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Valoracion de La Prueba I PENAL PDF
Valoracion de La Prueba I PENAL PDF
DE LA
JUDICATURA
Seminario
“ Valoración de la
Prueba”
“Jurisdicción Penal”
Seminario “Valoración de la Prueba ”
Jurisdicción Penal
2
TABLA DE CONTENIDO
_________________________________________________________________________
VALORACIÓN DE LA PRUEBA EN LA JURISDICCIÓN PENAL _______________ 7
Generalidades____________________________________________________________ 8
Concepto epistemológico de la prueba________________________________________ 9
Clasificación de los medios probatorios ________________________________ ______ 10
LOS GRANDES SISTEMAS DE LA PRUEBA. _______________________________ 11
El sistema de la prueba legal.- _____________________________________________ 11
El sistema de la libertad de la prueba, intima convicción, prueba moral, libre
convencimiento (certeza moral).-___________________________________________ 12
ASPECTO AXIOLÓGICO ________________________________________________ 13
Legalismo de la prueba o axiologismo legalista ________________________________ 13
Razonabilidad de la prueba o axiologismo racional_____________________________ 14
Axiología de la prueba en las diferentes ramas del derecho. ______________________ 14
ASPECTO VALORATIVO DE LA PRUEBA. _________________________________ 15
JERARQUIA DE LA PRUEBA ____________________________________________ 16
PAPEL DEL JUEZ ______________________________________________________ 16
La íntima convicción, la libertad y jerarquización de la prueba.___________________ 16
El juez penal: el conocimiento personal o privado del juez sobre los hechos. _________ 18
La presunción de inocencia del acusado ________________________________ ______ 18
El juez penal: la maxima indubio pro reo (la duda favorece al inculpado) ___________ 19
El juez penal: el fardo de la prueba. ________________________________________ 20
El juez penal: favori reo. _________________________________________________ 20
Hechos objeto de la prueba judicial. ________________________________ __________________20
Prueba de los elementos constitutivos de la infracción: __________________________ 21
Elemento Material _______________________________________________________________ 21
Elemento Intencional _____________________________________________________________ 21
El elemento legal ________________________________________________________________22
EL TESTIMONIO EN MATERIA CORRECCIONAL Y DE SIMPLE POLICIA ____ 22
Prestación del juramento de los testigos. Cumplimiento de esta formalidad. __________ 23
Necesidad del juramento __________________________________________________________23
Testigos a los cuales se les obliga a prestar juramento___________________________ 24
El principio ________________________________ ________________________________ ____24
Aplicación jurisprudencial _________________________________________________________ 24
Excepciones ________________________________ ________________________________ ____25
Momento en el cual debe ser prestado el juramento ____________________________ 25
P
planificado por la Escuela Nacional de la Judicatura, dentro de su Programa de
Formación Continua. El tema de esta actividad de capacitación es “La
Valoración de la Prueba”.
Para la especificación del tema y sobre todo para fijarnos objetivos precisos se
hicieron encuestas entre magistrados de diferentes jurisdicciones y diferentes instancias de
manera que nos permitieran saber cuáles son las dificultades que se les presentan con
mayor frecuencia en cuanto a la valoración, apreciación y jerarquización de los diferentes
medios de prueba.
Generalidades
La verdad viene a ser un valor axiológico de carácter universal, de tan vieja data
como la propia existencia de la grey humana en la faz de la tierra. De ahí que tanto el
hombre como la mujer, en procura de vivir éticamente, siempre ha persistido en la
búsqueda de la verdad.
Por último, en lo concerniente a la verdad procesal, cabe indicar que con ella se
hace alusión a aquella que surge, tras instruirse el proceso en la fase de juicio.
Partiendo del criterio de la doctrina, tras glosar a Jeremías Bentham, afamado jurista
anglosajón, se puede establecer que la prueba es un medio utilizado para el descubrimiento
de la verdad de un hecho.
En la justicia objetiva, el arte del proceso consiste en administrar las pruebas. Ahora
bien, en el ámbito de la casuística, cabe establecer ciertas diferencias entre el proceso penal
y el civil, en tanto que uno se rige por el principio de investigación, y el otro por el
principio dispositivo o de aportación.
En efecto, en el proceso penal, por ser de orden público, el juez ostenta un papel
activo, y, en mérito al principio de investigación, cae dentro de su imperio averiguar la
verdad jurídica objetiva, por medio de la adopción de cualquier medida de instrucción.
Como colofón, cabe poner de resalto que no existe verdad sin prueba, en
consecuencia, el juez, en su sagrado ministerio de otorgar a cada quien lo suyo, habrá de
averiguar la verdad para satisfacer su íntima convicción, máxime en materia penal, en cuyo
ámbito no puede renunciar conscientemente al establecimiento de la verdad jurídica
objetiva, so pena de incurrir en la comisión de un error judicial.
1) La confesión.
2) La presunción.
3) El testimonio.
Los derechos procesales atribuidos a las partes, y, en general, el método del debate
contradictorio, hacían que decayera, por la fuerza de los hechos, la intervención de la ley,
despojándola de toda función.
Con arreglo al método del libre convencimiento o íntima convicción, el juez debe
examinar y apreciar las pruebas de conformidad con su raciocinio y su conciencia; los
medios de prueba tienen, por general, un contenido material, ciertamente, la influencia
legislativa en la determinación del convencimiento del juez, fue a la verdad eliminada como
método fundamental.
La formación del convencimiento del juez sobre el material de las pruebas, sin que
la ley ponga trabas y determinaciones a priori, constituye un método natural y humano.
No es una investigación histórica que se agota en sí misma, sino que en ella actúan
como factores apremiantes: la función práctica del proceso, el encuadramiento del hecho
en el derecho, la absorción del primero en el segundo.
Desde esta óptica todo lo aportado por el sistema, jerarquiza los medios de prueba,
partiendo de la escala de valores señalada, es decir tomando en cuenta su credibilidad,
significación, oportunidad, validez, y utilidad; el abogado, conforme a su condición de
auxiliar de la justicia y defensor de los intereses del justiciable, para obtener una
sentencia favorable y un fallo bien substanciado o bien fundamentado; el juez como
juzgador, en vista a darle la solución mas adecuada al proceso, conforme a la justicia y
en vista de los intereses de las partes; en lo que a este trabajo concierne, nos
limitaremos a analizar el rol o papel del juez en la jerarquizaron de la prueba.
El papel de juez penal debe enfocarse no sólo desde la íntima convicción, sino
partiendo desde los siguientes condicionamientos: conocimiento personal de los hechos; la
presunción de inocencia del inculpado, el indubio pro reo, favori reo y el fardo de la
prueba.
Este principio representa una inapreciable garantía para la libertad y los derechos
del individuo, que de otra manera estarían en manos de jueces parciales y a merced de
decisiones que no podrían ser verificadas por los jueces superiores.
Desconocer este principio sería dejar que se confundieran los oficios del juez y
testigo.
El jurista italiano Florian, en su obra La Prueba Penal, reclama la necesidad de la
prueba aportada con las formalidades procesales que garanticen la seriedad y eficacia de su
contenido.
A causa de ésto se admite que debe ser anulada toda sentencia basada en el
conocimiento personal de los hechos por el juez, por lo que debe inhibirse cuando posee
conocimiento personal de la infracción, en cuyo caso puede ser citado como testigo del
proceso y oído como tal según las reglas establecidas para obtener que el testimonio sea
sincero.
Además el artículo 90 de la Ley 224, sobre Régimen Penitencia rio vigente, consagra
la presunción de inocencia de los reclusos encarcelados o sujetos a prisión preventiva.
En la doctrina se trata de establecer una relación de semejanza entre los papeles del
demandante y demandado en el proceso civil, con los del Ministerio Público y la parte civil,
por un lado y del inculpado por el otro, en el proceso penal, aduciendo la aplicación de los
principios consagrados en el Art. 1315 del Código Civil, que equivale a la máxima: actori
incumbit probatio y reus in exceptione fit actor, con las limitaciones y precisiones
establecidas en la ley y la jurisprudencia. En Derecho Procesal Penal, en principio, el fardo
de la prueba, en cuanto a la acción pública, está a cargo del Ministerio Público; en lo que
respecta al inculpado, que haría el papel de demandado, la prueba de la excepción y de los
medios de defensa que invoque tienen una aplicación restringida y limitada por el principio
de presunción de inocencia, que protege al inculpado y de la circunstancia de que la
misión del Ministerio Público, es establecer la verdad y no la de obtener la condenación del
inculpado.
En adición, el juez que juzga una infracción a la Ley Penal material, posee un poder
discrecional otorgado por el Art. 231 del Código de Procedimiento Criminal, que le faculta
a ordenar cuantas medidas de instrucción sean necesarias para la búsqueda de la verdad.
Elemento Intencional
La existencia del elemento material no es suficiente para constituir una infracción,
siendo necesario para que ésta quede tipificada, la existencia del elemento moral de la
incriminación, lo que significa que, en principio, la intención delictuosa no se presume, por
lo que le corresponde a la parte persiguiente probar la culpa intencional o inintencional
(imprudencia o negligencia) del inculpado.
Hay casos específicos en que la ley establece una presunción de culpa irrefragable,
como ocurre en el caso de la Ley de Cheques vigente, en su artículo 66-A (Suprema Corte,
26 de agosto de 1963, B.J.517, p.1624).
El elemento legal
La existencia del elemento legal no tiene que ser probada, ya que se presume que
ella es conocida por todos y sólo al juez le corresponde interpretarla. Situaciones que
inciden sobre el elemento legal: a) La desaparición del elemento legal; b) La existencia de
los hechos justificativos, como lo son la legítima defensa, el estado de necesidad, etc.
El principio
"La obligación del Juramento es general y se aplica a todos los testigos, no importa la
forma y en que título hayan sido llamados ante el Tribunal de Simple Policía"1 .
