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UNIVERSIDAD CATOLICA DE SANTIAGO DEL ESTERO

Departamento Académico San Salvador

Carrera: Licenciatura en Psicopedagogía.

Cátedra: Practica Profesional I.

Tema: Análisis final de práctica Profesional Psicopedagógica I

Profesora: Acosta Verónica

Alumnas: Cabana Romina

Fernández Daniela

Morales Agustina

Vargas Eliana

San Salvador de Jujuy, 13 de noviembre de 2018.


INTRODUCCION

El presente ensayo es un análisis de observaciones, a cargo de la cátedra Práctica


Profesional I.
Las observaciones se realizaron en la sala teatral Jorge Accame ubicado en el
mercado municipal 12 de octubre, esta sala imparte clases de Danzas Folklórica y tango,
todas las mañanas de 9 a 12, está dirigida al público en general. Se observa una asistencia
predominante de adultos mayores, es por ello que nuestro interés de análisis se centró
específicamente en la relación que existe entre un adulto mayor y el baile, como una
manera de resignificar el paso del tiempo, del cuerpo y de la vida misma.
DESARROLLO

Partimos realizándonos las siguientes preguntas: ¿Qué clases de ideas los incitaban
a aprender a bailar?; ¿Que piensan ellos mismos de su aprendizaje en el baile?; ¿Que les
significa para ellos el poder bailar a esta edad? No como una manera de estigmatizar y
pensar al adulto mayor como una etapa donde ya no deba existir más que hacer, sino al
contrario, las preguntas surgieron como para fundamentar el porque es tan necesario
romper con las barreras de ideales del joven activo y el viejo pasivo que a diario consiente e
inconscientemente ofrece la sociedad. Tal ideal también se les imponen como barreras de
aprendizaje para nuestros adultos mayores.
Graciela Zarebski menciona que “la idea de seguir manteniendo un espíritu joven no
debería significar el imitar a los jóvenes sino en seguir activo y con proyectos”. Sostiene
que esta es una opción para vivir la vejez , como una progresiva transformación interna que
atraviesa el anciano, aprendiendo a aceptar que si bien el cuerpo está envejeciendo , el
tener un espíritu joven no implica desentenderse de todo lo que arrastra tal deterioro sino
todo lo contrario , “requiere el trabajo cotidiano de cuidarlo para que acompañe del mejor
modo los proyectos que se sostienen”.1
Nuestro foco de interés será M, es un adulto mayor de 67 años que asiste a las
clases de Tango hace 3 años. Es viudo, actualmente vive con uno de sus hijos y sus tres
nietos.
Desde Elina Matoso se puede decir que en M el potencial expresivo, lúdico y
artístico refleja la relación que tiene con su entorno y el contexto vincular, la construcción de
su imagen corporal será un mapa revelador que nos permitirá realizar el análisis.
Uno de sus discursos que pudimos recuperar y que es muy significativo para iniciar es:

- “Estoy mal de la columna, no puedo bailar mucho” “si no, no me para nadie...”

Se puede inferir aquí una diferenciación entre lo que es el cuerpo y el organismo


como dos dimensiones que se entretejen e interaccionan en el sujeto. Por un lado, la
existencia de un problema orgánico que le imposibilita la realización constante del baile y
por otro, un cuerpo que manifiesta el deseo de seguir aprendiendo lo que lo lleva a poder
libidinizar la danza. El deseo es una de las dimensiones del sujeto aprendiente.
Daniel Calmels especifica que hay un cuerpo real distinto del organismo que
acumula experiencias, adquiere nuevas destrezas y automatiza los movimientos, de manera
de producir programaciones originales o culturales del comportamiento. El cuerpo como un
trasvasamiento constante, sostiene Elina Matoso, ya que no solo su malestar influye en su

