva que asegure el orden, se tiende a optar por soluciones individuales,

como la compra de armas de fuego. Por su propia naturaleza, estas respuestas aumentan

la probabilidad de la violencia, incentivando la inseguridad colectiva y también la anomia.

En esta perspectiva, el orden social aparece como el resultado de la combinación de

24
múltiples decisiones individuales de actores racionales, y no se presupone la existencia

de mecanismos autorreguladores.

2.1.2 Miedo al delito y seguridad ciudadana

La inseguridad relacionada con la delincuencia siempre ha formado parte de las

preocupaciones de los seres humanos; sin embargo, no es sino hasta tiempos recientes

que se ha convertido en un objeto de interés para la ciencia (Warr, 2006 y Lee, 2007).

Así, desde los inicios de la década de 1970, el miedo al delito se ha convertido en un tema

de gran debate académico (Gabriel y Greve, 2003) que ha interesado a las ciencias

sociales en general, pero muy particularmente a la Criminología. Especialmente en el

mundo anglosajón, este interés ha dado lugar a una larga tradición en su estudio que busca

ya no solo describir el problema, sino también conocer sus causas, los procesos que

intervienen en su formación y los grupos de población que tienen más tendencia a

desarrollarlo.

La propia definición de miedo al delito, es un tema de debate académico en sí mismo

(Dammert y Malone, 2003; Gabriel y Greeve, 2003). Warr (2006), en el contexto

estadounidense, ha señalado que a pesar de décadas de investigación y debate, los

investigadores aún tienen que consolidar una definición de miedo al delito; pero uno de

los principales problemas que se producen es que es común confundir el objeto del miedo

con sus causas (Varela, 2005), la realidad es que son éstas las que han ido dando contenido

a su conceptualización y a su definición operacional, y quizá sea por esto por lo que se ha

ido dificultando más aún la precisión de su definición.

25
Sin embargo, la inquietud respecto a este fenómeno no se ha ceñido al ámbito científico

o académico, también ha influido el discurso y las decisiones de la clase política. El

argumento de que existe un aumento no únicamente de los niveles de criminalidad, sino

también del miedo al delito por parte de los ciudadanos, ha servido para justificar, en

diversos países, la implementación de políticas para el combate a la inseguridad con un

énfasis en el endurecimiento del derecho penal, el aumento de las facultades policiales e

incluso la intervención de las fuerzas militares y la denominada “mano dura” para el

control de la delincuencia y sus consecuencias.

Estas decisiones políticas se han implementado a pesar de que la evidencia empírica ha

dejado bien establecido que el miedo al delito no siempre tiene una base puramente

objetiva (Medina, 2003; Jackson, 2004; Díez, 2004; Warr, 2006; Huesca y Ortega, 2007;

etc.), es decir, que no siempre tiene su origen en los propios niveles de delincuencia y

victimación y que, de hecho, existen multitud de factores que pueden incidir en su

incremento.

Por ello, y haciendo eco de lo sostenido por Farrall, et al. (2009), en relación con que el

miedo al delito es un indicador del estado de una sociedad, parece fundamental indagar,

en cada contexto en el que se pretenda estudiar, cuáles son los aspectos sociales y

culturales concretos que influyen en el aumento de la alarma social relacionada con la

criminalidad. De hecho, si se acepta que el miedo al delito es un estado emocional que se

encuentra plagado de significados culturales y contenidos sociales (Varela, 2005; Farrall,

et al., 2009), no es conveniente asumir que los factores causales que han sido constatados

en el contexto anglosajón, sean también causa del miedo al delito en otros países, al menos

sin haberlo contrastado con datos empíricos.

26
En Perú, al igual que en otros países, puede decirse que las decisiones políticas que se

han tomado en este sentido, no parecen basarse en criterios científicos; de hecho la

mayoría de los estudios que han abordado el tema, se han ceñido a la descripción del

miedo al delito en la población y han dejado de lado aspectos, tales como la victimación

previa y el género que han sido prácticamente inexplorados en ese contexto, con lo cual

existe una gran brecha que impide que las estrategias de política criminal destinadas a

combatir el miedo al delito sean exitosas.

Las explicaciones que se han intentado dar al miedo al delito son muchas y muy variadas

y van desde la tesis de victimación o las incivilidades, hasta relacionar la preocupación

respecto del crimen con otro tipo de ansiedades y que han desembocado en un modelo

integrador del miedo al delito (Farrall, et al., 2009). Además, como se decía

anteriormente, la gran mayoría de los avances se han promovido en el ámbito anglosajón;

de tal manera que los factores que han sido identificados como influyentes en el miedo al

delito, y que han servido como base para la configuración de los modelos más actuales,

sólo han sido constatados en este contexto.

Dentro de las posibles causas que se han encontrado en los diversos estudios que han

abordado el tema, especialmente en el mundo anglosajón, destaca su relación con la

victimación previa y con el género.

De hecho, los primeros estudios que analizaron el miedo al delito, comenzaron

analizándolo en conjunto con los niveles de victimación, encontrando que aquellos

individuos que contaban con experiencias de victimación previa sufrían más miedo al

27
delito que aquellos que no la habían experimentado. Sin embargo, el avance en las

investigaciones fue arrojando resultados distintos que mostraban que en ciertos grupos

sociodemográficos esta relación entre victimación y miedo al delito no era tan clara;

concretamente, se fue estableciendo que en el caso de las mujeres y los ancianos existía

un mayor miedo al delito, a pesar de que tenían una menor probabilidad de sufrir una

victimación que los hombres y los jóvenes, quienes por el contrario, a pesar de tener más

probabilidad de ser víctima de un delito, reportaban un menor miedo al delito.

Esta discrepancia originó la denominada paradoja del miedo al delito-victimación, en la

que se consideraba que las mujeres y los ancianos contaban con un miedo al delito

irracional y desproporcionado (Skogan y Maxfield, 1981; Clarke y Lewis, 1982; etc.). Sin

embargo, la mayoría de los estudios que evidenciaban esta paradoja lo hacían con el uso

de ítems individuales para medir el miedo al delito (Callanan y Teasdale, 2009), lo cual

fue ampliamente criticado por considerarse que un constructo tan complejo como el

miedo al delito, no podía medirse de una manera tan simple.

Con el avance en el uso de escalas y la mejora en las mediciones de este fenómeno, se

fueron dando diversas explicaciones a la paradoja del miedo al delito-victimación. Entre

ellas, por ejemplo, se decía que esos hallazgos se debían probablemente a errores de tipo

conceptual y de medición; que las mujeres relacionan la probabilidad de ser victimas

específicamente con delitos sexuales (Junger, 1987; Ferraro, 1996; Fisher y Sloan, 2003;

Wilcox, et al., 2006); que los hombres no reportan el miedo real que sienten (Ditton, et

al., 1999; Sutton y Farrall, 2005; Callanan y Teasdale, 2009), que estos grupos sufren

menos victimación porque tienen más precauciones y con ello reducen la probabilidad de

ser víctimas (Meyer y Post, 2006), que se debe a diferencias de género construidas

socialmente (Stanko, 1995; Madriz, 1997; Rader y Haynes, 2011); que las mujeres sufren

28
mayores niveles de victimación que lo que reportan y por ello su miedo en realidad no es

irracional (Junger, 1987; Stanko, 1995; Ferraro, 1996; Kury y Ferdinand, 1998), e incluso

que las mujeres reaccionan más emocionalmente ante la posibilidad de victimación (Pain,

2001).

Ante esta diversidad de explicaciones y la abundante evidencia empírica que la acompaña,

es evidente que la asociación entre miedo al delito y victimación aun no ha sido aclarada

del todo; de hecho, a diferencia de lo esperado, algunos estudios han obtenido que la

victimación previa no necesariamente se relaciona con un mayor miedo al delito, y que

esto puede depender de tipo de delito y la severidad de la victimación, de las condiciones

de vida y de la personalidad del individuo victimizado (Kury y Ferdinand, 1998); pero

también que en ambientes más favorables las víctimas se pueden sobreponer de sus

experiencias negativas relacionadas con la victimación mas fácilmente, es decir,

neutralizando sus efectos (Agnew, 1985; Box, et al., 1986).

Sin embargo, algunos aspectos parecen estar más claros, por ejemplo que la victimación

es un proceso psicológico complejo y que las personas que han sido víctimas de un delito

no forman un grupo homogéneo (Kury y Ferdinand, 1998), por lo que aspectos como la

edad y el género deben tenerse en cuenta al analizar la relación entre victimación previa

y miedo al delito.

2.1.3 Planteamiento teóricos sobre la noción de seguridad en Tomas Hobbes

Thomas Hobbes es el primer filósofo que crea una teoría política basada en el problema

de la seguridad en el hombre. Su principal obra, el Leviathan, es central en la historia de

la filosofía política al sostener que la seguridad es la razón por la cual los hombres

establecen el Estado.

29
Desde las primeras páginas del Leviathan, Hobbes advierte que su noción de seguridad

hace referencia a la condición, obtenida por diferentes medios, de estar libre de sufrir

opresión, daño físico o muerte a través de actos violentos cometidos por otros hombres.

En el Capítulo XI por ejemplo, se encuentran pasajes como: “El miedo a la opresión,

dispone al hombre a anticipar, o a buscar ayuda de la sociedad: pues no hay otra manera

por la cual el hombre pueda asegurar su vida y su libertad”. (Hobbes, 2001, p. 88) cuando

habla de la anticipación a la agresión o la búsqueda de ayuda en la sociedad, como

estrategias para encontrar seguridad en el estado de naturaleza.

La noción de seguridad como condición obtenida por diferentes medios, de estar libre de

sufrir opresión, daño físico o muerte a través de actos violentos, se colige de la tesis

hobbesiana sobre la guerra de todos contra todos en la que vive el hombre en el estado de

naturaleza. Así debe ser interpretada la seguridad para que la noción se ajuste al sistema

argumentativo utilizado por Hobbes. Para demostrar esto, se repasará dicha tesis. Desde

la perspectiva hobbesiana, cuando los hombres viven sin un poder común que los someta

están expuestos a un constante peligro de perecer por muerte violenta (Hobbes, 2001,

113). Hobbes obtiene esta deducción al establecer tres presupuestos: primero, la

condición natural del hombre tendiente al deseo constante de poder; segundo, el derecho

que tiene por naturaleza a poseer todas las cosas; y tercero, su igualdad natural de poder.

Al presuponer que el hombre vive en un continuo deseo de poder y que además de ello,

el derecho natural le da libertad de poseer todas las cosas, pero que ese derecho no es

exclusivo para él sino para todos los hombres, se puede deducir, con Hobbes, que en el

estado de naturaleza los hombres viven en completa rivalidad, desconfianza y en busca

de su propia valía a costa de la pesadumbre de los demás. Por eso es que para Hobbes el

30
estado de naturaleza es un estado de inseguridad o una condición de guerra: “como una

guerra de cada hombre contra cada hombre” (Hobbes, 2001, p. 113).