"Poco importa que el testigo haya sido llamado a requerimiento del Ministerio Público,
de la parte civil o del prevenido"2 .
"Aun cuando el testigo se presenta espontáneamente a la audiencia y pide ser oído, está
obligado a prestar el juramento antes de deponer"3.
Aplicación jurisprudencial
Prevenido
"Las informaciones aportadas por un prevenido sobre los hechos imputados a su co-
prevenido no serán considerados como constituyentes de una deposición: la calidad de co-
prevenidos excluye en frente de los otros prevenidos sometidos al mismo debate la calidad de
testigo"4 . Por lo cual no tiene que prestar juramento.
"Pero cuando el co-prevenido ha sido definitivamente condenado, por ejemplo porque
una primera sentencia en defecto ha intervenido, de la cual uno de los prevenidos ha
consentido, mientras que el otro ha hecho oposición, el puede ser oído como testigo; por
consiguiente, si su audición es necesaria, hay lugar a aplicarle todas las formalidades a las
cuales están sometidos los testigos. En consecuencia, el sólo puede deponer bajo la fe del
juramento"5 .
Parte civil
La parte civil siempre se puede oír sin juramento. Si por cualquier circunstancia jura
que su declaración es válida, el hecho de haber figurado como querellante y como testigo, no
"No existe la excepción de los domésticos de las partes: ellos deben deponer bajo la Fe
del Juramento"3 .
Peritos
Los expertos llamados a la audiencia para confirmar las constataciones por ellos
realizadas y para rendir cuentas sobr e el cumplimiento de sus misión, son verdaderos testigos
y deben prestar el juramento prescrito por el artículo 155 del Código de Procedimiento
Criminal"4 .
Funcionarios y agentes
"La obligación de prestar juramento se aplica también a los funcionarios y agentes que
son llamados a audiencia para que expliquen verbalmente los procesos verbales o relatos por
ellos levantados"5 .
Excepciones
La Jurisprudencia Francesa ha juzgado que: En cuanto a la regla de que ante toda
Jurisdicción que no sea la Corte Criminal, la ley no permite recibir la deposición de un testigo
a título de informante, sólo existen dos excepciones: 1) Cuando se trate de menores por debajo
de la edad de 15 años cumplidos; y 2) Cuando se trata de condenados privados de ciertos
derechos civiles"6 .
Además, no es suficiente que la sentencia mencione que los testigos han prestado
juramento; la jurisprudencia exige a pena de nulidad, que los términos bajo los cuales ha sido
prestado el juramento sean escritos en la sentencia o en las notas de audiencia o por lo menos
que se especifique que las disposiciones del Artículo 155 han sido observadas.
La Jurisprudencia es constante al respecto. De este modo se ha juzgado que: "Se tiene
por no constatado, y por consiguiente por no prestado, el juramento del cual su fórmula no ha
sido precisada, sea directamente o por referencia al artículo 155 del Código de Procedimiento
Criminal"4 .
La sentencia debe hacer constar que los testigos prestaron, en audiencia, el juramento
en la forma requerida por el artículo 155 del Código de Procedimiento Criminal, bajo pena de
nulidad, y no basta que en ella conste que los testigos "declararon bajo juramento", lo que no
satisface el voto de la ley.
"No basta que en el acta de audiencia o en la sentencia se haga constar que los testigos
fueron oídos previo juramento de decir la verdad y nada más que la verdad, ya que es de
principio que la fórmula del juramento que los testigos deben prestar antes de dar su
declaración es sacramental, por lo que es incompleto el juramento de decir la verdad, en vez
de decir toda la verdad, como lo exige la ley"5 .
El principio
El artículo 156 se refiere a las causas de tacha de testigos llamados por ante el Tribunal
de Simple Policía y correccional. "El Juez de lo Penal está rigurosamente ligado por la
enumeración limitativa de las causas de tacha especificadas en el Código de Procedimiento
Criminal, y sólo pueden descartar los testigos, que de hecho estén fundados en las causas a que
hace alusión el artículo correspondiente"1 . Y nos referimos al Juez de lo penal puesto que en
esta materia la regla es totalmente diferente a la que se sigue en materia civil. En efecto,
mientras que la enumeración de las causas de tacha de testigos, contenidos en el artículo 283
del Código de Procedimiento Civil, se reconocen como puramente enunciativas y que los
jueces civiles pueden admitir otras causas de rechazo además de las enumeradas por ese
artículo, cuando existen motivos para dudar de la imparcialidad o independencia de los
testigos"2.
Este carácter limitativo no sólo se limita al ámbito penal sino dentro del mismo a la
materia de lo correccional y contravencional como explicaremos en al apartado destinado a la
inaplicación del artículo 254 del Código de Procedimiento Criminal, si bien el principio que se
desprende del carácter limitativo es aplicado por igual tanto en materia criminal como en la
correccional y contravencional.
En este sentido se expresa Carnot: "El artículo 156 no extiende las causas de tacha que
pueden ser propuestas contra los testigos en materia de policía, a los denunciadores cuando su
denuncia puede ser recompensada por le ley"2 .
Causas de incapacidad
Fundamento
El artículo 156 prohibe el testimonio de los parientes y aliados hasta cierto grado. En
efecto, los testimonios aportados por parientes o aliados son sospechosos de parcialidad, en
virtud del lazo que une al testigo y al prevenido; además, la justicia que busca el
esclarecimiento de la verdad, debe evitar situar a una persona entre sus deberes familiares y
sus deberes cívicos"3 .
Alcance
Parientes y aliados
La prohibición se aplica tanto a los parientes naturales como a los legítimos 4. Pero la
prohibición sólo abarca como ascendientes al padre y la madre naturales; el no se extiende a
los abuelos naturales. La prohibición se extiende también a los padres adoptivos. "La
1 Cass 18 Juil 1846 [B.n.188, S.17.1.78, P.47.1. 189.D. 46.4.474]; 29 Avril 1875 [B.n.137]; 23 Fev. 1877 [B.n.65.S.77.1.286. P.77. 701, D.77.1.511].
2 Le Poittevin, G. Ob. Cit. Pág. 649.
3 Le Poittevin, G. Ob. Cit. pág. 650.
4 Dalloz, C.I.Cr. Art.156, p.308
Los jueces de la apelación, al escuchar a los testigos, tienen ciertas facultades que les
son reconocidas por la Suprema Corte de Justicia.
Es así que los jueces de la alzada no están obligados a oir testigos cuyas declaraciones
prestadas en primera instancia figuran en el expediente 1.
De la misma forma la Corte de Apelación puede formar su convicción en base a la
declaración de un testigo, aún cuando ese testigo no hubiera declarado sobre ese punto en
primera instancia 2 . Igualmente las declaraciones testimoniales hechas en primera instancia
conservan su valor como elemento de juicio en la apelación3 .
Los testigos tie nen una triple obligación: una material que consiste en presentarse en
persona ante el Juez; la segunda, la de satisfacer a la citación, o sea, decir todo lo que sabe del
hecho y todo lo que sea útil para descubrir la verdad y una última moral que consiste en ser
sincero. Todo lo cual lo garantiza el juramento.
La falta de cumplimiento de las dos primeras obligaciones encuentran su sanción en el
artículo 157 de nuestro código. Sin embargo, la tercera obligación, la moral, si bien no
constituye la comisión de un delito de fácil probación, se incurre en la infracción, denominada
perjurio y prevista por la orden ejecutiva No.202, del 28 de agosto de 1918, G.O. No.2939-A,
que modifica los artículos 361-366 del Código Penal y que castiga severamente a sus autores,
pudiendo la pena alcanzar al máximun de los Trabajos Públicos, ahora reclusión, dependiendo
de las consecuencias que sobre el sub-judice haya acarreado el perjurio.
Primer defecto
Cuando un testigo regularmente citado no comparece, el tribunal puede optar entre dos
soluciones dependiendo de que considere la deposición del testigo indispensable o no; en caso
afirmativo deberá condenar a multa al testigo defectuante y enviar el asunto a una audiencia
ulterior; en el otro caso podrá pasar a otro testigo y continuar con el juicio; pero cual que sea
su decisión deberá ser una de dos; nunca ambas; pues la finalidad de esta sanción no es
castigar al testigo por desobediencia sino constreñirlo para que comparezca.
Sin embargo según el artículo 190 del Código de Procedimiento Criminal en materia
correccional los testigos serán oídos si hay lugar. De aquí se deduce que el Juez goza de una
libertad de apreciación para oírlo o no; pero esto no es facultativo y el mismo debe motivar su
decisión y decir porque no oye al testigo; como sería considerar inútil la prueba ofrecida, o si
el testigo tiende a prolongar innecesariamente el debate 3.
Segundo defecto
Si el testigo condenado a multa y citado de nuevo, una segunda vez es defectuante, el
tribunal, a los términos del artículo 157, tiene derecho a "pronunciar el apremio corporal". Es
evidente que este medio riguroso, no debe ser empleado, sobre todo en materia de Simple
Policía, sino en los casos en que el testimonio sea absolutamente indispensable"1 .
El Juez puede ordenar como hemos visto el apremio corporal (mandamiento de
conducencia) para hacer comparecer al testigo por ante el tribunal y hacer oír su declaración,
sin embargo no posee la facultad de condenarlo a prisión. Su derecho se circunscribe a lo
mencionado precedentemente.
Pero la parte puesta en causa como civilmente responsable no puede ser considerada
como un testigo y no puede el juez ordenar en su contra, bajo el artículo 157 del código de
procedimiento penal (sic) un mandamiento de conducencia 2 .
Cuando un testigo cuya deposición presenta gran interés, esta enfermo o lisiado lo cual
lo imposibilita a comparecer ante el tribunal, nada se opone a que se proceda conforme a las
reglas establecidas por el artículo 83 del Código de Procedimiento Criminal pudiendo el
tribunal trasladarse al domicilio del testigo o en caso en que el mismo resida fuera de su
jurisdicción hacer oír al testigo por comisión rogatoria. En este sentido se pronuncia la
Jurisprudencia Francesa.
