Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
John Marshall, tal vez el más importante juez en la historia de la Corte Suprema de Estados Unidos. Marshall
asumió la Presidencia de la Suprema Corte en 1801, en un contexto en que el Poder Judicial se encontraba
devaluado y carecía de protagonismo. Durante un tiempo, además Presidente de la Corte, Marshall fue a la vez
Secretario de Estado del presidente John Adams, del partido federal.
William Marbury fue nombrado juez de paz casi el último día de gobierno del partido federal y a John
Marshall no le alcanzó el tiempo para sellar o enviar todos los nombramientos que acaban de hacerse,
entre ellos el de Marbury.
Ante ello, el nuevo Secretario de Estado nombrado por Jefferson, James Madison (uno de los coautores
de El Federalista y quien luego llegaría a ver presidente de los Estados Unidos), se negó a sellar y a
distribuir las credenciales pendientes, e incluso eliminó las plazas de juez creadas por Adams. William
Marbury, seguramente sin imaginar lo que resultaría de ello, presentó un mandamus pidiendo al nuevo
Secretario de Estado que le envíe su nombramiento, el cual ya estaba sellado. Este pedido, en aplicación
de una disposición de la Judiciary Act (equivalente a nuestra Ley Orgánica del Poder Judicial), llegó
directamente a la Suprema Corte.
Al resolver, la Corte (y especialmente Marshall, quien, como señalamos antes, era tanto Chief Justice del
Tribunal como ponente de la causa) resolvió que, aunque era cierto que le asistía un derecho a Marbury y
que este merecía tutela, la ley que habilitaba a la Suprema Corte a resolver un mandamus como el
presentado contravenía lo dispuesto por la Constitución.
Más específicamente, señaló que si bien la Judiciary Act habilitaba a la Corte Suprema para conocer
algunos mandamus en primera instancia (con competencia originaria), dicha competencia legal resultaba
inconstitucional, pues no se ajustaba a lo dispuesto por la Constitución (que disponía que, salvo algunos
pocos supuestos, la Corte Suprema solo ejercía competencia “por apelación”)