¿ANCLA FLOTANTE O PLATAFORMA DE LANZAMIENTO?

DINÁMICA REGIONAL DE LOS PODERES EMERGENTES·

Varun Sahni

.: Introducción

Este trabajo presenta dos proposiciones aparentemente contradictorias. La

primera es que los poderes emergentes no son meramente poderes regionales;
es más, se caracterizan como "emergentes" precisamente porque parecen estar
traScendiendo su propia región y adquiriendo cierta presencia e impacto sisté-
. micos (trans-regionales). La segunda es que, de hecho, un poder emergente no
:.emergerá como jugador sistérnico sin primero consolidar y pacificar su región, a
través deun proceso de transformación positiva hacia una zona de crecimiento
y paz. Este trabajo explica estas proposiciones a través de un análisis compa-
rativo de las problemáticas de seguridad regional de Brasil, India y Sudáfrica,
los tres poderes emergentes más visibles de! hemisferio sur. Desde e! 6 de junio
de 2003, estos tres paises se han involucrado en una nueva iniciativa trilateral
llamada e! Foro de Diálogo entre India, Brasil y Sudáfrica (IBSA) , un desarrollo
que hace más pertinente una comparación entre sus contextos de seguridad
regional. Adicionalmente, e! trabajo establece una distinción entre "poder re-
gional" y "liderazgo regional"; mientras que e! ejercicio de poder regional es

':..':-
Este trabajo viene preparándose desde hace mucho tiempo. La versión inicial, titulada "Brasil,
India y Sudáfrica: Tres Caminos a la (In)Segu1'idad Regional", fue presentado ante la Mesa
Redonda de Directores en el Programa sobre Poderes Emergentes del vVorld Policy Instinue.
New School for Social Research, Iucva York. 28 de mayo de 1999, y fue luego publicado como
Documento de Trabajo E[·46. División de Estudios Internacionales, Centro de Investigación y
Docencia Económicas, Ciudad de México, 1999. Una versión extendida y revisada del trabajo,
titulada "Through Conscnt, Not Control: Moving from Regional Power ro Regional Lcaders-
hip", fue presentada en un taller sobre "Internarional Relations Theory and South Asia" organi-
zado por la Universiry of Pennsylvania Insrirure for the Advanced Study ofIndia. Nueva Delhi,
15 de julio de 2004. Una versión reducida y actualizada fue posteriormente publicada bajo el
título de "Primacy, dorninance and supremacy: A comparison of the regional securiry contexts
of Brazil, India & S. Africa", en Prospects rf Peace, Stability and PrOJpmty in Soutl: Asia (Islamabad:
Instituic of Regional Studies, 2005). 274·290. A pesar de su larga e incómoda gestación, este
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esencialmente una operación de control, el establecimiento de liderazgo regional
requiere de la generación de consenso.
Este trabajo está dividido en cinco secciones. Para una mayor claridad COn.
ceptual y precisión empírica. la próxima sección disecciona los conceptos de
"poder emergente". 'región", "poder regional" y "seguridad regional". explora
la compleja relación entre estos conceptOs, y los vincula a los contextos en cues-
tión. En las tres secciones siguientes, Brasil, India y Sudáfrica son estudiados
en sus respectivos escenarios regionales. Se analizan las barreras geográficas,
la evolución histórica. las características culturales y las dinámicas de poder de
cada región. En la conclusión, se articulan los distintos hilos que componen este
estudio en una evaluación comparativa de las políticas de seguridad regional de
los tres poderes emergentes.
2. Conceptos, contextos y configuraciones
En esta sección, buscamos respuestas claras a cuatro preguntas precisas:
1) ¿Qyé es un poder emergente?; 2) ¿Qyé es una región?; 3) ¿Qyé es la seguri-
dad regional?; 4) ¿Qyé es el poder regional? Vinculamos cada una de nuestras
cuatro respuestas a los casos específicos de Brasil, India y Sudáfrica.
2.1. Poderes emergentes
Como debería ser ya evidente, en este trabajo no estamos utilizando el con-
cepto de estados intermedios o su término análogo, poderes medios, para caracterizar
a Brasil, India y Sudáfrica. Esto es porque concebimos a estos tres países como
poderes emergentes. El significado del concepto de poder emergente se comprende
mejor a través de la triangulación de los conceptos de gran poder y poder me-
dio. Nunca hubo duda del significado de los grandes poderes: en todo momento
de la historia, son los estados con capacidades e intenciones para la configura-
ción sistémica'. El énfasis tanto en las capacidades como en las intenciones es
importante: Cuba tiene el deseo, mas no la habilidad, de jugar un rol configu-
rador a nivel sistémico,japón es quizá un ejemplo viceversa. Desde este punto de
vista conceptualrnente ventajoso, Estados Unidos (EE.UU.) en la entreguen-a, a
pesar de sus capacidades, no era un gran poder debido a su política aislacionista.
Claramente, Brasil, India y Sudáfrica no son actualmente grandes poderes.
En oposición al concepto de gran poder, el concepto de poder medio es nebulo-
so, cambiante y falto de claridad. Los poderes medios pueden ser definidos sobre
la base de su poder relativo, de los roles sistémiccs y/o regionales específicos, de
su potencial para emerger como futuro gran poder, o meramente de una vaga
La mayoría de las definiciones de los grandes poderes se centra en sus perfiles y roles en rér-
rninos de seguridad, un enfoque que nuestra definición busca evitar. La definición clásica de
los grandes poderes puede encontrarse enJack S. Levy, m,r in the Modem Crea/ Itnocr Syslan,
1495-1975 (Kcntucky: The Universiry Press oí Kcnrucky, 1983).8·18.
1-' '0' n de ser "poder medio" (geográfica, económica, cultural o diplomáti-
'" ~ensaCl ., 'al d
_; camentef Definiremos a los poderes medlo~ como una cate~?na. e~peCl e
. d s que carece de las capacidades necesanas de configuración sisterruca que
- esta o l' id
poseen los grandes poderes, pero cuyo tamaño, recursos y ro ImpI en. que sean
ignorados por los grandes poderes. En otras palabras, los poderes medios tal vez
cen de la capacidad necesaria para desafiar la manera en que los grandes
~
poderes .
rigen el sistema internacional, pero nenen el su fi'ciente po d er como para
.,:q: cÍ afiar todo intento de un gran poder de forzarlos a comportarse de un modo
ifi
se oponga a sus propias elecciones. Hasta hace p~co, habría si~o correc~o da-
a Brasil India y Sudáfrica como poderes medios o estados intermedios.
sincar , . defini 1
Triangulando con las dos definicio?es antenores, p,odemos e rur a os
oderes emergentes como poderes medios en ascenso; estos son estados con
f capacidad y la intención de maniobrar su trayecto para lograr el estarus de
_ ;an poder. En otras palabras: Brasil, Indi.a y Sudáfrica son más' que "estados
,. -;met rmedios'" , tienen el potencial de cumplir un rol configurador . del SIstema en
:...el futuro, y además manifiestan su intención de lograrlo de diversas maneras .
. .Por ende, son más comparables con China que, por ejemplo, con Argentina,
: Pakistán o Nigeria".
2.2. Regiones
El concepto de región es vago y esquivo, como d~mostró Will!am R.
Thompson treinta IDOS atrás". Por ende, d.efinir las reglOnes r~spectlvas. ~e
Brasil, India y Sudáfrica es una tarea compleja. No obstante, una identificación
. precisa de las regiones respectivas a las que pertenecen cad~ uno ~e los pod~res
~mergentes es esencial. in ésta, todo cálculo de poder relativo sena un eJerCICIo
insignificante y futil. ¿La región de Brasil es el Cono Sur, América d~l Sur, Amé-
rica Latina, o todo el hemisferio occidental? el.a región de Sudáfnca es el sur
de África, el África sub-sahariana, el continente africano, o el litoral del océano
Índico-atlántico Sur? ¿La región de India es el Sur Asiático, o alguna entidad
geográfica-histórica-cultural-estratégica más grande? ¿China está en la región
de India, o es extra-regional? El "complejo de seguridad" de Barry Buzan es la
herramienta conceptual disponible más apropiada y más fácilmente aplicable
para abordar estos problemas.
Buzan define el complejo de seguridad como "un conjunto de estados cuyas
mayores percepciones y preocupaciones en cuanto a la seguridad se encuentran
tan interrelacionadas que sus problemas de seguridad nacional no pueden ser
Carsten Holbraad, Middle Itnaers in Internatumal FbliliCJ (Londres: Macmillan, 1984),67-75_
Bajo esta catcgorización, uno podría legítimamente preguntarse acerca del potencial de Su-
dáfrica como "confieurador" del sistema: en términos de su tamaño total, ya sea geográfica
o demográficamcntc, Sudáfrica claramente no está en la misma liga que Brasil e India, Sin
embargo, en términos regionales, Sudáfrica tiene una gran presencia,
William R_Thompson. "The Regional Subsystem: A Conceptual Explication and a Proposi-
tional Invcntory" International Studies O.!:!arlerly 17, I (marzo 1973): 89-117.
razonablemente analizados o resueltos de forma separada'". La noción esen-
cial que subyace el núcleo del concepto de Buzan es que los "conglomerados
regionalmente basados" son el "patrón normal de interdependencia en cuestio-
nes de seguridad, en un sistema internacional geográficamente diverso y anár-
quico'": La estructura esencial de un complejo de seguridad está deten~inado
por los patrones de amistad y enemistad, y por_la distribución de capacidades
entre los principales estados que lo componen'. Sobre la base de este marco
conceptual, podemos identificar las regiones a las que pertenecen Brasil, India
v Sudáfrica como el Cono Sur de América del Sur, el Sur Asiático, y el Sur de
, '
África, respectivamente.
Además de Brasil, el complejo de seguridad del Cono Sur está compuesto
por Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Paraguay y Uruguay. La omnipresencia de
Estados Unidos es obviamente un elemento extra-regional de crucial importan-
cia en el complejo de seguridad del Cono Sur. ¿Se convertirá este complejo de
seguridad en una comunidad de seguridad? La naturaleza del proyecto integra-
cionista en las Américas -un proyecto hegemónico: o varios- dependerá de la
respuesta a esta pregunta.
El complejo de seguridad del Sur Asiático está compuesto por India, Pa-
kistán, Bangladesh, Sri Lanka, Nepal, Bhután y las Maldivas; sin embargo, el
histórico conflicto limítrofe entre India y China, y la consolidada relación estra-
tégica entre Pakistán y China, añaden un elemento adicional a este complejo.
En los últimos cinco años, mientras Myanmar era crecientemente absorbida
en el complejo de seguridad del Sudeste Asiático, los lazos de seguridad de
Pakistán con la Afganistán talibán, hizo de esta última un miembro virtual del
complejo de seguridad del Sur Asiático. Después de la derrota del gobierno
talibán, los lazos de seguridad de Afganistán con los complejos de seguridad
del Centro Asiático y de Medio Oriente comenzaron a reafirmarse; sin embar-
go, en enero de 2006, Afganistán se convirtió en miembro de la Asociación de
Cooperación Regional del Sur Asiático (South Asian Associatumfor Regional Coope-
ration, SAARC). La presencia militar de Estados Unidos en la región añade un
significativo poder extra-regional al Sur Asiático, cuya relevancia total aún es
difícil de discernir.
Los miembros del complejo de seguridad en el Sur de África son Sudáfrica,
Namibia, Angola, Mozambique, Zambia, Zirnbabwe, Malawi, Botswana, Lesotho
y Swazilandia. Sin embargo, el prolongado conflicto en el Congo podría potencial-
mente hacer converger el complejo de seguridad del Sur africano con aquellos del
centro y del Este africanos, creando por lo tanto, un sistema de seguridad enor-
memente complejo, que iría desde Cabo de Buena Esperanza hasta el Cuerno de
África (una curiosa reencarnación de las aspiraciones del "Cabo hasta el Cairo"
de los líderes sudafricanos desde Cecil Rhodes hasta P. W. Botha).
Barry Buzan, Ole W;ever y Jaap de Wilde, Secunty: A Neio Frallu:ilJorkjor Analysis (Boulder:
Lynne Rienner Publishers, 1998), 12. Esta es la última definición de Buzan de un concepto
que propuso por primera vez en 1983.
Buzan. W;ever y de Wilde. Security, 11.
Barry Buzan, R:ople, States and Fear Z" edición, (Boulder: Lynnc Ricnncr Publishcrs. 1991).211.
2.3. Seguridad regional
El concepto de segurirkul regional claramente implica más que situar la seguri-
dad nacional en el contexto regional, es decir, más que meramente relacionar la
configuración de poder regional a las problemáticas de seguridad nacionales de
los estados que la constituyen. En cambio, la ubicación de la seguridad a nivel
regional hace más que simplemente crear un nivel intermedio entre la seguridad
internacional y la seguridad nacional, por el simple motivo de que "seguridad"
I; tiene significados muy distintos en los tres niveles. Por "seguridad internacional"
nos referimos convencionalmente a la prevención de la guerra, especialmente la
I
·1
guerra sistémica, en el sistema internacional. La "seguridad nacional", por su
i
~} parte, generalmente se refiere a la protecciónfiente a amenazas externas, actuales o
, potenciales. La "seguridad regional", parecería, es un concepto híbrido que con-
,, tiene ambos significados de seguridad. . '
En otras palabras, la seguridad regional implica simultáneamente la au-
sencia de guerra en la región y la protección de la región de amenazas extra-
regionales. En este sentido, la constitución de una región cohesionada requiere
no sólo de la solución de los conflictos internos, sino también de la influencia
unificadora de una amenaza externa en común. Por ejemplo, la Unión Europea,
producto de las relaciones amistosas franco-alemanas y de la amenaza soviética,
y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (AssociaLíon cf Southeast Asia Na-
tums, ASEAl\~, producto del fin de la confrontación entre Indonesia y Malasia, y
de la amenaza china compartida, brindan alguna fuerte evidencia empírica para
sostener esta concepción de la seguridad regionaL
De esto se sigue, por lo tanto, que la seguridad regional tiene una dimensión
tanto interna como externa. Por ende, al estudiar una región, deberían hacerse
las siguientes preguntas: ¿Cuál es la configuración geoestratégica de cada región?
¿Cuál es la distribución de recursos de poder en cada región? ¿Cuáles son los
patrones históricos de amistad y enemistad (la estructura de alianzas) en cada re-
gión? ¿Cuál es la historia de intervención extra-regional en cada región? ¿De qué
maneras ha evolucionado la configuración de poder regional? ¿Cuáles son los res-
pectivos niveles de cohesión regional? c'Tiene cada región un proceso en curso de
cooperación e integración regionales? ¿Cuán exitosos son estos procesos? Estas
características regionales están muy relacionadas a los atributos de poder de cada
" poder emergente, así como también su perspectiva política respecto a sus vecinos.
2.4. Poderes regionales
el.os poderes emergentes son necesariamente poderes regionales? Para
·:,r~sponder a esta pregunta, nos centraremos en tres listas en las que figuran
: los tres países: la lista de J effrey Garten de los diez grandes mercados erner-
8
J?;entes ; la lista de Robert Chase, Emily Hill y Paul Kennedy de los nueve
JeITrey E. Ganen. The Bzg Tro: The BIg EmergzizgMarkelJ aud How The)' Will Clzange OUT Lues
(Nueva York: Basic Books. 1997).
 ,v.o v I<\.I\UI" .)AHNI