1 Zarebski, G. (2008), pág 87-88. Padre de mis hijos, ¿padre de mis padres? Buenos Aires: Paidós.
hacer sino la cultura de la actividad en la que está inmersa M, lo incita a aprender a bailar
cuidando su cuerpo. Es la relación que se establece entre su imagen corporal y las
representaciones sociales sobre la vejez.
Sara Pain afirma “La memoria del cuerpo es distinta de la memoria del organismo
por cuanto esta última tiene que ver con la reproducción de los caracteres hereditarios y las
disposiciones que de ellos se desprenden. La reproducción por el cuerpo es la del mimesis,
la que duplica al otro en un juego de espejo aún antes de que se instale cualquier imagen
de propiedad yoica”.
El cuerpo es lo aprehendido e incorporado por M en su relación con otros pares.
Sabiendo y diferenciando esto podemos ahora hablar sobre el organismo del adulto mayor
el cual es diferente debido a la etapa por la que transcurre. El adulto mayor pasa por una
serie de cambios fisiológicos como lo son la pérdida de masa muscular, pérdida de fuerza,
pérdida de tejido óseo, el enlentecimiento de las funciones adaptativas en relación al medio
lo que es propio de sus envejecimientos.
Al decir de Toscani y Strafe, el envejecimiento no es un fenómeno biológico sino
antropológico y ecológico no depende solamente de modificaciones de la estructura celular
sino que está en una estrecha relación con el ambiente y el sistema de vida.2
Podemos decir que en M esa “columna” que ha perdido soporte y resistencia, cobra
otro significado más allá de lo biológico. Significa apoyo, equilibrio, estabilidad, sostén; el
mismo lo expresa cuando refiere al tango, el varón es quien debe guiar y mover a la mujer
en este tipo de danza. Es a partir de esta idea que podemos inferir que, a pesar de las
alteraciones orgánicas en su columna vertebral, M necesita ser el apoyo y sostén de un
otro, que lo posicione como un sujeto activo dentro de una actividad.

Por otro lado, en otro de sus comentarios M comenta sobre el estado de un


compañero que también es adulto mayor:

- “Él está bien por eso puede bailar” (refiriéndose a otro adulto mayor que también
asiste a las clases de Tango)

Manifestando que él puede bailar por más tiempo debido a sus condiciones de
salud. Sin embargo, M hace alusión a esta necesidad de movimiento y de actividad que no
es nisiquiera limitada por lo orgánico. Es el arte la que crea otra realidad, esa realidad dice
Elina Matoso es carnadura social, histórica y mítica. Dice además que la creación artística,
como otras manifestaciones creativas, transita el borde-desborde del territorio corporal.

2 Manuera, A. Ponencia: La educación física en la vejez.


Se trata de luchar contra la sedentarización y romper la imagen social de las
personas mayores como una persona inútil, enferma e inactiva. Qué solo espera la llegada
de la muerte. A través del baile se ahuyentan todos los fantasmas de una estética
predeterminada del adulto mayor, puede darse lugar a la expresión de lo corporal, abriendo
senderos que por representaciones sociales están bloqueados. La corporeidad que la obra
de arte constituye, es la configuración del cuerpo, ese cuerpo que traspasa todas
limitaciones no solamente sociales sino también las biológicas que se presentan en el caso
de M y sus dolencias. Como bien dice Daniel Calmels el cuerpo es en sus manifestaciones
(el tono, la postura, la mirada, e incluso la palabra) las cuales se relacionan con las
emociones de cada sujeto, así mismo Wallon le otorga un valor emocional, afirma “...la
emoción está vehiculizada a través del tono, la postura, la actitud y el gesto”. Ese cuerpo,
esa columna manifiesta aspectos emocionales de M por reconocer sus propias
posibilidades diferentes a la de los demás provocando dolor una conmoción que necesita
compartir con el otro y ponerlo en palabras.