Esto significa que la guerra de todos contra todos se desprende de la búsqueda de los

medios con los cuales el hombre evita sufrir opresión, daño físico o muerte a través de

actos violentos cometidos por otros hombres, quienes a su vez, a través de esos actos

violentos, están también buscando evitar sufrir opresión, daño físico o muerte. Más

sucinto: la guerra de todos contra todos es causa y consecuencia de la búsqueda de

seguridad que cada hombre emprende en procura de su autoconservación. Pues como no

hay un poder superior y cada hombre es igual en poder por naturaleza, cada hombre es

responsable de su subsistencia y por naturaleza tiene derecho a hacer lo que crea

conveniente para mantenerse con vida. La vida, en el estado de naturaleza, se reduce a la

lucha por la sobrevivencia.

Se puede concluir entonces, que en el estado de naturaleza, la noción hobbesiana de

seguridad se sujeta a la búsqueda de los medios para evitar, por el tiempo que sea posible

la muerte violenta y esa búsqueda hace que cada hombre sea enemigo de cada hombre.

La seguridad para uno significa inseguridad para otro. Y es por esto que, según Hobbes,

el hombre debe instituir ese gran Leviatán, un hombre artificial que se encargue de la

protección y defensa de los hombres naturales.

2.1.4 Inseguridad ciudadana y afrontamiento

El sentido común asocia el aumento de la criminalidad violenta al sentimiento de

inseguridad y al requerimiento de un control social cada vez más represivo. Lo interesante

de este fenómeno es que la evidencia empírica que emerge de las investigaciones

31
criminológicas, distingue una dimensión subjetiva: sentimiento de inseguridad,

diferenciable de la criminalidad real u objetiva: inseguridad personal.

Esta tensión entre la realidad criminal y la percepción de la gente, parece devenir del

hecho de que la población se forma una opinión de la criminalidad y a su vez del control

social formal a partir del trabajo de los medios masivos de comunicación que sólo reflejan

una realidad parcial. Estos presentan una imagen que no es representativa del fenómeno

criminal en su conjunto, sino más bien del cúmulo de actos violentos que no afectan a

toda la población de la misma manera, pero que por su visibilidad, dramatización y

amarillismo, saturan la memoria colectiva.

Los medios de comunicación actúan, en relación con la inseguridad en un doble sentido:

produciendo pánico moral frente al delito, fenómeno que hemos llamado sentimiento de

inseguridad y como consecuencia de ello, desencadenando la diferencia social frente al

portador de lo socialmente necesario.

En este sentido cabe recordar el informe de 1998-2000 de la CEPAL (Comisión

Económica para América Latina y el Caribe) sobre el panorama social de América latina

donde expresa que existe una percepción de inseguridad ciudadana cada vez más

generalizada que tiene una base real en el aumento de los hechos delictuales y de violencia

pero que también ha sido incentivada por la amplia cobertura de los medios. La violencia

tiene múltiples causas y dimensiones, en las que confluyen circunstancias individuales,

familiares y sociales que inciden en los patrones de conducta doméstica y social. Los

procesos de rápida modernización y mercantilización que provocan incertidumbre, así

como los efectos de la exposición a la violencia en los medios de comunicación de masas

y los períodos de posguerra registrados en varios países configurarían un contexto social

32
propicio para la acentuación de la inseguridad ciudadana. Es probable que esta situación

se agrava, como consecuencia de la desconfianza en los controles institucionales y la

sensación de que hay un recrudecimiento de la corrupción.

Para la mayoría de las personas vivir una experiencia traumática tiene diversas

consecuencias que se vinculan a la ansiedad provocándole un daño físico o psicológico.

No se hace necesario padecer de manera personal eventos tales como robos, accidentes,

violaciones, sino que ser testigos de estos hechos puede resultar tan traumático como

protagonizarlos.

Partiendo del concepto de estrés psicológico como el resultado de una relación particular

entre el sujeto y el entorno que se produce cuando éste es evaluado por la persona como

amenazante o desbordante de sus recursos y que por ello pone en peligro su bienestar, es

fácil suponer que la ocurrencia de un delito alimenta la percepción de los eventos

estresantes que forman parte del ambiente de las personas.

En gran medida, la diferencia entre individuos en cuanto a funcionamiento ante las

situaciones de estrés se produce en las diferentes formas en que cada uno lo enfrente. El

afrontamiento resulta el proceso a través del cual el individuo maneja las demandas de la

relación con el ambiente que evalúa como estresante a través de las emociones que ello

le genera.

Por tanto, cuando hablamos de afrontamiento hacemos referencia a los esfuerzos tanto

cognitivos, como conductuales que realiza la persona para manejar el estrés psicológico,

independientemente de sus resultados.

33
Durante esta relación de interacción, el individuo descubre lo que ocurre y lo que puede

hacer influyendo en su afrontamiento respecto de que si puede tener control sobre la

situación podrá producir acciones directas sobre el entorno, mientras que cuando esta

posibilidad de manejar el medio decaiga, favorecerá el uso de estrategias que regulen sus

emociones.

Partiendo de una perspectiva socio-psicológica se considera que las funciones del

afrontamiento tienen que ver con: i) afrontar las demandas sociales y del entorno, ii) crear

el número de motivación necesario para hacer frente a esas demandas y iii) mantener un

estado de equilibrio psicológico para poder dirigir la energía y los recursos a las demandas

externas.

2.2 Marco conceptual

Anomia

Los individuos se enfrentan a la anomia cuando la moral no les constriñe lo suficiente, es

decir cuando carecen de un concepto claro de lo que es una conducta apropiada y

aceptable y de lo que no es. La división estructural del trabajo en la sociedad moderna era

una fuente de cohesión que compensaba el debilitamiento de la moralidad colectiva.

Conducta socialmente divergente

Tan producto de la estructura social como la conducta conformista, contra la teoría

falaz en la teoría freudiana, de From, la estructura de la sociedad restringe la libre

expresión de los impulsos nativos del individuo, que se alza en rebelión para alcanzar

la libertad, tildada de delictiva o socialmente peligrosa. La teoría funcional, como la

estructura social y cultural engendra presión hacia la conducta socialmente divergente

34
individuos situados en diferente función estructural. Hipótesis.- altos distanciamientos de

las exigencias institucionales será resultado de las motivaciones profundas

culturalmente inducidas que no satisfacen en los estratos sociales con limitados accesos

a las oportunidades. La cultura y la estructura social operan en sentidos cruzados.

Distanciamiento de exigencias institucionales aclaran que algunas desviaciones pueden

considerarse como norma nueva de conducta que apareció dentro de subgrupos en

dificultades con las normas institucionales apoyadas por otros grupos y por la ley.

Grado de apoyo a instituciones particulares por grupos específicos: Poder en la sociedad

legitimado por algunos grupos, sin serlos por todos los grupos (Merton 131, 132)

Miedo al delito

Es una conducta que adopta el individuo, el cual se ve desprotegido, con sentimiento

de desconfianza y amenaza a su seguridad. Es una experiencia de naturaleza emocional,

suscitada por la posibilidad de ser víctima de un delito. Además, como tal experiencia

emocional, es el resultado de una determinada manera de procesar la información e

interpretar la realidad a partir de los elementos que nos proporciona el entorno, y que, en

última instancia, darán lugar a diversas respuestas conativas por parte de los ciudadanos.

La percepción de inseguridad ciudadana; pues mientras esta última se entiende como el

miedo al crimen en abstracto, es decir, como una inquietud respecto al delito como

problema social, el miedo al delito alude al temor de los ciudadanos a ser personalmente

víctimas del fenómeno delincuencial. (Fernández Ramírez, 2008; Serrano & Vázquez,

2007 citados en Vozmediano, San Juan & Vergara, 2008; Soto, 2005).

Delito

Es un atentado que violenta el conjunto de reglas de conducta o leyes que son

aceptados por la sociedad. En términos Durkhemianos el delito, es un fenómeno normal,

35
que se halla en todo tipo de sociedades, y por ende necesario, ya que su ocurrencia

pone en marcha procesos de refuerzo de la solidaridad social. Desde esta perspectiva

entonces, el orden social es visto como un producto espontaneo de las sociedades, y

por eso mismo se subraya la existencia de mecanismos autoestabilizadores que tienden

a preservar la integridad del sistema frente a la amenaza supuesta por la conducta

desviada.

Estrategias de afrontamiento

Hace referencia a los esfuerzos tanto cognitivos, como conductuales, para manejar

situaciones, problemas y amenazas, que se manifiestan en la persona en un estrés

psicológico, estas acciones están destinadas a restablecer el equilibrio en su transacción

con el ambiente o cuando menos a reducir el desequilibrio percibido.

Hechos sociales

Las reglas del método sociológico que el objeto distintivo de la sociología debía ser el

estudio de los hechos sociales. Los hechos deben de ser tratados como cosas. Externos y

coercitivos. Los hechos psicológicos son claramente internos y los hechos sociales son

externos y coercitivos. Al definir la sociología de un modo tan exclusivo en relación con

sus propios hechos, durkheim la separo de las demás ciencias del hombre. Materiales y

no materiales. Los hechos sociales materiales son los más claros, son entidades reales y

no materiales. El hecho social a veces se materializa y llega a convertirse en un elemento

del mundo exterior. La mejor manera de conceptualizar los hechos sociales materiales es

pensar en ellos como externos y coercitivos respecto de los hechos psicológicos.

Interacción social

Es un componente de la densidad social que se refiere al número de personas que

están en contacto. Para este caso el Miedo al Delito como un hecho social provoca

36
un aumento en interacción social lo que contribuye a reforzar la solidaridad de grupo

en torno a los valores ofendidos por la conducta desviada, esto dentro del marco de

las sociedades mecánicas y contrariamente se presenta este fenómeno en las

sociedades orgánicas, en desmedro de un reducción de la solidaridad de grupo. Pero

al mismo tiempo, en ese relativo desapego del individuo respecto del grupo, acecha un

peligro: la anomia

Orden social

La división del trabajo social hace referencia a la relación que se da entre el individuo y

la sociedad. El individuo, para poder ser feliz, no debe exigir más a la sociedad de lo que

ésta le puede acordar. Pero librado a sí mismo el hombre no impone límites a sus fines,

los cuales se vuelven inalcanzables cayendo entonces en la decepción. Para que esto no

suceda el hombre necesita de un orden social, un poder moral superior a su individualidad

que le debe ser impuesto desde fuera y que sea aceptado por aquel. Este orden moral se

expresa como un sistema de normas, que se constituyen en instituciones, y que modelan

la conducta del individuo. La división del trabajo al mismo tiempo que es una ley de la

naturaleza, es también una regla moral de la conducta humana. Y se vuelve cada vez más

una de las bases fundamentales del orden social. Así la integración del individuo en una

sociedad es una problemática en las sociedades modernas (es decir en las sociedades

industriales) Las nuevas condiciones de vida del sistema actual rompen el equilibrio que

existía en esa integración, que estaba presente en las sociedades preindustriales. La

solución que plantea Durkheim para reintegrar los individuos a la sociedad, en su versión

moderna, es a través de los gremios. Es decir de las agrupaciones basadas en una misma

profesión. Lo que une a los individuos ya no es la familia o el Estado sino una misma

profesión.