1 Berriat Saint-Prix, Des Tribunal de Simple Policía n. 174; Faustin Hélie, IV, n.2599, citado por G. Le Poittevin. Op. Cit. Pág. 658.
2 SCJ 5 de septiembre del 1975, B.J. 778, p.1708
3 Cass 6 Fev. 1863 [B.n.39, S. 63.1.279. P. 63.886, D. 63.1.323;] y Dalloz, C.I.Cr. Art.157, p.311
4 Cass 23 Déc. 1910, B.n.661
Según el artículo 158 lo que procede es una verdadera oposición que es formulada en
contra de la sentencia que pronunció la multa, pero el procedimiento es extremadamente
simple: ella se formula, sin declaración previa, por la sola comparecencia del testigo ante el
Tribunal que lo ha condenado.
Pero debemos tomar en cuenta que las disposiciones del artículo 158 han sido
modificadas por la ley No. 676, del 6 de Octubre de 1921, que establece que "Si el condenado
no pagare la multa 24 horas después, de serle requerido el pago, la compensará con prisión a
razón de un día por cada peso". Pero ese plazo de 24 horas corre a partir del momento en que
se le requiera el pago, por ello entendemos el momento en que se le intime al pago, no así el
momento en que por su propia cuenta se entere.
Por las palabras "audiencia siguiente", a que hace mención del artículo 158, hay que
entender, no la audiencia que sigue a aquella donde la multa ha sido pronunciada, sino la
audiencia que sigue al día en que el testigo haya recibido la notificación de la sentencia que lo
ha condenado. O al momento en que se haya enterado.
Como en la hipótesis prevista por el artículo 158: El tribunal no puede estatuir sino después de
escuchar las conclusiones del Ministerio Público.
"La sentencia que pronuncia la multa no es susceptible de apelación por aplicación
analógica del artículo 80 del Código de Procedimiento Criminal que dispone que el Juez de
Instrucción pronuncia su multa sin apelación contra los testigos defectuantes"1 .
Lectura de piezas
El artículo 232 prevé que se le puede dar lectura a piezas nuevas que no estuvieran
en el expediente. Todo esto en virtud de su poder discrecional y sólo deben ser
consideradas las lecturas de estos documentos como simples datos. Igual como puede
autorizar la lectura, la puede rechazar.-
4
Dalloz. C.i.cr. art. 269. P.551
1
Ibid. P. 1184
2
Idem.
3
Idem
Las personas que pueden ser oídas en virtud del artículo 233 son todas aquellas que,
por cualquier causa se pueden deponer bajo la fe del juramento. Por lo tanto, la
jurisprudencia, tanto francesa como dominicana, está de acuerdo en afirmar que : “Todo
testigo citado y regularmente notificado al acusado debe ser oído bajo la fe del juramento 1 .
El presidente del Tribunal “no puede, a pena de nulidad, oírlos, en virtud de su poder
discrecional a título de simples informantes cuando son idóneos y no se encuentran bajo
ningún caso de incapacidad absoluta o relativa prevista en la ley” 2
“Los testigos que una de las partes se oponga a que sean oídos por no aparecer en la
lista de testigos pueden serlo por el poder discrecional del juez en la forma de simples
informantes 3 .
Los parientes y los afines que enuncia el artículo 254 pueden ser oídos en virtud del
poder discrecional, a título de informantes. Sin embargo, esta posición no es sostenida por
todos los autores. Por otra parte, “la parte civil puede ser oída a título de informante4 .
Tomando en cuenta lo anterior entendemos que no habría problemas en oír a los
denunciadores recompensados pecuniariamente a título de simples informantes.
¿Cuáles consecuencias tendría que una persona que no debía prestar juramento lo
prestara?. La jurisprudencia francesa ha decidido que: “ sólo habrá nulidad si las partes se
oponen5 . Igualmente si es necesario que esta persona vuelva a deponer, será como simple
informante.-
1
Idem.
10) SCJ 17 de Marzo 1933. B.J. 272. P. 8
2
Cass. 30 juin. 1831. B.N.148
3
Cass. 29 dec. 1904. B.N. 555
4
Cass.24nov. 1876. B:N: 228
5
Cass. 25 fevr.1893.B:N: 55
6
Castillo.Pellerano y Herrera.Ob.cit. p. 298.
7
Cass. 4 dec. 1862, B:N: 262.
Otras lecturas
Se pueden presentar casos en los que es necesario la lectura de otros documentos,
además de la providencia calificativa y el acta de acusación. Así pues, se debe hacer leer
después de éstas: “la ordenanza de fusión de dos procesos, pero si el presidente desdeña
esta formalidad, no hay lugar a ninguna nulidad1 . De igual manera , debe leerse “la
sentencia de declinatoria por sospecha legítima o seguridad pública 2 .-
Estos son ejemplos que ha dado la doctrina francesa, por tanto, consideramos que el
juez puede mandar a leer cualquier pieza del expediente que le parezca útil. La lectura de
estas piezas debe hacerse en la misma forma que la providencia calificativa y el acta de
acusación. -
El artículo 241 del Código de Procedimiento Criminal no nos dice en qué forma
deberá ser hecha esta exposición y tampoco impone límite al fiscal para el examen y la
discusión de los cargos y la acusación. La jurisprudencia francesa se ha manifestado en el
sentido de dejar a la conciencia del magistrado fiscal delimitar su exposición3 .-
1
LePoittvin. G. Ob. Cit. P. 15
2
Idem.
3
Le PottevinG. Cit. P. 17
4
Cass. 4 Mars 1866. B. 63 y Dalloz. C.I. Cr. Art.315. p.610
5
Cass. 8 Jun.1850. D:P: 50. I. 173
6
Crim. 2 Sept.1870.Bull. Crim. N. 167.
El artículo 241 del Código en cuestión consagra la regla de que los testigos pueden ser
producidos por todas las partes, o sea, tanto por el Ministerio Público, por el acusado, como
por la parte civil constituida. Contrario a lo que sucede ante la jurisdicción de instrucción,
en las jurisdicciones de juicio el procedimiento es acusatorio, lo que permite que las partes
puedan producir sus pruebas y entre ellas sus testigos. “Ante todas las jurisdicciones las
partes y el ministerio público tienen en efecto la iniciativa para la administración de la
prueba y citan los testigos que quieren hacer oir a cargo o descargo1 .
Es costumbre que en nuestro medio se tenga el criterio de que las citaciones sólo
puedan ser hechas a requerimiento del Fiscal. Esto por el principio establecido por el
artículo 72 del Código de Procedimiento Criminal en la parte referente al Juez de
Instrucción. Tal criterio es errado siempre que la jurisdicción de instrucción está regida por
un proceso inquisitorio, que difiere absolutamente del que rige el juicio de fondo. .por eso
el principio que debe seguirse para la citación de los testigos en las jurisdicciones de juicio
es el establecido por el artículo 241 y no el establecido por el artículo 72 que sólo es
aplicable a la materia de instrucción.-
No es oc ioso recordar que los testigos en instrucción se citan a requerimiento del
Fiscal, con la salvedad de que este magistrado no podrá llamar los testigos que les
pareciere, sino estrictamente los indicados por el Juez de Instrucción.-
Contrariamente, en la fase de juicio tanto el Fiscal como las demás partes tienen la
libertad de elegir y hacer citar sus testigos a su propio requerimiento y cumpliendo con las
disposiciones del artículo 242. En efecto, “los testigos son citados por las partes, cada una
llamando a aquellos que quiere presentar2 . “El acusado puede citar, él mismo a todos
aquellos testigos cuya deposición le parezca útil a su defensa 3 .-
La negativa de hacer citar testigos no es siempre una lesión al derecho de defensa4 .-
Según lo que dispone el artículo 243 del estudiado Código, este derecho de
oposición sólo pertenece al ministerio público y al acusado. La parte civil no podrá
oponerse jamás a la audición de un testigo porque el derecho de oposición es una
consecuencia de la violación de las disposiciones del artículo 242 del Código de
Procedimiento Criminal referente a la notificación de la lista de testigos y, como hemos
visto previamente, a la parte civil no es necesario hacerle notificación alguna de la lista de
testigos 5 .-
1 Idem.
2 Idem.
3 Scj. 17 de abril 1959.B.J. 585. P. 256 Y Dalloz C.I.Cr. Art. 315. P. 615.
4 Castillo. Pellerano y Herrera. Ob. Cit. P.92.
5 Dalloz. C.I.Cr. Art.315. p. 615.
Interpelación al acusado.
Según lo que expresa el artículo 244 del Código de Procedimiento Criminal si los
testigos o algunos de ellos no comparecen, el juez o presidente de la Corte de Apelación
debe preguntarle al acusado si desea que a pesar de ello se continúe conociendo de la causa.
Si la respuesta es afirmativa, se debe seguir conociendo de la causa. Pero si contesta
negativamente, si nos rigiéramos por el artículo 244, el juez o el presidente estarían en la
obligación de reenviar el conocimiento de la causa para una nueva fecha a fin de citar
nueva vez a los testigos. Sin embargo, el artículo 244 del Código de Procedimiento
Criminal ha sido modificado por el artículo 16 de la ley 1014. La jurisprudencia ha
decidido que: “al quedar abandonado a la apreciación del tribunal el proceder o no a la
continuación de la causa cuando alguno de los testigos no comparece, sin que haya que
interpelar al respecto al acusado, se deroga y sustituye el antiguo sistema del artículo 244
del Código de Procedimiento Criminal, según el cual la continuación de la causa sin que
fueran oídos los testigos no comparecientes, no podía efectuarse sin la previa anuencia del
acusado2.