Algunos datos relevantes para el análisis refieren a cómo fue la relación con su mujer
fallecida, se puede destacar:
- “Ella venía de una familia con plata, su familia tenía un negocio grande en la Quiaca”
- “Me casé joven yo tenía 17 años” “pero pude darle la vida que se merecía”
- “Cuando estaba embarazada de mi segundo hijo se deseó una manzana y no pudo
comprarse porque no tenía plata, ese día trabaje de vendedor ambulante aparte del
trabajo que tenía en el hospital, para poder darle lo que quería”.
- “Después de un tiempo conocí a una señora en el hospital que sacaba fotos, ella me
pregunto si me animaba a trabajar con ella, yo no sabía nada de la fotografía” “ni
agarrar la cámara” M le dijo que sí ya que necesitaba plata, es ahí donde comencé a
trabajar con la fotografía.
- “Luego de mucho tiempo trabajando, como la señora casi no me daba mucha plata
por las fotos que sacaba, mi mujer me dijo que compremos una cámara y que
trabaje solo”.
- “Compramos la cámara y empecé a trabajar con la fotografía...”

M se veía con la necesidad de poder mantener el estilo de vida de su mujer a través del
trabajo, como es propio del pensamiento de la modernidad, es decir el se posicionaba como
el sostén económico de su familia, y frente a la muerte de mujer perdió ese rol que ocupaba
y fue el tango una manera de poder recuperar simbólicamente ese rol de quien es él como
la pareja del baile quien debe sostener y llevar los pasos de las compañeras. Así mismo lo
expresa cuando afirma:
- “La fotografía me dio todo lo que tengo ahora, sin mentirte tuve 3 autos y mi mujer
nunca tuvo que ir a trabajar hasta una chica que cuidaba a mis hijos mantuve con la
fotografía”

Sobre el duelo por su mujer compartió:

- “Si no era por el tango… yo no salía”

La situación de viudez en el adulto mayor, genera mucha inquietud y consecuencias


emocionales y físicas. Hay que reorganizar la vida en la pérdida de un compañero después
de una vida compartida y construida juntos. Se puede inferir a través del discurso, que M
tenía un vínculo de dependencia hacia su mujer, en donde “no se sabe vivir sin el otro,
porque este constituyó en vida su único bastón”3.
el “yo no salía” nos lleva a preguntarnos ¿de donde no salía? ¿de el mismo?, luego
de que su mujer fallece, la libido es puesta toda en él mismo, “encerrado”, quiere decir que
su Yo no estaba empobrecido si no que estaba encerrado y aislado de todo.
La libido de la cual hablamos,Freud la define como substrato de las
transformaciones de la pulsión sexual en cuanto al objeto (desplazamiento de las catexis),
en cuanto al fin (por ejemplo, sublimación) y en cuanto a la fuente de la excitación sexual
(diversidad de las zonas erógenas)4. Es decir, es la energía que se deposita sobre un
objeto- sujeto en un momento determinado, es por ello que decimos que su libido estaba
totalmente ubicada en su esposa por lo que al morir la necesidad de reasignar lo llevó al
encierro, en este momento predominó la pulsión de muerte que lo llevó a la autodestrucción
(encierro y aislamiento de la sociedad), sin embargo, es a través de la sublimación y su
encuentro con la pulsión de vida que puede encontrar placer en la danza. Este es el aspecto
dinámico de la pulsión, para designar su actualización debidos estímulos internos, como la
angustia que le pudo haber provocado la soledad y la muerte.
A su vez nos permite dar cuenta también que el duelo fue todo un proceso para
trabajar el pasaje de la libido a una actividad sustituta, algo que lo saque de él mismo.
Encontró en el Tango, en el arte un mundo sonoro que funciona como sostén para trabajar
su pérdida, abriendo así un espacio de invención y descubrimiento. O en realidad
redescubrimiento porque como M nos mencionó anteriormente, el Tango es una danza que
de joven no le atraía, sin embargo, experimentarla hoy le provoca cierto placer.