estados pivote"; y la lista de Carsten Holbraad de 17 poderes mediosIO• En nuestro cálculo de poder relativo, consideramos tanto la capacidad
Sendas cate~orías de estados contienen una dimensión regional. Por ejemplo, ilitar como el nivel soaoeconomico por los siguientes motivos. La capacidad mi-
Garten considera a los grandes mercados emergentes como importantes no sólo litar es por su naturaleza de suma-cero o de suma-negativa, y por ende tiende
1 -Ór d d
porque son "el factor de cambio clave para el futuro crecimiento del comercio ser divisiva a nivel regional. Enfrentados con la concentración e po er
a .
internacional", sino también porque son cruciales para "evitar la guerra en militar en una región, los estados más débiles buscan balancear a su vecino
varios puntos conflictivos críticos"!'. Chase, Hill y Kennedy son aún más ex- más poderoso. Por ende, analizar la distr~~ución regional de las c~paci~ades
plícitos en su concepción de la relevancia regional de los estados pivote: "Lo que solamente sobre la base de la destreza militar crea un escenano distorsiona-
realmente define a un Estado pivote es su capacidad de afectar la estabilidad do de ruptura regional. Un elevado nivel socioeconómico, por otro lado, es
regional e internacional, Un Estado pivote es tan importante regionalmente, atractivo. Los estados regionales tienden a construir lazos con un vecino más
que su caída desataría un tumulto extralimítrofe: migración, violencia comu- rico, lo cual incrementa la cohesión regional. Mientras que el poder regional,
nal, polución, enfermedad, entre otros. El constante crecimiento económico basado en la distribución de capacidades militares, es inherentemente divisi-
y la estabilidad de un Estado pivote, por otro lado, reanimarían la vitalidad va, el liderazgo regional depende de la capacidad de atraer a los :vecinos hacia
económica y la sensatez política de la región, y beneficiarían el comercio y la un proyecto regional cohesionado. En nuestro análisis de las tres regiones,
inversión estadounidense't'". consideraremos, consecuentemente, tanto la capacidad militar como el nivel
De modo similar, esperaríamos inruitivamente que los poderes medios socioeconómico.
tuvieran un impacto significativo en la seguridad de la región. Sin embargo, Como refleja el Cuadro 1, la población total de Brasil es mucho mayor que
cabe subrayar que no todos los poderes medios son necesariamente pode- la de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, combinadas. Las
res regionales, o viceversa. Como correctamente señala Holbraad, "relegar fuerzas militares y paramilitares de Brasil, en total, superan las fuerzas combi-
los poderes medios a roles regionales implica excluir la posibilidad de que nadas de todos sus vecinos. El PBI de Brasil es significativamente mayor que el
dichos estados en ciertas situaciones puedan jugar roles a otros niveles de PBI combinado de sus vecinos del Cono Sur, así como también sus gastos mili-
política internacional. .. "13. Además, el poder predominante en una región tares. Sin embargo, en términos de las principales plataformas de armas, como
no tiene que ser necesariamente un poder medio. Por ejemplo, en el hemis- los carros de combate (main battle tanks, MBT), los submarinos y la aviación de
ferio occidental, una región constituida por cuatro poderes medios -Canadá, combate, los Otros países del Cono Sur superan claramente a Brasil.
México, Brasil y Argentina- hay un gran poder (Estados Unidos) que es El Cuadro 2 nos muestra un escenario de los distintos niveles socio eco-
claramente el poder regional!'. Una vez más, en el África sub-sahariana. los
dos poderes medios -Nigeria y Sudáfrica- comparten su influencia con un Jt~:·
...r-
nómicos relativos en la región, Aunque Brasil sea por lejos el mayor país de
la región en cuanto a superficie y población, no es así si se comparan otros
poder medio extra-regional, Francia. En la región del Asia Pacífico, un con- indicadores socioeconórnicos. Argentina, Uruguay y Chile tienen un PBI per
junto de poderes medios -India, Indonesia y Australia, entre ellos- aguar- cápita más alto!ó y mejores tasas de mortalidad infantil y de analfabetismo
dan la llegada de la bipolaridad entre China y Estados Unidos Por ende, adulto femenino. En la región entera, sólo las mujeres bolivianas y peruanas
está claro que necesitamos profundizar en el concepto de poder regional con tienen una esperanza de vida menor que la de sus contrapartes brasileras. Por
mayor rigor y precisión. ende, en términos de indicadores socioeconómicos, Brasil tiene varios rivales
Según la distribución de capacidades entre los estados regionales, se pue- regionales a los que aún tiene que alcanzar. Consecuentemente, mientras que
de esperar que un poder regional ocupe una posición de pnmada; predominio o el tamaño total de Brasil -en cuanto a geografía, demografía y economía ase-
supremacia en su región. Primacía sugiere una situación de pnmus inter pares; pre- gura su primaáa en la región, no puede decirse de modo significativo que Brasil
dominio sugiere la ausencia de un rival regional convincente; y supremacía, la domine el Cono Sur-.
capacidad ilimitada de establecer la agenda regional. Distinto al caso de Brasil, India claramente domina en su región, mas sólo
en términos militares. Como revela el Cuadro 3, la población, el PBI y los gastos
Roben Chasc, Emily Hill and Paul Kennedy, eds. 71u:Pivotal Sta/es: A Nao Fmmeworkfor US militares de India triplican los valores de sus vecinos. Sus fuerzas militares y
Eblicy in tlu: DevelojJing World (Nueva York: W.W, Norton, 1998), paramilitares ampliamente superan aquellas de sus vecinos, así como también
10
Holbraad, Middlc Pouers. los sistemas y plataformas armamentistas en su arsenal. Las únicas categorías de
11
Carren, 71le Big Ten, 3,
12 armas en las que India es superada son los transportes blindados de personal y
Roben S, Chase, Emily B. Hill Y Paul Kennedy, "Pivoral States and U.S. Stratcgy", Fou:ign
AlfoirJ 75,1 (enero/febrero 1996): 37,
13
Holbraad, Middk hnoers, 74-75,
,. Esta fue una de las conclusiones a las que se llegó en un taller sobre "Las relaciones de seguridO/I
15
Sin embargo, la brecha se está achicando a favor de Brasil. En 1995, según datos de la ONU,
en ti Hemlfen'o Occidental: Cuatro Fumaas Medias y Estados Unidos ", llevado a cabo en el Centro de Argentina tenía un PBI per cápua de USS 8,055. comparado a los U$S 4,510 de Brasil, En
1_ ~.:_~_:.t.._ .. T"\ .__ :. 1":' , • ••..•.• •••• , ", • r " TTd'C",...nr.., TTtl'C'()f'\(\C