Solidaridad
37
La división del trabajo produce la solidaridad, ya que crea entre los hombres un sistema

de derechos y deberes que los interrelacionan y los mantiene unidos. En este sentido lo

que el individuo considera un deber para sí mismo, es en realidad un deber para la

sociedad. Así, la moralidad consiste en ser solidario con un grupo. Si una persona no

perteneciera a un grupo no sería un ser moral, ya que la moralidad no es algo intrínseco,

sino que es una consecuencia de la vida en sociedad. Entonces dado que la división del

trabajo es la fuente de la solidaridad social, se convierte al mismo tiempo en la base del

orden moral. En las sociedades superiores el deber es concentrar y especializar la

actividad, llevando éstos tan lejos como sea necesario.

Solidaridad mecánica y orgánica

Por otra parte Durkheim divide este concepto de solidaridad en dos. La solidaridad

mecánica y la orgánica. La primera se da principalmente en sociedades poco

desarrolladas, en las que no existe una gran especialización y la mayoría de los trabajos

están caracterizados por una gran competencia por parte de los individuos. Por el

contrario la orgánica se da en las sociedades más avanzadas y es una consecuencia directa

de la división del trabajo y las funciones. A medida que la especialización avanza cada

individuo deja de depender de sí mismo para sobrevivir. Esto genera una importante

cohesión y solidaridad grupal. Todos dependen de todos. Acá aparece una analogía en

Durkheim con la biología: la sociedad es un gran órgano formado por células (individuos)

especializados en funciones específicas y cuya interacción, necesaria, es lo que permite

su existencia

Victimización

Población que ha sido afectada por algún hecho delictivo, es decir un hecho que atentó

contra su seguridad.

38
2.3 Hipótesis de la investigación

Hipótesis general

El nivel miedo al delito influye de manera directa y significativa en la adopción de las

estrategias de afrontamiento.

Hipótesis específica 01. El nivel del miedo al delito experimentado por los pobladores del

cercado de la ciudad de Juliaca es predominantemente alto.

Hipótesis especifica 02. Las estrategias de afrontamiento frente al miedo al delito más

significativas, adoptadas por la población del cercado de la ciudad de Juliaca, son la

reducción del tiempo y espacio de vida, reforzamiento de la seguridad personal,

reforzamiento de la seguridad en la vivienda, insensibilidad al dolor ajeno,

estigmatización grupos sociales.

Hipótesis especifica 03. El nivel miedo al delito y las estrategias de afrontamiento

adoptadas por la población en el cercado de la ciudad de Juliaca guardan una relación

directa

39
2.4 Operacionalización de las variables

Hipótesis Variables Indicadores Técnicas e


Instrumentos
El nivel del miedo al Miedo al - Victimización. Estadísticas
delito experimentado por delito - Satisfacción con los nacionales
los pobladores en la vecinos
ciudad de Juliaca es - Satisfacción con el Cuestionario
predominantemente alto. entorno físico
- Inseguridad relativa
- Confianza en los jueces
y agentes de seguridad
publica
- Satisfacción con la
política de seguridad
ciudadana
Las acciones de Estrategias - Reducción del tiempo y Cuestionario
afrontamiento frente al de espacio de vida
miedo al delito más afrontamien - Reforzamiento de la
significativas, adoptadas to seguridad personal
por la población en la - Reforzamiento de la
ciudad de Juliaca, son la seguridad en la
reducción del tiempo y vivienda
espacio de vida, - Insensibilidad al dolor
reforzamiento de la ajeno
seguridad personal, - Estigmatización grupos
reforzamiento de la sociales.
seguridad en la vivienda,
insensibilidad al dolor
ajeno, estigmatización
grupos sociales.

40
CAPÍTULO III

MÉTODO DE LA INVESTIGACIÓN

3.1 Selección de la muestra

Estadísticamente una muestra es un subconjunto de casos o individuos de una población

estadística. Las muestras se obtienen con la intención de inferir propiedades de la

totalidad de la población, para lo cual deben ser representativas de la misma. Para cumplir

esta característica la inclusión de sujetos en la muestra debe seguir una técnica de

muestreo.

En cualquier caso, el conjunto de individuos de la muestra son los sujetos

realmente estudiados. El número de sujetos que componen la muestra suele ser inferior

que el de la población, pero suficiente para que la estimación de los parámetros

determinados tenga un nivel de confianza adecuado. Para que el tamaño de la muestra sea

idóneo es preciso recurrir a su cálculo.

Según INEI la población de la ciudad de Juliaca, en el 2007, es de 225 146 hab.

Asimismo, las proyecciones para la ciudad en el 2012 indican que posee una población

41
aproximada de 260 696 habitantes, contando con una densidad de 422,4 hab./Km2. Con

un total de viviendas de 66,871.

Para el caso del presente trabajo de investigación, la población bajo estudio estará

constituida por las viviendas particulares del área urbana y sus ocupantes, es decir, las

personas residentes habituales del hogar de 15 y más años de edad en el cercado de la

ciudad de Juliaca.

Para la obtención de la muestra se aplicara el método de muestreo aleatorio simple

sin afijación. Los parámetros para el cálculo del tamaño de muestra son:

Tamaño de la población N 260 696

Nivel de confianza σ 95.0%


Z2  pqN
n
Valor de z z 1.96 ( E 2 ( N  1))  Z 2  p  q
Valor de q q 0.5

Valor de p p 0.5

Error muestral. E 0.075

El tamaño de muestra resulta n = 172 pobladores.

3.2 Técnicas empleadas en la observación

42
En su sentido más amplio, la observación2 científica consiste en examinar directamente

algún hecho o fenómeno según se presenta espontánea y naturalmente, teniendo un

propósito expreso conforme a un plan determinado y recopilando los datos en una forma

sistemática. Consiste en apreciar, ver y analizar un objeto, un sujeto o una situación

determinada, con la orientación de una guía o cuestionario para orientar la observación.

Las técnicas e instrumentos que se emplearon en el proceso de recolección de

datos fueron:

 La técnica de la observación, que estuvo acompañada de un cuaderno de notas.

 La técnica de la encuesta, cuya aplicación estuvo orientada exclusivamente los

pobladores del cercado de la ciudad de Juliaca. El instrumento estuvo conformado

por tres secciones:

o Sección de aspectos generales que considera la siguiente información

concerniente a los pobladores: edad, sexo, grado de instrucción, zona de

residencia y carga familiar.

2
La observación es la acción y efecto de observar (examinar con atención, mirar con recato, advertir). Se
trata de una actividad realizada por los seres vivos para detectar y asimilar información. El término también
hace referencia al registro de ciertos hechos mediante la utilización de instrumentos.
La observación forma parte del método científico ya que, junto a la experimentación, permite realizar la
verificación empírica de los fenómenos. La observación científica consiste en la medición y el registro de
los hechos observables. Esta actividad debe realizar de forma objetiva, sin que las opiniones, los
sentimientos y las emociones influyan en la labor científica.
Tras realizar la observación, el científico debe elaborar una hipótesis como explicación tentativa del
fenómeno observado. En el paso siguiente del método científico, se realiza una predicción (como
consecuencia lógica de la observación) y se suele experimentar a partir de estas ideas. Finalmente, el
científico estará en condiciones de llegar a una conclusión y, de esta forma, contribuir al conocimiento.

43
o Sección sobre miedo al delito, que consta de 14 items o preguntas con

formato cerrado.

o Sección sobre estrategias de afrontamiento, que consta de 04 item o

preguntas con formato abierto y de opción múltiple.

El trabajo de campo es una de las etapas más importantes del proceso de la

producción del conocimiento científico. Una vez diseñada y seleccionada la muestra de

acuerdo con el problema de investigación e hipótesis, la siguiente etapa consistió en

recolectar los datos pertinentes sobre las variables involucradas en la investigación.

Recolectar datos implica seleccionar un instrumento de registro de la realidad

observada, como por ejemplo el cuestionario de la encuesta, y luego preparar los

resultados obtenidos para el análisis correspondiente.

El trabajo de campo (aplicación de las encuestas) se efectuó respetando el

siguiente procedimiento: se programó un plan de aplicación del cuestionario lugares del

cercado de la ciudad de Juliaca donde existe mayor concurrencia de peatones. Este plan

ha tenido un horizonte temporal de ejecución de 06 semanas.

Una vez completada la fase de recolección de la información, la fase de

clasificación tuvo una duración de 01 mes:

 Se codificó las encuestas aplicadas siguiendo el principio de linealidad del

registro.

44
 Se trasladó la información registrada en las encuestas en una hoja de cálculo Excel

2013. La hoja de cálculo facilitó la elaboración de una tabla de datos con 32

campos y 171 registros.

 Para los análisis estadísticos, se elaboró una base de datos en el programa SPSS

18.0. Este archivo tiene 32 campos y 171 registros.

3.3 Técnicas empleadas en el análisis de la información

El presente estudio asume un diseño de investigación “descriptivo causal”. Es decir, se

pretende describir las variables consideradas (miedo al delito y estrategias de

afrontamiento) a nivel de porcentajes y frecuencias absolutas, posteriormente se estimó

el coeficiente de chi cuadrado necesario para determinar la presencia de asociación entre

ambas variables.

45
CAPÍTULO IV

CARACTERIZACIÓN DEL ÁREA DE INVESTIGACIÓN

4.1 Localización y caracterización de la ciudad de Juliaca

La Provincia de San Román, se ubica físicamente en la parte Nor – Oeste de la Capital

del Departamento de Puno, comprende la región de la Sierra Peruana, Meseta del Collao,

está drenada por los ríos de la vertiente del Titicaca y la vertiente del Pacífico, hacia el

Oeste de América del Sur, en los Andes Meridionales del Perú, con una altitud de 3,824

m.s.n.m., localizada entre los coordenadas geográficas 15° 21’ y 16° 05’ de latitud Sur y

70° 53’ 02’’ y 69° 58’ 15’’ de Longitud Oeste del meridiano de Greenwich. Limita, por

el Nor – Este con la provincias: Lampa, Azángaro y Huancané y por el Sur - Oeste con la

provincia de Puno, departamento de Moquegua (provincia General Sánchez Cerro),

departamento de Arequipa (provincias; Caylloma y Arequipa)

Juliaca, es la capital de la provincia de San Román, ubicada en la jurisdicción del

departamento de Puno, en el sudeste de Perú. Cuenta con una población de 225.146

habitantes (2007), situada a 3824 msnm en la meseta del Collao, al noroeste del lago

Titicaca. Es el mayor centro económico de la región Puno.