3 Zarebski, G. (2008), pág 52. Padre de mis hijos, ¿padre de mis padres? Buenos Aires: Paidós
4 LAPLANCHE, J., LAGACHE, D., PONTALIS, J. (1981). Diccionario de psicoanálisis. Barcelona, España.
El duelo es definido por Freud5 como reacción frente a la pérdida de una persona amada.
Este autor también expone que a través del Duelo se produce un examen de realidad que
muestra que el objeto amado ya no existe más y de él emana ahora la exhortación de quitar
toda la vida de sus enlaces con ese objeto. A ellos se opone una comprensible renuncia, el
hombre no abandona de buen gusto una posesión libidinal aún cuando se sustituto ya
asoma. Está renuncia puede alcanzar tal intensidad que produzca un extrañamiento de la
realidad y una retención del objeto. Lo normal sería que se prevalezca en un estancamiento
a la realidad, pero esto no se cumple enseguida, sino que se ejecuta gradualmente con un
gran gasto de tiempo y de energía de investidura.
En el libro “El dolor de amar” de J. Nasio (2007) expresa que el duelo por la persona
amada es el ejemplo más ilustrativo del dolor psíquico, este dolor es consecuencia de la
amputación brutal de un objeto amado al que se estaba intensamente apegado, y si ese
apego se llama amor dice que entonces “solo hay dolor cuando hay un fondo de amor”
Esta es la situación que pudimos analizar que se produjo en M ya que esta renuncia
a su amada le generaba un malestar tan grande que no sabía cómo manejarlo y es a través
de la danza puede transitar ese duelo y reposicionar su libido.
En este trabajo de duelo la espalda se pudo haber también resignificado ya que el
dolor y el pesar que puede llegar a sentir en la misma puede significar el peso que le
significó ser el sostén familiar en su vida de juventud y que recién ahora se hace manifiesto
al morir la mujer, o también puede ser que sienta un dolor o falta de sostén ya sea por el
duelo, la familia o la mujer por lo que realiza su demanda ante nosotras ya que al ser la
espalda seguridad y sostén esa espalda resignificada en el momento de la transición del
duelo junto a su aislamiento “ yo no salía de casa” la ponen como dice Bachelard “ sin
respaldo, marginado a la vista de todos”.
Por otro lado Abel Fernández Ferman en su texto Psicoanálisis en la vejez sostiene
que a veces se da una progresiva toma de conciencia en algunos adultos mayores sobre
el paso del tiempo y del envejecimiento , y uno de sus aspectos sobre la expresión psíquica
del adulto mayor es el incremento de la interioridad , el autor dice que es algo así como un
intento de revaluación de sí mismo y dice que en los mejores casos este proceso abre
camino a la integridad y el proceso deseable de la rememoración. Es así como se lo
denotará a M, ya que si sus pulsiones hubieran estado completamente puesta en el
matrimonio, o en este vínculo amoroso, al momento del fallecimiento de su mujer éste
podría haberse desvanecido en la tristeza por la pérdida de ese ser amado que podría
haber sido considerado esencial para vivir pero por su historia personal y su relación que él

5 FREUD, S. (1915) “Duelo y Melancolía”. Sigmund Freud Obras Completas.


cuenta haber tenido con el arte (la fotografía) fue una buena canalización de sus emociones
y así el arte en él funcionó como forma de sublimación de aquella pulsión.
Y pensar que el también debió continuar con la reconstrucción de su imagen corporal, ya
que si se piensa en el matrimonio (como una sola carne) un vínculo social y cultural que lo
constituyó como M (esposo de.), ante la pérdida el baile en pareja funciona como
reorganizador de su vida.
Por otra sucedió que cuando M contó esta situación que había vivido ante el
fallecimiento de esta mujer, había provocado en algunas de nosotras la sensación de no
intentar ahondar más en aquellas palabras por percibir que se estaría abriendo una herida,
pero ahora que lo pensamos, la autora Virginia Viguera en su texto educación para el
envejecimiento, sostiene que la reminiscencia refuerza la identidad dándole continuidad a la
vida. La reminiscencia es la función que permite recordar pensando relatando los hechos
del pasado. Esa capacidad que tiene de poder analizar ese hecho y relacionarlo con otra
cuestión de su vida como lo que él hizo de la muerte al baile de tango.