El artículo 16 de la ley 1014ha hecho facultativo el envío de la causa “en caso de
que la declaración de un testigo fuera considerada indispensable a juicio del tribunal3 . Por
otra parte , la Suprema Corte de Justicia había dicho que: “si bien es cierto que el juez de la
jurisdicción correccional tiene derecho, en ciertos casos, de apreciar soberanamente si la
causa se encuentra suficientemente substanciada , y en consecuencia, negar o acordar una
petición de transferimiento de la misma para otra audiencia, ellos es de otro modo, sin
embargo, cuando, por ejemplo, dicha petición es hecha por el Ministerio Público, con el fin
de establecer la prueba del delito cometido por el prevenido, para la cual era necesaria la
presencia de los testigos de la causa 4 .
Sin embargo, si hacemos un análisis profundo de la parte in fine del primer párrafo
articulo 16 de la ley 1014, que dice, “salvo el caso en que la declaración de alguno de ellos
fuese considerada indispensable a juicio del tribunal....”, debemos concluir que el tribunal
podrá ordenar el envío de la ca usa in limine litis y por el simple señalamiento de una de las
partes de que tal o cual testigo no se ha presentado y que su declaración resulta importante,
ya que en este momento el tribunal no tiene suficientes elementos para hacerse juicio de lo
indispe nsable o no de dicha declaración. El poder discrecional acordado por el artículo 16
de la ley 1014 al juez, a pesar de ser amplio, queda limitado a que el tribunal primeramente
1
Le Poittevin. G. Ob. Cit. P. 22
2
scj. 7de abril1959. B.J.585. p. 757
3
Castillo, Pellerano y Herrera, Ob. Cit.p. 300
4
scj4marzo1937. B.J. 320. P. 119
1 Iidid. P.98
2 scj. 1 de Noviembre 1974. B.J. 768. P. 2906
3 Le Poitten. G. Ob. Cit. P. 24. Y Dalloz. C.I. Cr. Art. 316. P. 618
4 Crim. 27 nov. 1974. B. 353
5 Crim. 28 de fevr. 1946. B. 7
6 Crim. 12de Oct. 1972. B. 285
7 Crim. 18 de mars. 1895 B. 94
Audición de testigos
“ La primera fase de los debates es la audición de los testigos, pero en ocasiones el
juez los inicia con un interrogatorio minucioso y profundo del acusado 2 .-
“ Esta práctica es criticada bajo el fundamento de que no ha sido prevista por la ley,
por lo que puede dar lugar a abusos y porque cambia el carácter acusatorio del proceso por
uno inquisitorio. Para su validez se aduce que ella tiene en virtud del poder discrecional del
juez3 .-
1
Cass. 4 Juin 1874. B. 150
2
Cass. 10 aout. 1838.
3
Cass. 4 de juin 1874. B. 150
4
Cass. 10 aout. 1838
Juramento
Negativa a prestarlo
1
Le Poittevin. G. Ob. Cit.p.50
2 Cass. 6 juin 1894. B. No. 180
3 Cass 4 nov. 1893. B.N. 293. D. 96.1.473
4 Le Poittevin. G. Ob. Cit. P. 40
5 Castillo, Pellerano y Herrera. Ob. Cit. P. 94
Audición de testigos
Interpelaciones del juez
Las interpelaciones a que se refiere este artículo tienen por objeto poner al Tr ibunal
en facultad de determinar si el testimonio es admisible y de esa manera dar a las partes la
oportunidad de determinar si el testigo se puede tachar o no, según lo que veremos más
adelante.-
Esta formalidad, prescrita en la primera parte del artículo 247 del Código de
Procedimiento Criminal, no tiene el carácter de sustancial3 .- En otras palabras, las
interpelaciones no están prescritas a pena de nulidad.-
Declaración oral
Principio
“Todo testigo debe declarar a viva voz en la audiencia y debe hacer esta
declaración, sin poder leer una declaración preparada anteriormente ni ayudarse en notas 4 .
Por tanto “.....en esta fase del proceso el principio que domina es el de la oralidad, que
prima sobre el poder discrecional del juez5 .-
Excepciones
El principio de la oralidad sufre algunas excepciones. En primer lugar, según el
artículo 231 del Código de Procedimiento Criminal, se le puede dar lectura a la declaración
de un testigo cuando tenga por objeto controlar una declaración prestada en audiencia 1 .-
En segundo lugar, “cuando un testigo no comparece y pese a eso se decide proseguir
la vista de la causa 2, se deben leer sus declaraciones de instrucción. -
Además, se le puede dar lectura a la declaración de un testigo cuando “ ....ha
fallecido antes de la vista de la causa 3 .-
La jurisprudencia francesa ha aportado varias excepciones más. Veamos.
“Los testigos pueden auxiliarse en notas cuando se trate de cifras o fechas que deban
ser precisadas4 .-
Por otra parte, “un perito llamado como testigo para dar explicaciones sobre los
hechos constatados en un reporte escrito, puede hacer uso, sin que haya nulidad, de las
notas relativas a la confesión de su reporte5 .-
Por otro lado si el testigo es sordomudo o ha sufrido un accidente que no le permite
hablar, la declaración se hará por señas que son traducidas por un intérprete, según veremos
más adelante.-
Además, “si un testigo que no ha sido oído en instrucción, pese a haber sido
regularmente citado comparece, los datos que él proporcione por escrito carecen de valor
probatorio 6 .-
1 Castillo, Pellerano y Herrera. Ob. Cit. P . 301 y Dalloz C.I.Cr. Art. 317. P. 623
2 Idem
3 Idem
4 Cass. 25 de fevr. 1909 B:N: 128
5 Cass. 20 de mars. 1851. B. N. 106
6 Castillo.Pellerano y Herrera. Ob. Cit. P. 98
7 Castillo, Pellerano yHerrera. Ob. Cit. P. 98, y Dalloz. C.I. Cr. Art. 317. P. 645.
Pregunta al testigo
Las personas que tienen derecho a formular preguntas no ejercen este derecho de la
misma manera. “Los jueces y el ministerio público lo ejercen directamente. Ellos le
formulas las preguntas al testigo ellos mismos, sin estar obligados a recurrir a la
intermediación del presidente5 . Pero, aunque estas personas están investidas de la facultad
de formular preguntas directamente, “deben solicitarles la palabra al presidente, pero esta es
una simple medida de orden6.-
En resumen, esta facultad de preguntar directamente sólo pertenece al Ministerio
Público y a los demás jueces de la Corte de Apelación, si el asunto se está conociendo en
este grado.
Las partes, a excepción del Ministerio Público, deberán hacer sus preguntas por
conducto del presidente del tribunal. “Es lo que se llama el interrogatorio indirecto: la tabla
de salvación de los testigos mentirosos7 . Esta facultas de interrogar indirectamente, aunque
1 Cass. Y fevr. 1895.B.N. 51. D. 1900. 1.55
2 Cass. 18 sept. 1829: P. T xxii. P. 1455
3 Le Poittevin G. Ob. Cit. P. 59
4 S.C.J., 4 octubre 1949. B.J. 471. P. 839.
5 Dalloz .C. I.Cr. Art. 319. P. 648.
6
Le Poittevin. G. Ob. Cit. P. 60.
7
Jorge Mera.Orlando.Garantía del juicio Imparcial. Revista de Ciencias Jurídicas.PUCMM. Año VI. Dic.
1989. Segunda Epoco. P.519.
“La defensa puede hacer luego de cada declaración no solamente las preguntas, sino
observaciones que tengan por objeto apreciar el sentido y el alcance del testimonio 4 .-
“Los testigos pueden deponer y, por tanto, pueden ser interpelado sobre hechos que
no tratan directamente la acusación, sino que son de naturaleza para aclarar la moralidad
del acusado5 .-
Cuando la pregunta formulada presente un interés para la acusación o para la
defensa, no deberá ponerse ninguna restricción al derecho de hacerla.-
No obstante, el derecho a hacer preguntas puede encontrar restricciones , ya que
“No hay lugar a hacer preguntas a los testigos sobre puntos completamente extraños a la
causa, y que no tengan por objeto establecer la moralidad del acusado6 .-
Las observaciones que puede hacer el defensor en virtud del artículo 250 son tanto
contra el testimonio como contra el testigo.-
Este artículo 251 del Código de Procedimiento Criminal dispone que luego que el
testigo haya declarado permanezca en el auditorio y no se retire hasta la conclusión de los
debates. Los testigos deben quedarse en la sala de audiencia. “ a fin de que, si en el curso de
la misma, se hace necesario oírlos de nuevo, confrontarlos con otros testigos o con el
acusado, se les puede llamar otra vez7 .-
No obstante, si el presidente estima que la presencia de un testigo es innecesaria,
puede, a pesar de lo que expresa este artículo, autorizarlo a retirarse y cuando las partes lo
consientan. Esto se deduce de lo que la jurisprudencia francesa ha decidido en estas dos
sentencias: “Estas disposiciones no son esenciales al procedimiento y el presidente puede
1
Castillo, Pellerano y Herrera. Ob. Cit. P. 302 y Dalloz C.I. Cr. Art. 319. P. 649.
2
Jorge Mera, Orlando. Garantía... Ob. Cit.. P. 519.