los buques cesteros y de patrulla una escasez que está más que compensada por
la superioridad avasalladora de India en los vehículos blindados de combate de
infantería, buques de guerra primarios y submarinos.
Sin embargo, el Cuadro 4 demuestra de forma convincente que su des-
cendiente nivel socioeconómico continúa siendo su talón de Aquiles. A pesar de
su territorio, población y PBI, marcadamente superiores, e! PBI per cáPita
de India, su tasa de mortalidad infantiL la esperanza de vida y la tasa de
analfabetismo adulto femenino, son similares a los valores de Bangladesh,
Pakistán y Nepal, y son significativamente peores que los valores de Sri
Lanka y las Maldivas. El constante subdesarrollo socioeconómico indio, tan-
to en términos absolutos como relativos, explica por qué no logra gozar de
una posición de supremacia regional: mientras que ninguno de sus vecinos -ni
siquiera Pakistán- puede desafiar de modo convincente la dominación india
en el Sur Asiático, no están empero dispuestos a concederle e! liderazgo re-
gionaL Para los países restantes de la región, el único factor a favor de India
es su tamaño. A parte de la democracia, no hay ningún otro aspecto de India
que valga la pena emular.
Para entender cabalmente la relación entre mayores niveles socioeconórni-
cos y la supremacía regional, no existe mejor ejemplo que Sudáfrica. El Cuadro
5 ayuda a ver la naturaleza particular de la superioridad regional de Sudáfrica.
Aunque Sudáfrica es superado por sus vecinos regionales en cuanto a su po-
blación y e! personal militar-pararnilitar, potencialmente podrían gastar mucho
más que los demás países en capacidades militares, por e! simple motivo de
que su PBI duplica e! PBI combinado de sus vecinos'", Sudáfrica es superada,
al menos nominalmente, en varias categorías cruciales, incluyendo los MBT,
la artillería, los buques de guerra primarios y la aviación de combate. (Este
desequilibrio militar se explica en parte por las grandes cantidades de material
obsoleto soviético en Angola, y en parte como el resultado deliberado de la
política de Sudáfrica).
Como indica e! Cuadro 6, aunque marginalmente menor que Angola en
términos de superficie territorial, Sudáfrica tiene e! mayor PBI per cápita (des-
pués de Botswana), las menores tasas de mortalidad infantil y de analfabetismo
adulto femenino (con la excepción de Lesorho}, y las mayores cifras de esperan·
za de vida femenina en e! sur africano": Como bien se percatan los tomadores
16
Esto. de hecho, marca una significativa caída relativa para Sudáfrica. En 1997. el Pl3l de
Sudáfrica, de USS 129 billones, era cinco veces más grande que el PIH combinado de sus
paises vecinos, de USS 26,4 billones. En el mismo año, Sud áfrica gastó U$S 2.3 billones en
defensa, comparado con el gasto combinado en defensa de U$S 1,4 billones, para todos sus
paises vecinos. Ver el Inrcrnauonal Instirure for Srraregic Siudies, '{he klihtary Balance 1.9.98/99
(Oxford: Oxford University Press, 1998), 241·268.
17
Como el SIDA azota gran parte del sur de África. los indicadores socioeconómicos de Su-
dáfrica relativamente mejores parecen cada vez más desgastados. En 1995. las cifras suda-
fricanas de la esperanza de vida femenina desde el nacimiento era de 66,0 años, comparado
con los 50.7 años en 2000·2005. Este alarmante declive puede contrastarse con las mejoras en
las cifras de mortalidad infantil -de 53 muertes cada mil nacimientos en 1995. a 48 en 2000·
2005- Y de analfabetismo adulto femenino -de 18.3% a 15.°/0.
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de decisiones en Sudáfrica, lo último que necesitan o quieren sus paises vecinos
es una situación de conflicto con el Estado líder de la región. Por ende, la supre-
macía de Sudáfrica en e! sur de África tiene una base más socioeconámica que mili-
tar: su arrasadora superioridad socioeconómica en la región hace virtualmente
redundante su capacidad militar.
Las comparaciones con los estados líderes de otras regiones podrían ayudar
a clarificar las diferencias de estatus de los poderes emergentes en sus respecti-
vas regiones. Como Alemania en Europa Occidental, Brasil tiene primacía en
el Cono Sur; India domina en e! Sur Asiático, de manera análoga a Indonesia
en el Sudeste Asiático, igeria en África Occidental, y Australia en l~ región
de Oceanía; Sudáfrica goza, por su parte, de supremacía en e! sur de Africa; el
ÚIÚCO otro ejemplo que se aproxima al estatus regional de Sudáfrica son Estados
Unidos en América de! Norte y Central. '
Además, el tipo de superioridad regional de! que gozan los poderes emer-
gentes es sólo mitad de la ecuación. Para tener e! panorama completo, necesita-
mas considerar también la actitud de los estados vecinos de este estarus regional
superior; en general, la superioridad regional de los poderes emergentes puede
ser reconocida, desafiada, o irrelevante".
En este sentido, los vecinos de Sudáfrica reconocen su supremacía regional,
aunque algunos vecinos de Estados Unidos, como México, desafían su estatus
regional. La dominación india de! Sur Asiático es desafiada, mientras que la
dominación regional de Indonesia es en gran medida irrelevante para e! Sudeste
Asiático. La primacía de Brasil en e! Cono Sur es tan irrelevante como la prima-
cía de Alemania en Europa Occidental.
El punto importante a destacar acerca de las reacciones de los estados ve-
cinos a los estados líderes es su especificidad contextual. Las amistades pueden
transformarse en rivalidades, y viceversa. Por ejemplo, el "Problema Alemán"
era e! eje de la problemática de la seguridad regional europea hace no tanto
tiempo, e incluso una década atrás, los "Estados de primera línea" repugnaban
todo reconocimiento de la supremacía regional de Sudáfrica.
3. Brasil en el cono sur: Primacía irrelevante
Brasil domina la masa territorial de América de! Sur y comparte frente-
ras con todos los paises sudamericanos, con la excepción de Ecuador y Chile.
Mientras que Brasil no tiene una costa en e! Caribe o en e! Pacífico, varios de
sus vecinos sí la tienen. Por lo tanto, debemos justificar explícitamente nuestra
restricción analítica de la problemática de seguridad regional de Brasil al Cono
Sur. ¿Por qué consideramos en nuestro análisis a Chile, que no comparte fronte-
ras con Brasil, como parte de la región de seguridad de Brasil, pero excluimos a
Colombia, que sí comparte fronteras con Brasil?
18
Este aspecto está estrechamente relacionado con los patrones regionales de amistad y enernis-
tañ c:,.m'u"\ l e r("\rtY\ •• l~,,;'!"•.•rI"" u ••..••.• ~
 Nuestra definición de la región de seguridad de Brasil como el Cono
Sur también contradice la política declarada de Brasil. La Política de Defensa
acional, enunciada en noviembre de 1996, declara que Brasil es "un país de
diversas regiones y un perfil diversificado, perteneciente simultáneamente al
Amazonas, al Atlántico, al Cono Sur, y a la cuenca del Río de la Plata"!". La
declaración política realza la formación, a través de la "acción diplomática po-
sitiva y concreta", de un "auténtico anillo de paz" alrededor de Brasil, basado
en el Mercosur, en el Tratado de Cooperación del Amazonas, en la Comuni-
dad de Países de Lengua Portuguesa, y en la Zona de Paz y Cooperación del
Atlántico Su~o.
La región del Amazonas, en particular, permanece como la perenne fuente
de preocupaciones para los planificadores de la política de defensa brasilera.
La Política de Defensa Nacional alude a "las acciones de los grupos armados
activos en los países vecinos, al borde del Amazonas brasilero'?". Subraya la
importancia de "los límites y las fronteras que están definidos con precisión y
son reconocidos internacionalmente'F', y "da prioridad al desarrollo y vigor la
franja de tierra a lo largo de las fronteras de Brasil, especialmente en las regiones
del norte y del centro-oeste'F'. El último punto se refiere al Projeao Calha Norte
del ejército brasilero, cuyo objetivo era la delimitación, el control y la protección
de los territorios amazónicos brasileros'".
Jack Child resalta la creencia arraigada entre los analistas geopolíticos y de
seguridad brasileros: que su país debe asegurarse de que "ocupa eficazmente la
totalidad de su territorio y que es el poder dominante en las vastas zonas despo-
bladas del corazón de América del Sur"25. Esta creencia encuentra su expresión
ernotiva en el slogan "A Amaumia é nossa" ("las Amazonas son nuestras") y es un
elemento esencial de la "trayectoria de Brasil hacia la grandeza aparentemente
inevitable, la clave para el momento en que (y nunca St) Brasil se convertirá en
el primer superpoder en emerger del hemisferio sur"26.
\9
República Federativa do Brasil, Presidencia da República, Politica de Defensa Nacional (Brasilia:
Imprenta Nacional, 1996), pt. 2.7, de aquí en más. PDN Brasil. La traducción oficial al inglés
puede obtenerse en http://www.brasil.emb.nw.dc.us./fpstlOde.htrn.
20
PDN Brasil. pt. 2.10. Mercosur (MeraukJ Común del Sur) fue conformado en marzo de 1991
a través del Tratado de Asunción, del que Argentina. Brasil, Paraguay y Uruguay son
estados miembros.
Chile y Bolivia firmaron un Acuerdo de Complerneruación Económico con Mercosur en
junio de 1996 y febrero de 1997, respectivamente. Ver http://www.mcrcosur.com/inJinfoltra-
.." de diplomacia y sigilo -ejemplificada por su constante expansión hacia el oeste,
tados_acuerdosjsp.
2\
PDN Brasil, pt. 2.12.
22
PDN Brasil, pt. 4.2.
23
PDN Brasil, pt. 5.11.
24
Un excelente, sino controversial, análisis académico acerca del interés militar institucional
brasilero en la región amazónica puede encontrarse en Daniel Zirker y Marvin Henberg,
. "Amazónia: Democracy, Ecology and Brazilian Military Prerogatives in me 1990s", Amu:d
Forces &- Society 20,2 (Invierno 1994): 259-281.
25 Jack Child, Geopolitics and Corflia in South America: 0:arrels Amung Neiglzbors (Nueva York: Prae·
ger Publishers, 1985), 36.
26
Child, 0:arrels ATlumg Neiglzbors, 34.
Si la región amazónica es tan central para la concepción de seguridad bra-
silera, ccórno podemos excluirla de nuestro análisis de la seguridad militar de
Brasil? Nuestro razonamiento es simple: a pesar de su énfasis retórico y pro-
gramático en la región amazónica, Brasil no enfrenta amenazas significativas de
seguridad en el norte. Según Child, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam
y la Guyana Francesa, son "más caribeños que sudamericanos'P". Por lo tan-
to, constituyen un complejo de seguridad distinto en el que Brasil no figura.
Child sostiene adicional mente que "las vastas zonas del Orinoco y las cuencas
del Amazonas sirven como amortiguadores entre la cuenca caribeña y el Cono
Sur,,28. Mientras que algunas iniciativas como el Proyecto Calha Norte podrían
eventualmente hacer de Brasil un jugador del complejo de seguridad de la cuenca
del Caribe, por las próximas décadas, las preocupaciones en seguridad regional
de Brasil seguirán insertas en el complejo de seguridad del Cono Sur. En la lista
de Child de las veinte situaciones de potencial conflicto en América Latina, la
única que incluye explicitamente a Brasil es la "rivalidad entre Argentina y Bra-
sil" por lograr mayor influencia y control de recursos (en la que todos los países
del Cono Sur forman parte)29.
El Cono Sur puede ser definido como el sistema de políticas de poder que
involucra a grandes actores como Brasil, Argentina, Chile y Perú, y a menores
estados amortiguadores como Uruguay, Bolivia, y Paraguay, dejando al resto
de los estados de América del Sur en la periferia de esta relación de poder'". El
complejo de seguridad del Cono Sur ha evolucionado a partir de dos sistemas de
balance de poder decimonónicos en América del Sur: el Sistema del Pacífico, que
involucra a Chile, Perú y Bolivia; y el Sistema del Río de la Plata / Atlántico, que
comprende a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. La región del Cono Sur
está dominada por Argentina, Brasil, Chile y Perú, y está organizada alrededor
de dos "alianzas diagonales" entre Brasil-Chile y Argentina-Perú". La relación
política central en esta arena geopolítica ha sido tradicionalmente la rivalidad
entre Argentina y Brasil por conseguir mayor influencia en el Cono Sur.
Desde una perspectiva histórica, la rivalidad Argentina-Brasil tiene una he-
rencia que se remonta cinco siglos atrás a la llegada de los poderes ibéricos a
América del Sur. Las actuales fronteras de Brasil son resultado de la exploración
aventurera y el asentamiento de exploradores portugueses y luego bandeirantes
(exploradores) brasileros, respaldados por la diestra diplomacia de los estados
P?r~gués y brasilero, todo a costa de las posesiones imperiales españolas y sus
,. distmtos estados sucesores. La historia brasilera de conquista territorial a través
;'. hacia el Pacífico- despertó el temor y la sospecha de sus vecinos, lo que se com-
binó con el temor brasilero de "ser rodeado". Hacia el sur, la expansión brasilera
se topó con Argentina. La rivalidad entre ambos tomó la forma de ganar mayor
27
Child, 0:arrels Among Neiglzbors, 7.
-» Child, 0:arrels Among Néiglzbors, 7.
29
Child, 0:arrels AmOllg Neighbllrs, 16-17.
30
Child, 0:arrels Amung Neiglzbors, 7.
3\
Child, 0:arrelr Amung Neighbors, 100.
-f~V~
influencia en los estados amortiguadores de Bolivia, Uruguay y Paraguay, ape-
nas surgiera una oportunidad+'.
Una cuestión subyacente de esta rivalidad era la sospecha de los estados his-
panoparlantes de que el Brasil luso-parlante estaba actuando meramente como
sustituto de los poderes hegemónicos angla-parlantes, Gran Bretaña y Estados
Unidos. Esto, por supuesto, añadía una importante dimensión extra-regional a
la rivalidad en el Cono Sur. Portugal había sido el aliado de Gran Bretaña más
antiguo en el continente. Brasil, por su parte, buscó asiduamente durante 30
años después de la Segunda Guerra Mundial consolidar la alianza que había se-
llado con Estados Unidos en los tiempos de guerra, durante la cual una división
brasilera entera había luchado en Italia en contra de los poderes del Eje. Con-
ducido en parte por sus temores de ser rodeado, y en parte por sus aspiraciones
de grandeza, Brasil en efecto ofreció a Estados Unidos una barganha leal- Brasil
seguiría siendo leal a la hegemonía regional de Estados Unidos a cambio de ser
reconocido con el estatus de socio menor o sub-hegemón. Durante estas déca-
das, Argentina fue duramente crítica de este arreglo, el que concebía como el
principal impedimento para la creación de una identidad latinoamericana anti-
Estados Unidos bajo su propio liderazgo. Los Estados Unidos, debe añadirse,
nunca aceptó totalmente el acuerdo ofrecido por los brasileros. "La controversia
entre Argentina y Brasil preservó la autonomía de los estados amortiguadores",
limitó la integración económica regional, permitió la diplomacia estadounidense
de 'divide et impera' hacia América del Sur, y jaqueó la participación a nivel
global tanto de Brasil como de Argentina'".
Si los efectos de la rivalidad Argentina-Brasil eran tan aparentemente ne-
gativos, cpor qué ambos países se empeñaron en esta relación que por tanto
tiempo fue de suma negativa? En este punto, es importante reconocer que el
comportamiento de los dos estados sudamericanos tenía una base económica.
A diferencia de las economías brasilera y estadounidense, que eran comple-
mentarias por naturaleza, las exportaciones agricultoras argentinas de carne y
trigo competían directamente con la producción estadounidense. Por lo tanto, la
histórica orientación argentina anti-Estados Unidos se basa en su necesidad de
construir una relación perdurable con el continente europeo, especialmente -ya
pesar de la disputa por las Islas Malvinas- con Gran Bretaña. La tradicional afi-
nidad de Argentina con Europa puede asimismo explicarse por la composición
predominantemente europea de su población. Por ende, la rivalidad Argentina-
Brasil estaba basaba mucho más que en preferencias políticas.
Hacia los años 70, se había añadido una dimensión nuclear a la rivalidad
Argentina-Brasil. No obstante, la rivalidad nunca se convirtió en un conflicto
32 Las diversas guerras en las que Argentina y Brasil jugaron un rol importante incluyen: la
Guerra del Brasil (1825-1828) entre Argentina, Uruguay y Brasil sobre la Banda Oriental; la
intervención de Brasil en la Guerra Civil Argentina entre Buenos Aires y las Provincias en
1852; la Guerra de la Triple Alianza de Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay desde
1865 a 1870; y la Guerra del Chaco (1932-1935) entre Bolivia y Paraguay.
33 Philip Kelly, Checkerboards and Shaüerbelts: 7~ Ceopolitia rfSouth Amenca (Austin: Universiry of
Texas Press, 1997), pp. 52-53.
_ .- 1
~ .._-
·erto. Child califica esta relación competitiva como "de bajo tono e incluso
ab I "3-1 A d' d
cordial, aunque ... no obstante un factor presente y constante . m.e la os
de los 70, Brasil se desprendió de su relación servil ~~n Estados Urudos: El
~ nto crítico que forzó a que Brasil reevaluara su relación con.Estados Urudos .O
fue la oposición de este último al acuerdo nuclear entre Bra~¡J y Alemarua c-
cidental en 1975. Durante la Administración Carter, las relaciones bllateral~s de
Estados Unidos tanto con Argentina como con Brasil alcanzaron su nadir, en
gran medida como resultado d~ la política d~ derechos humanos de Cartero ~?S
gímenes militares en Argentma y en Brasil cerraron sus filas ante la preslOn
~:e les ejercía Estados Unidos. En 19B? los. gobiernos militares de los generales
(y presidentes) Jorge Videla y J03.0 f¡~eJT~~o. firmaron un acuerdo del ~so
pacífico de energía nuclear, lo cual ~eñalo e!1~ClO de un Ar?entma
Brasil. Este proceso de entendimiento se V10 en gran medida fortalecido por
=r=:
~l apoyo de Brasil a Argentina durante la Guerra de Malvinas contra Gran Br~:
taña en 1982. Después de la guerra, la Embajada de Brasil en Londres manejo
los intereses arzenrinos en Gran Bretaña hasta que ambos países reestablecieron
relaciones diplomáticas. Se inició así el proceso de integración regional en e!
Cono Sur a partir de esta nueva dinámica cooperativa.
El impacto del Mercosur fue totalmente positivo y beneficioso para Argen-
tina y Brasil. En palabras de Philip KeJly, "e! acercarnie~to entre. ~bos estados,
[oo.)ha relajado las tensiones en la zona, aumentado la mteg:aclOn y desarrollo
regionales mantenido a raya la influencia de Estados Unidos, y realzado el
estatus internacional tanto de Brasil como de Argentina'r". El proyecto inte-
gracionista en el Cono Sur, que implica "un ~arc~ cooperativ? entre Argent~~a
y Brasil"36, tiene como objetivo romper el aislamiento geográfico de la regl?n
al transformarla en una fuerza de la economía mundial. Según Kelly, la política
exterior de Brasil ha oscilado tradicionalmente a lo largo de un espectro, que se
extiende desde el imperialismo hasta ser un participante del balance de poder,
de sustituto de Estados Unidos hasta aspirante a gran potencia, de hegemón re-
gional hasta integracionista regional. En su opinión, la ~olítica exterior de Brasil
es actualmente 70 por ciento imegracionista, aunque renene un elemento 30 por
ciento residual de hegemonía regional37.
En cuanto a las influencias externas en la región, Estados Unidos continúan
siendo el actor extra-regional dominante en el Cono Sur. Los intentos de Brasil de
distanciarse de Estados Unidos -una tendencia de política exterior que comenzó
a mediados de los 70- han sido perseguidos enérgicamente en los últimos años
por las administraciones de Fernando Henrique Cardoso y Luiz Inácio Lula da
Silva. Sin embargo, justo cuando Brasil se alejaba de su hasta en~onces re!ac~ón
cercana con Estados Unidos, la tradicionalmente ami-Estados Unidos Argentma
se acercó cada vez más al hegemón hemisférico. Durante la presidencia de Carlos
3.
Child, Q.uamls Among Nd.ghbors, p. 99.
35
Kelly, Checkerboardsand Shaiterbelts, p. 53.
36
Child, OEamls Amang NeighborJ, p. 99.
37 l( .,.11~, r=t; ••"I._I..
.•.-,J,. ".•..,J ('l.,.O,-l.,.'I, 17h. 1 Q/\
I-~----------------------------------------------------------~
Saúl, Me~em, la diplomacia argentina desarrolló una nueva doctrina de realisnu,
perjférUJ . Lo fund~ental de esta política era el reconocimiento explícito dellide-
razgo de Estados Urudos en el hemisferio occidental. Argentina no dudo' .
1a con ducci , dee Estados Uni en seguIr
UCCIOn
. .. Estados Urudos en los asuntos internacionales e 1
n os que sus
propIO~ intereses matenales no se veían afectados. Estos incluyen asuntos en los
que ex:ste consen~o. en el ?Ioque occidental, como la Guerra del Golfo (en la cual
Argentma .fu~ el uruco paJ:, de América Latina en comprometer fuerzas), o asun-
tos que coinciden
. . con los 'valores fundamentales' de la Argentina de mocratlca
' .