Escenas del aprender

En algunas clases de tango, M se acercaba hacia donde estábamos, invitándonos a


bailar:
“¿no quieren aprender? veni parate”
“hacelo en 2 partes” mostrando como realizar un pasó.
“podes agarrar una silla y prácticas así en tu casa”
“Es muy fácil, mira te voy a enseñar”
Se puede ver que tanto cuando invita a bailar a Eliana como a Agustina lo hace con
un deseo de que aprendan, él quiere y cree que ellas lo lograran. El enseñante (M) inviste
libidinalmente (Agustina y Eliana) dándoles la posibilidad de ser aprendientes y les otorgó el
lugar de sujeto pensante.6
Mario nos invitaba a habitar el espacio y no solamente ocuparlo. Es decir, la
presencia y el movimiento en un espacio solo genera que este ocupado sin embargo para
ser habitado el cuerpo debe ser un cuerpo extendido y proyectado a través de las
manifestaciones corporales (mirada, olfato, escucha, actitud postural) es por ello que
buscaba generar el deseo en nosotras para que entremos o bien, habitamos el espacio
como dice Daniel Calmels. Habitar un espacio significa recorrerlo, explorarlo y sentirse parte
de él, poniendo en juego el propio cuerpo como entidad subjetiva y no solo física.
A su vez también se puede ver la necesidad de sentirse útil en relación al saber que
posee y que puede transmitir.

6 Fernández, A. (2009), pág 35. Poner en juego el saber. Buenos Aires: Nueva Visión.
Cada vez que él enseñaba lo hacía paulatinamente y afirmando que debía seguir
practicando por lo que él no se despojó de todo ese saber, sino que lo hacía de una parte
dejando algo aún por ser enseñado y aprendido por la otra persona. Es tarea del adulto
mayor, según Erik Erikson, el logro de la generatividad, esto quiere decir, la posibilidad de
ser mentor y guia de los más jóvenes.7
A su vez muestra la necesidad de andamios para que permitan el aprendizaje como la
cámara por la cual M grababa videos sobre algunas coreografías, los andamios son ayudas
temporarias que deben permitir el aprendizaje, en este caso se trata de extensiones.
M como enseñante, muestra el tango como una danza donde es el varón el que
debe dirigir pero que se da lugar a la autoría, ya que existe la posibilidad de combinar los
pasos, de recorrer ampliamente un espacio guiado por el ritmo sonoro de la música y el del
propio cuerpo, el cual a su vez se comunica con el cuerpo de su pareja a través de un
diálogo tónico que se va en sentir el tono y ritmo del otro.
El aprendizaje que el realizó con la danza, quiere aplicarla sobre otros para poder
ser enseñante. Es decir, pasa de ser ese sujeto que aprendió y que ahora tiene un saber, a
ser una enseñante que cree que los otros pueden aprender.
Alicia Fernández afirma “el concepto de sujeto aprendiente se construye a partir de
su relación con el sujeto enseñante ya que son dos posiciones subjetivas presentes en una
misma persona en un mismo momento”8
En relación a la función de la reminiscencia en el enseñar, se puede decir que los
adultos mayores al rememorar y relatar situaciones pasadas de los cuales pueden rescatar
un aprendizaje de tales situaciones que vivieron, y como en la sociedad actual la vejez está
muy desvalorizada socialmente y los ancianos son poco escuchados y hasta silenciados, M
utiliza este espacio de clases de tango para enseñar lo que él posee como aprendizajes, es
decir que lo utiliza como una forma de ser escuchado, por lo menos al enseñar lo que él
sabe.

M sabe muy bien las coreografías de tango básico y pareciese que también lo que
es tango estilizado. Al practicar con él se escucharon diálogos, como:

- “Mira como hace ella, así tenes que hacer”


- “Cuando sientas presión y te empuje vos debes moverte”
- “Ahora descansemos un ratito”
Cuando el profe se acercaba él pedía que viese lo que le había enseñado a Romina.
Mientras que ella sabía que le dolía la columna y no podía exigirse más por lo que había

7 Zarebski, G. (2008), pág 100. Padre de mis hijos, ¿padre de mis padres? Buenos Aires: Paidós
8 Fernandez, A (2010), pag 63. Los idiomas del aprendiente. Buenos Aires: Nueva Visión
comentado, pero aun así quería continuar enseñándole y mostrándole al profesor de lo que
era capaz de enseñar aun estando adolorido. Aquí podríamos decir que M quiere mostrar al
profesor fuera de si, el producto (el aprendizaje de romina) de un proceso construido entre
la inteligencia y el deseo entre el saber y el conocer9

“Deberían aprender ustedes son jóvenes” dijo varias veces.

