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EL GRUPO COMO AYUDA

ANDRÉS MORENO

LIZHET CORREA

LUZ POSADA

MARISOL VELEZ

SEBASTIÁN ORTIZ

VANELLY CÁRDENAS

DOCENTE: LILIANA PARRA

PROCESOS PSICOSOCIALES DE LOS GRUPOS Y FAMILIAS

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA


MEDELLÍN

2020

Tabla de contenido

PORTADA 1
INDICE 2
INTRODUCCION 3
OBJETIVO DE LA ESTRATEGIA 3
A QUIEN ESTA DIRIGIDO 4
PASO A PASO DE SU APLICACIÓN 4
ROL DEL TERAPEUTA..............................................................................................................................6

EJERCICIO SUGERIDO.............................................................................................................................8

BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………………………………………………………………………………..9
EL GRUPO COMO AYUDA

Inicialmente, nos da a entender que los seres humanos para superar o enfrentar cierta

situación necesitamos de un apoyo colectivo, sea de la familia, personas de su entorno social

o una red de apoyo que permitan “la integración social y la construcción de relaciones”.

(Rivera, 1993, p.191)

Cuando hablamos del grupo como ayuda, nos referimos a la familia, al grupo organizado,

donde encontramos armonía y confianza, son grupos de personas que han sufrido

experiencias similares y se convierten en una red de apoyo mutua.

Este grupo de ayuda tiene 3 principios igualdad, aceptación y comprensión que son

fundamentales para la creación de un grupo de apoyo, lo cual permitirá comprender que los

individuos se identifican por la calidad de persona, quienes deben ser respetados, escuchados

y valorados sin inclinaciones paternales o sobreprotectores porque todos tienen la capacidad

de escuchar y ser escuchados aportando experiencias y conocimientos que generen de manera

recíproca resultados colaterales.

También incluye la libre decisión mediante la motivación para que confíen y sientan la

seguridad de hablar y compartir todas las cosas que tienen por aportar al grupo.

 El objetivo principal de esta estrategia es Dar un sentido a las experiencias represivas e

integrarlas en el compromiso personal y colectivo, mediante la preparación de cada sujeto

que integra el grupo para una posible crisis emocional, aislamiento o intervención social.

Además, consideramos que el grupo tiene una enorme capacidad de apoyo, ya que logran
prestarse fuerzas, reconocer sus sentimientos y experiencias siendo así un gran apoyo mutuo

para hallar una solución a sus problemas.

Está dirigida principalmente a las personas con necesidad de un agente reciproco con la

capacidad de escuchar y respetar lo que cada uno desea comunicar cuando hay un factor de

atención en común, efectuando la comprensión y resolución de problemas evitando que la

represión tome el control de cada individuo.

La idea es generar un ambiente de igualdad entre las personas implicadas, dejando de lado los

cargos y posiciones que ocupan cada uno en su vida cotidiana para crear un ambiente donde

todos se sientan identificados y puedan fluir más fácilmente y sacar esos dolores causados por

tragedias similares, recibiendo el apoyo de otros y basados en sus experiencias y solución que

les dieron a ellas ayudar a otras personas del grupo, sentirse comprendidos y con la libertad

de expresar lo que muy seguramente no han querido dialogar en otro ambiente por temor a

ser juzgados o señalados por su vivencias, es de gran alivio para estas personas poder

encontrar un grupo de personas con situaciones vividas tan semejantes y dejar a flote todos

sus sentimientos y emociones, sanando así poco a poco todas sus heridas mediante diferentes

técnicas de ayuda.

 Para aplicar esta estrategia del grupo como ayuda, se necesita seguir los siguientes pasos:

1.      Capacidad de sostenerse mutuamente: Este recurso permite comprender la importancia

de las buenas energías que son trasmitidas entre las personas son favorables para enfrentar

dificultades o adversidades que este afligiendo al sujeto, lo cual hace ser más llevadera la

situación (compartir experiencias positivas).