3
S.C.J. 21 Junio 1978. B.J. 811. P.1227.-
4
Helié. Faustino. Ob. Cit. P. 649 y Dalloz. C.I. Cr. Art. 319. P. 649.-
5
Cass. 26 nov. 1896. B_N. 36
6
Cass. 29 janv. 1886. B:N. 35
7 Le Poittenvin. G. Cit. T. 11. P. 64
Este artículo nos deja dicho que “Los testigos producidos por el acusado serán
oídos después de las declaraciones de los presentados por el Fiscal, por la parte civil, pero
como las disposiciones indicadas no mandan que dicho orden sea observado a pena de
nulidad el presidente del tribunal puede modificarlo 5 ; o sea, que los testigos a descargo
deben, según este artículo, ser oídos después de todos los demás testigos. Sin embargo, las
disposiciones de este artículo son solamente una medida de administración que el
presidente puede variar cuando le parezca útil 6 .-
Como sabemos, los testigos deben ser citados por actos de alguacil y sus nombres
deben ser notificados conforme al artículo 242 del Código de Procedimiento Criminal. Así,
cada parte debe hacer citar a sus expensas los testigos que se proponga oír7 .-
Precisando nuevamente lo que habíamos dicho al momento del estudio del artículo
241, reiteramos que cada parte envuelta en el proceso aportaría y haría citar sus testigos.-
Este artículo 253 nos aclara en el sentido de que los gastos de las citaciones hechas a
requerimiento del acusado corren por su cuenta. Dos cosas debemos precisar: primero, que
cuando este artículo emplea la palabra petición debe entenderse requerimiento; y ,
segundo, que el deber que le impone el artículo 253 al acusado debe ser acordado
igualmente a la parte civil y al tercero civilmente responsable.-
Generalidades
“En principio, toda persona que tenga cierto grado de discernimiento puede actuar
como testigo, sea bajo la prestación de juramento sea sin prestarlo en los casos en que esto
último está permitido o prescrito, pues la capacidad se presume y debe darse por
establecida a menos que haya sido controvertida 4.-
Pero, “ como excepciones a la regla, debido a diversas circunstancias, algunas
personas no pueden ser consideradas como testigos, estrictamente hablando 5 . esto así
porque no les es permitido declarar bajo la fe del juramento. Sin embargo, “es posible
considerarlos como tales en sentido amplio porque pueden ser oídos como informantes 6 .-
El artículo 254 del Código de Procedimiento Criminal prevé que no pueden ser
oídos como testigos, o sea, como testigos en sentido estricto “el padre o la madre, los
abuelos, los hijos y otros descendientes. Los hermanos y los cuñados, ni tampoco el esposo
o esposa aún después del divorcio 7 . La jurisprudencia ha decidido que: “La enunciación es
limitativa, por lo cual la prohibición de deponer no alcanza a parientes o aliados en grados
más allá de los indicados 8 . En el mismo sentido se ha pronunciado la jurisprudencia
francesa, indicando que “no se extenderá la prohibición a los tíos y tías 9 . tampoco se
extenderá a: “los sobrinos y sobrinas 1 0 , a primos y primas. De la misma manera la
prohibición dictada por este artículo solamente se refiere a la audición de la personas
enumeradas por el mismo. “No se pueden extender a las declaraciones de terceras personas
que reporten afirmaciones hechas por los parientes o afines del acusado en grado
Según lo que expresamente dispone el artículo 254 se extrae que los parientes y
afines de uno de los acusados del mismo hecho y comprendidos en la misma acta de
acusación no serán oídos como testigos, en sentido estricto contra los otros acusados 4 .-
De esto se deduce que para que se pueda aplicar esta disposición es necesario que
se cumplan dos condiciones: 1° Que los coacusa dos sean sometidos al mismo juicio 2°.
Que estén los acusados presentes. Según la jurisprudencia francesa: “poco importa que los
hechos imputados a cada uno de ellos no sean idénticos 5 . así pues, el derecho de oponerse
no sólo a la audición de un testigo pariente o afín en grado prohibido con respecto a uno
de los coacusados, le pertenece no sólo a ese acusado, sino a todos los coacusados presente.
Por lo tanto, “habrá nulidad si el tribunal, a pesar de oposición de uno de los coacusados, ha
oído este testigo bajo la fe del juramento6 . En efecto, “esta nulidad puede ser invocada no
solamente por el acusado respecto del cual existe el parentesco o la afinidad, sino también
por todos sus coacusados 7 .-
La afinidad produce los mismos efectos que el parentesco2 . El artículo 254 del
Código de Procedimiento Criminal dispone: “No se recibirán las declaraciones de los afines
en los mismos grados”. Por tanto, “son considerados como tachables el yerno y la nuera,
puesto que, en razón de la unión contraída , ellos han entrado en la familia en la cual ellos
son aliados , en el rango de hijos e hijas 3. Así recíprocamente “no pueden ser oídos el
suegro o la suegra contra su yerno o su nuera4 .-
“El hijo que uno de los cónyuges ha tenido de un primer matrimonio es afin del
nuevo cónyuge y, por consecuencia, no puede ser recibido su testimonio sobre la acusación
dirigida contra éste 5 . Igual sucede en el caso opuesto, o sea, el nuevo cónyuge es afín del
hijo que su cónyuge ha tenido en un primer matrimonio, por tanto, no puede recibirse su
testimonio en contra ni a favor de éste. Debemos aclarar que en Francia ha habido
decisiones contrarias a esto último. “Son tachables el cuñado y la cuñada del acusado,
puesto que, por la alianza contraída, ellos han tomado el rango de hermanos y hermanas en
su familia6 . No obstante, “la exclusión no se extiende al marido de la cuñada o a la mujer
del cuñado 7 . Esto porque ellos serían aliados de los aliados; lo que resulta de la máxima “
affinitas affinitanten non parit.-
Se debe destacar que la afinidad sobrevive al cónyuge que la formaba, por lo tanto,
“ el lazo subsiste aunque esta persona haya muerto sin hijos8 .-
El marido o la mujer del acusado no pueden ser oídos como testigos. Pero esta
prohibición no se extiende a las uniones ilegítimas 9 . De ahí que, “la mujer que vive en
concubinato con un individuo, puede ser oída como testigo en un asunto que concierna a
este último 1 0 .-
“En principio, la parte civil no puede desempeñar el papel del testigo3 . Esta
prohibición se fundamente al igual que las otras prohibiciones, en que se presume que la
parte civil no es imparcial como deberían ser todos los testigos. Esta presunción tiene su
base en que ella es parte en el proceso. No obstante, la jurisprudencia ha manifestado que
“... nada se opone a que una persona que se considere lesionada, aún si ha presentado
querella, declare como testigo cuando todavía no se ha constituido en parte civil, siendo una
práctica admitida la de que declare primero y se constituya después” 4.
Los menores de dieciocho años no es que son tachables, sino que el testimonio de
ellos se debe hacer conforme a lo establecido por el artículo 236 de la ley 14-94, es decir
por comisión rogatoria al juez de niños, niñas y adolescentes o a quien haga sus veces.
1 Castillo. Pelleranoy Herrera. Ob. Cit. P. 82 y Dalloz C.I. Cr. Art. 322. P. 658-59
2 Idem.
3 S.C.J. 2 nov. 1953.B.J. 520. P 2035 y Dalloz C.I. Cr. Art. 322 p. 656
4 SCJ. 8 marzo de 1968. B.J. 688 p. 581
Según lo que expresa el artículo 254 resulta que se puede elevar oposición a la
audición de las personas que menciona este artículo y que analizado anteriormente. Es
decir, las partes se pueden oponer a que estas personas sean oídas como testigos o en el
juicio. Esto lo expresa el artículo citado1 .-
La oposición debe ser espontánea, o sea, debe surgir libremente de la parte que se
oponga a que sea oído un testigo de los mencionados en el presente artículo. En efecto, “el
presidente no está obligado a preguntar al acusado, al efecto de saber si él intenta oponerse
a la audición de ese testigo3 .-
¿Cuándo debe ser hecha?. La oposición “no puede ser ejercida si ya el juramento ha
sido prestado y la declaración ha comenzado 4 . sin embargo, la jurisprudencia francesa ha
decidido “que la oposición que es hecha después de la prestación de juramento, pero antes
que la declaración haya comenzado , debe ser acogida a pena de nulidad5. Nos parece más
lógico este sistema o esta decisión de la Corte de Casación Francesa, pues es después que
se presta el juramento que esta persona adquiere la calidad de testigo. Además, nos parece
que esa jurisprudencia dominicana citada debe ser interpuesta en el sentido de que no se
podrá hacer la oposición si ya el testigo ha empezado a declarar. Aunque el testigo o el
supuesto testigo ha prestado juramento este es declarado nulo, pero nada impide que la
misma persona sea oída como informante en virtud del poder discrecional del juez6 .
Oposiciones tardías
Denunciadores no recompensados.
El artículo 255 prevé que los denunciadores que no sean recompensados
pecuniariamente por la ley, pueden ser oídos como testigos. Esta disposición tiene una
estrecha vinculación con el artículo anterior que establece que los denunciadores
recompensados pecuniariamente por la ley no podrán ser oídos como testigos.
De todos modos, importa determinar cuáles personas deben ser comprendidas bajo
esta denominación de “denunciadores”.-
En sentido legal, denunciador, “es aquel que, espontáneamente y sin ser constreñido
por los deberes que le incumben o la necesidad de la protección de su persona o de sus
bienes, da aviso a un oficial de la policía judicial o al procurador fiscal de un delito al cual
él es extraño y le revela sus autores 6 .
Pero no es suficiente que la revelación verse a la vez sobre el crimen cometido y su
autor. Dos condiciones más son exigidas: “En primer lugar, es necesario que la denuncia
sea espontánea; en segundo lugar, aquel que ha hecho la revelación no la haya hecho en el
1 Idem.
2 Cass. 14 jaun. 1870 B:N: 8.
3 Cass. 30 de avr. 1835. B:N: 19
4 Crim. 16 de mars. 1959. B. 185: 16 déc. B. 562
5 Le Poittevin G. Ob. Cit. P. 89
6 Cass. 4 aout. 1842. B:N: 227
Evidentemente que la persona que comparece en esta situación no debe ser oida bajo la
fe del juramento. Solamente cabe la posibilidad de que sea oída, sin prestar juramento,
como una simple informante en virtud del poder discrecional del Juez. Sin embargo, se ha
decidido “que si ninguna oposición se produce, el testigo ni citado ni notificado podrá
prestar juramento” 2.