c~mo l~s.VlolaClone~ a los derechos humanos en Cuba. Bajo esta nueva doctrin~
~:hplomatlca, Argentma s~ opuso a la política de Estados Unidos sólo cuando sus
mterese~ materiales se velan desfavorablemente afectados por las acciones de Esta-
dos Urudos, cor:n0. los desacuerdos respecto al proteccionismo agrario durante la
ronda de negocJaclOnes
. ., del GATT
., en Uruguay. Similarmente ,aArgentina d opto'
una postura pr:nclplsta y moralista solo en aquellos asuntos que no le impusieran
un. costo matenal
_. y que no lo confrontaran a Estados Unidos . Por ende ,gen- la Ar
tma de los an?s men:rrustas puede ser considerada como uno de los países con
una ,de las po.lí~cas ~as pro-Estados Unidos de América. En la era posmenemista.
el pendulo ~o h~cJa e.llad.o op~esto. Claramente, la actitud de Argentina haci~
Es~dos Urudos. tiene ImplicanCl~ fundamentales para la política de seguridad
regional de Brasil y para las relaciones Argentina-Brasil.
4. India en el sur de Asia: Dominación desafiada
Oye el complejo. ~e seguridad de I~di~ deba ser definido con cuidado y
cautela es algo obVIO. ,1?c1uso s~s dos principales agencias del gobierno indio,
r~sponsables de la p.ollt1c~ exterior y de seguridad, parecen tener nociones dis-
untas acerca del vecindario estratégico de India.
El lrifo~e Anual 1998-1999 del Ministerio de Defensa (MoD) de India vin-
cu.la la se~ndad de India "directamente con su vecindario extendido", un tér-
mino que incluye específicarnente a los paises vecinos de India y a las regiones
de ~Sl~ Central, Sudeste Asiático, el Golfo y el océano Índico,,39. El informe
contmua con la ~rmación de que "India juega un rol primordial en la seguridad
de su entera. , reglOn pero que no está constreñida por la misma"!". Cabe a n al'Izar
la concepción que el MoD tiene de los vecinos de India.
~n pri~er lug~r está China, "e~ vecino más grande de India", con el que las
relaciones han mejorado en los últimos años". Mientras que insiste en que "In-
38
Sobre la inf1uye~te doctrina ar~entina de "realismo periférico", ver dos libros influyentes
de C~rlos Escude. Realismo pmfenco:Jundamen/oJ para la nueva política exterior argentina (Buenos
Aires. Planeta, 199:), y El realismo de lOJestados débiles: la política exterior del primer gnbierno
Menem.fen/e_ a la teoria de las relaciones internacionales (Buenos Aires: Grupo Editor Latinoarne-
ncano. 199:».
39
Gobierno d: India, Ministerio de Defensa, Annual Repon 1998-99 (Nueva Delhi: 1999),2 (pr.
1.2), de aqUl en más. MoD Annual Repon.
MoD Annual Repon, 2 (pr. 1.2).
..
día no ve a China como un adversario, sino como un gran vecino", el informe
señala que "la asistencia china al programa de armas nucleares de Paki~tán y. la
transferencia de rnisiles y de tecnología misilística a Pakistán afectan la situación
de la seguridad en e! Sur de Asia"41.
En cuanto a Pakistán, e! informe enumera una serie de medidas de cons-
trUcción de confianza que "contribuirían de modo tangible al objetivo de fomen-
tar un clima de estabilidad y seguridad en la región"42. Los otros vecinos men-
cionados en el informe son Nepal, Bhután, Bangladesh, Myanmar, Sri Lanka
y las Maldivas. Aunque el informe afirma que India comparte fro~teras con
Afganistán, éste está incluido en Asia Central, en lugar de estar en la lista de los
43
vecinos de India .
El Ministerio de Asuntos Exteriores (MEA, según su sigla en inglés) de
India tiene una noción claramente diferente de los paises que constituyen los
vecinos de India. El Irforme Anual 1998-1999 del MEA clasifica a los vecinos de
India en tres categorías: 1) los vecinos occidentales (Afganistán, Irán y Pakis-
tán),2) los vecinos de! este y del sur (Bangladesh, Myanmar, las Maldivas y Sri
Lanka) y 3) los vecinos del norte (Bhután y epal}"'.
La diferencia más notable entre ambos informes es que e! vecino más grande
de India -con el que India disputa la mayor frontera disputada del mundo- no
está incluido en la lista de vecinos del norte por el MEA, sino que está incluido
en Asia del Este, junto con Japón y las dos Coreas". Esta curiosa clasificación
de China, evidentemente, tiene menos que ver con las realidades geoestratégicas
46
que con la organización burocrática interna del MEA .
Por lo tanto, ¿China forma parte del complejo de seguridad de India? Aun-
que China no sea parte del Sur Asiático, es un elemento crítico para la seguridad
regional del Sur Asiático. En efecto. China define Asia; no puede haber un Asia
sin China. China es el único país asiático que atraviesa rodas las sub-regiones
de Asia, ya sea Asia del Norte, el Sudeste Asiático, Asia Central, Asia Interior,
o el Sur de Asia. Por lo tanto, toda definición geoestratégica (en oposición a la
geográfica) del sur de Asia debe necesariamente incluir a China.
Visto desde ueva Delhi, ésta es una proposición totalmente defendible.
China es un país contra el que India luchó -y perdió- una guerra en 1962. Casi
medio millón de soldados indios se encuentran desplegados en la frontera dis-
putada con China, al norte. Los tornadores de decisiones indios han expresado
repetidamente su preocupación respecto de la cooperación nuclear y misilística
entre China y Pakistán. Sin embargo. muchos analistas del Sur de Asia ignoran
41 MoD Annual Report, 2 (pt. 1.4).
42 MoD Annual Report, 3 (pt. 1.6).
43 MoD Annual Report, 4 (pt. 1.14).
4-1 Gobierno de India. Ministerio de Relaciones Exteriores, Annual Repon 1998-99 (Nueva De-
lhi: 1999), 1-10, de aquí en más, MEA Annual Repon 1998-99.
MEA Annual Repon 1998·99, 31·33.
Una rápida lectura de los Informes Anuales del Ministerio de Relaciones Exteriores de India
deja claro que la no·categorización de China como vecino de India en el MEA Annual Report
1998-99 no fue una aberración. Ver, por ejemplo, Gobierno de India, Ministerio de Relacio·
nes Exteriores, Annual Repor/2000-2001 (Nueva Delhi: 2001),1·13,27·29.
/I/'Persistentemcnte el "factor China" en el planeamiento de seguridad de India, y
continúan trazando una ecuación espuria y artificial sólo entre India y Pakistán.
India, con una población de 1,1 billones, es casi el 85% del tamaño de China
(con una población de 1,3 billones) y ocho veces más grande que Pakistán (con
una población de 147 millones). No obstante, el intento de India de competir
con China es vista como ambiciosamente fútil, mientras que la determinación
de Pakistán de igualarse a India paso a paso es visto como algo perfectamente
natural". Esta errónea percepción de una ecuación India-Pakistán está en el
centro de la problemática de seguridad en el sur de Asia.
Desde la guerra entre India y Pakistán en 1971, que condujo a la creación de
Bangladesh, el sur de Asia como región ha permanecido presa de su "inseguridad
estructural". La naturaleza indo-céntrica del sur de Asia es un hecho histórico y
geográfico, un elemento estructural que India no puede evitar y que sus vecinos
no pueden permitirse ignorar. Geográficamente, India constituye el núcleo del
Sur de Asia, y sus vecinos, la periferia. India comparte fronteras con cada uno de
los restantes paises de la región, mientras que ninguno de sus vecinos comparte
una frontera con ningún otro pais del Sur de Asia, salvo con India. Como refleja
claramente e! Cuadro 3, el poder militar de India, en términos convencionales,
por lejos sobrepasa el poder colectivo de todos sus vecinos regionales. Por lo
tanto, la única manera en que los demás países de! Sur de Asia podrían luchar
contra e! poder indio sería recurriendo al balance externo -buscando interven-
ción extra-regional- a la que India se opone fervientemente. Hasta las pruebas
nucleares de Pakistán en junio de 1998, no parecía haber salida de este dilema
de seguridad. Sin embargo, al ganar mayor paridad estratégica respecto a India,
Pakistán ha destruido la inseguridad estructural que había plagado al sur de Asia
y ha abierto la posibilidad de una paz duradera en la región.
Algunos analistas indios desafían esta visión sanguinaria argumentando
que una Pakistán nuclear sería más, y no menos, beligerante para con India.
Apuntando a la guerra de Kargil entre India y Pakistán en el verano de 1999, su-
gieren que fue posible sólo porque Pakistán tenía armas nucleares y podía, por
ende, infiltrar sus fuerzas a través de la Línea de Control (LDC) en Cachemira
sin el miedo de empezar una guerra totalmente desplegada. Sin embargo, Kargil
no desmiente la proposición de que la disuasión nuclear puede funcionar en el
Sur Asiático. (Después de todo, India resistió la tentación de cruzar la frontera
internacional, y Pakistán finalmente cesó y se retiró). Lo que Kargil prueba es el
hecho de que las armas nucleares sirven de sostén para el statu qua, y que son
instrumentos más bien pobres para una política exterior revisionista, y mucho
menos el tipo de aventurismo pakistaní evidenciado en Kargil.
o cabe ninguna duda de que la inseguridad pakistaní en relación a India
yace en el corazón de la problemática de la seguridad regional en el sur de Asia.
Sin embargo, una Pakistán más segura es un prerrequisito necesario (aunque no
suficiente) para una paz duradera en el sur de Asia.
James Manor y Gerald Segal inician un reciente artículo con la pregunta, "cPor qué China
recibe tanta más atención internacional que India?" Ver Manor y Segal, "Taking India
Seriously", Surviual40, 2 (Verano 1998): 53.
Es importante notar que el antagonismo entre India y Pakistán es distinto
del problema estructural de inseguridad señalado anteriormente. El conflicto
de India con Pakistán encuentra sus raíces en la ideología y la identidad más
que en la asimetría de poder. En efecto, entre al?>unos sector~s i~nportantes
de la elite política pakisraní, la obsesión de la pandad con India tiene rasgos
ciertamente alucinantes, El problema central sigue siendo que Pakistán había
sido fundada sobre la "teoría de las dos naciones", una ideología que confería
identidades nacionales distintivas a los hindúes y a los musulmanes. Desde
la perspectiva india, el paso del tiempo podía ser la mejor solución para el
problema indo-pakistaní. Para la generación pos partición de la elite india, Pa-
kistán ha sido siempre otro país, coloreado distinto en los mapas en la escuela.
Para ellos, la ecuación "Pakistán = patria de indios musulmanes" no tiene nin-
gún sentido, dado que hay tantos musulmanes indios hoy como la población
entera de Pakistán. En la medida en que la generación pospa'rtición alcance
posiciones de poder e influencia en India en las décadas venideras,. es probable
que la centralidad de Pakistán en la Weltanschauung de India disminuya consi-
derablemente. Si un proceso similar ha de transcurrir en Pakistán permanece
una cuestión aún abierta aunque crucial.
Por lo tanto, la configuración de poder relativo en el Sur de Asia en la post
Guerra Fría se caracteriza por la dominación india, la resistencia pakistaní, y la
manifiesta nuclearización bilateral conducente a una paridad estratégica entre
ambos. Mientras que India y Pakistán han estado en paz oficialmente desde
197148, sus fuerzas armadas continúan peleándose entre sí. En el valle de Ca-
chemira y más lejos, Pakistán lleva a cabo una estrategia moderadamente eficaz
y de bajo costo, de apoyo a los grupos insurgentes contra ueva Delhi. India
describe oficialmente la insurgencia en Cachemira como una "guerra proxy", un
epíteto que capta con precisión el rol de Pakistán en la organización, el armado
y el financiamienro de los grupos insurgentes, pero que oculta los motivos endó-
genos del descontento general en Cachemira":
Sin embargo, las verdaderas dimensiones de la rivalidad indo-pakistaní son
reveladas en las empinadas laderas y en el aire fino de la cadena montañosa
de Saltara, una rama sureña de la cadena del Karakoram Esre'". En la cadena
de Saltoro, los ejércitos indio y pakistaní se han encerrado desde el 13 de abril
de 1984 en una lucha ojo-a-ojo por el control del glaciar Siachen, uno de los
lugares más inhóspitos del planeta". Esta fue por lejos una de las guerras más
48
Sobre las diversas guerras entre India y Pakistán, 771e Origins rf War in
ver Sumir Ganguly,
Soutñ Asia: Indo-Pakistani CnnjlicIJSilla 1947 z= edición (Boulder: WestviewPress, 1994).
49
Para una sólida explicación de la insurgencia en Cachemira, ver Sumit Ganguly, The Crisis ill
Kashmir: Portents rfWar Hopes tf Peaa (Carnbridge: Cambridge University Press, 1999).
50
Las sangrientas batallas luchadas en mayo-julio de 1999 entre India y Pakistán en las zonas
de Kargil, Oras y Butalik, de Cachemira. reflejan la profunda hostilidad y rivalidad suma-
cero existente entre los dos estados.
51
Sobre el conflicto de Siachen y su posible resolución, ver Samina Ahmed y Varun Sahni,
"Freezing {he Fighting: Military Oisengagement on the Siachen Glacier", Coopera tive Mo-
nitoring Cerner Occasional Paper o 1 (Cooperative Monitoring Cerner, Sandia Nacional
Laboratorics, Albuquerque, ! ueva México, marzo 1998 (Documem N° SANO 98-0505/1)).
 duraderas entre dos ejércuos regulares del siglo XX, una guerra que aún continúa
en estos seis primeros años del siglo XXI. Esta guerra se pelea en la arena de
batalla probablemente más inverosímil de toda la historia de la humanidad. Los
siguientes hechos revelarán lo absurdo de esta guerra. La zona de guerra recibe
de 6 a 7 metros de! total anual de 10 metros de nieve, solamente en el invierno.
Las ventiscas pueden alcanzar una velocidad de hasta 150 nudos (casi 300 kiló-
metros por hora). La temperatura desciende rutinariamente a 40 grados centÍ-
grados bajo cero. La sensación térmica (wi:nd dullfador, WCF) promedio durante
el invierno es de alrededor de 1400 grados, aunque se han registrado WCF de
hasta 3000 grados. Por estos motivos, el glaciar Siachen ha sido denominado el
"tercer Polo". Esta es, empero, una denominación desorientadora, pues se cen-
tra solamente en las condiciones climáticas adversas e ignora por completo el
impacto dañino de la altitud y e! terreno. En realidad, la elevada altitud agrava
severamente las implacables condiciones climáticas. El Campamento Base de las
fuerzas indias está a 12.000 pies sobre e! nivel del marS2. Debido a la pendiente
inclinada de la cadena de Saltoro, la zona es también propensa a avalanchas.
Estas condiciones adversas tienen consecuencias directas: desde e! inicio de la
guerra sólo e! 3 por ciento de las bajas indias se han debido a la hostilidad del
fuego; e! 97 por ciento restante se ha debido a la altitud, al clima y al terreno.
La cuestión más curiosa de la guerra de Siachen es que no fue una guerra total,
un contraste dramático como casi todas las demás guerras prolongadas de este
siglo. India y Pakistán siguen manteniendo totales relaciones diplomáticas entre
sí, y tienen muchos otros lazos bilaterales, incluyendo e! deporte y la cultura.
Dejando los viejos ejes de Islarnabad-Washington-Pekín y ueva Delhi-Moscú-
Hanoi en e! pasado, la única influencia extra-regional significativa en e! Sur de Asia
-aparte de! omnipresente Estados Unidos- es China. China busca contrarrestar la
dominación regional de India asistiendo a los programas nuclear y rnisilistico de Pa-
kistán, y está construyendo bases navales en Myanmar para distraer la atención de
India de! conflicto en la frontera entre China e India. Sin embargo, parece que ni In-
dia ni China desean subir la apuesta en su mutua rivalidad. India, por dos motivos,
querría tomarse su tiempo sin incrementar e! conjunto de desacuerdos con China.
Primero, actualmente India está completamente fuera de la liga de China, y
necesita al menos 15 años de 7-8 por ciento de crecimiento anual antes de poder
esperar razonablemente luchar COntra China. Segundo, de ninguna manera que-
da claro si China está destinada a ser un rival de India en e! largo plazo. La comu-
nidad de seguridad de India está dividida respecto a esta segunda cuestión.
Un enfoque es que, en virtud de ser los dos gigantes de! territorio asiático y
los herederos de dos de las "civilizaciones madre" de Asia, India y China están in-
volucrados en un juego de suma negativa. Desde esta perspectiva, y en la medida
en que China es cada vez más poderosa y difícil de acomodar, es probable que se
Este trabajo también puede descargarse del sitio web de CMC: hup://www.sandia.gov/issues/
papcrs/freezing/index.hrrnl.,
52
La altitud de algunas pumas delanteras indias en la cadena montañosa de Saltoro: Pahalwan
(20.000 pies), Zulú (19.500 pies), Indira Col (22.000 pies), Bana Post (2l.000 pies), Kumar
(16.000 pies), Bija Top (18.600 pies) y G-III (17.000 pies).
forme un eje con el objetivo de contener a China, que corra desde Washington-
Berlín-Moscú-Nueva Delhi-Yakarta-Hanoi-Tokio. Un arreglo de seguridad regio-
nal en Asia podría ser una ruta alternativa para contener e! poder chino.
Sin embargo, la perspectiva alternativa es la formación de un eje alrededor de
los "valores asiáticos" dirigido contra Occidente, que se extienda desde Teherán-
Nueva Delhi-Kuala Lumpur-Pekín. Una variante de este eje fue sugerida por Dick
Wilson, quien habla de una futura "trinidad de seguridad" asiática, compuesta por
China, India y Japón, y que constituiría más bien un directorio asiático, en lugar
de un ejé3. En estos últimos años, algunos analistas políticos rusos han estado ba-
rajando la idea de una nueva "Alianza de los Tres", compuesta por China, Rusia e
India, para contrabalancear una OTAN cada vez más enérgica y ofensiva. Otra op-
ción es e! surgimiento de un arreglo de cooperación en seguridad en la región: un
proceso Asiático Helsinki". Por lo tanto, e! futuro a largo plazo de las relaciones
entre India y China, un asunto de evidente importancia histórica a nivel mundial,
aparece demasiado en e! futuro para poder discernir sus contornos con precisión.
5. Sudáfrica en el sur de África: Supremacía reconocida
En términos de capacidades relativas, la posición predominante de Sudá-
frica en el sur de África es autoevidente. Incluso durante los años de! apanheid;
Sudáfrica era "quien ejercía mayor influencia en los asuntos de! sur de África:
e! Estado con la mayor capacidad por lejos para afectar e influir en e! curso de
los sucesos regionales=". Sin embargo, las particulares configuraciones internas
de Sudáfrica bajo el apartheid obturaban el camino de!liderazgo regional. Como
dijo Robert Jasper en 1986, "la paradoja de la política regional es el hecho de
que Sudáfrica haya sido incapaz de traducir este aplastante poderío militar y
económico en nada que se parezca a un grado comparable de influencia politica
en la región,,'6. Por e! contrario, por todo su poderío militar y económico, la
sensación de aislamiento de Sudáfrica en la región se ha incrementado durante
la última década del apartheid. Un observador contemporáneo notó entonces
que "la política regional hoyes en gran medida una cuestión de supervivencia
militar"SJ Fue esta noción de seguridad regional -de estar sitiados- que subya-
cía la "política de desestabilización" del gobierno de P. W. Botha (1978-1989). El
objetivo oficialmente declarado de desestabilización era "paralizar a la SWAPO
y al ANC milirarmente'v" y "crear una presión militar y económica tal en los
53
Ver Dick Wilson, "The Asian Security Managemem Challenge: A Futurc 'Triniry' of China,
India andJapan", RGICS Paper N° 10 (Rajiv Gandhi Instirute for Contcrnporary Studies,
Nueva Delhi, abriJ 1994).
54
Ver Varun Sahni, "India and me Asian Securiry Architecture", Curraü History (abril 2006): 161-166.
55
Roben S.Jastcr, South AJn"caand its Neighhours·/he Dynamics ofRegional ÚJliflict Adelphi Paper 209
(International Institure Ior Sirarcgic Studies, Londres, Verano 1986),6.
56
Jaster, Soutñ Africa and its Nághbours. 6.
51
Philip H. Frankel, Pretona's Pretonans: Cunl-Military Relations in South. Africa. (Cambridge: Cam-
bridge Universirv Press, 1984), 104.
58
La Organización Popular de África del Sudoeste (SWAPO) yel Congreso Nacional Africano
(ANG).
 estados santuario ... que estarían forzados a rechazar el asilo a las guerrillas,,59.
Sin embargo, como señalaJasper, "la política de desestabilización tenía un tercer
objetivo primordial: generar una détenle regional en los términos impuestos por
Sud áfrica y formalizado a través de una serie de acuerdos bilaterales; en breve,
nada menos que una Pax Pretoria ("lhe destabilisation policy Izad a third and overriding
I?jectiue:lo bring aboul a regional detente on terms imposed by South Africa and Jormali.sed in
a series o/bilateral accords; in short, nolhing less than a Pax Pretoria ')60.
La nueva política de "aporrear a los vecinos hasta lograr la sumisión" ("club-
bing {the} neighbours into submission'v" fue legalizada a través de la enmienda del
Acto de Defensa en 1977. La legislación enmendada permitió que la Fuerza de
Defensa de Sudáfrica (SADF) operara no sólo "en cualquier parte de la Repúbl].