Hace alusión a los prejuicios de un imaginario social que considera que “solo los
jóvenes aprenden”.
Reconoce sus limitaciones, y considera que como nosotras somos jóvenes no las
padecemos. lo relacionamos con la parte que nos dijo que por el dolor en su columna no
podía bailar mucho, ya que se cansaba muy rápido. “acceder placentero de experimentar el
gozo del movimiento gratuito de conocer y entender por qué el cuerpo va disminuyendo sus
capacidades al llegar a cierta edad” Graciela zarebski
Entonces nos preguntamos ¿cómo concibe M al aprendizaje? ¿Cual es el
momento de aprender para M?

Una de las sensaciones provocadas por estas escenas del aprender con adultos
mayores fue la que describe Fabiana Eisemberg desde Alicia Fernández. “En todo
aprendizaje se pone en juego cierta cuota de temor. Temor que no siempre debe
adscribirse al miedo al cambio sino que es propio del encuentro con la responsabilidad (...el
deseo suele ir vestido con el ropaje del miedo)”.10 Refiere a un primer momento de
indecisión, en el que el querer se disfraza por la incomodidad que provoca lo nuevo.

Otras de las sensaciones experimentadas a través de las observaciones en este


ámbito artístico con adultos mayores fue la siguiente:

Primero nos dispusimos a observar de manera objetiva y no participante, esta es estrategia


de recolección de de datos y análisis, en la cual la subjetividad del propio analizante deben
quedar por fuera del encuadre. Era un observar de lejos. cuando llegábamos a las clases el
profesor del taller nos disponía unas sillas en la esquina del salón para que nos
acomodemos. En una de las clases una de nosotras (R) es invitada por el profesor a bailar
Folklore con los demás alumnos del taller. En el momento de análisis se describe “no me
tocaba, solo me decia: mirame, mirame” “me guiaba con la mirada me sentía muy cómoda

9 Eisemberg, F (2012), pág 45. De la crisis a la creatividad, la clínica psicopedagógica en las


instituciones educativas. Buenos Aires: Biblos.
10 Eisemberg, F (2012), pág 50. De la crisis a la creatividad, la clínica psicopedagógica en las
instituciones educativas. Buenos Aires: Biblos.
bailando folklore”. El mirar se relaciona con el seguir, buscar, incluirse interesarse,
acompañar más allá de esto, en R el mirar fue parte de una “transferencia” un proceso en
virtud del cual los deseos inconscientes se actualizan sobre ciertos objetos, dentro de un
determinado tipo de relación establecida con ellos 11. Nos preguntamos ¿Qué causó la
mirada del otro en R? sabemos bien que por la mirada del otro vamos construyendo nuestro
cuerpo (cuerpo receptáculo). Daniel Calmels describe a la mirada como una manifestación
del cuerpo con un poder libidinal que construye el objeto u otro mirado. Sobre la próxima
visita al taller de danzas, R expresó “lo quería ver” “no lo reconocí”. Es en este momento en
el que se pone en juego el ver como un curiosear, buscar y encontrar, ver del orden
orgánico por lo que no podía reconocer el esquema corporal del otro, cegado por la
búsqueda de un cuerpo físico que no participó en ese primer momento donde se manifestó
el mirar.
En la próxima clase del taller R logra reconocer el esquema corporal de ese otro que
había capturado su mirada. “Ya lo reconocí” dijo. “Estaba bailando y le dijo a su pareja”
“míreme señora” mientras bailaban. “Y yo dije es el”.
Ella pensó que una de las causas por la que lo confundió era la forma en que vestía, muy
similar al otro hombre con el cual lo confundía. Este reconocer al otro implica volver a poner
en juego la mirada que atrapa. A modo de querer compartir lo experimentado R invito
“miralo, miralo” “miralo como baila”, nos pareció pertinente relacionarlo con el concepto de
identificación que propone la teoría psicoanalítica, en donde la personalidad se establece y
se diferencia mediante una serie de identificaciones con personas significativas, pereciera
que R se pudo identificar con algunos rasgos característicos del adulto mayor, que hizo que
se quedara mirándolo, e impulsar a otra compañera a mirarlo.12
él nos atrapaba con la mirada más que nosotras a él, había algo del goce y el disfrute al ver
al adulto mayor bailar que provocaba placer en nosotras. Esa mañana la única observación
fue mirarlo a él, perdiendo de foco todo lo que sucedía dentro del encuadre. Esto llevó a
preguntarnos
¿Cómo juega el placer para hacernos perder el encuadre? ¿Deberíamos corrernos?
CONCLUSIÓN
La práctica I realizada en este ámbito resultó ser nueva y diferente a la que tuvimos a lo
largo de nuestra formación, nos permitió poder preguntarnos a nosotras mismas acerca de
cuáles eran nuestras propias metas de vida y por otra parte permitieron el seguir
ensanchando el mundo de la Psicopedagogía, acerca de ámbitos de atención, posibles
modos de abordar la temática y potenciar la preparación de asistencia en todas las etapas
de aprendizaje del ciclo vital del sujeto.