2.      Controlar las reacciones impulsivas: No se trata de controlar, si no regular las reacciones

impulsivas que pueden llegar hacer daño al sujeto o a los demás.

3.      Reconocer los sentimientos: El grupo es un espacio para compartir y expresar

sentimientos que fueron guardados o negados. (vergüenza)

4.      Generalizar las experiencias: Permite que las personas no vivan en privado sus problemas

y puedan exteriorizarlos para así compartir sus experiencias, ayudando a encontrar una

solución juntos. Es importante este paso ya que ayuda a que la persona no se sienta sola ni se

encierre en sí misma, logrando trasformar la imagen que tenia de sí misma a una imagen más

positiva.

5.      Desarrollar el poder Colectivo: Al hablar de poder, se refieren a la suma de habilidades y

fuerzas de cada individuo que al final permite una unión de grupo que facilita intervenir en

los problemas de una manera más asertiva y concluyente.

6.      Llevar adelante soluciones: El apoyo que brinda un grupo permite que el sujeto sea más

objetivo en las decisiones que tome basándose en la integralidad de las experiencias

compartimentadas por cada persona, accediendo a una transformación de la realidad.

PROPUESTAS METODOLÓGICAS

A. Compartir experiencias: Cada persona comparte una experiencia de apoyo mutuo. Que

ayuda analizar las características en común de todas las formas de apoyo mutuo,

permitiendo que se expresen sentimientos y/o experiencias vividas y así fortalecer la

aceptación y confianza dentro del grupo.


B. Analizar las necesidades de apoyo: Es fundamental identificar los problemas, saber que está

produciendo la represión, ver las necesidades que crean estos problemas y por ultimo

responder a estas necesidades con actividades o acompañamiento a las familias.

C.    Los recursos del grupo: Primero se debe reconocer los sentimientos, generalizar las

experiencias, desarrollar un poder colectivo y apoyarse para llegar a la solución. Luego se

inicia con el dialogo donde se pide a los protagonistas cuenten su experiencia personal

buscando similitudes y diferencias concretas intentando llegar a una conclusión general.

D.    Juegos de Cooperación: Estas dinámicas pueden utilizarse para explicar el apoyo mutuo.

Existen varias dinámicas por ejemplo una de las usadas es dividir el grupo en parejas,

personas con la misma estatura y peso si es posible, luego una frente a la otra se dan las

manos y tratan de ponerse de pie sin soltarse. Este tipo de dinámicas ayudan a interiorizar el

significado del apoyo mutuo creando confianza entre los integrantes del grupo, se deben usar

siempre juegos cooperativos.

E.     Comentar una experiencia de apoyo mutuo: El testimonio de cada integrante del grupo

es muy importante ya que a partir de este se pueden sacar conclusiones generales sobre el

apoyo mutuo, además se logra expresar sentimientos, temores, preocupaciones que estaban

guardadas por miedo al qué dirán y Al exteriorizarlas pueden sentir que no son los únicos a

los que les sucedió estas situaciones puede ser muy liberador para los integrantes, ya que no

tienen que llevar esa carga pesada (pasado) solos si no que pueden equilibrar el peso (apoyo

mutuo).

Para facilitar la estrategia y que los integrantes tengan una experiencia grata, hablaremos del

rol del psicólogo o como es llamado en esta estrategia de grupo “animador”. Primero tenemos

que entender cuál es el papel del animador, de que se encarga, y en si como fortalece el

grupo, esta persona es la encargada de preguntarse qué tipo de necesidades necesitan ser
resueltas por el grupo, que tensiones se pueden vivir dentro de él, cuáles son las experiencias,

actitudes y temores que probablemente aparezcan una vez formado, de tal manera que los

objetivos del grupo en si vallan de acorde a las expectativas de sus participantes y no a las del

animador en sí

el psicólogo con el rol de animador debe de saber que cuando ofrezca su grupo a personas

estas deben ser libres de decidir unirse por su propia voluntad, no se basa en el hecho de

persuadir como tal, sino el de motivar a la persona a que se sienta libre de compartir