46
Se halla en las proximidades de la laguna de Chacas, el río Maravillas y las ruinas

conocidas como las Chullpas de Sillustani. Aquí convergen las grandes vías de

comunicación, como las carreteras afirmadas y asfaltadas así como los ferrocarriles y la

fluida navegación aérea, que transportan sin cesar mercaderías, capitales y empresarios,

desde los diferentes puntos del país y del mundo.

La denominación de "Ciudad de los Vientos", se debe a que durante gran parte del

año hay presencia de vientos, por estar ubicada dentro de la meseta del Collao. Es

Denominada también "Ciudad Calcetera", debido a que antaño sus pobladores se

dedicaban a la confección de calcetas o calcetines, incluyendo chompas, bufandas, etc.,

con fibra de alpaca, oveja, etc. Actualmente la producción de confecciones se ha

transformado, hasta llegar a ser de nivel industrial.

La ciudad de Juliaca es considerada como un gigantesco mercado permanente del

sur del país, y es la capital económica del departamento de Puno. Diariamente se mueven

millones de soles por diversos conceptos, contando con mercados mayoristas, centros

comerciales reconocidos como plaza de negocios se instalaron grandes y prestigiosas

entidades bancarias financieras, así como importante firmas comerciales de trayectoria

nacional e internacional. En esta ciudad la gente vive del trabajo abnegado desarrollando,

básicamente, las siguientes actividades económicas. El comercio es la actividad

económica de primer orden. Lo practican alrededor del 75% de la población, sin

distinción de nivel económico, sexo o edad.

El comercio Juliaqueño en su mayor parte es informal, minorista y ambulatorio,

pero con gran espíritu de superación. En cada plaza, parque, calle o cuadra siempre hay

47
varios comerciantes. Se vende y compra de todo, desde piedras, desechos o ranas, hasta

vehículos motorizados, semovientes e inmuebles. Alternan con estos pequeños negocios,

las medianas y grandes empresas comerciales. La actividad comercial es diaria, pero se

acentúa considerablemente en los días de feria semanal (domingos, lunes y jueves) y las

ferias anuales que tienen prestigio internacional.

48
Figura 1. Localización de la ciudad de Juliaca.

49
Mercado San
José

Mercado
Juana

La Riel

Mercado
Túpac
Plaza de Amaru
Armas

Real Plaza
Centro Paradero a
Comercial plPlaza Puno
Figura 2. Localización del Cercado de la ciudad de Juliaca

Tabla 1.

Características demográficas de la ciudad de Juliaca

Población Distancia
menor 1 en
Municipios Población
Extensión año Viviendas Densidad Altitud carretera
de censo
km² (Natalidad) (2007) (hab/km²) msnm desde el
La Ciudad 2007(hab)
Censo centro
2007(hab) (km)
533,47
Juliaca 225.146 3.802 66.871 422,04 3824 0 km
km²
Fuente: Censos Nacionales 2007 – INEI

50
4.2 Economía y actividades laborales

La ciudad de Juliaca, desde el siglo XIX, desarrolló una gran industria relacionadas con

el comercio, constituyendo además un centro de cambio e intermediación, sirviendo de

nexo a toda la región sur del Perú. Ostenta una importancia comercial y geopolítica por

su fluida comunicación con las principales ciudades del sur del Perú. A fines del 2012, la

Cámara de Comercio - Puno ha estimado que Juliaca será la Cuarta economía más

importante del Perú para el año 2020, debido principalmente a la instalación de diferentes

entidades financieras así como cadenas transnacionales con sus respectivos centros de

comercio, el dinamismo del flujo económico en la ciudad, incluso, hace prever que dicha

estimación podría darse mucho antes. La ciudad cuenta con una población

económicamente activa de 90,573 habitantes, siendo las principales actividades las

siguientes:

Tabla 2.
Principales actividades económicas de la ciudad de Juliaca
Actividad Económica Población Porcentaje

Total 84,035 100%


Agri.ganadería, caza y silvicultura 64,105 4.88 %
Pesca 17 0.02 %
Explotación de minas y canteras 875 1.04 %
Industrias manufactureras 11,950 14.22 %
Suministro electricidad, gas y agua 148 0.18 %
Construcción 5,463 6.50 %
Venta,mant.y rep.veh.autom.y motoc. 2,448 2.91 %
Comercio por mayor 1,391 1.66 %
Comercio por menor 22,060 26.25 %
Hoteles y restaurantes 4,863 5.79 %
Transp.almac.y comunicaciones 10,439 12.42 %

51
Intermediación financiera 436 0.52 %
Activit.inmobil.,empres.y alquileres 2,895 3.44 %
Admin.pub.y defensa;p.segur.soc.afil. 2,604 3.10 %
Enseñanza 6,929 8.25 %
Servicios sociales y de salud 1,768 2.10 %
Otras activi. serv.comun.,soc.y personales 2,052 2.44%
Hogares privados y servicios domésticos 1,252 1.49 %
Actividad económica no especificada 2,340 2.78 %
Fuente: Proyecciones Demográficas 2008, INEI-PERU.

Industria. El sector industrial de la ciudad es una de las más dinámicas de la zona sur del

Perú y el mayor de la región Puno. Está constituida principalmente por el Parque

Industrial Taparachi, ubicado en la salida a Puno. En este, existen varias empresas, entre

las que destacan Alicorp, Backus, Direpsur, Tecnología e importación, Embotelladora

Juliaca, Inca Motors, Compañía textilera, Cementos sur, etc.

Turismo. La ciudad de Juliaca recibe anualmente alrededor de 109.000 turistas, esto se

debe porque en Juliaca se encuentra el aeropuerto de la región Puno que sirve como enlace

a los destinos turísticos de la región.

Empleo. En los últimos años la ciudad ha venido experimentando un incremento del

Empleo en diferentes rubros, siendo el comercio una de sus principales actividades

impulsoras para dicho incremento. En el periodo Agosto 2010 - Agosto 2011 el empleo

laboral formal creció un 11.7% con la contratación media de 10 a más trabajadores según

un informe del Observatorio Socio Económico Laboral de Puno. El sector comercio ha

sido impulsado por la instalación y ampliación de supermercados que operan en Juliaca

motivo principal de la contratación de mano de obra calificada. En Agosto del 2012, el

52
Ministerio de Trabajo reportó que el eje Juliaca-Puno lideró el crecimiento del empleo en

un 8% seguido por ciudades como Cajamarca, mientras que siete de 29 ciudades que

conforman el anillo urbano peruano reportaron variaciones negativas como Huancavelica

(-13%) y Puerto Madonado (-4%). Entre las principales actividades que fomentan el

empleo en Juliaca están los rubros de servicios, comercio, extractiva y transporte, así

como el rubro de almacenamiento y comunicaciones.

Comercio. Esta es la principal actividad económica de la ciudad, ocupando alrededor del

26.5% de la PEA (Población económicamente activa); Juliaca en 2008 poseía 15,439

establecimientos comerciales, que representa, el 41% de los establecimientos de la región

Puno, esto debido a la alta densidad demográfica (225 175 hab.), a la ubicación de la

ciudad y al hecho que Juliaca es por demás el eje financiero de la zona sur del Perú. En

2007, la incidencia de la pobreza total (pobreza e indigencia) en la región Puno era del

67.2%, mientras tanto en la provincia de San Román (Juliaca) fue de 44.5%. La ciudad

de Juliaca es recientemente un buen sitio para las inversiones de capital, esto debido,

principalmente, a la reducción de la pobreza que ha venido suscitándose en los últimos

años, la alta densidad poblacional, y el mayor ingreso percápita que presentan sus

ciudadanos. Un ejemplo de esto es que desde 2010 opera en ésta ciudad el Real Plaza

Juliaca, centro comercial operado por el Grupo Interbank (Plaza

Vea, Oeschle, Cineplanet,etc), construido con una inversión de alrededor de 2 millones

de dólares.

53
CAPÍTULO V

EXPOSICIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS

5.1 Identificación y caracterización del nivel de miedo al delito

En el presente capítulo se expondrá a la luz de los resultados las variables que

marcan la presente investigación en un primer aspecto se analizará los indicadores

de nivel del miedo al delito que se presenta en los pobladores de Juliaca, para lo

cual se toma en cuenta una serie de indicadores como; victimización, el grado de

solidaridad que manifiestan los vecinos a la hora de prestar auxilio cuando un

ciudadano se encuentra frente a una situación de inseguridad, la satisfacción con

el entorno físico donde reside el poblador, y finalmente conoceremos el nivel de

confianza que muestran los pobladores frente a las instituciones encargadas de

brindar seguridad (Policia Nacional, Serenazgo, Jueces y fiscales) y su eficiencia

a la hora de desempeñar sus roles y funciones.

En segundo aspecto se analiza la variable estrategias de afrontamiento con la

finalidad de conocer a la luz de las teorías su correlación existente frente a los

proceso de ampliación y/o reducción de la interacción social que manifiestan los

54
pobladores, y si existe a nivel social proceso que autorregulen las desviaciones a

fin preservar el orden social establecido.

5.1.1 Victimización y experiencia de delitos en el pasado

Uno de los aspectos que marca las investigaciones con respecto al miedo al delito es

la victimización, esto debido a que existe una relación entre las personas que han

sido víctimas y el grado de miedo al delito experimentado posteriormente.

Considerando que la victimización es un hecho real, en la pregunta se consideró el

factor del tiempo (12 meses atrás), estableciendo que este es un tiempo adecuado para

ver la evolución y las tendencias del problema.

En esta investigación también nos interesa conocer el problema de la victimización,

a fin de analizar este aspecto debido que tiene una correlación con nuestra hipótesis,

siendo una tendencia que personas que han sido víctimas de delito experimenten

mayor miedo de probabilidad de considerar que serán nuevamente victimas de

sufrir algún delito. Se destaca que muchas personas que sufren de victimización

indirecta llegan a presentar mayores niveles de miedo al delito en comparación con las

víctimas directas. Según los resultados de nuestro instrumento de medición que se

muestra en la tabla 1, en el cercado de la ciudad de Juliaca en un 35.5% de la

población ha sido víctima de algún evento delictivo.

55
Tabla 1.
Población que ha sido víctima de algún evento que atentó contra su seguridad en los
últimos 12 meses
Población víctima de algún
delito Frecuencia Porcentaje
No 111 64,5%
Si 61 35,5%
Total 172 100,0%
Fuente: Encuesta realizada 2013.

Durante muchos años, la investigación criminológica asumió que el miedo al delito era

una clara consecuencia de la victimización, en donde el temor generado era directamente

proporcional al riesgo objetivo de ser víctima. Sin embargo, enfoques actuales consideran

que, tanto el miedo al delito como la percepción de inseguridad ciudadana, son

percepciones y emociones subjetivas y que, por lo mismo, no necesariamente tendrían

que corresponderse con los índices objetivos de seguridad y delito que se ubican en las

encuestas de victimización. Así, el miedo al delito y el riesgo objetivo de victimización

son conceptos relacionados, pero relativamente independientes.

