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DEMOS EL PRIMER PASO

Por: Tany Giselle Fernández Guayana1

Es muy difícil no publicar esta semana, y justo recordando su despedida ayer, un


artículo sobre la visita del Papa Francisco a Colombia. Todo este peregrinaje desde
el día miércoles 6 hasta el domingo 10 de septiembre, no ha sido más que un camino
colmado de enseñanzas y sabiduría para motivar a dar el primer paso (como lo dice
el lema que nos acompañó), el segundo y hasta el tercer paso hacia la paz: la
interior, con nuestra familia, con nuestros hermanos, con el que está al lado, con
quienes nos han hecho daño y a con quiénes hemos herido también.

El Sumo Pontífice nos recordó con sus discursos y homilías, la labor que cada uno
de nosotros, como colombianos y como personas sin importar el rol que
desempeñemos, tenemos de ahora en adelante para construir un país en paz, un
mundo en paz. Nuestra labor como fieles de Dios, de Jesús y de la Santísima Virgen,
nunca terminará, por lo tanto, en el artículo que me permito compartir hoy sobre esta
visita, analizaré algunas de las enseñanzas que considero relevantes recordar
siempre. Para leer el artículo haz clic aquí: demos el primer paso

DEMOS EL PRIMER PASO

Es muy difícil no publicar esta semana, y justo recordando su despedida ayer, un


artículo sobre la visita del Papa Francisco a Colombia. Todo este peregrinaje desde
el día miércoles 6 hasta el domingo 10 de septiembre, no ha sido más que un camino
colmado de enseñanzas y sabiduría para motivar a dar el primer paso (como lo dice
el lema que nos acompañó), el segundo y hasta el tercer paso hacia la paz: la
interior, con nuestra familia, con nuestros hermanos, con el que está al lado, con
quienes nos han hecho daño y a con quiénes hemos herido también.

El Sumo Pontífice nos recordó con sus discursos y homilías, la labor que cada uno
de nosotros, como colombianos y como personas sin importar el rol que
desempeñemos, tenemos de ahora en adelante para construir un país en paz, un
mundo en paz.

Y en definitiva, no hay otro paso tan claro como lo es el del rescate de la dignidad.
Hoy una vez más, puedo dar fe, que son las humanidades, ese aliciente que nos
motiva a darnos más y mejor por el bien de otros. Por lo tanto, me permito compartir
con algunas modificaciones, un artículo escrito hace ya varios meses, sobre la labor
de las humanidades en los procesos de paz. Considero que ahora, han de tener
aún mayor sentido esas palabras escritas, luego de haber escuchado al Papa.

1
Profesora del Instituto de La Familia de la Universidad de la Sabana. Candidata a Magíster en Educación y
Desarrollo Humano. Especialista en Desarrollo Personal y Familiar. Licenciada en Pedagogía Infantil. Bogotá,
Colombia. CORREO ELECTRÓNICO: tany.fernandezg@gmail.com CVLAC: Tany Giselle Fernández
Guayana ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4726-5028 WEB: www.cuandolavida.com
Sólo me queda aclarar que la ciencia y religión pueden ir a hacia un mismo fin, así
que no hay por qué sorprenderse si entre argumentos teóricos se encuentran las
palabras del Sumo Pontífice, estás también son apoyo para encontrar la verdad.

La paz comienza con las humanidades


En estos tiempos álgidos, pero a su vez tan esperanzadores para el país, es
imprescindible preguntarnos cuál será nuestro aporte como educadores en los
procesos de paz y en efecto, sin ir más allá, he de retornar de nuevo a las
humanidades.

Recuerdo en estos momentos, una escena que sucedió en mi clase de Core


Currículum Persona y Cultura I donde se formó un debate sobre Hitler entre dos
estudiantes, uno lo defendía mientras que el otro no. Luego de varias
argumentaciones, concilié y concluí la idea central del tema. Finalizando la clase,
observé que uno de ellos se acercó a su rival estrechándole la mano con una sonrisa
luego de dirigirle las siguientes palabras: “todo bien hermano, nos vemos”. Los dos
se despidieron amablemente y en ese momento, me quedó la gran satisfacción de
saber, que es dentro de nuestro cotidiano quehacer pedagógico, que se logran
establecer los medios para la convivencia.

No puedo negar que los estudiantes tienen un bagaje de preconceptos y de


experiencias que marcan su actuar, sin embargo, puedo asegurar que todo lo que
se viva dentro del escenario académico empodera a los jóvenes para tomar una
postura diferente frente a la vida misma. Es por esa razón, que hoy traigo a colación
la relevancia de las humanidades en los procesos de paz. Estas no sólo recaen en
el potenciamiento de la persona como individuo (el yo) sino que abarcan en igual
importancia, la influencia que tiene el individuo en los demás (el tú).