ca de Sudáfrica' ("in any part o/ the Republic o/ South. Afoca '), sino también, y por
primera vez, en los "estados vecinos" ("neighbouring states'j62. Hacia 1984, dos
de los vecinos de Sudáfrica se doblaron ante su poder militar y económico y de-
mandaron la paz. En la mesa de negociación, Sudáfrica consiguió a martillazos
el Acuerdo de Luanda, estableciendo un cese al fuego con Angola, y el Acuerdo
de Nkomati de mutua no-agresión con Mozambique. En opinión deJasper, "no
cabe duda de que fue la política de desestabilización y los duros golpes infringi·
dos a Angola y a Mozambique, lo que condujo a que esos dos países aceptaran
firmar con el régimen del apartheid; dichos acuerdos políticos tan costosos y po-
líticamente desagradables" ("tlzere is no doubt that it was the destabilisation policy and
the puni.shing blows ii dealt to Angola and Mpzambique which led those two sta/es to agree to
sign sudi poliiically distastefid and costilpacts with the apartheid reg;."rne')63.Por lo tanto,
desde una perspectiva estrictamente de seguridad, no puede haber duda de la
habilidad de Sudáfrica de lograr lo que quiere en el sur de África.
Sin embargo, incluso el ejercicio intencional del poder de Sudáfrica por
parte de la administración Botha, no logró conseguir el liderazgo regional para
el régimen del apartheid. En 1979, Sudáfrica propuso la creación de una "conste-
lación" de diez estados regionales bajo su liderazgo para la cooperación regional
y la détente, pero la iniciativa se esfumó rápidamente'". En rápida contraofensi-
va, Botswana, Angola, Zambia, Mozambique y Tanzania, crearon la Conferen-
cia Sudafricana de Coordinación para el Desarrollo (SADCC), con el objetivo
explícito de "reducir la dependencia económica regional en Sudáfrica'l'". Los
estados regionales de la SADCC incluían a Botswana, Lesotho y Swazilandia
(los así llamados estados BLS), todos quienes mantenían "estrechos lazos econó-
micos con Sudáfrica a través de la Unión Aduanera de Sudáfrica't'". Sudáfrica
era la fuente del 90 por ciento de las importaciones de los estados BLS, mientras
5!)
Jaster, Soulh Afo'ca and its Neighbours, 14.
60
Jaster, Soutñ Aftica and its Neighbours, 16.
(,1
Jaster, South Afo'ca and us .Nt:ighbours, 17.
62
República de Sudáfrica, White Paper on Defmce, 1977 (Pretoria: Departamento de Defensa,
\o\l"PF·1977), 9, citado en Frankel, Pretona's Pretorians, 58.
63
Jaster, Soutb. Afoea and us NeighhoUTS.21.
64
jaster, South Aftica and us NeighhoUTj, 45.
65
Jaster, Soutñ Aftica and its NeighhoUTS.46.
6(,
Jaster, South. Afrim. and its Neiglzbours, 46.
que la Unión Aduanera proveía dos tercios del total de la renta presupuestada
de Lesotho y Swazilandia'". Otros estados de primera línea también eran muy
dependientes de la economía e infraestructura sudafricanas.
A modo de demostración de su fuerza económica en la región, Sudáfrica re-
tiró 25 locomotoras prestadas a Zimbabwe en 1981, lo cual fue estratégicamente
calculado para interrumpir una cosecha extraordinaria de grano, y ante lo cual solo
cedió bajo la fuerte presión de Estados Unidos68 Sin embargo, y a pesar de su fuero
za militar y socioeconórnica, durante los años del apartheid, Sudáfrica no "obtuvo
una influencia política en la región proporcional a su influencia militar y económi-
ca ... y por ende no logró reunir los criterios de un poder regional real ... "69. En
otras palabras, mientras que Sudáfrica podía ejercer un poder irresistible sobre sus
vecinos, no podia forzarlos a aceptar su supremacía en el sur africano.
El establecimiento de una democracia multirracialluego de las elecciones de
abril de 1994 y el fin del apartheid tuvo "profundas consecuencias tanto políticas
como estratégicas'f", Como lo expresó el White Paper publicado por el Departa-
mento de Defensa de Sudáfrica (DOD) en 1996, "el gobierno ahora es represen-
tativo y ya no está más en guerra contra su propia gente y los estados vecinos de
Sudáfrica"". El Wlzite Paper también señala que luego de "dos décadas y media
de aislamiento ... las relaciones exteriores del país se han transformado de una
modalidad de adversario hacia la cooperación bilateral y multilateral't'".
El impacto de los cambios internos de Sudáfrica en el contexto de seguridad
regional ha sido enorme. El Difena Reinaa 1998 de! Departamento de Defensa
señala, en su capítulo acerca de la seguridad regional, que el desarrollo estratégico
más significativo "es e! nuevo estarus de Sudáfrica en e! sur de África, antes una
arena de intenso conllicto,,73. Las relaciones entre Sudáfrica y sus estados vecinos
"han mutado del rencor a la amistad y la cooperación'?". Este cambio se refleja
totalmente en la evaluación que Sudáfrica hace de su seguridad nacional, y pro·
porciona un cambio notable desde la sensación de estar aislado y asediado, que
había dominado los últimos años de gobierno blanco minoritario.
El White Paper también establece que Sudáfrica "no está confrontada por
una amenaza militar convencional inmediata, y no anticipa agresión militar ex-
tema en el corto a mediano plazo (+/- 5 añoS)"75. Esto tiene importantes im-
plicancias para e! diseño de la fuerza: "el tamaño y la capacidad de la SANDF
... no debe verse como amenazadora por los otros estados del sur de Africa"?".
67
Jaster, Soutñ Aftica and us Nt:'ighboUTS,67.
68
Jaster, Soutñ Afoea and ils N~ighbolm, 12.
69
Jaster, South Afoea and us NeighbouTs, 65.
70
República de Sudáfrica, Departamento de Defensa, Defena i11 a Demoaacy: White !1¡x:r 011 National De-
fenafor iN:RepublU.rfSouthAji-im (mayo 1996, ch. 1, pt. 1), de aquí en más, DOD Whue Ebper 1996.
71
DOD While Paper 1996, ch. 1, pt. 5.
72
DOD While Paper 1996, ch. 1, pt. 4.
73
República de Sudáfrica, Departamento de Defensa, Soutñ Afneall Defenu Rnneta 1998 (ch. 4.
pt. 3), de aquí en más, SADR 1998.
7.
75
SADR 1998, ch. 1. pt. 41.
DOD ws« ?aper 1996. ch. 4, pt. 3.
76
SADR 1998, ch. 2, pt. 20.1. El South African Nauonal Defcnce Force (SA1\lDF) fue esta-
blecido en 1994 a rravés nI" 1~ intrcrr:;lriAn HP ~nt,..r;,..."YP(' f•••...•...•....••.
["' 1 •..• : ( ...•__ 1.. ..
A-1B .
El Whi1ePaper sugiere que "reducciones en los niveles de las fuerzas sudafncanas ea deberían ser sancionadas por la OAU"S7. Además, "las operaciones de paz
y de su tenencia de armas pueden alentar un proceso de desarme más extendido que tienen lugar bajo los auspicios de la OAU o la SADC requieren el previo
en el sur de África'?". Sin embargo, agrega la importante condición de que "re- aval de! Consejo de Seguridad de la ONU"S8. Mientras que señala que "no se
ducciones en las fuerzas deben mantenerse dentro de proporciones razonables requiere, ni tampoco es viable, una fuerza de paz permanente en la r~gión"89, el
si Sudáfrica ha de jugar un rol activo de apoyo en la región,,78. El mensaje de Difence Review afirma que "los estados de la SADC están comprometidos con la
fondo, tanto en e! White Paper como en e! Difence Review, es que "Sudáfrica com- cooperación regional para la preparación de operaciones pacíficas de apoyo"?",
parte un destino común con el sur de África,,79. Ne!son Mande!a. expresó ~ste Para lograr esto, "se debe asumir un entrenamiento combinado con las fuerzas
sentimiento de modo resumido en 1993, varios meses antes de su mauguraCión de los países con los que es más probable que Sudáfrica se vea involucrada en
como presidente: "Sudáfrica resistirá toda presión o tentación para perseguir sus .
operaclOnes paCl'fi cas d e apoyo "91 . .
propios intereses a costa del sur de África,,80. .. Los estados de la SADC han tomado pasos importantes en dirección de!
En sus documentos oficiales recientes, e! gobierno de Sudáfnca ha reiterado entrenamiento combinado para e! mantenimiento de la paz. En 1997, un ejer-
repetidamente su interés en generar medidas de construcción de co~fianza y cicio combinado para el mantenimiento de la paz, la "Operación Blue Hungwe",
seguridad (CSBMs) en la región. Algunas de las CSBMs resaltadas mclu?,en: fue organizado en Zimbabwe'". En abril de 1999, cerca de 4.000 integrantes del
consulta anual e intercambio de información; e! establecimiento de un regIstro personal militar y policial de 10 países de la SADC participaron en un ejercicio
regional de armas; la notificación, inspección in situ y verificaciór: de los ejerci- de paz en Sudáfrica codificado como "Operación Blue Crane". El ejercicio del
cios militares; y una red de comunicaciones y línea de acceso directo para las tamaño de una brigada se llevó a cabo en la escuela de batalla de SANDF en Lo-
crisis". A parte de las CSBMs, "la cooperación en materia de defensa con otros hatla en la Provincia Septentrional del Cabo, e incluyó a las tropas y las policías
estados de! sur de África es una prioridad'Y para los tomadores de decisión de Botswana, Lesotho, Malawi, Mauritania, Mozambique, Namibia, Sudáfrica,
en materia de defensa en Sudáfrica. Como señala e! Defence Review, "Sudáfrica Swazilandia, Tanzania y Zambia. La participación de Angola y Zimbabwe estu-
se involucra ahora en cooperación en materia de defensa con varios países y vo limitada a equipos de observación'".
participa en acuerdos regionale~ de seguridad bajo e! auspicio de la Co~unidad Frente a esto, los vecinos de Sudáfrica reconocen -e incluso quizá reci-
para e! Desarrollo de! Sur de Africa (SADC)"83. Con este fin, Sudáfnca busca
ben con agrado- su supremacía regional. Esto, sin embargo, podría ser una
"fortalecer los foros de seguridad y defensa de la SADC"S4 y "fomen~ar e! d<:-
fase transitoria basada en la luna de miel extendida de la que gozó Sudáfrica
sarrollo de un enfoque multilateral de 'seguridad común' en e! sur de Africa"s,.
gracias a la estatura moral de Nelson Mandela. En efecto, hay señales de resis-
Sin embargo, la única zona de cooperación en seguridad en que se concentra el
tencia a la supremacía regional de Sudáfrica, principalmente de parte de Zim-
gobierno de Mande!a son las operaciones multilaterales de apoyo a la paz, tanto
babwe. En abril de 1999, Zimbabwe armó un pacto de asistencia militar con
en la región como en e! continente.
Narnibia, Angola, y la República Democrática del Congo, principalmente para
El White Paper apunta a las "expectativas de que Sud áfrica se involucrará
apuntalar militarmente los regímenes de los dos últimos países, que enfrentan
en operaciones multilaterales de apoyo a la paz en e! continente't'". Como pre-
hoy serias insurgencias'". El conflicto en el Congo, en particular, trascendió
condición para participar en es~ tipo de operaciones, Sudáfrica insiste en que
la región dado que Ruanda y Uganda apoyaron activamente a los rebeldes
las "[operaciones] en e! sur de Africa deberían ser sancionadas p~r la SAD~ y
congoleses. La iniciativa de Zimbabwe, al dividir de facto a la SADC, la ubicó
asumidas con otros estados de la SADC. Sirnilarmente, las operaCiones en Afri-
en una senda de colisión con Sudáfrica, quien ha estado intentando alcanzar
un arreglo negociado para el conflicto en e! Congo. Con Robert Mugabe
instituidas. La anterior categoría incluye el South African Defence force (SADF) y las fuerzas
en ánimo militante, tanto interna como externamente, Sudáfrica bajo Thabo
de las cuatro "naciones" (Transkei, Ciskei, Venda y Bophutatswana); las últimas fuerzas
guerrilleras como e! Umkhonto we Sizwe (Lanza de la Nación) de! ANC.
Mbeki encontró que la agenda regional se le está escapando de las manos, y
77
DOD While Paper 1996, ch. 4, pt. 28.
78
DOD White Paper 1996, ch. 4, pt. 28. 87
SADR 1998, ch. 5, pt. 5.3.
79 88
DOD While Paper 1996, ch. 4, pt. 29; SADR 1998, ch. 4, pt. 15. .' SADR 1998, ch. 5, pt. 15.
80 Nelson Mandela, "Sourh Africa's Future Foreign Policy", Fareign Ajfoirs 72, 5 (noviembre/di- 89
SADR 1998, ch. 4, pt. 13.
ciembre 1993): 9l. 90
SADR ]998, ch. 4, pt. 14.
81
SADR 1998, ch. 4, pt. 11.3. 91
SADR 1998, ch. 5, pt. 33.
82
DOD While Paper 1996, ch. 4. pt. 6.4. 92
Tabby Moyo, "Namibia To Be Pan of SADC force", The Namibian (Windhock, 23 de marzo
83
SADR 1998, ch. 1, pt. 4. de 1999), descargado de http://www.africanews.org.
84 DOD White Paper 1996, ch. 4, pt. 6.4. Las estructuras de la SADC incluyen el Summü, e! Ór- 93
"SADC: Peacekeeping exercise opcns in South Africa", UN lnlegraled Regional InfomUllioll Net-
gano de Política, Defensa y Seguridad, }' el Comité Inrercsraral de Defensa y Segundad. ioork (15 de abril de 1999), descargado de http://www.africanews.org.
DOD While Paper ]996, ch. 4, pt. 12. 94
Iden Wetherell, "Mugabe Forms New Defence Pacr", lIleMail & Cuardian Gohannesburgo,
86 DOD While Paper ]996, ch. 4, pt. 2. 16 de abril de 1999), descargado de http://www.africanews.org.
su supremacía regional está siendo una vez más desafiada. El relativo ocaso
económico de Sudáfrica en relación a sus vecinos y los costos sociales de la
pandemia de SIDA han contribuido asimismo a que su supremacía regional
se encuentre crecientemente en jaque.
6. Conclusiones
Un análisis comparativo de las problemáticas de seguridad regional de Bra-
sil, India y Sudáfrica debería intentar ofrecer al menos respuestas tentativas a un
conjunto de cuestiones importante. ¿Qyé podemos decir acerca de los caminos
adoptados por sendos países en sus contextos de seguridad regional? ¿El análi-
sis comparativo sugiere que algún sendero sea "mejor"? ¿Qyé entendemos por
un sendero "mejor" para la seguridad regional: uno que promueva la paz y la
estabilidad regionales, o uno que encuentre e! camino más eficaz para la domi-
nación regional? ¿Cuán importante es e! contexto regional? ¿El contexto regio-
nal determina, de hecho, el camino adoptado por cada poder emergente? ¿O la
política adoptada por cada poder emergente está en cierto modo des vinculada
de las limitaciones impuestas por la configuración de poder regional?
Nuestro estudio sugiere que e! rol de un poder regional depende al menos
de tres factores. Los primeros dos -la capacidad militar y e! nivel socioeconórni-
co- determinan la capacidad relativa del poder emergente dentro de su propia
región. Sin embargo, los patrones de enemistad y amistad regionales -producto
de la historia pasada y de la política corriente- son otro factor crítico de la reac-
ción de los estados vecinos al rol regional del poder emergente.
Sudáfrica logró obtener un liderazgo incontestado en su región una vez
abandonada la política interna divisiva de! apartheid. La entente entre Brasil y
Argentina, por otro lado, estaba basada más en un cambio de percepción, que
en un cambio de política. En el sur asiático, la relación entre India y Pakistán
continúa siendo rehén de su historia. En esta última región, las percepciones
sobre el pasado continúan limitando las posibilidades para e! futuro.
Visto bajo esta óptica, tiene poco sentido hablar de un camino "mejor" para
la seguridad regional, dado que los grandes avances en política son sólo un ele-
mento de una compleja red de factores, regionales y extra-regionales, que definen
la problemática de seguridad de una región. Sin embargo, afirmar lo antedicho no
implica sugerir que las opciones de política no sean importantes. Las limitaciones
impuestas por factores estructurales como su configuración de poder regional,
el rol de los poderes extra-regionales, y las percepciones de los estados vecinos,
pueden parecer aplastantes, pero no son insuperables. Las percepciones pueden
limitar las políticas, pero las políticas pueden alterar las percepciones. El ejemplo
más claro de la importancia de las decisiones de política es Sudáfrica, un poder
emergente que ha asumido un nuevo rol constructivo en su región, como resulta-
do directo de un único (y singular) cambio de política: la decisión de abandonar
el apartheir1 Si la supremacía de Sudáfrica en e! sur africano es hoy ampliamente
reconocida -y en muchos casos incluso bienvenida- por sus vecinos, el cambio de
política está en la base de este cambio asombroso. El contraste entre la nueva polí-
tica de operaciones de paz multilaterales de apoyo y la política de desestabilización
regional del Estado del apartheid no podría ser más marcado.
El caso de Brasil es también extremadamente interesante en términos de sus
vinculaciones entre las opciones de política de los poderes emergentes y la segu-
ridad regional. A primera vista, e! acercamiento entre Argentina y Brasil es un
fenómeno bastante reciente, iniciado en las dictaduras militares en un contexto
de rivalidad nuclear, pero luego se amplió y profundizó por los regímenes civiles
recientemente instalados en ambos países. Sin embargo, a modo de explicación de
la irrelevancia de la primacía brasilera en e! Cono Sur, el entente entre Argentina y
Brasil no es, por sí mismo, suficiente. ¿Por qué no le temen los vecinos de Brasil a
este enorme Estado continental más de lo que lo hacen en la realidad? Entender
por qué requiere una explicación que preste atención a la persistente política bra-
silera de crear estabilidad regional: que se retrotrae 150 años atrás. Esta política
tiene varias aristas: una política activa de gestión de fronteras desde los tiempos
de! Barón Río Branco; una fuerte presencia diplomática en sus vecinos para que
difundan la tensión; y la creación de una red regional de infraestructura -como el
proyecto Itaipú- para atar a sus estados vecinos: y a sí mismo'".
En marcado contraste con Brasil y Su dáfrica , India parece prisionera de su
contexto regional. La relación entre India y Pakistán continúa siendo de una per-
durable rivalidad, un imaginario de enemistad y cálculos de suma-cero. La geo-
grafía en litigio y la ideología divergente han probado ser fuerzas mucho más fuer-
tes que e! parentesco social y la similitud económica para dar forma a la historia
dividida de estos dos países vecinos. Es poco probable que cambie esta situación
en e! corto plazo. Pero incluso en este extremo caso de limitaciones regionales,
parecería que la política juega un rol positivo. En efecto, durante años, India ha
recurrido a diferentes estrategias para realzar su seguridad regional, oscilando
entre tácticas de intimidación (e! bloqueo a Nepal a fines de los 80) por un lado:
y concesiones unilaterales (resolver una disputa por aguas de río con Bangladesh
en términos extremadamente generosos) por e! otro. La así llamada "Doctrina
India", anunciada durante los últimos años de la era de Indira Gandhi, declaraba
virtualmente al sur asiático como una esfera de influencia de India en la que los
poderes externos no estaban bienvenidos. La Doctrina Gujral de fines de los 90,
en fuerte contraste, fue una estrategia que tenía e! objetivo de hacer concesiones
unilaterales a sus vecinos regionales sin exigir reciprocidad: todo ello con el ob-
jetivo de reducir las tensiones regionales y de promover la cooperación regional.
Respecto de Pakistán, la política de India ha oscilado entre la beligerancia extrema
(las pruebas nucleares de mayo de 1998) y un deseo genuino de enterrar el hacha
95
Itaipú es el proyecto hidroeléctrico más grande del mundo, al menos hasta que se complete el
proyecto hidroeléctrico de la Presa de las Tres Gargantas sobre el Yangtze en China. y esté to-
talmente operativo. Mientras que Iraipú surgió como un importante símbolo de cooperación
regional, podría ser igualmente visto como un arma extremadamente poderosa de Brasil.
Derivado de algunas estimaciones, toda ruptura repentina sobre Itaipú, sea esta intencional
o no, podría potencialmente arrastrar a la Capital Federal de Argentina, Buenos Aires, sin
mencionar adicionalrncntc casi todo Paraguay y Uru "'1J ay, hacia el océano Atlántico Sur.
 -123
-12~1 viaje en autobús a Pakistán del Primer Ministro Vajpayee en febrero de 1999). Cuadro 2. Indicadores ,
geografícos, demogra 'fjlC05 - y socioecon
. . 1nicos'
ó
. países del Cono Sur
Por 10 ramo, incluso en el limitado contexto del Sur Asiático, existe un espacio
para las iniciativas políticas con objetivos de quebrar el punto muerto regional. País Territorio Población P~I r: Esperanza
I caprta Tasa de Tasa de I
Acc.eso a Acc.eso a
(km') total de vida mortalidad analfa- mejorar mejorar
Una última consideración acerca de los tres poderes emergentes y sus COn- (por 1.000, I (US$, femenino infantil betismo el Ilas
textos regionales: Brasil, India y Sudáfrica se encuentran todos en regiones que 2004 est.) 2001) en el (por 1.000 adulto agua facilida-
nacimien- nacimientos, femeni- potable des
están fuera de las zonas de dinamismo económico en el sistema internacional. to (años, 2000-05) no ('lo, (%,2000) sanira-
Por 10 tanto, si alguna vez emergen los poderes emergentes, solo podrían ser a 2000- 2005) 2000) rías
(%,2000)
través de la transformación positiva de sus respectivas regiones como zonas de ,.-
crecimiento y paz. El COntexto de seguridad regional, por ende, es un factor Brasil 8.511.965 180.655 2.925 72.6 38 13,2 87 76