En esta investigación consideramos la victimización solo como uno más de los

factores que determinan el miedo al delito en las personas. Asimismo, se ha

encontrado que aquellas personas que consideran que están más expuestas a ser víctimas

–mayor percepción de riesgo-, son también las que experimentan mayor temor al delito

(Medina, 2003).

En comparación al promedio nacional y de la capital, según datos de la Policía Nacional

(PNP), en el Perú se cometen 442 delitos al día, registrándose 168 robos y 8 homicidios

todos los días; solo en el año 2009 se produjeron 116 mil delitos a nivel nacional (“Duras

56
penas,” 2010). Estas cifras se suman a un contundente 87% de limeños que manifiestan

sentirse inseguros cuando salen a la calle (Ipsos Apoyo, Opinión y Mercado; 2007), un

77% que considera Lima como una ciudad “poco segura” o “nada segura” (Ipsos Apoyo,

Opinión y Mercado; 2010) y un 75% que señala sentir inseguridad con respecto a la

delincuencia común y callejera (IOP, 2010). Asimismo, el robo al paso (del bolso, cartera,

celular) y el atraco (con violencia o amenaza) y asaltos con armas, son los delitos que

producen mayor temor en los limeños (IOP, 2009, 2010; Muñoz, 2008).

De hecho, el Perú es uno de los países de Latinoamérica que cuenta con los índices más

bajos de criminalidad de la región (Varat, 2007). Según la última encuesta realizada por

el Instituto de Opinión Pública de la PUCP (2010), un 28% de limeños ha sido víctima

de algún delito en el último año; porcentaje bastante menor al 39% de venezolanos que

han sido víctimas y al 38% de victimización que, en promedio, presenta la región

latinoamericana (Corporación Latinobarómetro, 2009). En caso de Juliaca las cifras se

encuentran más allá del promedio nacional, lo que constituye una prioridad para

las políticas gubernamentales y locales en relación a la seguridad ciudadana.

5.1.2 Dinámicas de cohesión vecinales en la protección frente al Miedo al delito

(Grado de satisfacción vecinal)

En este apartado se trata de conocer el nivel de solidaridad que tienen los vecinos

a la hora de prestar auxilio cuando están frente a un hecho de inseguridad. Por otra

parte estos resultados nos ayudan a contrastar las hipótesis Durkhemianas: el delito

provoca como reacción un aumento de la interacción social, lo que contribuye a reforzar

la solidaridad del grupo en torno a los valores comunes ofendidos por la conducta

57
desviada. A su turno, este refuerzo de la solidaridad social contribuye a disminuir la

propensión al comportamiento delictivo.

Tabla 2.

Grado de satisfacción de los vecinos a la hora de acudir frente a un hecho de

inseguridad

Grado de satisfacción Intervalos Frecuencia Porcentaje


Muy
0–4 22 12.8
satisfecho
Relativamente
5–8 26 15.1
satisfecho
Regularmente
9 – 12 67 39
satisfecho
Poco
13 - 16 47 27.8
satisfecho
Nada
17 - 20 10 5.3
satisfecho
Total 172 100%
Fuente: Encuesta realizada 2013

Con respecto a los resultados de la tabla 1, nos muestra que la vecindad del cercado

de la ciudad de Juliaca es solidaria a la hora de acudir a otro vecino en una

situación de inseguridad, debido a que las respuestas se encuentran más entre en

intervalo de (9 a 12), seguido del intervalo de (13 a 16), que significan que es

relativamente positiva a favor de calificar a la población como solidaria, las

respuestas de la población a favor de que son apáticas, frente a un hecho de inseguridad

son relativamente mínimas. Desde la perspectiva Durkheimiana el orden social es

visto como un producto espontaneo de las sociedades, y por eso mismo se subraya la

existencia de mecanismos auto estabilizadores, que tienden a preservar todavía la

integridad del sistema frente a la amenaza supuesta por la conducta desviada.

58
5.1.3 Miedo al delito relativo respecto a la zona de residencia

Lo siguiente nos muestra el grado de satisfacción en seguridad ciudadana que

experimenta la población en relación a la zona de su residencia. A la pregunta en

Escala Likert realizada en términos de auto calificación la zona de residencia del

poblador asume que la zona donde reside es menos poco peligroso esto representa

un 39%, seguido de respuestas en esa tendencia como algo peligroso. Esta

respuestas van relacionadas con los resultados de la pregunta del grado de

peligrosidad de la zona donde reside en relación con otras zonas de la ciudad,

las respuestas van en el sentido de considerar la zona donde habita como menos

peligrosa 73.8 %.

Tabla 3
Apreciación del poblador de su zona de residencia sobre seguridad ciudadana
Grado de peligrosidad de su
Frecuencia Porcentaje
zona de residencia
Nada peligros 19 11,0

Algo peligroso 47 27,3

Poco peligroso 67 39,0


Peligroso 36 20,9
Muy peligroso 3 1,7

Total 172 100,0


Fuente: Encuesta realizada 2013.

En relación con este hallazgo, si la delincuencia y el delito se perciben mayormente como

fenómenos no locales, externos a uno mismo, nos llama la atención que estos eventos se

atribuyan a ámbitos geográficos más grandes como el país o la ciudad, más que al propio

59
barrio, por ser este último un espacio conocido y familiar . Además, se ha encontrado que

escenarios cercanos como el barrio o el distrito de residencia se perciben como más

seguros frente al fenómeno delictivo; mientras que en el resto de espacios (como el país

en general) se tiende a sobreestimar el riesgo de victimización. Es decir, se asume que el

crimen es cada vez mayor en el país, que es un poco menor en la ciudad y que su

crecimiento es significativamente menor cuando se trata del propio barrio o distrito.

Finalmente, el percibir el delito como un problema mayormente ajeno fomenta la visión

del otro como un individuo desconocido que inspira sentimientos de inseguridad y de

peligro. Más bien para ampliar esta contrastación hubo algunos limitaciones en las

preguntas, al considerar espacios más genéricos y amplios.

Tabla 4.
Apreciación del poblador de su zona de residencia en comparación a otras zonas sobre
seguridad ciudadana
Apreciación de zona de residencia
en comparación a otras zonas Frecuencia Porcentaje
Menos peligroso 127 73,8
Entre menos e igual de peligroso 13 7,6
Igual de peligroso 26 15,1
Entre igual y más peligroso 2 1,2
Más peligroso 4 2,3
Total 172 100,0
Fuente: Encuesta realizada 2013.

60
5.1.4 Miedo al delito, cambios y evolución en el tiempo

Con respecto a las apreciaciones de los pobladores con respecto al grado de

peligrosidad con respecto al tiempo (0-5) años atrás, consideran que la zona donde

residen era menos peligroso 51,2 %. Estas respuestas probablemente estén

relacionadas con la evolución de concreta de las estadísticas de victimización

que se han venido realizando como el Informe Nacional de Seguridad Ciudadana y

Accidentes de Tránsito del INEI (Perú: 2011) se evidencia que la ciudad que presenta el

mayor porcentaje de la población que ha sido víctima de algún evento que atentó contra

su seguridad es Juliaca con 64,3%, seguido de Puno con 61,0%, Huancayo 59,8%, Trujillo

56,8% y Tacna 56,7%.

Tabla 5.
Apreciación de tendencias por los pobladores de hace 05 años atrás de su zona de
residencia sobre el grado de peligrosidad en cuanto a inseguridad ciudadana

Peligrosidad de hace 05
Frecuencia Porcentaje
años atrás
Menos peligroso 88 51,2

Entre menos e igual de


2 1,2
peligroso

Igual de peligroso 34 19,8

Entre igual y más peligroso 2 1,2

Más peligroso 46 26,7


Total 172 100,0
Fuente: Encuesta realizada 2013.

Las respuestas son claras con respecto a que la situación de inseguridad ciudadana

para la población se ha incrementado, esto puede deberse a varios factores el

cual no es el objetivos de nuestra investigación, mas bien lo que nos interesa

61
relacionar la variable percepción de la seguridad ciudadana de la zona de residencia

y su correlación con el incremento del nivel de miedo al delito. Por lo que podemos

afirmar que existe un aumento significativo en el nivel de miedo al delito

experimentado por la población de Juliaca, esto debido a la percepción del grado

de peligrosidad de la zona de su residencia.

Estas respuesta nos hace esclarecer de que existe un resultado escondido cuando

la pregunta está en el sentido de calificar el grado de peligrosidad que representa

su zona de residencia, ( Ver resultados de las tablas 04 y 05 ) en que las respuestas

no evidencian este incremento y si a razón de incorporar en la pregunta la variable

tiempo. En ese sentido, para Jackson (2006), las medidas de intensidad pueden generar

una sobreestimación del miedo al delito en la población, además de fomentar una

concepción del miedo como atributo estable, cuando en realidad se trata de un constructo

que varía según el tiempo, la localización y la situación. Es por esta razón que las escalas

de intensidad responden más a actitudes e inquietudes sobre los cambios sociales y el

delito, y no a experiencias concretas, que quedan mejor registradas a través de medidas

de frecuencia.

5.1.5 Nivel de confianza en la labor de la Policía Nacional

La variable nivel de confianza de la población en la Policia Nacional, tiene que ver

con ente rector encargado de garantizar la seguridad ciudadana manifestado en el

grado de efectividad, eficiencia y eficacia, también el propósito es contrastar la

proposición de que a mayor confianza en la policía, el miedo al delito es menor. La

exacta definición de la relación existente entre ambos coeficientes es, ciertamente, objeto

de controversia, sobre todo cuando en el análisis se incluyen otras variables; pero lo que

62
parece fuera de duda, como señalan Alvazzi del Frate y Van Kesteren, es que un alto nivel

de satisfacción con la policía desempeña un importante rol como refuerzo de los

sentimientos de seguridad de los individuos. Este vínculo ha sido destacado también,

entre otros, por Douglas / Wildavsky -que hablan de una relación “reflexiva” entre la

confianza en las instituciones y la eficiencia con la que gestionan los riesgos- y Box /

Hale / Andrews, cuyo análisis de resultados de la segunda Encuesta Británica sobre el

Crimen (British Crime Survey) sirvió para confirmar la tesis de que los entrevistados que

pensaban que la policía estaba realizando un buen o muy buen trabajo eran menos

proclives a sentirse inseguros cuando caminaban solos por una zona oscura de la ciudad

En general los resultados nos muestran que la población tiene un nivel alto de

desconfianza en la Policía Nacional 57,7% lo que nos indica la relación que existe

con el nivel de miedo al delito en la población. El cual tiene que ver con la

efectividad del trabajo policial, este nivel de desconfianza tiene que ver con otros

factores como corrupción, bajo nivel de salario, y políticas de seguridad de las que se

hablan a diario en la opinión pública. Por otra parte la percepción e imagen de

estos servidores se ha visto mermada con justificación. Sus sistemas de control

interno son prácticamente inexistentes, la frecuentes participación de policías y

expolicias en delitos de crimen organizado (particularmente en tráfico de drogas y

corrupción) ayudan a que permanezca un alto nivel de desconfianza pública.