Por su parte, Maritain (2008) expresa que, en la etapa universitaria, la misión de los
educadores consiste en preparar a los jóvenes en una especialidad que hayan
escogido por sí mismos en relación con un beneficio para la sociedad. Es aquí
donde el ideal de paz logra volverse una realidad, porque paz, no significa
exclusivamente “el fin de una guerra” (Mejía, 2008), sino el paso voluntario que da
cada persona con el fin de tener la capacidad de valorar, potenciar y propiciar la
participación de la comunidad: familia, amigos, vecinos, ciudad, sociedad, con aras
al mejoramiento del diario vivir (Sánchez Cardona, 2009).

Al respecto, el Papa Francisco (2017) motiva a una continua reflexión cuando


expresa: “Ustedes [los jóvenes] pueden enseñarnos que la cultura del encuentro no
es pensar, vivir, ni reaccionar todos del mismo modo; es saber que más allá́ de
nuestras diferencias somos todos parte de algo grande que nos une y nos
trasciende…”. Y es que las diferencias no son para crear rencor o distancia, sino
para encontrar el valor que tiene el otro como un ser único e irrepetible y que esas
formas de pensar, construyen riqueza al ser alimentadas entre sí.
Así mismo, se destacan otras maneras que podrían facilitar los procesos de paz en
el ambiente educativo universitario, entre ellas, se destacan las trabajadas por
Espinosa, Delgado y Buitrago (2003) y el Sumo Pontífice (2017):

Escucha: escuchar para que te hablen y hablar para que escuchen. Es


comprometerse con total atención y captar con todos los sentidos el contenido de la
comunicación verbal y no verbal.

Diálogo: Se requiere del buen uso de una de las características antropológicas más
significativas en el desarrollo del pensamiento: el lenguaje articulado. Ese lenguaje
no sólo posibilita dar a conocer la intimidad de la persona, ese mundo interior que
desea ser reconocido al momento de compartirlo a través del habla, sino que
también permite establecer una relación con otro igual a mí (Stork & Aranguren,
2008). Por consiguiente, “reinserción en la comunidad comienza con un dialogo de
a dos. Nada podrá́ reemplazar ese encuentro reparador; ningún proceso colectivo
nos exime del desafío de encontrarnos, de clarificar…” (Papa Francisco 2017).

Reconocimiento: Ante los errores nunca juzgar a la persona, si no los actos:


“Eres perezosa” (insulta el ser)
“Parece que no estás dedicando el tiempo necesario a los trabajos” (corrige el
hacer).

Ante los aciertos, dirigirse a la persona y no al acto:


“Te quedó bien la exposición” (el hacer)
“Eres una excelente estudiante” (el ser).

Compromiso: Reconocer el rol participativo de los estudiantes en actividades de


influencia social (conferencias, apostolados etc). “Trata no simplemente de usar la
ayuda de los otros, sino que también contribuye a las aspiraciones y deseos de los
otros”. (Baquero Rodríguez & Ariza Landínez, p.14, 2014).

Perdón: Es un desafío que implica darse la oportunidad de “contagiarse de la


esperanza que siempre está dispuesta a darle a los otros una segunda oportunidad”
(Francisco, 2017). Que no nos hundan las “densas tinieblas corruptoras de los
intereses personales o grupales, que consumen de manera egoísta y desaforada lo
que está destinado para el bienestar de todos… las tinieblas de la sed de venganza
y del odio…” (Op.cit)

Reconciliación: “Es un encuentro dispuestos a superar el egoísmo y a renunciar a


los intentos de pseudo justicia; es fruto de sentimientos fuertes, nobles y generosos,
que conducen a instaurar una convivencia fundada sobre el respeto de cada
individuo y de los valores propios de cada sociedad civil” (Juan Pablo II, 1982). “La
reconciliación, por tanto, se concreta y consolida con el aporte de todos, permite
construir el futuro y hace crecer la esperanza. Todo esfuerzo de paz sin un
compromiso sincero de reconciliación será́ un fracaso” (Francisco, 2017).
Servicio: “El involucrarse, aunque para algunos eso parezca ensuciarse,
mancharse” es una labor imprescindible en cualquier proceso de paz, donde cada
uno, se interesa por desarrollar la empatía con aquél que necesita de su ayuda, sin
esperar nada a cambio. Lo contrario a la paz es seguir andando como si nada
estuviera pasando “…no podía permanecer indiferente ante el sufrimiento de los
más desamparados y ultrajados de su época y tenía que hacer algo para aliviarlo”,
“No es posible convivir en paz sin hacer nada con aquello que corrompe la vida y
atenta contra ella” (Francisco, 2017).