crítico para los poderes emergentes en su búsqueda para trascender las barreras 38.871 5.267 77,7 20 3,2 -- --
Argentina 2.780.400
regionales y lograr un impacto global. Lo que este estudio sugiere es que el
Bolivia 1.098.581 8.973 940 66,0 56 20,8 83 70
liderazgo regional que construye consenso es una manera más segura de lograr 756.626 15.997 4.310 79 O 12 44 93 96
Chile
este objetivo, que ejerciendo poder regional. Paraguay 406.752 6.018 1.222 73,1 37 7,8 78 94
Perú 1.285.216 27.567 2.053 72,4 33 14,8 80 71
Uruguay 177.414 3.439 3.905 78,9 13 1,2 98 94
Cuadros
Fuentes: Las cstadísricas .' provistos por la Unircd l'<iations Statisucs"
y los indicadorcs fueron
Division en hllp:llwww.un_org. Ellipscs indica que "data unavailablc/unrcporrcd .
Cuadro 1. Capacidades militares e11el Cono Sur: Brasil y sus países vecinos

Cuadro 3. Capacidades militares convencionales en el Sur Asiático: India y sus paises vecinos
Brasil Países vecinos»
Población total India Países
174.471.000 98.203.000
Vecinos'
Total de Fuerzas Armadas (activas)
287.600 322.800
Población Total 1.040.245.000 334.399.000
¡ Total de Fuerzas paramilitares
385.600 197.680 Total de fuerzas armadas (activas) 1.350.000 960.800
PBI en 2002 (en dólares estadounidenses) $436 billones $251,1 billones Total de fuerzas paramilitares 1.087.700 485.800
Gasto militar en 2002 (en dólares estadounidenses) $10,2 billones $5,5 billones PBI en 2002 (en dólares estadounidenses) $505 billones $137 billones
Carros de combate
178 762 Gasto militar en 2002 (en dólares estadounidenses) $16,2 billones $3,9 billones
Tanques livianos
286 364 Carros de combate 3.898 2.610
Vehículos de reconocimiento armados Tanques livianos 40
409 494 90
Vehículos blindados de combate de infantería O Vehículos de reconocimiento armados 100 15
140
Transportes blindados de personal Vehículos blindados de combate de infantería 1.600 62
803 1.827
Artillería remolcada yautopropulsada Transportes blindados de personal 317 1.688
599 913
I Armas de defensa aérea Artillería remolcada yautopropulsada 4.355 1.928
134 1.180
Armas de defensa aérea 2.424 1.972
Misiles Surface-to-air
54 597
Misiles Surface-to-air 2.050 1.190
Principales buques de guerra
20 27 Principales buques de guerra 29 13
Buques de patrulla y costeros
47 129 Buques de patrulla y costeros 45 103
Submarinos
4 11 Submarinos 19 10
Aviones de combate
278 442 Aviones de combate 778 485
Helicópteros de combate
69 110 Helicópteros de combate 90 52

* Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. Transporte aéreo estratégico 25 O

* Incluye a Bangladesh, Nepal, Pakistán y Sn Lanka. Bhután y las Maldivas no estan incluidas.
Fuente: The Intcrnanonal Insritute for SlralC¡;~C Srudics, Thc MiliiaryBalaucc 2003.2004
(Londres: Oxford Univcrsn y Prcss, 2003), pp. 179-199,312·317. Fuente: Thc Intcrnarional Instituto for Suarcgic Studics, Thc Militar), Balance 2003-200'1
(Londres: Oxford Univcrsiiy Prcss 2003). pp. 135-HA·, 288-289.
 . íscs del Sur de Alnca
áficos y socioccon6mlcos: palSC
c"adro 6. lndicadorcs geográficos, d crnogr
Cuadm 4. Indicadores geográficos, dcmogr:ificos y sociocconómicos: países del Sur Asiático Acceso a Acceso a
,---- Esperanza Tasa de Tasa de
mejorar las
población PBI per analfabetis- mejorar el
País Territorio Población PBI Tasa de Tasa de Acceso a Acceso a Territorio de vida morta- facilidades
Esperaza País
total cápita agua
(km') lidad mo adulto
(km') total per de vida mortali- analfa - mejorar mejorar (US$, femenino potable sanitarias
(por 1.000, femenino
(por 1.000, cápita femenino dad betismo el agua las en el infantil ('10,2000)
2004 est.) 2001) ('10,2000) ('10,2000)
2004 est.) en el na- adulto potable facilida - nacimien- (por 1.000
(US$, infantil
(%,2000) des to (años, nacimien-
2001) cimiento (por 1.000 feme-
(años, 2000-2005) tos, 2000-
nacimien- nino sanitarias
2005)
2000-2005) tos, (%,2000) (%,2000)
15,4 86 87
2000-05) 50,7 48
45.217 2.550 38 44
Sudáfrica 1.221.037 140
Indía 3.287.590 1.081.229 467 64.6 64 54,6 84 28 700 41,5 95 66
1.246.700 14.078 20,2
"'Maola 40,5 57
Banqladesh 143.998 149.665 345 61,8 64 69,8 97 48 1.795 2.872 78 49
569.582 92 6,4
Botswana 37,7 76
Bhután 47.000 2.325 241 64,5 56 71,9' 62 70 30.350 1.800 419 53,5 57
Lesotho 37,7 115
Maldivas 298 328 1.947 32 100 12.337 169 57 43
670 38 56 118.480 122 71,3
Malawi 189 39,6 41
Nepal 147.181 25.724 226 596 71 76,0 88 28 B01.590 19.183 18,8 77