experiencias con otras que estén o Allan pasado algo similar y poco a poco ir sanando de

dentro, se tiene que tener claro que los objetivos principales del grupo que ofrezca el

psicólogo con el rol de animador son solo un punto de partida, estos deben ser modificados a

medida que los integrantes del grupo aportan a la formación de objetivos realistas y que se

ajusten a la necesidad del grupo en sí, el animador al inicio debe ser un guía, a media que

avanzamos en confianza y se van perdiendo los miedos el grupo, este espacio pasa de ser de

solo escucha al animador en sí, a ser uno va y viene de relatos de experiencias vividas por los

propios participantes de él, de modo que el rol al inicio del psicólogo o la persona como tal

identificada como el animador es la de ser guía, este papel se va a ir remodelando con el paso

del tiempo para que el grupo valla pensando en si mismo, al tiempo que el animador va

pasando de ser un guía frente a un grupo lleno de dudas a tener un rol de facilitador y

mediador, que sugiera, informe e inicie según sea el momento requerido del grupo, de modo

que se vean poco a poco activados los recursos de apoyo mutuo del grupo y no solo por parte

del animador.

este debe ser una persona con una actitud abierta, de cercanía tanto desde el punto de vista

humano como social, de modo que no puede ser de carácter ajeno al grupo, durante la

primera cesión el animador a de tener una actitud de escucha, respeto y comprensión para con
el grupo favoreciendo la formación de un clima de confianza dentro de el a la vez que se van

formando las normas de comportamiento del mismo.

en las siguientes cesiones se pueden presentar de dos maneras, de la forma de experiencias

individuales en las que los miembros del grupo se van rotando la palabra relatando su historia

y experiencias o de la forma de discusión en la que las persona van contando sus

experiencias, problemas y en la que al tiempo van aprendiendo de los relatos de los demás, ya

el apartado de la evaluación y evaluación de grupo se a de tener en cuenta que es un momento

que se va dando poco a poco a medida que el grupo va cumpliendo sus objetivos, donde se

mira el grado de apoyo dentro de él, los cambios producidos a lo largo de las cesiones y la

evolución del grupo en sí.

Por último, sugeriremos un ejercicio de aplicación llamado “Formar palabras”.

Se Forman subgrupos y tumbados en el suelo, tienen que formar una letra de la palabra que

el/a monitor/a asignará, de manera que los subgrupos formen la palabra con sus cuerpos de

forma cooperativa.

El objetivo es Conseguir que el grupo se desinhiba y desarrollen el espíritu de colaboración.

La edad de los participantes debe ser superior a diez años. El número de participantes es

indiferente.

Se dividirá el grupo principal en subgrupos, de manera que en cada subgrupo exista el

mismo número de miembros. La palabra que el/a monitor/a asigne, se dividirá en letras y

cada subgrupo tendrá que representar esa letra. Cuando éstos se organicen, en cuanto a la

formación de las letras se pondrán “manos a la obra” y tendrán que representar dichas letras

tumbados en el suelo, siguiendo un orden para que de esta manera se forme la palabra

asignada.
Luego, se hará una mesa redonda para explicar a Todos los miembros del grupo que la

colaboración es lo más importante, ya que sin ella la realización de este juego y de otras

muchas actividades de la vida cotidiana serían imposible de realizarlas.

Por último, Se realizará a los participantes una serie de preguntas como pueden ser las

siguientes: ¿qué hemos aprendido en cuanto a la construcción de las palabras? ¿ha sido fácil

realizar las letras y la palabra en sí? ¿cómo fue la organización y realización de letras como

por ejemplo la “A”? ¿Qué significa esta palabra para ustedes? ¿con que asocian esta palabra?

Estas preguntas ayudan al grupo a entender la importancia del trabajo en grupo y facilitar la

comprensión de palabras, situaciones o sentimientos que se situaron en la actividad.

Referencia Bibliográfica

1.      Rivera. (1993).  Afirmación y resistencia (p. 191)

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