Y por supuesto, no se puede dejar de lado que uno de los ingredientes


indispensables que posibilita la construcción de una cultura de paz es la formación
integral. Desde el aula, se puede incluir el acompañamiento que trascendencia las
esferas humanas, puesto que, no podemos olvidar que un estudiante es a la vez
hijo, hermano, amigo, pareja y ciudadano. De igual manera, no podemos olvidar que
nuestro ejemplo y coherencia como formadores (el currículo oculto) deja huella en
los aprendices: “¡Basta una persona buena para que haya esperanza! ¡Y cada uno
de nosotros puede ser esa persona!” (Francisco, 2017).

Me causa curiosidad que, en algunos documentos académicos, se encuentran


títulos sobre los temas de paz denominados como “el futuro” o “el mañana”, no
obstante, considero que este tema nos compete hoy mismo debido a que el mañana
ya está aquí. Por lo tanto, invito a todos los que nos dedicamos a esta ardua, pero
a la vez tan bella tarea de la educación, que más allá de la producción, intentemos
la liberación de la persona por medio de una genuina entrega a los demás, así como
el Papa Francisco nos lo ha encomendado como misión: “ser constructores de paz,
promotores de vida” (2017).

¡Que viva la libertad, viva la paz!.

Bibliografía

Baquero Rodríguez, M.J & Ariza Landínez, P.A. (2014). Educación, paz y
posconflicto: oportunidades desde la educación superior. Revista de la Universidad
de La Salle. N.65, p.p 115-134.

Daza, B.C. (2009). Ambiente de aula: ética del cuidado y dsiciplina positiva. En
Educación en valores y ciudadanía desde una perspectiva cotidiana. Colombia:
Editora Géminis Ltda.

Espinosa, L.M., Delgado Sepulveda, M.L. & Buitrajo Jerez, O. (2003). Institución
educativa. Entorno de Paz y Cultura del amor. Colombia: Universidad Tecnológica
de Pereira.

Maritain, J. (2008). La educación en la encrucijada. España: Ediciones Palabra.

Mejia, M.R. (2008). En busca de una cultura de paz. En Educación para la paz.
Colombia: Mesa Redonda Magisterio.
Papa Francisco. (2017). Constructores de la paz, promotores de la vida. Bogotá:
Oficina de Prensa de la Santa Sede. Disponible en:
http://www.eltiempo.com/vida/religion/discursos-del-papa-francisco-en-su-visita-a-
colombia-129076

Papa Francisco. (2017). Mensaje a los jóvenes. Bendición a los fieles desde el
balcón del Palacio Cardenalicio. Saludo del Santo Padre. Bogotá: Oficina de Prensa
de la Santa Sede. Disponible en: http://www.eltiempo.com/vida/religion/discursos-
del-papa-francisco-en-su-visita-a-colombia-129076

Papa Francisco. (2017). Reconciliarse en Dios, con los colombianos y con la


creación. Villavicencio: Oficina de Prensa de la Santa Sede. Disponible en:
http://www.eltiempo.com/vida/religion/discursos-del-papa-francisco-en-su-visita-a-
colombia-129076

Papa Francisco. (2017). La vida cristiana como discipulado. Medellín: Oficina de


Prensa de la Santa Sede. Disponible en:
http://www.eltiempo.com/vida/religion/discursos-del-papa-francisco-en-su-visita-a-
colombia-129076

Papa Francisco. (2017). Dignidad de la Persona y derechos humanos. Cartagena:


Oficina de Prensa de la Santa Sede. Disponible en:
http://www.eltiempo.com/vida/religion/discursos-del-papa-francisco-en-su-visita-a-
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Papa Juan Pablo II. (1982). Carta a los obispos de El Salvador. En Reconciliarse en
Dios, con los colombianos y con la creación. Villavicencio: Oficina de Prensa de la
Santa Sede. Disponible en: http://www.eltiempo.com/vida/religion/discursos-del-
papa-francisco-en-su-visita-a-colombia-129076

Sánchez Cardona. M. (2010). La educación para la paz en Colombia: una


responsabilidad del Estado Social de Derecho. Revista VIA IURIS. N.9. pp. 141-
160.

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