796.095 157.315 411 72,1 90

MozambiQue
824.292 2.011 1.639 45,6 60
21,4 - -- .
Pakistán 60,9 87 62 'Ñamibia 78
1.204 35.4 64 78
19.217 11,0 77 17.364 1.083 285
Sri lanka 65.610 834 75,9 20 94 rswazilandia 321 105
10.924 345 15,4 83 62
Zambia 752.618 58
703 32,6
Fuente: Las estadísticas y los indicadores fueron provistos por la 390.757 12.932
ymbabwe la Unitcd l\'ations S13tistics Division
United Naiions Staristics División en htlp://WWw.uIl.org. . los i d dores fueron provistos por . Id d"
Fuentcs: L3S cS13dísl1cas Y os In lea Elr indica quc "data unavailab unrcponc .
en http://ww\v,un.org. lpses
* Al no estar disponible la estimación del analfabetismo adulto femenino en 2000 para Bhután, la
cifra dada es para 1995 según la evaluación de la Uncsco, División of Statistics en 1994.

Cuadro 5. Capacidades militares en el Cono Sur: Sudáfrica y sus países vecinos

Sudáfrica Países
vecinos"
I
Población total 45.603.000 71.682.000

Total de fuerzas armadas (activas) 55.750 210.600

Total de fuerzas paramilitares O 42..200

PBI en 2002 (en dólares estadounidenses) $49,6 billones

Gasto militar en 2002 (en dólares estadounidenses) $2.,2 billones

Carros de combate 168 580

Tanques livianos O 90

Vehículos de reconocimiento armados 242 902

Vehículos blindados de combate de infantería 1.200 440

Transportes blindados de personal 929 592

Artillería remolcada y autopropulsada 190 873

Armas de defensa aérea 76 811

Misiles Surface to-air O 646

Buques de patrulla y costeros 8 7

Submarinos 2 O

Aviones de combate 84 250

Helicópteros de combate 12 32

* Angola, Boiswana, Lcsoiho, Malawi, Mozambiquc, Narnibia, Zambia y Zimbabwc.

Fuente: The Imcruatioual Insriuue for Strarcgic Studics. Thc Military Balance 2003-200·1
(Londres: Oxford University Prcss, 2003), pp. 205·227, 325-331.