11LAPLANCHE, J., LAGACHE, D., PONTALIS, J. (1981). Diccionario de psicoanálisis. Barcelona, España.
12 LAPLANCHE, J., LAGACHE, D., PONTALIS, J. (1981). Diccionario de psicoanálisis. Barcelona, España.
Para finalizar, tomamos un fragmento citado por Graciela Zarebski, de Carl Whitaker:
“Alguien ha dicho que la juventud es algo tan maravilloso, que es una lástima desperdiciarla
en los jóvenes. Me gustaría agregar mi descubrimiento reciente de que la vejez es una
época tan maravillosa, que es una lástima haber tenido que esperar tanto tiempo”.

Partiendo de que tanto en la formación como en la práctica Psicopedagógica se muestra un


desinterés que algunas veces logra hacerse consciente por aprender de lo que se puede
hacer en la vejez, aprender que no es el cese de la vida, aprender que se trata de otros
modos de aprendizaje, aprender que ellos también quieren y pueden aprender y es ahí
donde la labor Psicopedagógica debería abrir senderos, para acompañar y guiar
aprendientes envejecidos, que por el paso de tiempo y por ideales sociales a perdido interés
en el aprender. ¿Acaso no se sostiene en la psicopedagogía que el aprendizaje
transversaliza al sujeto durante toda su vida? Pues este trabajo es el mejor ejemplo de que
en realidad se hace lo que en teoría aprende.
¿Y por qué no aprender de aquellos ancianos que a tiempo fueron elaborando su modo de
envejecer? Y que por ello son considerados sabios, porque no creen saberlo todo, sino que
mantienen la curiosidad para conocer(se).

BIBLIOGRAFÍA
★ LAPLANCHE, J., LAGACHE, D., PONTALIS, J. (1981). “Diccionario de
psicoanálisis”. Barcelona, España.
★ EISEMBERG, F (2012). “De la crisis a la creatividad, la clínica psicopedagógica en
las instituciones educativas”. Buenos Aires, Argentina.
★ ZAREBSKI, G. (2008). “Padre de mis hijos, ¿padre de mis padres?” Buenos Aires,
Argentina.
★ FERNANDEZ, A (2010). “Los idiomas del aprendiente”. Ed: Nueva Visión. Buenos
Aires, Argentina.
★ FERNÁNDEZ, A. (2009). “Poner en juego el saber”. Nueva Visión. Buenos Aires,
Argentina.
★ FREUD, S. (1915) “Duelo y Melancolía”. Sigmund Freud Obras Completas.
★ MANUERA, A. Ponencia: La educación física en la vejez.
★ CALMELS, D. (2003) “¿Que es la Psicomotricidad? Los trastornos psicomotrices y la
práctica psicomotriz.”

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