1 Cass 1 déc. 1887. B.N. 408 y Dalloz . C. I.Cr Art. 326 P. 667
2 Le Poittevin. G . Ob. cit. p. 92 y Dalloz. C. I. Cr. art 327. p. 667
3 Cass. 2 Juill. 1841. D. Vo. Temoín N. 544
4 Cass. 25 mars. 1819. D.Vo. Instr. Crim. No. 2249 y Dalloz. C.I.Cr. Art. 327. P.668
5 Cass 13 Juill. 1893. B.N. 192. D.96. 1.505
6 Dalloz. C.I.Cr. Art.327.P.668
Las piezas de convicción comprenden todos los objetos previstos por el artículo 35
del Código de Procedimiento Criminal, es decir, “… las armas y todo lo que parezca que
ha servido o ha sido destinado para cometer el crimen o el delito, así como todo lo que
parezca haber sido su resultado” 4 . Este artículo añade: “ en fin, de todo aquello que pueda
servir para poner de manifiesto la verdad” 5
La ley no determina en momento exacto en que deben ser presentadas las piezas de
convicción al acusado y a los testigos”7 . Por lo cual, “ el presidente apreciará en cuál
momento esta formalidad será más útil cumplirla” 8 . Sin embargo, se debe respetar una
regla y es que “ a los testigos no se les expondrán las piezas de convicción antes de prestar
juramento” 9 .
Sanciones a la presentación
El artículo 262 del Código de Procedimiento Criminal ha sido instruido con el fin de
proteger la buena marcha de la justicia de los falsos testimonios. Así, este artículo, el cual
fue reformado por la ley 5005 del 28 de junio de 1911, dispone que “ si en el curso de los
debates la declaración de un testigo pareciera falsa…”. Es decir, que es solamente
necesario que la declaración pareciere falsa para proceder de acuerdo a las disposiciones de
este artículo.
Modo de proceder
Generalidades
La jurisprudencia francesa opina que “ si el presidente (o el juez) cree que debe usar el
derecho que le confiere el artículo 262, él no está obligado a hacerlo al instante mismo en
que el testigo concluye su declaración: él procede a esta medida en el momento que él
aprecie útil” 2 .
Las disposiciones del artículo 262 del Código de Procedimiento Criminal se aplican
exclusivamente a los testigos que hayan declarado bajo la fe del juramento. Es decir, que
no se aplican a los simples informantes oídos en virtud del poder discrecional del Juez. Por
otra parte, tampoco caerían en el ámbito de aplicación de este artículo los acusados
interrogados ante el tribunal, porque no están obligados a prestar juramento.
Nombramiento de un intérprete
1 Idem
2 Cass 14 Avr. 1814. D.Vo. Temoinage Faux. No. 82
3 Hélie, Faustín. Ob.cit. P.657 y Dalloz C.I.Cr. Art. 332 p.667
Número de intérpretes
Aunque el artículo 263 hable de “ un intérprete”, esto no puede restringir los poderes
del juez o del presidente de la Corte de Apelación, en cuanto al número de intérprete a
designar. Esta posición tiene una acogida unánime en la doctrina francesa. De esta
manera. “ si hay varios acusados y éstos hablan idiomas diferentes, debe nombrarse más
de un intérprete”6 . Considerar lo contrario sería ilógico, pues se requeriría de un super
intérprete de no ser posible nombrar más de uno. No obstante, entendemos que lo más
conveniente sería encontrar un intérprete que domine los idiomas en cuestión, pero si no,
entonces deben nombrarse más de uno.
Condiciones
La única condición que exige el artículo 263 del Código de Procedimiento Criminal
para que una persona pueda ser nombrada intérprete es la edad, además de las causas de
incompatibilidad que enuncia el mismo artículo 9
Causas de incompatibilidad
El texto objeto de estudio nos expresa que “ el presidente nombrará de oficio, bajo
pena de nulidad, un intérprete…; y le hará bajo la misma pena, prestar juramento…” 5
Como podemos observar, este juramento es sustancial y su omisión entrañaría la nulidad.
Por tanto “ el intérprete no puede cumplir ningún acto de su misión antes de haber prestado
juramento” 6
El intérprete debe traducir al acusado todo lo que pueda tener un interés para su
defensa y que no será exactamente conocido por otro medio2 . Por lo tanto, no será
necesario traducirle: “ La exposición de su abogado o defensor”3 . Pero es necesario
traducirle: “las preguntas hechas a los demás acusados, la declaración de los testigos, el
relato de la parte civil, lo que digan los peritos 4 . En fin, todo lo que pueda interesarle para
su defensa. Asimismo, la jurisprudencia francesa ha dicho que “ se aplica principalmente a
las partes de los debates donde el acusado no puede ser suplido por el abogado del cual s
asistido. 5
Designación de un intérprete
Caso en el cual el sordomudo sepa escribir
Como el artículo 264 sólo se refiere al caso en que el sordomudo no sabe escribir, hay
que concluir que no habrá necesidad de designarle un intérprete y hay que hacerle a pena de
nulidad, las comunicaciones exigidas por este artículo7
La jurisprudencia francesa nos da varios casos que se pueden presentar al respecto:
• Si es mudo y no sordo, las preguntas les serán leídas y él escribirá las respuestas 9
Recusación
Según la doctrina, el intérprete nombrado en virtud del artículo 264 puede ser recusado.
El artículo 263, en este sentido, es aplicable.
El testigo que no satisface la citación que se le haga en virtud del artículo 229 del
Código de Procedimiento Criminal podrá ser condenado de acuerdo a lo establecido por el
artículo 80 del mismo Código, que expresa: “ Toda persona citada para prestar declaración
está obligada a comparecer y a satisfacer a la citación; de lo contrario, podrá ser compelida
a ello por el Juez de Instrucción que, a efecto, después de oír al fiscal, sin más formalidad
ni plazo y sin apelación, impondrá una multa que no excederá de veinte pesos y podrá
ordenar que la persona citada sea compelida por apremio coroporal a que comparezca a
prestar declaración” 5
Sin embargo, el testigo podrá librarse de la pena impuesta ejerciendo la oposición en
el plazo acordado y demostrando al tribunal una causa legítima de su no comparecencia o
podrá solicitar que se le reduzca el monto de la multa.
El Presidente del Tribunal, a nuestro entender, tendrá los más amplios poderes para
ponderar la legitimidad de la excusa y suprimir las condenaciones dictadas en virtud del
artículo 80 del Código de Procedimiento Criminal.
Introducción
Con frecuencia resulta difícil probar el hecho mismo que se desea establecer,
mientras que se estaría en condiciones de probar una situación de la cual podría deducirse
la existencia del hecho por probar: La existencia de un hecho conocido permite deducir un
hecho desconocido que se intenta demostrar.
Así la prueba se desplaza; la presunción es un desplazamiento de la prueba, la
presunción consiste, entonces, en deducir de un hecho conocido la existencia de un hecho
desconocido que se intenta probar.
Definiciones
El artículo 1349 del Código Civil define las presunciones como “Las consecuencias
que la ley o el Magistrado deduce de un hecho conocido a uno desconocido”. De la simple
lectura del texto citado se revela que existen dos tipos de presunciones, las presunciones
legales y las presunciones del hombre; en efecto, unas veces es el hombre, o sea el
Magistrado quien deduce de un hecho conocido consecuencias respecto a un hecho
desconocido, y otras vece s es la ley la que hace esas deducciones.
Algunos autores, como François Gorphe, en su obra “La Apreciación Judicial De las
Pruebas” consideran que esa definición dada por el Código Civil es muy amplia, y cita el
Vocabulaire de Philosophie, el cual define la presunción, como: “El razonamiento por el
que se formula, en materia de hechos, una conclusión probable, aunque incierta”. Por su
parte Mittermaier asimila los indicios y las presunciones y a ese respecto dice: “La prueba
artificial se establece por medio de las consecuencias que sucesivamente se deducen de los
hechos: los indicios o las presunciones son los medios de hacerla funcionar. Un indicio es
un hecho que está en relación tan intima con otro hecho, que un Juez llega del uno al otro
por medio de una conclusión muy natural”.
René y Pierre Garraud, en su obra Traté d´Instruction Criminelle et de Procédure
Pénale, al referirse a la prueba por presunciones o indicios sostiene que “la misma consiste
en recoger e interpretar todos los hechos o circunstancias que puedan llevar al
descubrimiento de la verdad”.
De todo lo expresado resulta que este medio de prueba, hasta el momento, no tiene
una denominación precisa, así los civilistas hablan de presunciones, los penalistas de
indicios y otros juristas de circunstancias, de allí surgen los términos de prueba por
presunciones o presuntiva, prueba indiciaria o prueba circunstancial.
Generalidades
Por otra parte los autores Castillo Pellerano y Herrera en su obra Derecho Procesal
Penal, han clasificado las presunciones o indicios de diferentes maneras, usando para ello
diversos criterios a saber:
a) La división según su origen. Partiendo de este criterio, las presunciones son legales o de
hecho, la primeras en realidad constituyen una dispensa de prueba en provecho de
quienes están establecidas, tal como la presunción de acuerdo con la cual se reputan del
marido todos los hijos nacidos de la mujer dentro del matrimonio, las segundas,
llamadas ta mbién indicios constituyen los verdaderos modos de pruebas y son las que
resultan de los hechos mismos.
f) Las presunciones Legales. Se admite sin discusión que son absolutas y por tanto
inatacables, las presunciones establecidas en un texto legal que califican la naturaleza
de un hecho o afirman su existencia, como sucede con la presunción de complicidad
que pesa sobre los que a sabiendas hubieren ocultado en su totalidad o en parte cosas
robadas, hurtadas, sustraídas o adquiridas por medio del crimen o el delito, según señala
el artículo 62 del Código Penal, pero se admite generalmente que “...las presunciones
legales son susceptibles de prueba contraria, cuando de la naturaleza misma de un acto,
las cuestiones de intención constituyen en efecto, el objeto concluyen (sic) a la
intención criminal que ha dictado este acto las cuestiones de intención constituyen en
efecto el objeto de una apreciación soberana, puesto que ellas dependen de elementos
múltiples cuyo valor es imposible medir de antemano”.
g) Existen algunas presunciones cuya fuerza probante se discute. Por ejemplo, el artículo
329 del Código Penal en su inciso 1ero. Señala que hay necesidad actual de legítima
defensa “...cuando se comete un homicidio o se infieren heridas, o se dan golpes
rechazando de noche el escalamiento o rompimiento de casas, paredes, cercas, o la
fractura de puertas o entradas de lugares habitados, sus viviendas o dependencias”.