El policía es un elemento tangible de mayor cercanía al ciudadano y es crucial

para devolver la seguridad y devolver la confianza del ciudadano en sus instituciones,

sin embargo el nivel de formación y de especialización de la mayor parte de estos

elementos policiacos es bajo y su capacidad para investigar los delitos muy pobre .

63
Tabla 6
Nivel de confianza de la población en la Policía Nacional con respecto a su función de
garantizar la seguridad ciudadana
Nivel de confianza en la
Frecuencia Porcentaje
Policía Nacional
Nada 94 54,7
Algo 14 8,1
Poco 38 22,1
Lo necesario 20 11,6
Mucho 6 3,5
Total 172 100,0
Fuente: Encuesta realizada 2013.

Se ha encontrado que en una situación potencial de peligro fuera del barrio, se necesita

de la presencia del orden público para sentirse seguro (Fernández-Ramírez, 2008). Pese

a ello, un 50% de limeños manifiesta sentirse inseguro de las Fuerzas Armadas y

Policiales (IOP, 2009), mostrándose desconfiados de quienes, en teoría, velan por su

protección y seguridad, lo que agravaría el problema de las percepciones sobre

inseguridad ciudadana y miedo al delito.

5.1.6 Nivel de confianza en la labor de los jueces y fiscales

Más allá de medir el nivel de confianza que tiene la población de los jueces y

fiscales ¿es de que tan efectiva es el sistema judicial, para juzgar y castigar al

delincuente? existe una desconfianza generalizada en la población de Juliaca 64,5 %,

en estas dos instituciones encargadas de hacer cumplir las leyes. Estos datos también

reflejan la crisis institucional que padecen por la serie de cuestionamientos que

se tiene en la escaza probidad de los jueces y fiscales a la hora de desempeñar

su rol, en los largos, tediosos y costos procesos que tiene que seguir el denunciante

64
a fin lograr una sentencia al delincuente, más la interminable corrupción que campea.

Las actitudes de la población hacia las penas pueden indicar el grado de confianza en la

eficacia del sistema penal, al hacerse depender aquélla de la expectativa de lograr algún

tipo de compensación, aunque sea simbólica.

Tabla 7
Nivel de confianza de la población en los jueces y fiscales con respecto a su función de
hacer cumplir las leyes en relación a seguridad ciudadana

Nivel de confianza en los jueces y


Frecuencia Porcentaje
fiscales
Nada 111 64,5
Algo 17 9,9
Poco 27 15,7
Lo necesario 17 9,9
Total 172 100,0
Fuente: Encuesta realizada 2013

Estos resultados también tiene que ver con las altas tasas de punitividad que

existen en nuestro país, el cual es decisiva para el ciudadano a la hora de realizar

una denuncia. Esto también explicaría la existencia de alternativas más en el sistema

organizativos (Rondas campesinas, Rondas Urbanas, Juntas Vecinales, vecino vigilante,

etc.) y estrategias (Carteles disuasivos) a la hora de juzgar y/o castigar al delincuente

y los excesos con las que se proceden y asumen.

5.1.7 Nivel de confianza en la labor del Serenazgo

Este sistema de seguridad creado por las municipalidades en amparo a normas y

leyes resulta ser para la población como una de las estrategias más efectivas a la

hora de intervenir en el tema de la inseguridad ciudadana. La ausencia de servicios

policiales en la calle incremento el síndrome de inseguridad y desprotección por la

65
acción brutal de la subversión y por el crecimiento de la delincuencia común, hecho

que dio al desmedido afán de contratar policías privados, este servicio es algo

único en el contexto sudamericano que fue establecido por las municipalidades ante

el fracaso de la Policía, por ejercer su función en garantizar la seguridad interna3.

La población reconoce y confía en la acción que realiza el Gobierno Local en

relación a la seguridad ciudadana a través del cuerpo de Serenazgo, el nivel de

aprobación y confianza de la ciudadanía calificando que realiza una labor entre lo

necesario y que hace mucho, ambas suman una aprobación de 40.1 %. De los entes

encargados de garantizar la seguridad ciudadana este es el único que es aceptado

y en la que confía la población.

Una de las estrategias adoptadas por los alcaldes para luchar por la creciente ola

de delincuencia es la creación de las unidades de serenazgo municipal, su aceptación

por parte de la población se debe a que esta unidad actúa de manera rápida en la

intervención y apoyo en el momento que se suscita la emergencia. Entre las

intervenciones la que más resalta es el auxilio que prestan en los accidentes de

Tránsito con un 16,74%, seguido de intervenciones en asuntos de violencia familiar

con 13,99 %, apoyo en el reordenamiento del comercio ambulatorio y finalmente en

el reordenamiento del transporte urbano4. En suma el total de intervenciones y apoyo

realizados en año 2009, por parte de la División de Serenazgo de la Municipalidad

Provincial de San Roman es de 2915, este número refleja de porque la población

3
Suni Huaman Bernabé, “Aplicación de sistemas de seguridad ciudadana desde el gobierno local, y
las juntas vecinales en el cono este de la ciudad de Juliaca – 2009” Pag. 60.
4
Suni Huaman Bernabé, “Aplicación de sistemas de seguridad ciudadana desde el gobierno local, y
las juntas vecinales en el cono este de la ciudad de Juliaca – 2009” Pag. 63

66
respalda y reconoce dicho trabajo. Una de las limitaciones grandes que tiene esta

iniciativa del serenazgo no tiene la facultad de investigar o prevenir actos delictivos

y su accionar sola abarca a intervenciones de delitos menores y servicio de auxilio.

Tabla 8
Nivel de confianza de la población en el Serenazgo Municipal con respecto a su
función de garantizar la seguridad ciudadana

Nivel de confianza en el serenazgo Frecuencia Porcentaje

Nada 24 14,0
Algo 42 24,4
Poco 37 21,5
Lo necesario 49 28,5
Mucho 20 11,6
Total 172 100,0
Fuente: Encuesta realizada 2013.

5.1.8 Nivel de miedo al delito en el cercado de la ciudad de Juliaca

Una medición conjunta del miedo al delito en el cercado de la ciudad de Juliaca,

considerando variables parciales como el hecho de haber sido en el pasado víctima de

algún delito, la satisfacción con los vecinos de residencia, satisfacción con el entorno

físico, inseguridad relativa respecto al espacio, inseguridad relativa respecto al tiempo

urbano, confianza en la labor de la policía, de los jueces y fiscales, y en la labor del

serenazgo, indica que los pobladores experimentan un nivel medio de miedo al delito.

De acuerdo a los resultados mostrados en la tabla 9, se puede notar que el 16% de los

encuestados experimentan un nivel alto de miedo al delito, seguido de un 31% de

pobladores que experimentan un nivel bajo de miedo a ser víctima de algún delito

67
próximamente. En este sentido, el mayor porcentaje de los encuestados refieren

experimenta un nivel medio de miedo al delito (52%), decir 5 de cada 10 encuestados.

Un análisis detallado del miedo al delito experimentado por la población de Juliaca, indica

que a nivel de grupos de edad, son los jóvenes y adultos mayores los que tienden a

experimentar mayor niveles de miedo al delito. De acuerdo a la prueba de chi cuadrado

(χ2=16,17), se puede inferir que la edad adulta está asociada a bajos niveles de miedo al

delito, mientras que los grupos de edad joven y adulto mayor están asociados a altos

niveles de miedo al delito.

Respecto al análisis del miedo al delito, según sexo, la prueba de chi cuadrado nos permite

confirmar la existencia de algún tipo de asociación entre ambas variables (χ2=1,757), es

decir, tanto varones como mujeres tienen a experimentar predominantemente niveles

medio de miedo al delito.

68
Tabla 9.
Nivel de miedo al delito en el cercado de la ciudad de Juliaca según indicadores
generales
Miedo al delito Sig.
χ2 GL
Alto Medio Bajo Total % Asint
Edad 16,17 4 0,043
De 18 a 27 años 15 44 35 94 55
De 28 a 37 años 6 34 5 45 26
De 38 a más años 7 12 14 33 19
Sexo 1,757 2 0,415
Varón 17 53 24 94 55
Mujer 11 37 30 78 45
Grado de instrucción 9,431 4 0,151
Primaria 5 9 8 22 13
Secundaria 10 26 14 50 29
Superior 13 55 32 100 58
Total 28 90 54 172 100
Porcentaje 16 52 31 100
Fuente: Encuesta realizada 2013

Puesto que la mayoría de los encuestados presenta un nivel medio de miedo al delito, se

sostiene que no existe evidencia empírica para aceptar la hipótesis de investigación. Es

decir, el nivel de miedo al delito predominante no es alto, sino medio. Posiblemente este

nivel medio se debe a que la población ha naturalizado la experiencia del delito y por lo

tanto relativiza su importancia. Las personas al estar expuestas a constantes hechos de

violencia y delitos, de manera directa o indirecta mediante los medios de comunicación,

se hace insensible y por lo tanto su sensación de miedo al delito se reduce.

69
5.2 Estrategias de afrontamiento y cambios de hábito de conducta en los

pobladores frente al miedo al delito

En este acápite se analiza en base a los resultados generados la variable estrategias

de afrontamiento a fin de determinar el fortalecimiento o la reducción de la

interacción social. Para dicho efecto se toman en consideración indicadores como

reducción del tiempo y espacio de vida, reforzamiento de la seguridad personal y

finalmente el reforzamiento en la seguridad de la vivienda. En base a los planteos

de las hipótesis se explicará el mecanismo de autoregulación del orden social que

opera a fin de preservar la integridad del sistema frente a la amenaza supuesta por

la conducta desviada.

Dentro de este contexto de inseguridad ciudadana y de constante preocupación por el

fenómeno delincuencial, los individuos adoptan estrategias para lidiar con este problema

social presentándose, en la mayoría de los casos, respuestas características propias del

miedo al crimen o miedo al delito5.

5.2.1 Estrategias de afrontamiento y la reducción en el tiempo de vida

Como consecuencia del creciente fenómeno de inseguridad que se presenta en la ciudad

de Juliaca, las personas a fin protegerse, un 51,7% declararon que han reducido sus

salidas en horarios que consideran como peligrosos, como es el horario nocturno.

puede considerarse entonces que la reducción del tiempo en el proceso de interacción

social en Juliaca como consecuencia de la inseguridad es apreciable.

5
Amaya Lopez, Laura: “Relaciones entre el miedo al delito y el autoritarismo de derecha en
una muestra de universitarios de lima metropolitana”, PUCP, 2010. Pag. 10.

70
Esta característica manifiesta del delito que pone en marcha a través del temor y la

reducción de la interacción social, un mecanismo de interacción negativa que termina

por reducir las oportunidades para el comportamiento desviado6. El análisis de los

miedos experimentados con mayor frecuencia revela que la inseguridad frente al

delito es una preocupación genuina y seria en la población.