Según algunos, la consagrada por esa disposición es un presunción legal de legítima
defensa admitida, pero para otros dicha presunción es simple y puede ser destruida por
la prueba contraria, pues el acusado debe ser condenado si se establece que no podía
ignorar la verdadera intención del que penetró en su domicilio, por lo cual no era
posible que experimentara ningún temor por su seguridad personal.
h) Las presunciones aplicables a los casos en los cuales el tribunal en atribuciones penales
debe estatuir acerca de un asunto civil son las que conciernen a esta última materia,
pues lo que determina el carácter de la prueba es la naturaleza del asunto y no el de la
jurisdicción apoderada. En este sentido se admite sin discusión que cuando la
incriminación se fundamenta en la violación de uno de los contratos señalados por el
artículo 408 del Código Penal pueden ser invocadas las presunciones legales que
tienden a establecer que el presunto deudor se ha liberado; ocurriendo lo mismo en los
casos en los cuales se trata de probar la filiación, caso en el cual rige la presunción del
artículo 312 del Código Civil.
El rasgo distintivo de los indicios consiste en que mientras las presunciones legales
dan por establecido un hecho de la prueba del cual dispensa a quien la invoca, las simples
tienen por finalidad complementar o robustecer un a prueba o suplir la falta de la misma.
Es importante señalar, pues, que cuando se quiere apreciar sanamente el valor de los
indicios, debe el juez enterarse con cuidado de todos los hechos que influyen en la decisión
que ha de recaer; y de todos los que han de subir o bajar de grado las probabilidades, y
luego que estos hechos estén averiguados y reunidos, cotejarlos con el que sirve de base de
indicio. Cuanto más profunda sea la experiencia del Juez, mejor sabrá imaginar todos los
casos posibles y discernir las más pequeñas circunstancias, cuanto más desarrolladas estén
sus facultades de observación, madura su inteligencia y ejercitado su criterio, tanto más
sólido también será su Juicio en lo que concierne a la apreciación de los indicios.
Francois Gorphe, en su obra citada, sostiene que, una vez obtenidos y verificados
los indicios, resta interpretarlos para atribuirles su sentido y alcance. Esta es la tarea
esencial que resulta delicada en mayor o menor medida.
Cuando cada uno de los indicios reúne las condiciones para ser considerados como
tales, el Juez saca de ellos, con toda seguridad, las conclusiones que dan lugar a la
formación de su intima convicción.
En lo que respecta al número, el único principio que puede sentarse es que debe haber
concurso de varios indicios.
Por último el Juez tiene que contrapesar cada uno de los indicios con los indicios y
presunciones contrarias; en este caso no debe perder de vista las explicaciones que el
acusado suministra para su defensa acerca de las relaciones entre el indicio y su persona, y
Si sus justificaciones están reconocidas como falsas o altamente inveros ímiles; si,
atendidas las circunstancias, todo demuestra que puede muy bien ser capaz de haber
cometido el crimen, la convicción del Juez se apoya, en cuanto a los indicios, en una base
cada vez más sólida.
Este requisito es, precisamente el más relevante, ya que de nada serviría una diversidad
de indicios si estos no confluyeran en una idéntica conclusión, puesto que lo contrario haría
devenir la exigencia de pluralidad de hechos base en una mera condición numérica sin
interés alguno.
EL PERITAJE
Generalidades
De lo dicho más arriba, podemos afirmar que el peritaje puede ser ordenado por: a)
toda autoridad judicial con capacidad para proceder en caso de flagrante delito o en caso de
instrucción preparatoria en materia criminal; b) por la jurisdicción de juicio en materia
criminal, correccional o de simple policía
Por otro lado, ante la jurisdicción de juicio el derecho de ordenar un peritaje entra
dentro de los poderes conferidos al presidente del tribunal por los artículos 232 y 233 del
Código de Procedimiento Criminal. En este sentido se ha establecido de manera
jurisprudenc ial que en materia penal la designación de los peritos corresponde
exclusivamente a los jueces que tienen la misión de instruir y juzgar la causa, sin que el
inculpado tenga el derecho de controlar de ningún modo la elección hecha por los jueces.1
Cuando un experto ha sido designado, sea por el Procurador Fiscal en caso de delito
flagrante, sea por el Juez de Instrucción o la Cámara de Calificación, sea por el Presidente
del Tribunal de juicio debe prestar el juramento previsto en el articulo 44 del Código de
Procedimiento Criminal de “ proceder al examen y dar su relación según su honor y su
conciencia”. Debemos poner de manifiesto que la formula contenida en el texto legal mas
arriba indicado, a diferencia de la prescrita para los testigos por los artíc ulos 75, 155 y 246
del mismo Código, no es sacramental en la medida que la jurisprudencia ha considerado
que “ los médicos, inspectores sanitarios, cuando actúan como médicos legistas o como
peritos a requerimiento de las autoridades competentes, deben prestar el juramento del
perito, pero basta para la validez de su actuación que de algún modo conste en los autos que
han prestado, antes de actuar, el juramento legal, para que quede cumplido el voto del
articulo 44 del Código de Procedimiento Criminal, ya que el juramento no debe prestarse
mediante una formula sacramental2 .
Características del peritaje
Tal como apunta el profesor Juan Manuel Pellerano Gómez3 , el peritaje presenta
ciertas características relacionada tanto con su ejecución como con quien la lleva a cabo,
entre las cuales podemos señalar las siguientes:
a) Debe resultar de un acto jurisdiccional, esto es debe ser ordenado por un juez o tribunal
de lo cual resulta que el peritaje hecho a instancias de una parte del proceso solo tiene
el valor de un simple dato. Sin embargo, debemos apuntar que de acuerdo a los
artículos 43 y 44 del Código de Procedimiento Criminal, la facultad de ordenar tal
medida se encuentra también dentro de los poderes reconocidos al Procurador Fiscal en
caso de flagrante delito. Es decir, que en tales circunstancias dicho funcionario goza de
la facultad de ordenar pericias que puedan ofrecer datos en la investigación que se lleva
a cabo ante la ocurrencia de una infracción flagrante.
b) El perito es designado sea para emitir una opinión personal y motivada, sea para
proceder a una operación material que no puede ser efectuada por sí mismo por el
juzgador;
1
Cass. Agosto 1957, Bol. Jud. 565, pag. 1652
2
Suprema Corte, 29 de junio 1949, B.J. 467, p.501
3
Pellerano G., Juan Ml et al, Derecho Procesal Penal, TII. 3ra Ed. 1999, p.54
Informe Pericial
Por otro lado, el informe redactado de berá ser entregado por el perito al magistrado
que le comisiono. Si son varios los peritos ellos gozan de la facultad de entregar un informe
común o separado.
El maestro Herrera Billini ofrece a los peritos el seguir los siguientes consejos:
b) El informe será completo, es decir, que debe contener el detalle de todas las
verificaciones hechas, y de todo lo que el perito haya visto y observado, de
manera que las personas interesadas estén en condiciones de discutirlo;
1
Sup. Corte, Dic. 1957, Bol. Jud. 569. pag.2635
2
Herera Billini, Hipolito. Lecciones de Procedimiento Criminal. El sótano, Santo Domingo, 1988. p.92
Puede acontecer que el perito sea llamado a audiencia para que pueda pronunciarse
de manera oral respecto de las operaciones que ha llevado a cabo. Ante esta hipótesis
cabria preguntarse si debe prestar juramento de nuevo para proceder a ofrecer sus
declaraciones orales.
La apreciación judicial del peritaje debe ser realizada por parte del juez desde dos
puntos de vista distintos: en primer lugar debe verificar si las formalidades prescritas por la
ley respecto del modo en que debe llevarse a cabo el peritaje han sido cumplidas; en
segundo lugar el juez apoderado debe examinar el contenido del examen para verificar y
comprobar su coordinación lógica y científica, y para ver si los motivos y razones son
suficientes. En este sentido, el legislador no le ha dictado normas al juez respecto del modo
en que debe formar su convicción en cuanto a la pericia que se le ha sometido a examen.
Sin embargo, resulta forzoso concluir que la aceptación o rechazo del peritaje debe
encontrase debidamente fundamentado de manera que no haya espacio para la
arbitrariedad.
1
Herrera Billini, Op. Cit. P.93
2
Cass. 23 fevr. 1901 [B. n. 65, Gaz. Pal., 1901.1.673
Sin embargo, si bien es cierto que los jueces deben dictar sus fallos conforme la
impresión que los medios de prueba ofrecidos hayan causado en su espíritu no menos cierto
es que tal poder no es ilimitado y arbitrario es decir, que los tribunales no tienen el poder
de rechazar un informe pericial sin ofrecer la debida fundamentación sobre su proceder. Lo
cierto es que el juez, se encuentra en la obligación ineludible de ofrecer los motivos que
han hecho que se forme su criterio sea aceptando el peritaje sea desestimando su fuerza
probante.
Finalmente, podemos decir con el profesor Pellerano que “si es cierto que desde el
punto de vista del derecho la opinión del perito no liga al juez, en realidad en la mayoría de
los casos la sentencia es la obra de aquel pues este no puede porque si dejar de aceptar
conclusiones que son o se supone que son la obra de una especialista en la materia que el
desconoce o en la cual no esta muy versado. 2
Habíamos dicho en otra parte de este trabajo que en nuestro ordenamiento procesal
penal el peritaje no tiene carácter contradictorio en la medida en que se encuentra sometido
al menor parecer del tribunal apoderado, sin embargo, en el proyecto de reforma, entre
otras novedades, el informe pericial debe contener las observaciones de las partes o sus
consultores técnicos respecto del objeto de la pericia. 3
Del mismo modo, el proyecto permite que las partes puedan recusar al perito por las
mismas causas que pueden ser recusados los jueces,4 cuestión esta que de acuerdo a la ley
vigente no es posible en tanto cuanto las partes no pueden cuestionar el nombramiento del
experto realizado por el tribunal.
1
Op. Cit. Pellerano, Herrera y Del Castillo p.63; Herrera Billini, Hipólito, p.93
2
Pellerano y Herrera, Op. Cit. p.60
3
Finjus, Anteproyecto de Código Procesal Penal de la República Dominicana, Buho 2000, art 227.
4
Finjus, Op. Cit. art. 224
Merece especial comentario que en nuestro Código actual a los peritos la ley no le
exige (salvo el caso de los médicos legistas) la acreditación de un titulo que pruebe su
especialidad en un campo del saber determinado, por el contrario, el proyecto de Código
Procesal Penal, requiere que el perito sea de hecho un experto y que tenga un titulo
habilitante en la materia relativa al punto sobre el cual están llamados a dictaminar salvo
el caso en que la técnica sobre la cual habrá de hacerse la experticia no este reglamentada.3
EL DESCENSO
Es una medida de instrucción que resulta de la combinación de los artículos 62, 231
y 232 del Código de Procedimiento Criminal, a la cual se avoca el tribunal, bien sea a
pedimento de las partes, del Ministerio Público o de oficio cuando es acordada por el Juez o
Tribunal; significa bajar al lugar de los hechos.
Constituye el traslado del tribunal con todos sus componentes al lugar en el cual se
materializó el hecho analizado por el Tribunal o Juez con la finalidad de apreciar en toda su
dimensión el área física y los rasgos físicos que acompañaron al autor del hecho y las
consecuencias del mismo.
1
Finjus Op. Cit. art.228
2
Finjus, Op. Cit art. 231
3
Finjus, Op. Cit. art. 219
Como el tribunal se traslada en pleno, es necesario que cada cual asuma su función,
el Juez se encarga, como es su deber y obligación, de dirigir el proceso, el secretario deberá
tomar nota en el Acta de Sesión o en el Acta de Audiencia, los Abogados preguntan a
través del Juez, el Ministerio Público indaga, cuestiona. En fin, cada parte realiza su labor
tal cual lo hace en el tribunal.
CONSIGNAS DE TRABAJO
Consigna N°1
La Intima Convicción
2. Un testimonio confiable del tipo referencial, entendiéndose como tal lo declarado por
alguien, bajo la fe del juramento, en relación a lo que esa persona supo mediante la
información que le ha ofrecido un tercero con conocimiento de lo s hechos, o mediante
su entendimiento personal relacionado con los antecedentes y estilo de vida del acusado
del caso de que se trate, quedando la apreciación de la confiabilidad de cada
testificación, a cargo de los jueces;
4. Una documentación que demuestre literalmente una situación de interés y utilidad para
el esclarecimiento o para la calificación de un hecho delictivo;
5. Una confesión de participación en los actos violatorios de la ley penal que haya sido
expuesta frente a los jueces, siempre que ésta sea compatible con un cuadro general
imputador que se haya establecido en el plenario, durante la instrucción de la causa;
6. Un cuerpo del delito ocupado en poder del acusado o incautado en circunstancias tales
que permita serle imputable a éste;
7. Una pieza de convicción que haga posible establecer inequívocamente una situación del
proceso, entendiéndose como pieza de convicción todo objeto que sin ser el instrumento
que sirvió para cometer el hecho delictivo, y sin ser el producto o la consecuencia de él,
es algo que sirve para esclarecer los hechos y llegar al conocimiento de la verdad;
9. Un acta expedida regularmente por una oficialía del Estado Civil, cuyo contenido sea
aplicable en una situación relativa al caso que se ventila en el tribunal;
10. Una certificación médico-legal que describa con claridad las lesiones sufridas por una
persona, el diagnóstico de una enfermedad, el estado físico de un cadáver, o las causas
de un fallecimiento;
11. Cualquier otro medio probatorio convincente que sea expuesto por los jueces con
precisión en su sentencia.
Suprema Corte de Justicia, N° 71 de fecha 28 de abril de 1999, B.J.N° 1061 pags. 595-600.
Consigna N° 2
Testimonio
Los a boga dos del pr ocesado s olic itan a l J ue z que or dene la c itación de la me nor ,
par a ser cuestiona da direct a me nte e n el tr ibuna l. E l Minister io P úblic o dict a mina pidie ndo
que s e rec hac e la solic itud de la defe nsa , e n vir tud de que e llo violenta el ar t íc ulo 236 de l
C ódigo Par a la Pr otecc ión de N iñas , N iños y A dole scente s.
“ Las declaraciones informativas que menores de diez y ocho años deban prestar en
relación a causas penales, tendrán lugar exclusivamente ante los Tribunales de Niños, Niñas
y Adolescentes. Para estos fines, el o la juez competente librará rogatoria insertando sus
interrogatorios, si lo juzgare pertinente. Los niños, niñas y adolescentes no podrán
participar en reconstrucción de crímenes o delitos, ni asistirán a ellos”.
Artículo 14:
• Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda
persona tendrá el derecho a ser oída públicamente y con debidas garantías
por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la
Ley, en la substracción de carácter penal formulada contra ella o para la
determinación de sus derechos u obligaciones de carácter Civil, la prensa y el
público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por
consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una sociedad
democrática, o cuando exija el interés de la vida privada a de las partes o, en
las medidas estrictamente necesarias en opinión del tribunal, cuando por
circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar a los
intereses de la justicia; pero toda sentencia en materia penal o contenciosa
será pública, excepto en los casos en que el interés de menores de edad exija
lo contrario, o en las actuaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la
tutela de menores.
Artículo 8:
1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la substracción de cualquier acusación
penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
5- El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para
preservar los intereses.
Basa do e n el caso plantea do e labor e una se nt e nc ia sobre e l incide nte plantea do.
Consigna N° 3
Testimonio
JOSE LI TO DEL PATI O, está s iendo juzgado cor recc ionalme nte y e n se gundo
gra do, por la C ort e de A pe lac ión. E l se ñor D EL P AT IO, f ue c onde na do por e l J ue z de
Pr ime r Gra do, basado en las dec larac iones de su hijo R AFE LI TO DE L P ATIO, que no
fue jura me nta do por ra zone s de prohibic ión le ga l.
2- ¿E n ca s o de que f ue ra pos ible recibir es ta dec larac ión, podr ía la C or te suste ntar una
sentenc ia condenat or ia e n e se únic o e le me nt o?
Consigna N° 4
Las presunciones e indicios
La señora A denunció a las autoridades policiales, que en horas de la noche
desconocidos violentaron la puerta de su apartamento y le sustrajeron varios efectos
electrodomésticos, prendas preciosas y una gran suma de dinero. En la investigación los
agentes, siguiendo huellas de todos los zapatos de hombre, marcadas en el patio del
edificio, encontraron al otro lado de la pared divisoria, un par de zapatos de hombre, que al
ser cotejados con las indicadas huellas estos se correspondían exactamente con las mismas,
Trabajo:
Consigna N° 5
Las presunciones e indicios
El 3 de mayo del año 2000 , fue encontrado en las afueras de la ciudad de la Vega el
cadáver de una mujer de 30 años, que había sido herida en el cuello con un instrumento
cortante y punzante, había sido estrangulada con una tela de seda azul y roja y parecía
haber sido violada.
Al ser detenido se comprobó que éste fumaba tabaco en piña, examinadas sus uñas,
bajo éstas mostró restos de picadura de tabaco y grasa, similar a la encontrada en el lienzo
de lanilla, en sus ropas, algunas huellas de sangre, en la parte inferior del pantalón, un
cabello similar a los de la víctima, manchas de barro idénticas a la tierra del lugar del
crimen, y un cuchillo ma nchado con grasa de la que se usa en el taller donde labora, con
algunos coagulos de sangre.
Trabajo:
Consigna N° 6
El Peritaje
Textos legales:
Art.98 (ley 50-88 mod. Por la ley 17-95) el análisis de la sustancia decomisada se realizara
en presencia de un representante del Ministerio Público especialista en análisis químico.
Ord.3.- Párrafo: dicho análisis deberá ser realizado, a pena de nulidad, en presencia de un
miembro del Ministerio Público, quien visara el original y copias del mismo.
Pregunta:
Consigna N° 7
El video como medio de prueba
2. ¿La presentación de esas escenas es una violación a la Ley 24-97, en su artículo 337?
4. Le bastaría o tomaría esas escenas como medios de prueba irrefutables para establecer
condena.?
Consigna N° 8
El Descenso
3. En el descenso que se observó en el video ¿se aplicaron las reglas procesales en cuanto
al desarrollo del caso?
4. El descenso es una medida de instrucción que está a disposición de las partes, ¿puede
ser acordado de oficio por el juez?
Consigna N° 9
El Allanamiento
4. Los vicios de forma sobre un acta de Allanamiento, ¿los acogería usted y los
antepondría al fondo para poner en libertad al procesado, a pesar de que existen otros
medios de prueba por examinar?
BIBLIOGRAFIA