Tabla 10
Estrategias de afrontamiento de los pobladores de evitar transitar en algunos horarios
por miedo a ser víctima de los delincuentes

Evita transitar en algunos horarios Frecuencia Porcentaje

Nunca 10 5,8
Entre nunca y a veces 12 7,0
A veces 51 29,7
Entre a veces y siempre 10 5,8
Siempre 89 51,7
Total 172 100,0
Fuente: Encuesta realizada 2013.

5.2.2 Estrategias de afrontamiento y reducción en el espacio de vida

Otro de los aspectos que se consideran en los procesos de interacción social como

vitales son los espacios y/o lugares que las personas usan u ocupan para sus

compromisos sociales. Según los datos como consecuencia de la aplicación de las

encuestas nos revelan que 44,2 % de los Juliaqueños evitan a veces y un 34,9 %

siempre transitar por algunos lugares considerados por ellos como peligrosos por

miedo a ser víctima de los delincuentes.

6
LISKA, ALLEN, y WARNER, BARBARA: "Functions of crime: A paradoxical process", American
Journal of Sociology, Vol.96, Nr. 6, 1441-1463, 1991.

71
Con relación a esos lugares considerados como peligrosos por los pobladores de

Juliaca son: la riel, paradero de buses hacia Puno, el mercado Santa Juana, el centro

comercial Nº 2, etc. Pero lógicamente estas cifras y datos nos revelan las personas

que transitan por dichos lugares lo hacen con bastante temor y riesgo a ser

víctimas de un delito. La reducción de la interacción social con respecto a evitar

sitios y lugares de la ciudad en Juliaca es significativa. El miedo exagerado puede

disminuir la orientación hacia actividades físicas (como el transitar libremente por las

calles), restringir la libertad y las oportunidades personales7.

Tabla 11
Estrategias de afrontamiento de los pobladores de evitar transitar por algunos lugares
por miedo a ser víctima de los delincuentes

Evita transitar por algunos lugares Frecuencia Porcentaje

Nunca 10 5,8
Entre nunca y a veces 6 3,5
A veces 76 44,2
Entre a veces y siempre 20 11,6
Siempre 60 34,9
Total 172 100,0
Fuente: Encuesta realizada 2013

5.2.3 Estrategias de afrontamiento y reforzamiento de la seguridad personal

Si bien los niveles de inseguridad existentes en Juliaca son significativos, la propensión

a asumir medidas de seguridad personal antes de salir a la calle, es otro que los

pobladores consideran como importantes a la hora de prevenir o ser víctima de

los delincuentes. La mayoría de los personas la principal medida de seguridad que

adoptan en un 66 % no llevar mucho dinero, y 34% no llevar dinero. La primera

7
Jackson, J. (2006). Validating new measures of the fear of crime. International Journal of Social
Research Methodology, 8, 4, 297-315.

72
estrategia de prevención nos indica que las personas planifican los gastos que

realizarán antes de salir de su domicilio y el dinero que se lleva es en función

al gasto, en cambio la segunda respuesta nos indica que las personas han

optado por usar otro tipo de medios de pago, como las tarjetas, los cuales les

ofrecen mayor seguridad al momento de afrontar o ser víctima de la delincuencia.

Por otra parte este aspecto está muy estrechamente relacionado con la victimización,

ya que el mayor porcentaje de víctimas se debieron a robo o atraco en la calle, al

respecto a esta estrategia de autoprotección está vinculado a las estadísticas de

delitos nacionales que se han realizado recientemente. ¿Qué está sucediendo en la

gran mayoría de ciudadanos, quienes tienen la sensación de vivir en un entorno inseguro

y con miedo? Y cómo no estarlo, si están expuestos a constantes historias de asaltos,

robos y secuestros; a recibir advertencias sobre los lugares por los que se debe y por los

que no se debe transitar; o de vivir pendientes de cómo vestirse y qué objetos no llevar

para evitar llamar la atención de la gente8. Para explicar la sensación de inseguridad de

los ciudadanos se alude principalmente a razones como el incremento de delitos menores,

por ejemplo robos al paso que, finalmente, logran transmitir sensaciones de

vulnerabilidad y desprotección

8
Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IOP) (2009). Encuesta de
Opinión en Lima Metropolitana- Agosto 2009. Temas de Seguridad. Lima: Autores.

73
Tabla 12
Medidas de seguridad adoptadas a nivel personal
Medida Frecuencia Porcentaje
No llevar mucho dinero 114 66
No llevar dinero 58 34
No llevar joyas 39 23
No llevar celulares costosos 48 28
Llevar armas de autodefensa 9 5
Otros 62 36
Fuente: Encuesta realizada 2013

5.2.4 Estrategias de afrontamiento y reforzamiento de la seguridad en la vivienda

Entre otras de los delitos que se presentan es el robo a las viviendas para lo cual

las personas toman diferentes medidas a fin de no ser víctimas. Entre las estrategias

de afrontamiento esta en salir menos, criar perros, no dejar la casa sola e instalar

cerraduras de seguridad. Estas reacciones que asumen los pobladores a fin de proteger

sus viviendas frente a los temores un robo reducen las oportunidades para el

delito lo cual constituye mecanismos autoestabilizadores que tienden a preservar

la situación de orden y que estas sustentadas en acciones individuales en desmedro

y debilitamiento de la solidaridad social. El temor provoca modificaciones del estilo

de vida que convierten a muchas personas en prisioneros de sus propios a hogares9

9
LISKA, ALLEN, y WARNER, BARBARA: "Functions of crime: A paradoxical process", American
Journal of Sociology, Vol.96, Nr. 6, 1441-1463, 1991.

74
Tabla 13
Medidas de seguridad adoptadas para resguardar la vivienda
Medida adoptadas Frecuencia Porcentaje
Salir menos 106 62
No dejar la casa sola 86 50
Comprar rejas 29 17
Comprar armas de autodefensa 6 3
Instalación de alarmas 37 22
Comprar cerco eléctrico 6 3
Seguridad privada 26 15
Dejar encargado la casa 49 28
Instalar puerta blindada 17 10
Cerraduras de seguridad 61 35
Criar perro 105 61
Otras medidas 4 2
Fuente: Encuesta realizada 2013
De cualquier modo, el miedo al delito, justificado o no, puede traer consigo graves

secuelas; incluso muchos lo consideran como un problema mayor a la propia

delincuencia. De la misma manera, se presentan cambios en la conducta que terminan

afectando el estilo y la calidad de vida de los ciudadanos, obligando a los individuos a

refugiarse en sus hogares, evitar lugares peligrosos y emplear mayores estrategias de

autoprotección (uso de rejas, alarmas, etc.)10.

5.2.5 Nivel de estrategias de afrontamiento frente al delito

En la medición de las estrategias de afrontamiento adoptadas por la población que reside

en el cercado de la ciudad de Juliaca, se ha considerado la reducción del tiempo de vida,

10
Machado, C. & Manita, C. (2009). Fear of crime: Methodological considerations and results from a
biannual survey in the city of Oporto. The European Journal of Psychology Applied to Legal Context, 1, 1,
69-99.

75
la reducción del espacio de vida, el reforzamiento de la seguridad personal, y el

reforzamiento de la seguridad en la vivienda. Consideramos que estas estrategias de

afrontamiento adoptadas guardan relación con el miedo al delito experimentado: mientras

mayor sea el miedo al delito, mayores serán las estrategias adoptadas frente a una

experiencia sufrir algún delito.

Al respecto, la experiencia del miedo al delito tiene consecuencias objetivas en la calidad

de vida de la población, puesto que por razones de seguridad las personas muchas veces

tienden a reducir el tiempo de vida en la calles, solo salen a la calles hasta determinadas

horas. Del mismo modo, otra medida que se adopta es la estigmatización de ciertos

lugares de la ciudad como muy peligrosos. Tanto la reducción del tiempo y espacio

limitan y restringen el derecho de las personas a disfrutar de la ciudad. Mientras más

peligrosa es la ciudad, la gente sale menos a la calles y transita por pocos lugares. En el

caso de la ciudad de Juliaca, el 29.7% a adoptado al menos alguna estrategia que ha

reducido su tiempo de disfrute de la ciudad, mientras que el 44.2% ha adoptado algunas

medidas para reducir el espacio de disfrute de la ciudad.

Otra consecuencia del miedo al delito es la adopción de medidas de seguridad personal y

de la vivienda, que de manera indirecta afecta los ingresos de las personas. Mientras más

miedo al delito experimente una persona, tendera a realizar mayores gastos de seguridad.

De acuerdo a los resultados de la tabla 13, el 82.6% de los encuestados ha adoptado pocas

medidas de seguridad personal, mientras que 34.4% ha realizados pocos gastos para

reforzar la seguridad en su vivienda.

76
Tabla 14

Estrategias de afrontamiento adoptadas en la población del cercado de la ciudad Juliaca


Medidas de Medidas de
Reducción del Reducción del
seguridad seguridad de la
tiempo de vida espacio de vida
personal vivienda
f % f % f % f %
No ha adoptado
muchas 22 12.8 16 9.3 142 82.6 66 38.4
medidas
Ha adoptado 51 29.7 76 44.2 21 12.2 86 50
medidas
Si ha adoptado
muchas 99 57.6 80 46.5 9 5.2 20 11.6
medidas
Total 172 100 172 100 172 100 172 100

Fuente: Encuesta realizada 2013

En términos generales, el nivel de estrategias de afrontamiento adoptadas frente al delito

en la población del cercado de la ciudad de Juliaca, es predominantemente medio (56%

de los encuestados tiene un nivel de adopción de acciones de afrontamiento medio).

77
Tabla 15

Nivel de estrategias de afrontamiento según indicadores de referencia.

Estrategias de afrontamiento Sig.


% χ2 GL
Alto Medio Bajo Total Asint
Edad 18,71 4 0,032
De 18 a 27 años 20 55 19 94 55
De 28 a 37 años 15 20 10 45 26
De 38 a más años 8 21 4 33 19
Sexo 1,843 2 0,457
Varón 27 53 14 94 55
Mujer 16 43 19 78 45
Grado de instrucción 5,414 4 0,147
Primaria 4 12 6 22 13
Secundaria 10 32 8 50 29
Superior 29 52 19 100 58
Total 43 96 33 172
Porcentaje 25 56 19 100
Fuente: Encuesta realizada 2013

La prueba de chi cuadrado permite sostener que existe asociación significativa entre la

edad y las estrategias de afrontamiento adoptadas (χ2=18.71). Es decir, los jóvenes y

adultos mayores tienden a adoptar mayores estrategias de afrontamiento frente al delito.

Respecto al sexo, no existe evidencia empírica suficiente para sostener algún nivel de

asociación. Tanto varones como mujeres tienden a adoptar niveles medios de

afrontamiento frente al delito.

Puesto que la mayoría de los encuestados presenta porcentajes altos de importancia a la

reducción del tiempo de vida, reducción del espacio de vida y a las medidas de seguridad

para resguardar la vivienda, podemos aceptar parcialmente la hipótesis de investigación.

78
No existe evidencia empírica para aceptar que la adopción de medidas de seguridad

personal sea tan significativa.

79
CONCLUSIONES

Primera.

El miedo a experimentar algún delito por los pobladores del cercado en la ciudad Juliaca,

es predominantemente de nivel medio (52%). De acuerdo a la hipótesis específica

planteada, se esperaba confirmar la predominancia de un nivel alto de miedo al delito, tal

como lo señalaba el informe oficial del INEI, sin embargo los resultados obtenidos no lo

corroboran., por lo que podemos sospechar que existe un sobreestimación relativa de la

inseguridad en la ciudad frente a otras ciudades.

Segunda. Asimismo con respecto a la segunda hipótesis especifica referido a las

estrategias de afrontamiento, la mayoría de los encuestados presenta niveles medios de

adopción de acciones de afrontamiento (56%). Los pobladores tienden a darle poca

importancia a la adopción de estrategias que refuerzan su seguridad personal (82.6%),

mientras que la reducción del tiempo y espacio de disfrute de la ciudad gozan de una

importancia alta (57.6% y 46.5% respectivamente). Por lo tanto, no existe evidencia

empírica suficiente para aceptar que la adopción de estrategias de afrontamiento sea

significativamente alta.

Tercera. También de acuerdo a los planteamientos teóricos y adecuación de los datos

se puede destacar que los resultados presentados tienden a desestimar la hipótesis de

Durkheim, es decir que miedo al delito considerado como un hecho social en Juliaca,

no provoca, ni conduce al refuerzo de la solidaridad. Mas al contrario, la respuesta

frecuente al miedo al delito genera una reducción de la interacción social, y que

esta a su vez contribuye a reducir las oportunidades para el delito y lo que constituye

80
un mecanismo auto estabilizador del orden social en consonancia con lo sostenido

por Liska y Warner.

81
RECOMENDACIONES

Primera. De acuerdo a lo establecido en el reglamento de la Ley del Sistema Nacional

de Seguridad ciudadana, aprobado mediante DS. N° 011-2014- IN, el presente trabajo de

investigación debe servir para dar respuesta a la agudización de la criminalidad y

violencia a fin de disminuir los delitos, los aportes deben plasmarse en un plan de

local de seguridad ciudadana, que asuma y desafié una lucha frontal contra la

inseguridad ciudadana. La gestión municipal debe de priorizar la seguridad ciudadana

dentro de sus ejes principales de intervención que revierta la situación, y hacer

de Juliaca una ciudad segura y ordenada en donde prime una convivencia pacífica

entre los ciudadanos, en un marco de confianza, tranquilidad y paz social que

permita una mejor calidad de vida entre los ciudadanos.

Segunda. Los instrumentos que se usaron a fin de medir el nivel de miedo al delito,

tienen que ver con una serie de indicadores que se relacionan, los cuales fueron

construidas empíricamente de acuerdo al contexto y fenómeno que se presenta.

Sin embargo sugerimos que sería necesario incluir un registro de frecuencia que recoja

no solamente el nivel de miedo al delito sino de cómo esta se presenta en el corto

plazo.

Tercera. De acuerdo a los resultados que presentamos, el nivel de miedo es

relativamente medio en la ciudad de Juliaca, por lo que las autoridades encargadas

de brindar seguridad ciudadana deben de prevenir a que estas cifras aumenten

como mencionamos de que este aspecto encierra una serie de subjetividades. De

hecho, muchas ciudades denominadas provincias se caracterizan por un temor

generalizado de sus habitantes, quienes perciben su entorno como inseguro y amenazante.

82
Así, el miedo al delito finalmente se convierte en un problema más grave que la

delincuencia real, afectando a un gran número de ciudadanos y trayendo consigo

consecuencias sociales permanentes que van desde la falta de empatía y la pérdida de

confianza en los otros, hasta la evitación de lugares y el deterioro de los lazos

comunitarios; que pueden llegar a ser serios limitantes del estilo y la calidad de vida de

los ciudadanos.

Cuarta. A los entes Policia Nacional, Jueces y Fiscales encargados de brindar

seguridad ciudadana recomendamos mejorar la nivel de confianza que deben de

tener los ciudadanos, los aspectos para mejorar deben de basarse muestras claras

de policías con principios y ética profesional al momento de actuar, con jueces y

fiscales probos, asimismo mejorar los índices de impunidad al momento de juzgar a

los delincuentes.

Quinta. A los decisores y si como a los comités de seguridad ciudadana deben de

agregar en sus planes y diagnósticos los niveles de miedo al delito, considerarlos

como importantes a la hora de enfrentar dicha problemática que merma la paz y

tranquilidad de la ciudadanía. Por ejemplo la actuación debería ir en el sentido a

brindar seguridad en lugares y horarios previamente identificados a fin de poder

brindar seguridad, a fin de incrementar la interacción social de los ciudadanos.

83
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89
ANEXOS

90
Universidad Nacional del Altiplano
Facultad de Ciencias Sociales NACIONAL DEL

UNIVERSIDAD

ALTIPLANO
Escuela Profesional de Sociología
Encuesta PU
NO

Objetivo: Determinar el principal cambio observado en la interacción social atribuible al miedo al delito experimentado por la población del
cercado de la ciudad de Juliaca – 2012
Instrucciones: Aplicar el documento en el cercado de la ciudad de Juliaca, en viviendas particulares y negocios a pobladores residentes habituales de
15 años de edad a mas, en forma reservada, leer las preguntas correctamente, escribir las respuestas de cada pregunta en los espacios
que corresponde. Invocar la confidencialidad, honestidad de la información, la veracidad de los datos depende de la rigurosidad y apego
al instrumento.
PD: (En casos de información no contemplada referenciarlo en el reverso del instrumento)
Muchas gracias por su valiosa colaboración.

Cantidad hijo(a)s
Edad

Sexo
Ocupación Grado de instrucción (máximo) Zona de Residencia
Mas/Fem
Varones Mujeres

1. ¿Ud. ha sido víctima de algún hecho que atento su 6. Si pudiera calificar a sus vecinos con una nota entre 0
seguridad durante los 12 últimos meses (2012)? y 20 respecto a cuan solidarios son a la hora de
a. Si [ 2 ] _______ Ir a la pg. 2 prestar auxilio cuando están frente a un hecho de
b. No [ 1 ] _______ Ir a la pg. 4 inseguridad. ¿Qué nota les pondría?

[___________] nota.
2. ¿Cuáles han sido estos hechos de inseguridad?
(marcar varias opciones si es necesario) 7. La zona donde Ud. reside en cuanto a seguridad
ciudadana cómo lo considera:
a. Robo en su casa [1]
b. Robo o atraco en la calle [ 2 ] Nada Algo Poco Peligroso Muy
c. Agresión física [3] peligroso peligroso peligroso peligroso
d. Agresión sexual [4] [1] [2] [3] [4] [5]
e. Robo de su vehículo [5]
f. Otros. ………………….. [ 6 ] 8. Mencione tres principales zonas del cercado de la
ciudad de Juliaca que considera más peligrosas y en
él puede ser víctima de los delincuentes.
3. ¿Cuánto le ha afectado emocionalmente el haber
vivido estas situaciones de inseguridad (víctima de a. Mercado Santa Juana [1]
delito)? b. Plaza de Armas [2]
c. Plaza Bolognesi [3]
Nada Poco Mucho d. Centro comercial Nº 1 [4]
[1] [2] [3] [4] [5] e. Centro comercial Nº 2 [5]
f. Plaza Vea [6]
4. Pensando en su experiencia personal, en la ciudad de g. Paradero de buses para Puno [7]
Juliaca, por cuáles de los siguientes hechos de h. Mercado Túpac [8]
inseguridad siente más temor que le puedan suceder. i. Mercado Manco Capac [9]
(señale tres en orden de prioridad) j. La riel [ 10 ]
k. Otros [ 11 ]
a. Robo en su casa [1]
b. Robo o atraco en la calle [ 2 ] Primero Segundo Tercero
c. Agresión física [3]
d. Agresión sexual [4]
e. Robo de su vehículo [5] 9. Si tuviera que comparar la peligrosidad de la zona
f. Otros. ………………….. [ 6 ] donde vive con otras zonas de la ciudad de Juliaca,
Ud. diría que el lugar donde vive es:
Primero Segundo Tercero
Menos Igual de Más
peligroso peligroso peligroso
5. ¿Existe en su vecindario algún tipo de organización [1] [2] [3] [4] [5]
vecinal para enfrentar el problema de la
delincuencia?
a. Si [2]
b. No [1]

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10. Comparando a lo que era hace 05 años atrás la zona 16. ¿Evita ud. transitar, por miedo a ser víctima de los
donde Ud. vive es… delincuentes, por lugares que considera inseguro?

Menos Igual de Más Nunca A veces Siempre


peligroso peligroso peligroso [1] [2] [3] [4] [5]
[1] [2] [3] [4] [5]

17. ¿Evita ud. transitar, por miedo a ser víctima de los


11. Cuanta confianza tiene por la labor que desempeña la delincuentes, en horarios que considera peligroso?
Policía Nacional del Perú a la hora enfrentar la
inseguridad ciudadana Nunca A veces Siempre
[1] [2] [3] [4] [5]
Nada Algo Poco Lo necesario Mucho
[1] [2] [3] [4] [5]
18. Cuando sales a la calle ¿qué medidas de
autoprotección adoptas?
12. ¿Confía en la labor que cumplen los jueces y fiscales a. No llevar mucho dinero [1]
para hacer cumplir las leyes en relación a la b. No llevar dinero [2]
seguridad ciudadana? c. No llevar joyas [3]
d. No llevar celulares costosos [4]
Nada Algo Poco Lo necesario Mucho e. Llevar armas de fuego [5]
[1] [2] [3] [4] [5] f. Otros……………………… [6]

13. ¿Considera Ud. que la actual autoridad municipal ha


mejorado el servicio de seguridad ciudad en la
ciudad?

Nada Algo Poco Lo necesario Mucho


[1] [2] [3] [4] [5]

14. ¿Confía en la labor que desempeña el serenazgo por


reducir la inseguridad ciudadana?

Nada Algo Poco Lo necesario Mucho


[1] [2] [3] [4] [5]

15. Ud. que medidas de seguridad adopta en su vida


diaria a fin de no ser víctima de los delincuentes.
(Puede marcar varias)

a. Salir menos [ 01 ]
b. No dejar la casa sola [ 02 ]
c. Comprar rejas [ 03 ]
d. Comprar armas [ 04 ]
e. Instalación de alarmas [ 05 ]
f. Comprar cerco eléctrico [ 06 ]
g. Contratar seguridad privada [ 07 ]
h. Dejar encargado a un vecino [ 08 ]
i. Instalar puerta blindada [ 09 ]
j. Cerraduras de seguridad [ 10 ]
k. Perro [ 11 ]
l. Ninguna medida [ 12 ]
m. Otras medidas. [ 13 ]

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